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Lonja de investigadores

«¡Vete luego de aquí, oveja marina!»: befas piscipecuarias en la Vida de Esopo (s. i d. C. - Joaquín Romero de Cepeda, 1590)

Ángel Luis Castellano Quesada
p. 227-235

Notas de la redacción

Article reçu pour publication le 28/05/2021; accepté le 25/02/2022

Texto completo

  • 1 Anónimo y Esopo, Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio, 1985, pp. 204-205.
  • 2 Cito siempre el texto griego por la edición de Perry, 1980.

1El encuentro de Esopo con Janto se produjo en el mercado de esclavos de la isla de Samos. Allí, vestido con una ruda tela de arpillera, el traficante lo exhibe entre dos hermosos mancebos: un gramático y un citarista, ricamente ataviados, «para que la fealdad de este hiciera ver a las claras la belleza de los otros. Pues si no se hubiera colocado lo horrible al lado de lo excelente, no se podría contrastar la percepción de la belleza»1. Tras publicar a sus discípulos lo que consideraba una astuta estrategia comercial —poco efectiva en la práctica—, el filósofo se acerca a uno de los esclavos y lo interroga acerca de su rincón nativo, identidad y habilidades. La respuesta es tan ufana como categórica: «πάντα» (‘todo’)2.

  • 3 Anónimo y Esopo, Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio, 1985, p. 205.
  • 4 Sobre la transmisión de la Vida de Esopo, véanse Perry, 1933; Perry, 1936; Perry, 1966; Perry, 1980 (...)

2Tamaña soberbia provoca un ataque de risa a Esopo que sorprende a los seguidores de Janto. Uno de ellos le pregunta por el motivo de sus carcajadas. Y Esopo le espeta: «ὑποχώpρει, θαλάσσιον πρόβατον»; es decir, ‘¡Lárgate, oveja marina!’, que Bádenas de la Peña tradujo, de forma un punto más oscura, como «¡Lárgate, borrego de agua!»3. La escena se repite con el segundo esclavo y vuelve a despertar la curiosidad del auditorio. Sin embargo, los palmeros de Janto se abstienen de insistir para evitar que el todavía esclavo los tildase de «θαλάσσιος τράγος», o sea, ‘cabrón marino’. El fragmento 24 de la Vida de Esopo (s. i d. C.) no se recoge íntegro en G, ya que falta un folio del único manuscrito de la tradición4; si bien, más adelante, en el parágrafo 47 el estudiante agraviado recuerda y se duele de dicha animalización.

  • 5 Anónimo y Esopo, Esopete ystoriado (Toulouse 1488), 1990, p. 6. La traducción tardomedieval de la V (...)
  • 6 Romero de Cepeda, Vida y ejemplares fábulas del ingeniosísimo fabulador Esopo Frigio y de otros cla (...)

3Ambos insultos se antojan llamativos por lo que atañe al calificativo «marino», y diríase que no fueron comprendidos por los copiosos traductores, recensores y editores que se ocuparon del texto. Lo confirma la versión más popular durante el Siglo de Oro, que fue la del Isopete (Zaragoza, Pablo Hurus y Juan Planck, 1482), cuyo autor hubo de repetir «cabrón» a fin de acentuar el ánimo ofensivo de la respuesta: «Vete en hora mala, bestia & cabrón de la mar. [...] Si quieres ser llamado cabrón marino»5. En cambio, la Vida de Esopo Frigio (Sevilla, Juan de León, 1590) del extremeño Joaquín Romero de Cepeda, de cuya edición me ocupo en la actualidad, se acogería a una literalidad quizá menos transparente: «¡Vete luego de aquí, oveja marina! / [...] / si queréis que cabrón marino os llame»6.

  • 7 Crisipo de Solos (c. 279 a. C. - c. 206 a. C.) era uno de los líderes de la escuela estoica. Diógen (...)
  • 8 Setaioli, 1998, p. 31, conjeturó que «la precisa valenza sembra essere sfuggita a Seneca, sebbene q (...)
  • 9 Demetrio y Longino, Sobre el estilo. Sobre lo sublime, p. 83. El sintagma «en el mar» podría ser un (...)
  • 10 Konstantakos, 2003, p. 97.

