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Auto del Nacimiento, de Gaspar de Mesa, autógrafo e inédito (1607)

Mercedes de los Reyes Peña
p. 135-204

Resúmenes

Edición y estudio del Auto del nacimiento de Gaspar de Mesa, pieza inédita, autógrafa, datada en 1607 y firmada por su autor, con censuras y aprobación en Madrid, 1607. Escrita en verso, dramatiza el relato neotestamentario del nacimiento de Cristo, con finalidad celebrativa y catequizadora.

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Dedicatoria

Para Marc Vitse,
Maestro, compañero y amigo

Notas de la redacción

Article reçu pour publication le 25/01/2021; accepté le 15/03/2022

Notas del autor

Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a D. José Antonio Raynaud (Filólogo y Director de Escena) por la primera lectura de este artículo y sus acertadas correcciones y sugerencias, que han mejorado mi texto. Asimismo, agradezco vivamente a los Profesores Marc Vitse y Frédéric Serralta (Universidad de Toulouse-Jean Jaurès) la rigurosa lectura de este trabajo y sus oportunas y convenientes correcciones y observaciones, que sin duda han contribuido en gran medida a su perfeccionamiento.

Texto completo

1La revisión de fichas de autos sobre el tema del nacimiento de Cristo, inéditos y compuestos entre la segunda mitad del Quinientos y primera década del Seiscientos aproximadamente, me condujo a reencontrarme con una de ellas, extraída de datos suministrados por José Sánchez Arjona (1898, pp. 122-123). Esta —el Auto del Nacimiento de Gaspar de Mesa— me había interesado hacía tiempo, pero había quedado aparcada entre mis trabajos pendientes, Auto del Nacimiento de Gaspar de Mesa. Ahora he vuelto a ella y, al comprobar que los datos consignados por el investigador respecto a la citada pieza y su condición de inédita me continuaban interesando, decidí convertir su estudio y edición en objeto del presente artículo. ¿Cuáles eran estos datos que llamaron desde un primer momento mi atención? Ser autógrafa; poseer lugar y fecha de escritura; estar firmada por su creador; tener censuras y aprobación, con la particularidad de que en una de ellas se mencionaba una actriz —«Josepha, mujer de Joan de Morales, autor de comedias»—; mostrar el lamentable estado de escritura en el que a veces los poetas entregaban sus manuscritos a los directores de compañías para su puesta en escena; presentar gran valor para la historia de la recepción, pues se había representado; y su localización —«Biblioteca Nacional de España»—. Datos todos nada desdeñables que determinaron mi definitivo acercamiento a él.

2El manuscrito se encontraba radicado efectivamente en la Biblioteca Nacional de España, como afirmaba Sánchez Arjona, y, anteriormente, lo había catalogado Cayetano Alberto de la Barrera (1860) y, después lo harían, Antonio y Julián Paz (1934, 2ª ed.; 1899, 1ª ed.) y Jenaro Alenda y Mira (1916-1923), entre otros. La Barrera aportaba además muy escasos datos biográficos del autor:

era licenciado en el año de 1602, según consta del autógrafo de una comedia suya. Escribió un soneto laudatorio al frente del libro intitulado Desengaño de fortuna, compuesto por el doctor don Gutierre Ortiz de Careaga, marqués de Careaga, que se imprimió en Barcelona 1611, y va dedicado a don Rodrigo Calderón por el marqués, desde Salamanca, a 15 de junio de 1607,

y le atribuía dos obras teatrales, ambas, entonces, en el fondo de la biblioteca de Osuna: Comedia del Bruto Atheniense, compuesta por el licenciado Gaspar de Mesa, año de 1602, autógrafa y firmada; y El Nacimiento (Auto), manuscrito de 1607 (Barrera, 1860, p. 254). Por su parte, Julián Paz, además de recoger noticias anteriores, añadía la descripción del manuscrito del Auto, «17 hojas, 4º, pasta», y su localización ya en la BNE, Mss. 14.783, calificándolo de «Segundo Auto de Gaspar de Mesa» (Paz, 1934, núm. 2490, p. 373). Por último, Alenda se limitaba a dar de él noticias ya conocidas y aportaba la lista de figuras que aparecía en el primer folio del ms. (Virtual Cervantes, en línea).

3Saltando temporalmente hacia más modernas catalogaciones en busca de información sobre nuestro auto, Héctor Urzáiz, basándose en catalogaciones antiguas y modernas, lo recogía en la suya con interrogación (2002, t. II, p. 442) y confesaba la falta de conocimientos que teníamos sobre su autor. Muy parco en su información biográfica, ya conocida, le atribuía esta serie de obras, con datos interesantes sobre alguna de ellas:

El bruto ateniense. Autógrafo de 1602 (BNM, Ms. 16.597). Según San Román (1935, lxxixi [sic por lxxxi]), fue comprada por Valdés a Alonso de Heredia en 1603. Alenda cita esta obra como auto sacramental, aunque da una referencia de Paz como comedia.
El nacimiento. Auto sacramental. Autógrafo firmado en Madrid el 14 de diciembre de 1607 (BNM, Ms.14.783); lleva censuras para ese año, donde se dice que el papel de María lo haría Josefa, mujer del autor de comedias Juan de Morales.
Nínive y su conversión. «Comedia y auto sacramental», según Alenda. Autógrafo de 1597 (BNM, Ms. 16.940).
La sangre perseguida. Comedia desconocida, atribuida a Gaspar de Mesa en un Catálogo manuscrito de 1834 existente en la BMPS [Biblioteca Menéndez Pelayo de Santander].

4Como no podía ser de otra forma, el Auto figuraba registrado en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español (consulta, 18/07/2021), dando cuenta de la digitalización del ms. en la Biblioteca Digital Hispánica (Biblioteca Nacional de España). En el citado fondo, bajo la autoría de Gaspar de Mesa se citan solo tres obras, de cuyos respectivos registros entresacamos estos datos:

El bruto ateniense [Manuscrito] comedia en tres jornadas, compuesta por el Licenciado Gaspar de Mesa. Autógrafo con firma. En portada: 1602. Texto con abundantes correcciones. Licencias de representación: Barcelona, 20 octubre 1604; Madrid, 3 octubre 1606. Copia digital: Biblioteca Digital Hispánica (Biblioteca Nacional de España).
El Nacimiento [Manuscrito]: auto sacramental. Autógrafo con firma. Al final: Madrid, 14 de diciembre de 1607. Con licencias de representación de 1607. Copia digital: Biblioteca Digital Hispánica (Biblioteca Nacional de España).
Nínive y su conversión [Manuscrito] auto sacramental, / de Mesa. Texto con correcciones. Licencia eclesiástica de 28 de mayo de 1597. Copia digital: Biblioteca Digital Hispánica (Biblioteca Nacional de España).

5También nuestro Auto está presente en Bases de datos como Manos teatrales, dirigida por Margaret R. Greer, y CLEMIT (Censuras y Licencias en Manuscritos e Impresos teatrales), cuyo investigador principal es Héctor Urzáiz. En la primera, donde se registran tres piezas de Gaspar de Mesa (El Nacimiento. Segundo auto; El bruto ateniense; y Nínive y su conversión. Comedia y auto sacramental), en sus notas al Auto, junto a noticias suministradas por investigadores anteriores, se ofrecen otras nuevas sobre el ms. que conviene destacar: los muchos pasajes cancelados, «algunos con comentarios o texto alternativo del censor en la [sic] margen: p. ej., ff. 4r, 5v, 6v, 7r, 13v, 16r»; usos de signos gráficos; letras más distintivas; líneas por página (32-35); espaciado de palabras (unidas); uso de la v, u y b; y formas de letras, adjuntando la reproducción fotográfica de alta calidad de cinco imágenes: I (fol. 1r), II (1v-2r), III (5v-6r), IV (14v-15r), V (15v-16r), las cuales reflejan muy bien el estado general del manuscrito (consulta, 18/08/2021).

6En la segunda Base de datos aludida, Urzáiz se centra en el examen de las censuras del Auto —que continúa calificando de «sacramental»—, transcribiendo un extenso pasaje con errores de lectura. Igualmente, examina en su Base las censuras de El bruto ateniense y Nínive y su conversión (consulta, 18/08/2021).

7Realizadas estas pesquisas bibliográficas en busca de datos sobre el Auto del Nacimiento y su autor, me continuaba extrañando la falta de interés de la crítica por su estudio y edición, cuando para mí poseía tantos atractivos, por lo que decidí llevar a cabo dicha labor.

8Las noticias que poseemos sobre Gaspar de Mesa continúan siendo muy escasas. Conocemos que Agustín de Rojas Villandrando, en su famosa “Loa en alabanza de la comedia” (El viaje entretenido, 1603), cuando aborda la situación de la comedia en su tiempo, «que pudiera llamarse el tiempo dorado», cita entre los “actores-autores” a un tal «Mesa»:

  • 1 Agustín de Rojas Villandrando, El viaje entretenido (1603), 1972, pp. 147-158, la cita en p. 157.

De los farsantes que han hecho
farsas, loas, bailes, letras,
son: Alonso de Morales,
Grajales, Zorita, Mesa,
Sánchez, Ríos, Avendaño,
Juan de Vergara, Villegas,
Pedro de Morales, Castro,
y el del
Hijo de la tierra,
Carvajal, Claramonte,
y otros que no se me acuerdan,
que componen y han compuesto
comedias muchas y buenas
1.

9Urzáìz recoge esta noticia en su Catálogo, bajo el lema «Mesa (?)», presentándolo como «actor y autor de algunas composiciones dramáticas desconocidas», con remisión a Agustín de Rojas (2002, vol. II, p. 441) y sin relacionarlo con el «Gaspar de Mesa (?)» que cataloga en la entrada siguiente (p. 442). En DICAT, ya encontramos esta relación bajo el nombre «Gaspar de Mesa». Siguiendo la anotación incluida por Jacques Joset en su edición de El viaje entretenido, se apunta la posibilidad de que el tal Mesa fuese Gaspar de Mesa, posibilidad —se añade— «que nos parece correcta», completándola con el testimonio de Andrés de Claramonte en su Letanía moral (Sevilla, 1612, pero con aprobación de 23 de mayo de 1610), donde cita a un Baltasar de Mesa, «famoso por el ingenio i por la representación». Es posible —seguimos leyendo en DICAT — «que en la obra de Claramonte exista una confusión de nombre [Baltasar por Gaspar] y, en realidad, se aluda también a Gaspar de Mesa, único autor y poeta dramático con este apellido que podemos documentar por estas fechas» (DICAT, 2008, s. v., la cursiva me pertenece).

10Con estos datos, comenzamos a investigar con el propósito de corroborar dicha posibilidad y afirmar la identidad de ambos «Mesa». Ya que en el Auto del Nacimiento existían dos firmas autógrafas del Mesa dramaturgo, estimábamos que resolvería la cuestión su cotejo con las que figuraban en los documentos notariales signados por el Mesa actor (recogidos también en DICAT). Las semejanzas de firmas —en el caso de que se dieran— y los datos que poseíamos de ambos nos parecían suficiente argumento para asegurar su identidad. Y, ante nuestra sorpresa, pudimos confirmar que el dramaturgo y el actor eran la misma persona:

Firmas autógrafas de Gaspar de Mesa en el Auto del Nacimiento (1607)

Firmas autógrafas de Gaspar de Mesa en dos documentos notariales (1602 y 1607)

Firmas autógrafas de Gaspar de Mesa en dos documentos notariales (1602 y 1607)

11Como me aseguraba la Prof. Mª del Carmen del Camino, cualificada experta en Paleografía, tras la comparación de las distintas firmas,

  • 2 Me complace expresar mi más cariñoso agradecimiento a la Dra. Dª Mª del Carmen del Camino (Catedrát (...)

no me cabe duda de que se trata de la misma mano. Las leves diferencias entre unas y otras firmas que, sin duda existen, no justifican una atribución diferente, entre otros motivos porque, como tenemos todo el texto autógrafo [del Auto del Nacimiento], he comprobado sobre el manuscrito que editas que él utiliza esas variantes indistintamente. Y las similitudes son lo suficientemente significativas como para asegurar la identificación (e-mail, 28/1/2022)2.

  • 3 Agradezco al Archivo Histórico Provincial de Toledo (AHPT) y al Archivo Histórico de Protocolos de (...)

12Esta identidad ha permitido completar en firme la biografía de Gaspar de Mesa con los datos proporcionados por los citados documentos notariales relativos a su faceta de actor3:

  • 4 AHPT, Protocolo de M. de Galdo, 17 de marzo de 1602, fols. 301r-303r (las citas en fols. 301r, 302r (...)

– El 17 de marzo de 1602, Gaspar de Mesa se encuentra en Toledo, donde firma, junto a otros representantes, una obligación para asentar «compañía en el arte de la representación a partes, por tiempo de un año que fue su comienzo el día de Carnestolendas de mil y seiscientos y dos fasta el día de Carnestolendas del año primero venidero de mil y seiscientos y tres años», detallándose minuciosamente, a continuación, las condiciones. Como era habitual en este tipo de compañías, el dinero obtenido de cualquier entrada, una vez sacado el correspondiente a los viajes y costas, se debía repartir entre todos los compañeros de acuerdo con la parte fijada a cada uno, de donde pagaría su sustento y posada, declarándose que «el hato se hará y pagará de montón». Los actores que formaban dicha compañía eran: «Francisco de Salazar y Gaspar de Mesa y Antonio Clavijo y Luis de Castro y Vicente Fernández y Damián Díaz Navarro, Diego Hernández y Francisco de Corvella y María Magdalena, su mujer, y Gerónimo Sánchez y María de los Ángeles, su mujer, y Lucrecia Santi, viuda, todos representantes, y Andrés de Arce, asimismo representante». A Gaspar de Mesa. igual que a otros tres compañeros, le corresponden 7 reales de su parte, siendo Francisco de Salazar el mejor retribuido con 8 reales, exceptuados los dos matrimonios que, al estar formado cada uno por dos representantes, cobran 13 y 11 reales, y la viuda, que, acompañada de su hijo, cobra 9 reales. Como se aprecia por la distribución del montante de las partes, existía una jerarquización en la compañía, no estando mal situado nuestro Gaspar de Mesa en ella4.

  • 5 Documento exhumado por por Cristóbal Pérez Pastor, 1901, p. 99, que he comprobado personalmente, co (...)

– El 4 de abril de 1607, Gaspar de Mesa se halla en Madrid como representante en la compañía del autor de comedias Diego López de Alcaraz, según muestra la escritura de obligación otorgada por «Diego López de Alcaraz, autor de comedias, Pedro Cíntor, Pedro de Callenueva, Jerónimo de Culebras, Gaspar de Mesa, Francisco Sánchez, Francisco de Loya, Juan Bautista, Sebastián de Morales, Pedro de España, García Sánchez, representantes de la compañía del dicho Diego López de Alcaraz, estantes todos a el presente en esta Corte», por la que Diego López de Alcaraz y Magdalena Osorio, su mujer, se obligan a pagar a Gonzalo Sánchez, «mercader de ropería, vecino desta villa de Madrid», una deuda de 2.860 reales «de resto de todas cuentas entre nos fenecidas y acabadas con el dicho Gonzalo Sánchez hasta hoy, día de la fecha de esta, sin le quedar a deber otra ninguna cosa más de lo suso referido». Por esta escritura, el autor de comedias y su mujer se obligan a pagarle 2.200 reales de esta forma: 600 reales para veinte días después del día del Corpus Christi de 1607, y otros 800 reales para en fin del mes de octubre venidero de 1607, y otros 800 reales restantes a cumplimiento de los 2.200 reales para el día de Carnestolendas de 1608. Para el pago de los 660 reales restantes de la deuda de los 2.860 reales, Diego López de Alcaraz y Magdalena Osorio, su mujer, se comprometen a otorgar escritura según esta y pagarlos «a los mismos plazos por tercias partes y, a lo cumplir, ansí me obligo», como leemos en la carta de obligación. (AHPM, Escribano Antonio de la Calle, 1607, t. 1332, s. f.)5.

  • 6 Documento exhumado por por Cristóbal Pérez Pastor, 1901, p. 202, con errores de lectura que he subs (...)

– El 26 de septiembre de 1623, en Madrid, Gaspar de Mesa firma, como testigo, una escritura de poder otorgada por Francisco Ródenas, representante, y su mujer, Marina Margarita Ruiz, a favor de Gaspar Maldonado y Salvador García, vecinos de la ciudad de Loja, para cobrar y recoger la herencia de los difuntos padres de Marina, Lope Ruiz y Juana Ruiz, ante el Escribano Juan Bautista de la Bárcena, 1623, t. 5789, fols. 267r-268v6. Documento este en el que no figura su firma, como hemos comprobado.

  • 7 AHPM, Protocolo de Juan de Obregón, 1632, 1º, fols. 451r- 459v. Documento exhumado por Cristóbal Pé (...)
  • 8 Poder del que solo poseemos el traslado que el escribano Juan de Obregón incluye en su escritura (f (...)

– El 21 de julio de 1632, se confirma en Madrid la escritura de «Fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de la Novena por los comediantes desta Corte», adscrita y con sede en la iglesia parroquial del Señor San Sebastián en la villa de Madrid, ante el escribano público Juan de Obregón7. Previamente, según consta al comienzo de ella, el 17 de julio de1632, autores de comedias y actores, por una parte —Gaspar de Mesa, entre ellos—, y, por la otra, el licenciado teniente cura de la Parroquia de San Sebastián, se habían reunido en casa de Pedro García de Salinas, con objeto de fijar la sede, objetivos y capitulaciones para su funcionamiento. Redactados sus estatutos, los comediantes —entre ellos, Gaspar de Mesa— otorgan poder ante el escribano público Juan Bautista de la Barrera, autorizando a determinados compañeros para la confirmación de lo acordado: la escritura de «fundación y capitulación (en la misma forma que está escrita») de la Cofradía de Nuestra Señora de la Novena del Gremio de Representantes de esta Corte8, confirmación que se realiza el 21 de julio de 1632, como al principio hemos indicado. Pues bien, como hemos podido comprobar, en todo este proceso participa nuestro Gaspar de Mesa, al que encontramos entre los representantes implicados y como cofrade de la citada Cofradía.

– Evidente muestra de su inclusión y relaciones en el mundo actoral de la época, la suministra la nómina de los autores y actores reunidos ese 17 de julio de 1632, transcrita en el mismo orden en que los comediantes aparecen citados: «Manuel Vallejo, autor, Pedro de Ortegón, autor, Pedro de Valdez, autor, Lorenzo Hurtado de la Cámara, autor, y el dicho Pedro García de Salinas, Luis López Sustaete, autor, Francisco de Salas, Gaspar de Mesa, Juan de Tapia, Salvador de Lara, Pedro de Urbina, tesorero [de la Cofradía], Fadrique de Montalbo, Pedro Ascanio, Juan de Montoya, Juan Jerónimo de Heredia (fol. 452v). Nombres estos citados de nuevo al final de la escritura de poder, cuando estampan sus respectivas firmas ante «Juan Bautista de la Barrera, escribano»: «Luis López Sustaete, el teniente Francisco de Corbalán [licenciado teniente cura de la Iglesia de San Sebastián], Manuel de Vallejo, Juan Jerónimo de Heredia, Pedro Ortegón, Lorenzo Hurtado de la Cámara, Juan de Tapia, Pedro de Valdés, Gaspar de Mesa, Francisco de Salas, Salvador de Lara, Pedro Ortiz de Urbina, Pedro de Ascanio, Juan de Montoya, Pedro García de Salinas (fols. 452v-453r, la cita en fol. 453r).

13A través de la presencia documental de Gaspar de Mesa en el mundo actoral, podemos mostrar de forma objetiva su verdadera profesión, al menos durante la parte de su vida hasta ahora documentada. En ella, predominó su faceta de comediante y no la de autor dramático, aunque también escribiera para el teatro, como asegura su obra conservada. No conviene olvidar la certera afirmación de Agustín de Rojas ya citada, cuando lo enumera entre «los farsantes que han hecho / farsas, loas, bailes, letras», dando mayor relevancia a su faceta como representante que como escritor dramático.

  • 9 Respecto a la condición de «licenciado», que ya le atribuía La Barrera «según consta del autógrafo (...)

14Actor y autor dramático, Gaspar de Mesa, como se desprende del estudio y edición del Auto que editamos, era un hombre culto9; buen conocedor de las fuentes bíblicas, con cierto dominio de la lengua latina y la cultura clásica en mayor o menor medida, la retórica y la poética, la iconología, y las técnicas dramáticas y escénicas de su época, convencido de que el objeto de la escritura teatral era su representación, asegurado por las censuras y aprobaciones que figuran en sus obras y la posesión de sus manuscritos por autores de comedias, lo cual lo explica perfectamente su condición de actor. Desordenado en su proceso creador, como también se advierte en el Auto, escribía y corregía al mismo tiempo, tachando o enjaulando y sustituyendo o despreciando versos e incluso escenas iniciadas. Ello, unido a la intervención en el manuscrito autógrafo de una mano secundaría que añade, corrige, cambia y sustituye lecturas, y de la intervención censoria que también actúa sobre él, dotan al texto conservado de una gran complejidad, como se reflejará en su edición.

15Por último, debemos añadir que, además de creador dramático, Mesa escribió un soneto laudatorio incluido en los Preliminares de la obra Desengaño de fortuna, muy provechoso y necesario para todo género de gentes y estados, del Doctor Don Gutierre, Marqués de Careaga, teniente de corregidor de Madrid, y dirigido a Don Rodrigo Calderón (Barcelona, Emprenta de Francisco Dotil, 1611). Aparece así como poeta, plausiblemente relacionado con el citado marqués, que frecuentaba el círculo de Lope de Vega y era amigo de poetas y dramaturgos, entre los que debía encontrarse Gaspar de Mesa. He aquí el referido soneto, fruto de su inspiración poética:

   Para, veloz Fortuna, el movimiento,
los pies afirma fuera de la bola:
a don Gutierre da la laureola
y de tu cumbre el más supremo asiento.
   Cante la Fama con sonoro acento
puesta en tus hombros esta voz, y sola
—si de espadas es sola la española—,
sola la pluma deste entendimiento.
   Favoreciste a Alcides en la cuna,
dejástele en el fuego el mayor daño;
si te llevó a favor César, cesaste.
   Con llamarse de César la Fortuna,
don Gutierre nos muestra el desengaño,
que te entendió. Y, pues te entiende, baste.
(
Desengaño de fortuna…, h. qq4).

16Centrándonos ya en el manuscrito del Auto, comprobé su buen estado de conservación y que la letra de Gaspar de Mesa no presentaba una excesiva dificultad de lectura. Se trataba de una escritura propia de la época, ejecutada por una mano no disciplinada ni caligráfica, sino espontánea, con rasgos particulares y elementos propios (Lám. I, fol. 1r, fot. 13). Pero, además de su mano, que es la que predomina totalmente en el manuscrito, se apreciaba la intervención de una mano secundaria posterior distinta —como se ha indicado— con tinta más tenue y letra más puntiaguda y fina, que presentaba mayores dificultades de lectura, debido sobre todo a lo apretado de su escritura, con la intención de aprovechar los márgenes en blanco del texto de Mesa (Lám. II, fol. 7r, fot. 25) y el blanco de los espacios interlineales. Por otra parte, no estábamos ante un manuscrito pulcro, sino ante un original cuyo autor iba modificando y corrigiendo a medida que escribía, tachando mediante rayas horizontales los versos o términos que, después de escritos, no le complacían, y sustituyéndolos por otros más adecuados a su parecer o enjaulándolos y tachándolos o solo tachándolos. Así sucede con la escena que dramatiza la adoración de los Magos al recién nacido, comenzada a escribir en tres ocasiones, de las cuales Gaspar de Mesa deja interrumpidas las dos primeras (Lám. III, fol. 9v, fot. 30 y Lám. IV, fol. 11r, fot. 33), para desarrollarla completa en la tercera, como se observa en las notas a la edición. Ello nos hace preguntarnos: ¿cómo es posible creer que un dramaturgo se equivoque tanto sobre su propio texto y sobre la cronología de la tradición bíblica? Dicha cronología es: mesón, portal, pastores, en Belén; presentación en el Templo, (cuarenta días después del nacimiento según el rito mosaico), en Jerusalén; vuelta a Belén y visita de los Reyes Magos. Trasponer la escena de los Magos al v. 510+ o v. 586+ es a la vez traicionar la Escritura Sagrada y decepcionar al público con un auto cortísimo, porque a la fuerza tenía que terminar con la visita de los Magos. La hipótesis de que Gaspar de Mesa esté copiando de un borrador anterior, que se le trastoquen los papeles y, sin advertirlo, empiece a copiar la escena de los Magos, me parece poco probable y más que cometa el mismo error en dos ocasiones. Es verdad que en el ms. hay pruebas textuales que pudieran inducir a pensarlo (como aquel loco, encima del v. 48; vamos a cenar, después del v. 125, cuando corresponde al v. 138; temor-hielo, tachado en v. 167, correspon-diendo al v. 170) o el hecho de la total semejanza en la acotación de entrada de los Magos y la identidad de los versos repetidos en las tres ocasiones. Estimo, sin embargo, que el texto conservado no es una copia realizada por el propio autor, pues resulta muy difícil de creer, según sus numerosas tachaduras, que se hubiera equivocado tantas veces, y más, cuando en muchas de dichas correcciones de su mano se advierte una intención de mejorar el contenido, la métrica o el estilo de lo anteriormente escrito.

