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Paisaje kitsch como destino turístico en el Sur y el Sudeste de Asia (China, Vietnam, Nepal)

Artículo revisado por pares
Philippe Bachimon, Evelyne Gauche et Anh Thư
Traduction de Maria del Carmen Puche Ruiz et Universidad de Sevilla
Cet article est une traduction de :
Le paysage kitsch comme destination touristique en Asie du Sud et du Sud-Est (Chine, Vietnam, Népal) [fr]
Autre(s) traduction(s) de cet article :
Kitsch landscapes as tourist destinations in South and Southeast Asia (China, Vietnam, Nepal) [en]
Cảnh quan kitsch trong các điểm đến du lịch ở Nam Á và Đông Nam Á (Trung Quốc, Việt Nam, Nê-pan) [vi]

Résumé

Realizado en el marco del programa ANR AQAPA (2014-2019), este trabajo parte del análisis de tres regiones turísticas de Asia caracterizadas por la presencia de minorías étnicas –las regiones de Dalat en Vietnam, Pokhara en Nepal y Sandu en China- y centra su interés en la estereotipada puesta en escena de los lugares y centros turísticos que se basa en la utilización del kitsch. Esta construcción turística de decorados se apoya, principalmente, en la utilización de lo falso (Baudrillard, 1981), lo que Umberto Eco (1985) califica de « mentira artística », pretendiendo proveer al individuo de « una visión tranquilizante, aunque artificial, de las cosas » (Menon, 2006). El estudio aborda, así, esta utilización del kitsch en el paisaje que se pone a disposición del turista en la interrelación de lo rural y lo urbano (escenografía, experiencia que se proporciona a los turistas, procesos implementados), así como los objetivos que esta puesta en escena pretende alcanzar, de modo que podamos aproximarnos e interpretar el mensaje o los mensajes que subyacen en ella.

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Texte intégral

Introducción

  • 1 Término empleado normalmente en todos los idiomas occidentales.

1Un elemento importante de la puesta en valor turístico que se lleva a cabo en el Sur y el Sudeste de Asia reside en la implementación de un mundo de objetos artificiales, hechos de plástico, de hormigón y de escayola, que favorecen la creación de un decorado estereotipado en los lugares y centros turísticos, creación basada en el kitsch1. Este término apareció en torno a 1860 en Baviera para designar a los productos de mala calidad (Menon, 2006). Relacionado al principio con la « producción artística e industrial de objetos baratos » (Legrand. 2005), en el lenguaje común de hoy lo kitsch se adscribe a objetos de mal gusto, embellecidos con decoraciones superfluas, y se vincula a la noción de inautenticidad y de exceso, a partir de atributos considerados como triviales. Esto cuestiona, inevitablemente, la definición de lo bello y lo trivial o de mal gusto, haciendo referencia a « la dificultad de explicar la evidencia estética » (Nahoum-Grappe, Vincent, 2004), pero nosotros no entraremos aquí en ese debate. Según C. Menon (2006), « lo kitsch es un modo de relación del hombre con lo real. Se basa principalmente en la utilización de lo falso (Baudrillard, 1981) e incluso en la simulación. Se vehicula a través de un objeto o un sistema que conduce al individuo a sumergirse en un estado emotivo de ceguera positiva, adoptando una visión encantadora y tranquilizante, pero artificial, de las cosas. » Mientras que lo kitsch se puede considerar un atributo de la civilización de masas (Moles, 1971), indisociable de la industria de consumo, hay que tener en cuenta que se encuentra también particularmente presente en los lugares turísticos de Asia, caracterizados frecuentemente por un proceso de puesta en escena de lo kitsch (« kitschisation », según Moles, 1969).

  • 2 Projet AQAPA (2014-2019) « ¿A quién pertenecen los Paisajes en Asia ? La puesta en valor turístico (...)
  • 3 La elección de estos espacios se conecta, en origen, con la problemática del programa ANR AQAPA, qu (...)

2En el marco del programa ANR AQAPA2, este trabajo aborda los procesos de esta utilización del kitsch en el paisaje que se pone a disposición del turista en tres regiones de Asia muy marcadas por la presencia de minorías étnicas, así como la interrelación de lo rural y lo urbano, y los objetivos que pretende conseguir. Se apoya en los casos de Dalat (Vietnam), Pokhara (Nepal) y Sandu (China) y sus zonas rurales3. Estas ciudades se encuentran fuertemente vinculadas al espacio rural en el marco de su desarrollo turístico, constituyendo centros a partir de los cuales se dispersa la demanda turística. En Vietnam y China, los pueblos de las minorías son objeto de un turismo étnico (más desarrollado en el segundo caso que en el primero), mientras que en Nepal, Pokhara constituye el punto de partida de los senderistas en el macizo del Annapurna.

3Desde esta perspectiva, el paisaje, en la línea de la Convención europea de Florencia (2000), que lo define como una « parte de territorio tal como lo percibe la población […] », se considera como objeto material sobre el que se proyectan diferentes representaciones sociales. El paisaje juega aquí el papel de un decorado cargado de sentido a través de las representaciones de los actores responsables de la utilización del kitsch para su puesta en valor (principalmente, los Estados y los actores del turismo) y las representaciones de sus espectadores (los turistas).

4Para abordar en toda su complejidad el tema de la utilización del kitsch en el paisaje que se pone a disposición del turista, comenzaremos por la descripción de la puesta en escena del paisaje a través de su escenografía, mostrando los criterios que hacen que pueda ser calificada efectivamente como kitsch. Más tarde, esbozaremos una deconstrucción de la experiencia que esta escenografía pretender proporcionar a los turistas –principalmente, a los turistas domésticos en China (Taunay, 2011) y Vietnam (Peyvel, 2009), y a los turistas internacionales en Nepal (Sacareau, 1999), para detenernos en los procesos implementados, con el fin de aproximarnos e interpretar, para finalizar, el o los mensajes que subyacen en la postura estudiada.

I. El sistema turístico kitsch

5En los destinos turísticos asiáticos, el sistema turístico, como conjunto de lugares visitados que componen el destino, se apoya frecuentemente en un proceso de puesta en valor de los paisajes a través de la utilización del kitsch, proceso que en los tres espacios estudiados presentan situaciones comparables.

A. El kitsch en tres destinos turísticos asiáticos

6Los contextos de la utilización del kitsch en la puesta en valor de los paisajes en el Sur y el Sudeste de Asia

  • 4 Bollywood como cantera de una cultura kitsch trasmitida a gran escala y que a cambio inspira el dis (...)

7El sur de Asia, y particularmente India4 y Nepal (Kollywood por Bollywood en Katmandu), es aficionado a la utilización del kitsch en la puesta en valor de los paisajes, utilización que se compagina con la profusión de divinidades de los templos hinduístas, prolongándola y actualizándola. Pero incluso países en apariencia más « sobrios » y secularizados, como China o Vietnam, son también apasionados de lo kitsch. El indicador de la aparición del kitsch en China y en algunos países del Sudeste de Asia es la introducción de la cultura occidental durante la época de la colonización (el afrancesamiento en Indochina, el britanicismo en Hong Kong o el neerlandismo en Indonesia, etc.). De ese modo, los colonos construyeron réplicas de su país para recrearse en ellas (Jennings, 2015; Peyvel, 2009), llevando a Asia un « exotismo » invertido, sobre todo, en sus centros de vacaciones, a través la construcción de villas, estaciones, postas, iglesias… Actualmente, esta exotización, ya kitsch en su día en el sentido en el que mezclaba las referencias estilísticas para tener significado (Davallon, 2006), se ha patrimonializado en algunos países como Vietnam (como en el caso de las villas coloniales de Dalat). Más allá del kitsch colonial, el sistema turístico de estos países de Asia funciona sobre la base de un universo de objetos particularmente visibles hechos de plástico, de escayola y de hormigón, proporcionando una atmósfera que recuerda el mundo de antes, frecuentemente el de la era colonial, pero no solo, ya que precisamente se pretende que la referenciación sea lo más amplia posible. Este sistema kitsch y redundante se quiere mostrar como respuesta a la demanda de los turistas domésticos, una clientela que se crece en los países más desarrollados de Asia desde hace una quincena de años (Cabasset-Semedo et al., 2010).

