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I. Le tifoserie del calcio, tra identità storica e narrazione
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Contra toda autoridad. Fútbol, ultras y Revolución en Egipto. Entre el mito y la represión

Carles Viñas Gracia

Abstract

Sin dallo sviluppo del movimento ultrà egiziano all’inizio del XXI secolo, calcando le orme dell’omologo tunisino, le gradinate degli stadi sono divenute uno dei pochi luoghi in cui le autorità statali potevano essere criticate.Attraverso le coreografie realizzate dalle tifoserie radicali organizzate, i supporters hanno espresso la loro contrarietà tanto a Mubarak quanto ai militari. Striscioni, canti e bandiere sono divenute il più efficace veicolo di espressione e di protesta. I loro cori si sono aggiunti alla colonna sonora della rivoluzione del 2011, che rovesciò Mubarak dopo un trentennio di presidenza. Pratici degli scontri con la polizia, gli ultras egiziani furono la forza d’urto che salvaguardò la rivolta; successivamente tennero a freno i militari. Come è potuto avvenire che tifoserie apolitiche divenissero garanti della rivoluzione? Perché gli ultras egiziani sono stati coinvolti nella primavera araba? Queste sono le ipotesi di lavoro a cui cerchiamo di dare risposta nel nostro articolo.

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Testo integrale

“Ultras Ahlawy march against police brutality”Visualizza l'immagine
Credits: by Hossam el-Hamalawy on Flickr

1. Orígenes del movimiento ultra en el Magreb y Oriente Medio

  • 1 En 1939 se creó la Torcida Uniformizada do São Paulo (TUSP) que, inicialmente, tomó el nombre de Gr (...)
  • 2 Lalić, Dražen, Torcida: Pogled iznutra, Zagreb, AGM, 1993; UTTON, Dominic, The Real Football Factor (...)

1El fenómeno de los grupos de hinchas radicales se remonta a mediados del siglo XX. En ese periodo aparecieron en Europa las agregaciones pioneras de aficionados que pretendían animar de una forma más activa. A pesar de la existencia de una incipiente torcida organizada brasileña desde finales de los años treinta1, no fue hasta octubre de 1950 cuando eclosionó la primera hinchada organizada en el viejo continente. Paradójicamente, dicha agrupación surgió en la extinta Yugoslavia y tomó el nombre de Torcida Split2.

  • 3 FERRERI, Andrea, Ultras i ribelli del calcio. Quarant’anni di antagonismo e passione, Lecce, Bepres (...)
  • 4 Al respecto ver GOVAERT, Serge, COMERON, Manuel, Foot & violence: politique, stades et hooligans: H (...)

2Ese mismo año, se formaron en Italia los Moschettieri Nerazzurri del Inter de Milán, precedente del movimiento ultra transalpino3. Una década después aparecieron grupos similares como la Fossa dei Leoni milanista en 1968 o los Boys del Inter el año siguiente. Pero no fue hasta 1969 cuando por primera vez estos jóvenes hinchas italianos emplearon la denominación ultra. Aquel año se crearon los pioneros Ultras Granata del Torino y Ultras Tito Cucchiaroni (UTC) de la Sampdoria. Desde entonces el estilo ultra se caracterizó por una forma de animar intensa y colorista que contrastaba con la tradicional pasividad del espectador adulto. Banderas, tambores, pancartas y botes de humo colmaron los fondos de los estadios. Con la extensión del fenómeno se extremaron las rivalidades y aparecieron los primeros episodios de violencia. Estos, reproducidos y magnificados por la prensa favorecieron la extensión del movimiento ultra4, que evolucionó en paralelo al llamado hooliganismo británico. Pero, mientras el estilo forjado en Italia se significó por sus vistosas coreografías (tifos) y la exhibición de símbolos identificativos del grupo, su homólogo inglés se significó por la primacía de la animación vocal y la ausencia de emblemas.

3A finales de los ochenta el fenómeno ultra se implantó también en el norte de África. En 1989 se fundaron los Ultras Dragon, la primera hinchada radical de Libia vinculada al club Al Ittihad de Trípoli. Sus promotores fueron jóvenes fans que habían asistido a partidos en estadios europeos y querían emular sus bulliciosas aficiones. Los radicales del conjunto libio fueron pioneros en el continente a pesar de su efímera trayectoria. Tan sólo dos semanas después de su concreción sus miembros padecieron la represión del régimen de Muamar el Gadafi. Para evitar que el grupo ultra se consolidara la mayoría de sus integrantes fueron encarcelados. La intervención policial acabó de raíz con el primer grupo ultra africano. Con el frente abierto a nivel internacional tras el atentado contra un avión de la compañía francesa UTA que estalló en pleno desierto del Níger, que se sumaba al ocurrido el 21 de diciembre de 1988 contra un avión de la Pan Am norteamericana que sobrevolaba la ciudad escocesa de Lockerbie y en el que murieron 270 personas, el líder libio no quería nuevos contratiempos.

  • 5 En el caso de Egipto fue crucial la estancia como estudiante de uno de los futuros fundadores de Ul (...)
  • 6 GIBRIL, Suzan, «Shifting spaces of contention. An Analysis of the Ultras’ mobilization in Revolutio (...)

4Sin embargo, a pesar de este primer intento fallido, el fenómeno ultra logró eclosionar finalmente en el Magreb una década después. Fue en el año 2000 cuando se gestaron los primeros grupos de hinchas radicales en Túnez. Sin duda su situación geográfica, próxima a la península itálica favoreció la adopción del modelo ultra transalpino. Muy pronto se implantó en países de su entorno como Egipto5, Marruecos o Argelia. Durante más de una década los ultras se expandieron como una alternativa a la rigidez de los regímenes locales. Así fue como las gradas de los estadios de fútbol, junto con las mezquitas, se convirtieron en los únicos espacios públicos de evasión y disidencia donde expresar su reprobación hacia el autoritarismo mediante tifos o cánticos. En los grupos ultras los jóvenes egipcios hallaron una vía que les permetía canalizar su descontento y evadirse de su frustrante cotidianeidad6.

2. Zamalek-al Ahly. Una rivalidad extrema

  • 7 Para una visión más amplia sobre las implicaciones socio políticas del fútbol ver aportaciones como (...)

5En Egipto, los grandes dominadores del fútbol son los dos principales conjuntos de la capital: Zamalek y Al-Ahly. Ambos representan visiones divergentes de la realidad social cairota y nacional. Mientras el Al Ahly se erigió en el club más admirado en los barrios populares y que cuenta con más seguidores en todo el país, su rival representaba sociológicamente antes del estallido de la Primavera árabe al régimen de Mubarak y a las clases acomodadas residentes en la zona más elitista de El Cairo, la isla de Gezira7.

  • 8 Al respecto, el color rojo que visten sus jugadores se inspiró en la bandera egipcia del momento – (...)
  • 9 Esta percepción simbólica tras la fundación de ambos conjuntos (Al Ahly como club nacional anticolo (...)
  • 10 Es habitual que las canciones que corean los ultras o los murales que confeccionan contengan refere (...)
  • 11 Ahl en árabe significa “pueblo” y la y final es igual al pronombre “mi”, por tanto podemos traducir (...)

6Desde su fundación, acaecida en 1907, el Al-Ahly se identificó con los partidarios de la descolonización puesto que la mayoría de sus primeros socios eran estudiantes anti británicos8, mientras que el Zamalek, creado en 1911, se vinculaba al poder colonial y la monarquía9. Así fue como el club se convirtió en el máximo representante del nacionalismo egipcio10 y explica porque cuenta con un inmenso apoyo popular, de ahí que sea conocido como “el equipo del pueblo”11.

  • 12 Ambos grupos se crearon en el año 2007 en un contexto de aumento de la insatisfacción social, no en (...)

7A pesar de esta enemistad tradicional en los últimos años la hostilidad entre los seguidores radicales del Al Ahly y el Zamalek – Ultras Ahlawy (UA07) y Ultras White Knights (UWK) respectivamente12 – se atenuó a partir del inicio de la Revolución del 25 de enero.

3. Un enemigo en común, las fuerzas de seguridad del Estado

8Pese a la extrema rivalidad que protagonizaban si algo tenían en común los hinchas era la aversión hacia la policía. Los controles y la estrategia represiva sobre el movimiento ultra desde su eclosión provocaron la respuesta en forma de enfrentamientos.