Lám. I. Escritura autógrafa de Gaspar de Mesa (Auto del Nacimiento, BNE, Mss. 14.783, fol. 1r, fot. 13).

Lám. II. Escritura de una mano secundaría que interviene en espacios interlineales y márgenes en blanco del ms. (Auto del Nacimiento, BNE, Mss. 14.783, fol. 7r, fot. 25).

Lám. III. Primer proceso de escritura, inacabado y tachado, de la escena de los Magos de Oriente (Auto del Nacimiento, BNE, Mss. 14.783, fol. 9v, fot. 30).

Lám. IV. Segundo proceso de escritura, inacabado y tachado, de la escena de los Magos de Oriente (Auto del Nacimiento, BNE, Mss. 14.783, fol. 11r, fot. 33).

17Respecto a la actuación de la vigilancia censoria sobre el ms. para autorizar su representación, el caso más llamativo de versos enjaulados y tachados en ocasiones con rayas verticales lo ofrece el largo pasaje (vv. 621-740 = 120 vv.) protagonizado por Justicia divina, Género humano y María. Sin lugar a dudas, se trata de una escena singular, la única del Auto donde intervienen personajes alegóricos y se barajan contenidos complejos de profundo nivel teológico, frente al resto de la obra donde impera un tono realista. Precisamente, la crítica (véanse CLEMIT y Manos teatrales) se ha fijado en ella para ilustrar la supresión censoria, apoyándose en los juicios emitidos por los censores al final del manuscrito.

  • 10 Van localizados en notas. Para su fácil localización en el ms., véanse los fotogramas 19, 22, 24, 2 (...)

18En Manos teatrales, se indica que «hay muchos pasajes cancelados, algunos con comentarios o texto alternativo del censor en la [sic] margen: p. ej., ff. 4r, 5v, 6v, 7r, 13v, 16r»10 (consulta, 20/08/2021). Y, en CLEMIT, más explícito al respecto, leemos:

  • 11 Además de sus respectivas localizaciones en notas, véanse para su localización en el ms. los fotogr (...)

Además de otras supresiones más breves (ff. 3r-4r, 5r-5v, 8v, 9v)11, hay una intervención censoria muy destacada en el manuscrito de El auto del nacimiento, la llevada a cabo sobre el pasaje que protagonizan María, la Justicia Divina y el Género Humano. Éste, cargado de odio y rencor, pide ayuda a la Justicia para salir de la prisión (el pecado) en que se halla, y llega a dudar de la naturaleza divina del Niño (consulta, 20/08/2021).

19Es verdad que en el extenso pasaje entre Justicia divina, Género humano y María se deslizan algunos versos que teológicamente podrían rozar el dogma católico, como la pregunta de Justicia divina de si «el niño es rey» o la afirmación de Género humano sobre «el disfraz de hombre», adoptado por Dios para pagar por él, pues esa doble identidad —Dios y hombre— es fruto de la misma esencia de Cristo, de su doble naturaleza, como unos versos más abajo confiesa el mismo Género humano, rechazando la propuesta de María para sustituir en el pago a su hijo, a causa de su carencia de naturaleza divina. Elementos todos que debieron de resultarles peligrosos a la censura, de aquí su supresión.

20El deseo de editar un texto lo más próximo posible al que salió de las manos del poeta, sin hurtar al lector el estado en que se encuentra el complejo manuscrito, me ha inclinado a derivar a nota las correcciones y adiciones procedentes de la mano posterior ajena a la del autor que interviene en él, probablemente la del autor de comedias que lo puso en escena, como se advierte en algunas de las notas al texto. Los versos, expresiones o términos tachados individualmente por Gaspar de Mesa con rayas horizontales sobre ellos, muy abundantes y de difícil lectura en ocasiones por la raya que los tacha, los he llevado a nota con los mismos criterios utilizados en la edición para facilitar su lectura, siempre que esto ha sido posible. Aunque fueron despreciados por él, son reveladores de una “primera” voluntad expresiva, a veces muy útil para la comprensión del texto definitivo, y suministran datos de valor para el conocimiento de su proceso creativo. En los casos que he estimado mejor lectura la autosuprimida, lo preciso en nota. Y, por último, dada la gran dificultad de dilucidar si los versos enjaulados —tachados o no— fueron fruto de la voluntad del autor, o de esa mano secundaria, o de la censura de la época —cuestión muy problemática de distinguir cuando se trata de líneas—, los he incluido en la edición, pues fueron escritos por Gaspar de Mesa, sin que sepamos a ciencia cierta quién fue el agente que los suprimió. No obstante, advertimos su tachado en el manuscrito en sus respectivas notas.

21Tras esta primera aproximación al Auto del Nacimiento, de Gaspar de Mesa, y los problemas derivados que su manuscrito autógrafo presenta, me centraré en el objeto de este trabajo: su Edición crítica y Estudio (Contenido; Fuentes; Vehículo expresivo y Extensión; Estructura; Personajes; Género y Finalidad; Teatralidad y Puesta en escena), que permitirán incorporarlo a nuestro rico Patrimonio Teatral.

Edición crítica

Criterios de edición

22Para facilitar la lectura, de acuerdo con la tendencia de la actual crítica filológica que postula la máxima modernización posible en la edición de textos antiguos, respetando siempre la lengua de la época en los tres niveles del signo lingüístico, desarrollo las abreviaturas y las elisiones vocálicas sin advertirlo; sigo las normas vigentes en la puntuación, acentuación, empleo de las letras mayúsculas y separación de palabras, conservando las contracciones frecuentes de la época (deste, della, dese…); modernizo grafías antiguas (sustituyo la grafía x por j; las grafías i por j cuando su valor es consonántico; jh por j, ph por f, th por t; escribo con h- el verbo haber, así como otros términos que modernamente la requieren; acomodo la b y la v a las exigencias actuales; sustituyo la ç por c y la z por c, cuando este es su valor; reproduzco como simple la doble r inicial y tras l y n, simplifico las consonantes geminadas como ll, etc.); transcribo la vocal i larga [j] por i, y la grafía u por v, cuando tiene valor consonántico, y v por u, cuando su valor es vocálico; y respeto las vacilaciones frecuentes en la época. Señalo entre corchetes los términos o grafías añadidos por su ausencia en el ms. a causa de su deterioro, y represento los no logrados leer con tres puntos igualmente entre corchetes […]. Para facilitar la localización de las referencias en el manuscrito, añado, tras el número de folio, el del fotograma donde se halla en su digitalización en Biblioteca Digital Hispánica.

Texto

  • 12 In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti [«En el nombre del Padre y de Hijo y del Espíritu Sant (...)
  • 13 Timor Domini principium sapientiæ [«El principio de la sabiduría es el temor a Dios»], Primera part (...)
  • 14 Ana: la profetisa Ana, presente, cuando José y María llevaron al niño al Templo de Jerusalén y fuer (...)

23Datos informativos:
BNE, Mss. 14.783
[Con letra moderna:] Autógrafo
El Nacimiento
Auto de Gaspar de Mesa
[Cubierta]: Mss. 14783
   
El Nacimiento
Auto de Gaspar de Mesa [fot. 9]
Auto al Nacimiento [fot. 11]
   
2º auto. In nomine Patris, et Filii et Espiritu Santi12 [fol. 1r, fot. 13].
Inicium sapientie timor Domini13 [fol. 1r, fot. 13].
   
Jesús
José
María,
spes mea
Ana
14

24El Nacimiento
   
Auto del nacimiento

  • 15 v. 1, interlineado en el margen derecho: «2º Auto» [fol. 1r, fot. 13].
  • 16 vv. 9-10: referencia al Edicto del emperador César Augusto (27 a. C. - 14 d. C.), en cual se «orden (...)
  • 17 v. 12+: el Criado, que no vuelve a escena hasta que una acotación (v. 43+) marca su salida, se reti (...)
  • 18 v. 19+ Güésped: «el que está alojado en una casa que no es suya, ni vive en ella de asiento, sino p (...)
  • 19 v. 21 Güésped: «Se llama regularmente el Mesonero, o el que tiene casa de posadas y recibe en ellas (...)
  • 20 v. 24 Dárseos ha: ‘Se os dará’.
  • 21 v. 26: tras este verso, se encuentra este otro tachado: «la sangre y ánimo helado», que el autor re (...)
  • 22 v. 34+ pretales: «la correa que está asida a la parte delantera de la silla, y ciñe y rodea el cuel (...)
  • 23 v. 34 mohíno: clásico nombre de un mulo o asno de color oscuro.
  • 24 v. 36 Mí señor: Si bien esta respuesta afirmativa del Mozo del huésped admitido anteriormente en la (...)
  • 25 v. 40 veta: ‘la puerta del mesón cerrada con llave lo impide’.
  • 26 v. 45+ harnero: «cribo» [cribo: «especie de instrumento, que se forma de un cerco o aro de madera d (...)
  • 27 v. 47 portal: «el zaguán o primera pieza de las casas, por donde se entra a las demás. Llámase así (...)
  • 28 v. 48 aquel loco: estos dos términos aparecen escritos y tachados por el autor encima del comienzo (...)
  • 29 v. 52: tras este verso, se encuentra este otro tachado: «y ya no me acordé dél», que el autor reemp (...)
  • 30 v. 56 arancel: ‘lo que se debe pagar’. En este contexto, lo que el Mesonero debe pagar a la Mujer p (...)
  • 31 v. 62+ Loco: sobre este término tachado, bajo el que se adivina leerse loco, se escribe Rubén parec (...)
  • 32 v. 63 Loco: adscripción del parlamento tachada, sustituida parece que por mano distinta por Rubén(...)
  • 33 v. 65: en este verso figura el nombre de Rubén, en corrección con letra que parece del autor, impid (...)
  • 34 v. 67: tras este verso, se tacha este otro: «Donde con juicio he venido», adscrito al Loco, adscrip (...)
  • 35 v. 68 Adonde: ‘en donde’.
  • 36 v. 76 sol: metáfora por Dios encarnado.
  • 37 v. 77 Encontré: término que se escribe sobre el tachado «topé» (fol. 2v, fot. 16), término que al t (...)
  • 38 v. 95: tras este verso, el autor tacha este otro «y ansí llegué como loco», que sustituye por el ve (...)
  • 39 v. 103 almorcemos: «comer por la mañana temprano cualquiera cosa la primera vez» (Aut.).
  • 40 v. 106 salva: «el canto y música que las aves hacen cuando empieza a amanecer» (Aut.).
  • 41 v.107 No os: nos en el ms. con la o embebida. // el alba: metáfora por Nuestra Señora.
  • 42 v. 108 sol: metáfora por Jesús, Dios encarnado.
  • 43 vv. 109-112: recordemos que la iconografía helénica sobre el Sol con su carro y sus caballos la rec (...)
  • 44 v. 113 esta estrella: metáfora por María. // recelo: «temor, desconfianza, presentimiento, sospecha (...)
  • 45 v. 115 alba del sol: el autor recoge y encadena dos metáforas anteriormente empleadas para aludir a (...)
  • 46 v. 118 ni hay para Adán, si no es ahi: no hay redención para el pecado original cometido por Adán s (...)
  • 47 vv. 121-124: los cuatro versos de esta redondilla están tachados en el ms. Tras junto a, hay dos gr (...)
  • 48 v. 125: tras este verso, se halla tachado, parece que por Mesa, el comienzo de este otro —«Vamos a (...)
  • 49 v. 126 Salomón: el más célebre rey de Israel (alrededor del 970-930 a. C.), considerado tradicional (...)
  • 50 vv. 127-128 niños y locos son / los que dicen las verdades: refrán español con el significado «las (...)
  • 51 v. 134 provoco: «se usa frecuentemente por mover o incitar» (Aut). // Tras este verso, se escribe e (...)
  • 52 v. 140 a obscuras: en el ms. aboscuras.
  • 53 v. 140+. Tras esta acotación se tacha: «José.- Mi paloma», comenzando a dialogar María (fol. 3v, fo (...)
  • 54 v. 145: tras este verso se encuentran estos tres tachados, sustituidos por los tres siguientes: «az (...)
  • 55 vv. 142-148: José invoca a su esposa con un lenguaje lírico metafórico ascendente, que caracteriza (...)
  • 56 v. 150 plantas: ‘pies’.
  • 57 v. 161: en el ms., tras este verso, que inicia una redondilla, aparecen cuatro tachados, salvo los (...)
  • 58 v. 163 Belén: ciudad ubicada en los montes de Judea, a corta distancia de Jerusalén. Tiene un impor (...)
  • 59 v. 165 ciudad: tras este término el autor escribe y tacha temer el hielo, expresión que encontramos (...)
  • 60 vv. 169-170: invocación por José del «arca santa del maná» ante la apurada situación en que se encu (...)
  • 61 v. 177+: tocador: «el paño con que se rodea la cabeza y cubre en forma de un gorro» (Aut.).
  • 62 v. 192 que vienen a hacerle corte: el hospedaje de José y María, encinta del Verbo humanado, rey de (...)
  • 63 vv. 197-200: versos enjaulados en un rectángulo, cruzados por dos tenues rayas inclinadas, siendo l (...)
  • 64 v. 201 luna buena: si entendemos por bueno/a «lo perfecto, lo consumado en su género» (Aut.), la ex (...)
  • 65 v. 204 luna: tras este término se tacha «y de gracia llena», pues el escritor se da cuenta de su er (...)
  • 66 v. 206: Mengua doce se la arenga: ‘a la luna se le atribuye que crece y mengua doce brazas, cuando (...)
  • 67 vv. 201-208: estos versos ilustran ese doble nivel del lenguaje empleado por ambos personajes: mien (...)
  • 68 v. 215 que: reduplicación del que. Se producía cuando entre la conjunción y el verbo se introducía (...)
  • 69 v. 223: en el margen izquierdo de este verso se escribe el término ojo, repetido en el margen derec (...)
  • 70 vv. 249-252: en esta estrofa el Loco arenga al ventero en términos despectivos (acostumbrado valor (...)
  • 71 vv. 253-260: versos enjaulados y tachados con dos rayas verticales, estando los cuatro primeros tac (...)
  • 72 v. 263: verso escrito por el autor a continuación de este tachado «pues hay quien a Dios le dé» (fo (...)
  • 73 vv. 265-276: en estos versos, ante el brusco golpe recibido por Dios al cerrarle el Mesonero las pu (...)
  • 74 v. 277: tras este verso, se incluye este otro que está tachado «apenas mover los pies» (fol. 5v, fo (...)
  • 75 v. 279 tras el término María, se introduce escrito, parece que por distinta mano, el verso: «que al (...)
  • 76 v. 281 con vos misma podéis ver: ‘vos misma podéis comprobarlo’.
  • 77 vv. 285-292: redondillas enjauladas, la segunda (vv. 289-292) tachada con líneas verticales inclina (...)
  • 78 v. 295 gu[i]e: en el ms. gue (fol. 5v, fot. 22), que he corregido, con sinéresis en guie para evita (...)
  • 79 v. 303 hacia allí: en el ms. hacialli con la a embebida (fol. 5v, fot. 22).
  • 80 vv. 309-310 la ley / de César: ‘el empadronamiento’.
  • 81 v. 315 el león de Judá: el león era el símbolo de la tribu de Judá. A Jesús se le designa como león (...)
  • 82 v. 317: tras este verso, hay tachado este otro «de rodillas atrás cejan» (entre los dos últimos tér (...)
  • 83 v. 318 cejan: «ciar, retroceder, andar hacia atrás» (Aut., s. v. cejar).
  • 84 v. 323 y veréis: términos escritos sobre los tachados «con que veréis», que convertían el verso en (...)
  • 85 v. 324+: Silvio, Lisdano: nombres pastoriles de raigambre literaria renacentista, al igual que los (...)
  • 86 v. 325 chueca: «juego de labradores que se hace con una bolita, que también se llama chueca: la cua (...)
  • 87 v. 331: al comienzo de este verso aparece una grafía y tachada (fol. 6r, fot. 23).
  • 88 v. 340+ Lauso: en el manuscrito Laudo (fol. 6v, fot. 24), que he corregido, porque en las adscripci (...)
  • 89 v. 340 aquí: tras este término se tacha el término todo, que haría el verso hipermétrico (fol. 6v, (...)
  • 90 v. 341 Silvio: adscripción escrita por el autor a la izquierda de la abreviatura tachada ergas [Erg (...)
  • 91 v. 344: entre este verso y el siguiente, una cruz marca la inserción en el margen derecho de un tex (...)
  • 92 v. 345: eslabón: «el hierro con parte de acero, con que se saca fuego de un pedernal: y de ordinari (...)
  • 93 v. 348 Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubén —ru— por mano que par (...)
  • 94 v. 350: Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubén —ru— (fol. 6v, fot. (...)
  • 95 v. 351 pantano de migas: pantano: «lugar o sitio donde se recoge y detiene el agua, formando un cha (...)
  • 96 v. 353 mojones: «la señal que se pone para dividir los términos, lindes y caminos» (Aut.).
  • 97 v. 354 vado: «el paraje somero, llano y firme por donde se puede pasar el río de una parte a otra s (...)
  • 98 v. 355 lago: «por semejanza se dice la copia de cualquier líquido en algún sitio» (Aut.). En nuestr (...)
  • 99 v. 357 Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubén —ru— (fol. 6v, fot. 2 (...)
  • 100 v. 360 Febo: ‘el brillante’, nombre latino del dios Apolo, el Sol. // En los vv. 359-360, el autor (...)
  • 101 vv. 361-364: en el margen derecho de estos versos se añaden, con mano distinta, estos cuatro, que d (...)
  • 102 v. 362: Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubén —ru— por una mano qu (...)
  • 103 vv. 362-364: excepto el término Pardiez del v. 362, los vv. 362-364 aparecen escritos por el autor (...)
  • 104 v. 368 hue: ‘fue’ (fol. 7r, fot. 25).
  • 105 v. 371 Lidoro: aunque esta adscripción del parlamento aparece tachada y de forma abreviada se escri (...)
  • 106 v. 372: este verso recoge el último de una cancioncilla tradicional muy glosada en el siglo xvii. R (...)
  • 107 v. 374 guardó el sol sus hebras de oro: perífrasis por el sol ‘se puso, se ocultó’, con el empleo m (...)
  • 108 v. 375 que el: en el ms. quel (fol. 7r, fot. 25), apócope esta y otras semejantes frecuentes en la (...)
  • 109 v. 377 Tetis: en la mitología griega era una titánide y una diosa del mar, hermana y esposa del dio (...)
  • 110 v. 378 rebozo: «embozo» (Aut.), ‘parte de la capa o paño con que se cubre el rostro’, es decir, cub (...)
  • 111 v. 389 cortara: el autor descarta tachándolo el término aserra, sustituyéndolo a continuación por c (...)
  • 112 v. 395 eshalados dél los humos: ‘expulsados los vapores’, humo: «se llama por extensión el vapor qu (...)
  • 113 v. 397: desde este verso hasta el 418, Lidoro narra lo visto en su sueño, una serie de elementos —u (...)
  • 114 vv. 397-402: en estos versos es muy posible que Lidoro se esté refiriendo perifrásticamente a la ad (...)
  • 115 v. 403: torre: en las Letanías Lauretanas, se invoca a la Virgen como Torre de David y Torre de Mar (...)
  • 116 v. 406 ciprés: las referencias a los árboles son frecuentes en la Biblia con distintos significados (...)
  • 117 v. 407 palma: ‘la hoja de la palmera’. La palmera en la Biblia es símbolo de fertilidad y bendición (...)
  • 118 v. 408 espejo: la invocación a la Virgen como espejo —«espejo de justicia» o «espejo sin mancha»— s (...)
  • 119 v. 409 una estrella sobre un mar: el sintagma Stella Maris (Estrella del Mar) es una denominación r (...)
  • 120 v. 410 del cielo una puerta de oro: en las Letanías Lauretanas se califica a María como «Puerta del (...)
  • 121 vv. 411-418: versos en los que se encierra una clara referencia a María, identificada metafóricamen (...)
  • 122 v. 416 sol: tras este término el autor tacha lo que parecen ser otros dos, cuya raya de tachado no (...)
  • 123 vv. 415-418: el sentido alegórico de la visión de Lidoro, pues estamos ante una metáfora continuada (...)
  • 124 v. 424: como se desprende de la anotación, el extenso romance del pastor Lidoro está formulado en u (...)
  • 125 v. 430 Lisdano, adscripción del parlamento abreviada y tachada —lis—, a cuyo lado derecho se escrib (...)
  • 126 v. 432 Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubén —ru— por una mano que (...)
  • 127 v. 433 David: personaje bíblico que fue el segundo monarca del reino unido de Israel. Su vida y obr (...)
  • 128 v. 434 Lidoro: término tachado y sustituido por otra mano, como se aprecia con claridad, por ruben. (...)
  • 129 v. 436 Ahora oíd: réplica precedida por otra «a agora oíd», que el autor tacha, mejorando el verso, (...)
  • 130 v. 440 me elevé: «transportarse en contemplación, levantando el espíritu a la especulación y consid (...)
  • 131 v. 445 Lidoro: la abreviatura lid está tachada y a su izquierda se escribe Rubén —ru— (fol. 8r, fot (...)
  • 132 vv. 445-448: estrofa de cuatro versos, con rima asonante en los dos primeros y consonante en los do (...)
  • 133 v. 449+ de tropa: en tropa, «modo adverbial, que vale juntos, sin orden, o formación» (Aut.). // ca (...)
  • 134 v. 452 estofo: ‘cocido’ (Aut.).
  • 135 v. 453 Lisdano: la abreviatura lis está tachada y a su derecha se escribe Rubén —ru— (fol. 8v, fot. (...)
  • 136 v. 454 cigoñino: «el pollo de la cigüeña» (Aut.).
  • 137 v. 459+ verso: ‘versículo’.
  • 138 v. 460 ¡Gloria in escelsis Deo!: Lc, 2, 13-14, himno angélico por ser canto de los ángeles en Belén
  • 139 vv. 473-476: redondilla enjaulada y tachada con dos rayas verticales inclinadas (fol. 8v, fot. 28).
  • 140 v. 476+ vuelven: «restituirse a su sentido, u acuerdo, el que le ha perdido por algún accidente» (A (...)
  • 141 v. 479 Lidoro: adscripción del parlamento, cuya abreviatura lidestá tachada. A su derecha, se es (...)
  • 142 vv. 479-480: Lidoro expresa que, si el Ángel no les hubiera comunicado el nacimiento de Jesús, rede (...)
  • 143 v. 483: verso que hace referencia al Salmo 130.8: «él [Yahvé] redimirá a Israel de todas sus culpas (...)
  • 144 v. 487 cantuesos: «planta olorosa algo parecida al tomillo, echa unas florecillas azules y en algun (...)
  • 145 v. 496 raya el sol: frases como estas rayar la luz el día o el alba significan «herir la luz, espec (...)
  • 146 v. 496 Lidoro: adscripción del parlamento, cuya abreviatura —lidestá tachada. A su derecha, se es (...)
  • 147 v. 501: antes de este verso atribuido a Lisdano, el autor le atribuye este otro que descarta tachán (...)
  • 148 v. 502 rajas, hacerse rajas o pedazos: «poner excesivo empeño o actividad en algún ejercicio físico (...)
  • 149 v. 504 zapatetas: «el golpe, o palmada, que se da en el pie, u zapato, brincando al mismo tiempo en (...)
  • 150 v. 505 pellica: «cubierta o cobertor de cama, que se hace de pellejos finos» (Aut.).
  • 151 v. 506 armiño: «animal blanco y pequeño, que tiene sola una mancha negra a la punta de la cola. Tié (...)
  • 152 v. 508+ Tras esta acotación, hay otra tachada, que transcribo: «Vanse y salen los Reyes. Y si fuere (...)
  • 153 vv. 513-516: metafóricos versos de María para referirse a los ojos de Jesús —sol— llenos de lágrima (...)
  • 154 vv. 517-524: versos enjaulados sin tachar, que continúan en ese nivel metafórico, aludiendo en los (...)
  • 155 v. 527 envés: ‘al contrario’.
  • 156 v. 533 Fénis divino: metáfora que identifica a Jesús con el ave fénix. En la mitología griega, el f (...)
  • 157 v. 535 que estando: questando en el ms. (fol. 10r, fot. 31), con la e embebida.
  • 158 v. 540+ relinchan: «por alusión vale gritar en regocijo y fiesta. Es del estilo festivo» (Aut.).
  • 159 v. 541 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y sustituida por Rubén —ru—. Entre los dos primer (...)
  • 160 v. 544: anterior a este verso, el autor escribe este otro que tacha; «y saltó la […] hasta el cielo (...)
  • 161 v. 546: anterior a este verso, el autor escribe este otro que tacha; «y por tierra arrodillados» (f (...)
  • 162 v. 552 cordero: la metáfora de Cristo como cordero es frecuente en la Biblia. En ella, son numeroso (...)
  • 163 v. 555 encella: «un género de canasta hecho de mimbres u de estera, que sirve para formar los reque (...)
  • 164 v. 557 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y sustituida por Rubén —ru— (fol. 10v, fot. 32).
  • 165 vv. 559-560, pastor… perdido ganado: en la Biblia, «la figura del pastor recibe alrededor de cien r (...)
  • 166 v. 561: tras este verso, hallamos dos y medio tachados: «que había de ser un tesoro / ri[…] miraldo (...)
  • 167 v. 564 que es: ques, con la e embebida (fol. 10v, fot. 32).
  • 168 v. 567 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y corregida por Rubén —rru— (fol. 10v, fot. 32).
  • 169 v. 572 tocado: «hacer son en algún instrumento, hiriendo las cuerdas armónica y acordemente con los (...)
  • 170 vv. 569-572: la atribución de estos versos a Ergasto aparece tachada (fol. 10v, fot. 32). De aquí, (...)
  • 171 v. 575: anterior a este verso, el autor hace un intento de escritura de este otro: «los pies tengo (...)
  • 172 v. 576+ si es católico…obligados: ‘si no contiene nada contra la fe y las buenas costumbres morales (...)
  • 173 v. 577 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y sustituida por Rubén —ru— (fol. 10v, fot. 32).
  • 174 v. 581 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y sustituida por Rubén —ru— (fol. 11r, fot. 33).
  • 175 v. 582 honrado: antes de este término el autor escribe y tacha santo (fol. 11r, fot. 33).
  • 176 v. 584 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y sustituida por Rubén —ru— (fol. 11r, fot. 33).
  • 177 v. 584+: a continuación de esta acotación, se escribe y tacha «y ciérrase el portal. Y saldrán los (...)
  • 178 v. 585: antes de este verso se escribe este otro: « María. ¿De qué lloráis, mi señor?», que el auto (...)
  • 179 v. 592+ cruz: desarrollo con su correspondiente término el signo de la cruz que aparece en la acota (...)
  • 180 v. 594 ¡Oh mi cordero y mi luz!: Invocación de María a Jesús con las metáforas mi cordero y mi luz.
  • 181 v. 602 pelícano: imagen metafórica de Cristo y de la Eucaristía. La leyenda cuenta de esta ave, sim (...)
  • 182 v. 604 vara con liga: liga «cierta materia viscosa y pegajosa, que se hace de la fruta verde, que p (...)
  • 183 v. 606 mi bien: valor metafórico por Cristo.
  • 184 v. 620+: Justicia: antes de este término, el autor escribe y tacha «Rigor» (fol. 11v, fot. 34).
  • 185 v. 627 llano: ‘dispuesto’.
  • 186 v. 632 de Él: dél en el ms. con la e embebida (fol. 11v, fot. 34).
  • 187 v. 639 de Él: dél en el ms. con la e embebida (fol. 12r, fot. 35).
  • 188 v. 645 infiel: ‘el Género humano, por no respetar Adán y Eva el mandato divino de no comer la fruta (...)
  • 189 v. 652 el embargo: ‘el daño, la deuda’.
  • 190 v. 656 ¿o que si es misericordia?: pregunta insolente: ¿es por justicia o es por misericordia?
  • 191 v. 689 ejecutar: «precisar a uno a que pague lo que debe a otro en virtud de mandamiento de juez co (...)
  • 192 vv. 713-716: redondilla escrita en el margen derecho de la redondilla siguiente (vv. 717-720) por m (...)
  • 193 v. 717 María: corrección por un término tachado a su derecha que no logro leer (fol. 13r, fot. 37).
  • 194 v. 722: antes de este verso, el autor escribe y tacha este otro: «¡Ay, hombre desconocido!» (fol. 1 (...)
  • 195 v. 723 conocido: antes de este término el autor escribe y tacha entendido (fol. 13r, fot. 37).
  • 196 v. 728 carta de lasto: «recibo o carta de pago que se da a quien lasta o paga por otra persona, par (...)
  • 197 v. 729 Justicia: termino que se escribe en forma abreviada encima de Género, igualmente en forma ab (...)
  • 198 v. 740+ Eliazar, levita: Eleazar es un nombre propio muy frecuente en la Biblia (aparece en siete o (...)
  • 199 v. 748: antes de este verso figura tachado este otro: «con mi alma sea el encienso», que el autor s (...)
  • 200 v. 749: cabrones, término tachado, sustituido con letra distinta por oblaciones [fol. 13 v, fot. 38 (...)
  • 201 v. 760: tras este verso, el autor escribe y tacha este otro: «encierra dentro en sí» (fol. 13 v, fo (...)
  • 202 vv. 759-764: a esta estrofa le falta un cuarto verso (762), portador de la rima del segundo —énto(...)
  • 203 v. 764+: en esta acotación encima del término José —Josep— se escribe esposo, y cuando aparece el t (...)
  • 204 v. 766 Simeón: anciano sacerdote del Templo de Jerusalén, que recibe a Jesús cuando sus padres lo l (...)
  • 205 vv. 767-770: al Levita, la ofrenda de las dos tórtolas le parece muy parca. Como indican los coment (...)
  • 206 v. 770 que he gastado: que gastado en el ms. con la e embebida (fol. 14r, fot. 39).
  • 207 v. 779: antes de este verso el autor escribe y tacha este otro en el que parece leerse «sea con vue (...)
  • 208 v. 780: tras este verso el autor escribe y tacha estos dos: «y la gloria y deseo / de tu pueblo Isr (...)
  • 209 vv. 783-785: Luz…, gloria de Israel…, sol de oriente: versos metafóricos, cuyo referente real es Je (...)
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  • 235 Soli Deo honor et gloria (= Solo a Dios honor y gloria). Doxología bíblica que figura con estos dos (...)
  • 236 Set omnia sub correcione Eclesie (Sed omnia sub correctione Ecclesiae: ‘Pero todo bajo la correcció (...)
Sale un Mesonero dando empellones a un Criado.