8Las regiones de Dalat (Vietnam), Pokhara (Nepal) y Sandu (China) como muestras del sistema turístico en Asia

9Las ciudades de Dalat, Pokhara y Sandu, en las áreas rurales que polarizan, presentan sistemas turísticos comparables desde el punto de vista del mecanismo kitsch implementado, con algunas variantes, sin embargo, en las modalidades de su uso.

10Dalat y Pokhara son, en primer lugar, complejos turísticos basados en un clima de montaña (de 1.000 a 1.500 metros), situados en un medio tropical, que constituyen apreciados « refugios de frescor ». Presentan paisajes rurales de montaña (culturas del té en Pokhara, del café en Dalat) aderezados con cascadas y lagos, en los que el escalonamiento de la vegetación oscila entre la vegetación primaria de las grandes elevaciones montañosas y la arboricultura de la zona de los centros turísticos. Estas regiones periféricas (en el sentido imperialista), desde el comienzo de su turismo, que para Pokhara y Dalat fue contemporáneo a la colonización (indirectamente inglesa en Nepal, francesa en Vietnam), están marcadas por una fuerte etnicidad, debida a la presencia de « minorías » étnicas que simbolizan una forma de autenticidad. El conjunto de estos ingredientes « primordiales » en el envoltorio actual de la reputación y el atractivo de estos destinos turísticos, se ha visto desplazado a un segundo plano por el planificación inherente al desarrollo de un turismo de masas en el que el mecanismo que pone en marcha el ambiente deseado (el efecto en cierto modo) le conduce a la referenciación anteriormente citada (digamos, el fondo, en su doble sentido de « fundamento » y de « fondo de comercio »).

11Si bien Sandu no es, como sí lo son Dalat y Pokhara, un complejo climático de tradición, la ciudad es, desde el comienzo de la década de los 2000, un centro turístico del sur de la Provincia de Guizhou, cabeza de xian (distrito) de Sandu en el seno de la Prefectura autónoma de Qiannan. La ciudad participa de la voluntad del gobierno central de desarrollar el turismo interior en las regiones rurales pobres del país, como la de Guizhou. En el marco de la política turística de la Provincia, apostando a la vez por un turismo de naturaleza y un turismo étnico, Sandu constituye una sucursal de la ciudad de Guiyang y se contruye como destino turístico sobre su imagen de « capital » de la etnia Shui. Región aislada a consecuencia de su relieve, la Prefectura de Qiannan goza, desde 2015, del desarrollo de las infraestructuras viarias (autopistas) y ferroviarias (línea de alta velocidad), de la que se beneficia la puesta en valor turístico de pueblos shui que hasta ahora habían sido poco afectados por la actividad. Aunque la frecuentación turística del xian de Sandu se encuentra en aumento -80.000 turistas en 2005, 450.000 en 2016 (Taunay, 2017)-, es mucho más modesta que en Dalat y Pokhara, que atraen cada una varios millones de turistas por año. El xian de Sandu, como nuestros otros dos espacios rurales, multiplica sus esfuerzos para reforzar su atractivo turístico y prolongar la duración de las estancias (todavía demasiado limitadas al excursionismo), a través de la construcción de los llamados barrios « étnicos » (arquitectura y mobiliario urbano específicos, tiendas de artesanía, museos, restaurantes), de tipologías diversas de alojamiento y de nuevos lugares singulares (jingdian en China).

12Las estrategias de desarrollo turístico de estos centros y de sus pueblos circundantes residen en importantes transformaciones que conllevan, a través del añadido de numerosos artificios según un modelo estándar, la puesta en valor del paisaje a través del kitsch. Los principios de esta escenografía kitsch, que se afianza en nuestros tres espacios rurales de Asia, serán abordados a continuación.

B. Una escenografía paisajística kitsch

13La puesta en escena de los sitios turísticos se traduce en la producción de un paisaje kitsch, que presenta un cierto número de rasgos comunes que hemos inventariado en nuestros diferentes espacios rurales apoyándonos en los estudios de Moles (1969), Baudrillard (1981) y Génin (2010).

14La sobrecarga : acumulación y mezcla de estilos

15Una de las características del kitsch consiste en reunir un número máximo de artefactos bajo la forma de una acumulación de objetos dispares, y hacerlo de forma ostentosa (Moles, 1971).

  • 5 Diseñado para un turismo de masas consumista (Ged, 2010).

16Un ejemplo que ilustra este rasgo es el de los posters kitsch, creados en la década de 1960 en Egipto, y difundidos desde entonces ampliamente por el Sur y el Sudeste de Asia, que parecen fotografías pero que son en realidad « insólitos y barrocos copia/pega de entornos ecológicos y/o de arquitecturas yuxtapuestas de forma improbable » (Battesti, 2017). Hoy en día, retocados con photoshop, « hacen coexistir aquello que creen como lo mejor de diferentes mundos continentales, ecológicos y arquitectónicos » : (…) bosques y montañas suizas nevadas, cascadas de bosques ecuatoriales, castillos « de Versalles » y estanques de inspiración islámica, exuberantes composiciones florales, nieves eternas (Battesti, 2017). En China, en el famoso pueblo turístico miao de Xijiang5, en el este de Guizhou, en pintorescas nongjiale construidas recientemente en el « estilo local », el exotismo de las habitaciones puede ser completamente sorprendente, asociando por ejemplo los « estilos » marineros de la Europa templada y la Europa escandinava (documento n°1).

Documento n°1 : La decoración de las habitación en la « Miao Family Guesthouse » de Xijiang

Documento n°1 : La decoración de las habitación en la « Miao Family Guesthouse » de Xijiang

E.G., 2014

17El complejo turístico de Dalat, creado por los franceses en la época de Indochina en 1893, se estableció desde el principio como una síntesis de diferentes estilos tomados de los estereotipos arquitectónicos de las provincias francesas (con un predominio de afinidad con las regiones de Alsacia, Lorena y Normandía), reunidos en un centro donde el clima (fresco y húmedo), y el paisaje alpino, y en particular el pino endémico (pinus dalatensis) hacían recordar la Metrópolis a los colonos de vacaciones. Para construir el complejo de Dalat, más allá del clima y el paisaje preexistentes, sería necesario aumentar la llamada « realidad » por medio de instalaciones : lagos (la totalidad de los lagos de Dalat es artificial), parques, urbanización de villas de recreo, etc. Todas estas instalaciones se encuentran superpuestas, y a veces asociadas, a la naturaleza indígena de los lugares, en un proceso de mutación paisajística que sirve de marco al sistema turístico kitsch. Es a partir de las décadas de 1960 – 1970 cuando Dalat, todavía en su « jugo colonial », se convierte en el destino turístico preferido por los artistas vietnamitas, que vivían allí en una atmósfera tranquila y que les permitía olvidar el contexto de la Guerra de Vietnam. El ambiente romántico y melancólico de esta ciudad jugó el rol de catalizador y les dio « carta blanca » para inspirarse con el estilo de los « auténticos » artistas occidentales célebres (Nguyên, 2016). La reciente puesta en valor turístico de la ciudad no hace sino reforzar esta tendencia que llega a la hipertrofia consumista.

