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HomeNumeriN° 7, 3III. Una guerra che non passaAnarquistas de Ayer y de Hoy

III. Una guerra che non passa
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Anarquistas de Ayer y de Hoy

De la identitad antifascista en la guerra civil española a la Memoria actual
Carmen González Martín

Abstract

L’articolo prende le mosse dall’ipotesi secondo la quale esista un elemento comune tra l’anarchismo di ieri e quello di oggi che sarebbe la sua radicale opposizione alla “sottomissione volontaria” e la sua rivendicazione della libertà da qualsiasi forma di tirannia o di ingiustizia. Partendo da queste breve introduzione teorica, l’articolo si struttura in due parti: nella prima si espone la critica contro la dominazione, nell’universo ideale anarchico, di responsabilità e di libertà, così come il passaggio dalla teorica “dinamite celebrale” all’attitudine anarchica combattiva e militante nella guerra civile spagnola; la seconda parte analizza la difficile resistenza alla repressione franchista e le principali difficoltà nella trasmissione dell’identità anarchica e della memoria della guerra civile nel tempo presente.

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Credits: by Daquella manera on Flickr (CC BY 2.0)

1. Introducción

1Si hay un elemento identificador del anarquismo ayer y hoy es su frontal oposición a la ‘servidumbre voluntaria’ y el reclamo de la libertad frente a cualquier forma de tiranía. Y si bien este ideario conforma el ‘núcleo principal’ de la conciencia ideológica libertaria, la transmisión de su identidad resistente frente al poder como movimiento social se ha visto afectada, en lo que respecta a la historia del movimiento libertario en España, por la tradicional división y enfrentamiento interno en el seno de las organizaciones libertarias, así como por la permanente represión del poder político hacia sus estructuras y militantes: dos factores que configuran los dilemas más importantes a la hora de la transmisión temporal/generacional de su memoria histórica e identidad colectiva, de su proyección como movimiento social.

  • 1 FERRER, Christian, «Misterio y Jerarquía. El drama cultural del anarquismo 1. Técnica y cultura en (...)

2Pese a estas dificultades, y no obstante esos dilemas, es justo reconocer, como afirma Christian Ferrer1, que ‘en cada ciudad del mundo, por más pequeña que sea, hay al menos una persona que se reclama anarquista’, pero el drama del anarquismo es, según Ferrer, que no logra conciliar ‘su tradición pugnante de acoso ético a la política de la dominación y su dificultad para amplificar su sistema de ideas’, autor que también señala un problema fundamental referido a su identidad:

pero casi no hay anarquistas, o bien sus voces carecen de audibilidad. Quizás nunca hayan existido demasiados, si se acepta que la definición de anarquista supone una identidad ‘fuerte’, esforzado activismo de rendimientos mínimos, y una ética exigente.

  • 2 Como señaló en su día José Peirats respondiendo a la pregunta «¿Cómo explica la pérdida de terreno (...)
  • 3 En ABENSOUR, Miguel (Ed.), Etienne de La Boétie. El discurso de la servidumbre voluntaria, Barcelon (...)
  • 4 En SUBIRATS, Eduardo, El alma y la muerte, Barcelona, Anthropos, 1983, pp. 415-421: «Un excurso sob (...)
  • 5 Ibidem, p. 420.
  • 6 Cit. en GOODWIN, Bárbara, El uso de las ideas políticas, Barcelona, Península, 1997, Cap. IX, Democ (...)
  • 7 BOBBIO, Norberto, «La resistencia a la opresión, hoy», El Tiempo de los Derechos, Madrid, Sistema, (...)

3La historia contemporánea nos muestra que la continua lucha por la libertad y emancipación del Hombre requiere, de aquellos que se auto-proclaman anarquistas, el máximo esfuerzo y compromiso como referente del comportamiento ético libertario, de la identidad anarquista2, frente a la inversamente proporcional posibilidad de éxito, de triunfo de su ideario, como dramáticamente dibuja la trayectoria histórica española contemporánea. En este escenario de frustración no es ajeno el triunfo de la ‘servidumbre voluntaria’ denunciada, hace siglos, por Etienne de la Boétie, en su obra El discurso de la servidumbre voluntaria o El contra Uno (1548), donde planteó la más enigmática y todavía actual de las preguntas: ¿Por qué los hombres luchan por su servidumbre como si se tratara de su salvación? ¿Por qué preferimos servir a cualquier poder (amo, tirano, partido, estado) a ser responsables y libres? Su inicial pregunta es transhistórica, está absolutamente libre de cualquier ‘territorialidad’ social o política, y con ella inaugura la crítica de la dominación3. Recordamos y reactualizamos aquí la existencia de este texto porque en él se ponen en cuestión el acatamiento al poder y la servidumbre, y, sobre ésta última, dice Subirats4 que existe, según Boétie, «un motivo fundamental llamado a perpetuarla: el hábito, la costumbre». Para Subirats, subsiste el valor y el interés del Discours de La Boétie como reflexión sobre la servidumbre, no sobre el poder, y su significado histórico universal: «Su obra apunta a aquella dimensión de la experiencia subjetiva del poder que la filosofía moderna no había señalado, ni siquiera en los exponentes del pensamiento marxista, más bien anclados en una concepción instrumental del poder, o en el anarquismo, cuya oposición radical al poder se convierte en abstracta allí donde ignora, al mismo tiempo, aquello que sostiene objetivamente el poder real»5. También el sociólogo francés Pierre Bourdieu se inspira en El Discurso boetiano cuando habla de la sumisión, del atrapamiento dóxico: La “doxa”, como creencia compartida que sostiene el “así son las cosas”, es un eficaz instrumento de dominación, sostiene el sociólogo francés. Hoy sabemos que cada ideología política posee su propia concepción preferida sobre la obligación política: sólo los anarquistas nos absuelven totalmente de la obligación, pero en cambio, nos impondrán un fuerte sentido de obligación moral con respecto a nuestros semejantes6. Al respecto, Bobbio señala que toda la historia del pensamiento político se puede distinguir según donde se haya puesto el acento: sobre el deber de obediencia, o sobre el derecho a la resistencia (o a la revolución)7. Los anarquistas españoles respondieron con la resistencia, la actitud combativa y militante, y la identidad antifascista, a la agresión que significó el golpe militar contra la II República española que, frustrado, derivó en la Guerra Civil de 1936-1939, objetivo analítico del siguiente apartado de este artículo.

2. De la ‘dinamita cerebral’ a la actitud combativa y militante en la Guerra civil española

  • 8 MIR Y MIR, Juan, Dinamita cerebral (Los mejores cuentos anarquistas de los más famosos autores), Ba (...)

4En 1933, bajo la coyuntura de la II República española, un volumen reeditado titulado Dinamita cerebral8, recopilaba una colección de cuentos de autores tan diversos como Leónidas Andreiev, Julio Camba, Anatole France, Máximo Gorki, Azorín, Guy de Maupasant, Francisco Pi y Margall, León Tolstoi, Emilio Zola, ..., y en su prólogo insistía en la emergencia del nacimiento de una sociedad nueva para la que ‘algunos espíritus simplistas e impacientes, han querido precipitar ese acontecimiento con la dinamita’. Calificada esta estrategia de grave error, se enseñaba al lector que ningún teórico serio ‘insinúa siquiera la posibilidad de que la dinamita sea un arma’: ‘Son partidarios, sí, de la violencia revolucionaria, que es cosa muy distinta’. Además, se añadía, que ‘la práctica dinamitera no se basa, en modo alguno, en las teorías revolucionarias. Antes bien en las más retrógradas del ayer y del hoy’. Concluía el prólogo advirtiendo: «La dinamita es pues, inútil y nociva en las luchas por el advenimiento de una organización social nueva. No hay más que una clase de dinamita valedera para esa tarea: la cerebral. Esto es: el pensamiento que ataca a lo que debe desaparecer y delinea lo que es preciso construir en su lugar». Y sentenciaba: «la mayor cantidad de dinamita posible, lanzada contra la sociedad presente, le haría mucho menos daño que un libro como éste, bien meditada su lectura». En efecto, con este tipo de lectura se creía aportar un arma excelente para la transformación que se avecinaba; un instrumento nuevo, ‘dinamita cerebral’, que antes de destruir, construye, «pensamiento que alecciona a la futura acción para que sea fecunda en fruto».