  • 13 GIBRIL, Suzan, op. cit., p. 12.
  • 14 ISMAIL, Salwa, «The Egyptian Revolution against the Police», in Social Research, 79, 2/2012, pp. 43 (...)

9La presencia policial era visible no solo en los estadios y sus aledaños. Con la excusa de una hipotética amenaza islamista13 desde hacia décadas el aparato del Estado se había desplegado para controlar a la población. Las prácticas abusivas (torturas, internamientos, identificaciones…)14 especialmente en los barrios populares generaron un rechazo generalizado hacia las mismas, sobretodo entre la juventud. Ello convergió con la animadversión del movimiento ultra a nivel internacional hacia las fuerzas del orden.

  • 15 Las melodías que usan los ultras egipcios en sus cánticos tienen un origen diverso, desde aquellas (...)
  • 16 All Cops Are Bastards (Todos los policías son unos bastardos), un acrónimo de uso común en los círc (...)
  • 17 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 39.

10En los últimos campeonatos de liga los enfrentamientos entre ultras y policias se saldaron con diversos detenidos. Las intimidaciones, los abusos verbales degradantes y las confiscaciones de material pirotécnico y pancartas fueron el detonante. Otra práctica habitual era efectuar detenciones «preventivas» de los líderes ultras antes de los encuentros que provocaron cánticos15 contra la policía y la aparición de murales con el acrónimo ACAB16. Por su parte, las fuerzas de seguridad desacreditaban a los ultras definiéndolos como «jóvenes desviados que cometen actos ilegales»17.

  • 18 Ibidem, p. 95.
  • 19 MEDHAT ENNARAH, Karim, «The Ultras Ahlawy. Football, Violence and the Quest for Justice», in The Ce (...)

11Uno de los primeros altercados ocurrió en 2008 durante el partido Al Ahly - Al-Ismaily cuando la policía trató de requisar banderas y pancartas a los ultras locales. Los enfrentamientos acabaron con diversos detenidos. Ese mismo año, hechos similares derivaron en cargas policiales en las calles adyacentes al estadio en el que el Al Ahly se enfrentaba al Itihad Shorta. Los choques entre ultras y fuerzas del orden prosiguieron en los años sucesivos. En junio del 2010, con motivo del encuentro que enfrentaba al Al Ahly contra el Kafr El Sheikh Sporting Club, los ultras cairotas se pelearon con la policía tras cantar «Témenos, gobierno/ Esta noche estamos decididos/ El público del Al Ahly prenderá fuego/ Que se joda el oficial y el suboficial»18. Cuando los miembros de las Fuerzas de la Seguridad Central (CSF) comenzaron a golpear a los aficionados estos les lanzaron bengalas. Como respuesta a la represión los hinchas decidieron no asistir a ningún encuentro durante tres meses. Como apunta Karim Medhat Ennarah, miembro de la Unidad de Investigación de Derecho y Sociedad de la Universidad Americana de El Cairo (AUC), «una cultura de orgullo por la resistencia a la policía creció entre los ultras»19.

  • 20 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 95.

12A partir de entonces los incidentes así como los cánticos contra el «aparato represor del Estado» fueron habituales en las gradas20. En realidad, tras los altercados se ocultaba la voluntad de defender el derecho a divertirse libremente y controlar un espacio – el estadio – con una elevada carga simbólica tanto para los ultras, que lo percibían como su hábitat natural (territorialidad), como para las fuerzas del orden que lo entendían como un foco potencial de disidencia (autoritarismo).

  • 21 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 18; JERZAK, Connor T., op. cit., p. 241; GIBRIL, Suzan, op. cit., p. 13
  • 22 El activista Muhammad Waked apunta como el proceso de politización de los ultras se inició en 2010, (...)
  • 23 ISMAIL, Salwa, op. cit., p. 445.

13Gracias a esta creciente espiral, los ultras obtuvieron una experiencia en luchas callejeras que durante la Revolución egipcia seria determinante. A partir de ese momento se produjo una progresiva toma de consciencia de los hinchas, focalizada en torno al antiautoritarismo21, fundamental para comprender la cristalización de una incipiente politización en clave antirepresiva y antigubernamental. Antes del estallido revolucionario, por tanto, las acciones contra la policía carecían de pósito ideológico, únicamente se inserían en la cohesión grupal ante una amenaza externa y la exacerbación de la masculinidad propia del movimiento ultra, algo que cambió a partir de la Revolución de enero de 201122. A modo de ejemplo, en los primeros días de la misma fueron incendiadas 99 comisarias y liberados diversos detenidos. La mayoría de los asaltos se produjeron en barrios populares de la capital, como Helwan, Bab al-Shi’riya, Bulaq al-Dakrur o al-Gammaliyya y en ciudades como Alejandría23.

4. El estadio como espacio de disidencia

  • 24 GOLDBLATT, David, The Ball is Round. A Global History of Soccer, New York, Riverhead books, 2006, p (...)
  • 25 ISKANDAR, Adel, «Geddo and mesianic Football», in Egypt Independent, 4 de agosto 2010.
  • 26 Las coreografías realizadas por los ultras no se circunscriben únicamente al ámbito deportivo, sino (...)
  • 27 Ibidem, pp. 4-5.

14Durante la década de los setenta, la sociedad egipcia fue testigo de un proceso de substitución que culminó con el fútbol desplazando a la política de la vida ciudadana e, incluso, otorgando estabilidad al gobierno. Así lo afirman entre otros David Goldblatt24, cuando describe como el fútbol egipcio se convirtió en un espacio de expresión y emoción en una sociedad policial donde los espectadores liberan sus frustraciones, o Mohammed Tawfik25, autor de la monografía Masr Bitil’ab (Egipto está jugando), cuando describe los primeros años de vida del Al Ahly. Este proceso de despolitización de la sociedad egipcia incidió sobremanera en la juventud. Según Tawfik, la indiferencia de los jóvenes por la política fue inversamente proporcional al aumento del fanatismo de los seguidores de fútbol. Por tanto, podemos establecer un paralelismo entre la aparición de los primeros grupos ultras y el desinterés por política por parte de la juventud egipcia. No es de extrañar que muchos de ellos se declararan apolíticos, aunque paradójicamente luego desempeñaran funciones cruciales en las movilizaciones contra Mubarak, pese a que las mismas fueron percibidas por los hinchas como acciones contra la represión policial y gubernamental, sin vínculo con las demandas de democratización de la militancia más ideologizada. De hecho, hasta la Revolución del 25 de Enero, los ultras tan solo manifestaron fervor nacionalista y mostraron puntualmente – mediante la exhibición de tifos26 – su solidaridad con la causa palestina y una actitud de desafección hacia la clase política27.

  • 28 Ibidem, p. 5.

15En un país controlado por el ‘mujabarat’ (el aparato de inteligencia de los cuerpos de seguridad del Estado), el fútbol se convirtió en uno de los pocos eventos públicos que sortearon el control gubernamental. El Estado vigilaba a los grupos estudiantiles, los sindicatos y las universidades impidiendo la organización de la disidencia, por ello los estadios se convirtieron en uno de los escasos lugares en los que los jóvenes podían rehuir dicho dominio. La eclosión del fenómeno ultra, por tanto, preocupó sobremanera a las autoridades. Grupos de jóvenes compartían durante horas un lugar en común de forma autónoma. Pronto las fuerzas de seguridad les intimidaron por miedo a que el movimiento se articulara políticamente y se convirtiera en una amenaza para el Estado28.

  • 29 BLOOMFIELD, Steve, Africa United. How Football Explains Africa, Edinburgh, Canongate, 2010, pp. 27- (...)
  • 30 JERZAK, Connor T., op. cit., p. 245.

16El régimen entendía el fútbol, únicamente, como un medio para explotar sus éxitos y aumentar su popularidad. No en vano Mubarak había capitalizado en distintas ocasiones los triunfos de la selección nacional y los clubes cairotas29. Una instrumentalización que permitía cohesionar una población que sufría estrecheces, proyectaba una imagen de eficiencia del régimen y alejaba a los jóvenes de la actividad política30.

5. Las fuerzas de choque de la revolución

  • 31 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 71.

17Los ultras desempeñaron un papel muy activo en las movilizaciones anti-Mubarak junto a trabajadores, estudiantes e islamistas. Sin embargo, los propios hinchas revelan como iniciaron la revolución “antes de que esta comenzara” cuando se enfrentaron, como hemos mencionado, a las fuerzas de seguridad en los estadios31. Para ellos desafiar a la autoridad era toda una transgresión en Egipto.