18Como explica A. Moles (1971), en el estilo kitsch, lo superficial de las cosas y la apariencia suponen un continuo. El kitsch consiste también en llenar los huecos. Es este principio de relleno el que conduce al exceso ornamental. La Dalat de hoy illustra perfectamente esto. Los colores son « verdaderos », y su paso, abrupto de uno a otro (sin degradación de tonos). Se pasa de este modo sin transición del rojo (color noble, símbolo de prosperidad en Vietnam) al rosa bombón tierno (estatuas de flamencos en el jardín de la Vallée de l’amour, fresas o flores de plástico…). Además, el colorismo kitsch ofrece hasta la saturación la variedad de colores del arcoiris en los numerosos parques de atracciones que rodean la ciudad (Vallée de l’amour, Cascade de Datanla, Crazy House, Historical Village, Túnel de arcilla…). Los materiales utilizados se presentan raramente como lo que son. La madera se pinta en imitación del mármol, las balaustradas en hormigón veteado imitan la corteza de los árboles, las columnas metálicas simulan el estuco, hecho rara vez de escayola… Pero son los materiales plásticos aquellos que ocupan un lugar central, en la medida en que son baratos y fácilmente « moldeables ». Esta costumbre se aprecia en los pueblos étnicos chinos, con la salvedad de que la madera se ha utilizado normalmente como signo reforzador de los aspectos pintorescos de los pueblos de las minorías -construidos, originalmente, en madera-, y que hoy, sin embargo, son principalmente de hormigón.

19En Lakeside (Pokhara), en los tempos hinduístas y budistas (Pinney, 1995), la fusión se presenta ante todo como religiosa y cosificada, y participa de la particular atmósfera de las peregrinaciones. Sin embargo, la referencia al periodo hippy (Devi’s Fall, Lac Bégnas) de los años Peace & Love forma un ruido de fondo (un ambiente relajado) sobre el que se construye la mercantilización actual del destino turístico, con excepción de algunos testigos (y testimonios) vivos. Esta mercantilización se lleva a cabo a través de la inversión especulativa en primera línea del lago, que a raíz de la construcción del Fish tail lodge (clasificado como uno de los Mil sitios que ver antes de morir en el bestseller homónimo, Schultz, 2003), se convirtió en el lugar de moda del complejo. A orillas de lago se alinean una sucesión de bares heterogéneos como el Olive café, el Busy Bee, el Maya pub, el Pokhara Java, el Hungry Eye… que atraen a una clientela de senderistas hacia el descanso en un marco « de moda » donde predomina el rococó psicodélico con referencias « post hippies ».

20La desaparición de las proporciones

21Otro aspecto del kitsch, más allá de su distanciamiento del apego local, reside en la eliminación de las propordiones de los objetos representados (Battesti, 2017), lo que produce un paisaje desproporcionado y totalitario. Por más que el decorado kitsch provoque coexistencias improbables, hay que resaltar que es esencialmente anamórfico, de modo que los utensilios vinculados a objetos reales no son empleados a razón de una escala estable.

22De este modo, en Dalat, una fresa puede ser gigante, mientras que la Torre Eiffel, una cumbre del Himalaya en Nepal o incluso el Monte vietnamita Langbiang, se presentan en versiones reducidas (documentos nº2 a 5). La « escala correcta» se convierte en aquella que emplea una dimensión máxima de visibilidad con respecto a un objetivo particular : en general, el éxito reside en la obtención de una colección de objetos significantes en una sola foto (una montaña, una fresa, un cisne…) con el visitante en situación. Se trata, en definitiva, de la anamorfosis que participa de lo fotogénico maravilloso.

Documento n°2 : Fresas gigantes, y una Torre Eiffel reducida, sin embargo

Documento n°2 : Fresas gigantes, y una Torre Eiffel reducida, sin embargo

A T. Le, 2017

Documento n°3 : Fresas gigantes, y una Torre Eiffel reducida, sin embargo

Documento n°3 : Fresas gigantes, y una Torre Eiffel reducida, sin embargo

A T. Le, 2017

Documento n°4 : Visitantes nepalíes al asalto de la versión reducida del Manaslu (en realidad, 8.163 metros), jardín del Museo Internacional de la Montaña, Pokhara

Documento n°4 : Visitantes nepalíes al asalto de la versión reducida del Manaslu (en realidad, 8.163 metros), jardín del Museo Internacional de la Montaña, Pokhara

P. Dérioz, 2014

Documento n°5 : El Monte Langbiang en miniatura que se visita en el seno del Túnel de arcilla, Dalat

Documento n°5 : El Monte Langbiang en miniatura que se visita en el seno del Túnel de arcilla, Dalat

Ph. Bachimon, 2017)

23Este juego multiescalar tiene su réplica en los souvenirs que se llevan los turistas (una Torre Eiffel en su bola de nieve, un gordinflón peluche de panda…), en los que el tamaño (y la materia) se encuentran condicionados por la normativa del equipaje de cabina, sobre todo si se trata de las últimas compras realizadas en el duty free del aeropuerto.

24El recurso a lo falso

25Estos efectos del exotismo, de la acumulación y de la modificación de las escalas se obtiene, igual e inevitablemente, por medio de otra característica recurrente del kitsch : el recurso a lo falso (Baudrillard, 1981). Lo más normal es que el objeto kitsch se encuentre inanimado, como un elemento más del decorado, contextualizando in situ un relato. Algunas veces la contextualización es desmesurada, como en Guilin et Tianmen (Xiang et al., 2017), cuando se trata de producir un espectáculo grandilocuente de luz y sonido. Se puede deducir que « el kitsch toma su base siempre de una mentira » (Menon, 2006), que Umberto Eco (1985) califica de « mentira artística ».

26Los pueblos chinos que se reproducen en los barrios « étnicos » de Sandu, se transforman bajo el efecto de numerosos artefactos destinados a magnificar el ambiente de los lugares para acercarse al máximo al paisaje ideal chino –el shanshui, paisaje de montañas y de agua- reforzando el rasgo étnico (Gauché, 2017). Así, en Gulu se construyen falsas fachadas de madera y, a través de una cascada artificial que cae sobre peñascos falsos, se crea la ilusión de unos grandes cantos rodados sobre una pared rocosa, que llevan la inscripción falsa de un « auténtico » poeta chino para reforzar la espiritualidad del lugar. Se accede al mismo a través de un sendero escarpado y en el que ningún elemento es real ; amenizado con estatuas de Dioses shui de encanto fantasmagórico, que la narrativa « oficial » del sitio pretende haber hecho a imagen y semejanza de los verdaderos Dioses shui; dioses que, a pesar de eso, carecen de forma probada en la cultura de esta minoría.

27Algunos pueblos de los llamados de minorías étnicas, próximos a Dalata (como el de Lang Cu Lan) se han creado incluso de la nada (artificialmente) para los turistas, que pueden alojarse en cabañas de hormigón, en un contexto placentero en el que se les relatan narraciones mitológicas y leyendas cosmogónicas totalmente inventadas.

28Este recurso a lo falso corresponde a la inclinación de acumular el máximo número de signos posible en un mismo lugar, con el fin de crear una experiencia turística lo más excepcional posible con una inversión financiera mínima (bajo coste de los materiales utilizados, réplicas sin derechos de autor…), para un máximo de frecuentación (circuito estandarizado de masas). Esta tendencia tiende a modificar el espacio del paisaje rural a través del sistema escénico kitsch.