4El primer término es el único que figura en otras autoridades grecolatinas, pero su uso anecdótico solo permite inducir el sentido más superficial (‘bobo’, ‘necio’). Séneca (De constantia sapientis 17.1), citando a Crisipo7, lo traduce como «vervex marinus», sin penetrar su significado. Arriesgo que el sabio cordobés debía ignorarlo, toda vez que lo acompaña del sintagma «struthocamelum depilatum» (‘avestruz depilada’), que estima un dicterio absurdo8; y Demetrio (De elocutione 172.3) lo adujo como ejemplo de símil burlesco: «“carnero de mar” [significa] un estúpido en el mar»9, acaso haciendo suyas las palabras del mencionado Crisipo, como sugiere Konstantakos: «especially since the other jest mentioned in the same chapter (Αἰγυπτία κληματίς) was also reported by Chrysippus, in his first book On Proverbs, as a gibe against Zeno the Stoic»10.

  • 11 Anónimo y Esopo, Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio, 1985, p. 206. Ruiz Montero y S (...)
  • 12 Anónimo, «The Aesop Romance (The Book of Xanthus the Philosopher and Aesop His Slave or the Career (...)
  • 13 Anónimo, «The Book of Xanthos the Philosopher and Aesop, His Slave, Concerning the Course of His Li (...)
  • 14 Anónimo, Romanzo di Esopo, 2002, pp. 99-101.
  • 15 Anónimo, Romanzo di Esopo, 2017, pp. 51-52.
  • 16 Anónimo, βίος τοῦ Αἰσώπου. παραλλαγὴ Γ, 1990, p. 60.
  • 17 Anónimo, βίος τοῦ Αἰσώπου. Ἡ παραλλαγὴ W, 1999, pp. 52-54.

5Tampoco los traductores modernos han descifrado ninguno de los dos agravios. No en balde, o bien pasaron de largo por ellos, o no dieron en el clavo a la hora de glosarlos. Bádenas de la Peña los trasladaría como «borrego de agua» y «cabrón de agua»11, respectivamente; mientras que otros atajaron el misterio eliminando la distinción entre πρόβατον y τράγος: Daly escribe «silly ass»12; Wills los refirió como «flounder»13; Bonelli y Sandrolini, con gran finura y pareja brevedad, los parafraseaban como «merluzzo»14; y Michelacci ha apostado por italianizarlos con «stoccafisso»15. Curiosamente, Papathomopoulos primero los asimiló a «ψάρι» (‘pez’) en su edición de G16, pero recuperaría la lección original en su edición de W17.

  • 18 A Opiano de Anazarbo o de Córico (s. ii d. C.), autor de la Haliéutica, poema científico en griego (...)
  • 19 El coetáneo Lucio Flavio Filóstrato (c. 165 d. C. - c. 249 d. C.) ofrece en las Vidas de los sofist (...)

6Sotaioli fue pionero en analizar el pasaje en su totalidad, movido por la cita de Séneca. Reconoce la correspondencia de ambas locuciones con peces descritos por Opiano de Anazarbo (Halieutica 145-151)18 y Eliano (De natura animalium 9.38)19, pero, a su juicio, tales expresiones no aluden a ninguna criatura marina, sino que se ceban con la proverbial torpeza de la oveja (LSJ), desplazada aquí a un medio distinto. Asimismo, el cabrón solo intensificaría la imagen:

  • 20 Setaioli, 1998, pp. 30-31.

L’insulto sarebbe analogo, ma di tanto più grave di quanto il caprone è una bestia più forte e più focosa della pecora. Se il primo che ha fatto la domanda è uno sciocco, ancora più sciocco (ancora più “bestia”) sarebbe chi la ripetesse. [...] Se il riferimento fosse ad un animale marino ben preciso, mi sembra, la spiritosa variazione del secondo discepolo di Xanto apparirebbe assai poco naturale ed efficace. In realtà, come si è accennato, l’epiteto θαλάσσιον constituisce parte integrante della valenza ingiuriosa dell’espressione. Se la pecora costituisce di per sé il paradigma dell’inettitudine e della stupidità, ancora più deve mostrarsi fuori del proprio elemento, nel mare20.