18Tan solo dos días antes del estallido de la revuelta, Al Ahly y Al-Maqassa se enfrentaron en El Cairo. Los ultras locales volvieron a exhibir su pancarta, tras nueve meses de prohibición. Cuando la policía trató de confiscarla se iniciaron los altercados. Algunos de los hinchas detenidos serian liberados, precisamente, dos días después, coincidiendo con el inicio de las movilizaciones.

  • 32 GIBRIL, Suzan, op. cit., pp. 7-11.
  • 33 Fundado en el 2008 como plataforma de apoyo a la huelga convocada el 6 de abril de aquel año por lo (...)

19No obstante, las convocatorias que confluyeron en la plaza Tahrir – paradójicamente la jornada en que anualmente se celebraba el denominado Día de la Policía – para protestar contra la represión partieron de grupos opositores como Jóvenes por la justicia y la libertad, la Coalición de la juventud para la revolución, el Movimiento popular democrático por el cambio, Socialistas revolucionarios, Kefaya32 o, el más relevante de ellos, el Movimiento Joven 6 de Abril33, que contaron con el apoyo de formaciones como el Partido Ghad El-Thawra, Karama, el Partido Wafd, el Frente Democrático o los Hermanos Musulmanes. Las demandas de los manifestantes incluían la dimisión del Ministro del Interior, acabar con la corrupción del régimen, poner fin a la Ley de emergencia y limitar los mandatos presidenciales. Las protestas se concibieron pacíficas aunque la contundencia policial provocó que derivaran en enfrentamientos violentos. Fue en este contexto agresivo en el que los ultras cobraron protagonismo.

  • 34 Según el antropólogo Carl Rommel la mayor implicación de UWK en las protestas se inició a raíz de l (...)
  • 35 DE WAELE, Jean-Michel, GIBRIL, Suzan, GLORIOZOVA, Ekaterina, SPAAIJ, Ramon et al., op. cit., p. 359 (...)
  • 36 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit, p. 30.
  • 37 BASHEER, Mohamed Gamal, Kitab al-Ultras, El Cairo, Cairo Dar Dawn, 2011.

20A pesar de que, inicialmente, desde sus redes sociales tanto los ultras del Al Ahly como los del Zamalek explicitaron que no secundaban como grupo oficialmente las convocatorias, si que otorgaron libertad de acción para que sus miembros, a título personal, asistieran a la manifestación. A raíz de la represión gubernamental34, un cada vez mayor número de ultras decidieron tomar parte en las movilizaciones para proteger a los manifestantes35, algo que otorgó una excepcional popularidad a un movimiento hasta entonces denostado. Muchos de ellos afirmaron que su participación en la Revolución estaba motivada por el nacionalismo, no por la política: «los ultras no somos un grupo político […] Creemos en los principios de la revolución como todos los que participaron. Somos gente de fútbol […] Participamos para defender nuestra libertad y dignidad»36. Por su parte, Mohamed Gamal Basheer Gemyhood, antiguo líder de los UWK y autor del libro Ultras, opina que la implicación de los hinchas en la Revolución tuvo que ver con la enemistad previa que mantenían con el Ministerio del Interior37.

  • 38 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 26.
  • 39 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 74.
  • 40 Los ultras formaron pequeños grupos que actuaron en la primera línea de los enfrentamientos lideran (...)
  • 41 En la misma, titulada en árabe “Mish nasyyin al-Tahrir”, los ultras corean “no nos comportaremos se (...)
  • 42 Durante la misma, los ultras se enfrentaron a los baltagiyya (matones), partidarios de Mubarak, muc (...)

21Más allá de las razones apuntadas, lo cierto es que las detenciones de algunos de sus líderes y el fallecimiento de los primeros ultras producto de la represión38 provocaron que, finalmente, los seguidores radicales se sumaran masivamente a las protestas. Fue entonces cuando fueron claramente visibles por la cantidad de hinchas que asistieron a las movilizaciones, como también por la recreación de sus propios rituales (aplausos acompasados), la exhibición de iconografía futbolística y sus habituales cánticos. La antropóloga Dalia Abd El Hameed, apunta como los ultras introdujeron en las masas revolucionarias lo que define como “técnicas de resistencia carnavalesca”, entre las que incluye el uso de trompetas, silbatos y grandes banderas39, aunque también aportaron tácticas de guerrilla callejera40. En los encuentros jugados a posteriori los hinchas entonaron canciones como “Libertad” (Ultras Ahlawy) o “No olvidamos Tahrir, hijos de puta” (UWK)41 en las que insultaban a los policías y recordaban como les habían derrotado el 28 de enero durante la denominada Batalla del Camello42.

  • 43 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 29.
  • 44 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit. p. 75.

22Además, su participación en los enfrentamientos contra las fuerzas del orden que trataban de disolver las protestas propició que la ciudadanía abandonara la cultura del miedo que el régimen había impuesto desde hacia décadas. La implicación de los ultras en la Revolución les otorgó un nuevo estatus ante una población que, hasta entonces, únicamente los percibía como meros maleantes. El hecho de situarse en primera línea para proteger al resto de manifestantes modificó dicha visión y les otorgó prestigio43. Desde entonces los ultras dejaron de ser los gamberros violentos de los estadios para erigirse en garantes de las protestas contra el régimen. Así fue como pasaron de la criminalización a la mitificación. A posteriori, incluso se reinvidicaron como «el escudo de la Revolución»44.

  • 45 GIBRIL, Suzan, op. cit., p. 6.
  • 46 Los ultras presentes en Tahrir se distribuyeron las tareas defensivas, de este modo había hinchas e (...)

23La suspensión indefinida por parte de la Asociación Egipcia de Fútbol (EFA) de la liga y el partido Egipto- Estados Unidos hasta que las protestas fueran sofocadas provocó que la movilización de los ultras se trasladara de las gradas al centro urbano de El Cairo y sus barrios adyacentes. Las calles se convirtieron en el último reducto en el que los ultras pudieron expresar su descontento y los agravios sufridos45. Durante las protestas ejercieron de servicio de orden, controlando accesos, evitando pillajes e incluso se les pudo ver festejando la marcha de Mubarak mientras blandían bengalas. También aplicaron tácticas de guerrilla urbana para enfrentarse a la policía (resistir el lanzamiento de gases lacrimógenos, cubrirse el rostro para evitar identificaciones, rotar la primera línea defensiva para eludir el cansancio o evitar estampidas para que no cundiera el pánico)46.

  • 47 En los primeros días de la Revolución gradas y muros fueron usados para mandar mensajes de unidad a (...)
  • 48 Sobre la construcción de un discurso de martirio vinculado a los ultras fallecidos en las movilizac (...)
  • 49 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 74; CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 115.
  • 50 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 125.

24Con los estadios cerrados, el espacio público se convirtió en el nuevo hábitat de los ultras. A partir de entonces sus murales y grafittis proliferaron concediendo visibilidad a la politización incipiente del movimiento47. Entre ellos se encontraban los situados en la calle Mohamed Mahmoud que recordaban a los «mártires de la Revolución», hinchas que perecieron durante los enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales, como por ejemplo el dedicado a la memoria de Hussein Taha, miembro de las UWK fallecido en los disturbios ocurridos el 28 de enero de 201148. Preciamente, fueron los ultras quienes introdujeron en las marchas y manifestaciones las pancartas alusivas a los “mártires” que pasaron a engrosar la iconografía revolucionaria y convertirse en un elemento relevante en las coreografías en las gradas, con eslóganes como “74 Never Forget” (en alusión a los fallecidos en Port Said)49 o cánticos en los que rememoraban sus nombres y prometían hacer justicia50.

  • 51 Compuesta por el cantante egipcio Sheikh Imam, fue publicada originalmente bajo el título “Sharaft (...)

25Estas canciones que entonaban los ultras se popularizaron hasta el punto de ser coreadas por la mayoría de manifestantes. Entre ellas destacó Ya Ghurab Ya M’ashish guwwa baytna (El cuervo que anida en nuestros hogares), un himno creado por los ultras del Al Ahly que hace referencia a la policia: «Oh cuervo en el nido/ siempre suspendía en secundaria con suerte sacó un cinco pelado/ no pasa nada […] estás en nuestras casas/ ¿porque destruyes nuestras vidas?/ No viviremos como tu quieres/ no queremos verte más/ falsifica, falsifica las pruebas/ en los casos como es costumbre en la policía/ Nos acusan de terrorismo internacional/ por llevar bengalas y animar al Al Ahly»51. Tras el estallido revolucionario las alusiones e insultos a Mubarak y Habib el Adly, el Ministro del Interior, fueron comunes en los cánticos de los hinchas.