C. Del rural productivo al rural decorativo

29El paisaje rural entra en el sistema turístico como una « naturación » (un naturalismo estetizado). Este produce réplicas (fresas de plástico, cabañas étnicas reconstruidas, falsos chalets alpinos…). Pero es fuera de lo rural donde se buscan los referentes para la mayoría de los parques de atracciones. El espacio « salvaje » es la estrella incontestable. A título de ejemplo, en la Vallée de l’amour (en Dalat) se ha reconstruido, de forma bastante concisa, una selva en la que se han instalado animales falsos casi « a tamaño natural » : tigres, rinocerontes, elefantes… hechos de resina. No se busca la veracidad, sino una evocación en torno a una atracción (una forma de concentración en un lugar cerrado), que proporciona una impresión : la de visitar uno o varios tipos de bosques, creíbles -al menos en la foto o el vídeo en streaming-, en la visita del lugar a bordo de un vehículo (jeep, trineo, hidropedal…) (documentos nº 6, 7, 8). El kitsch también muestra la paradoja de querer hacer visible el artefacto haciendo invisible lo que concierne, de una forma u otra, al objeto llamado auténtico.

Documento n°6 : La seta de cemento en el Maple Tourism (Dalat)

Documento n°6 : La seta de cemento en el Maple Tourism (Dalat)

A T. Le, 2017

Documento n°7 : El trineo – una atracción exótica del paraje de Datanla (Dalat)

Documento n°7 : El trineo – una atracción exótica del paraje de Datanla (Dalat)

A T. Le, 2017

Documento n°8 : Burbujas en el lago de Pokhara

Documento n°8 : Burbujas en el lago de Pokhara

Ph. Bachimon, 2017

30Después del artefacto paisajístico, la « ruralidad » se ofrece a través del « producto de la tierra » consumible. En torno a Dalat, esto comprende desde el invernadero de las fresas (en el que uno se puede entregar al pick & carry), a las rosaledas, e incluso a los campos de lavanda o de tomillo que ofrecen coloridos violáceos, en los que a la dimensión paisajística se añade la de los aromas exóticos. En torno a esos jardines de aclimatación se desarrolla además una nueva forma de turismo : un turismo rural, de una ruralidad exótica, que en ese entorno resulta muy europea. Durante las estaciones de las flores y los frutos en Dalat, los agricultores añaden la visita de sus campos como complemento a sus actividades agrícolas. De esa forma, en las granjas de flores (que, invariablemente, cultivan lirios, rosas, girasoles y hortensias, documentos nº9 y 10), por un precio de entrada de 10.000 a 30.000 VND/persona (entre 0.4 y 1,2 EUR), se proponen la recolección y la toma de fotografías en mitad de las flores. Aunque desde la época colonial Dalat posee una reputación basada en sus frutas y legumbres de clima temperado (de la que derivan sus famosas alcachofas), destinadas a los residentes de vacaciones (en « cura de productos frescos de jardín »), la región se ha lanzado más recientemente (en la década de los 2000), a la producción de vino, con venta directa en « bodega » (desde 2008). Ahí, igualmente, hay un artificio, que consiste a mezclar mora con uva para obtener un vino rojo embotellado bajo el nombre, por ejemplo, de Château Dalat, y degustarlo en la bodega de una propiedad vitícola sobradamente ficticia, que no es más que una fábrica de embotellado.

Documento n°9: Cuando el paisaje fabricado (campos de lavanda y de girasoles) se convierte en una puesta en escena dedicada a la fotografía

Documento n°9: Cuando el paisaje fabricado (campos de lavanda y de girasoles) se convierte en una puesta en escena dedicada a la fotografía

https://motosaigon.vn/​cafe-f-canh-dong-hoa-tren-deo-mimosa-da-lat-dep-nhu-chau-au.html)

Documento n° 10 : Cuando el paisaje fabricado (campos de lavanda y de girasoles) se convierte en una puesta en escena dedicada a la fotografía

Documento n° 10 : Cuando el paisaje fabricado (campos de lavanda y de girasoles) se convierte en una puesta en escena dedicada a la fotografía

https://motosaigon.vn/​cafe-f-canh-dong-hoa-tren-deo-mimosa-da-lat-dep-nhu-chau-au.html)

31En los complejos turísticos del Sur y el Sudeste de Asia estudiados, la puesta en escena de este imaginario kitsch y su cosificación se transforman, así, en producto. El paisaje kitsch que resulta de ello se vincula a la experiencia particular que estos destinos turísticos quieren proporcionar a los turistas.

II. El paisaje kitsch al servicio de una experiencia turística total

32Hablamos de « experiencia turística total » (Bachimon, Decroly, Knafou, 2016), en el sentido en que se trata de una experiencia que satisface todas las expectativas que se suponen a los visitantes, e incluso va más allá, dado que añade « la fascinación » nacida de la excepcionalidad del sistema (atracciones espectaculares, carruseles vertiginosos…). En definitiva, en el sentido en el que la experiencia se redondea con recuerdos que perdurarán en la memoria positiva, la de las vacaciones y la regeneración que se espera de ellas. Este es, desde luego, el propósito del kitsch turístico, que retomando las palabras de C. Menon (2006), persigue el « placer (y el dinero), [por lo que] todo se debe transformar en espectáculo, en diversión, en tarjeta postal ». Inevitablemente, el kitsch fomenta el consumismo. La experiencia kitsch no es más que una ilusión, compartida por su consumidor y su promotor, de distendimiento. El sentimiento de bienestar en el que desemboca se deriva de su efecto edulcorante, combinado con la valorización social que se espera a cambio y a causa de la cual el selfie (prueba inmediata) le ha quitado el puesto a la foto (prueba diferida).

A. El surrealismo de lo falso convertido en más verdadero que lo verdadero

33En la escenografía kitsch, todos los artefactos se implementan para conseguir un efecto surrealista, en el sentido de ser más realista que el original, o lo que es lo mismo, « más verdadero que lo verdadero » (Eco, 1985). E incluso más palpable que lo real (Eco, 1996), en el sentido en que permite más fácilmente ser visto, tocado, sentido. De hecho, deriva en una suerte de encantamiento (Menon, 2006).

  • 6 El estereotipo en psico-sociología define las ideas recibidas, un núcleo duro del imaginario mental (...)

34En un sistema turístico kitsch, la representación estereotipada6 prevalece sobre el objeto representado hasta eliminarlo como referente. Por darle la vuelta a la teoría de René Magritte (1929), para el que cuando se representa una pipa : « no es una pipa », sino su imagen, la representación basta por sí misma, y no alberga más duda que la de la veracidad, o más bien la de la verosimilitud, del « objeto transicional » (Winnicott, 2010).

  • 7 Los Shuis poseen escritura, pero se trata de una escritura ritual conocida solamente por algunos an (...)

35Hasta un cierto punto, con la complicidad y el consetimiento de los turistas, el kitsch transmite a las réplicas de objetos (arquitectónicos, culturales) originales, un valor de quasi autenticidad. Dalat es uno de los lugares más « típicos » de esta amalgama en la que el objeto kitsch, a través de su distanciamiento del objeto pretexto, adquiere una autonomía total. En Lang Cu Lan cerca de Dalat, al igual que en los pueblos chinos de las minorías, los turistas carecen de medios para verificar la veracidad de los relatos y leyendas que se les cuentan. En el pueblo de Gulu, con el fin de amplificar la excepcionalidad de la experiencia vivida, las estatuas de dioses shui que se han añadido al lugar se asocian con un relato completamente inventado y comunicado por los guías, como que Gulu es el pueblo de los 1.000 dioses shui. Del mismo modo, debido a la importancia de los cánticos en la cultura shui, que descansa sobre una cultura preeminentemente oral7, los guías novelan el relato diciendo que todavía hoy, los niños se comunican entre ellos cantando. Sin embargo, ningún joven de los pueblos conoce ya los cánticos shui, que solo algunos ancianos dominan, y que han sido parcialmente aprendidos por algunos individuos para cantarlos a los turistas. En Vietnam, estos añadidos paisajísticos que pretenden satisfacer a los turistas se integran incluso en la música : en los shows de gongs de los Koho Lat, destinados a los turistas vietnamitas, gran parte de la música se inspira más en los hits del pop vietnamita que en la música tradicional koho (Clavairolle et al., 2019). Como ha hecho notar Pal Nyiri respecto a China, los turistas carecen, en la mayoría de los casos, de una actitud que cuestione la veracidad de los relatos que se les ofrecen en los pueblos étnicos, experiencia estética, espiritual, étnica y moderna. Aprecian las transformaciones de los pueblos ascendidos a la categoría de lugares turísticos oficiales, que se corresponden con lo que ellos esperan. Admiran este patrimonio « falso » y prefieren « vivir una experiencia moderna antes que una experiencia auténtica » (Taunay, 2011), postura que se vuelve a dar en la clientela nacional de Vietnam.