Mesonero

¡Aún no es de noche, despierta15,

[Redondillas]

   

bestia!

   

Criado

         ¿Aquesto os causa enojo?

   

Mesonero

¡Despierta y abre tanto ojo!

   

   

Clávate en aquesa puerta.

   

   

    Y, si no es güésped de talle,

5

   

que prometa traer dinero

   

   

con rumbo de caballero,

   

   

que duerma o vele en la calle,

   

   

    que, como a dar el tributo

   

   

vienen al Emperador16,

10

   

no habrá hoy hombre de valor

   

   

que no deje en casa fruto.

   

[Vase el Criado17]

        ¡Raquela, Tamar, Lavina!,    

   

poned luces a esa casa,

   

   

que es noche. Gran gente pasa

15

   

y va a la casa vecina.

   

   

    Encended aprisa fuego,

   

   

que el mundo se quiere helar,

   

   

que gente no ha de faltar.

   

Sale un Güésped18 con su fieltro y botas de camino y su papahígos suelto, muy abrigado, y un criado también con mucha nieve.

Güésped

Pide un aposento luego.

20

Mozo

    Güésped19, ¿habrá un aposento?

   

Mesonero

¿Pues había de faltar?

   

Mozo

Ya habrá acaso que cenar.

   

Mesonero

Dárseos ha todo contento20.

   

   

    [Ap.] (¡Bien haya César que hizo

25

   

tal ley!)

   

Güésped

          Vengo traspasado21,

   

   

el calor del pecho helado

   

   

del viento, nieve y granizo.

   

Mesonero

    Pues entraos a calentar.

   

Güésped

Tras nieve no es provechoso,

30

   

antes pienso que es dañoso,

   

   

quiero un poco pasear

   

   

    hasta volver en calor.

   

Mesonero

Decís bien.

   

Suena dentro gran ruido de cencerros y pretales22 de cascabeles, como que llegan harrieros.

Harriero (Dentro)

             ¡Suso, mohíno!23

   

Rufián (Dentro)

¡Bercebú lleve el camino!

35

Güésped

¡Hola, Rubén!

   

Mozo

                 Mi señor24.

   

Güésped

    Gran cuenta con la maleta.

   

Mozo

Ya está guardada.

   

Güésped

                    ¡Cuidado!

   

Harriero [Dentro]

¿No hay quién nos dé aquí recado?

   

Criado [Dentro o Al paño]

La llave de casa veta25.

40

Güésped

    ¡Qué terrible confusión

   

   

es una noche como esta!

   

Mozo

Ya aguarda la mesa puesta.

   

Sale el Criado, [que abrirá la puerta después de la última llamada del Harriero]
Harriero [Dentro] ¿No hay nadie en este mesón?    
        ¡Paja y cebada! Oiga un poco. 45
Sale el Harriero con un harnero26, sus abarcas, y la varilla en el pescuez[o] y una Mujer como de la vida y un Rufián.

Rufián

¿Dónde nos ha de alojar?

   

Criado

En el portal27 o en el pajar.

   

Güésped

¿Dónde se quedó aquel loco?28

   

Mozo

    ¿Dónde se quedó? Imagino

   

   

que en la nieve sepultado.

50

   

Venía el pobre tan helado

   

   

que se apeó en el camino29

   

   

    y nadie se acordó dél.

   

Mesonero (A todos)

Ellos recójanse ya.

   

Mujer

Al pagar me lo dirá.

55

Rufián

Yo estudiaré el arancel30.

   

Criado

    Venid y os daré cebada.

   

   

que hay muchos con quien cumplir.

   

Éntranse el Rufián y la Mujer [y el Criado y el Mesonero.]
Mozo Señor, ya puedes venir,    
    que la cena estará helada. 60
Güésped     Deja, que estoy pesaroso    

   

de que el loco se ha quedado.

   

Sale el Loco31 y también nevado.
Loco32 ¡Pardiez, que vengo sudado!    
    El tiempo hace caluroso.    
Mozo     Señor, Rubén ha venido33. 65
Güésped No me huelgo de eso poco.    
    ¿Dónde te quedaste, loco?34    
Loco Adonde35 juicio he traído.    
Mozo     ¿Cómo acertaste la vía?    
Güésped Caso ha sido peregrino. 70
Loco Porque había en el camino    
    una luna como el día.    
        ¿Por qué pensáis que del cielo    
    cae tanto hielo?    
Güésped                    ¿Por qué?    
Loco Aguardad, yo os lo diré. 75
    Porque está el sol36 en el suelo.    
        Encontré37 a pie a un caballero    

   

que de camino traía…

   

Mozo

¿A quién?

   

Loco

             A doña María.

   

Mozo

¡Disparas ya, majadero!

80

Güésped

    Reírme ha hecho algún tanto.

   

   

¿María y don le conviene?

   

Loco

Y aun doña Virgen, que tiene

   

   

don del Espíritu Santo.

   

   

    Fue dichosa mi desgracia

85

   

en perderme, pues me hallé

   

   

que vi, cuando la miré,

   

   

todos los dones de gracia.

   

Güésped

    ¿Sola ella tiene ese don?

   

Loco

El don propiamente es ella,

90

   

que tiene don de doncella.

   

Güésped

¿Y las demás?

   

Loco

                 Dueñas son.

   

   

    Poderla ver no fue poco,

   

   

que es tal su luz y hermosura

   

   

que mirarla era locura38

95

   

y atrevime como loco.

   

Güésped

    No es loco para escuchar.

   

Loco

¡Oh que dellos ha de haber

   

   

locos por no lo creer

   

   

y al Juicio le han de cobrar!

100

Güésped

    Pues, ¡alto!, a cenar nos vamos,

   

   

para que nos acostemos.

   

Loco

¡Hola, tratad que almorcemos39,

   

   

que no es hora que durmamos,

   

   

    que quiere ya amanecer!

105

Güésped

¿Hacen ya las aves salva?40

   

Loco

¿No os41 digo que he visto el alba

   

   

donde el sol42 ha de nacer?

   

   

    El sol apresta su coche

   

   

dorado con alegría

110

   

para recebir el día

   

   

que amanecerá de noche43.

   

    Vi esta estrella y co[n] recelo44    

   

del resplandor y arrebol,

   

   

que, si no es alba del sol45,

115

   

no hay sol, ni hay alba, ni hay cielo,

   

   

ni hay…

   

Güésped

           ¡Calla!

   

Loco

                    ¡Callad los dos!,

   

   

ni hay para Adán, si no es ahi46.

   

   

Y si a esta alba sol no hay,

   

   

no hay ya qué esperar a Dios.

120

Mozo

    ¡Calla, Loco!

   

Güésped

                    ¡Yo me espanto

   

   

que este loco no haya muerto!

   

Loco

Recogime junto a […] un güerto,

   

   

que, sin duda, es güerto santo47.

   

Güésped

    Dirá dos mil necedades48.

125

Loco

Que no sois vos Salomón49,

   

   

que niños y locos son

   

   

los que dicen las verdades50.

   

   

    Solo sé que me ha pesado

   

   

con tan grande tempestad

130

   

y tan grande obscuridad

   

   

haberlos atrás dejado.

   

   

    Y ansí mi palabra os doy

   

   

que a confesar me provoco51

   

   

que fui en dejarlos muy loco,

135

   

que en lo demás cuerdo estoy.

   

Güésped

    ¡Buenas están las locuras!

   

   

¡Vamos a cenar!

   

Loco

                    Veréis,

   

   

si esta noche el sol no veis,

   

   

cómo queda el mundo a obscuras52.

140

Éntranse y salen San José y Nuestra Señora53

María

    José, dulce esposo mío.

   

José

Bella y cándida paloma,

   

   

aurora en que el sol asoma,

   

   

aljofarado rocío

   

   

    sobre la purpúrea rosa54,

145

   

flor bella que ámbar respira,

   

   

ojos con que el cielo mira

   

   

alba risueña y hermosa55,

   

   

    ¿qué queréis?

   

María

                     ¿De qué lloráis?

   

José

De ver esas plantas56 bellas

150

   

que vienen dejando estrellas

   

   

donde quiera que pisáis.

   

   

    De nieve cubierto el suelo

   

   

toda una nube parece,

   

   

pero con vos resplandece

155

   

y todo parece cielo.

   

   

    Quita a la noche la sombra

   

   

de la nieve la blancura

   

   

por vos, que una virgen pura

   

   

ha de pisar blanca alfombra.

160

   

    ¿Cómo venís?

   

María

                     Muy cansada57.

   

   

Y gracias a Dios se den,

   

   

que hemos llegado a Belén58.

   

   

La puerta está ya cerrada

   

   

    de la ciudad59. Desconsuelo

165

   

del hielo tengo por vos.

   

José

Quien está junto al sol Dios

   

   

no puede temer el hielo.

   

   

    ¡Arca santa del maná

   

   

que trae sustento al desierto!60

170

   

Un mesón he descubierto

   

   

fuera de Belén.

   

María

                  Llegá

   

   

    y llamad que podrá ser

   

   

que nos abran, que la hora

   

   

siento del parto.

   

José

                   Mi aurora,

175

   

que el sol ha de amanecer.

   

   

    Yo llego allá. ¡Ah, gente honrada!

   

Llega a llamar. Asómase el Mesonero con un tocador61, medio desnudo, y con una luz.

Mesonero

¿Qué quieren?

   

José

                  ¡Que nos abráis,

   

   

ansí los cielos veáis!

   

Mesonero

¡Caminen, que no hay posada!

180

   

     [Ap.] (Llaman con mucha humildad

   

   

y me ha dado en la cabeza

   

   

que estos traen mucha pobreza.)

   

José

¡Abridnos, por caridad!

   

Mesonero

    ¿Caridad? ¡Tomá! ¡Véreis!

185

   

¿Quién es aquesa señora?

   

   

¿Caridad?

   

Asómase por otra parte el Loco.

Loco

             ¡Abrí, en mal hora

   

   

si es que buena la queréis!

   

   

    Abrid, que importe o no importe,

   

   

tened de vos compasión,

190

   

y abrí luego ese mesón

   

   

que vienen a hacerle corte62.

   

Mesonero

    Loco hermano, ¡id con los dos,

   

   

si la casa alborotáis!

   

Loco

¡Oh, pues, como vos me abráis,

195

   

yo saldré e iré con Dios!,

   

   

    que, si en Él humildá está

   

   

y a esta no le falta tilde,

   

   

en bondad un ser humilde

   

   

donde está Dios estará63.

200

Mesonero

    Anda ya la luna buena64.

   

   

¡Calle tu lengua importuna!

   

Loco

Pues en calle está la luna…

   

Mesonero

Es luna…65

   

Loco

              Y de gracia llena.

   

Mesonero

    ¿Llena?

   

Loco

               Y al sol semejante.

205

Mesonero

Mengua doce se la arenga66.

   

Loco

Digo que en ella no hay mengua

   

   

y así es luna sin menguante67.

   

José

    ¡Moveos, por Dios, a piedad!

   

Mesonero

Llena tengo ya mi casa

210

   

de güéspedes. Esto pasa.

   

   

Adelante caminad.

   

Loco

    ¿Llena está? Pues yo os prometo

   

   

que, si tal güésped se envía,

   

   

que68 la habéis de ver vacía.

215

Mesonero

¡Calla ya, necio indiscreto!

   

José

    Advertid que está preñada

   

   

y casi para parir

   

   

y yo cercano al morir

   

   

de verla tan fastidiada.

220

Loco

    No seáis cruel, doleos de ella,

   

   

que yo he visto cómo viene,

   

   

y lo que en el vientre tiene69

   

   

es sin duda mayor que ella.

   

   

    Abrid la puerta, com[padre],

225

   

que de su valor colij[o]

   

   

que, si Dios tuviera hi[jo],

   

   

mereciera ser su madre.

   

Mesonero

    ¿Qué dices, loco enemigo?

   

   

¡Calla! ¿Tal se puede oír?

230

Loco

Yo no lo quiero decir,

   

   

pero, ¡pardiez!, que lo d[igo].

   

   

    En un tiempo estamos tal,

   

   

que Dios no perdona nada,

   

   

y pues que tiene la [es]pada,

235

   

no debo de decir m[al].

   

   

    Y si no sé en lo que toco,

   

   

Dios el juicio me quitó.

   

   

Y si no digo bien yo,

   

   

dejarame para loco.

240

Mesonero

    Pues vos la traéis ansí,

   

   

sin duda el hijo no es vuestro.

   

José

No, que lo es del Padre nuestro

   

   

y obra de Espíritu…

   

Mesonero

                      ¡Ah, ahí,

   

   

    habíades de espirar!

245

   

Quiérome entrar a dormir

   

   

y, porque os acabéis de ir,

   

   

el balcón quiero cerrar.

   

Loco

    ¡Mal ventanazo te den,

   

   

venterazo o mesonero,

250

   

del infierno seas portero

   

   

por siempre jamás, amén!70

   

   

    Que estoy loco es cosa clara

   

   

y agora estoy de manera

   

   

que, cuando juicio tuviera,

255

   

bien esto me lo quitara.

   

   

    Mi amo llama, ya iré.

   

   

Aunque no os hago servicio,

   

   

si halláis por allá mi juicio,

   

   

guardalde.

   

José

             Dios te le dé71.

260

Vase.

   

    Mundo, todo eres enojos,

   

   

¿quién contigo tendrá fe?,

   

   

pues en ti hay quien a Dios dé72

   

   

con las puertas en los ojos.

   

        Si el golpe subió del suelo 265

   

que con las puertas le han dado,

   

   

sin duda os habréis quebrado,

   

   

marcos de cristal del cielo.

   

        Si esas vedrïeras bellas    

   

llegan el golpe a sentir,

270

   

pienso que han de resurtir

   

   

de su encaje las estrellas,

   

   

    mas, pues sois la mayor vos,

   

   

pues dais luz del sol divino,

   

   

venid, cielo cristalino

275

   

o impirio donde está Dios73.

   

María

    ¡Ay, esposo, que no puedo74,

   

   

que es la noche obscura y fría,

   

   

y estoy cansada!

   

José

                    María75,

   

   

que os coja aquí el parto he miedo,

280

   

    con vos misma podéis ver76.

   

   

Venid, virgen sin mancilla,

   

   

porque en vuestros ojos brilla

   

   

el sol que quiere nacer.

   

María

    Dios y hijo, queréis que os gocen

285

   

pecadores en el suelo,

   

   

volveos de mi vientre al cielo,

   

   

que en la tierra no os conocen.

   

   

¿Mi bien, con qué he de abrigaros,

   

   

si de mi vientre salís?

290

   

Tan pobre al mundo venís,

   

   

que no tengo en qué empañaros77.

   

   

    Pues obra mil maravillas,

   

   

pedí a vuestro Padre amado

   

   

que nos gu[i]e78 un lienzo estrellado

295

   

del cielo para mantillas.

   

        Vuestra herencia demandad    

   

a vuestro Padre querido,

   

   

porque, aunque no habéis nacido,

   

   

no sois vos menor de edad.

300

José

    Ya que mi pobreza es tal,

   

   

arrimad, esposa, a mí

   

   

y lleguemos hacía allí79,

   

   

que he visto un pobre portal.

   

   

Y allí nos albergaremos,

305

   

aunque está poco abrigado,

   

   

que está medio derribado.

   

María

¡Qué habemos de hacer! Entremos.

   

   

¿Quién os obligó a la ley

   

   

de César a vos, mi Dios?80

310

José

Dentro hay animales dos,

   

   

que son una mula y buey.

   

María

Quiéroles pedir licencia.

   

   

Animales, decí: ¿habrá

   

   

para el león de Judá81

315

   

posada? ¿Hallaré clemencia?

   

José

¿Retíranse no los ves?82

   

   

Humillados atrás cejan83

   

   

y el heno que comen dejan

   

   

para que pongas tus pies.

320

María

¡Ay, hombres endurecidos!

   

   

¡Venid, ingratos mortales,

   

   

y veréis84 dos animales

   

   

a su Dios agradecidos!

   

Encúbrense en el portal y sale Silvio, pastor, y Lisdano85.

Lisdano

    Deja el juego de la chueca86.

325

   

Si lo haces por calentar,

   

   

pon el caldero a templar,

   

   

do rechine la manteca,

   

   

    que están dando las quijadas

   

   

una con otra de frío,

330

   

el estómago vacío87

   

   

y caen las moscas nevadas.

   

Silvio

    ¡Pardiez, moscas o mosquitos,

   

   

que parecemos helados

   

   

besugos enharinados

335

   

y que somos para fritos!

   

Lisdano

    No traen el fuego y caldero.

   

Silvio

¡Aguardad que ya vendrán!

   

Lisdano

Primero me hallarán

   

   

muerto.

   

Salen Ergasto y Lauso88 con teas encendidas, y con un caldero y hato como de pastores.

Lauso

         Ya está aquí89 el apero.

340

Silvio90

    Del fiero viento y granizo,

   

   

retiraos hacia el abrigo.

   

Ergasto

¡Callad!

   

Lisdano

          ¡Haced lo que digo!

   

Sale Lidoro.

Lidoro

¡Pese a quien pastor me hizo!91

   

   

    Quiero echar el eslabón92,

345

   

mas fuego veo hacia allí,

   

   

temo y llego.

   

Ergasto

               ¿Quién va ahí?

   

Lidoro93

No es nadie, pastores son.

   

   

    ¡Mantenga! Acá estamos todos.

   

Ergasto

¡No lleguéis!

   

Lidoro94

               ¿Qué hay?

   

Ergasto

                            ¡Mil fatigas!

350

   

Hay un pantano95 de migas,

   

   

que entraréis hasta los codos.

   

   

Pero hemos puesto mojones96

   

   

para que se acierte el vado97

   

   

y hemos el lago98 empedrado

355

   

con pan y con chicharrones.

   

Lidoro99

    ¡Ahí me coja la noche,

   

   

aunque sea como aquesta,

   

   

mientras que trepa la cuesta

   

   

Febo100 en su dorado coche!