7Konstantakos aventura, en cambio, que θαλάσσιον πρόβατον es una suerte de kenning o paráfrasis alusiva con el significado de ‘pez’, semejante a Nerei pecus (‘rebaño de Nereo’), utilizada en las tragedias latinas arcaicas para designar a los delfines, o a la comparación de las focas de Proteo con un rebaño de ovejas en la Odisea (4.411-413). No obstante, el sentido del improperio también habría que escoliarlo en virtud de la sátira contra los filósofos que preside toda la Vida de Esopo y este episodio en particular:

  • 21 Konstantakos, 2003, pp. 104-107.

His comparison belongs to a long tradition of mockery against intellectuals, in which fishing and fishes were commonly used as metaphors for inept philosophers and their students. The fisherman often served as a metaphor or simile for the philosophers who tries to attract pupils. [...] Aesop calls the student a “fish” not only because he and his fellows have been hooked by Xanthos, but also because they are foolish and ignorant of true philosophy. [...] Of course, the particular choice of πρόβατον (a proverbial byword for stupidity) for the combinative image is also significant. The gregarious behaviour of the sheep, which follow blindly the leaders of the flock, the shepherd of the dogs [...], made them an apt metaphor for docile and gullible people, who are easily cheared by impostors21.

  • 22 La Vida de Esopo se nutre de anécdotas populares de filósofos, como Sócrates o Diógenes el Cínico, (...)

8No debía ser una expresión común, a juzgar por la deturpación del estudiante, siempre que la consideremos fruto de un accidente y no del sarcasmo. Luego parece verosímil que el autor de la Vida de Esopo, como Séneca y Demetrio, tomara también dicha paráfrasis de Crisipo o de alguna fuente intermedia22.

  • 23 Véanse sus entradas en el glosario de peces de Thompson, 1947, pp. 218-220, 263.

9Tanto Setaioli como Konstantakos niegan que se aluda a una especie concreta, pese a conocer su documentado empleo como zoónimos23. En la Suda (υ.168), en Opiano (Halieutica 145-151) y en Eliano (De natura animalium 9.38) la «oveja marina» se relaciona con las merluzas y otros peces de hábitos similares: el hpatos y el prépontes, que también se adscribían —cabe aventurar— al orden de los gadiformes. Los dos naturalistas ofrecen una descripción casi idéntica, habida cuenta de que subrayan su tamaño, lentitud y torpeza. Estos atributos fundamentan, sin duda, la analogía con la oveja:

  • 24 Janssens, 1991, pp. 76-77, ignora los pasajes de Demetrio y de la Vida de Esopo en los que aflora l (...)
  • 25 Eliano, Historia de los animales. Libros ix-xvii, p. 30.

En los recovecos del mar tienen su guarida la oveja marina, los llamados hḗpatos y aquellas criaturas que los pescadores suelen llamar prépontes. La Naturaleza les ha dado enorme tamaño, y son torpes nadadores y merodean en torno a sus guaridas, de donde resulta que nunca abandonan sus lugares de refugio. Pero acechan a los peces más débiles que ellos, que pasan cerca nadando24. También la merluza podría incluirse en el número de estos peces. Más que ningún otro pez teme la merluza el orto de Sirio25.

10Por último, cabría insistir en el connotado matiz de docilidad o seguidismo de πρόβατον, que remarca el propio Esopo. Poco después de que el estudiante befado por el fabulista le recuerde el incidente y abunde sobre el vilipendio de marras en los parágrafos 47-48, uno de los presentes le consulta: «¿Por qué no chilla la oveja que llevan al sacrificio y en cambio el cerdo da grandes gruñidos?». He aquí la respuesta:

  • 26 Anónimo y Esopo, Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio, pp. 226-227.

Porque la oveja tiene una leche muy aprovechable y unas lanas para hacer buenos vestidos, periódicamente se le esquila su pesado pelo y al ordeñarla vuelve a sentirse a gusto, de modo que cuando se la conduce al sacrificio, sin sospechar que va a sufrir nada malo, sigue contenta y no huye al aparecer el cuchillo. Por el contrario, el cerdo gruñe mucho por eso mismo, porque no tiene lanas aprovechables ni leche. Chilla con razón al saber que lo llevan al sacrificio por lo útil de su carne26.

  • 27 Opiano de Anazarbo, Opiano de Apamea y Anónimo, De la caza. De la pesca. Lapidario órfico, pp. 167- (...)