  • 8 APEC – Asia-Pacific Economic Cooperation

36Actualmente, Dalat extiende el proceso de puesta en valor turística basada en la utilización del « kitsch » a la gastronomía. Así, Dalat, ciudad que para los vietnamitas está considerada (y turistificada) como el « Pequeño París », está obligada a acumular atributos demostrativos, y la degustación de vino forma parte de ello… incluso si ningún auténtico conocedor de vinos aceptaría dar a este líquido rojo con alcohol el calificativo de vino (documento 11). Sin embargo, los visitantes lo aprecian y en 2006, este « vino », que lleva nombres de « Castillos », fue elegido por el Presidente de Vietnam como bebida que representaría al país durante la cumbre de la APEC8. Lo que confirma que el kitsch, al final, es una profecía autorrealizada del tipo : « lo que yo comercializo como vino, o como Torre Eiffel… se convierte en vino, en Torre Eiffel… ».

37Documento n°11 : El « vino » de Dalat, orgullo de los vietnamitas

B. El fomento del consumismo

38La incitación al consumismo se demuestra fuerte desde el momento en que se practica como prueba de la presencia en el lugar visitado (Bachimon, Decroly, Knafou, 2017). El consumismo se expresa en la plétora de experiencias in situ (como la multiplicación de los parques de atracciones « que no te puedes perder ») y la saturación de souvenirs que llevarse a casa. Estos objetos se muestran en kioscos y tiendas, basados en « sitios imprescindibles », en los que la visita se desarrolla conforme al despliegue unívoco de un recorrido balizado y guiado. También es en estos lugares donde los turistas toman fotos de sí mismos (y, cada vez más, selfies) in situ. Fotografías que, asociadas a los souvenirs adquiridos, certifican el relato del visitante, al que se incita a consumir para prolongar su experiencia. Baudrillard (1970), en La sociedad de consumo, describe la lógica del consumo que deriva de la contextualización kitsch. « la consideración de la publicidad y los servicios, la sonrisas, la ideología de la felicidad, el rechazo de la angustia, de la ambivalencia, el aplastamiento de la voluntad a través de la tolerancia, el ‘juego combinatorio’ del sistema, la apariencia mágica que crea la atmósfera, todo eso clama al kitsch ». Cuando el signo se confunde con el objeto (cuando la pálida imitación del vino adquiere el estatus de vino, o cuando el hidropedal con forma de « cisne » se convierte en el único cisne del lago, que se fotografía como si fuera un cisne), se crea una atmósfera soft, un sentimiento de bienestar propicio al consumo de productos « adictivos » (bebidas, golosinas, snacks) que supuestamente aumentan el valor de la experiencia turística, que debe ser lo más total y completa posible. Este espacio consumista se corresponde con una nebulosa (un estado gaseoso, según S. Dawans y C. Houbart, 2011) en el momento en que los objetos/signos presentan incoherencias entre ellos y con sus referentes. El complejo turístico kitsch debe su atractivo a este tipo de incoherencias que produce un efecto de sorpresa que conduce al consumo, a despecho del asombro real de la emoción estética (Stendhal, 1826).

39Se plantea entonces la pregunta : ¿por qué este tipo de sitio « natural » se desarrolla cada vez con más fuerza, en Dalat en particular, y en Vietnam en general (incluso en otros países del Sur y el Sudeste de Asia como China, Camboya, Thailandia, etc.) ? La siguiente tabla (documento nº12) ofrece una respuesta en término de costes (las cifras se dan en euros) :

Documento n°12 : Comparación del precio relativo pagado por un visitante de naturaleza « kitschizada » y no « kitschizada » en Francia y Vietnam

Vietnam

Francia

Naturaleza “kitschizada” (1)

Cascada Datanla

Productos : entrada + Trineo + Teleférico + Ascensor

= 7 EUR)/pers.

Parque de atracciones Disneyland

Producto : entrada 75 EUR/pers. (1 día/1 parque)

Naturalidad (2)

Parque Nacional Bidoup

Producto : Trekking 35 EUR/día/pers.

Estación de esquí Arêches-Beaufort

Productos : ascensión en telesilla 30 EUR + alquiler de esquíes 38 EUR

= 68 EUR/día/pers.

Nivel de vida de los habitantes

175 EUR/mes

2.100 EUR/mes

Proporción (1)/(2)

La naturaleza « kitschizada » es 5 veces más barata que la naturaleza no « kitschizada »

La naturaleza « kitschizada » es más cara que la naturaleza no « kitschizada »

A T. LE, 2019

40Si se compara el precio de la naturaleza « kitschizada » con el de la naturaleza no « kitschizada » en Francia y Vietnam : se constata que para este último, el paquete de productos proveniente de la naturaleza « kitschizada » es cinco veces más barato que el trekking en el parque nacional de Bidoup Nuiba. Mientras que, al revés, en Francia, un día de entretenimiento en Disneyland cuesta más caro que un día de esquí. El coste explicaría en gran medida el hecho de que los turistas vietnamitas, con un poder adquisitivo intermedio que caracteriza a los países emergentes, prefieran los productos puestos en valor a través del kitsch. Esta diferencia en la puesta en valor turístico de la naturaleza « kitschizada » y no « kitschizada » se puede expresar a través del gradiente paisajístico-turístico siguiente (documento nº13).

Documento n°13 : Gradiente paisajístico-turístico

Naturaleza “kitschizada”

Naturaleza non “kitschizada”

Signos

Profusión

(Maximizar)

Economía

(Minimizar)

Objetos

Sustitutos

Auténticos (marca)

Mensajes

Inmediatez

Intermediación interpretada

Productos

Baratos

Más caros

Situación en el espacio

Estación turística central

Espacio periférico, reserva, parque nacional

Alteridad

Reducida (grupos)

Fuerte (distension, cambio de ambiente)

Ph. Bachimon, 2018

41La naturaleza puesta en valor a través del kitsch acumula el máximo de signos posible, utiliza sustitutos, objetos falsos para producir efectos inmediatos. Sus productos son económicos, dado que satisfacen a una clientela turística de masas. Aunque proporcionan a los clientes una alteridad reducida, no muy alejada de su vida cotidiana, también es esto mismo lo que los hace accesibles. Sin embargo, un producto de « naturalidad » ofrece un mínimo de signos, objetos auténticos y el mensaje se deriva más de la interpretación de que la intermediación. Los precios que se pagan son, pues, más elevados, dado que para vivir su experiencia es necesario desplazarse a espacios periféricos, reservas o parques nacionales.