360

Ergasto

    ¿Cómo venís tan helado?101

   

Lidoro102

¡Pardiez!, vengo sin sentido,

   

   

medio helado y atordido

   

   

de una razón que he soñado103,

   

   

    aunque hasta agora quisiera

365

   

que aquel sueño me durara

   

   

y que nunca despertara.

   

Ergasto

Lo que hue104 saber quisiera.

   

Silvio

    Mientras que están en sazón

   

   

las migas, eso contad.

370

Lidoro105

Pues atended y escuchad,

   

   

aunque sueños, sueños son106.

   

   

    Cuando del hielo y la noche

[Romance ó-o]

   

guardó el sol sus hebras de oro107,

   

   

ya que el108 Argos cristalino,

375

   

que tiene estrellas por ojos,

   

   

los cerró por ver que Tetis109

   

   

quiso salir con rebozo110

   

   

del manto blanco escarchado

   

   

que despide aquestos copos,

380

   

metime de un alcornoque

   

   

por corazón de su tronco

   

   

en el güeco, donde el sueño

   

   

o con el calor del corcho

   

   

o porque estaba por alma

385

   

en su cóncavo espacioso,

   

   

me dejó tan semejante

   

   

al leño silvestre y bronco

   

   

que el que entonces le cortara111

   

   

por encima de mis hombros,

390

   

llevándome la cabeza,

   

   

no fuera homicida a poco.

   

   

Comienza por mi cabeza

   

   

de vino o sueño el bochorno,

   

   

y, eshalados dél los humos112,

395

   

quedé más quieto y gozoso.

   

    Vi un lienzo de primavera113    

   

con un campo ameno y solo

   

   

que parecía el paraíso

   

   

y cercado todo en torno

400

   

de mil cosas bien estrañas,

   

   

que me dejaron atónito114.

   

   

Vi una torre115, vi una escala

   

   

que con un estremo y otro

   

   

tocaba el cielo y el suelo;

405

   

vi un ciprés116 alto y frondoso;

   

   

vi una palma117 y una oliva,

   

   

un cedro, un espejo118, un pozo,

   

   

una estrella sobre un mar119,

   

   

del cielo una puerta de oro120

410

   

y en un círculo de un iris

   

   

un lirio blanco y hermoso

   

   

que una luna sustentaba

   

   

entre sus tiernos pimpollos121.

   

   

Y esta luna, estando entera,

415

   

daba de sí un sol122 que todo

   

   

el mundo resplandecía,

   

   

que nacía para todos123.

   

   

Esto soñé y desperté

   

   

tan contento y tan gozoso

420

   

que solo tengo pesar

   

   

de haber despertado solo,

   

   

porque al sol dormido estaba

   

   

y despierto al frío lloro124.

   

Silvio

    ¡Pardiez!, que ha sido buen sueño.

[Red] 425

   

y, aunque los sueños lo son,

   

   

quisiera en esta ocasión

   

   

ser de aquese sueño el dueño.

   

Lisdano125

    ¡Pardiez!, que lo habéis pintado

   

   

que el sueño a todos nos quita.

430

Lidoro126

Estudié para levita

   

   

y vine a guardar ganado.

   

Ergasto

    También lo guardó David127,

   

   

Lidoro128.

   

Lidoro

           También lo sé.

   

Lauso

Yo entretanto guardaré

435

   

    las migas.

   

Coge el caldero y súbese por la sierra y siéntase.

Lisdano

                Ahora oíd129,

   

   

que yo más breve seré

   

   

y os diré lo que he soñado:

   

   

que Lauso se había llevado,

   

   

en tanto que me elevé130,

440

   

las migas y la mitad

   

   

dellas se había engollido.

   

   

Mas ved si el sueño es fingido.

   

Vuelven y hállenle comiendo muy aprisa.

Lauso

¡Pardiez!, soñastes verdad.

   

Lidoro131

    ¡Bajad!

   

Lauso

         [Ap.] (En alto me veo,

445

   

caldero y migas tengo.

   

   

Pastores veo venir

   

   

y no puedo hüir)132.

   

Ergasto

    Apenas dejó una miga.

   

Llegan todos de tropa133 y quítanle el calde[ro].

Lauso

Yo no he comido bocado

450

   

más de las que he sepultado

   

   

por estofo134 en la barriga.

   

Lisdano135

    ¿Heislas todas de engollir?

   

   

¿Sois cigoñino?136

   

Ergasto

                  Papad

   

   

de esas moscas.

   

Silvio

                   Aguardad,

455

   

que no os habéis de reír.

   

Dale a Ergasto el caldero.

Ergasto

    ¡Tomad, ya quité el deseo!

   

Silvio

El deseo habéis quitado

   

   

y una miga no ha quedado.

   

Suena música y parece el Ángel y cante la Música primero el verso137.

Música

¡Gloria in escelsis Deo!138

460

Ángel

    ¡Gloria a Dios allá en el cielo

   

   

y, pues acabó la guerra,

   

   

a los hombres en la tierra

   

   

paz! Perdé el miedo y recelo.

   

Caen todos como los cogiere.
        No temáis, que vuestro bien 465

   

de una virgen ha nacido.

   

   

Id que ya el sol ha salido

   

   

del oriente de Belén.

   

   

    Entre uno y otro animal,

   

   

en un pesebre está al frío,

470

   

a la escarcha y al rocío,

   

   

en un pajizo portal.

   

   

    La aurora de sus cristales

   

   

llora en verle al frío perlas.

   

   

Oriente es, id a cogerlas,

475

   

que son perlas orientales139.

   

Desparece el Ángel tocando música y vuelven140 los pastores admirados.

Ergasto

    Como de un sueño despierto.

   

Lisdano

La vista tuve perdida.

   

Lidoro141

Si no publicara vida,

   

   

sin duda quedara muerto142.

480

   

    Mas, pastores, alentad,

   

   

venid a Belén, venid,

   

   

que lo que dijo David143

   

   

hemos de ver. ¡Caminad!

   

   

    Mirad el cielo suspenso,

485

   

retozar los cabritillos

   

   

y cantuesos144 y tomillos

   

   

que están respirando encienso.

   

   

    ¿No veis entre los corderos,

   

   

en lugar de hacer el robo,

490

   

retozando en paz el lobo?

   

   

¿No veis topar los carneros?

   

   

    ¿No veis como en caracol

   

   

a las ovejas partir?

   

   

¿No veis el alba reír?

495

   

¿No veis cómo raya145 el sol?

   

Ergasto

    Sí, vemos.

   

Lidoro146

                Pues, ¡caminemos

   

   

y al portal de Belén vamos

   

   

y alguna parte ofrezcamos

   

   

a quien el todo debemos!

500

Lisdano

    No han de quedar castañetas147

   

   

que hoy no se hagan rajas148

   

   

alrededor de las pajas.

   

Lauso

Yo daré diez zapatetas149.

   

Lidoro

    Llevad alguna pellica150

505

   

que venza en blanca al armiño151,

   

   

para que se abrigue el niño.

   

Lisdano

¡Los pies al camino aplica!

   

Vanse152.

Vanse y corren una cortina y parece el portal, José y María y el niño en el seno, y un buey, una mula, como lo pintan.

María

    Hijo del eterno Padre,

   

   

que venís a enriquecer

510

   

el mundo y para nacer

   

   

escogistes pobre madre,

   

   

enjugad mis luces bellas,

   

   

no lloréis sol en la aurora,

   

   

que, si el sol al nacer llora,

515

   

lágrimas serán estrellas153.

   

   

    Mi sol, solo mi consuelo,

   

   

agua habéis vos de verter,

   

   

mas hacer sol y llover

   

   

muchas veces lo hace el cielo.

520

   

    No cayó a do sucios pies

   

   

han pisado ese cristal,

   

   

dese al coro angelical,

   

   

pues agua de ángeles es154.

   

José

    Esposa, ¿no héis notado

525

   

(¿no os quita esto mil enojos?),

   

   

cómo puesto envés155 los ojos

   

   

se ha reído y ha llorado?

   

   

    ¡Supremo santo amador,

   

   

más que amor con mil ventajas,

530

   

mirad que estáis sobre pajas

   

   

y estáis ardiendo de amor!

   

   

    Fenis156 divino, ¿qué hacéis?

   

   

¿Qué enigma es esta del Cielo

   

   

que, estando157 temblando al hielo,

535

   

entre la nieve os ardéis?

   

   

    Que amaine el amor os ruego,

   

   

porque mi querida esposa,

   

   

como blanca mariposa,

   

   

se abrasa ya en vuestro fuego.

540

Suena dentro un tamboril y relinchan158 los pastores y salen con sus presentes.

Lidoro159

    Aquí es el cielo, recelo,

   

   

porque en amorosa guerra

   

   

amor dio con Dios en tierra

   

   

y saltó la tierra al cielo160.

   

   

    ¡Pastores, todos llegad

545

   

de rodillas adelante!161

   

Silvio

¡Oh que lindo es el infante!,

   

   

los dones le presentad.

   

Lauso

    Yo, señora, a vuestros pies

   

   

os presento para el niño

550

   

de un cordero aqueste armiño,

   

   

aunque cordero162 Él lo es.

   

Lisdano

    Yo os presento este zurrón.

   

Ergasto

Yo esta cuchara y con ella

   

   

en esta tejida encella163

555

   

un cándido requesón.

   

Lidoro164

    Yo aqueste corvo cayado,

   

   

y pienso no es lo peor,

   

   

que quizá será pastor

   

   

de algún perdido ganado165.

560

   

    Perdonad la cortedad166,

   

   

que ello no es rico tesoro

   

   

mas va guarnecido de oro,

   

   

que es167 el de la voluntad.

   

María

    Esa recibe mi hijo,

565

   

págueoslo su santo amor.

   

Lidoro168

¡Ea, no quede pastor

   

   

que no muestre regocijo!

   

   

    Con gusto y placer sobrado,

   

   

pues ensayado lo habéis,

570

   

bien es que os regocijéis.

   

   

¡Bailá y hacé un tocado!169

   

   

    ¡Toca, Ergasto!170

   

Ergasto

                       ¡Alto, ya toco,

   

   

que me retoza el contento!

   

Lidoro

¡Traed los pies en el viento171,

575

   

que de contento estoy loco!

   

Hacen el toqueado, si es católico, y. si no, bailen los obligados172.

Lidoro173

    Fío os ha parecido bien.

   

María

Tan bien como la intención.

   

   

Mi hijo os dé el galardón,

   

   

que es buen pagador.

   

Todos

                         Amén.

580

Lidoro174

    Con vuestro hijo os quedad

   

   

y con vuestro honrado175 esposo.

   

José

¡Dios os dé gozo y reposo!

   

Lidoro176

¡A Dios! ¡Al valle, guïad!

   

Éntranse tocando y danzando177.

María

    ¿Tanto llorar, mi Señor?178

585

José

Mirad vos, querida esposa,

   

   

qué tiene, que no reposa.

   

María

¿Qué ha de tener, sino amor?

   

José

    Ponelde las pajas bien.

   

María

En medio las pajas, siento

590

   

un palo y el sentimiento

   

   

suyo es este. Pero, ¿quién

   

Saca una cruz179 de entre las pajas.

   

    se espanta de que lloréis?

   

   

¡Oh mi cordero y mi luz!180,

   

   

¿si es vuestra cama una cruz,

595

   

cómo reposar podéis?

   

   

    Un portal os da Belén,

   

   

y deste palo los brazos

   

   

imagino que son lazos

   

   

que os arma Jerusalén.

600

   

    A tanto el rigor obliga,

   

   

pelícano181, el pecho herido,

   

   

que de hoy nacido en el nido

   

   

os ponen vara con liga182.

   

   

    Cruz, que allá en Jerusalén,

605

   

mi bien183 me habéis de quitar,

   

   

en el pie os quiero besar,

   

   

porque me lo tratéis bien.

   

José

    Dejad, esposa querida,

   

   

aquestos tristes despojos,

610

   

porque se viene a los ojos

   

   

deshecha en agua la vida.

   

   

    Guardá ese cruel madero,

   

   

no le vea persona alguna

   

   

que diga que hice esa cuna,

615

   

viendo que soy carpintero.

   

María

    En todo he de obedecer,

   

   

pero haced, mi esposo, luego

   

   

retirado adentro, fuego,

   

   

porque le quiero envolver.

620

Levántase José y encúbrese adentro y ciérrase el portal.
Y salen Justicia
184 divina y Género humano.

Justicia

    ¿Que quieres con tu malicia,

   

   

ya que aquí estamos los dos,

   

   

a la Justicia de Dios?

   

Género

¡Justicia de Dios, justicia!

   

Justicia

    Justicia de Dios pedís,

625

   

¿qué decís, Género humano?

   

   

Si Él a pagar está llano185,

   

   

¿qué pedís o que decís?

   

Género

    Que pague, que yo soy pobre.

   

Justicia

Decid: ¿no sois el deudor?

630

Género

Sí, mas Él salió fiador

   

   

y quiere que de Él186 se cobre.

   

Justicia

    Al fin sois el deudor vos,

   

   

¿y quiere vuestra malicia

   

   

que pague Dios por justicia?

635

   

Pues oíd aquí. De Dios

   

   

    merecéis ir al abismo.

   

Género

Dios dio ya el consentimiento

   

   

y de Él187 tengo mandamiento

   

   

para que le prenda a Él mismo.

640

María

    [Ap.] (No puedo tener placer,

   

   

y, como en verdad lo fundo,

   

   

pienso que el traidor del mundo

   

   

me le viene ya a prender.)

   

Género

    Por serle yo a Dios infiel188

645

   

en dura prisión caí,

   

   

y Él tomó la deuda en Sí,

   

   

estoy preso y es por Él,

   

   

    porque, ya que Él se hizo cargo

   

   

y de Sí quiere cobrar,

650

   

préndase para pagar

   

   

así, y quíteme el embargo189.

   

Justicia

    Vos buscáis nueva discordia:

   

   

pagar por justicia.

   

Género

                     Sí,

   

   

lo que es pagar Él por mí

655

   

¿o que si es misericordia?190

   

   

    Mas pagar yo mi malicia,

   

   

Justicia, bien lo veis vos

   

   

que aqueso se debe a Dios

   

   

y que ha de ser por justicia.

660

   

    Luego ya no será injusto,

   

   

si es que de Sí ha de cobrar,

   

   

por la justicia pagar,

   

   

si ha de ser pago por justo.

   

Justicia

    Ahora bien, poco ha que vino.

665

   

En un portal derribado,

   

   

le hallaréis en paja echado,

   

   

como pobre de camino.

   

María

     [Ap.] (Parece que ya dice

   

   

el mundo que se le dé.)

670

Género

¿No llegáis?

   

Justicia

              Yo llegaré.

   

Género

Sí, es pago de vida felice.

   

Justicia

    Aún no me atrevo a llegar,

   

   

porque el plazo no es cumplido.

   

Género

Llegad, que, pues ha venido,

675

   

Él trae gana de pagar.

   

Justicia

    Llego. ¿Quién vive?

   

María

                           Quien muere

   

   

de amor.

   

Género

          Mejor es decir

   

   

quien es quien ha de morir.

   

María

¿Quién hace que así me altere?

680

   

    ¿Quién eres?

   

Justicia

                   Justicia soy,

   

   

que por el Género humano

   

   

vengo.

   

María

        ¡Ay, hombre villano!

   

   

[Ap.] (¡No en vano temiendo estoy!)

   

   

    ¿No sabe que es él, cruel,

685

   

quién lo debe, pues incita

   

   

la Justicia y solicita

   

   

que a Dios le prendan por él?

   

   

    Si queréis ejecutar191

   

   

la pobre casa, aun no es mía,

690

   

de muebles está vacía.

   

   

Bien la podéis visitar,

   

   

    que aun esta mula, este buey

   

   

no es nuestro ni otras alhajas,

   

   

sino solas estas pajas

695

   

do está mi hijo.

   

Justicia

                ¿Este es rey?

   

   

    Pienso que venís errado.

   

María

¿Cómo el hombre ansí se atreve?

   

Género

¿No veis que sabe qué debe

   

   

y viene ansí disfrazado?

700

Justicia

    Este es hombre, no hay dudar.

   

Género

Pues hombre le quiero yo,

   

   

Justicia, porque si no,

   

   

¿cómo había de pagar?

   

   

    No andemos especulando,

705

   

que Él solo se entiende a Sí.

   

María

Si queréis cobrar de mí,

   

   

yo pagaré.

   

Género

            ¡En eso ando!

   

   

    No puede pagarla uno

   

   

la deuda entre los dos,

710

   

que ha de ser tal como Dios

   

   

y como Dios no hay ninguno.

   

   

    Y bien conozco María,

   

   

si otro que Él pagar hubiera

   

   

y en el valor consistiera,

715

   

que nadie cual vos podría192.

   

María193

    Dalde espera en tantos daños.

   

Género

Pues, si es que quiere pagar,

   

   

yo me dispongo a esperar.

   

María

¿Y cuánto?

   

Género

             Treinta y tres años,

720

   

    que cinco mil he aguardado.

   

María

¡Ay, que haberte atrevido!194

   

   

Es como le has conocido195,

   

   

rendido de enamorado.

   

   

    Mas mira que, si hace el gasto

725

   

y por ti viene a pagar,

   

   

que Justicia le ha de dar

   

   

contra ti carta de lasto196.

   

Justicia197

    Pague Él ahora, pues lo quiere,

   

   

que, si amor la causa es,

730

   

yo sé muy bien que después

   

   

haré dél lo que quisiere.

   

Género

    ¡Vamos!

   

Justicia

              Y yo con vos llego,

   

   

pues venistes en mi nombre.

   

María

¡Ay, Dios de amor, cómo el hombre

735

   

os ha conocido el juego!

   

   

    ¡Ay, triste afligida madre!

   

   

Mi bien, quiero os empañar,

   

   

que al Templo os he de llevar

   

   

a ofrecer a vuestro Padre.

740

Cierran el portal y sale Simeón, sacerdote del Templo, y Eleazar, levita198.

Levita

    Apenas queda encienso,

[Sextas rimas]

   

que aun las puertas del Templo has
                              perfumado,

   

   

y andas mudo y suspenso,

   

   

contento, mudo, absorto y elevado.

   

   

Di ¿qué más prepararas,

745

   

si al mismo Dios del Templo hoy aguardaras?

   

Dice esto mirando al cielo como elevado.

Simeón

    Ya, en los vivos carbones,

   

   

mi alma sea el encienso y sacrificio199.

   

   

Las vacas y cabrones200

   

   

en el fuego abrasados no es servicio

750

   

ya para Vos.

   

Levita

         [Ap.] (Sí. ¡Haga maravillas,

   

   

y vendrá quien nos dé dos tortolillas!

   

   

    Ya está caduco y viejo

   

   

Simeón, como niño ríe y llora.)

   

Simeón

Hoy dentro del espejo,

755

   

que ha de quebrar la muerte, vendrá agora

   

   

la luz clara abscondida

   

   

que, al apagarse, encenderá la vida.

   

Levita

     [Ap.] (Alguna grande ofrenda

   

   

espera Simeón, que tal contento201

760

   

tiene. No hay quien lo entienda202

   

   

…………………………………….)

   

Simeón

    Lleguemos a la puerta,

   

   

Eleazar, que la gloria está ya cierta.

   

Sale José y María, el niño en los brazos, y en una cestica traerá San José203 dos tórtolas.

José

    Esposa mía, entremos,

765

   

que aquí está Simeón204, el sacerdote.

   

Levita

[Ap.] (¡Buen despacho tenemos!205

   

   

La ofrenda que nos dan es bien se note.

   

   

Sin duda alguna pienso

   

   

que he gastado206 en la puerta más de
                               encienso.)

770

Simeón

    Seáis, virgen y madre,

   

   

con vuestro hijo al Templo bienvenida.

   

María

Hoy se le ofrezco al Padre.

   

Simeón

Y hoy la Escritura se verá cumplida.

   

Levita

[Ap.]Miren qué cumplimiento!

775

   

Que sea la ofrenda poca es lo que siento.)

   

Simeón

    Agora, Señor mío,

   

   

llevad en paz aqueste siervo vuestro,

   

   

que en tal palabra fío207,

   

   

pues que mis ojos vieron, gran maestro208,

780

   

lo que hoy por mil modos

   

   

mostráis delante de los pueblos todos.

   

   

    Luz que sale a la gente,

   

   

gloria de Israel santa y regocijo,

   

   

venid, sol del oriente209.

785

   

Y vos, virgen, guardad tan santo hijo,

   

   

que es cordero y al robo

   

   

anda despierto ya el sangriento lobo.

   

   

    Entremos en el Templo

   

   

y el cordero inmolado dé al cuchillo

790

   

su sangre210.

   

María

               Ya contemplo

   

   

mi muerte con la suya en solo oíllo;

   

   

mas, pues os es propicio,

   

   

vamos, cordero santo, al sacrificio211.

   

Éntranse y saldrán los Reyes a caballo, si ser puede, por palenque, y un Criado del Rey negro212.

Melchor

    ¡La estrella nos va guïando

[Redondillas] 795

   

y al fin seguir la tenemos

   

   

hasta tanto que hallemos

   

   

el Rey que vamos buscando!

   

Gaspar

    Guïado nos ha a Belén213,

   

   

y aquí es cierto que ha de estar

800

   

el que habemos de adorar,

   

   

pues viene a ser nuestro bien.

   

Baltasar

    La estrella que al Rey nos guía

   

   

muestra cuánto es su poder,

   

   

pues que nos ha hecho ver

805

   

estrellas a mediodía.

   

Negro

    Dicen que esa Rey tan flanco

   

   

que ha veniro a dar soncorro,

   

   

y a dejar lo escravo forro214,

   

   

y facer lo neglo blanco.

810

   

    Ya lo neglo gente samo.215

   

   

Si mancha viene a lavar,

   

   

limpio habemo de quedar,

   

   

ya, anque neglo, no tisnamo216.

   

Melchor

    ¿No veis la estrella luciente

815

   

hacia dónde se ha inclinado?

   

   

Sobre un portal derribado

   

   

ha descubierto el oriente217.

   

Baltasar

    Bien es que nos apeemos.

   

Gaspar

Decís, Baltasar, muy bien.

820

Melchor

¡Oh,venturoso Belén,

   

   

hoy tus piedras besaremos!

   

Apéanse junto a la subida del tablado y pónense en él.

Negro

    ¡Prasa, prasa, que venimo

   

   

todo lo reye a buscá

   

   

con plesente pala dá

825

   

a lo reye, nuestlo plimo!

   

Decúbrese el portal, la Virgen sentada con el niño en los brazos, y San José recostado sobre su cayado contemplándole, y, arrodillándose los Reyes, dice Gaspar.

Gaspar

    ¡El cielo se ha descubierto,

   

   

oh, venturoso portal!

   

Baltasar

¡Oh, infante y rey celestial

   

   

de nuestras tormentas puerto!

830

Melchor

    ¡Oh, Rey de Israel bendito,

   

   

de rodillas te adoramos,

   

   

porque cumplido veamos

   

   

lo profetizado escrito!218

   

Gaspar

    Al Rey por quien todo vive

835

   

es justo que le adoremos,

   

   

y en nuestro Dios jubilemos

   

   

las almas y, pues recibe

   

   

    voluntad por oblación219,

   

   

pues a Él se rinden las leyes,

840

   

hoy de tres humildes Reyes

   

   

reciba el humilde don.

   

   

    Como a Rey, le ofrezco el oro.

   

Melchor

Y yo encienso como a Dios.

   

Baltasar

Yo menos doy que los dos.

845

   

Mirra220 os doy que es mi tesoro,

   

   

    que significa amargura

   

   

y por la que ha de pasar

   

   

mirra vengo a presentar,

   

   

que ha de volverse en dulzura.

850

María

    El don recibe mi hijo.

   

   

Él os pague el justo celo.

   

Negro

Cuanto neglo cuble el suelo

   

   

bailamo221 con regocijo,

   

   

    panderillo222 y castañeta

855

   

y chirimíngula223 toca,

   

   

hacemo fuelle la boca

   

   

con la frauta y curuneta224.

   

Salen de negros bailando los que pudieren y digan los Músicos.

Músicos

Todo lo neglo venimo225

[Villancico]

   

a cantá, bailá y danzá,

860

   

porque habemos de alegrá

   

   

a lo reye, nustlo plimo.

   

   

Tres Reyes le han adorado,

   

   

porque muy divino está226.

   

Otro

¡Jesú!, cuando estornudá227,

865

   

dirá228 lo neglo tiznado.

   

   

Todo mundo sa pantado229,

   

   

y a lo díabriyo hüimo,

   

   

porque, si ¡Jesú! decimo,

   

   

para él ya figa da230.

870

Primero

Pues cantemo y aleglá

   

   

a lon reye, nuesto plimo.