  • 9 Gomez Tovar, Luis y Paniagua, Javier: II. Utopías Libertarias Españolas. Siglos XIX-XX, Madrid, Edc (...)
  • 10 Un análisis de esta problemática en Bernecker, Walter, «‘Acción directa’ y violencia en el anarquis (...)
  • 11 Como concluye Bernecker, Walter, op. cit., p. 188: «El comienzo de la guerra sorprendió, pues, al a (...)
  • 12 Ealham, Chris, La lucha por Barcelona. Clase, cultura y conflicto, 1898-1937, Madrid, Alianza, 2005
  • 13 Ealham, Chris, op. cit., p. 274.

5Este tipo de aleccionamiento en torno a la táctica revolucionaria chocaba con lo que había sido la tradicional dinámica de actuación del anarquismo en España: ‘En todo el proceso del movimiento libertario español hay una subordinación del pensamiento a la acción: lo sustantivo es actuar, eliminar los escollos, determinar en cada caso al enemigo, lo secundario es la interpretación. Un revolucionarismo sin teoría, y una teoría, la sindicalista, sin suficientes bases revolucionarias y con la competencia de los socialistas y la UGT, con una tradición reformista más consolidada, fueron los principales problemas con los que se encontró el anarquismo en España’9. Interpretar cómo debería alcanzarse la sociedad libre de todo gobierno y qué medios, tácticas y estrategias emplear para la eliminación del poder político, recorre toda la historia del anarquismo español10. Tras el estallido de la guerra civil, los líderes cenetistas y faístas no contemplaron en sus planes la toma del poder11 o la organización de estructuras políticas revolucionarias, además de que ‘no estaban preparados para consolidar su victoria en las calles imponiendo una estructura política nueva’, como para el caso barcelonés estudió Chris Ealham12, investigador que añade: «a diferencia de la revolución francesa y la rusa, la española no destruyó el antiguo aparato estatal. A cambio [...] los anarquistas optaron sencillamente por ignorar lo que quedaba del viejo Estado. [...] los activistas de la CNT-FAI se comprometieron a la ‘colaboración democrática’ con los republicanos por el bien de la unidad en la guerra contra el fascismo…»13.

  • 14 Persiste en este tiempo, de forma mayoritaria, lo que podríamos denominar, siguiendo a Eugenio del (...)

6Lo que sí interesó, sobre todo, a las bases anarquistas, fue el poder en el ámbito local, un poder no obstante atomizado, y que rápidamente, en la polémica ‘guerra o revolución’, vería progresivamente el debilitamiento del proyecto colectivista de justicia social y económica frenado por la raissons de guerre. Por ello, también, los anarquistas españoles durante la Guerra civil tuvieron que desplegar, con mayor entusiasmo, el principio de solidaridad14, y apelar, en esas difíciles jornadas bélicas, a la ‘ayuda mutua’, instrumentos para hacer frente a las duras condiciones que imponía la vida cotidiana en guerra en los campos de las retaguardias republicanas, como la de Murcia:

  • 15 Carta remitida a los Compañeros del Comité Regional de Campesinos, firmada y sellada por el Secreta (...)

«Los compañeros de Cehegín nos encargan que os notifiquemos que para hacer la siembra de los terrenos incautados por CNT y UGT conjuntamente necesitan 34.000 kilos de abono compuesto para cereales. No cuentan con nada para intercambio. Únicamente se comprometen a pagarlo en agosto del próximo año. Haced lo posible por servir a estos compañeros. Salud y Libertad. Cieza, 14 diciembre 1938»15.

7Interesa pues, en la coyuntura bélica española, centrar el análisis del anarquismo como movimiento social fundamentado en los esfuerzos empleados en el diseño no sólo de una identidad resistente (en este caso contra el fascismo) sino también de una identidad libertaria fundamentada en la ética personal igualitarista y solidaria, en un modelo de comportamiento, de producción social de la realidad, diferenciada del resto de organizaciones políticas y sindicales antifascistas.

  • 16 División y lucha por el monopolio del poder que también se trasladó a los frentes, al Ejército popu (...)
  • 17 Fechado en Jumilla (Murcia), agosto de 1938. AHN (SGC): Legajo 152-nº 4, P-S Alicante. En la misma (...)

8En la localidad murciana de Jumilla, el 25 de abril de 1937, se producía la ‘expulsión por indeseable’ del Vocal de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias de Jumilla, que tan sólo unos meses antes, en enero del mismo año, había sido nombrado para ocupar el cargo. Mientras, por esas mismas fechas, el presidente de esta misma organización libertaria, era dado de baja en el Libro de Socios por ‘muerte en el frente’: dos actitudes diferentes ante la guerra y el compromiso libertario, dos ejemplos diversos y dispares de ‘ser y actuar como anarquista’ en medio de un conflicto bélico. Unos días antes, el 10 de abril de 1937, se hacía público el rechazo a la representación de las fuerzas de orden público en la citada localidad murciana, a través del Manifiesto del Comité de Campesinos de la CNT-FAI-AIT de Jumilla, en el que se criticaba el envío a la localidad de 30 guardias de asalto que, según esta fuente anarquista, estaban ‘de brazos cruzados’ mientras allí los trabajadores laboraban en las faenas agrícolas propias de la localidad, y otros 2.000 compañeros habían ‘marchado a dar sus vidas en los frentes antifascistas’. Y es que la guerra requería de todos el máximo esfuerzo y dedicación, según los anarquistas, ya en el frente como en las retaguardias, y en las últimas, la política cotidiana – atravesada constantemente por las mezquinas e infructuosas luchas por el poder político que tanto minaron la capacidad de la República para reorientar el triunfo en la guerra16 –, también se convertía en instrumento de propaganda política y en instrumento de identificación y calificación de identidades resistentes al antifascismo. Relacionado con esta capacidad de resistencia, un texto de la Agrupación Local de la FAI dirigido ‘A los trabajadores’ daba cuenta de la ruptura del Comité de Enlace UGT-CNT de la localidad17, por absentismo a las reuniones de trabajo por parte de los compañeros de la sindical socialista, y denunciaba:

Sabemos, que los compañeros que se encuentran en el frente algún día pedirán cuentas de la actuación de cada uno, entonces presentaremos nuestra hoja de servicio a la causa, el que la tenga en condiciones podrá justificarlo, pero el que no la presente clara entonces cargará con la responsavilidad (sic) que aquellos compañeros crean que es merecedor.

  • 18 Archivo Municipal de Murcia, en adelante AMM, Confederación (Órgano Provincial de la CNT), 3 de may (...)
  • 19 AHN (SGC): PS Madrid, Carp. 2049: Actas del Consejo de Administración de Fincas Incautadas de Jumil (...)

9También desde la cabecera del periódico murciano Confederación (Órgano Provincial de la Confederación Nacional del Trabajo-CNT), el domingo 9 de enero de 1938, se insistía a la población de retaguardia: «’Los antifascistas tenemos que ser más buenos y mejores que todos los demás’, y en el Pleno Provincial de Sindicatos Campesinos se especificaba que ‘estaban caminando hacia una sociedad nueva y venturosa’»18. Los anarquistas de la retaguardia republicana murciana participaban de la idea de que la identidad de lucha y resistencia no podía ser minada, en el contexto de la guerra, por acciones tales como la apatía, el absentismo o la falta de compromiso pero, sobre todo, por actuaciones vergonzosas que atentasen contra la ética anarquista, como violentar a un grupo de mujeres. Este suceso fue denunciado en el seno del Comité de Enlace y los responsables de tal acción fueron prontamente expulsados de sus respectivas secciones sindicales anarquistas. Y en la Asamblea del Consejo de Administración de Fincas Incautadas de la Colectividad CNT-UGT de Jumilla, se procedía, el 4 de septiembre de 1938, a expulsar por un año, de la Colectividad, a su responsable general, por actuaciones equivocadas en relación con la misma19. Eficacia y rendimiento en el trabajo debían ir unidas a un honroso comportamiento social, acorde con los momentos bélicos vividos, aspectos que el Presidente del Consejo de Administración de Fincas Incautadas se encargaba de recordar, a la altura de septiembre de 1938, a los asambleístas de la colectividad, al tiempo que recriminaba la política menuda monopolizadora de muchas de las sesiones de trabajo de este organismo colectivizador:

El compañero Presidente, en vista de las manifestaciones hechas en sentido general durante el curso de la Asamblea, aprovecha la ocasión para decir a la misma que no son los momentos actuales propicios para que en estas reuniones nos ocupemos de cosas tan pequeñas como son la mayoría de las discutidas aquí esta tarde, habiendo problemas de tanta envergadura que resolver en la retaguardia. Traza a grandes rasgos el cumplimiento de nuestra obligación, única manera de que la Colectividad pueda salir victoriosa en sus primeros ensayos, procurando no perder la visión imaginaria de la batalla en los frentes, y la obligación que tenemos de abastecerlos.