C. Bienestar y falsa apariencia de la distensión

42El sistema turístico kitsch pretende, particularmente en su comunicación, hacer vivir una experiencia poco habitual y excepcional a su clientela, produciendo la ilusión de sensaciones « fuertes » y de aventura. Experiencia que, seguidamente – o incluso inmediatamente via selfie y las redes sociales – será socialmente valorizable. En el Túnel de arcilla, suerte de minimundo de Dalat hecho de arcilla recubierta de hormigón (por tanto, un falso de falso), al igual que en el pueblo de Gulu, los senderos permiten acceder, respectivamente, a los « monumentos » (la catedral, el Monte Bidoup, la estatua de Yersin…) y al espacio de los huevos de piedra, acompañados de carteles de advertencia sobre su carácter de « resbaladizo » o « peligroso » dentro de la ruta (« Cuidado », « peligroso », « cójase a la barandilla »). Este sensacionalismo se vende a los turistas como si derivara de una experiencia apartada del mundo. Así, el falso pueblo étnico de Lang Cu Lan se concibió como una suerte de cráter cerrado y profundo, que produce un efecto de « burbuja » (Moles, 1971), de aislamiento que refuerza esta impresión. Además, su carácter de sitios con precio de entrada (el ticket) los convierte en espacios aparte y paradójicamente protegidos. Dalat se ha vendido en millones de copias publicitarias como un destino turístico de « luna de miel ». Por tanto, hay referencias a Verona (con el culto de Romeo y Julieta), a París (y su Pont des Arts con miles de candados/promesas), a Venecia (y sus góndolas bajo el Puente de los Suspiros), pero también a los cruceros en un lago con cisnes, sin olvidar el vino (y la embriaguez distinguida que provoca), las rosas, los tulipanes y las fresas, y recientemente las lavandas, que hacen de esta enumeración de la « disneylandización » (Brunel, 2012), un Las Vegas vietnamita.

43Si se quiere convertir en excepcional, la experiencia kitsch también tiene que ser tranquilizante y debe procurar al turista una ilusión de bienestar. Tal es el estereotipo del paraíso que se puede experimentar durante el viaje de novios ; viaje que, para tener éxito se desarrollará « obviamente » a orillas de un lago (superficie « narcisista » en tanto que espejo ante el cual uno se hace un selfie o se monta en hidropedal), en el que nadan cisnes falsos que simbolizan la fidelidad (documento nº14) y se amarran viejos merenderos, o incluso también en una reproducción de un viejo tren de vapor, símbolo de longevidad (documento nº15) : decorado soñado para hacerse fotos (la fotografía « oficial » realizada por un profesional que inmortaliza la experiencia).

Documento n°14 : Cisnes materializados bajo la forma de hidropedales en el lago artificial de Xuan Huong, Dalat

Documento n°14 : Cisnes materializados bajo la forma de hidropedales en el lago artificial de Xuan Huong, Dalat

Ph. Bachimon, 2016

Documento n°15 : Jóvenes recién casados ante un vagón de tren en la estación de Dalat

Documento n°15 : Jóvenes recién casados ante un vagón de tren en la estación de Dalat

A T. Le, 2016

III. El mensaje subliminal del kitsch

44¿Para qué sirve, o a quién sirve, la puesta en valor de los espacios turísticos a través del kitsch? La experiencia directa ofrecida a los turistas aparece revestida de un mensaje subliminal, que vamos a descifrar; mensaje que, más allá de las apariencias, otorga una cierta profundidad a lo que no lo tiene… en apariencia.

A. Un aspecto barato de la sociedad occidental

45Económicamente, el kitsch es una « cara » de la modernidad que no es costosa. En primer lugar, el artificio (el estuco, el plástico) cuesta menos que el original, ya se trate de reproducirlo o de hacer un viaje corto para verlo (en lugar de múltiples viajes largos hacia los originales dispersos). De este modo, Dalat aglutina el máximo de objetos que recuerdan a París. Este aspecto « barato » de su revestimiento es desde luego una forma de democratización que permite satisfacer a una clientela vietnamita cuyo nivel de vida no facilita los viajes largos.

46La pregunta que plantea la impregnación kitsch de Oriente concierne la relación que cultiva con su equivalente occidental. En Oriente, el kitsch posee la filiación religiosa tangible y viva (Pinney, 1995 ; Olalquiaga, 2013) que tenía en Occidente el barroco que hoy se encuentra patrimonializado. Pero el kitsch es también en Oriente una forma de occidentalización basada en el costumbre. Se podría decir que juega el papel del icono que sirve para mostrar (y por tanto, para contentarse con) lo que es visible en la modernidad (en el caso del icono se trata de las mejores galas y suntuosidad de una divinidad) sin ir más allá de eso.

47Si bien el kitsch permite en cierto modo una democratización en el acceso a la modernidad y al turismo de masas, así como un aspecto de la occidentalización, también es verdad que disimula, realmente, una estrategia política.

B. Un soft power o una estética anestésica…

48Este proceso de puesta en valor turístico a través del kitsch, que se revela complejo y que prevalece actualmente en la construcción de numerosos paisajes turísticos asiáticos, no se lleva a cabo sin corresponder a diferentes estrategias no menos variopintas.

49Es en virtud de esta utilización del kitsch por el poder político que C. Menon (2006) utiliza la expresión de « kitsch demagógico » para designar un proceso que pretende anular « la conciencia crítica de los individuos » (según el mismo principio que movía a la diversión en el circo en la Roma imperial) y a legitimar el poder a través de la ordenación de un cierto número de sistemas escénicos estéticos que « enganchan a la opinión pública y la fidelizan », anestesiándola en su relación con lo real. El kitsch pone de relieve así procesos de instrumentalización de los paisajes, que les convierte en constructos « soft » (Baudrillard, 1981, 1990) con apariencias (falsos semblantes) consensuadas, dado que se han fijado fuera de los avatares y contradicciones de lo cotidiano ordinario que se experimenta fuera de estos lugares protegidos. En pocas palabras, el kitsch corresponde a lo que C. Menon (2006) denomina como una « estética anestésica ».

50Así, el kitsch se identifica con los enfoques suaves (slow, soft… o lo que es lo mismo, smart) en el sentido en que solo contiene (y presenta) el aspecto amable del mundo vinculado a las golosinas, a la distensión de la música animada, a la blanda esencia de los perfumes y la fantasía de los objetos, a través de los cuales se interpreta la parte positiva de la existencia (la de la alegría infantil, la de la dicha de los recién casados…). Este universo placentero (una edad de oro revisionada y corregida por el efecto Fuente de la eterna juventud del kitsch) es el de las sonrisas de las fotos y de los vídeos, tomados ya en modo selfies. El kitsch, que solo permite ver el lado bueno de las cosas, lo hace también al precio de una superficialidad, de una intromisión, o lo que es lo mismo, de una interferencia en la realidad que le rodea, eliminando « de su campo visual todo lo que es esencialmente inaceptable en la existencia humana » (Kundera, 1985) : « Como un sedante, rechazando los problemas y el desánimo, deja que transcurra la vida como un largo río tranquilo, atravesado solamente por emociones estéticas » (Menon, 2006).

51Además, hay que hacer notar que las figuras de reapropiación (y en particular de transformación) son poco numerosas en un entorno kitsch tan probado. Existen en ciertos lugares de Dalat (el Túnel de arcilla se presta bastante bien a ello, documento nº5) algunas inscripciones (¡grafitis!), pero en su conjunto estas manifestaciones se demuestran ausentes (o borradas) en un sistema que no contempla su autocrítica, e incluso menos su deterioro y que, por ello, recurre a un mantenimiento meticuloso que pretende eliminar toda aspereza, toda apertura hacia la otra cara de un discurso « acreditado ». En efecto, « el kitsch es totalitario. El consenso debe ser absoluto, sin reservas, sin dudas : sobre todo, no hace falta despertar la conciencia crítica del individuo, que cuestione el objeto o su razón de ser (…). Tras la apariencia ligera del objeto kitsch se esconde una suave violencia » (Menon, 2006). Así lo explica el autor (Ibidem), « para que estas ilusiones sean eficaces, no es en absoluto importante que sean creíbles ; deben ser bellas y apasionantes ». Es el caso de la leyenda de Romeo y Julieta puesta de relieve a través de una gran estatua en la cima del Monte Langbiang cerca de Dalat.