   

María

    En todo el celo mostráis,

[Redondillas]

   

de vuestra santa intención.

   

   

Mi hijo os dé el galardón.

875

   

Libres a Oriente volváis

   

   

    de mal.

   

Gaspar

             Con tan grande bien

   

   

no hay qué temer.

   

José

                     Dios os guíe

   

   

y de todo mal desvíe231.

   

Baltasar

Hoy veremos a Belén232

880

   

    y mañana partiremos

   

   

a Oriente, aunque donde estamos

   

   

el sol divino dejamos233.

   

María

Id en paz. José, entremos,

   

   

    dando gracias al Señor.

885

José

Vuestro gusto es mi contento,

   

   

ya que este es el nacimiento234

   

   

de nuestro gran redentor.

   

[FIN]

Soli Deo honor et gloria235.

Set omnia sub correcione Eclesie [fol. 16r, fot. 43]236

25En Madrid, en catorce de diciembre de 1607 años.
Gaspar de Mesa [Firma y rúbrica] (Lám. VI, fol. 16v, fot. 44).
Vea este auto del Nacimiento el secretario Tomás Dantisco y dé su censura. En Madrid, a 14 de diciembre de 1607.
[Signo ilegible]                                Jusep […] (fol. 16v, fot. 44).
Por mandado del señor licenciado Tejada, oidor del Consejo Real, vi este auto del Nacimiento. Con lo que va testado, se le puede dar licencia al autor lo represente. En fe de lo cual, lo firmé de mi nombre en Santo Tomás de Madrid, 15 de diciembre 1607.
El Maestro Fray Diego Granero [Firma y rúbrica]. (fol. 16v, fot. 44).
Este auto del Nacimiento, ya visto para las proposiciones de Teología por el Padre Maestro Fray Diego Granero etc., con lo emendado se puede representar, tomada licencia para la figura de la mujer que representare la María. En Madrid, a 15 de diciembre 1607.
Tomás Gracián Dantisco [Firma y rúbrica] (fol. 16v, fot. 44).
Represéntese este auto de el Nacimiento, conforme las censuras del Padre Maestro Fray Diego Granero y el Señor Tomás Gracián, de suso contenida, haciendo la figura de María, Josefa, mujer de Joan de Morales, autor de comedias. En Madrid, 15 de diciembre 1607.
[Firma ilegible] (fol. 17r, fot. 45).

Lám. V. Fin del Auto, firmado y rubricado por Gaspar de Mesa en la esquina inferior derecha del folio (Auto del Nacimiento, BNE, Mss. 14.783, fol. 16r, fot. 43).

Lám. VI. Lugar y datación de la composición del Auto, testados por el autor con su firma y rúbrica (Auto del Nacimiento, BNE, Mss. 14.783, fol. 16v, fot. 44).

Estudio

Contenido

26Gaspar de Mesa dramatiza a lo largo de 888 versos, estructurados en seis cuadros, el relato neotestamentario del nacimiento de Cristo: la búsqueda de posada por José y María en su caminar hacía Belén para cumplir el mandato de César Augusto, el descubrimiento del portal, la aparición del Ángel a los pastores anunciándoles el nacimiento de Jesús y su posterior visita al portal con objeto de adorarle y ofrecerle sus presentes, la presentación de Jesús en el Templo por María y José, y la adoración por los Magos procedentes de Oriente, episodios todos bien conocidos y muy celebrados por la comunidad cristiana. Solo en una escena protagonizada por dos personajes alegóricos, Justicia divina y Género humano, que llegan al portal demandando el segundo ante María, en nombre de Justicia divina, que Jesús pague ya su promesa de redención, parece romper la linealidad del relato bíblico. Sin embargo, se encuentra totalmente integrada en la construcción dramática, con su apertura, al final, hacia la escena de la presentación en el Templo, siendo el vehículo que permite al autor verbalizar la razón motivadora del nacimiento del Hijo de Dios humanado en forma dramática. Gaspar de Mesa acierta al presentar su obra en un tono realista y un lenguaje coloquial cercano al auditorio, si bien no renuncia al empleo de figuras retóricas como la metáfora, la alegoría y el símbolo, que los espectadores —al menos los más cultos— debían descodificar, para alcanzar ese segundo nivel de sentido sobre el literal que los significantes denotan.

Fuentes Bíblicas y Literarias

27Como se advierte en las notas a la edición del Auto, Gaspar de Mesa se sirve fundamentalmente de fuentes bíblicas: el Evangelio de San Mateo (2.1-34) y el Evangelio de San Lucas (2.1-38), los dos libros neotestamentarios que relatan —el primero con menor extensión que el segundo— el nacimiento de Cristo y los episodios que lo rodean antes y después: desde el caminar de José y María de la ciudad de Nazaret (Galilea) a la ciudad de Belén (Judea) para su empadronamiento, sorprendidos por la cercanía del parto y la búsqueda de posada para alojarse, hasta la llegada de los Magos de Oriente, guiados por una estrella, para adorar al recién nacido. Frente a los relatos de Mateo y Lucas, el autor omite pasajes narrados por uno u otro, como la circuncisión de Jesús (Lc 2.21), la visita de los Magos a Herodes en Jerusalén y los malvados propósitos del rey de Judea (Mt 2.1-12), y la presencia en el Templo de la profetisa Ana (Lc 2.36-38), a pesar de que su nombre figura entre los personajes citados en el encabezamiento del Auto, sin que después intervenga, como se ha indicado. La presencia de la mula y el buey en el portal no aparece en los evangelios canónicos, encontrándose en el evangelio apócrifo de Pseudo Mateo XIV, sin que sepamos si nuestro autor acude a él o se vale de la tradición iconográfica, pues en una de las acotaciones del Auto leemos: «… y parece el portal, José, María y el niño en el seno, y un buey, una mula, como lo pintan» (v. 508+). Recordemos que en la tradición belenista, ambos animales fueron introducidos en el portal por primera vez por San Francisco de Asís, en el primer belén de la historia que montó en la Nochebuena de 1223. Para la presencia de Justicia divina y Género humano en el portal en demanda de que Jesús cumpla ya su promesa de redención del Hombre, Gaspar de Mesa pudo haberse basado en Gn 3, en cuyo versículo 3.15 «queda esbozada la interpretación mesiánica de este texto, presente ya en la exégesis judía antigua, y reconocida y explicitada luego por muchos Padres de la Iglesia» (Biblia de Jerusalén, nota al vers. 3. 15), como se ha indicado en nota.

28A partir de estas fuentes prioritarias, Mesa crea una pieza realista con personajes cotidianos para los espectadores y muy cercanos a ellos en sus fluidas y sencillas réplicas, caracterizadas por su reducida masa textual, excepto en dos casos, el del criado del Güésped denominado Loco y el del pastor Lidoro, que emplean un lenguaje figurado metafórico y alegórico de mayor entidad poética y en el que se acusa la fuente de las denominadas Letanías Lauretanas en loor de Nuestra Señora, de gran aceptación en la época. Se trataba de destacar el fundamental papel desempeñado por la Virgen en el camino conducente a la redención del Género humano, también presente en el Auto. A pesar de ese lenguaje alegórico que recorre la pieza, los episodios bíblicos escenificados y la difusión alcanzada por las citadas Letanías, bien conocidos por el auditorio, contribuirían poderosamente a la comprensión del contenido del Auto.

  • 237 Véase para ello, Reyes Peña, 2003, pp. 416-418, 2005, 2021a, 2021b, y en prensa.

29Por otra parte, nuestro auto no ofrecía novedad temática, sino que se insertaba en una tradición de autos navideños, escritos desde el último tercio del Cuatrocientos y a lo largo del siglo xvi237, los cuales (en particular los de ambiente pastoril) formarían parte de la cultura literaria del autor, pues Gaspar de Mesa era un hombre culto, y, por lo tanto, también pudieron haberle influido en su creación. Y, junto a ellos, no olvidemos la literatura renacentista, como se advierte en los nombres de tradición clásica elegidos para sus pastores, por citar un ejemplo.

Vehículo expresivo y Extensión

30El Auto del Nacimiento en la edición que ofrecemos presenta un total de 888 versos, de los cuales quince son cantados. Las estrofas empleadas son redondillas de rimas consonantes abrazadas (abba), excepto una de rima cruzada (abab), un romance de 52 vv. con rima asonante en los versos pares (ó-o) y libres los impares, nueve sextas rimas formadas por versos endecasílabos y heptasílabos (aBaBcC) y un villancico, resultando un total de seis cambios estróficos (redondillas, romance, redondillas, sextas rimas, redondillas, villancico y redondillas). El porcentaje de metros españoles en el empleo de estrofas y una serie no estrófica es muy elevado (redondillas, 86,48%; romance, 5,85%; y villancico, 1,57%) frente a un reducido uso de metros italianos (Sexta rima, 6,08%).

31Sinopsis métrica

Estrofas

Versos  

Núm. de vv.

Redondillas

1-372  

372

Romance

373-424  

52

Redondillas

425-740  

316

Sexta Rima

741-794  

54

Redondillas

795-858  

64

Villancico con represa de dos versos de la cabeza

859-872  

14

Redondillas

873-888  

16

Resumen

Redondillas

86,48%

Romance

5,85%

Sexta Rima

6,08%

Villancico

1,57%

  • 238 El estudio de conjunto de las tres piezas contenidas en esta pequeña colección, en Reyes Peña, 2005 (...)
  • 239 Su estudio y edición, en Reyes Peña, 2021a. Conviene advertir que Galeas escribe cinco piezas en lo (...)
  • 240 Para el establecimiento de la fecha de composición del auto de Morinañy, debido a la falta de otros (...)
  • 241 Morinañy, señala Valeria Marrella en el estudio que precede su edición: «la obra que aquí analizamo (...)

32Como ilustran los porcentajes métricos, es muy elevado el uso del metro octosílabo, de tradición española (91,90%), agrupados en redondillas (86,48%) y, en bastante menor medida, en un romance (5,85%) y en un villancico (1,57%). No obstante, el dramaturgo no renuncia totalmente a la novedad de los metros procedentes de Italia (endecasílabos y heptasílabos), agrupados bajo la forma estrófica de la sexta rima (6,08%). Sí renuncia, en cambio, al uso de la prosa, empleado en algunos autos dedicados al tema durante la segunda mitad del siglo xvi (véanse los tres autos sobre el Nacimiento de Cristo, conservados en el Ms. B2603 de The Hispanic Society o America238 o las tres piezas recogidas en el MS. HC380/611, bajo la autoría de Francisco Galeas (Sevilla, 1567-1614), radicados igualmente en la citada Institución239. Los usos estróficos son reducidos, pues se limitan al empleo de tres tipos de estrofas (redondilla, sexta rima y villancico) y una serie no estrófica (romance), y los cambios métricos se producen solo en seis ocasiones. No obstante, el alto porcentaje de versos octosílabos (91,90%) y la escasa masa textual de las réplicas (exceptuada la correspondiente al romance narrativo en boca de Lidoro: 52 vv.) dotan a la pieza de fluidez y vivacidad, si bien nada comparable, por citar un ejemplo peculiar, con las conseguidas por Pedro Morinañy en su Auto del Sacratísimo Nacimiento de Cristo, de mayor extensión (1.063 vv.) y con dos censuras de representación firmadas en Valencia en 1587, es decir, veinte años anterior a las fechas de composición, censuras y aprobación del nuestro240. Frente a la monotonía métrica que se observa en los autos religiosos de la segunda mitad del Quinientos, si bien se puede atisbar ya cierto uso de la polimetría, estos se alejan de la variedad métrica que registramos en el citado Auto del Sacratísimo Nacimiento de Cristo, que constituye un caso anómalo y digno de citar, como afirmaba yo hace ya algunos años (Reyes Peña, 2003, pp. 399-400)241.

Estructura dramática

33Dada la importancia del espacio y del tiempo en la articulación de la obra, junto al fundamental criterio de escenario vacío, me serviré de este para la segmentación del Auto en Cuadros, aunque en su interior sean visibles otras unidades menores de segmentación. Conviene advertir, como bien indica Javier Rubiera, «que la segmentación en cuadros es la más útil en la mayoría de los casos, sobre todo cuando se trata de establecer la articulación entre los lugares de la acción de una comedia y su materialización en los espacios escénicos» (2005, p. 104).

34El Auto del Nacimiento está segmentado en seis cuadros, marcados por el vacío de personajes sobre el tablado:
Cuadro I: vv. 1-140 (Redondillas). Se desarrolla en un espacio dramático y escénico, un mesón, situado en Belén. En él, su Mesonero y su Criado, durante la tarde-noche, reciben a los huéspedes que van llegando a su puerta en busca de hospedaje: un Güésped con su Mozo; un Harriero, una Mujer, « como de la vida», y un Rufián; y un segundo mozo (Rubén) de aquel, extraviado durante el camino, que les narra su sorprendente encuentro con María y José.
Cuadro II: vv. 141-324 (Redondillas). En un espacio dramático itinerante, en terminología de Rubiera, José y María entran en escena caminando hacia Belén para cumplir la orden de empadronamiento dictada por César Augusto para todas las provincias de su Imperio. La noche, el frío y la nieve dificultan su andadura, acrecentada por el avanzado estado de gestación de la dama, muy próximo al parto. Las puertas de Belén están ya cerradas, pero José vislumbra un mesón fuera de la ciudad, donde deciden alojarse, dirigiéndose a él. Los fatigados esposos llegan a su puerta y llaman en busca de hospedaje, respondiéndole el Mesonero desde un balcón. Interpretando su humildad como signo de pobreza, los despide sin contemplaciones bajo la excusa de que su posada está llena y les insta a que continúen su camino. Aunque el Loco (es decir, Rubén), segundo criado del Güésped, intercede por ellos ante el Mesonero revelándole quiénes son e insistiendo en la avanzada gravidez de María, el Mesonero se mantiene firme y desaparece, cerrando el balcón. José y María, de nuevo en un espacio dramático itinerante, continúan su duro peregrinar en busca de refugio hasta que José descubre un medio derribado portal, donde deciden entrar. En él —segundo espacio dramático y escénico—, hallan paciendo una mula y un buey, que rinden pleitesía a la Señora, al retirarse de las pajas para que ella pose sus pies. Fuerte contraste con el desabrido recibimiento que habían sufrido en la posada (vv. 309-324).
Cuadro III: vv. 325-508 (Redondillas, Romance y Redondillas). Se desarrolla también en Belén, en un campo con monte —«sierra»—, entorno pastoril donde los pastores se encuentran guardando su ganado, jugando y en espera del almuerzo. Llega el hato y, mientras que preparan un suculento caldero de migas, los sorprende la llegada de un caminante —el pastor Lidoro— que permanece con ellos y les narra —en romance— un extraño sueño que ha tenido. Distraídos los pastores por el sorprendente sueño, el pastor Lauso coge el caldero de migas y se lo lleva a un lugar elevado —«sierra» (acot. v. 436+)—, donde las engulle todas. Lauso baja y entrega el caldero vacío a sus asombrados compañeros. En este momento de confusión, se les aparece un Ángel (acot. v. 459+) que les anuncia el nacimiento de Cristo y los incita a ir a adorarlo al pobre portal donde está. El Ángel desaparece (acot. v. 476+) y los pastores se disponen para emprender el camino y llevarle sus presentes al recién nacido. Aunque la mayor parte del diálogo de este Cuadro está versificado en redondillas, cuando el pastor Lidoro cuenta el sueño tenido, se produce un cambio estrófico secuencial, pasándose de la redondilla al romance durante los 52vv. de la narración (373-424), para regresar inmediatamente a la redondilla hasta la finalización del Cuadro (425-508).
Cuadro IV: vv. 509-740 (Redondillas). La acción se traslada de nuevo al portal, donde se halla la Sagrada Familia. María y José dialogan, cuando son sorprendidos por la alegre llegada de los pastores, que ofrecen sus presentes al recién nacido, y cantan y bailan gozosos delante de Él. Tras su despedida, los esposos, ante el reiterado llanto del Niño, intentan averiguar la razón, hallando María una cruz de madera entre las pajas donde Jesús está recostado, motivo que la conduce a augurar con dolor la pasión que Cristo sufrirá en Jerusalén. El nacimiento de Jesús y el augurio de su pasión y muerte son los sucesos que marcan la venida y el final de la vida terrena de Jesús con objeto de la redención del hombre pecador (vv. 509-620). Motivo y objeto que Mesa dramatiza en una larga escena (vv. 621-740), bien trabajada y totalmente integrada en la construcción dramática (con su apertura, al final, hacia la escena de la Presentación en el Templo: vv. 738-740), en la que Justicia divina y Género Humano se dirigen al portal —espacio dramático itinerante— en demanda por el segundo de que Jesús consume ya la redención prometida para abonar la deuda contraída por el Hombre a causa del pecado original, deuda que Cristo aceptó pagar. María, muy apenada, le ofrece sin éxito otras soluciones para saldarla, pero las rechaza todas el Género humano. Aunque en la acotación anterior a la que da entrada a los dos personajes alegóricos se lea: «Levántase José y encúbrese adentro y ciérrase el portal» (v. 620+), este lugar (el portal) continúa operativo, porque quien sale del tablado es solamente José que va a hacer fuego «dentro», es decir, en la parte interior de dicho portal. Mientras, María se queda en la parte que da al exterior del portal, donde puede oír lo que dicen Justicia divina y Género humano. Estos, que salen a un lado del tablado, se acercan posteriormente a la parte exterior del portal y dialogan con María. Como se puede observar, hay en este Cuadro una profunda unidad temática y formal. Después del Cuadro III, lleno de la alegría del Belén de los pastores, y antes del Cuadro VI, lleno del triunfo del Belén de los Reyes, se sitúa el cuadro luctuoso del anuncio de la muerte de Jesús y de la impotencia de María para impedirla.
Cuadro V: vv. 741-794 (Sextas rimas). La acción cambia de lugar geográfico desarrollándose ahora en Jerusalén, donde el anciano sacerdote Simeón, acompañado de Eleazar, levita, aguarda en el Templo y se prepara para recibir a la Sagrada Familia, que llega al lugar para la presentación de Jesús. Simeón, varón justo y piadoso, a quien «el Espíritu Santo le había revelado que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor», los recibe, viendo cumplida la promesa y encontrándose ya dispuesto a morir, como manifiesta en su famoso Cántico, donde predice la futura muerte de Cristo. A continuación, los invita a entrar en el Templo para la ceremonia de la presentación, bajo la alegoría de la inmolación del cordero —Cristo como cordero inocente inmolado por excelencia—. María, a pesar del terrible dolor que esa muerte le causará, manifiesta su aceptación. Eleazar, el levita, con sus alusiones al excesivo incienso gastado en el Templo por orden de Simeón, en contraste con la parquedad de la ofrenda presentada por José —dos tórtolas—, pone una nota de comicidad en la escena.
Cuadro VI: vv. 795-888 (Redondillas, Villancico y Redondillas). En este último Cuadro la acción vuelve a desarrollarse en Belén. Escenifica la llegada al portal de los tres Magos procedentes de Oriente para adorar al niño nacido y ofrecerle sus presentes (oro, incienso y mirra, como rey, hombre y Dios), acompañados por un criado Negro con su característico lenguaje que aporta otra nota de comicidad. La acotación que les da entrada: «saldrán los Reyes a caballo, si ser puede, por palenque» (v. 794+) deja abierta la posibilidad de su entrada a caballo en el lugar de representación (con el correspondiente empleo de animales vivos) y la presencia de una rampa inclinada —palenque— desde el suelo del patio al tablado, por donde debían de subir los Reyes, tras apearse de sus respectivas cabalgaduras, para llegar al portal y adorar al niño, como se indica en acotación (v. 822+): «Apéanse junto a la subida del tablado y pónense en él».

Personajes

35En el encabezamiento del Auto, aparece una lista de figuras con la enumeración de solo cuatro personales: Jesús; José; María, spes mea; y Ana. Pero, a lo largo del mismo, su número resulta bastante más elevado, sin que la denominada Ana se halle entre ellos. Con réplicas a su cargo, intervienen en efecto por orden de aparición: Mesonero; Criado del Mesonero; Güésped; Mozo del Güésped; Harriero; Rufián; Mujer pública, «como de la vida», según la acotación; Rubén, otro mozo del Güésped, que tras esta primera adscripción del parlamento es llamado Loco en las restantes, si bien es un loco-cuerdo que dice verdades, aunque quienes lo rodean piensan que no tiene cordura; María, en avanzado estado de gravidez; José, su esposo; Lisdano, pastor; Silvio, pastor; Lauso, pastor; Ergasto, pastor: Lidoro, pastor; Música/os en número indeterminado; Ángel; Levita (Eleazar); Simeón, anciano profeta; Melchor, Gaspar y Baltasar, magos de Oriente; Negro, criado de Baltasar; Músicos negros, como se deduce de su lenguaje, en número indeterminado, interviniendo en el diálogo solo uno de ellos, denominado Primero; y Jesús, recién nacido, que se limita a estar presente y a llorar en un determinado momento, siendo muy posible que fuera una figura de bulto. Aunque el Mesonero da órdenes a tres mozas, a las que se dirige por sus nombres —Raquela, Tamar, Lavina (vv. 13-19)— es improbable su presencia escénica, por lo cual no han sido incluidas en el cómputo total de personajes.

36Como se aprecia por esta lista, el número de personajes es excesivo para la compañía profesional de la época que llevara el Auto a escena, según el testimonio documental de las censuras y permiso de representación que posee. Por ello, con total seguridad los actores doblarían o triplicarían papeles, prueba de su versatilidad y buen hacer profesional. La mayoría de ellos encarnaba tipos cotidianos para el público, fáciles de reconocer y, por lo tanto, de fácil ejecución. Su caracterización, su gestualidad y su lenguaje contribuirían a su inmediato reconocimiento por el auditorio.

Género y Finalidad

37El género no ofrece dificultad de identificación. Como señala Gaspar de Mesa, se trata de un «auto» —pieza en un acto— de tema navideño, como otros tantos semejantes pertenecientes al denominado «Ciclo de Navidad» que se compusieron desde finales del siglo xv. Nuestro autor elige una escritura de tipo realista para dar cuerpo dramático a la narración evangélica del nacimiento de Cristo, en contraste con otros de tipo alegórico escritos algo más tarde. El Auto se inserta en la tradición del teatro de pastores, tan unido a la celebración del nacimiento de Cristo, al igual que ocurre con obras compuestas para la Navidad por Juan del Encina, Lucas Fernández, Gil Vicente, Bartolomé de Torres Naharro, Pero López Ranjel, Fernán López de Yanguas, Pedro Suárez de Robles o Diego Sánchez de Badajoz, alejándose de la dramatización de un mundo alegórico, por sus personajes y por los temas escenificados, como sucede con los ya citados de la segunda mitad del Quinientos. No obstante, entre los dramaturgos aludidos, el portugués Gil Vicente había ofrecido ya ejemplo de ello y, en particular, el extremeño Diego Sánchez de Badajoz, cuya Recopilación en metro se publica en Sevilla, en 1554, por el clérigo Juan de Figueroa, su sobrino.

38Aunque la crítica, en ocasiones, haya calificado el Auto del Nacimiento como sacramental, desde mi punto de vista, no lo es, porque, aunque en él se aluda a la futura pasión y muerte de Cristo en Jerusalén, no hay referencia alguna ni explicita ni implícita a la Eucaristía, condición sine qua non para atribuir a una pieza el calificativo de sacramental. Recordemos la conocida opinión de Alexander Parker, cuando con motivo del estudio de los autos sacramentales de Calderón distingue en ellos, siguiendo al dramaturgo, entre asunto y argumento: en todos el asunto es siempre el mismo, la Eucaristía, pudiendo ser sus argumentos de distintas procedencias. El argumento del Auto del Nacimiento de Mesa es la dramatización del nacimiento de Cristo durante el camino de José y María a Belén y las circunstancias que lo rodearon; y el asunto la exaltación del misterio de la doble naturaleza del recién nacido, Dios y Hombre, por la unión hipostática y las benéficas consecuencias que trae a los mortales. La finalidad de la pieza es la alabanza del misterio y su propósito catequizador.

Teatralidad y Puesta en escena

39A pesar del descuido que se advierte en la escritura del manuscrito del Auto por Gaspar de Mesa, como se ha señalado, este se muestra muy atento a su plausible escenificación, a través de las didascalias explícitas e implícitas. Buen conocedor de las técnicas dramáticas y escénicas de su época, compone la obra con la mente puesta en su representación, teniendo para ella muy presente la estructura básica de los corrales de comedias al uso, donde los comediantes profesionales ejecutaban sus piezas, y sintiéndose totalmente dueño de su puesta en escena, como intentaré mostrar a través de algunos ejemplos.