  • 20 En González Martínez, Carmen, Guerra Civil en Murcia. Un análisis del poder y los comportamientos c (...)
  • 21 AMM, Confederación, 9 de enero de 1938, p. 3, artículo “La Juventud de ayer y la de mañana”, por Ev (...)

10La actitud combativa y militante a favor del doble esfuerzo, bélico en los frentes y colectivizador de la tierra en la retaguardia, estuvo acompañada de una lucha cotidiana por erradicar costumbres calificadas de ‘burguesas’: el movimiento libertario fue el que con más insistencia intentó un cambio de moral y de ética. Así, las Juventudes Libertarias (JJLL) de Murcia realizaron una activa campaña contra los vicios del alcohol, tabaco y prostitución – concebidos como vicios fomentados por el capitalismo –, encaminada a terminar con el «(...) bochornoso espectáculo de la embriaguez (...). Ni el optimismo ni el pesimismo pueden disolverse en alcohol», señalaban las JJLL en febrero de 1937. Frente a estos vicios, propiciaron las consignas “Actúa en bien de la nueva moral y la cultura”, “Lee, estudia, tu mejor compañero es el libro”. En estas consignas a la juventud antifascista colaboró también la FAI20, insistiendo en que no se fomentase el militarismo entre los niños, difundiendo la máxima: “No más juguetes de guerra”; y desde el Ateneo Libertario de Murcia se insistía en que «La juventud que triunfa ha de ser dinámica; la juventud que cree ha de ser activa, la juventud ha de ser responsable»21. Llama la atención que esta campaña antifascista hacia los jóvenes coincidiese con el contexto bélico de la toma de Teruel por los republicanos en enero de 1938: en la guerra tan importantes eran los frentes como las retaguardias, la moral de combate en la línea de batalla como la responsabilidad en las ciudades y campos leales a la República en guerra.

  • 22 Una vez iniciada la Guerra civil, se crearon en Murcia capital numerosos ateneos libertarios, corre (...)
  • 23 El referido Ateneo Libertario, Distrito Centro, de las Juventudes Libertarias (JJLL), estaba enclav (...)

11En la consecución de este hombre nuevo y de esta nueva ética, tuvo una especial relevancia la labor divulgadora de la cultura libertaria a través de los ateneos libertarios, máxime si tenemos en cuenta el contexto de guerra civil en el que se multiplicaron y difundieron: en efecto, en el fomento de la cultura por parte de la organizaciones antifascistas destacó la amplia oferta cultural de los ateneos libertarios22. El Ateneo Libertario de Cultura y Divulgación Social de Murcia23 ofrecía de 7 a 9 de la noche clases de cultura general, conocimientos escolares en general, y su sentido no era otro que el de procurar a sus afiliados «emanciparse en sentido social, ...aprender a ser libre y por lo tanto, a ser consciente de sus actos», «capacitarse culturalmente en bien de España y de la República».

  • 24 AMM, Confederación, 9 de enero de 1938, p. 9, artículo de opinión: ‘A la juventud femenina antifasc (...)

12La mujer libertaria contribuyó también al esfuerzo de guerra desde la retaguardia, y a ella se destinaron campañas de prensa antifascistas: «(...) demostrad que por vuestras venas corre sangre libertaria. Luchad por la juventud sin descanso, olvidémonos de las diversiones, dejemos el cine y cojamos el libro, dejémonos de perfumes y compremos lo que podamos para ellos, que en los frentes todo es poco contra el frío...»24.

  • 25 Instituto Internacional de Historia Social de Ámsterdam , en adelante, IIHS (A): Archivos CNT: Paqu (...)
  • 26 El papel de las mujeres anarquistas en la Guerra civil española, y la persistencia de los roles de (...)
  • 27 En AHN (SGC), Legajo 152-nº 4, P-S Alicante: ‘Libro de Actas de las Sesiones del Comité de Enlace C (...)

13Las mujeres anarquistas murcianas, como en el resto de la España leal a la República, estuvieron agrupadas en la organización ‘Mujeres Libres’, o en los organismos locales de SIA (Solidaridad Internacional Antifascista), pero tanto ‘Mujeres Libres’ como SIA fueron considerados, en uno de los Plenos del Movimiento Libertario25, como organismos auxiliares y al servicio de este movimiento, a los que prestarían toda la ayuda necesaria para su incremento. En Murcia el Consejo Local de SIA se creó el 14 de noviembre de 1937, tras la visita que realizaron a esta ciudad dos Delegados del Consejo Nacional de la SIA-Sección Española, Lucía Sánchez Saornil y Mateo Buruta Vilá, secretario del Consejo, estableciendo su sede en el Local de la Federación de Sindicatos Únicos de la CNT de Murcia. Cuando en mayo de 1938 se requirió por el Consejo Nacional que algunas de las mujeres anarquistas integrantes de SIA de Murcia se desplazaran de la capital murciana a Valencia, con motivo de unas conferencias que allí iba a desarrollar ese Consejo, la Agrupación Local de SIA en Murcia contestó que, por impedimentos familiares, estas mujeres no estaban autorizadas a desplazarse, “prejuicios que por ahora la mujer no se puede ver libre hasta que no pase algún tiempo”, concluía SIA. El Consejo Nacional respondió insistiendo en la labor liberadora de la mujer libertaria, calificando a la familia como uno de los lazos que más oprimían al hombre, por sus prejuicios atávicos y religiosos, por lo que recomendaba que, como el hogar era “reacción” y la calle el “progreso”, la SIA de Murcia debía insistir sobre estas mujeres para que cumplieran sus deberes con la familia al tiempo que con sus sentimientos libertarios. Y no obstante los positivos cambios emancipadores experimentados en la situación de la mujer durante los años republicanos y de guerra, es manifiesto que los roles de género seguían dominando, mayoritariamente, las conciencias, incluidas las de los propios anarquistas26 con respecto a sus compañeras de organización, pues en la estricta distribución y pago del trabajo en el campo establecidos por el Comité de Enlace en la retaguardia republicana murciana de la localidad jumillana, – trabajo para el que se reclamaba sacrificio y esfuerzo, sin distinción de sexo –, los ‘compañeros, anarquistas y socialistas’ se olvidaron de aplicar los mismos beneficios salariales sin distinción de sexo27: Las luces y sombras del proceso revolucionario y de cambio que significó la Guerra Civil española para los anarquistas, traducen la distancia que desde la teoría a la realidad marcaban las contradicciones cotidianas.

3. Represión franquista contra el mundo libertario. El anarquismo y su transmisión de identidad y memoria hoy

  • 28 El Archivo Histórico de la Región de Murcia (AHRM), Fondo: Justicia, Audiencia, C 6405, contiene 2. (...)
  • 29 Cifra más fidedigna, aunque provisional, aportada en su último libro sobre el tema por PRESTON, Pau (...)
  • 30 Datos proporcionados por MARTÍNEZ OVEJERO, Antonio, Los socialistas murcianos durante el franquismo (...)

14La ‘identidad exterminadora’ de la dictadura franquista se significó contra todos los elementos izquierdistas republicanos, y desplegó una feroz represión sobre la militancia anarquista en los inmediatos años de posguerra a través de procedimientos sumarísimos de urgencia (Consejos de Guerra Permanentes) donde se calificaba a los anarquistas de ‘sujetos peligrosísimos’, propagandistas delideal marxista’: tópico insistentemente repetido en el lenguaje totalitario de la documentación generada por la ‘justicia’ franquista28, y que remite a la ignorancia de los represores y a su total desconocimiento de la tradicional división y enfrentamiento (político y sindical) entre el anarquismo y el marxismo en España, si bien a los efectos represivos de la dictadura, estas caracterizaciones de los individuos represaliados jugaron la función esperada: su condena a muerte o a prisión. Las muertes por represión franquista de guerra y posguerra ascendieron a 130.199, según las últimas cifras aportadas por Preston29. En el ámbito murciano, los procesados por desafectos fueron más de 33.000, siendo casi 14.000 los sumarios instruidos por los Tribunales Militares, y 1.345 los republicanos condenados a pena de muerte en Murcia, de los que 883 fueron fusilados: el mundo anarquista contabilizó más del 21% de los condenados a la pena capital en la Región de Murcia30.