26Su presencia fue destacada en los enfrentamientos del 27 y 28 de enero de 2011 acaecidos ante el Ministerio del Interior, en la citada Batalla del Camello (2 de febrero de 2011), en los choques de Mahmoud Street (18 noviembre de 2011), en el asalto a la embajada de Israel (9 de septiembre de 2011) o en los llamados sucesos del Gabinete (16 de diciembre de 2011) que comportaron la declaración del Estado de alerta por parte del Ejército.

  • 52 El mismo no fue derogado hasta el 25 de enero de 2012, justo un año después del inicio del proceso (...)

27Tras la renuncia de Mubarak, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (SCAF) liderado por el mariscal Mohamed Tantawi se autoerigió en garante de una transición que debía llevar al país en seis meses a celebrar elecciones democráticas. Una vez en el poder el Ejército trató de demorar la convocatoria de los comicios mientras los avances logrados eran revertidos. El autoritarismo que la Revolución creía haber desterrado volvió con más fuerza de la mano de los militares. Buena parte de la población mostró su descontento y frustración. Los manifestantes pasaron a ser estigmatizados y criminalizados, en un intento encaminado a deslegitimar las protestas y justificar la instauración del estado de emergencia52.

28Los cambios también afectaron al fútbol egipcio. Desde el mes de abril, coincidiendo con el retorno de las fuerzas de seguridad a los estadios, la calma tensa existente empezó a mudar, como se evidenció en septiembre de 2011 cuando hinchas y policías se enfrenton causando 130 heridos.

6. La tragedia de Port Said. Un punto de inflexión

  • 53 GIBRIL, Suzan, op. cit., p. 11.

29Los hechos acaecidos el 1 de febrero de 2012, conocidos popularmente como la Masacre de Port Said en la que murieron 72 ultras del Al Ahly, fueron sin duda un punto de inflexión. A partir de entonces la implicación de los ultras en las movilizaciones fue más indudable debido a su petición de justicia para los fallecidos y el cierre de los estadios que provocó que trasladaran sus reivindicaciones al espacio público53.

  • 54 DORSEY, James, op. cit., p. 79.
  • 55 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 36.

30La tragedia se produjo cuando durante el encuentro Al Masry - Al Ahly decenas de hinchas locales armados cruzaron el terreno de juego, ante la pasividad de la policía, para agredir a los ultras cairotas que se hallaban en el otro extremo del estadio. El bloqueo de las puertas de salida agravó la estampida que se produjo tras la carga. Decenas de ultras murieron atrapados cuando trataban de huir54. El episodio, que provocó la suspensión del campeonato de liga, trascendió la rivalidad que mantenían los clubes de las principales ciudades del Canal de Suez con los de la capital55.

  • 56 Ibidem, p. 44.
  • 57 JERZAK, Connor T., op. cit., p. 252.

31La animadversión de los ultras hacia las fuerzas de seguridad se acrecentó, puesto que les consideraban complices de lo sucedido56. Los seguidores percibieron la tragedia como una venganza por su implicación en la Revolución57.

  • 58 La suspensión del torneo provocó que los ultras trasladaran su activismo de los estadios a las call (...)
  • 59 «En Port Said, las víctimas vieron la traición antes de morir/ vieron un régimen que solo lleva el (...)
  • 60 Como evidenciaron los murales con el lema “Brotherhood in blood” (Hermandad en la sangre) que pobla (...)

32La inacción judicial posterior, provocó de nuevo la movilización de los ultras del Al Alhy temerosos de que los policías e hinchas involucrados fueran exonerados. Desde ese momento se prodigaron las acciones en demanda de justicia, como la sentada que llevaron a cabo durante dos semanas ante la Asamblea del Pueblo, la cámara baja egipcia58. En estas movilizaciones corearon, entre insultos a la policía y el ejército, eslóganes como «Ministerio del Interior matones» y «El matón con el escudo y el palo, se llama a sí mismo gobierno», junto a canciones como «Oh, Consejo de bastardos»59. Además se organizaron movilizaciones exigiendo la dimisión del Ministro del Interior, purgar el consejo de ministros, disolver el SCAF y devolver el poder a las autoridades civiles, así como actos de homenaje ante los domicilios de las familias de los «mártires». Es relevante al respecto como, con el objetivo de reivindicar los derechos de los hinchas fallecidos, los Ultras Ahlawy y los Ultras White Knights aunaron sus fuerzas60, algo poco habitual en el movimiento ultra en el que prima la rivalidad. Con ello también pretendían presionar para impedir que la liga se reanudara antes de conocerse el veredicto, algo que topaba con los intereses de Federación, clubes y cadenas de televisión. Finalmente, los ultras concluyeron sus protestas en abril tras haber logrado sus metas. Sin embargo, cuando se retomó la competición un decreto ministerial prohibió el acceso de público a los estadios. La medida disgustó a los hinchas y comportó nuevas movilizaciones. El hecho que los revolucionarios no se sumaran a sus demandas resquebrajó la unidad de acción y la solidaridad previas. Los hinchas se sintieron utilizados e ignorados. Por ello, a partir de entonces, decidieron circunscribir su actividad futura al ámbito deportivo y abandonar la arena politica.

  • 61 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 67; LINN, Nicholas y CRANE LYNN, Emily, «An Underground Army Challenges (...)
  • 62 El grupo creció exponencialmente tras la represión de una sentada organizada por los Hermanos Musul (...)

33No obstante, algunos ultras del Al-Ahly y el Zamalek a finales del año 2012 se agruparon bajo el nombre Ultras Nahdawy, un grupo de fans politizados creado con el objetivo de restaurar el gobierno de los Hermanos Musulmanes elegido democráticamente y apoyar actos de protesta en los campus universitarios61. Su irrupción quebrantó el tradicional apoliticismo que hasta entonces había caracterizado a las hinchadas radicales62.

7. Golpe de Estado contra Morsi. No más política

  • 63 «Al Ahly- Tusker 07.04.2013», in Ultrastifo.net, 9 de abril 2013, URL: ultras-tifo.net/photo-news/ (...)

34Tras un año de ausencia desde la masacre de Port Said, el 7 de abril de 2013 los Ultras Ahlawy volvieron a las gradas para animar a su equipo con motivo de la disputa de un partido de la CAF Champions League que enfrentó al Al Ahly contra el Tusker FC de Kenya. Para la ocasión, los hinchas egipcios idearon una coreografia con los eslóganes “nunca olvides” y “nunca perdones” junto a unos banderones en los que aparecía caricaturizado el mariscal Tantawi ante un ultra encapuchado que sostenía una pancarta con el lema “No SCAF”. Se daba la circunstancia que poco antes los miltares habían tiroteado a un ultra, hecho que suscitó la reacción del grupo en forma de cánticos y tifos de denuncia en los partidos sucesivos. Los ultras también mostraron otra coreografia en la que aparecían parodiados como perros rabiosos un policía, un hincha del Al Masry y un militar. En el mismo partido, los seguidores radicales desplegaron otros dos tifos, uno contenía dos pancartas mensaje con el lema “Una historia llena de patriotismo y lucha escrita por leyendas y continuada con 74 mártires”, acompañada por otro en el que aparecían diversas figuras legendarias del club que se signifcaron durante la ocupación británica, junto a monumentos históricos de la ciudad. En el minuto 8 se exhibió otro tifo con la leyenda “Hogar de la lucha” y en su reverso “Gloria a los mártires”63.

35La dimisión de Mubarak tras más de tres semanas de protestas abrió un periodo de incertidumbre alrededor de como el ejército gestionaría la crisis institucional derivada. Mientras las revueltas se extendieron a cada vez más estados de la zona, como Bahréin, Yemen o Irán, los militares asumieron el poder en Egipto. La ciudadanía seguía esperando si la marcha del rais se traduciría en  cambios reales en materia económica y una mayor democratización.

36Las elecciones ganadas por los islamistas en 2012, que auparon a la presidencia a Mohamed Morsi, pronto quedaron en un simple espejismo cuando, de nuevo, un golpe militar finiquitó el proceso de transición iniciado tras la renuncia de Mubarak.