  • 242 Para la biografía y vida actoral de estos dos reconocidos y, al mismo tiempo, satirizados comediant (...)
  • 243 Véase DICAT, s. v. «Morales (Medrano), Juan de». Aunque en DICAT se aventura que el Auto «quizá se (...)

40Firmado el Auto en Madrid, el 14 de diciembre de 1607, y enviado el mismo día a la censura para la obtención de la indispensable licencia de representación, los censores emiten sus respectivos pareceres al día siguiente, 15 de diciembre, y, conforme a ellos, se le otorga dicho día —15 de diciembre— el ansiado permiso, bajo la condición de que la figura de María fuera interpretada por Josefa Vaca, esposa del autor de comedias Juan de Morales, en cuya compañía se encontraba242. Como se desprende del tema de la pieza, de esta información documental y de la rapidez del proceso censorio, es muy plausible, a mi juicio, que la obra fuera escrita para su puesta en escena en Madrid durante las fiestas navideñas de ese mismo año. La capital del reino contaba por entonces con dos corrales comerciales, cuya estructura y representaciones han sido cuidadosamente estudiadas por la crítica: el Corral de la Cruz (1579-1737) y el Corral del Príncipe (1582-1735), sin que figure entre ellas el Auto que estudiamos, el cual tampoco aparece en los repertorios madrileños de representaciones de autos sacramentales. Por otra parte, la presencia de la compañía de Juan de Morales en Madrid durante las fechas navideñas de 1607 tampoco está documentada, pero sí lo está su presencia en Madrid durante ese año. Allí debió representar El caballero de Olmedo, según se desprende de la licencia datada el 13 de septiembre de ese año, que figura en el manuscrito, y allí se encontraría el 15 de diciembre, cuando se emite la licencia de representación de nuestro Auto, con la condición de que la figura de María la haga «Josefa, mujer de Joan de Morales, autor de comedias», como veíamos más arriba243.

41Son cuatro los espacios dramáticos del Auto del Nacimiento: un mesón, el portal, un campo con sierra y el Templo de Jerusalén. En 1607, dichos espacios evocados en el texto teatral debieron de encontrar su traducción escénica gracias al dispositivo escénico que ofrecían los corrales comerciales en esa época: con tres huecos a nivel del tablado sobre su pared de fondo, separados por columnas o pies derechos, los cuales solían cubrirse con cortinas, cuando no eran utilizados por los actores, y sobre ellos, una primera galería, con una división en tres huecos paralelos a los descritos, y en algunos se levantaba una segunda galería de la misma factura que la primera, situada sobre ella. Es decir, que el escenario de corral contaba en su fondo con seis o nueve huecos a disposición del creador y de los comediantes para la puesta en escena, justo la estructura arquitectónica requerida por el Auto de Gaspar de Mesa. Como era habitual en los corrales, el espacio representado en los huecos avanzaba y se extendía sobre el tablado desde el momento de la apertura de la cortina que los cubría.

42Sobre este dispositivo escénico, he intentado recrear lo que pudo haber sido la puesta en escena del Auto, a partir de las marcas teatrales que Gaspar de Mesa incluye en su obra. No obstante, soy consciente de la fragilidad de mi propuesta, pues también es posible la ausencia (casi) total de decorado sobre la escena, sugerido solo por las palabras de los personajes, o su variación por las necesidades del autor de comedias de adaptarse a las condiciones que le ofrecía el lugar de representación. Como cuestión de principio, conviene recordar, por otra parte, que ese decorado, si realmente existió, poseía una función sinecdóquica.

43En el hueco izquierdo a nivel del tablado, estaría el mesón o posada. El Mesonero, en el proscenio convertido en mesón o bien gracias al decorado del hueco o bien solamente por las palabras de los personajes, iría recibiendo a los huéspedes que se acercaban a él en busca de alojamiento durante una cruda tarde-noche muy fría y nevada. Desde el hueco izquierdo de la primera galería sobre el mesón —balcón—, el Mesonero se asomaría para responder a la llamada de José y María. Y «por otra parte» (posiblemente una ventana del mesón, sin que sepamos su concreta ubicación), el Loco también se asomaría en un intento de disuadir al Mesonero de su equivocada decisión. En el hueco central a nivel del tablado, se situaría el derruido portal, al que llegan María y José ateridos de frío en busca de refugio. El hueco de la derecha a ese mismo nivel sería empleado como escenario campestre con una elevación (monte con sierra), donde los pastores cuidaban el ganado y donde se sube uno de ellos para comerse el caldero de migas. Monte o sierra que podría ocupar el hueco de encima del anterior —primera galería—, como una continuidad en altura de ese escenario campestre. El hueco del mesón, al no volver a utilizarse en la pieza, permanecería cubierto por una cortina, para aparecer más tarde en una nueva apertura convertido en Templo de Jerusalén, donde Simeón y el levita Eleazar recibirán a la Sagrada Familia. El portal permanecería en su hueco central desde que es descubierto por José y María (Cuadro II) hasta el final del Auto (Cuadro VI), pues a él se trasladarán los pastores para adorar al niño recién nacido y ofrecerle sus humildes regalos; a él llegarán Justicia divina y Género humano en demanda de justicia por el segundo; y, posteriormente, lo harán los Magos de Oriente para adorarlo y ofrecerle los suyos en el último Cuadro, hueco este del portal que también se cerraría con cortinas cuando no estaba en uso. En el espacio dramático campestre, durante la aparición del Ángel a los pastores, es muy plausible el uso de la escena múltiple vertical mediante una tramoya de cielo, que bajaría desde el techo del tablado y lo subiría una vez terminada su actuación (Cuadro III). Dicha tramoya estaría delante del hueco de los pastores; y en el caso de la entrada de los Magos a caballo, «si ser puede», se produciría un fuera de escena, pues llegarían por el espacio del público hasta alcanzar el tablado, guiados por una estrella, donde se apearían de sus monturas y subirían al mismo por medio de la rampa denominada palenque, como precisa la acotación que les da entrada.

  • 244 Para la reconstrucción virtual en 3D de corrales de comedias, véase la pág. web Lope de Vega y el t (...)

44Este preciso ajuste a las posibilidades estructurales de un escenario de corral conduce a pensar que el autor debió tenerla presente cuando proyectó la puesta en escena de su obra244. Ello no resulta extraño, pues, como actor, Gaspar de Mesa los conocería muy bien, así como sus posibilidades para la escenificación.

45La lectura de la pieza lo muestra como un auto rico en acotaciones explícitas que proporcionan marcas de teatralidad sobre entradas, salidas, actitudes y acciones de los personajes, indumentaria y atrezo, música y bailes, ruidos, posible utilización de animales vivos —caballos—, etc., marcas que llegaban a los espectadores a través de la vista y el oído durante la representación. Pero, junto a estas acotaciones explícitas, el dramaturgo se valía de otras incluidas en el texto recitado por los actores, las didascalias implícitas, a las que el autor de comedias debía dar respuesta escénica, siempre que fuera posible. Limitándonos por razones de espacio a los vv. 1-136 del Cuadro I, correspondientes al recibimiento de huéspedes en el mesón por el Mesonero antes de la llegada de José y María, aparecen en ellos como didascalias implícitas las siguientes marcas teatrales:

Franja horaria del día en la que se desarrolla la acción: tarde-noche (v. 1), noche (vv. 15 y 42), tan grande obscuridad (v. 131), esta noche (v. 139).
Espacio físico: puerta del mesón (v. 4).
Iluminación: luces (v. 14).
Terribles condiciones climatológicas: intensísimo frío (vv. 18 y 26-27), viento, nieve y granizo (v. 28), nieve (v. 50), helado (v. 51), hielo (v. 74), tan grande tempestad (v. 130).
Movimiento de los personajes (vv. 29, 31, 54, 57, 59, 101, 138).
Mímica: Reírme ha hecho algún tanto (v. 81).
Gestualidad: Pues, ¡alto!, a cenar nos vamos (v. 101), ¡Vamos a cenar! (v. 138).

46Destacable entre ellas es la reiteración de las alusivas a la noche cerrada y las terribles condiciones climáticas vividas por los huéspedes que llegan al mesón, debida al deseo de Gaspar de Mesa de recrear en la mente de los espectadores el clima inhóspito que acoge el nacimiento de Cristo, difíciles de visualizar escénicamente en los corrales de comedias, al obstaculizarlo la luz solar que, a la hora de la función (dos o cuatro de la tarde, según la temporada dramática), se proyectaba sobre el tablado, procedente del techo abierto al cielo de la mayoría de los corrales de la época. A ello también contribuye en este Primer Cuadro, su complejidad escénica con la presencia sobre las tablas de tres grupos de personajes: mesonero/criado; güésped/mozo; harriero/mujer/ rufián, que en algún caso interactúan unos con otros o permanecen ajenos al devenir del resto. y al que se añadirán nuevos personajes, redundando todos ellos (con la construcción dramática) en la sensación de desconcierto y peligro acaecido esa noche.

47Si recordamos la conocida sistematización de los trece sistemas de signos principales de la representación teatral de Tadeuz Kowzan (1969), casi todos están presentes en las didascalias explícitas e implícitas incluidas en el Auto por nuestro dramaturgo.

48Con este estudio y edición crítica del Auto del Nacimiento, cerramos por el momento nuestro acercamiento a Gaspar de Mesa, a la espera de abordar en próximos trabajos sus otras dos piezas dramáticas: Comedia del Bruto Ateniense, autógrafa en su mayor parte y con intervención de otra mano en ocasiones, donde la suscripción de la portada no es de la mano de Gaspar de Mesa. En ella, leemos: «Comedia del Bruto Ateniense. Es de Alonso de Heredia, autor de comedias, este año de seiscientos y dos años» y más abajo continuamos leyendo: «Compuesta por el licenciado Gaspar de Mesa, año de 602, Gaspar de Mesa [firma y rúbrica]», con escritura que tampoco pertenece al autor. Igualmente, tampoco parece pertenecerle la firma y rúbrica que figura al final de la obra (fol. 88v, fot. 126). En cuanto a Nínive y su conversión, su manuscrito es de mano distinta a la de Gaspar de Mesa, no apareciendo en su escritura los rasgos diferenciadores de nuestro autor y presentando rasgos que no se aprecian en él en ningún momento. El estudio y edición de ambas piezas, aplazados por ahora, posiblemente nos revelarán aspectos que contribuirán a aproximarnos más al dramaturgo.

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Notas

1 Agustín de Rojas Villandrando, El viaje entretenido (1603), 1972, pp. 147-158, la cita en p. 157.

2 Me complace expresar mi más cariñoso agradecimiento a la Dra. Dª Mª del Carmen del Camino (Catedrática de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Sevilla) por la valiosa información suministrada sobre el cotejo de las firmas, el tipo de escritura de los manuscritos conservados de Gaspar de Mesa y la correcta lección de algunos términos de difícil lectura.

3 Agradezco al Archivo Histórico Provincial de Toledo (AHPT) y al Archivo Histórico de Protocolos de Madrid (AHPM) el envío de los documentos digitalizados, a los que pertenecen las firmas de nuestro autor, cuya localización indico más adelante en sus respectivos análisis.

4 AHPT, Protocolo de M. de Galdo, 17 de marzo de 1602, fols. 301r-303r (las citas en fols. 301r, 302r, 301r, respectivamente). Documento exhumado por Francisco de B. San Román, 1935, doc. 97, pp. 53-54, que he comprobado personalmente y transcrito conforme a los criterios de modernización actual de las grafías. La firma y rúbrica de Gaspar de Mesa, en fol. 303v, de donde la he sacado.

5 Documento exhumado por por Cristóbal Pérez Pastor, 1901, p. 99, que he comprobado personalmente, corrigiendo algunos datos, al cual pertenece la firma aquí reproducida de Gaspar de Mesa.

6 Documento exhumado por por Cristóbal Pérez Pastor, 1901, p. 202, con errores de lectura que he subsanado.

7 AHPM, Protocolo de Juan de Obregón, 1632, 1º, fols. 451r- 459v. Documento exhumado por Cristóbal Pérez Pastor, 1914, doc. 239, pp. 68-78, que he comprobado personalmente y al que pertenecen los folios de las citas aquí reproducidas.

8 Poder del que solo poseemos el traslado que el escribano Juan de Obregón incluye en su escritura (fols. 452v-453r). Con la esperanza de obtener una firma de Gaspar de Mesa de esa fecha (1632), hemos intentado localizarlo en el AHPM, pero, lamentablemente, la búsqueda no ha sido positiva, como nos informa la Sra. Directora del citado Archivo: «consultados los instrumentos de descripción y bases de datos de que dispone este Archivo, no ha sido posible localizar el documento solicitado, ya que no nos consta el escribano Juan Bautista de la Barrera, por lo que es probable que sus protocolos no se hayan conservado», a la que agradecemos sinceramente su interés en la búsqueda del citado documento y su amable respuesta (e-mail del 8/03/2022).

9 Respecto a la condición de «licenciado», que ya le atribuía La Barrera «según consta del autógrafo de una comedia suya [El bruto ateniense]», no parece pertenecerle, pues precisamente dicha atribución no es autógrafa y en nuestro recorrido documental por su vida nunca figura titulado como tal. Es posible que fuera fruto de la visión que de él tenían sus compañeros de profesión, dado su saber.

10 Van localizados en notas. Para su fácil localización en el ms., véanse los fotogramas 19, 22, 24, 25, 38 y 43, respectivamente.

11 Además de sus respectivas localizaciones en notas, véanse para su localización en el ms. los fotogramas 17, 21-22, 28 y 30, respectivamente.

12 In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti [«En el nombre del Padre y de Hijo y del Espíritu Santo»]. Fórmula trinitaria que hace mención a las tres Personas de la Santísima Trinidad en el momento del Bautismo. Es de origen bíblico (Mt 28.19), y también se utiliza en otras oraciones, ritos, liturgias y sacramentos. En nuestro caso, el autor se encomienda a Dios con esta frase antes de comenzar su obra.

13 Timor Domini principium sapientiæ [«El principio de la sabiduría es el temor a Dios»], Primera parte de Pr 1.7, que también encontramos en Pr 9.10 y Sal 111.10.

14 Ana: la profetisa Ana, presente, cuando José y María llevaron al niño al Templo de Jerusalén y fueron recibidos por el profeta Simeón (Lc 2.36-38), no interviene en el Auto, a pesar de figurar su nombre entre los personajes citados en su encabezamiento.

15 v. 1, interlineado en el margen derecho: «2º Auto» [fol. 1r, fot. 13].

16 vv. 9-10: referencia al Edicto del emperador César Augusto (27 a. C. - 14 d. C.), en cual se «ordenaba —como leemos en Lc 2. 1-7— que se empadronase todo el mundo […]. Todos fueron a empadronarse, cada cual a su ciudad. También José subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Mientras estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el albergue». El empleo del término tributo está justificado, pues recordemos que empadronar es «asentar o escribir a alguien en el padrón de los moradores de un pueblo, ya para la policía gobierno de este, ya para el pago de tributos u otro fin análogo» (DRAE, s. v.).

17 v. 12+: el Criado, que no vuelve a escena hasta que una acotación (v. 43+) marca su salida, se retiraría de ella, quedándose quizá “al paño”, que tal vez figuraba una puerta, según el v. 4.

18 v. 19+ Güésped: «el que está alojado en una casa que no es suya, ni vive en ella de asiento, sino por tiempo limitado, ahora sea en casa de un amigo, o en algún mesón o posada» (Aut.). // fieltro: «el capote, o sobretodo, que se hace para defensa del agua, nieve o mal tiempo. Diósele este nombre, porque se debía de hacer de alguna especie de fieltro, aunque menos fuerte que el de los sombreros» (Aut.) // papahígos: «cierto pedazo de paño o tela de que está hecha la montera, que tirándole hacia abajo cubre toda la cara y pescuezo, menos los ojos, del cual usan los que van de camino para ir defendidos del aire y del frío» (Aut.).

19 v. 21 Güésped: «Se llama regularmente el Mesonero, o el que tiene casa de posadas y recibe en ellas huéspedes pasajeros y forasteros» (Aut.).

20 v. 24 Dárseos ha: ‘Se os dará’.

21 v. 26: tras este verso, se encuentra este otro tachado: «la sangre y ánimo helado», que el autor reemplaza por el siguiente (v. 27) [fol. 1v, fot. 14].

22 v. 34+ pretales: «la correa que está asida a la parte delantera de la silla, y ciñe y rodea el cuello del caballo» (Aut.). // Aunque en esta acotación el término harrieros aparezca en plural, solo interviene un Harriero (acot. v. 35+) que recita las réplicas a su cargo. Si bien de forma muy hipotética, nos hemos permitido reconstruir la distribución de los vv. 34+-60, con miras a ofrecer un texto mínimamente coherente al lector, que podrá leer en la presente nota una transcripción de dicho pasaje tal como aparece distribuido en el ms. (fol. 1v, fot. 14-2r, fot. 15):

Suena dentro gran ruido de cencerros y pretales de cascabeles, como que llegan harrieros.

Harriero

            ¡Suso, mohíno!

Sale el Harriero y una Mujer
como de la vida y un Rufián.

Rufián

¡Bercebú lleve el camino!

   

35

Güésped

¡Hola, Rubén!

   

Mozo

                   Mi señor

   

Güésped

    Gran cuenta con la maleta.

   

Mozo

Ya está guardada.

   

Güésped

                       ¡Cuidado!

Dentro.

Harriero

¿No hay quién nos dé aquí recado?

   

Criado

La llave de casa veta.

   

40

Güésped

    ¡Qué terrible confusión

   

   

es una noche como esta!

   

Mozo

Ya aguarda la mesa puesta.

Sale el Criado.

Harriero

¿No hay nadie en este mesón?

Sale el Harriero con un harnero,

   

    ¡Paja y cebada! Oiga un poco.

sus abarcas, y la varilla en el pescuez[o].

45

Rufián

¿Dónde nos ha de alojar?

   

Criado

En el portal o el pajar.

   

Güésped

¿Dónde se quedó aquel loco?

   

Mozo

    ¿Dónde se quedó? Imagino

   

   

que en la nieve sepultado.

   

50

   

Venía el pobre tan helado

   

   

que se apeó en el camino

   

   

    y nadie se acordó dél.

   

Mesonero

Ellos recójanse ya.

   

Mujer

Al pagar me lo dirá.

   

55

Rufián

Yo estudiaré el arancel.

   

Criado

    Venid y os daré cebada,

Éntranse el Rufián y la Mujer.

   

que hay muchos con quien
                           cumplir.

   

Mozo

Señor, ya puedes venir,

   

   

que la cena estará helada.

   

60

23 v. 34 mohíno: clásico nombre de un mulo o asno de color oscuro.

24 v. 36 Mí señor: Si bien esta respuesta afirmativa del Mozo del huésped admitido anteriormente en la posada induce a creer que Rubén es el apelativo del citado mozo, más abajo se precisa que esa nominación es la de un compañero que se ha quedado en el camino.

25 v. 40 veta: ‘la puerta del mesón cerrada con llave lo impide’.

26 v. 45+ harnero: «cribo» [cribo: «especie de instrumento, que se forma de un cerco o aro de madera delgada con el suelo de cuero crudo de caballo u de otro animal, todo agujereado, el cual sirve ordinariamente de limpiar el trigo y otras semillas»] (Aut.). // abarcas: «cierto género de calzado que se hace de pellejo de jabalí, buey, vaca o caballo, sin adobar, en que se envuelven los pies, atándolas con cordeles o correas para abrigarlos, y andar con más seguridad y comodidad por tierras ásperas y frías» (Aut.). // pescuez[o] término en el que la pérdida de un trocito del lateral derecho del folio del ms. impide la lectura de la o, que he repuesto (fol. 1v, fot. 14).

27 v. 47 portal: «el zaguán o primera pieza de las casas, por donde se entra a las demás. Llámase así por estar en él la puerta principal» (Aut.).

28 v. 48 aquel loco: estos dos términos aparecen escritos y tachados por el autor encima del comienzo de este verso 48, donde se incluyen en su final (fot. 15, fol. 2r).

29 v. 52: tras este verso, se encuentra este otro tachado: «y ya no me acordé dél», que el autor reemplaza por el siguiente (v. 53) [fol. 2r, fot. 15].

30 v. 56 arancel: ‘lo que se debe pagar’. En este contexto, lo que el Mesonero debe pagar a la Mujer por los servicios sexuales prestados [al Mesonero o a algún cliente], precio que fijará el Rufián, su jaque. Recordemos, como indica la acotación, que ella es «una Mujer como de la vida», que viene acompañada de un Rufián (v. 34+).

31 v. 62+ Loco: sobre este término tachado, bajo el que se adivina leerse loco, se escribe Rubén parece que por mano distinta (fol. 2r, fot. 15). Respeto, aunque tachada, la lección original.

32 v. 63 Loco: adscripción del parlamento tachada, sustituida parece que por mano distinta por RubénRu(fol. 2r, fot. 15). Respeto, aunque tachada, la adscripción original. // Antes de este v. 63, el autor tacha este otro «a huego y lo que ha nevado» atribuido al Loco en su adscripción del parlamento, la cual aparece igualmente tachada (fol. 2r, fot. 15).

33 v. 65: en este verso figura el nombre de Rubén, en corrección con letra que parece del autor, impidiendo el tachado la lectura del término(s) corregido(s) (fol. 2r, fot. 15). Es el otro mozo que los acompañaba, al que el amo se refiere como «loco», condición a la que su discurso parece responder en un primer momento, el cual no entiende ni el amo ni el mozo por sus mismas contradicciones, pero que el auditorio, consciente de la festividad que el auto celebra —el nacimiento de Cristo— y su plausible representación en este día, debía descodificar sin problemas. Frente al lenguaje realista que emplean los personajes que le rodean, el Loco utiliza un lenguaje alegórico, que interpretado en este nivel cobra su verdadero y pleno sentido.

34 v. 67: tras este verso, se tacha este otro: «Donde con juicio he venido», adscrito al Loco, adscripción que igualmente aparece tachada (fol. 2r, fot. 15), sustituido por el verso siguiente (v. 68).

35 v. 68 Adonde: ‘en donde’.

36 v. 76 sol: metáfora por Dios encarnado.

37 v. 77 Encontré: término que se escribe sobre el tachado «topé» (fol. 2v, fot. 16), término que al tener una sílaba menos convertía el verso en hipométrico.

38 v. 95: tras este verso, el autor tacha este otro «y ansí llegué como loco», que sustituye por el verso siguiente (v. 96) [fol. 2v, fot. 16].

39 v. 103 almorcemos: «comer por la mañana temprano cualquiera cosa la primera vez» (Aut.).

40 v. 106 salva: «el canto y música que las aves hacen cuando empieza a amanecer» (Aut.).

41 v.107 No os: nos en el ms. con la o embebida. // el alba: metáfora por Nuestra Señora.

42 v. 108 sol: metáfora por Jesús, Dios encarnado.

43 vv. 109-112: recordemos que la iconografía helénica sobre el Sol con su carro y sus caballos la recogieron el Renacimiento y el arte occidental posterior (Revilla, 1990, s. v. Sol). Versos con valor perifrástico y metafórico, con referencia al nacimiento de Cristo a medianoche, iluminando la tierra.

44 v. 113 esta estrella: metáfora por María. // recelo: «temor, desconfianza, presentimiento, sospecha» (Terreros).

45 v. 115 alba del sol: el autor recoge y encadena dos metáforas anteriormente empleadas para aludir a María como madre de Jesús. Es decir, en los vv. 113-116, el Loco desea expresar su sobrecogimiento ante el brillo y color rojizo (en particular, el de las nubes al amanecer con los primeros rayos del sol) de esa deslumbrante estrella (María), que le confirma con seguridad que es la madre de Jesús, porque de lo contrario nada tiene sentido.

46 v. 118 ni hay para Adán, si no es ahi: no hay redención para el pecado original cometido por Adán si no es con el nacimiento del Verbo encarnado. // ahi: ‘ahí’, con dislocación de acento, pedida por la rima.

47 vv. 121-124: los cuatro versos de esta redondilla están tachados en el ms. Tras junto a, hay dos grafías que la raya horizontal de la tachadura me impide leer, la cual parece ser del propio autor (fol. 3r. fot. 17).

48 v. 125: tras este verso, se halla tachado, parece que por Mesa, el comienzo de este otro —«Vamos a cenar»—, adscrito también al Güésped (fol. 3r. fot. 17), incluyéndolo versos más abajo (v. 138) [fol. 3v. fot. 18].

49 v. 126 Salomón: el más célebre rey de Israel (alrededor del 970-930 a. C.), considerado tradicionalmente como el sabio por excelencia.