  • 31 HERRERÍN, Ángel, La CNT durante el franquismo. Clandestinidad y exilio (1939-1975), Madrid, Siglo X (...)
  • 32 Véase el texto de PAZ, Abel, op. cit., p. 290.
  • 33 Remito al esclarecedor artículo de Peirats, José, «El embrollo del exilio», Suplementos Anthropos, (...)
  • 34 En Herrerín, Ángel, op. cit., p. 294.
  • 35 Sobre esta problemática señala Paz, Abel, op. cit., pp. 385-386, insiste en que «la represión franq (...)
  • 36 Testimonio oral de Antonio Martínez Martínez, entrevistado por la autora en 1990, cenetista murcian (...)
  • 37 Subirats, Eduardo, Metamorfosis de la cultura moderna, Barcelona, Anthropos, 1991, p. 121.

15Durante la inicial consolidación de la dictadura, la represión contra el ámbito confederal se centró, en especial, sobre sus comités nacionales y comités regionales, lo que explica la práctica desaparición de los anarcosindicalistas del panorama español a inicios de la década de los 50. Y si bien la responsabilidad de tal situación correspondió a la dictadura, también es cierto, a juicio de Ángel Herrerín31, que los errores cometidos por la organización en esta nueva coyuntura histórica, mucho más sanguinaria que cualquier otro periodo de clandestinidad hasta entonces vivido en España, contribuyó, no cabe duda, a su práctica extinción del panorama español, situación que además se prolongaría a la etapa de transición. Desde enero de 1940 hasta mayo de 1947, fueron catorce Comités Nacionales de la CNT los que habían ido cayendo en manos de la policía y engrosando las filas de los presos en cárceles y penales, nos recuerda Abel Paz32. En el análisis crítico del periodo 1945-1950 resalta, según el militante Abel Paz, la crisis teórica del Movimiento Libertario como consecuencia de su intervención en la guerra civil española. La escisión producida en noviembre de 1945, punto álgido de esa crisis, y desde entonces la puesta en práctica por las dos fracciones en lucha (intransigentes y fracción moderada), de lo que debía de ser línea de conducta del Movimiento Libertario en relación a la dictadura, cubre un periodo de ‘luces y sombras’ del anarquismo español donde las actitudes dispares envenenan los problemas. Y por lo que respecta al exilio, fue otro elemento determinante en el fracasado intento de persistencia unificada del movimiento libertario33, máxime si tenemos en cuenta que el exilio se dividió pronto: 1945, Plenaria de la escisión confederal. La precaria unidad confederal se establecería en los Congresos Confederales de Limoges (1960/61), tras 16 años de ruptura. A todo esto habría que añadir el fracasado intento de reproducir en el interior, a lo largo de los setenta, las estructuras orgánicas confederales, fácilmente reprimidas por la dictadura, y el más peligroso ensayo de puesta en práctica de acuerdos con el sindicalismo vertical franquista (el ‘cincopuntismo’), lo que dejaría al movimiento libertario casi al borde de la extinción. Tras el Congreso de Montpellier de 1965, la organización libertaria volvía a escindirse en el exilio y la dirección faísta desplegaba una ‘caza de brujas’ en el seno de la antigua militancia ortodoxa, actuación ‘a todas luces antilibertaria’34. Para entonces, el divorcio entre el pasado ‘glorioso y ético’ del movimiento libertario, y su presente, envuelto en intrigas, personalismos, denuncias, expulsiones ‘forzadas’ y colaboraciones dictatoriales, marcaban una ruptura en el seno del movimiento difícil de superar, al tiempo que la pérdida por la batalla sindical en el final del franquismo y la transición otorgarían el triunfo a otras centrales sindicales, UGT y CCOO35: El pasado pasaba factura a la organización. Un pasado sobre el que sentenciaba un anarquista murciano36: ‘No nos merecimos esa Historia’, haciendo hincapié, este militante libertario, en que con esta expresión no se refería a la historia de la represión franquista sobre las organizaciones libertarias, pues éstas habían optado por una lucha en la que su derrota los significaba como vencidos y, por tanto, sujetos a la devenida represión dominante. Se refería, muy amargamente, a la historia del ‘combate por las tendencias’, a la división y lucha entre las propias organizaciones libertarias, una historia a veces mezquina, en otras, ‘pornográficamente’ antilibertaria, que nos recuerda una frase de Subirats: «Cada lado se lava las manos en la suciedad del contrincante bajo el común denominador del cinismo político»37.

  • 38 Herrerín, Ángel, op. cit., p. 416.
  • 39 Paz, Abel: CNT, 1939-1951, cit., p. 309: «Una conciencia libertaria, una mentalidad, una convicción (...)

16Hacia 1976, en el tránsito de la dictadura a la democracia, la problemática radicaba en cómo proceder a la reconstrucción, y ésta se hizo sobre la ambigüedad sindicato-movimiento libertario. Además, en el final del franquismo e inicios de la transición, la identidad anarquista remitía a su división en dos culturas políticas, una ‘revolucionaria’, apegada al pasado, que creó un ‘mundo feliz’, irreal, aunque ideológicamente perfecto, según Herrerín38, y otra ‘sindicalista’, más abierta a renovaciones en los planteamientos ideológicos, pero el problema era que ahora, ‘en los años sesenta y setenta, la sociedad había sobrepasado los planteamientos confederales’, concluye Angel Herrerín. A todos estos problemas había que añadir que se arrastraba, todavía, la gran tarea de ‘lo que cuesta crear una conciencia libertaria’39.

17La conciencia libertaria y su proyección social, ya en la etapa de consolidación democrática en España, puso de manifiesto la más reciente división entre CNT-CGT, cuando la última se vio un día privada (abril de 1989) de sus siglas originales, adoptando las de la CGT (Confederación General del Trabajo), diferenciada de la CNT, entre otros factores, por su participación en las elecciones sindicales y comités de empresa. Ambos organismos sindicales cuentan con sendos centros de estudio para la preservación y conocimiento del pasado: CNT-Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo (desde 1987 funciona como fundación cultural e histórica de la CNT-AIT, y de forma continuada desde 1990), y CGT-Fundación Salvador Seguí (centro de estudios libertario español vinculado a la CGT, nacido en el año 1986). Preocupada la Fundación Salvador Seguí por la conciencia libertaria y su proyección social, abordó la problemática de la identidad anarquista en el Tiempo Presente y soluciones a los dilemas en la transmisión de la memoria de los movimientos sociales libertarios, remitiendo un cuestionario a militantes y simpatizantes con tres puntos fundamentales:

A) ¿De qué manera ha de renovarse el movimiento libertario en este país para alcanzar un espacio de penetración social de cierta entidad? ¿Qué cambios organizativos, de discurso, de ‘alianzas’, de búsqueda y penetración en nuevos campos, etc. debe desarrollar para ello el movimiento libertario?. B) ¿Qué función puede jugar el sindicalismo en la recuperación de la proyección social del anarquismo en este país? ¿Serían necesarios cambios de tipo organizativo o de contenido ideológico para lograr este objetivo? ¿Cómo se puede contribuir desde el sindicalismo cotidiano a la tarea de desarrollar el anarquismo en este momento concreto?. C) ¿Crees que las ideas-fuerza del pensamiento libertario mantienen su vigencia hoy? ¿Cuáles y en qué medida?

  • 40 Manuscrito del anarquista murciano, Antonio Martínez Martínez, cedido a la autora, s.d.

18Un anarcosindicalista de toda la vida, Antonio Martínez Martínez, contestaba, de su puño y letra, las siguientes consideraciones a este cuestionario40:

Mi opinión de siempre ha sido que la Confederación, aunque apolítica, intervenga en todas las elecciones, lo mismo en las generales, con libertad para que cada militante vote por quien quiera, porque no creo que sea igual un gobierno de izquierdas que uno de derechas, una vez que, aunque no queramos, alguien nos tiene que gobernar. También en las elecciones sindicales, porque al no participar en ellas no puede intervenir en las negociaciones de convenios, teniendo que dejar la defensa de los derechos de los trabajadores de la CNT en manos de otros sindicatos. Esto hace que los trabajadores no se afilien a la CNT porque saben que no les sirve para nada. La función que puede jugar el sindicalismo en la recuperación de la proyección social del anarquismo empieza en la CNT, actuando, dejando la indolencia y trabajando, alejando la vieja política de siempre de no hacer nada y limitándonos a decir lo que no nos gusta, sin haber dicho nunca lo que queremos. Las ideas del pensamiento libertario creo que mantienen su vigencia en los viejos, porque los jóvenes las desconocen, ya que nadie se las ha dado a conocer.