11Para el segundo insulto vale asentar una correlación más precisa: τράγος hace referencia a la chucla (Spicara maena), pez hermafrodita protógino, en su fase masculina. También lo menciona Opiano (Halieutica 1.107-110) en unos versos linderos a los antedichos: «y sobre la herbosa orilla, bajo las verdes plantas, se alimentan la chucla, y los peces cabra, y el abichón, y el caramel y los blenios y el spáros y las dos clases de bogas y todos aquellos a los que resulta grato habitar cerca de las hierbas»27.

12Aristóteles (Historia animalium 607b.9-14) da cuenta del dimorfismo sexual de la especie:

  • 28 Aristóteles, Investigación sobre los animales, p. 477.

La mena es buena en todo caso. Durante la gestación, la forma de la hembra es más redonda, mientras que el macho es más largo y más ancho. Cuando la hembra empieza a tener huevos, los machos toman un color oscuro y moteado y son muy malos para comer. Hay quienes los llaman en este momento machos cabríos28.

  • 29 Ateneo de Náucratis, Banquete de los eruditos. Libros viii-x, pp. 16-17. Clearco de Solos (s. iv a. (...)
  • 30 Véanse Opiano (Halieutica 1.372), Plinio (Historia naturalis 9.10) y, sobre todo, el apartado que l (...)
  • 31 Thompson, 1947, p. 263.

13Son varias las causas que acreditan la asimilación del macho de la chucla con el de la cabra. Clearco, trasmitido por Ateneo de Náucratis (332D), lo atribuyó a «la mancha negra bajo la garganta, que llaman barba, del macho cabrío»29. En efecto, es uno de los rasgos distintivos de los ejemplares masculinos, pero en realidad se localiza en el centro de los dos flancos del animal. Por tanto, no extrañaría que se identificara con los cuernos del cabrón, igual que las manchas posoculares de las orcas, denominadas κριός (aries)30. Thompson arguye otros nombres regionales: «in Sicily, ciavolo; at Marseilles, cagarello», declarando que el nombre se debe a su mal olor31, parejo al de su homólogo terrestre: «of men, τράγου ὄζειν, τράγου πνεῖν, to smell like a goat» (LSJ).

  • 32 En Antología Palatina II. La guirnalda de Filipo, p. 195.

14No descarto que el apelativo τράγος, más allá del juego de palabras, connotase suciedad o lujuria (LSJ); o incluso que se tratara de otra pulla contra Janto y sus acólitos, pues «la barba era en la Antigüedad un elemento distintivo de los filósofos», parodiado con relativa frecuencia, entre otros, por Horacio (Saturae 2.3.35), Persio (4.1), Juvenal (14.12) o Marcial (14.81.1)32, en consonancia con la alegoría piscatoria sancionada por Konstantakos.

  • 33 Véanse sus entradas en Lewis y Short, 1879.
  • 34 Perry, 1980, p. 115. Sobre esta traducción parcial, véase Puche López, 2009.
  • 35 Anónimo, Vita Aesopi fabulatoris clarissimi e graeco latina per Rynucium facta ad Reverendissimum P (...)
  • 36 Anónimo y Esopo, Esopete ystoriado (Toulouse 1488), 1990, p. 6. La reiteración de «cabrón» se ampar (...)
  • 37 Anónimo y Esopo, Vita et Fabellae Aesopi cum interpretatione latina, 1505, ff. A3r.-A3v. He consult (...)
  • 38 Romero de Cepeda, Vida y ejemplares fábulas del ingeniosísimo fabulador Esopo Frigio y de otros cla (...)

15Los ecos injuriosos se intuían desde luego en pecus e hircus33, ambos presentes en traducciones latinas como la Vita Aesopi Lolliniana (s. xiv): «a pellago unum pecus», «ircum»34; o la de Rinuccio Aretino (Milán, Bonus Accursius Pisanus, 1478): «pecus thalassica», «hircus [...] thalassicus»35. Esta última sirvió como testimonio base para la edición bilingüe de las fábulas de Steinhöwel (Ulm, Johann Zainer, 1476-1477) y, a su zaga, para la traducción castellana del Isopete: en ella se trasladan los dos insultos como «bestia & cabrón de la mar» y «cabrón marino»36. El texto de Rinuccio fue desplazado más adelante por la versión latina que Aldo Manuzio publicó en 1505 de la recensión de Planudes (s. xiii), futuro palimpsesto de las octavas reales de Joaquín Romero de Cepeda. En la traducción del gran impresor se lee «marina ovis» y «marinus hircus»37, que a finales del siglo xvi pasarían a la Vida de Esopo Frigio del poeta pacense como «oveja marina» y «cabrón marino»38.