37Los ultras, cada vez más alejados de las demandas políticas, volvieron a sufrir la represión del Estado. Los militares seguían viéndolos como una amenaza. Las persecuciones volvieron a cernirse sobre los hinchas, como reflejaron en canciones como Hekayetna (Nuestra Historia), coreada por los Ultras Alhawy:

  • 64 DORSEY, James, The Turbulent World of Middle East Soccer, cit., p. 25.

Cuando llegamos, el fútbol estaba lleno de mentiras y engaños/ era una distracción, una máscara para la autoridad/ intentan pulirlo y convertirlo en la preocupación del país/ olvidaron el estadio lleno de miles de personas/ tratan de matar la idea y la injusticia está en todas partes/ Nunca olvidaré tu pasado [en referencia al general Abdel Fattah Al-Sisi], Somos los esclavos del régimen/ Y cuando la revolución estalló, tomamos las calles en todo el país/ morimos por la libertad y la caída de las cabezas corruptas/ aun no hemos terminado, ya que el régimen sigue pateando/ la policía del régimen perros e injusticia por todas partes/ mata más la revolución, la palabra libertad te vuelve loco64.

8. Declive bajo el régimen de Al-Sisi

  • 65 Entre los años 2011 y 2017 fueron detenidos más de 250 ultras en el país. GAWAD, Ahmed Abdel, «Zama (...)

38En la primera jornada, tras la suspensión en febrero de 2015, en la que se permitió a los hinchas volver a ocupar las gradas ocurrió una nueva tragedia en la que 22 ultras del Zamalek perdieron la vida. El origen del suceso fue una estampida provocada por el lanzamiento de gas por parte de la policía cuando pretendía dispersar a la muchedumbre que se agolpaba a las puertas del Air Defence Stadium. La prohibición fue inmediatamente restaurada. Tres meses más tarde un tribunal egipcio solicitó que los grupos ultras fueran incluidos en la relación de organizaciones terroristas65.

  • 66 DORSEY, James, The Turbulent World of Middle East Soccer, cit., pp. 85-86.

39La represión ejercida por los militares provocó la radicalización de los hinchas más jóvenes, que incluso llegaron a disputar el poder interno a los veteranos. Algo especialmente visible en la guerra abierta que mantuvieron los hinchas con el presidente del Zamalek, Mortada Mansour, al que los ultras denominaron «perro del régimen»66.

  • 67 En el año 2016 Al-Sisi llegó a proponer dialogar con los grupos ultras, pero más allá del ofrecimie (...)
  • 68 En el mismo, los ultras locales corearon en diversas fases del partido lemas como “Libertad, libert (...)
  • 69 «The End of the Ultras Era in Egypt», in Fanack, 15 de julio 2018.
  • 70 Dichas reivindicaciones fueron expuestas en las negociaciones secretas que el abogado de los ultras (...)
  • 71 Ibidem, p. 203.
  • 72 «Zamalek’s Ultras group disbanded by members», in Ahram, 28 de mayo 2018.

40La presión a la que Al-Sisi67 sometió a los hinchas provocó la disolución en el 2018 tanto de los Ultras Alhawy como de los Ultras White Knights. Los primeros anunciaron públicamente el cese de sus actividades de forma indefinida el 23 de abril tras la detención de una veintena de sus miembros al enfrentarse con la policía durante un partido de la CAF Champions League frente al CF Mounana de Gabon68. Aquellos que participaron en los hechos fueron acusados de incitar a la violencia. Todo ello precipitó que el 16 de mayo oficializaran su disolución para «preservar la integridad de sus miembros»69. Una decisión que no fue unánime y que se acordó como gesto de buena voluntad a la espera que facilitara la excarceración de sus compañeros y se volviera a permitir el acceso de los fans a los estadios70. En esta misma línea, se optó por tratar de llegar a algún tipo de reconciliación con las autoridades, como explicita la exoneración de las fuerzas del orden respecto a la masacre de Port Said que recoge su comunicado de disolución71. Poco más de una semana más tarde sus homólogos del Zamalek hicieron lo propio, publicitando que también disolvían el grupo para «respetar el Estado de derecho»72.

9. De maleantes a héroes. La concreción del mito ultra

41Como hemos expuesto los hinchas egipcios no destacaban, antes de la Primavera árabe, por su pocionamiento político. De hecho, inicialmente, incluso rehusaron vincularse a la Revolución de forma concluyente pese a desafiar a las autoridades en la disputa del control del espacio público. Su existencia, de facto, era un acto resistencial frente a un régimen autoritario que trataba de ejercer un control férreo sobre la población y evitar cualquier atisbo de disidencia.

  • 73 Durante y después de la Revolución los cánticos de los ultras se convirtieron en abiertamente polít (...)

42En referencia al proceso que favoreció la «politización» de los ultras73, este vino dado por la relación hostil que mantenían con las fuerzas del orden. Los abusos policiales, las detenciones arbitrarias y la violencia que padecieron propició la gestación de un pósito antiautoritario que eclosionó, definitivamente, durante el estallido de las protestas en enero de 2011. El mismo, sumado al sentimiento nacionalista de los seguidores provocó que, pese a mantenerse oficialmente al margen, estos se acabaran implicando en el proceso que comportó el derrocamiento de Mubarak.

  • 74 Según el politólogo Ashraf El- Sherif, los ultras aportaron a la Revolución egipcia dinamismo, posi (...)
  • 75 Un distanciamiento que se explica por la percepción negativa que los ultras tenían del gobierno pre (...)

43Su destacado protagonismo en los enfrentamientos contra las fuerzas del orden les granjeó las simpatías de una población que hasta entonces recelaba de ellos74. La muerte de diversos ultras, proclamados «mártires», acabó por amplificar su rol en los sucesos. Ello conllevó la concreción del mito que les identificaba como garantes del proceso revolucionario. Sin embargo, en 2013 las fuerzas políticas que reclamaban la democratización de Egipto acusaron a los ultras de preocuparse únicamente por la represión derivada de la masacre de Port Said. Un desencuentro que fue palpable en la ausencia de hinchas en las protestas masivas previas a la deposición de Morsi por parte del Ejército que tuvo lugar el 3 de julio de ese mismo año75.

  • 76 A partir de los sucesos de Port Said el martirio pasó a ser un tema central en el activismo de los (...)

44Lo cierto es que desde los sucesos de Port Said y el enfrentamiento que mantuvieron con el Estado en sus demandas de justicia para los mártires, la represión provocó que los ultras se reposicionaran y limitaran su ámbito de actuación a aquello que afectase únicamente al movimiento ultra. Así fue como se distanciaron progresivamente de las reivindicaciones políticas focalizando su actividad en la petición de justicia para sus compañeros fallecidos en Port Said76. Los motivos fueron diversos: frustración por el cambio anhelado que no acabó de concretarse pese al sacrificio que había supuesto para muchos de ellos, presión policial extrema o un recambio generacional más interesado por la fascinación del mito ultra que poco tenia que ver con la mentalidad de sus antecesores. Un cúmulo de factores que acabó radicalizando y, a su vez, desgastando enormemente a los ultras cairotas.

45Además, el hecho de pasar del anonimato a una extrema visibilidad conllevó, paradójicamente pese al exhibicionismo que les caracteriza, que los ultras decidieran volver a su habitat natural (fútbol, estadio, grada) y abandonaran las manifestaciones de signo politico. Un repliegue, provocado por la represión del Estado, que suscitó las citadas críticas de los sectores más militantes.

46Aunque se alejaron de la política, la coerción de los militares acabó provocando la disolución de los dos grandes grupos ultras del país. Una medida extrema con la que pretendían paliar la situación de sus compañeros encarcelados y propiciar su vuelta a los estadios.

47En síntesis, la participación de los ultras egipcios en la Primavera árabe no se sustentó en su ideologización sino en el pósito antiautoritario gestado previamente. En este sentido, los enfrentamientos con la policía fueron cruciales para comprender su posterior implicación en la Revolución. Los ultras únicamente tomaron partido para preservar sus derechos, tanto civiles (demanda de libertad y democracia), como los que entendían inherentes a su ámbito de actuación (fin de la represión en los estadios, derecho a animar, uso de pirotecnia sin restricciones). Es por ello que no tomaron partido, mayoritariamente, por ninguna organización política. Mediante sus movilizaciones, cánticos y tifos desafiaron a Mubarak, Morsi y Al-Sisi. Tanto a la policía, como al Ejército. Sin embargo, los juicios y encarcelamientos a que fueron sometidos forzaron un cambio de estrategia, consistente en las mencionadas disoluciones. Pese a su formal desaparición, los ultras han pervivido como los héroes que se enfrentaron al régimen e hicieron posible su caída. Sus canciones, murales y pancartas forman parte, junto a su combatividad, del imaginario popular egipcio que generó la Revolución.