  • 41 FORNÉS MARÍN, Manuel, La Generación del Silencio, in La oposición libertaria al régimen de Franco, (...)

19La reflexión planteada por Antonio Martínez (como militante de la CNT) en su testimonio escrito, remite a la siguiente dicotomía: fortaleza política (colectiva) de determinadas opciones anarcosindicalistas frente a la presencia real de sus valores éticos en la sociedad/presencia de valores éticos frente a escasa presencia y proyección social de los anarquismos como movimientos sociales. La necesaria e inmediata proyección social del anarquismo en la democracia española se tradujo en actividades de estudio y difusión del movimiento libertario, por ejemplo, las III Jornadas Libertarias Internacionales de Debate Libertario:‘La oposición libertaria al Régimen de Franco, 1936-1975’, celebradas en Valencia, en junio de 1990. En la edición de las actas de estas Jornadas, un militante libertario, Manuel Fornés Marín, miembro de la ‘Generación del Silencio’41, reclamaba: «‘la necesidad de ofrecer alternativas que, sin abandonar los principios ácratas, sirvan para mejorar la actual sociedad’, e insistía y condenaba ‘el grave error de exigir el sacrificio constante de los militantes, que acaba por gastarlos, consumiéndolos y consumiendo con ello todo el porvenir [...]’».

20Las IV Jornadas Internacionales de Debate Libertario (mayo 1991) tuvieron como tema de reflexión ‘El discurso libertario en los noventa: de la ética a la política’, y su folleto divulgativo precisaba: «El discurso libertario se ha movido, tradicionalmente, entre dos espacios: el anarquismo como propuesta de actuación ética, ya individual, ya colectiva, y el anarquismo como propuesta de intervención política, pública. [...] se nos ve tan necesitados de intervenir de una vez en el plano social, que muchas veces nos vemos tentados a dar el salto y a transgredir unas normas que han perdido en nuestras manos su contenido preciso y que ya no son tanto convicciones reflexionadas como reflejos, tics, autoprohibiciones apoyadas en la lealtad de muchos años a unas ideas (...) El anarquismo pasa en estos momentos por una situación de desconcierto. A la crisis de renovación de toda la izquierda se le añade el cuestionamiento de qué hemos hecho en todos estos años».

  • 42 Entre las numerosas publicaciones derivadas de este centenario, véase entre otras CASANOVA, Julián (...)
  • 43 Véase, por ejemplo, CALERO DELSO, Juan Pablo (Coord.), Cien imágenes para un Centenario, CNT (1910- (...)
  • 44 Puede consultarse en URL: < http://cgt.org.es/spip.php?article1589 > [visitado el 7.07.2011]

21A la autocrítica interna en el seno del mundo libertario, típica de estos años 90, y paralela a la crisis experimentada por otras ideologías de izquierda que, por entonces, recorrió todo el planeta, se respondió en los últimos años del siglo XX y principios del XXI con una pujante actividad organizativa en pos de la recuperación y rescate de la memoria de lo que había significado la lucha del anarcosindicalismo español, la valoración de sus prácticas culturales, la reivindicación de sus militantes, etc., memoria contra olvido de la Guerra Civil y las víctimas de la dictadura franquista que llega hasta nuestros días: cuando el pasado año 2010 se cumplían 100 años de anarquismo en España42, exposiciones patrocinadas por la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo y la Fundación Salvador Seguí, jornadas de estudio y publicaciones, centraron su objetivo en la difusión y dignificación del ideario y práctica del anarcosindicalismo en España43. El Manifiesto ‘100 años de anarcosindicalismo’ (Fundación Salvador Seguí-CGT)44 recoge que: «Al despuntar el siglo XXI, convencidos de que la patria de los oprimidos es el mundo y su familia la humanidad, nosotros, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, oriundos y foráneos, mestizos, enarbolamos la insumisión, la paz y la palabra para romper las recientes e invisibles cadenas de la servidumbre voluntaria».

  • 45 Se trata de Paco Palazón Piqueras (a) Kisko), entrevistado por Fuensanta Escudero Andújar, octubre (...)
  • 46 La Escuela-Equipo de Murcia, nacida en el tardofranquismo como opción pedagógica contraria a los va (...)

22El eco boetiano (contra la servidumbre voluntaria) con el que abríamos este artículo, vuelve a ser reactualizado y reivindicado en el siglo XXI por anarcosindicalistas de hoy que denuncian la desmemoria que escatima el legado ético de aquellos que, desde hace un siglo, se significaron por sus ideales antiautoritarios, con especial incidencia en la etapa de la Guerra Civil. Y frente a esta múltiple y diversificada actividad en pos del reconocimiento de lo que ha sido el centenario de lucha libertaria en España, algunos estudios historiográficos tienden a señalar que el anarquismo pervive no tanto como movimiento político organizado como “sensibilidad social”, que le permite reencarnarse en los más variados movimientos sociales alternativos, empeñado pero, incapaz, ‘orgánica y estructuralmente’, de construir el socialismo libertario. En este sentido interesa conocer las opiniones y actitudes de jóvenes que se autoproclaman, hoy, anarquistas, o con ideas cercanas al anarquismo: un joven murciano, Kisko45, cuyos padres fueron militantes antifranquistas en la Universidad, reconoce que tanto la ideología de izquierdas de sus padres, como su infancia transcurrida en un colegio, la Escuela Equipo46 (que él califica de ‘un poco raro, un poco especial’, porque no enseñaban a los alumnos a competir, los educaban y educan en la solidaridad y apoyo mutuo hacia el compañero y los propios educadores), le han marcado en su posicionamiento político-social y en su conformación de identidad ideológica dentro del ámbito anarquista: «Lo que más recuerdo de mi colegio es el apoyo mutuo, donde más lo he vivido ha sido en mi colegio, donde no por competir vas a obtener más, sino al revés, si nos ayudamos los unos a los otros es cuando de verdad sacamos más cosas, aprendemos más de nosotros [...] A nivel de anarquía hay muchas cosas que son constructivas y otras que son destructivas, y las que están destinadas a construir son las que me recuerdan a mi colegio».

  • 47 La ecología y la defensa del medio ambiente forma parte de las diversas actividades desplegadas por (...)

23Sobre los proyectos y actividades desplegadas en Murcia, Kisko habla de jóvenes que se mueven por ‘Colectivos de Afinidad’ que se orientan a la realización de multitud de actividades en centros sociales y también en ‘casas ocupadas’, talleres de ecología47, música, pintura o basados en la futura autogestión del propio sujeto, pero sin articulación entre ellos: «Si en Sevilla las redes que hay son pocas entre anarquistas o movimientos alternativos, en Murcia menos todavía [...] En Murcia es que no nos conocemos, no sabemos qué hace el de Yecla, ni qué hace el de Totana, ni qué hace el de Beniaján, ni qué hace el otro (...), hay tanta falta de comunicación entre nosotros que no sabe cuántas casas más o centros sociales hay en Murcia. [...] No tenemos redes, no nos ponemos en contacto entre nosotros, como pasa en Cataluña, como pasa en el País Vasco».

  • 48 FERRER, Christian, Cabezas de Tormenta. Ensayos sobre lo ingobernable, Buenos Aires, Anarres, 2004, (...)
  • 49 FERRER, Christian, Misterio y jerarquía, cit., pp. 33-36.