16Huelga incidir en que a estas alturas se habían perdido los posibles referentes zoológicos, así como las saetas contra los filósofos; de modo que el adjetivo marino quedaba ya como un raro vestigio de la agudeza del texto griego. Se mantuvo, no obstante, la gradatio pecuaria y también la lejía del sarcasmo, que para el seiscientos ya se había enriquecido con otra acepción de la voz cabrón:

Llamar a uno cabrón, en todo tiempo y entre todas naciones, es afrentarle. Vale lo mesmo que cornudo, a quien su mujer no le guarda lealtad, como no la guarda la cabra, que de todos los cabrones se deja tomar. [...] Y también porque el hombre se lo consiente, de donde se siguió llamarle cornudo, por serlo el cabrón, según algunos (Cov.).

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Bibliografía

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Notas

1 Anónimo y Esopo, Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio, 1985, pp. 204-205.

2 Cito siempre el texto griego por la edición de Perry, 1980.

3 Anónimo y Esopo, Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio, 1985, p. 205.

4 Sobre la transmisión de la Vida de Esopo, véanse Perry, 1933; Perry, 1936; Perry, 1966; Perry, 1980, pp. 1-32; La Penna, 1962; Bádenas de la Peña en Anónimo y Esopo, Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio, 1985, pp. 165-173; y Ferrari en Anónimo, Romanzo di Esopo, 2002, pp. 41-45.

5 Anónimo y Esopo, Esopete ystoriado (Toulouse 1488), 1990, p. 6. La traducción tardomedieval de la Vida y Fábulas de Esopo conoció casi medio centenar de reimpresiones desde la supuesta princeps de 1482 hasta bien entrado el siglo xix. Véase Lacarra, 2010.

6 Romero de Cepeda, Vida y ejemplares fábulas del ingeniosísimo fabulador Esopo Frigio y de otros clarísimos autores, f. 17r-17v. He consultado el ejemplar de la Biblioteca Nacional de España con signatura U/3898.

7 Crisipo de Solos (c. 279 a. C. - c. 206 a. C.) era uno de los líderes de la escuela estoica. Diógenes Laercio (s. iii d. C.) le dedicó los últimos capítulos (179-201) del libro vii de las Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres. Escritor muy prolífico, sus textos solo se conservan fragmentariamente y en buena medida a través de citas de segunda mano. Véase Campos Daroca y Nava Contreras en Crisipo de Solos, Testimonios y fragmentos, 2006, pp. 7-98. Aunque resulte harto difícil identificar la fuente directa en la que pudo inspirarse el anónimo de la Vida de Esopo, si es que no se fundó en la tradición oral, concluyo que, de acuerdo con las claves desgranadas en varias de mis notas a pie de página, solo pudo acceder a la obra de Crisipo, y acaso a la de Demetrio, dado que el resto de autoridades (Séneca, Opiano y Eliano) son demasiado tardías.

8 Setaioli, 1998, p. 31, conjeturó que «la precisa valenza sembra essere sfuggita a Seneca, sebbene questi ne traduca letteralmente i due termini che indubbiamente ricorrevano identici anche nel testo crisippeo di cui ci trasmette notizia». En cambio, Janssens, 1991, p. 76, sostuvo que «chez Sénèque le contexte manque pour expliquer la légitimité éventuelle de l’insulte, mais cette absence prouve que l’injure de ueruex marinus devait être perçue de ses lecteurs, et, par suite, l’identification de ce poisson».