50 vv. 127-128 niños y locos son / los que dicen las verdades: refrán español con el significado «las personas incapaces de reflexionar o de disimular, declaran lo que sienten y ven». Sobre su origen, en «Refranero multilingüe», Alicante, Centro Virtual Cervantes, en línea, de donde hemos tomado la cita anterior, hallamos las siguientes observaciones (consulta: 14/11/2021):

Sobre su origen resulta interesante la explicación de Martín Sarmiento en el siglo xviii: «El Adagio Español, Los niños, y los locos dicen las verdades, anda en voca de muchos; pero su origen, è inteligencia no se estudia en los corrillos, ni en las narrativas adagiales de Sancho Panza. El Adagio es tomado de los Romanos: estos lo tomaron de los Griegos; y el Latino, In vino veritas» (Martín Sarmiento, Demostración critico apologética del theatro critico universal. Madrid: Imprenta Real de la Gazeta, 1779, tercera impresión, tomo II, p. 63).

51 v. 134 provoco: «se usa frecuentemente por mover o incitar» (Aut). // Tras este verso, se escribe este otro incompleto —«que en dejarlos muy»—, tachado con una raya horizontal (a excepción del adverbio muy), sustituido por el verso que lo sigue.

52 v. 140 a obscuras: en el ms. aboscuras.

53 v. 140+. Tras esta acotación se tacha: «José.- Mi paloma», comenzando a dialogar María (fol. 3v, fot. 18).

54 v. 145: tras este verso se encuentran estos tres tachados, sustituidos por los tres siguientes: «azucena que respira / ámbar, luz que […] el cielo mira / alba risueña y hermosa» (fol. 3v, fot. 18).

55 vv. 142-148: José invoca a su esposa con un lenguaje lírico metafórico ascendente, que caracteriza su discurso, pleno de amor, admiración y ternura hacia Nuestra Señora.

56 v. 150 plantas: ‘pies’.

57 v. 161: en el ms., tras este verso, que inicia una redondilla, aparecen cuatro tachados, salvo los términos que y llegado al principio y final del cuarto verso tachado (fol. 4r, fot. 19), con lo cual a la redondilla iniciada le sobra un verso, además de no respetar la rima abrazada de la serie de redondillas donde se inserta: «Porque vengo junto al sol, / no puedo sentir el hielo, / pero sea Dios loado / que a Belén hemos llegado». Da la impresión que la mano secundaria advierte esta anomalía e intenta solucionarla: desprecia los dos primeros versos tachados (segundo y el tercero de la “redondilla” iniciada), adjudicados poco después a José por el autor con algunas variantes, y en el margen derecho de los dos últimos tachados (cuarto y quinto de la “redondilla” en cuestión), escribe de su mano, estos otros dos (fol. 4r, fot. 19): «Y, gracias a Dios se den, / que hemos llegado a Belén», los cuales con el verso siguiente de mano del autor, le proporcionan la rima abrazada que necesitaba para la redondilla. Aunque sea una corrección no realizada por el autor, al tratarse de una corrección de época aceptable, me he permitido, tras advertirlo, elevarla al texto.

58 v. 163 Belén: ciudad ubicada en los montes de Judea, a corta distancia de Jerusalén. Tiene un importante significado religioso para los cristianos, pues los evangelistas Mateo (2.1) y Lucas (2. 1-7) sitúan en ella el nacimiento de Jesús.

59 v. 165 ciudad: tras este término el autor escribe y tacha temer el hielo, expresión que encontramos tres versos más abajo en su lugar correcto (v. 168) [fol. 4r, fot. 19].

60 vv. 169-170: invocación por José del «arca santa del maná» ante la apurada situación en que se encuentra. Recordemos que el maná era la misteriosa comida, llovida del cielo, con la que los israelitas se alimentaron durante los cuarenta años que pasaron en el desierto desde su huida de Egipto hasta su llegada a tierras de Canaán (Éx 16.4-35). Según la Biblia, el maná tenía un aspecto similar al cilantro, blanco y su sabor parecido a hojuelas con miel (Éx 16.31). En el Arca de la Alianza, se conservaba una muestra de dicho alimento. Aunque la exégesis bíblica interpreta la figura del maná como prefiguración de la Eucaristía y Jesús se refiere explícitamente a él en el discurso eucarístico de la sinagoga de Cafarnaúm (Jn 6.48-51), no estimo que la invocación de José en estos dos versos al maná posea ese sentido eucarístico, sino más bien el de petición de ayuda divina ante la difícil situación en la que María y él se hallan. De aquí, que no la considere un testimonio suficientemente explícito para darle al auto el calificativo de sacramental, que le ha atribuido la crítica.

61 v. 177+: tocador: «el paño con que se rodea la cabeza y cubre en forma de un gorro» (Aut.).

62 v. 192 que vienen a hacerle corte: el hospedaje de José y María, encinta del Verbo humanado, rey de los judíos, convertirá en corte real el humilde mesón. El Loco emplea un doble nivel de lenguaje que el Mesonero no entiende.

63 vv. 197-200: versos enjaulados en un rectángulo, cruzados por dos tenues rayas inclinadas, siendo la segunda aún más tenue que la primera (fol. 4v, fot. 20).

64 v. 201 luna buena: si entendemos por bueno/a «lo perfecto, lo consumado en su género» (Aut.), la expresión luna buena equivale a ‘luna llena’, que es cuando se halla en su máximo esplendor. En este verso el Mesonero, además de indicar la fase en la que se encuentra la luna, se está refiriendo al estado de locura del personaje con el que dialoga —denominado Loco—, pues luna «se toma también por el efecto que ocasiona la Luna en los faltos de juicio» (Aut., s. v.). Es decir, no me extraña que estés como estás, hallándose la luna llena. Y alunado «llaman al que padece destemplanza en el juicio, y que en las crecientes de Luna se muestra más inquieto o furioso» (Aut., s. v.).

65 v. 204 luna: tras este término se tacha «y de gracia llena», pues el escritor se da cuenta de su error y adscribe la réplica inmediatamente al personaje que le pertenece: el Loco.

66 v. 206: Mengua doce se la arenga: ‘a la luna se le atribuye que crece y mengua doce brazas, cuando más, que es el lleno de la luna’.

67 vv. 201-208: estos versos ilustran ese doble nivel del lenguaje empleado por ambos personajes: mientras el Mesonero con el significante luna se refiere al cuerpo celeste satélite del planeta Tierra, el Loco en un nivel metafórico ascendente se está refiriendo a Nuestra Señora.

68 v. 215 que: reduplicación del que. Se producía cuando entre la conjunción y el verbo se introducía una oración —particularmente adverbial—, práctica común durante el siglo xvi.

69 v. 223: en el margen izquierdo de este verso se escribe el término ojo, repetido en el margen derecho para remitir a una serie de versos añadidos por el autor en este margen, en los que el refilado impide la lectura de la palabra final en algunos de ellos (fol. 5r, fot. 21).

70 vv. 249-252: en esta estrofa el Loco arenga al ventero en términos despectivos (acostumbrado valor despectivo del sufijo -azo), deseándole su ida al infierno, por no haber dado alojamiento a José y a María.

71 vv. 253-260: versos enjaulados y tachados con dos rayas verticales, estando los cuatro primeros tachados, además, con rayas horizontales.

72 v. 263: verso escrito por el autor a continuación de este tachado «pues hay quien a Dios le dé» (fol. 5r, fot. 21), otorgándole con la adición de «en ti» mayor énfasis y precisión.

73 vv. 265-276: en estos versos, ante el brusco golpe recibido por Dios al cerrarle el Mesonero las puertas a María que lo lleva en su seno, José imagina el cielo en lenguaje metafórico como bellas vidrieras con marcos de cristal, donde se alojan las estrellas, las cuales se hubieran desencajado —resurtir—, si hubieran llegado a sentir el brusco golpe. Por último, se dirige a María, a la que identifica con la mayor de ellas, al proyectar luz procedente del sol divino el Dios que trae en su seno, a la que anima a caminar junto a él venid y a la que invoca como cielo cristalino / o impirio (impirio= impíreo= empíreo, es decir, ‘cielo o paraíso donde reside Dios’.

74 v. 277: tras este verso, se incluye este otro que está tachado «apenas mover los pies» (fol. 5v, fot. 22).

75 v. 279 tras el término María, se introduce escrito, parece que por distinta mano, el verso: «que al parto hoy le tengo miedo», en sustitución del que se tacha [fol. 5v, fot. 22], el cual por pertenecer al autor y por su perfecto sentido es el elevado al texto.

76 v. 281 con vos misma podéis ver: ‘vos misma podéis comprobarlo’.

77 vv. 285-292: redondillas enjauladas, la segunda (vv. 289-292) tachada con líneas verticales inclinadas (fol. 5v, fot. 22). En el margen izquierdo del último verso (v. 292) —tachado o es la línea de cierre bajo del enjaulado y no es un verso tachado realmente—, leemos con letra del autor, tachada, la variante «que apenas hay con qué empañaros», que es hipermétrica; y en el margen derecho interlineada y sin tachar esta otra, escrita con tinta más tenue: «que apenas do empañaros», que es hipométrica. He elegido la lectura enjaulada de este verso por ser la más correcta, tanto en el sentido como en la métrica. Mientras que la línea que enjaula la primera redondilla es más tenue y débil, la correspondiente a la segunda posee un trazo más firme y unas marcas (cruces) en su margen derecho.

78 v. 295 gu[i]e: en el ms. gue (fol. 5v, fot. 22), que he corregido, con sinéresis en guie para evitar la hipermetría del verso.

79 v. 303 hacia allí: en el ms. hacialli con la a embebida (fol. 5v, fot. 22).

80 vv. 309-310 la ley / de César: ‘el empadronamiento’.

81 v. 315 el león de Judá: el león era el símbolo de la tribu de Judá. A Jesús se le designa como león de Judá, porque era descendiente de David, segundo monarca del reino unido de Judá e Israel (Gn 49.9-10; Ap 5.5).

82 v. 317: tras este verso, hay tachado este otro «de rodillas atrás cejan» (entre los dos últimos términos se tacha una grafía con una pequeña rayita inclinada [fol 6r, fot. 23]), que se sustituye por el que le sigue (v. 318).

83 v. 318 cejan: «ciar, retroceder, andar hacia atrás» (Aut., s. v. cejar).

84 v. 323 y veréis: términos escritos sobre los tachados «con que veréis», que convertían el verso en hipermétrico (fol. 6r, fot. 23).

85 v. 324+: Silvio, Lisdano: nombres pastoriles de raigambre literaria renacentista, al igual que los restantes de sus compañeros, exceptuado el del pastor Rubén, de origen judío. Conviene advertir que es muy posible que este fuera fruto de una enmienda posterior, como se indica en nota.

86 v. 325 chueca: «juego de labradores que se hace con una bolita, que también se llama chueca: la cual, puestos tantos a tantos en dos bandos, habiendo señalado cierto término, impeliéndola con el golpe que la dan con palo ferrado a la punta, procuran que no pase de él» (Aut.).

87 v. 331: al comienzo de este verso aparece una grafía y tachada (fol. 6r, fot. 23).

88 v. 340+ Lauso: en el manuscrito Laudo (fol. 6v, fot. 24), que he corregido, porque en las adscripciones del parlamento y en el texto figura como Lauso. // En el margen derecho de esta acotación hay una de contenido semejante tachada, escrita por el autor, en la que se lee: «Salen Ergasto y Lauso con fuego encendido con unas teas» (fol. 6v, fot. 24).

89 v. 340 aquí: tras este término se tacha el término todo, que haría el verso hipermétrico (fol. 6v, fot. 24).

90 v. 341 Silvio: adscripción escrita por el autor a la izquierda de la abreviatura tachada ergas [Ergasto] (fol. 6v, fot. 24).

91 v. 344: entre este verso y el siguiente, una cruz marca la inserción en el margen derecho de un texto de 8 versos, con toda probabilidad añadidos por distinta mano a la del autor. Su escritura apretada y tinta diluida hace más difícil su lectura en la reproducción digitalizada. Una segunda cruz, en el margen izquierdo entre v. 348 y v. 349, indica el lugar donde deberían insertarse dichos versos (fol. 6v, fot. 24): «Ergasto. ¡Bien venido seas, Rubén! / Rubén. ¡Pardiez!, que he caminado / de lo pulido y salado, / porque salí de Belén / no ha un hora y el gozo ha sido / tal por veros que podré / decir que no caminé, / pues todo el monte he cor[r]ido». A partir de este momento, el nombre de Lidoro en las adscripciones del parlamento del Auto está sistemáticamente tachado y remplazado por el de Rubén, bajo la abreviatura ru por mano que parece distinta. Hay que tener en cuenta que las grafías de la abreviatura ru no son suficientemente significativas. Se trata de una sustitución que no he respetado, por considerarla fruto de la voluntad de esa mano distinta que interviene en el texto y no de su autor, como queda probado en el v. 429. Esta corrección sistemática, que estimamos ajena al autor, induce a pensar en la posibilidad de que esa mano secundaria fuera la del autor de comedias, que por necesidades actorales decide que el personaje de Lidoro sea interpretado por el mismo actor que encarnaba al Loco y, de ello la sustitución de Lidoro por Rubén, nombre del Loco. De aquí, la adición de estos ocho versos para que el espectador entendiera que Loco = Rubén = Lidoro. En su intervención en este Cuadro pastoril, Lidoro posee una función semejante a la desempeñada por el Loco en el mesón: augurar, aquí a través de un sueño, el nacimiento del Mesías. Su lenguaje, más elevado y culto que el del resto de los pastores, se mueve en un nivel significativo más profundo, como se advierte especialmente más adelante en el largo romance donde narra el sueño tenido a los otros pastores. Quizá el autor de comedias, dadas las facultades interpretativas de dicho actor, le encargara la representación de ambos personajes por su adecuada capacidad para desarrollar esa función en ambos pasajes o, tal vez, por el simple hecho de no disponer de otro actor.

92 v. 345: eslabón: «el hierro con parte de acero, con que se saca fuego de un pedernal: y de ordinario sirve para encender la yesca, y después con ella la luz» (Aut.).

93 v. 348 Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubén —ru— por mano que parece distinta. Mantengo la lección primitiva (fol. 6v, fot. 24) por pertenecer al autor. A partir de este momento, me limitaré a indicar en nota solo la presencia en el ms. de la tachadura de Lidoro y su sustitución por Rubén, para evitar repeticiones innecesarias.

94 v. 350: Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubén —ru— (fol. 6v, fot. 24).

95 v. 351 pantano de migas: pantano: «lugar o sitio donde se recoge y detiene el agua, formando un charco cenagoso» (Aut.), empleado con valor metafórico al identificar con un pantano el copioso caldero de migas. // migas: «cierta especie de manjar que se hace de pan desmenuzado, reahogado con algunos ingredientes. La gente rústica le usa con aceite o sebo, ajos y pimiento: y también se hace con manteca, torreznos, miel y huevos; y uno y otro le deja estar al fuego hasta que se consume la humedad y quedan separadas las partes» (Aut.). En los vv. 351-356, Ergasto describe metafóricamente el suculento caldero de migas que los pastores tienen delante.

96 v. 353 mojones: «la señal que se pone para dividir los términos, lindes y caminos» (Aut.).

97 v. 354 vado: «el paraje somero, llano y firme por donde se puede pasar el río de una parte a otra sin barca» (Aut.), con un empleo igualmente metafórico: el lugar por donde se debe meter la cuchara en el caldero.

98 v. 355 lago: «por semejanza se dice la copia de cualquier líquido en algún sitio» (Aut.). En nuestro caso, la salsa originada por los ingredientes al calor del fuego.

99 v. 357 Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubén —ru— (fol. 6v, fot. 24).

100 v. 360 Febo: ‘el brillante’, nombre latino del dios Apolo, el Sol. // En los vv. 359-360, el autor describe de forma gráfica y colorista la salida del sol al amanecer, mediante una perífrasis. Conviene recordar, como ya se ha indicado, que la iconografía helénica sobre el Sol con su carro y sus caballos la recogieron el Renacimiento y el arte occidental posterior (Revilla, 1990, s. v.).

101 vv. 361-364: en el margen derecho de estos versos se añaden, con mano distinta, estos cuatro, que debían incluirse tras el v. 364, como indica la marca (una cruz) que figura entre los vv. 364-365 al final de los mismos (fol. 7r, fot. 25): «dos noches ha y es de suerte / que no le puedo apartar / y no acabo de soñar / por más que vele y despierte».

102 v. 362: Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubén —ru— por una mano que parece distinta (fol. 7r, fot. 25).

103 vv. 362-364: excepto el término Pardiez del v. 362, los vv. 362-364 aparecen escritos por el autor sobre sus correspondientes tachados, de menor calidad en el contenido y en la forma expresiva (fol. 7r, fot. 25): «¡Pardiez!, un poco he dormido / y que desperté atordido. / Pero una cosa he soñado».

104 v. 368 hue: ‘fue’ (fol. 7r, fot. 25).

105 v. 371 Lidoro: aunque esta adscripción del parlamento aparece tachada y de forma abreviada se escribe debajo Rubén —ru—, su contenido corresponde a Lidoro, de aquí la conservación de la primitiva (fol. 7r, fot. 25).

106 v. 372: este verso recoge el último de una cancioncilla tradicional muy glosada en el siglo xvii. Recordemos que con él cierra Calderón las conocidas décimas recitadas por Segismundo al final de la Segunda Jornada (vv. 2018-2187) de su comedia La vida es sueño (ed. Fausta Antonucci, 2008).

107 v. 374 guardó el sol sus hebras de oro: perífrasis por el sol ‘se puso, se ocultó’, con el empleo metafórico del sintagma hebras de oro por rayos solares.

108 v. 375 que el: en el ms. quel (fol. 7r, fot. 25), apócope esta y otras semejantes frecuentes en la época, que desarrollamos sin advertirlo // Argos cristalino: perífrasis por el firmamento o cielo estrellado, utilizando el personaje de Argos Panoptes, que en la mitología griega era un gigante de cien ojos, con identificación metafórica de sus ojos con las estrellas.

109 v. 377 Tetis: en la mitología griega era una titánide y una diosa del mar, hermana y esposa del dios Océano.

110 v. 378 rebozo: «embozo» (Aut.), ‘parte de la capa o paño con que se cubre el rostro’, es decir, cubierto el rostro por el manto blanco que los copos de nieve formaban sobre el mar.

111 v. 389 cortara: el autor descarta tachándolo el término aserra, sustituyéndolo a continuación por cortara, mejorando el verso métrica y sintácticamente (fol. 7r, fot. 25).

112 v. 395 eshalados dél los humos: ‘expulsados los vapores’, humo: «se llama por extensión el vapor que exhala cualquiera cosa que fermenta» (Aut.).

113 v. 397: desde este verso hasta el 418, Lidoro narra lo visto en su sueño, una serie de elementos —un campo cercado, una torre, un ciprés, una palma, un espejo…— que en las Letanías Lauretanas se identifican con la figura de Nuestra Señora, en señal de alabanza o de súplica. Ello no es de extrañar, porque las citadas letanías se rezaban con frecuencia en la época: «las letanías marianas empezaron a multiplicarse en el siglo xv y xvi. Por el año 1500 fueron creadas una serie de letanías en el santuario de Loreto, Italia. Hacia 1575 surgen unas nuevas Letanías lauretanas conocidas como “modernas” con alabanzas puramente bíblicas, que se hicieron tan populares que las primeras versiones fueron pasadas a segundo plano. Sixto V las aprobó en 1587 e incluso les dio indulgencias. Hacia el siglo xvii la situación se hizo exagerada, en Loreto se tenía una letanía para cada día de la semana y no era el único caso. En 1601, con el decreto Quoniam multi del 6 de septiembre, el papa Clemente VIII prohibió todas las letanías que existían con excepción de las incluidas en el Misal y el Breviario y también las del santuario de Loreto, aquellas letanías ya eran llamadas como lauretanas. Paulo V, en 1503, ordenó que se cantasen en la basílica Romana de Santa María la Mayor en festividades de la Virgen María. Los dominicos en 1615 ordenaron que se recitasen en todos sus conventos después de sus oraciones de los sábados» (información obtenida en la pág. web Letanias Lauretanas, en línea, consulta: 22/11/2021: https://es.wikipedia.org/wiki/Letan%C3%ADas_lauretanas). Sobre un empleo de las Letanías Lauretanas en un marco pastoril, véase Lope de Vega, Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos, ed. Ignacio Arellano, Ayuso, 2019, p. 719.

114 vv. 397-402: en estos versos es muy posible que Lidoro se esté refiriendo perifrásticamente a la advocación a la Virgen como huerto cerrado, basándose en el epíteto tradicional de Nuestra Señora del hortus conclusus o jardín (huerto) cerrado. Son abundantes los huertos que encontramos en la Biblia, cuya imagen va unida al sentido de perfección y armonía que intensifica todo lo que ocurre en su interior: «Es una imagen del ideal que intensifica cualquier actividad que ocurra en su interior. Muestra lo mejor de la naturaleza, lo mejor del amor romántico, lo mejor del bienestar humano, lo mejor de la realidad espiritual» (Para los distintos tipos de huertos que aparecen en la Biblia y su simbolismo, véase Diccionario Imágenes y Símbolos Biblia, 2015, s. v., de donde tomamos la cita).

115 v. 403: torre: en las Letanías Lauretanas, se invoca a la Virgen como Torre de David y Torre de Marfil. La invocación a María como torre es símbolo de perfección, belleza y fortaleza. Viene de un pasaje del Cantar de los Cantares (7.5), donde el Amado alaba la belleza de la Amada: «tu cuello, como torre de marfil». // escala: referencia a la escala o escalera de Jacob, vista en sueños por este. Se menciona una vez en la Biblia: «Huyendo a Harán tras haberse enemistado definitivamente con su hermano Esaú, Jacob pasó una noche durmiendo con una piedra como almohada. Mientras lo hacía, “soñó que había una escalinata apoyada en la tierra, y cuyo extremo superior llegaba hasta el cielo. Por ella subían y bajaban los ángeles de Dios. En el sueño, el Señor estabade pie junto a él” (Gn 28.12-13 […]). Desde arriba de la escalera, Dios confirió la bendición del pacto sobre Jacob (vv. 13-15). La historia en sí indica los principales temas que se pretende veamos en la imagen. La posición de Dios arriba de la escalera, desde donde pronuncia la bendición del pacto es una imagen de trascendencia y autoridad divina. Sin embargo, el hecho de que la misma una a Dios y a Jacob, el ser divino y el humano, junto al movimiento incesante de los ángeles subiendo y bajando por ella, hace de la escalera de Jacob al mismo tiempo una imagen de la inmanencia del Señor, de su cercanía a sus criaturas humanas, tal como indica la respuesta de Jacob al despertarse: “Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía” (Gn 28.16 […]). Además, el movimiento en ambos sentidos sugiere las dos formas en que los humanos interactúan con Dios, recibiendo lo que él envía a la tierra y aspirando a subir al cielo hacia Dios» (Diccionario Imágenes y Símbolos Biblia, 2015, s. v. escalera de Jacob).

116 v. 406 ciprés: las referencias a los árboles son frecuentes en la Biblia con distintos significados que se mueven en un amplio arco entre el bien y el mal (véase Diccionario Imágenes y Símbolos Biblia, 2015, s. v. árbol). Ya en Gn 2.9, figura el árbol de la vida y el del conocimiento del bien y del mal, cuyo fruto, prohibido por Dios a Adán y Eva, trajo tan nefastas consecuencias a la humanidad por incumplimiento del mandato divino. Sin embargo, en el texto ese ciprés, alto y frondoso es imagen de fertilidad, bondad y bendición, como aparece, por ejemplo, junto a otros (olivo, cedro…), en Isaías (41.19 o 55.12-13).

117 v. 407 palma: ‘la hoja de la palmera’. La palmera en la Biblia es símbolo de fertilidad y bendición. En el antiguo Israel se utilizaban las palmas en ceremonias religiosas. En el Nuevo Testamento, la entrada de Jesús en Jerusalén adoptó la forma de ceremonia religiosa, ya que las multitudes agitaban ramas de palmeras en aclamación (Jn 12.36). En el Cantar de los Cantares, su forma y la connotación de su fertilidad hacen de la palmera una imagen apropiada para la mujer [7.7-8] (véase Diccionario Imágenes y Símbolos Biblia, 2015, s. v. palmera). // Tras este v.407, hay otro tachado, que no he logrado leer, debido al grosor e intensidad de su raya horizontal de tachadura (fol. 7v, fot. 26).