24También la inexistente conexión con otras generaciones se plantea en el testimonio oral de este joven anarquista: en otros lugares Kisko ha visto una más estrecha relación entre los mayores y los jóvenes, pero aquí en Murcia lo ve por generaciones: los de una generación se juntan con su generación, pero no se juntan con los de la anterior. Interesa destacar el dilema sobre la transmisión generacional que plantea esta fuente oral, en la que está ausente el recuerdo de la Guerra Civil: las necesidades de hoy y el ‘arte de vivir contra la dominación’ (en el cual descolló el anarquismo) ya no se articulan con la memoria de las luchas sociales anteriores. Persiste, no obstante, la práctica grupal ‘por afinidad’, apunta Ferrer48, derivada de la tradición de la ‘autodefensa’. Y si la afinidad es el sustrato social del anarquismo, según Ferrer49, un horizonte más amplio acoge al espacio antropológico que le es favorable, y desde siempre se le llama ‘amistad’: concepción de la amistad como red generadora de la ‘sociabilidad actual’. La difícil conexión con la sociedad e incomprensión social hacia lo que encarnan Kisko y sus compañeros anarquistas, queda también explicitado en su testimonio:

«[...] sentirme mal, mal, porque no se valora lo que hago, y no tanto porque no se me valore a mí como porque no se valore a todo mi colectivo…, todo por lo que estoy luchando, a todo el círculo con el que estoy yendo para adelante…, que si es algo ocioso, un hobby, ser anarquista en el siglo XXI es ser un hobby,… es algo que se te va a pasar, algo que cuando cumplas 25 o 30 años se va a pasar, es como una etapa. Y todavía la gente lo sigue pensando, que ‘los ocupas’ es algo de 18 a 20 años, y es una etapa que se te va a pasar. … Sí, es frustrante, sobre todo cuando le dedicas mucho esfuerzo, cuando eres de las personas activas que haces cosas con el resto del barrio y con el resto de la gente, no sólo con tu colectivo…, un poco para equilibrar esa idea que tienen de nosotros, y aún así te siguen machacando. Te machaca tu grupo de amigos que no está dentro de eso, el ayuntamiento, la policía, algunos vecinos. Es bastante fuerte, aunque parezca que no, pero siempre hay opiniones sobre ti… Tenemos que demostrar que no somos gandules, que no somos violentos, tenemos que demostrar que no somos unos cerdos, que no tenemos piojos, y, como que cansa un poco…».

  • 50 Ibidem.
  • 51 Porque como manifestó José Peirats, «El anarquismo, no nos cansaremos de repetirlo, no es monopolio (...)

25A partir de esta demanda existencial fundamentada en la pulsión anticonformista de jóvenes que siguen sintiéndose herederos de cierto anarquismo ¿cabría decir que el anarquismo no existe, pero insiste?, lo que en palabras de Ferrer vendría a expresar que: «El anarquismo [...] se debate ahora entre ser tratado como resto temático por la paleontología historicista y su voluntad de seguir siendo una rama de la ética (una posible moral colectiva) y una filosofía política vital50». Precisamente el boom del anarquismo ‘vivencial’ antiorganicista ha condenado a muchos jóvenes a la visión del ‘ácrata/pasota’ que tanto daño hace a los espíritus que se siguen reclamando herederos de la cosmovisión y práctica anarquista51.

  • 52 Herrerín, Ángel, op. cit.
  • 53 Ortiz Heras, Manuel, «La memoria social de la guerra civil: la memoria de los vencidos, la memoria (...)
  • 54 Cit. en Silva, Emilio, et al. (Coords.), La memoria de los olvidados. Un debate sobre el silencio d (...)

26En la problemática de la identidad resistente anarquista y sus dilemas de transmisión hoy nos ‘topamos’ con la(s) Memoria(s): ¿Cómo hacer frente al legado de un pasado represivo? Las diferencias ideológicas entre principios, tácticas y finalidades de los dos grandes grupos españoles libertarios se superponen en una múltiple memoria histórica con una particular cultura política cada uno de los dos grupos, como describe Herrerín52, cultura conformada en torno a la trilogía base en los principios libertarios: sindicalismo revolucionario, federalismo y libertad, pero también inmersa en la más compleja memoria social53, memoria del antifranquismo donde las etiquetas políticas y sindicales pierden su significado histórico cuando, en nuestra opinión, de lo que se trata, es de denunciar que, durante mucho tiempo, en España sólo se admitió una memoria, la ‘oficial’, la de “los vencedores” en la dramática Guerra civil de 1936 a 1939, que discurrió paralela a la liquidación de la experiencia republicana y al cotidiano recuerdo a los vencidos de su condición de derrotados. La percepción de la historia y la memoria de estos testigos, protagonistas de nuestra Historia del Tiempo Presente, debe reconstruirse, pues son ‘los principales portadores de memoria’. Y si como expresó Walter Benjamín, ‘La esencia de la vida es la memoria’54, es objeto de esta investigación histórica contribuir hoy – pero con la luz del ayer y la mirada puesta en el mañana –, a recuperar la historia y memoria de esta parte del antifascismo.

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Note

1 FERRER, Christian, «Misterio y Jerarquía. El drama cultural del anarquismo 1. Técnica y cultura en una sociedad autogestionaria», Boletín Interno del Centro de Estudios Libertarios, Anselmo Lorenzo, nº 10, 2000, pp. 33-36.

2 Como señaló en su día José Peirats respondiendo a la pregunta «¿Cómo explica la pérdida de terreno del movimiento obrero anarquista desde la primera guerra mundial a esta parte?. Para Peirats: ‘Cuesta mucho más ser anarquista convencido que comunista o marxista. Es más difícil tener una personalidad propia y conservarla que seguir la corriente. Se necesita más valor para emanciparse de la religión política que excusa el esfuerzo, que andar, contra viento y marea, con las propias piernas. Pero con todo eso hay en el mundo más anarquismo de lo que generalmente se cree. Donde hay un hálito de rebeldía, donde se siente la libertad, por breve e insignificante que sea el momento, está vivo el anarquismo. Me refiero al anarquismo que no es propiedad de ninguna escuela, patrimonio, exclusivo de ninguna organización, ni siquiera del anarquismo». Véase PEIRATS, José, «Tres encuestas a José Peirats», en Suplementos Anthropos, nº 18, enero 1990, p. 149, epígrafe ‘Pasado, Presente y Futuro del Movimiento Libertario español’.

3 En ABENSOUR, Miguel (Ed.), Etienne de La Boétie. El discurso de la servidumbre voluntaria, Barcelona, Tusquets, 1980, seguido de La Boétie y la cuestión de lo político, por Pierre Clastres y Claude Lefort, y El ‘Contra Uno’ de Etienne de La Boétie, por Pierre Leroux. Contamos con una edición más moderna en Madrid, Tecnos, 2001, estudio preliminar, traducción y notas de José María Hernández-Rubio.

4 En SUBIRATS, Eduardo, El alma y la muerte, Barcelona, Anthropos, 1983, pp. 415-421: «Un excurso sobre la servidumbre voluntaria», cita en p. 418.

5 Ibidem, p. 420.

6 Cit. en GOODWIN, Bárbara, El uso de las ideas políticas, Barcelona, Península, 1997, Cap. IX, Democracia, pp. 233 y ss.

7 BOBBIO, Norberto, «La resistencia a la opresión, hoy», El Tiempo de los Derechos, Madrid, Sistema, 1991, p. 188.

8 MIR Y MIR, Juan, Dinamita cerebral (Los mejores cuentos anarquistas de los más famosos autores), Barcelona, Biblioteca Helios, Editorial B. Bauzá, 1933. Prólogo en pp. 5 a 7. La primera edición de esta compilación de cuentos anarquistas se realizó en 1913 en Mahón, a cargo de Juan Mir.

9 Gomez Tovar, Luis y Paniagua, Javier: II. Utopías Libertarias Españolas. Siglos XIX-XX, Madrid, Edcs. Tuero/Fundación Salvador Seguí, 1991, p. 73. El anarquismo español suscribe la tendencia general descrita por Ferrer: «En las prácticas históricas del movimiento libertario no se encontrará tanto una teoría acabada de la revolución como una voluntad de revolucionar cultural y políticamente a la sociedad», FERRER, Christian (Comp.), El lenguaje libertario. Antología del pensamiento anarquista contemporáneo, La Plata, Argentina, Terramar Ediciones, Utopía Libertaria, 2005, p. 13.

10 Un análisis de esta problemática en Bernecker, Walter, «‘Acción directa’ y violencia en el anarquismo español», Ayer, nº 13, 1994, pp. 147-188.

11 Como concluye Bernecker, Walter, op. cit., p. 188: «El comienzo de la guerra sorprendió, pues, al anarquismo y anarcosindicalismo español en una fase en la que se había restituido (superficialmente) la unidad del movimiento, pero en la que muchas preguntas relativas a la proyectada revolución estaban sin decidir».