9 Demetrio y Longino, Sobre el estilo. Sobre lo sublime, p. 83. El sintagma «en el mar» podría ser una adición espuria o el reflejo de una mala comprensión por parte de Demetrio, véase Konstantakos, 2003, p. 98. Demetrio es el nombre por el que se conoce al autor de un tratado griego de retórica titulado Sobre el estilo, al socaire de las teorías peripatéticas. Durante mucho tiempo se atribuyó a Demetrio de Falero (c. 350 a. C. - c. 280 a. C.), pero los especialistas lo consideran posterior, con distintas propuestas temporales entre los siglos iii a. C. y i d. C. Véase García López en Demetrio y Longino, Sobre el estilo. Sobre lo sublime, 1996, pp. 9-22.

10 Konstantakos, 2003, p. 97.

11 Anónimo y Esopo, Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio, 1985, p. 206. Ruiz Montero y Sánchez Alacid, 2006, p. 919, apoyándose en Demetrio, coinciden en la traducción del primer término. No mencionan el segundo.

12 Anónimo, «The Aesop Romance (The Book of Xanthus the Philosopher and Aesop His Slave or the Career of Aesop)», 1998, p. 120.

13 Anónimo, «The Book of Xanthos the Philosopher and Aesop, His Slave, Concerning the Course of His Life», 2005, p. 186.

14 Anónimo, Romanzo di Esopo, 2002, pp. 99-101.

15 Anónimo, Romanzo di Esopo, 2017, pp. 51-52.

16 Anónimo, βίος τοῦ Αἰσώπου. παραλλαγὴ Γ, 1990, p. 60.

17 Anónimo, βίος τοῦ Αἰσώπου. Ἡ παραλλαγὴ W, 1999, pp. 52-54.

18 A Opiano de Anazarbo o de Córico (s. ii d. C.), autor de la Haliéutica, poema científico en griego sobre la pesca y la fauna marina, dedicado a Marco Aurelio durante su reinado junto a Cómodo (177 d. C. - 180 d. C.), se le atribuía también la Cinegética, poema acerca de la caza ofrecido a Caracalla (212 d. C. - 217 d. C.). En realidad lo compuso un imitador sirio conocido como Opiano de Apamea. Véase Calvo Delcán en Opiano de Anazarbo, Opiano de Apamea y Anónimo, De la Caza. De la Pesca. Lapidario órfico, 1990, pp. 9-37.

19 El coetáneo Lucio Flavio Filóstrato (c. 165 d. C. - c. 249 d. C.) ofrece en las Vidas de los sofistas (2.624-625) algunos datos biográficos sobre Claudio Eliano (ss. ii-iii d. C.), escritor romano en lengua griega y partidario del estoicismo. Destacan su Historia de los animales e Historias varias, compilaciones de anécdotas y curiosidades provenientes de diversas fuentes —en ocasiones, asegura, de la observación directa— y, a menudo, carentes de rigor científico. Véanse Díaz-Regañón López en Eliano, Historia de los animales. Libros i-viii, 1984, pp. 7-59, y Cortés Copete en Eliano, Historias curiosas, 2006, pp. 7-34.

20 Setaioli, 1998, pp. 30-31.

21 Konstantakos, 2003, pp. 104-107.

22 La Vida de Esopo se nutre de anécdotas populares de filósofos, como Sócrates o Diógenes el Cínico, divulgadas por distintas fuentes. Véase Konstantakos, 2003, pp. 108-111.

23 Véanse sus entradas en el glosario de peces de Thompson, 1947, pp. 218-220, 263.

24 Janssens, 1991, pp. 76-77, ignora los pasajes de Demetrio y de la Vida de Esopo en los que aflora la locución, y Séneca no la aclara, errando el tiro al basarse exclusivamente en las descripciones etiológicas de Opiano y Eliano: «À notre avis, l’insulte s’adressait probablement à un politicien. Nous pensons au témoignage de Salluste qui présente Catilina comme mauvais et pervers de nature (ingenio malo prauoque), de caractère fourbe, opportuniste, simulateur et dissimulateur (Animus ... subdolus, uarius, ... simulator ac dissimulator) et, dit assez longuement l’historien, piégeant sans difficulté les gens candides qu’il recherchait (dolis haud difficulter capiebantur)».