52La puesta en valor de los sitios turísticos a través de la utilización del kitsch se presenta, finalmente, como un proceso de idealización de los paisajes que participa de la ideología del poder en funcionamiento.

C. … Al servicio de la legitimación del poder

53El kitsch solo vehicula mensajes positivos, consolidando una ideología política simplificadora, la de un mundo ideal basado en la dialéctica de lo material y de lo ideal. En Vietnam, el sitio de Lang Cu Lan resulta ser una puesta en escena de esta dialéctica : la ruta, ante todo étnica, intercala en su entorno, yuxtapuesto a las cabañas mostradas como hábitat tradicional de las minorías, un sistema militar que presenta los objetos de una escena de guerra (documentos nº16 & 17) : jeep, tienda de campaña, cantinas, granadas… en los que la atmósfera es la de un campamento « militar », el del ejército vietminh y vietcong de liberación del país. Y el único suplemento propuesto a la visita a pie consiste en hacer un tour en jeep alrededor del « pueblo » en la selva. El mensaje subliminal es bastante amplio : el ejército vietnamita protege a las minorías, incluso aunque se sabe que en el discurso off sostenido por la mayoría Kinh, la desconfianza prevalece en relación al comportamiento « sospechoso » (de soldado suplementario), que se otorga a las minorías en la guerra contra los franceses y los americanos. El dispositivo kitsch elimina así la interpretación inversa, por políticamente incorrecta, la de un ejército vietnamita que oprime a las minorías, o de un gobierno que continúa vigilándolos estrechamente por medio de las reagrupaciones en pueblos de bungalows que no poseen ningún rasgo étnico… y que además nadie visita.

Documento n° 16: La tienda de campaña y el jeep militares junto a una cabaña K’ho. Lang Cu Lan, Dalat

Documento n° 16: La tienda de campaña y el jeep militares junto a una cabaña K’ho. Lang Cu Lan, Dalat

A T. Le, 2017

Documento n° 17 : La tienda de campaña y el jeep militares junto a una cabaña K’ho. Lang Cu Lan, Dalat

Documento n° 17 : La tienda de campaña y el jeep militares junto a una cabaña K’ho. Lang Cu Lan, Dalat

A T. Le, 2017

54En China, el mensaje político es el de la construcción de una identidad nacional (ideología nacionalista), la de la mayoría Han. De este modo, la puesta en valor de los lugares turísticos basada en la utilización del kitsch se lleva a cabo a través del artificio, pretendiendo poner en escena, en el marco de una valorización de los paisajes de shanshui, símbolo prestigioso de la cultura china, la diversidad y la riqueza de las culturas de las minorías étnicas. A través de una imagen promocional destinada a los turistas, que presenta su alegría de vivir en armonía con la naturaleza, y que refleja las aportaciones de la modernidad a los pueblos turistificados (iluminación pública, parkings, equipamiento anti-incendios…), esta puesta en valor turístico también es una forma de poner en valor el ideal socialista (Véron, 2013). De este modo, en China, en los pueblos de las minorías étnicas abiertos a la visita se construye un relato nacional, apuntalado por una dimensión patriótica (Oakes, 1998). En Vietnam se puede encontrar la misma ideología (alrededor de la mayoría Kinh), pero se basa menos en la grandeza del Estado y más en la superioridad de un pueblo que habría vencido a todos los imperialismos, tanto occidentales (los franceses y los americanos) como regionales (los japoneses y los chinos). Esta puesta en escena sincrética no sería más que la contra nacionalista de una paz social.

De este modo, no solo en Vietnam, sino también en China, « el turismo sirve de escaparate nacional, que el Estado implementa al servicio de una nación soberana, unida e unanímemente socialista (…). Los museos de etnología vehiculan respecto a ellos la imagen de una nación unida más allá de los diferentes grupos étnicos » (Cabasset-Semedo et al., 2010).

55Finalmente, en la montaña nepalesa, la autenticidad no se busca forzosamente, pero parece imponerse alrededor del concepto de unicidad. ¿Existe una conciencia de que el interés económico no equivale a la desnaturalización que engendra la puesta en valor turístico del paisaje montañés a través de la utilización del kitsch ? ¿Existe una especie de contención, de minimalismo maltratado por la llegada de las pistas transitables que favorecen la « subida » de los productos (decorados, costumbres…), de la modernidad superficial ? Si los valles de Nepal, como la montaña vietnamita, fueron capitales del comunismo, el país no se libra aún de esta instrumentalización, ya que se trata, en definitiva, de imponer la visión mayoritaria a través de la estética hinduísta, que no es la de las minorías, a menudo budistas, de los valles de senderismo. En Vietnam y en China, claramente más que en Nepal, se acercan más a un compromiso histórico entre dos materialismos : el marxismo, que pasa por ideología oficial y que, en su lucha contra los idealismos (que supuestamente esconden la realidad), propone un acceso igualitario de todos a todo, y el liberalismo, versus materialismo consumista, para el que la dicha deriva del consumo de productos tangibles. De este modo, se podría reposicionar el fenómeno de la puesta en valor turístico a través del empleo del kitsch en la transición política que marca las sociedades emergentes de Extremo Oriente, de un modelo (marxista) hacia otro (liberal). Transición aparentemente soft puesto que se la puede presentar como una simbiosis de ambos modelos.

Conclusión

56El kitsch transfiere a las réplicas de los objetos (arquitectónicos, naturales, culturales) un valor particular, el de la subsidiariedad. Este efecto subsidiario puede, a su vez (como en el caso de las villas coloniales), ser aceptado como autenticidad del destino turístico, autenticidad reproducida también, estereotipada y multiplicada (Davallon, 2006).

57El kitsch sigue siendo, sobre todo, un mensaje subliminal de los objetos. Subliminal en el sentido en que no se presenta como mensaje, sino más bien como una ausencia de mensaje, en el sentido en que los sucedáneos se bastan a sí mismos. Lógicamente, como se ha visto, el mensaje es fuerte : el de un mundo soft (amable), cuyo carácter edulcorado se basa en una transmutación de lo real en un sistema escénico reductor y naïf, o que se reivindica como tal ; sistema también « totalitario », desde el momento en que involucra a todos los sentidos y no propone otra alternativa.

58De este modo, al contrario que en la tesis desarrollada por Ch. Génin (2006), que defiende la idea de que en las sociedades occidentales el kitsch posee, sobre todo, una dimensión subversiva, este parece constituir, en Asia, una estrategia de legitimación del poder dominante, habida cuenta de que, a diferencia de Occidente, se trata del producto mismo de los actores en el poder.