12 Ealham, Chris, La lucha por Barcelona. Clase, cultura y conflicto, 1898-1937, Madrid, Alianza, 2005.

13 Ealham, Chris, op. cit., p. 274.

14 Persiste en este tiempo, de forma mayoritaria, lo que podríamos denominar, siguiendo a Eugenio del Río, ‘la solidaridad comunitaria de estilo tradicional’, inmediata, local, que se desenvuelve en la pequeña escala, se dirige con frecuencia al prójimo conocido, a través de dispositivos simples, frente a la ‘solidaridad específicamente moderna’, ciudadana o institucional, mediata, nacional e internacional, de gran escala; tiene un carácter universal, se lleva a cabo mediante dispositivos institucionales complejos. Ambos conceptos de solidaridad tienen en común el deber de asistencia: hacerse cargo de los problemas y de los males ajenos desinteresadamente’. En Río, Eugenio del, Crítica del colectivismo europeo antioccidental, Madrid, Edcs. Talasa, 2007, en especial véanse las pp. 172-180 del Capítulo IX. Identidades colectivas.

15 Carta remitida a los Compañeros del Comité Regional de Campesinos, firmada y sellada por el Secretario de la Federación Comarcal de Sindicatos Únicos de Cieza, Tomás Segura. En Archivo Histórico Nacional (Madrid), Sección Guerra Civil, en adelante, AHN (SGC): PS Barcelona, 624.

16 División y lucha por el monopolio del poder que también se trasladó a los frentes, al Ejército popular, como analizó ALPERT, Michael, El Ejército Popular de la República, 1936-1939, Barcelona, Ed. Crítica, 2007. El hispanista, Michael Alpert, señala que «desde sus inicios el Ejército Popular se vio sacudido internamente por las identidades ideológicas comunistas y anarquistas que pugnaban por su monopolio e influencia, y el temor que sentían unas organizaciones por otras debilitó la disciplina del Ejército así como su cohesión y potencia de lucha». Cita en p. 345.

17 Fechado en Jumilla (Murcia), agosto de 1938. AHN (SGC): Legajo 152-nº 4, P-S Alicante. En la misma fuente puede consultarse el ‘Libro de Actas de las Sesiones del Comité de Enlace CNT-UGT de Jumilla’, 1938.

18 Archivo Municipal de Murcia, en adelante AMM, Confederación (Órgano Provincial de la CNT), 3 de mayo de 1938, p. 2.

19 AHN (SGC): PS Madrid, Carp. 2049: Actas del Consejo de Administración de Fincas Incautadas de Jumilla, 2 libros: Libro de Actas del 4-12-1937 al 4-09-1938, y Libro de Actas del 29-04-1937 al 2-02-1939.

20 En González Martínez, Carmen, Guerra Civil en Murcia. Un análisis del poder y los comportamientos colectivos, Murcia, Universidad de Murcia, 1999.

21 AMM, Confederación, 9 de enero de 1938, p. 3, artículo “La Juventud de ayer y la de mañana”, por Evaristo Hernández, Secretario del Ateneo Libertario de Murcia.

22 Una vez iniciada la Guerra civil, se crearon en Murcia capital numerosos ateneos libertarios, correspondiendo la fundación del nº 1 en el Barrio del Carmen, y el del nº 2 en el Barrio de San Pedro, al liderazgo de Antonio Martínez Martínez, Secretario del Ateneo Libertario de Murcia a partir de agosto de 1936, que en mayo de 1938 ocupó la Secretaría General del Comité Provincial de las JJLL de Murcia. En estos ateneos «se leía, se discutía, y se contribuía a la formación cultural de los más necesitados, ... se formaba uno en la ideología libertaria», según testimonio oral de Antonio Martínez (entrevista realizada por la autora, abril y mayo de 1990). La memoria testimonial de Antonio Martínez Martínez en González Martínez, Carmen, «Justicia franquista: los libertarios en la Causa General de Murcia», in La oposición libertaria al régimen de Franco, 1936-1975, Valencia, junio de 1990, Madrid, Fundación Salvador Seguí, 1993, pp. 550 y ss.

23 El referido Ateneo Libertario, Distrito Centro, de las Juventudes Libertarias (JJLL), estaba enclavado en la Casa de la Juventud (que ocupaba los locales del antiguo Casino de la ciudad de Murcia, incautado por esta organización juvenil). Información extraída del Archivo Municipal de Murcia (AMM), Confederación, 2-1-1937. El discurso cultural destinado a cambiar la sociedad y al hombre desde planteamientos ideológicos libertarios (en los que aparecen íntimamente ligados ‘revolución social’ y ‘transformación individual’, en sentido ascético de perfeccionamiento personal), fue abordado por Pere Solá en diversos estudios sobre el ateneísmo. Véase SOLÁ, Peré, «Els ateneus populars», L’avenç, nº 9, 1978, Barcelona, pp. 31-35; Ibidem, «L’ateneísme àcrata durant la segona república», L’avenç, nº 11, 1978, Barcelona, pp. 69-73.

24 AMM, Confederación, 9 de enero de 1938, p. 9, artículo de opinión: ‘A la juventud femenina antifascista’, de Amalia Gómez (JJLL de Alcantarilla-Murcia).

25 Instituto Internacional de Historia Social de Ámsterdam , en adelante, IIHS (A): Archivos CNT: Paquete 44, Caja 331. Federación Regional de Levante: Actas del Pleno Regional de Federaciones Locales y comarcales celebrado en Valencia en el domicilio del Comité Regional los días 4-5 de septiembre de 1938.

26 El papel de las mujeres anarquistas en la Guerra civil española, y la persistencia de los roles de género en las conciencias masculinas, en el texto de Vega, Eulalia: Pioneras y revolucionarias. Mujeres libertarias durante la República, la Guerra Civil y el Franquismo, Barcelona, Ed. Icaria, 2010.

27 En AHN (SGC), Legajo 152-nº 4, P-S Alicante: ‘Libro de Actas de las Sesiones del Comité de Enlace CNT-UGT de Jumilla. Acta del día 21 de mayo de 1938’, Fols. 6-7: «(…) Un hombre en jornada de siega de trigo de 10 horas cobrará quince pesetas y cinco kilos de trigo; si es de cebada, quince pesetas y siete kilos de esta especie, y de avena quince pesetas y ocho kilos, por la manutención se desquitará cuatro pesetas por día. Las compañeras y menores de edad comprendidas hasta 16 años cobrarán por una jornada de siega de trigo de diez horas, once veinticinco pesetas, y tres kilos del mismo; jornada de siega de cebada, once veinticinco y cinco kilos de esta especie; y si es de avena once veinticinco y seis kilos, por la manutención se desquitará tres pesetas por día».

28 El Archivo Histórico de la Región de Murcia (AHRM), Fondo: Justicia, Audiencia, C 6405, contiene 2.500 fichas sobre represaliados republicanos con información como las siguientes: 105. Tomás Álamo Martínez, Mazarrón, minero, incoado 15/6/1940, CNT, voluntario del ejército rojo, ascendió a sargento, estuvo en los frentes de Levante y Madrid, intervino en asesinatos. Fusilado. 127. Tomás Albadalejo Jiménez, La Unión, empleado, incoado el 17/2/1941, fallece el 13/1/1941, secretario de las JJLL, después de la Liberación se reunía clandestinamente en casa de Galindo. Pena de muerte conmutada por reclusión perpetúa. También en el Archivo General de la Administración, AGA, Interior, 44/12368, los informes político-sociales de la Guardia Civil de Murcia insisten en los tópicos señalados.

29 Cifra más fidedigna, aunque provisional, aportada en su último libro sobre el tema por PRESTON, Paul, El Holocausto español. Odio y exterminio en la Guerra Civil y después, Barcelona, Debate, 2011, p. 24.

30 Datos proporcionados por MARTÍNEZ OVEJERO, Antonio, Los socialistas murcianos durante el franquismo (1939-1945), en GIMENÉZ, Salmerón (Coord.), Los socialistas en la política de la Región de Murcia, 1910-2010, Murcia, Edita PSOE de Murcia, 2010, pp. 441-513.

31 HERRERÍN, Ángel, La CNT durante el franquismo. Clandestinidad y exilio (1939-1975), Madrid, Siglo XXI, 2004, pp. 159-160.

32 Véase el texto de PAZ, Abel, op. cit., p. 290.

33 Remito al esclarecedor artículo de Peirats, José, «El embrollo del exilio», Suplementos Anthropos, nº 18, enero 1990, pp. 92-95.

34 En Herrerín, Ángel, op. cit., p. 294.

35 Sobre esta problemática señala Paz, Abel, op. cit., pp. 385-386, insiste en que «la represión franquista sobre los militantes libertarios impedía que éstos se pusieran a la cabeza de los acontecimientos, además, las viejas organizaciones obreras, CNT y UGT, no solamente arrastraban el peso de la derrota de 1936-1939, sino la responsabilidad de no haber tumbado al fascismo en su lucha desde 1939 a 1951». Ibidem, p. 385.

