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8 | 2014
Inv(i)erno 2014

Bajo la dirección de Emiliano Acosta

Notas de la redacción

Fichte: 200 años

El año 2014 posee sin duda alguna un especial significado para nuestra revista y asociación filosófica, dado que se conmemoran 200 años de la muerte de J. G. Fichte. Al simposio organizado en la Universidad de Humboldt, Berlín, por Ch. Asmuth, vicepresidente de la Internationale Johann-Gottlieb-Fichte-Gesellschaft, para recordar esta fecha se sumará en sólo unos días el tercer Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana de Estudios sobre Fichte en la Universidad Federal de Minas Gerais, Belo Horizonte, Brasil. La conmemoración del fallecimiento de un filósofo invita ciertamente a reflexionar sobre su obra, la recepción y actualidad de la misma, pero también sobre su vida. De allí que la organizadora de nuestro tercer congreso, Giorgia Cecchinato, halla escogido como título del mismo el lema: Uma Vida Filosófica, uma Filosofia Viva.

Fichte ofrece como campo de estudio no sólo su obra filosófica, sino además una vida intensa donde el compromiso ético, político y religioso con una idea cobra un lugar determinante. Fichte pertenece a ese grupo de filósofos, cuyas vidas llaman la atención. Su aventura subversiva en Jena, que finaliza en la conocida disputa del ateísmo; sus distintas intervenciones (con o sin éxito) en la esfera pública desde los escritos anónimos revolucionarios de 1793 hasta sus lecciones sobre la idea de una guerra justa en 1813, pasando por los tristemente Discursos a la nación alemana; sus constantes malentendidos y tropiezos con las autoridades políticas y universitarias; todo este conjunto de sucesos colocan a Fichte en el panteón de los filósofos/ascetas/héroes trágicos. De allí que con justo derecho merezca este hombre un lugar junto a Platón y su irreverente comportamiento en Siracusa y a Spinoza y su excomunión teológica, filosófica y política, sólo para nombrar algunos ejemplos de este tipo de animal filosófico.

La idea fichteana del compromiso social del filósofo y del intelectual en general es el tema del primer artículo de este número. En él Emiliano Acosta intenta un acceso genealógico al concepto fichteano de intelectual.Entre otros tópicos este artículo presenta la tesis según la cual el pensamiento fichteano es movido por cierto espíritu democrático y/o populista. El análisis de los presupuestos y consecuencias del modo en que Fichte entiende el deber del intelectual busca poner en cuestión todo discurso emancipador de la Humanidad en términos universalistas.

Fichte nunca entendió vida y teoría como ámbitos separados del actuar humano. La contribución de Glauber Cesar Klein ilustra de algún modo esta idea. Su artículo propone una primera aproximación al concepto de sentimiento en Fichte, cuyo carácter fundamental reside en el hecho de que conecta el saber teórico y el práctico. En su artículo Fichte: lector de Rousseau examina dos puntos importantes del concepto de sentimiento en Fichte: i) la función del mismo en el modo en que Fichte cree resolver el “problema de la cosa en sí” y ii) la presencia de Rousseau, ya sea como objeto de elogio o de crítica, en el origen de este concepto fichteano.

Theofilo Oliveira, por su parte, ofrece una nueva perspectiva para un concepto que ha sido tematizado en varios números de nuestra revista: la intuición y/o intuición intelectual. La originalidad de este artículo con respecto a los anteriores publicados aquí, reside en el hecho de que examina este concepto partiendo de la disputa “Schiller versus Fichte” e intentando poner en diálogo el problema de conocimiento que significa la intuición en general con los últimos avances en las neurociencias.

Por último, Julián Ferreyra propone una aproximación inicial a un tema, “descubierto” por J.-Ch. Goddard, aún no discutido suficientemente y que abre nuevas líneas de investigación en los estudios sobre Fichte y sobre subjetividad en general: la relación Fichte/Deleuze. Este artículo brinda información relevante sobre la lecturas que Deleuze efectivamente hizo de la obra de Fichte, además de arriesgar algunas hipótesis sobre puntos temáticos de contacto entre ambos pensadores.

A los trabajos mencionados siguen dos sonetos de Fichte, uno de ellos traducido al portugués por Paulo Licht dos Santos y otro traducido al español por Emiliano Acosta. De este modo hemos querido ofrecer al público este lado lírico del Fichte metafísico y así contribuir al conocimiento de la persona de Fichte. Los sonetos muestran sin duda no sólo las limitaciones poéticas de nuestro filósofo, sino antes bien la intensidad con la que este hombre vivió su filosofía. Junto a cada traducción el lector encontrará el texto original en alemán. Ambos traductores ofrecen sus versiones de los sonetos en metro, intentando reproducir (o al menos no perder) el ritmo de los originales. Queda a juicio del lector determinar en qué medida esto se ha logrado.

Por último, Felipe Schwember Augier publica una breve noticia sobre el Segundo Congreso Internacional ALEF realizado en la Universidad Austral de Chile, Valdivia, en noviembre de este año y cuya dirección y organización estuvo a cargo de Vicente Serrano, Mauricio Mancilla y Emiliano Acosta.

 

Océano Atlántico a 10972 metros de altitud, 26 de agosto de 2014.

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