59El kitsch, incluso si a decir verdad no se manifieste como tal, es una « cultura », actualmente muy presente en Asia. El kitsch emerge allí como una fusión que permite abandonar el rigor dogmático. Esta fusión podría funcionar como una esclusa (de relajación) a buen precio. Sin embargo, se trata sobre todo de un mensaje político, que permite reescribir un final feliz tangible para la historia actual (no existe el post-socialismo en China, por ejemplo, como tampoco existiría la etapa posterior a la realeza divina en Thailandia o Nepal). Una suerte de « presentismo » (Hartog, 2003) del mejor de los mundos que se caracteriza por los signos materiales de una abundancia que se bastaría a sí misma. El kitsch sería una sublimación de las tensiones y contradicciones que dejan huella en la sociedad, a través de la profusión que simula la abundancia, como en la profecía autorrealizada de culto cargo en Melanesia (Worsley, 1970). Cierto es que los acontecimientos cíclicos, Navidad, primavera, la fiesta de las flores… constituyen el ritual secularizado de los festivales y otras celebraciones, proporcionando también una impresión de eternidad (en el sentido de eterno regreso), marco soñado de inmutabilidad de un tiempo que ya no pasará. El cisne de cartón piedra o plástico es perenne, al igual que la cabaña étnica reconstruida en hormigón o el jeep de los revolucionarios… comparados con la naturaleza, más incierta y afectada hoy por una aceleración de su variabilidad a consecuencia del cambio climático. Lo invariable del kitsch tranquiliza, en el sentido en que une nostalgia y modernidad, en una combinación propia de la postmodernidad. La cuestión podría consistir en saber si la artificialización del paisaje en el sistema turístico kitsch es una herramienta eficaz en la planificación de los espacios turísticos. Se ha visto que se trata de una herramienta particularmente barata y que permite, así, abrir los lugares a la visita en masa. Con el peligro, ciertamente, de provocar una aculturación y una desnaturalización que, sin embargo, parecen asumidas. En definitiva, aunque la contra económica parezca simple -al menos en el corto plazo, se entiende-, la inanidad de la experiencia turística kitsch, así como su perdurabilidad derivada de su poca originalidad (de su reproducción infinita), o lo que es igual, de su conformismo, pueden incluso así plantear preguntas : ¿no sería el kitsch sino la fase inicial de la puesta en valor turístico, a la que seguirían fases de sofisticación cultural que podrían conducir a su patrimonialización, o lo que es lo mismo, a una etapa de renaturalización ?

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Bibliographie

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Notes

1 Término empleado normalmente en todos los idiomas occidentales.

2 Projet AQAPA (2014-2019) « ¿A quién pertenecen los Paisajes en Asia ? La puesta en valor turístico de las tierras altas en Asia meridional : dinámicas sociales y patrimonialización de los paisajes en las zonas rurales con minorías étnicas (China, India, Laos, Vietnam, Nepal) », dirigido por É. Gauché, financiado por la ANR y llevado cabo por la UMR CNRS 7324 CITERES de la Universidad de Tours.

3 La elección de estos espacios se conecta, en origen, con la problemática del programa ANR AQAPA, que versa sobre la relación entre paisaje y puesta en valor turístico en cinco espacios rurales de la Asia montañesa con minorías étnicas. En el marco de este trabajo sobre el kitsch, hemos extendido nuestra reflexión a las principales ciudades que polarizan estos espacios rurales. El estudio se apoya en las observaciones de campo y las entrevistas con actores del turismo, de las administraciones locales y las poblaciones interesadas.

4 Bollywood como cantera de una cultura kitsch trasmitida a gran escala y que a cambio inspira el diseño de los lugares turísticos, en particular los especializados en viajes de novios.

5 Diseñado para un turismo de masas consumista (Ged, 2010).

6 El estereotipo en psico-sociología define las ideas recibidas, un núcleo duro del imaginario mental y social que sirve de base casi invariable a muchas representaciones. De ahí la descripción que hace Goulet de él, como una figura que « se metamorfosea, producto de lo nuevo y lo viejo » (Goulet, 1994). Se trata de una síntesis a menudo simplista. El kitsch utiliza en su sentido primero los estereotipos al cosificarlos. O lo que es lo mismo, dándoles un valor objetivo, lo que se puede considerar como una artimaña del espíritu (Kohler, 2017)

7 Los Shuis poseen escritura, pero se trata de una escritura ritual conocida solamente por algunos ancianos.

8 APEC – Asia-Pacific Economic Cooperation

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Table des illustrations

Titre Documento n°1 : La decoración de las habitación en la « Miao Family Guesthouse » de Xijiang
Crédits E.G., 2014
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-1.jpg
Fichier image/jpeg, 1,9M
Titre Documento n°2 : Fresas gigantes, y una Torre Eiffel reducida, sin embargo
Crédits A T. Le, 2017
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-2.jpg
Fichier image/jpeg, 3,5M
Titre Documento n°3 : Fresas gigantes, y una Torre Eiffel reducida, sin embargo
Crédits A T. Le, 2017
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-3.jpg
Fichier image/jpeg, 172k
Titre Documento n°4 : Visitantes nepalíes al asalto de la versión reducida del Manaslu (en realidad, 8.163 metros), jardín del Museo Internacional de la Montaña, Pokhara
Crédits P. Dérioz, 2014
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-4.jpg
Fichier image/jpeg, 5,8M
Titre Documento n°5 : El Monte Langbiang en miniatura que se visita en el seno del Túnel de arcilla, Dalat
Crédits Ph. Bachimon, 2017)
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-5.jpg
Fichier image/jpeg, 1,7M
Titre Documento n°6 : La seta de cemento en el Maple Tourism (Dalat)
Crédits A T. Le, 2017
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-6.jpg
Fichier image/jpeg, 414k
Titre Documento n°7 : El trineo – una atracción exótica del paraje de Datanla (Dalat)
Crédits A T. Le, 2017
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-7.jpg
Fichier image/jpeg, 1,9M
Titre Documento n°8 : Burbujas en el lago de Pokhara
Crédits Ph. Bachimon, 2017
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-8.jpg
Fichier image/jpeg, 2,5M
Titre Documento n°9: Cuando el paisaje fabricado (campos de lavanda y de girasoles) se convierte en una puesta en escena dedicada a la fotografía
Crédits https://motosaigon.vn/​cafe-f-canh-dong-hoa-tren-deo-mimosa-da-lat-dep-nhu-chau-au.html)
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-9.jpg
Fichier image/jpeg, 137k
Titre Documento n° 10 : Cuando el paisaje fabricado (campos de lavanda y de girasoles) se convierte en una puesta en escena dedicada a la fotografía
Crédits https://motosaigon.vn/​cafe-f-canh-dong-hoa-tren-deo-mimosa-da-lat-dep-nhu-chau-au.html)
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-10.jpg
Fichier image/jpeg, 492k
Crédits A T. Le, 2012
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-11.jpg
Fichier image/jpeg, 3,0M
Titre Documento n°14 : Cisnes materializados bajo la forma de hidropedales en el lago artificial de Xuan Huong, Dalat
Crédits Ph. Bachimon, 2016
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-12.jpg
Fichier image/jpeg, 1,7M
Titre Documento n°15 : Jóvenes recién casados ante un vagón de tren en la estación de Dalat
Crédits A T. Le, 2016
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-13.jpg
Fichier image/jpeg, 4,4M
Titre Documento n° 16: La tienda de campaña y el jeep militares junto a una cabaña K’ho. Lang Cu Lan, Dalat
Crédits A T. Le, 2017
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-14.jpg
Fichier image/jpeg, 1,9M
Titre Documento n° 17 : La tienda de campaña y el jeep militares junto a una cabaña K’ho. Lang Cu Lan, Dalat
Crédits A T. Le, 2017
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/docannexe/image/5008/img-15.jpg
Fichier image/jpeg, 1,9M
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Pour citer cet article

Référence électronique

Philippe Bachimon, Evelyne Gauche et Anh Thư , « Paisaje kitsch como destino turístico en el Sur y el Sudeste de Asia (China, Vietnam, Nepal) », Via [En ligne], 17 | 2020, mis en ligne le 20 octobre 2020, consulté le 25 avril 2025. URL : http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/viatourism/5008

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Auteurs

Philippe Bachimon

Profesor de Geografía, Universidad de Avignon, UMR Espace-Dev 228 IRD philippe.bachimon@neuf.fr

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Evelyne Gauche

MCF en Geografía, Universidad de Tours, UMR CNRS 7324 CITERES evelyne.gauche2@gmail.com

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Anh Thư

Doctora en Geografía, Universidad de Avignon, UMR Espace-Dev 228 IRD anhthu2012@gmail.com

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Droits d’auteur

CC-BY-NC-ND-4.0

Le texte seul est utilisable sous licence CC BY-NC-ND 4.0. Les autres éléments (illustrations, fichiers annexes importés) sont « Tous droits réservés », sauf mention contraire.

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