36 Testimonio oral de Antonio Martínez Martínez, entrevistado por la autora en 1990, cenetista murciano que representa el exilio interior sufrido por miles de anarquistas españoles: fallecido a los 75 años de edad, el 18 de diciembre de 1993, Antonio Martínez Martínez ingresó en las Juventudes Libertarias (JJLL) pasadas las elecciones de febrero de 1936, en la CNT el 26 de marzo de 1936, y en la FAI en enero de 1937. El cargo de Secretario General del Comité Provincial de Juventudes Libertarias lo ocupó el 15 de mayo de 1938, hasta el 17 de julio del mismo año, en que convocó un pleno de Locales y Comarcales, presentó su dimisión y propuso como Secretario General a Joaquín Sarabia Mulero, para que éste se quedara como ‘insustituible’ y no tuviera que incorporarse al frente del que venía herido. Antonio Martínez detentó entonces los cargos de Secretario Sindical y de Relaciones Exteriores del Comité Provincial de JJLL hasta el final de la guerra. En la CNT ocupó el cargo de Vocal del Sindicato de la Madera, presentando su dimisión al ser elegido Secretario del Ateneo Libertario de Cultura y Divulgación Social Distrito Centro de Murcia. Herido y mutilado en el frente de Madrid, en la inmediata posguerra Antonio Martínez sufrió encarcelamiento, del que salió con prisión atenuada el 24 de diciembre de 1941, tras 30 meses y 10 días de prisión, y nos recuerda en su testimonio cómo su compañero Joaquín Sarabia Mulero fue fusilado el 19 de agosto de 1939 (condenado a muerte en la causa nº 199 de Murcia), junto a una mujer embarazada, también presa en la Cárcel Provincial de Murcia. En octubre de 1939, un informe de Falange de Murcia exponía que en las cárceles murcianas habían recluidos más de 20.000 presos republicanos, y que la cárcel de mujeres de Murcia, «hecha para contener 15 o 20 detenidas, actualmente guarda 200 mujeres que no tienen por la aglomeración sitio donde sentarse». Cit. en Archivo General de la Administración (AGA), Sección Presidencia (S.G.M.), Caja 9: Informe de Inspección de Falange, 1939.

37 Subirats, Eduardo, Metamorfosis de la cultura moderna, Barcelona, Anthropos, 1991, p. 121.

38 Herrerín, Ángel, op. cit., p. 416.

39 Paz, Abel: CNT, 1939-1951, cit., p. 309: «Una conciencia libertaria, una mentalidad, una convicción emancipadora de lacras y prejuicios, abiertas a todos los progresos y susceptible de remontarse a grandes alturas, una disposición ardiente y una adecuada preparación para la lucha social, eso; todo eso, no se improvisa en dos días. Un militante es la continuación de la vida de militantes anteriores a él».

40 Manuscrito del anarquista murciano, Antonio Martínez Martínez, cedido a la autora, s.d.

41 FORNÉS MARÍN, Manuel, La Generación del Silencio, in La oposición libertaria al régimen de Franco, 1936-1975, op. cit., pp. 587-650.

42 Entre las numerosas publicaciones derivadas de este centenario, véase entre otras CASANOVA, Julián (Coord.), Tierra y Libertad. Cien años de anarquismo en España, Barcelona, Crítica, 2010.

43 Véase, por ejemplo, CALERO DELSO, Juan Pablo (Coord.), Cien imágenes para un Centenario, CNT (1910-2010), Madrid, Fundación Anselmo Lorenzo, 2010. Más información con motivo de esta conmemoración de los 100 años de lucha de la CNT en Bicel-Boletín interno de la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, en URL: < http://fal.cnt.es/ > [visitado el 25.04.2011].

Por su parte, la Fundación Salvador Seguí organizó, conjuntamente con la CGT, la exposición ‘100 años de anarcosindicalismo (1910-2010)’, muestra que tuvo como escenario de clausura el Museo de Historia de Cataluña entre el 18 de enero hasta el 15 de febrero de 2011.

44 Puede consultarse en URL: < http://cgt.org.es/spip.php?article1589 > [visitado el 7.07.2011]

45 Se trata de Paco Palazón Piqueras (a) Kisko), entrevistado por Fuensanta Escudero Andújar, octubre de 2007, que entiende y concibe el anarquismo como ‘un proyecto de vida’. Nacido el 8-4-1981, ha vivido en Murcia, Sevilla y Escocia en los últimos años, en distintas ‘casas ocupadas’; vendiendo en ferias productos artesanales (juguetes de ingenio y malabares) que fabricaba con un grupo de amigos, y haciendo música. Kisko y otros jóvenes que se sitúan ideológicamente dentro del ámbito anarquista, según su propio testimonio, tienen más en cuenta a las personas que a los colectivos.

46 La Escuela-Equipo de Murcia, nacida en el tardofranquismo como opción pedagógica contraria a los valores educativos de la dictadura, durante muchos años se convirtió en el referente escolar donde antifranquistas murcianos llevaban a educar a sus hijos. El entramado institucional de esta escuela propiciaba (y propicia) la colaboración activa de los padres en talleres de formación y educación, en las labores de limpieza y reforma/mantenimiento de sus instalaciones, etc., insistiendo en la obra pedagógica de educar para la Solidaridad, la Paz y el Compañerismo.

47 La ecología y la defensa del medio ambiente forma parte de las diversas actividades desplegadas por estos jóvenes que se autodefinen anarquistas: Kisko se mantuvo durante meses en las copas de los árboles de una zona próxima a Edimburgo para protestar e intentar paralizar la construcción de unas autovías que destruían el bosque (Proyecto Antybypas). En la actualidad Kisko se dedica al Proyecto Permacultura (recuperación de semillas autóctonas en la localidad murciana de Jumilla) y a la venta de productos ecológicos, ocupando una casa y trabajando unas tierras cedidas por sus particulares a este grupo de jóvenes.

48 FERRER, Christian, Cabezas de Tormenta. Ensayos sobre lo ingobernable, Buenos Aires, Anarres, 2004, p. 25: El grupo de afinidad constituyó y constituye el modo de encuentro y relación habitual entre anarquistas; operaba como contrapeso y alternativa a la familia burguesa y al orden laboral, y también era un espacio de aprendizaje, de saberes y oficios, tal cual hoy, Kisko y sus compañeros reproducen.

49 FERRER, Christian, Misterio y jerarquía, cit., pp. 33-36.

50 Ibidem.

51 Porque como manifestó José Peirats, «El anarquismo, no nos cansaremos de repetirlo, no es monopolio de una organización, de una bandera o de un anagrama, sino un estado de toma de conciencia», en PEIRATS, José, «Tres encuestas a José Peirats», Suplementos Anthropos, nº 18, enero 1990, p. 157.

52 Herrerín, Ángel, op. cit.

53 Ortiz Heras, Manuel, «La memoria social de la guerra civil: la memoria de los vencidos, la memoria de la frustración», Historia Actual Online, n° 10, Primavera 2006, pp. 179-198.

54 Cit. en Silva, Emilio, et al. (Coords.), La memoria de los olvidados. Un debate sobre el silencio de la represión franquista, Valladolid, Edcs. Ámbito, 2004, p. 159.

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Notizia bibliografica digitale

Carmen González Martín, «Anarquistas de Ayer y de Hoy»Diacronie [Online], N° 7, 3 | 2011, documento 16, online dal 29 juillet 2011, consultato il 12 décembre 2024. URL: http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/diacronie/3359; DOI: https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/diacronie.3359

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Autore

Carmen González Martín

Carmen González Martín es profesora de Historia Contemporánea en la Universidad de Murcia (España), ha dictado conferencias en Inglaterra, Francia, México, Chile, Cuba y Brasil. Su investigación responde a la doble perspectiva de la Historia Regional y la Historia Comparada. Este artículo profundiza en la línea de investigación abordada en Guerra Civil en Murcia. Un análisis sobre el Poder y los comportamientos colectivos (Murcia, 1999) y «El Frente Popular en España: de estrategia interclasista a su superación por la táctica de ‘tomar el cielo por asalto’» (Revista de Historia Social y de las Mentalidades, vol. 14, 2010, Chile). Ha sido coeditora del Dossier: Procesos de Construcción de la democracia en España y Chile (Ayer, nº 79, 3, 2010).
URL: < http://www.studistorici.com/progett/autori/#González Martín >

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