25 Eliano, Historia de los animales. Libros ix-xvii, p. 30.

26 Anónimo y Esopo, Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio, pp. 226-227.

27 Opiano de Anazarbo, Opiano de Apamea y Anónimo, De la caza. De la pesca. Lapidario órfico, pp. 167-168.

28 Aristóteles, Investigación sobre los animales, p. 477.

29 Ateneo de Náucratis, Banquete de los eruditos. Libros viii-x, pp. 16-17. Clearco de Solos (s. iv a. C.) fue uno de los discípulos de Aristóteles. De su extensa obra se conservan solo unos pocos títulos y fragmentos, reunidos en las ediciones de Werhli, 1969, y Taifacos, 2008. Ateneo de Náucratis lo invoca con frecuencia en el Banquete de los eruditos (ss. ii-iii d. C.), un extenso diálogo simposíaco que alberga citas, cuidadosamente referenciadas, de multitud de autores. En esta oportunidad, se hace eco de su tratado Sobre los animales acuáticos. Véanse Rodríguez-Noriega Guillén en Ateneo de Náucratis, Banquete de los eruditos. Libros i-ii, 1998, pp. 9-70, y Gardella, 2022, pp. 217-219.

30 Véanse Opiano (Halieutica 1.372), Plinio (Historia naturalis 9.10) y, sobre todo, el apartado que les dedica Eliano, Historia de los animales. Libros ix-xvii, pp. 218-220: «Los carneros marinos, cuyo nombre está ampliamente difundido y de los que se tiene información poco precisa y limitada casi a reproducciones artísticas, pasan el invierno cerca del estrecho de Córcega y Cerdeña y se limitan a asomar por encima del agua. Alrededor de los carneros nadan delfines de gran tamaño. El macho tiene una franja blanca rodeando su frente (diríase que es como la diadema de Lisímaco o de Antígono o de cualquiera de los reyes de Macedonia); la hembra tiene bucles dispuestos debajo del cuello al igual que los gallos tienen barbas. [...] Pero los pobladores de las orillas del Océano relatan de que los reyes de la antigua Atlántida, vástagos de Poseidón, llevaban sobre su cabeza las franjas blancas de los carneros machos como un distintivo de su autoridad, mientras que sus esposas, las reinas, llevaban los bucles de las hembras, también como símbolo de su dignidad» (De natura animalium 15.2).

31 Thompson, 1947, p. 263.

32 En Antología Palatina II. La guirnalda de Filipo, p. 195.

33 Véanse sus entradas en Lewis y Short, 1879.

34 Perry, 1980, p. 115. Sobre esta traducción parcial, véase Puche López, 2009.

35 Anónimo, Vita Aesopi fabulatoris clarissimi e graeco latina per Rynucium facta ad Reverendissimum Patrem Dominum Antonium tituli Sancti Chrysogoni Prebyterum Cardinalem, & primo prohoemium, 1478, f. 7r. He consultado el ejemplar de la Biblioteca Estatal de Baviera con signatura 4 Inc.c.a. 1117 b#Beibd.2.

36 Anónimo y Esopo, Esopete ystoriado (Toulouse 1488), 1990, p. 6. La reiteración de «cabrón» se ampara en la amplitud léxica de pecus, que puede hacer referencia a la oveja en particular, pero también a cualquier otro tipo de ganado; véase Lewis y Short, 1879.

37 Anónimo y Esopo, Vita et Fabellae Aesopi cum interpretatione latina, 1505, ff. A3r.-A3v. He consultado el ejemplar de la Biblioteca Complutense con signatura BH DER 1176.

38 Romero de Cepeda, Vida y ejemplares fábulas del ingeniosísimo fabulador Esopo Frigio y de otros clarísimos autores, f. 17r-17v.

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Para citar este artículo

Referencia en papel

Ángel Luis Castellano Quesada, ««¡Vete luego de aquí, oveja marina!»: befas piscipecuarias en la Vida de Esopo (s. i d. C. - Joaquín Romero de Cepeda, 1590)»Criticón, 144 | 2022, 227-235.

Referencia electrónica

Ángel Luis Castellano Quesada, ««¡Vete luego de aquí, oveja marina!»: befas piscipecuarias en la Vida de Esopo (s. i d. C. - Joaquín Romero de Cepeda, 1590)»Criticón [En línea], 144 | 2022, Publicado el 20 abril 2022, consultado el 21 enero 2025. URL: http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/criticon/21643; DOI: https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/criticon.21643

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