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Note

1 En 1939 se creó la Torcida Uniformizada do São Paulo (TUSP) que, inicialmente, tomó el nombre de Grêmio São-Paulino. Un año más tarde apareció la primera torcida organizada en el estado de Rio Grande do Sul ligada al Sport Club Internacional y, ya en 1942, se gestó la Charanga Rubro-negra del Clube de Regatas do Flamengo. Sobre el fenómeno de las hinchadas brasileñas ver TOLEDO, Luiz Henrique, Torcidas Organizadas de Futebol, Campinas, Editora Autores Associados, 1996; SANTOS, Tarcyanie Cajueiro, Dos espetáculos de massa às torcidas organizadas. Paixão, rito e magia no futebol, São Paulo, Anna Blume, 2004.

2 Lalić, Dražen, Torcida: Pogled iznutra, Zagreb, AGM, 1993; UTTON, Dominic, The Real Football Factories, London, John Blake Publishing, 2008, p. 9.

3 FERRERI, Andrea, Ultras i ribelli del calcio. Quarant’anni di antagonismo e passione, Lecce, Bepress, 2008, p. 13.

4 Al respecto ver GOVAERT, Serge, COMERON, Manuel, Foot & violence: politique, stades et hooligans: Heysel 85, Bruxelles, De Boeck Université, 1995; RIMÉ, Bernard (dir.), Elements pour l’analyse des evenements du Heysel survenus le 29 mai 1985 a Bruxelles, Louvaine, Louvaine-La-Neuve, 1985; CAREMANI, Francesco, La verità sull’Heysel. Cronaca di una strage annunciata, Bologna, Libri di Sport, 2003.

5 En el caso de Egipto fue crucial la estancia como estudiante de uno de los futuros fundadores de Ultras Alhawy en la Universidad de Bolonia (Italia), hecho que le permitió asistir a los partidos del conjunto local y conocer de primera mano el movimiento ultra. CLOSE, Ronnie, Cairo’s Ultras. Resistance and Revolution in Egypt’s Football Culture, New York, AUC Press, 2019, p. 17.

6 GIBRIL, Suzan, «Shifting spaces of contention. An Analysis of the Ultras’ mobilization in Revolutionary Egypt», in European Journal of Turkish Studies, 26, 2018, pp. 1-32, p. 7.

7 Para una visión más amplia sobre las implicaciones socio políticas del fútbol ver aportaciones como las de GIULIANOTTI, Richard, WILLIAMS, John, Game without Frontiers: Football, Identity and Modernity, New York, Routledge, 2017; ARMSTRONG, Gary, GIULIANOTTI, Richard, Football Culture Identities, London, Palgrave Macmillan, 1999; BAR-ON, Tamir, Beyond Soccer. International Relations and Politics. As Seen through the Beautiful Game, Lanham, Rowman & Littlefield, 2017; BONIFACE, Pascal, La terre est ronde comme un ballon. Géopolitique du football, Paris, Éditions du Seuil, 2002; GOLDBLATT, David, The Age of Football: The Global Game in the Twenty-first Century, London, Macmillan, 2019.

8 Al respecto, el color rojo que visten sus jugadores se inspiró en la bandera egipcia del momento – en pleno Jedivato de Egipto liderado por Abbas II Hilmi – que presentaba tres medias lunas y sendas estrellas blancas sobre fondo rojo.

9 Esta percepción simbólica tras la fundación de ambos conjuntos (Al Ahly como club nacional anticolonial y Zamalek como equipo de las elites pro británico) ha pervivido en las coreografías realizadas por los hinchas, como la organizada por los ultras del Al Ahly bajo el lema “La papelera de la historia” en referencia a sus rivales. DORSEY, James, The Turbulent World of Middle East Soccer, London, Hurst, 2016, p. 31.

10 Es habitual que las canciones que corean los ultras o los murales que confeccionan contengan referencias a esta historia resistente del club, alabando por ejemplo a figuras como el fundador Omar Lofty o al primer presidente de honor, Saad Zaghloul, líder del partido nacionalista Wafd. También se refleja en sus tifos, como el realizado el 26 de octubre de 2007 por los Ultras Ahlawy consistente en un cubregrada en el que aparecían perfilados diversos monumentos característicos del país, como las pirámides de Gizeh o la Mezquita de Alabastro, junto al lema “We are Egypt” (Somos Egipto). DUNMORE, Tom, «First Person Ultra: Ultras Alhawy, Egypt», in Pitch Invasion, 2007, URL: < http://pitchinvasion.net/blog/2011/11/27/first-person-ultra-ultras-alhawy-egypt/ > [consultado el 26 de octubre 2013].

11 Ahl en árabe significa “pueblo” y la y final es igual al pronombre “mi”, por tanto podemos traducir el nombre del club com “mi pueblo”. ABD EL HAMEED, Dalia, Ultras Alhawy and the Spectacle: Subjects, Resistance and Organized Football Fandom in Egypt, Tesis de máster en antropología, El Cairo, American University in Cairo, 2015, p. 23.

12 Ambos grupos se crearon en el año 2007 en un contexto de aumento de la insatisfacción social, no en vano sus integrantes — pese a su extracción transversal — eran mayoritariamente jóvenes egipcios marginados y privados de derechos. CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 165; JERZAK, Connor T., «Ultras in Egypt: state, revolution, and the power of public space», in Interface, V, 2, 11/2013, pp. 240-262, p. 243; ROMMEL, Carl, «Troublesome Thugs or Respectable Rebels? Class, Martyrdom and Cairo’s Revolutionary Ultras», in Middle East- Topics & Arguments, 6/2016, pp. 33-42, p. 34; WOLTERING, Robbert, «Unusual Suspects: “Ultras” as Political Actors in the Egyptian Revolution», in Arab Studies Quarterly, 35, 3/2013, pp. 290-304, p. 294. Ver también EL-ZATMAH, Shawki, «From Terso into Ultras: The 2011 Egyptian Revolution and the Radicalization of the Soccer’s Ultra-Fans», in Soccer & Society, 13, 5/2012, pp. 801-813.

13 GIBRIL, Suzan, op. cit., p. 12.

14 ISMAIL, Salwa, «The Egyptian Revolution against the Police», in Social Research, 79, 2/2012, pp. 435-437; CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 19. Al respecto ver también EL-SHORBAGY, Manar, «Understanding Kefaya: The New Politics in Egypt», in Arab Studies Quarterly, 29, 1/2017, pp. 39-60; ABDELRAHMAN, Maha, Egypt’s Long Revolution. Protest Movements and Uprising, London, Routledge, 2015, pp. 16-35.

15 Las melodías que usan los ultras egipcios en sus cánticos tienen un origen diverso, desde aquellas que tarareaban los obreros de la Presa de Asúan hasta las que se popularizaron durante los conflictos bélicos contra Israel. También hay adaptaciones de hits internacionales (como “Those Were Days” de Mary Hopkin retitulada “Presenciamos la muerte juntos” o “Hasta Siempre Comandante” de Carlos Puebla versionada bajo el título “Youssef the Hero” en recuerdo a un hincha fallecido en Port Said) y otras que se inspiran en clásicos de la música nacional interpretados por solistas como Mohamed Fawzi (“Fly us my Heart”) o Sheikh Imam (“Sharaft ya Nixon baba”). Más allá de su procedencia, las canciones ejercen como vehículo comunicativo en el proceso de territorialización propio del movimiento ultra. Coreando las mismas los hinchas logran una visibilización que les permite delimitar la grada que ocupan (espacio/territorio). Son tan relevantes para su cohesión y como seña de identidad grupal que incluso editan discos compactos grabados en estudio. En el caso de los Ultras Alhawy sus primeras ediciones fueron sendos CD aparecidos en los años 2011 y 2013, el segundo de los cuales llevaba por título “We Will not Stop Singing”. Por su parte, los UWK grabaron 3 discos con canciones para recordar a sus mártires (“Zamalek is the Life”, “Voice of the Knights” y “February 8”). Es interesante apreciar como las temáticas de las mismas han ido variando a lo largo de los años. Inicialmente, se centraban en loas a la historia del club y sus jugadores, para posteriormente ir incorporando críticas a las fuerzas de seguridad y el gobierno o sentidos homenajes a los ultras fallecidos durante el proceso revolucionario. GAWAD, Ahmed Abdel, «Zamalek’s FC’s hardcore fans: The journey of the Ultras White Knights», in Madamasr, 22 de marzo 2017; ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 57, 117.

16 All Cops Are Bastards (Todos los policías son unos bastardos), un acrónimo de uso común en los círculos ultras a nivel internacional que se utiliza para menospreciar a las fuerzas de seguridad. HAMDY, Basma, KARL, Don, Walls of Freedom. Street Art of the Egytian Revolution, Berlin, From Here to Fame Publishing, 2014, p. 86; CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 114.

17 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 39.

18 Ibidem, p. 95.

19 MEDHAT ENNARAH, Karim, «The Ultras Ahlawy. Football, Violence and the Quest for Justice», in The Century Foundation, 10 de abril 2017, p. 6.

20 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 95.

21 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 18; JERZAK, Connor T., op. cit., p. 241; GIBRIL, Suzan, op. cit., p. 13.

22 El activista Muhammad Waked apunta como el proceso de politización de los ultras se inició en 2010, coincidiendo con las protestas por la muerte de Khaled Saïd, fallecido el 6 de junio de aquel año tras ser golpeado por dos agentes en Alejandría. Otras fuentes, como la periodista Passant Rabie, se remontan a dos años antes cuando los ultras mostraron su solidaridad con el pueblo palestino durante la denominada Operación plomo fundido, la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza que tuvo lugar entre diciembre de 2008 y enero de 2019. WOLTERING, Robbert, op. cit., p. 294; RABIE, Passant, «And the fans played on», in Egypt Today, 6 de marzo 2012, pp. 28-32; CLOSE, Ronnie, op. cit., pp. 20-22.

23 ISMAIL, Salwa, op. cit., p. 445.

24 GOLDBLATT, David, The Ball is Round. A Global History of Soccer, New York, Riverhead books, 2006, pp. 666-667.

25 ISKANDAR, Adel, «Geddo and mesianic Football», in Egypt Independent, 4 de agosto 2010.

26 Las coreografías realizadas por los ultras no se circunscriben únicamente al ámbito deportivo, sino que contienen también referencias sociales, patrióticas e, incluso, religiosas. Como los cánticos, estas también han sufrido una evolución, visible en la multiplicidad de alusiones al contexto sociopolítico del país. Un ejemplo lo tenemos en los diversos tifos confeccionados como homenaje a los denominados “mártires de la Revolución” que fueron incorporados a la iconografía ultra. MEDHAT ENNARAH, Karim, op. cit., p. 12.

27 Ibidem, pp. 4-5.

28 Ibidem, p. 5.

29 BLOOMFIELD, Steve, Africa United. How Football Explains Africa, Edinburgh, Canongate, 2010, pp. 27-30; MONTAGUE, James, When Friday Comes. Football, War and Revolution in Middle East, London, deCoubertin, 2013, p. 205; DE WAELE, Jean-Michel, GIBRIL, Suzan, GLORIOZOVA, Ekaterina y SPAAIJ, Ramon et al., The Palgrave International Handbook of Football and Politics, Cham, Palgrave Macmillan, 2018, p. 363; CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 9.

30 JERZAK, Connor T., op. cit., p. 245.

31 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 71.

32 GIBRIL, Suzan, op. cit., pp. 7-11.

33 Fundado en el 2008 como plataforma de apoyo a la huelga convocada el 6 de abril de aquel año por los trabajadores de El-Mahalla El-Kubra, el principal centro industrial textil del país. El grupo usó como elemento identificativo el mismo puño levantado utilizado por Otpor (Resistencia), el movimiento juvenil pro-democrático que contribuyó a derrocar a Slobodan Milošević de la presidencia serbia en el año 2000. Algunas fuentes incluso afirman que la relación entre Otpor y el Movimiento Joven 6 de Abril va más allá de compartir el mismo logotipo. Miembros de Otpor aseguraron haber adiestrado a activistas egipcios en acciones no violentas y métodos de contra seguridad. HENLEY, John, «Meet Srdja Popovic, the secret architect of global revolution», in The Guardian, 8 de marzo 2015; WALBERG, Eric, «Egypt, Serbia, Georgia… The History of US Sponsored “Democratization”», in Global Research, 3 de marzo 2011.

34 Según el antropólogo Carl Rommel la mayor implicación de UWK en las protestas se inició a raíz de la muerte de uno de sus miembros, Shihab Ahmed, durante el tercer dia de protestas. Lo mismo sucedió con los UA07 tras la muerte de Mohamed Mustafa Karika, ultra del Al Ahly abatido a tiros en la calle Qasr al-Ainy, al que dedicaron un tifo y fue uno de los primeros en ser tildado como “mártir de la libertad”. ROMMEL, Carl, op. cit., pp. 33-42.

35 DE WAELE, Jean-Michel, GIBRIL, Suzan, GLORIOZOVA, Ekaterina, SPAAIJ, Ramon et al., op. cit., p. 359; JERZAK, Connor T., op. cit., p. 247.

36 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit, p. 30.

37 BASHEER, Mohamed Gamal, Kitab al-Ultras, El Cairo, Cairo Dar Dawn, 2011.

38 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 26.

39 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 74.

40 Los ultras formaron pequeños grupos que actuaron en la primera línea de los enfrentamientos liderando la organización de la resistencia mediante estrategias coordinadas. JERZAK, Connor T., op.cit., p. 248.

41 En la misma, titulada en árabe “Mish nasyyin al-Tahrir”, los ultras corean “no nos comportaremos según tu capricho”. La canción rememora la presencia de los jóvenes en Tahrir y ridiculiza a la policía, recordándoles como “les dimos una paliza como no habían recibido durante años”. ISMAIL, Salwa, op. cit., p. 456; ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 96.

42 Durante la misma, los ultras se enfrentaron a los baltagiyya (matones), partidarios de Mubarak, muchos de ellos informantes y confidentes policiales, que trataron de dispersar a los manifestantes antigubernamentales irrumpiendo en la plaza Tahrir armados y montados en camellos y burros. ISMAIL, Salwa, op. cit., p. 453; HAMDY, Basma, KARL, Don, op. cit., p. 35. Sobre el origen del término baltagiyya y como el régimen los utilizó para reprimir las protestas ver ROMMEL, Carl, op. cit., pp. 33-42.

43 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 29.

44 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit. p. 75.

45 GIBRIL, Suzan, op. cit., p. 6.

46 Los ultras presentes en Tahrir se distribuyeron las tareas defensivas, de este modo había hinchas especializados en lanzar piedras a la policía, otros que se encargaban de volcar y quemar vehículos para levantar barricadas y los que repartían cócteles molotov u objetos para ser usados como proyectiles. También se hallaban los denominados sayaadin (cazadores) que eran los que devolvían los botes de gas disparados por la policía. DORSEY, James, op. cit., pp. 57-58.

47 En los primeros días de la Revolución gradas y muros fueron usados para mandar mensajes de unidad así como para denunciar la violencia policial empleada contra los manifestantes. Su confección, además, contenía un trasfondo resistente al transgredir las normas establecidas. Hasta entonces los ultras habían utilizado los murales o las pintadas para marcar el territorio que controlaba cada grupo, criticar a sus rivales o exteriorizar su pasión por sus respectivos clubes. GIBRIL, Suzan, op. cit., pp. 11-12.

48 Sobre la construcción de un discurso de martirio vinculado a los ultras fallecidos en las movilizaciones, además de las obras de Gibril, Abd El Hameed y Close citadas ver también HAMZEH, Manal, SYKES, Heather, «Egyptian Football Ultras and the 25th of January Revolution: Anti-corporate, Anti-militarist and Martyrdom Masculinities», in Anthropology of the Middle East, 9, 2/2015, pp. 91-107; GHANNAM, Farha, «Tecnologies of Inmortality, ‘Good Endings’, and Martyrdom in Urban Egypt», in Ethnos. Journal of Anthropology, 80, 5/2014, pp. 630-648; MITTERMAIER, Amira, «Death and Martyrdom in the Arab Uprisings: An Introduction», in Ethnos. Journal of Anthropology, 80, 5/2014, pp. 583-604; BUCKNER, Elizabeth, KHATIB, Lina, «The Martyrs’ Revolution: The Role of Martyrs in the Arab Spring», in British Journal of Middle Eastern Studies, 41, 4/2014, pp. 368-384.

49 ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 74; CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 115.

50 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 125.

51 Compuesta por el cantante egipcio Sheikh Imam, fue publicada originalmente bajo el título “Sharaft ya Nixon baba”. En la versión coreada por los ultras muestran su animadversión hacia las fuerzas de seguridad. ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 118.

52 El mismo no fue derogado hasta el 25 de enero de 2012, justo un año después del inicio del proceso revolucionario que conllevó la renuncia de Mubarak. ISMAIL, Salwa, op. cit., p. 454.

53 GIBRIL, Suzan, op. cit., p. 11.

54 DORSEY, James, op. cit., p. 79.

55 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 36.

56 Ibidem, p. 44.

57 JERZAK, Connor T., op. cit., p. 252.

58 La suspensión del torneo provocó que los ultras trasladaran su activismo de los estadios a las calles, pese a perder el anominato de la grada dicha exposición pública preocupó aún más a las autoridades. Además, como describe el fotógrafo y cineasta Ronnie Close, «la repentina eliminación del espacio del estadio de fútbol desconectó a los ultras de su contexto deportivo, ya que los obligó a ocupar partes de la ciudad fuertemente, asociadas con el levantamiento del 25 de enero […] permitiéndoles convertirse en custodios temporales de la política radical de la calle», CLOSE, Ronnie, op. cit., pp. 37- 38.

59 «En Port Said, las víctimas vieron la traición antes de morir/ vieron un régimen que solo lleva el caos/ este régimen pensó que su misión le hacia intocable/ y pondria el pueblo revolucionario de rodillas ante la ley militar/ No confiaré más en ti y no me dejaré controlar ni un día más/ Oh, cabrones del SCAF ¿cuál es el precio de la sangre de un mártir?». CORREIA, Mickaël, Una historia popular del futbol, Manresa, Tigre de paper, 2019, p. 169.

60 Como evidenciaron los murales con el lema “Brotherhood in blood” (Hermandad en la sangre) que poblaron diversas paredes del país o el apoyo que prestaron a las familias de los fallecidos. GIBRIL, Suzan, op. cit., p. 19; ABD EL HAMEED, Dalia, op. cit., p. 32.

61 CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 67; LINN, Nicholas y CRANE LYNN, Emily, «An Underground Army Challenges President Sisi», in Foreign Policy, 18 de marzo 2015.

62 El grupo creció exponencialmente tras la represión de una sentada organizada por los Hermanos Musulmanes en la plaza Rabaa al-Adawiya, en la que las fuerzas del orden mataron a más de 600 personas. Junto a Estudiantes contra el Golpe, los Ultras Nahdawy trataron de organizar a todos los jóvenes insatisfechos con el ascenso al poder de los militares. Como en las protestas en Tahrir, estos hinchas formaron la línea defensiva que se enfrentó a la policía en los campus universitarios y los barrios de la capital. Pese a desmarcarse de cualquier club o partido, lo cierto es que se relacionó al grupo con los Hermanos Musulmanes. Pese a ello, la pervivencia de prácticas represivas y abusos policiales durante la presidencia de Morsi provocó que muchos ultras acabaran pidiendo su renuncia y la celebración de nuevas elecciones. DORSEY, James, Shifting Sands. Essays on Sports and Politics in the Middle East and North Africa, Singapore, World Scientific Publishing, 2017, pp. 160-161.

63 «Al Ahly- Tusker 07.04.2013», in Ultrastifo.net, 9 de abril 2013, URL: < ultras-tifo.net/photo-news/1518-al-ahly-tusker-07042013.html > [consultado el 5 de enero 2020].

64 DORSEY, James, The Turbulent World of Middle East Soccer, cit., p. 25.

65 Entre los años 2011 y 2017 fueron detenidos más de 250 ultras en el país. GAWAD, Ahmed Abdel, «Zamalek FC’s hardcore fans: The Journey of the Ultras White Knights», in Madamasr, 22 de marzo 2017; CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 57.

66 DORSEY, James, The Turbulent World of Middle East Soccer, cit., pp. 85-86.

67 En el año 2016 Al-Sisi llegó a proponer dialogar con los grupos ultras, pero más allá del ofrecimiento público el régimen optó por mantener las restricciones y su política de mano dura contra los hinchas, como evidenciaron las docenas de arrestos que se produjeron o el proceso judicial instruido por un tribunal militar que condenó a uno de los líderes de los UWK, Sayed Moshagheb, a siete años de cárcel en 2017 por enfrentarse con violencia a la policía. Ese mismo año, la inteligencia militar arrestó a ciento diecisiete miembros de Ultras Alhawy en sus domicilios y puestos de trabajo, justo antes del aniversario de la tragedia de Port Said bajo la acusación de formar parte de un grupo terrorista ilegal. En el año 2018 se estima en cerca de 300 los ultras encarcelados. Las continuas detenciones y el acoso a que fueron sometidos fatigó a los líderes de los grupos. «Egypt military court acquits leading Ultras White Knights members over 2015 convention centre fire», in Ahram, 2 de octubre 2018; CLOSE, Ronnie, op. cit., pp. 173-174.

68 En el mismo, los ultras locales corearon en diversas fases del partido lemas como “Libertad, libertad”. CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 176.

69 «The End of the Ultras Era in Egypt», in Fanack, 15 de julio 2018.

70 Dichas reivindicaciones fueron expuestas en las negociaciones secretas que el abogado de los ultras, Muhammad Hafez, mantuvo con las autoridades. CLOSE, Ronnie, op. cit., p. 178.

71 Ibidem, p. 203.

72 «Zamalek’s Ultras group disbanded by members», in Ahram, 28 de mayo 2018.

73 Durante y después de la Revolución los cánticos de los ultras se convirtieron en abiertamente políticos, ya fuera porque honraban a los mártires o porque criticaban a las fuerzas del orden o al gobierno. JERZAK, Connor T., op. cit., p. 249.

74 Según el politólogo Ashraf El- Sherif, los ultras aportaron a la Revolución egipcia dinamismo, positividad, rechazo al tradicionalismo, mentalidad de grupo y actitud rebelde. Ibidem, pp. 248- 249.

75 Un distanciamiento que se explica por la percepción negativa que los ultras tenían del gobierno presidido por Morsi por su incapacidad para reformar las fuerzas de seguridad y socavar los objetivos iniciales del proceso revolucionario. DORSEY, James, The Turbulent World of Middle East Soccer, cit., p. 36.

76 A partir de los sucesos de Port Said el martirio pasó a ser un tema central en el activismo de los ultras, como evidenciaron la multitud de murales (sobretodo con los rostros de los hinchas fallecidos como los visibles en la calle Mohammed Mahmoud) y movilizaciones que llevaron a cabo, junto a la reproducción de lemas como los citados “Never Forget” o “74” en banderas, pancartas o canciones. Desde entonces, los mártires ocuparan la centralidad discursiva y simbólica del movimiento ultra egipcio. Su presencia en el espacio público favoreció una idealización de los ultras en la memoria colectiva revolucionaria. GIBRIL, Suzan, op. cit., pp. 18-23.

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Notizia bibliografica digitale

Carles Viñas Gracia, «Contra toda autoridad. Fútbol, ultras y Revolución en Egipto. Entre el mito y la represión»Diacronie [Online], N° 42, 2 | 2020, documento 5, online dal 29 juin 2020, consultato il 10 décembre 2024. URL: http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/diacronie/13768; DOI: https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/11ui0

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Autore

Carles Viñas Gracia

Carles Viñas Gracia

es Doctor en Historia contemporánea (UB) y profesor de la Sección de Historia Contemporánea y Mundo Actual de la Universitat de Barcelona (UB) y de Humanidades en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Miembro del Grup de Recerca Consolidat Centre Estudis Històrics Internacionals (GREC-CEHI) y del Grup de Recerca en Estats, Nacions i Sobiranies (GRENS-UPF). Autor de artículos y ensayos sobre extremismo político y deportivo, como El mundo ultra. Los radicales del fútbol español (Madrid, Temas de Hoy, 2005), Tolerància zero. La violència a l’esport (Barcelona, Angle, 2006), y PARRA, Naxto, Sankt Pauli. Otro fútbol es posible (Madrid, Capitán Swing, 2017) o Futbol al país dels soviets (Manresa, Tigre de paper, 2018).
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