118 v. 408 espejo: la invocación a la Virgen como espejo —«espejo de justicia» o «espejo sin mancha»— se halla en las Letanías de Nuestra Señora. Aunque raramente se hace referencia al espejo en la Biblia, como metáfora se emplea «de forma agresiva» en tres pasajes del Nuevo Testamento (1 Co 13.12; 2 Co 3.18; Stg 1.23). En ellas, se viene a emplear como metáfora del conocimiento indirecto y parcial que tenemos de Dios y sus bondades en la vida terrena, frente al directo y completo que alcanzaremos al contemplarlo “cara a cara” en el reino celestial (Diccionario Imágenes y Símbolos Biblia, 2015, s. v. espejo), valor semántico que no responde a su empleo en nuestro contexto. // pozo: en la Biblia, donde el pozo aparece en significativas ocasiones, «es una imagen de vida y valor. Además, como había muy pocos (quizá uno por comunidad) eran un lugar de congregación de las personas, donde se realizaban los contactos sociales. De especial importancia en la Biblia, es la “escena tipo” en la que un varón viajero (o subordinado) se encuentra con su futura desposada en un pozo […]. Basándose en las propiedades vivificantes de los pozos físicos, la Biblia también emplea el término como metáfora […]. La última historia bíblica de un pozo, [correspondiente al encuentro de Jesús con la mujer samaritana infiel] (Jn 4.1-42), constituye un resumen apropiado del abanico de usos bíblicos de las imágenes del pozo […]. En ella, Jesús visita este escenario común de oportunidad y bendición, y revela su transformación en una metáfora de redención, mientras se nos recuerda que la encarnación cambia la vida cotidiana» (Diccionario Imágenes y Símbolos Biblia, 2015, s. v. espejo, donde se encuentran las citas).

119 v. 409 una estrella sobre un mar: el sintagma Stella Maris (Estrella del Mar) es una denominación referida a Nuestra Señora desde el siglo ix. Bajo este título, la Virgen María se considera que intercede como guía y protectora de los que viajan o buscan su sustento en el mar. La metáfora de la Virgen como estrella aparece también en las Letanías Lauretanas, aunque en este caso como “Estrella de la mañana”. // Tras este v. 409, el autor escribe este otro: «del cielo una estrella de oro», que tacha por el que le sigue (v. 410) de mayor calidad léxico-semántica en su contexto (fol. 7v, fot. 26)

120 v. 410 del cielo una puerta de oro: en las Letanías Lauretanas se califica a María como «Puerta del Cielo», dada su función de medianera entre el hombre y Dios, pudiendo ser el simbolismo que encierra esta visión de Lidoro.

121 vv. 411-418: versos en los que se encierra una clara referencia a María, identificada metafóricamente con un lirio blanco, que se halla en el centro del círculo formado por un iris —símbolo bíblico del pacto entre Dios y los seres vivientes por todas las generaciones, cuando aparece tras el diluvio universal (Gn 9.12-17)—, sustentado por una luna. La luna por su regularidad predecible se convierte en algunos Salmos en «una imagen de longevidad y hasta de eternidad» y en Ap 12.1 «la mujer refulgente que representa a Israel tiene la luna debajo de sus pies» (Diccionario Imágenes y Símbolos Biblia, 2015, s. v. luna), cuya cita bíblica literal es esta: «Apareció en el cielo un signo sorprendente: una Mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y tocada con una corona de doce estrellas». // Delante del término que (v. 418), hay una tachadura que impide leer lo tachado bajo ella (fol. 7v, fot. 26)

122 v. 416 sol: tras este término el autor tacha lo que parecen ser otros dos, cuya raya de tachado no me permite leer, situando en su margen derecho la corrección: «que todo» (fol. 7v, fot. 26). // Tras este v. 416, figura otro tachado: «saliendo de ella a dar luz», sustituido por el siguiente (v. 417) [fol. 7v, fot. 26].

123 vv. 415-418: el sentido alegórico de la visión de Lidoro, pues estamos ante una metáfora continuada, se cierra con estos bellísimos versos, en los que se alude a la virginidad de María —luna entera, a pesar de su maternidad—, que daba un resplandeciente sol —el Hijo de Dios humanado que traía en su seno— que nacía para todos —la redención de la humanidad—.

124 v. 424: como se desprende de la anotación, el extenso romance del pastor Lidoro está formulado en un lenguaje metafórico continuado de carácter culto, con alusiones mitológicas, bíblicas y litúrgicas, impropias de un lenguaje pastoril, que los espectadores, en particular los más cultos, debían descodificar. Por otra parte, algunas de esas invocaciones metafóricas a Nuestra Señora no eran ajenas al público, pues las letanías marianas se rezaban con frecuencia en iglesias y procesiones. Para el significado de ese segundo nivel —el simbólico— de esta serie de imágenes, cuyo sentido literal no ofrecía dificultades de intelección, véase Diccionario Imágenes y Símbolos Biblia, 2015, donde la mayoría de ellas aparecen tratadas de forma más extensa).

125 v. 430 Lisdano, adscripción del parlamento abreviada y tachada —lis—, a cuyo lado derecho se escribe abreviada, parece que por otra mano, la adscripción ru Rubén— (fol. 8r, fot. 27). Plausiblemente, esa segunda mano confundió Lisdano lis— con Lidoro lid—, sustituyéndolo por Rubén —ru—. Si hubiera sido así, ello muestra que el Rubén de adscripciones del parlamento anteriores al que se le atribuían, al lado o sobre la primitiva tachada de Lidoro, no le pertenecían, sino que correspondían a este, como hemos defendido.

126 v. 432 Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubén —ru— por una mano que parece distinta. Mantengo la lección primitiva (fol. 8r, fot. 27) por pertenecer al autor. // levita: «el Ministro inmediato al Sacerdote de la Ley Antigua […]. En la Iglesia corresponde hoy a Diácono» (Aut.).

127 v. 433 David: personaje bíblico que fue el segundo monarca del reino unido de Israel. Su vida y obra se describen en los libros de Samuel y en las Crónicas, mientras su ancianidad y su muerte se narran al comienzo de 1 Reyes. El menor de los ocho hijos de Isaí, de la tribu de Judá, David desempeñó tareas pastoriles hasta que fue ungido por el profeta Samuel como futuro rey de Israel, sucediendo en el trono al rey Saúl.

128 v. 434 Lidoro: término tachado y sustituido por otra mano, como se aprecia con claridad, por ruben. Igual que en ocasiones anteriores, elevamos al texto la lectura tachada (fol. 8r, fot. 27). // Lidoro: tachado en la adscripción del parlamento, sustituido por Rubénru— por una mano que parece distinta. Mantengo la lección primitiva (fol. 8r, fot. 27) por pertenecer al autor. A continuación, con la misma tinta y mano que las anteriores, se lee «ya» al inicio del verso original para conseguir así su ortometría, perdida al sustituirse Lidoro por Rubén.

129 v. 436 Ahora oíd: réplica precedida por otra «a agora oíd», que el autor tacha, mejorando el verso, cuando lo vuelve a escribir debajo (fol. 8r, fot. 27).

130 v. 440 me elevé: «transportarse en contemplación, levantando el espíritu a la especulación y consideración de las cosas inmateriales y divinas, que común y regularmente se dice arrobarse» (Aut.).

131 v. 445 Lidoro: la abreviatura lid está tachada y a su izquierda se escribe Rubén —ru— (fol. 8r, fot. 27). Respeto la adscripción original.

132 vv. 445-448: estrofa de cuatro versos, con rima asonante en los dos primeros y consonante en los dos últimos. Su irregularidad métrica, dentro de una serie de redondillas abrazadas insertas en un pasaje sin problemas de lectura en el ms. (fol. 8r, fot. 27), se explica porque se trata en realidad de una adivinanza tradicional que recoge Margit Frenk en su Corpus de la antigua lírica popular hispánica (siglos xvi a xvii), 1987, núm. 1440, y en su su Nuevo corpus de 2003, núms. 1440 A y 1440 B: «En alto me veo, / capillo de oro tengo; / moros veo venir, / no puedo guir, / y aunque pudiera, / no quiero (La bellota)». Margit Frenk da numerosas referencias textuales contemporáneas entre las que destaca la de Lope de Vega en Con su pan se lo coma (1613?-1614?), referencia también señalada por Alín y Barrio Alonso, 1997, p. 47, núm. 30.

133 v. 449+ de tropa: en tropa, «modo adverbial, que vale juntos, sin orden, o formación» (Aut.). // calde[ro]: pérdida de la última sílaba del término por desgaste de la esquina derecha inferior del folio del manuscrito, que he restituido en el texto (fol. 8r, fot. 27).

134 v. 452 estofo: ‘cocido’ (Aut.).

135 v. 453 Lisdano: la abreviatura lis está tachada y a su derecha se escribe Rubén —ru— (fol. 8v, fot. 28). He respetado la adscripción original. // ¿Heislas: ‘¿Habéislas’ (fol. 8v, fot. 28).

136 v. 454 cigoñino: «el pollo de la cigüeña» (Aut.).

137 v. 459+ verso: ‘versículo’.

138 v. 460 ¡Gloria in escelsis Deo!: Lc, 2, 13-14, himno angélico por ser canto de los ángeles en Belén.

139 vv. 473-476: redondilla enjaulada y tachada con dos rayas verticales inclinadas (fol. 8v, fot. 28).

140 v. 476+ vuelven: «restituirse a su sentido, u acuerdo, el que le ha perdido por algún accidente» (Aut.). // El término pastores se escribe encima del término ángeles, que figura tachado, en corrección con letra del autor (fol. 8v, fot. 28).

141 v. 479 Lidoro: adscripción del parlamento, cuya abreviatura lidestá tachada. A su derecha, se escribe Rubén ru—, que he descartado, restituyendo la adscripción original en el texto. El contenido de su réplica es muy apropiado a la figura de Lidoro, tal como la ha concebido el autor (fol. 9r, fot. 29).

142 vv. 479-480: Lidoro expresa que, si el Ángel no les hubiera comunicado el nacimiento de Jesús, redentor de la Humanidad y anuncio de la salvación («vida»), él hubiera quedado muerto del terrible pesar.

143 v. 483: verso que hace referencia al Salmo 130.8: «él [Yahvé] redimirá a Israel de todas sus culpas». Recordemos que la tradición ha visto en el profeta y rey de Israel David el autor de todo el Salterio.

144 v. 487 cantuesos: «planta olorosa algo parecida al tomillo, echa unas florecillas azules y en algunas partes amarillas. El mejor es sumamente amargo» (Aut.).

145 v. 496 raya el sol: frases como estas rayar la luz el día o el alba significan «herir la luz, especialmente cuando empieza a percibirse por los rayos que arroja» (Aut.). Es decir, el sol comienza a irradiar sus rayos.

146 v. 496 Lidoro: adscripción del parlamento, cuya abreviatura —lidestá tachada. A su derecha, se escribe Rubén ru—. Mantenemos la lectura primitiva (fol. 9r, fot. 29).

147 v. 501: antes de este verso atribuido a Lisdano, el autor le atribuye este otro que descarta tachándolo: «Yo pienso zapatear» (fol. 9r. fot. 29). // castañetas: «instrumento de palo o marfil compuesto de dos mitades, que por unos agujeros que tienen en una como ceja hecha a un lado, se unen con una cinta con que se atan a uno de los dedos. Están cóncavas estas dos mitades, y juntan las circunferencias, y con dar contra la palma de la mano, o apretando el dedo de en medio contra el pulgar, hacen ruido. Pónense dos, una en cada mano, y, sabiendo tocarlas, acompañan los tañidos del baile» (Aut.).

148 v. 502 rajas, hacerse rajas o pedazos: «poner excesivo empeño o actividad en algún ejercicio físico que se toma por recreo» (DRAE, s. v. pedazo). Los versos 502-508 presentan en su margen derecho una línea vertical muy tenue, que se repite en el margen izquierdo desde el v. 501 hasta el v. 505 (fol. 9r, fot. 29). Al ser versos correctos por su sentido —adelantan acciones que los pastores realizarán después ante el portal— y métrica, y no figurar tachados, se mantienen en el texto editado.

149 v. 504 zapatetas: «el golpe, o palmada, que se da en el pie, u zapato, brincando al mismo tiempo en señal de regocijo» (Aut.).

150 v. 505 pellica: «cubierta o cobertor de cama, que se hace de pellejos finos» (Aut.).

151 v. 506 armiño: «animal blanco y pequeño, que tiene sola una mancha negra a la punta de la cola. Tiénese por símbolo de la pureza, pues por no manchar su piel se deja coger de los cazadores […] [Su piel se utiliza] para aforros para la ropa que se traen sobre los hombros en los países septentrionales, y en las mucetas los Canónigos de algunas Iglesias» (Aut.).

152 v. 508+ Tras esta acotación, hay otra tachada, que transcribo: «Vanse y salen los Reyes. Y si fuere posible a caballo por palenque, será muy bueno». La siguen estos versos enjaulados y tachados con rayas horizontales (fol. 9v, fot. 30): «Melchor. La estrella nos va guïando / y la habemos de seguir / y venir a conseguir / el Rey que vamos buscando. / Baltasar. Guïado nos ha a Belén, / quizá será Dios servido / que esté aquí el Rey que ha nacido / para todo el común bien».

153 vv. 513-516: metafóricos versos de María para referirse a los ojos de Jesús —sol— llenos de lágrimas y solicitarle que no llore. Antes de la escritura del v. 516, el autor tacha dos intentos de comienzo que no debieron convencerle (fol. 9v, fot. 30).

154 vv. 517-524: versos enjaulados sin tachar, que continúan en ese nivel metafórico, aludiendo en los cuatro primeros a la futura pasión de Cristo y en los cuatro siguientes a las lágrimas vertidas por el niño en su llanto (fol. 9v, fot. 30). El autor escribe el primer verso de la primera redondilla debajo y en sustitución de uno anterior tachado —«dejad mi bien y consuelo»—. La raya horizontal de su tachadura con otra horizontal sobrepuesta a la anterior se emplea como lado superior del rectángulo que enjaula estos 8 versos, válidos por su contenido, forma métrica y retórica en el discurso donde se hallan insertos.

155 v. 527 envés: ‘al contrario’.

156 v. 533 Fénis divino: metáfora que identifica a Jesús con el ave fénix. En la mitología griega, el fénix era un ave de larga vida que renacía de sus propias cenizas con una simbología histórica diversa, que la asociaba a la inmortalidad.

157 v. 535 que estando: questando en el ms. (fol. 10r, fot. 31), con la e embebida.

158 v. 540+ relinchan: «por alusión vale gritar en regocijo y fiesta. Es del estilo festivo» (Aut.).

159 v. 541 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y sustituida por Rubén —ru—. Entre los dos primeros términos del verso, hay una tachadura impidiéndome su gruesa raya la lectura de su contenido (fol. 10r, fot. 31). La réplica (vv. 541-544) es más apropiada a Lidoro, un pastor de lenguaje más instruido y culto que el resto de pastores. // recelo: «temer, desconfiar o sospechar» (Aut., s. v. rezelar). Es decir, Lidoro sospecha que en el portal, con Jesús recién nacido, Dios y hombre (fruto del inmenso amor del Padre, al permitir la encarnación de su Hijo y enviarlo a la tierra para redimir al hombre), se ha efectuado esa extraordinaria inversión explicitada en los cuatro versos de esta estrofa (541-544).

160 v. 544: anterior a este verso, el autor escribe este otro que tacha; «y saltó la […] hasta el cielo [(fol. 10r, fot. 31).

161 v. 546: anterior a este verso, el autor escribe este otro que tacha; «y por tierra arrodillados» (fol. 10r, fot. 31).

162 v. 552 cordero: la metáfora de Cristo como cordero es frecuente en la Biblia. En ella, son numerosos «los pasajes que asocian al cordero con el sacrificio. Los corderos se mencionan específicamente en relación con los sacrificios más de ochenta veces en Éxodo, Levítico y Números. Este tema sacrificial alcanza su cumplimiento en Cristo, que es llamado “el Cordero de Dios” (Jn 1:29 […]) y el “Cordero pascual” (1 Co 5.7 […]), cuya sangre es “como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 P [= Primera Epístola de San Pedro] 1.19 […]). La gran culminación es el libro de Apocalipsis, donde “el Cordero” como epíteto para Cristo aparece en veintiocho ocasiones» (Diccionario Imágenes y Símbolos Biblia, 2015, s. v.).

163 v. 555 encella: «un género de canasta hecho de mimbres u de estera, que sirve para formar los requesones y los quesos» (Aut.).

164 v. 557 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y sustituida por Rubén —ru— (fol. 10v, fot. 32).

165 vv. 559-560, pastor… perdido ganado: en la Biblia, «la figura del pastor recibe alrededor de cien referencias. […] En el Nuevo Testamento esta figura se identifica directamente como Jesús (Mt 2.6), que habla parabólicamente de sí mismo como en busca de la oveja perdida y llevándola a casa (Lc 15.4-7), y claramente se identifica como pastor del pueblo abandonado y dispersado por el que se preocupa y al que reúne (Mt 6.34; 9.36; 15.24; Lc 19.10)» [Diccionario Imágenes y Símbolos Biblia, 2015, s. v. Oveja, Pastor, de donde tomamos la cita]. A estas referencias conviene añadir la de Mt 18.12-14, donde narra, con mayor brevedad que San Lucas, la parábola de “La oveja perdida”.

166 v. 561: tras este verso, hallamos dos y medio tachados: «que había de ser un tesoro / ri[…] miraldo con / pero lleva», completando la redondilla con los tres siguientes (vv. 562-564), de mayor calidad en todos los sentidos (fol. 10v, fot. 32).

167 v. 564 que es: ques, con la e embebida (fol. 10v, fot. 32).

168 v. 567 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y corregida por Rubén —rru— (fol. 10v, fot. 32).

169 v. 572 tocado: «hacer son en algún instrumento, hiriendo las cuerdas armónica y acordemente con los dedos, u arco, según su calidad» (Aut.). Antes de este verso 572, se halla el comienzo tachado de este otro que se deja incompleto: «danzá y a» fol. 10v, fot. 32), sustituyéndose por nuestro verso 572.

170 vv. 569-572: la atribución de estos versos a Ergasto aparece tachada (fol. 10v, fot. 32). De aquí, que continuemos adjudicándoselos a Lidoro, al que pertenecen, como se advierte en el v. 573.

171 v. 575: anterior a este verso, el autor hace un intento de escritura de este otro: «los pies tengo como el vien» que tacha (fol. 10v, fot. 32), sustituyéndolo por el definitivo (v. 575).

172 v. 576+ si es católico…obligados: ‘si no contiene nada contra la fe y las buenas costumbres morales de la religión católica que profesan, pues de lo contrario deben cantar los autorizados por ella’.

173 v. 577 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y sustituida por Rubén —ru— (fol. 10v, fot. 32).

174 v. 581 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y sustituida por Rubén —ru— (fol. 11r, fot. 33).

175 v. 582 honrado: antes de este término el autor escribe y tacha santo (fol. 11r, fot. 33).

176 v. 584 Lidoro: adscripción del parlamento tachada y sustituida por Rubén —ru— (fol. 11r, fot. 33).

177 v. 584+: a continuación de esta acotación, se escribe y tacha «y ciérrase el portal. Y saldrán los Reyes a caballo por palenque, si […] ser pudiere» [marco en la acotación los términos escritos en redonda para señalar que no son términos tachados]. Esta va seguida por cuatro versos tachados recitados por Melchor (fol.11r, fot. 33): «Melchor. La estrella nos va guïando / y la habemos de seguir / y venir a conseguir / el Rey que vamos buscando». En ellos el autor recoge los cuatro versos ya tachados con anterioridad y parte de la acotación que da entrada a los Reyes, incluidos en la nota al v. 508+.

178 v. 585: antes de este verso se escribe este otro: « María. ¿De qué lloráis, mi señor?», que el autor tacha (fol.11r, fot. 33), escribiendo a continuación el definitivo (v. 585). En este pasaje, protagonizado por María y José, ella predice, hablando con su esposo, la pasión que Cristo sufrirá en Jerusalén (vv. 585-612).

179 v. 592+ cruz: desarrollo con su correspondiente término el signo de la cruz que aparece en la acotación (fol.11r, fot. 33). Lo mismo haré en el v. 595.

180 v. 594 ¡Oh mi cordero y mi luz!: Invocación de María a Jesús con las metáforas mi cordero y mi luz.

181 v. 602 pelícano: imagen metafórica de Cristo y de la Eucaristía. La leyenda cuenta de esta ave, simbólica y real, que alimenta a sus retoños con su sangre y su carne, lo que explica su presencia en un gran número de representaciones y adornos litúrgicos. «Desde san Agustín, que fue el primero en compararlo a Cristo, hasta Benedicto XVI, que ofreció un anillo de oro con este simbólico pájaro a los obispos asistentes al Sínodo sobre la Eucaristía, este animal disfruta de una fuerte imagen en el cristianismo» (ALETEIA, Bestiario de la Biblia: el pelícano, símbolo del amor a Cristo, en línea, consulta: 27/9/2021). // Tras el término pelícano, el autor tacha «de hoy nacido» (fol. 11r, fot. 33), expresión que sitúa en el verso siguiente (v. 603).

182 v. 604 vara con liga: liga «cierta materia viscosa y pegajosa, que se hace de la fruta verde, que produce la planta llamada también Liga, derritiéndola o liquidándola al fuego. Sirve para cazar los pájaros, untando con ella unas varillas o espartos. Hácese también la liga de las cortezas y raíces de otras plantas, aunque no es tan buena» (Aut.).

183 v. 606 mi bien: valor metafórico por Cristo.

184 v. 620+: Justicia: antes de este término, el autor escribe y tacha «Rigor» (fol. 11v, fot. 34).

185 v. 627 llano: ‘dispuesto’.

186 v. 632 de Él: dél en el ms. con la e embebida (fol. 11v, fot. 34).

187 v. 639 de Él: dél en el ms. con la e embebida (fol. 12r, fot. 35).

188 v. 645 infiel: ‘el Género humano, por no respetar Adán y Eva el mandato divino de no comer la fruta prohibida, cayó en la prisión del pecado, siendo arrojado por Dios del Paraíso’ (Gn 3), pero en el versículo 3.15 «queda esbozada la interpretación mesiánica de este texto, presente ya en la exégesis judía antigua, y reconocida y explicitada luego por muchos Padres de la Iglesia» (Biblia de Jerusalén, nota al vers. 3. 15).

189 v. 652 el embargo: ‘el daño, la deuda’.

190 v. 656 ¿o que si es misericordia?: pregunta insolente: ¿es por justicia o es por misericordia?

191 v. 689 ejecutar: «precisar a uno a que pague lo que debe a otro en virtud de mandamiento de juez competente» (Aut.). Es decir, María intenta hallar solución para enjugar esa deuda, ofreciendo su pobre casa, que incluso no es suya, pues solo tienen las pajas donde está recostado su hijo.

192 vv. 713-716: redondilla escrita en el margen derecho de la redondilla siguiente (vv. 717-720) por mano del autor. La marca de una cruz en la redondilla anterior (vv. 709-712) indica el lugar donde se debe incluir en el discurso, la cual hemos incorporado a su lugar (fol. 13r, fot. 37).

193 v. 717 María: corrección por un término tachado a su derecha que no logro leer (fol. 13r, fot. 37).

194 v. 722: antes de este verso, el autor escribe y tacha este otro: «¡Ay, hombre desconocido!» (fol. 13r, fot. 37), escribiendo el correcto (v. 722) a continuación en su margen derecho.

195 v. 723 conocido: antes de este término el autor escribe y tacha entendido (fol. 13r, fot. 37).

196 v. 728 carta de lasto: «recibo o carta de pago que se da a quien lasta o paga por otra persona, para que pueda cobrarse de él» (DRAE, s. v. lasto).

197 v. 729 Justicia: termino que se escribe en forma abreviada encima de Género, igualmente en forma abreviada, por ser corrección (fol. 13r, fot. 37). // En esta redondilla (vv. 729-732), Justicia accede a que el Hijo de Dios pague por el Género humano, pues ese es su deseo, pero después ella llevará las riendas de la conducta del Hombre, premiándolo o castigándolo según su comportamiento.

198 v. 740+ Eliazar, levita: Eleazar es un nombre propio muy frecuente en la Biblia (aparece en siete ocasiones). El principal portador del nombre es un sacerdote, cabeza de la estirpe sacerdotal de su nombre (Diccionario de la Biblia, 1978, s. v. Eleazar). // La escena que ahora comienza se desarrolla en el Templo de Jerusalén y dramatiza el episodio de la presentación de Jesús en el Templo, en cumplimiento de lo prescrito en la Ley de Moisés (Lc 2. 22-38).

199 v. 748: antes de este verso figura tachado este otro: «con mi alma sea el encienso», que el autor sustituye por el correcto (v. 748) [fol. 13 v, fot. 38].

200 v. 749: cabrones, término tachado, sustituido con letra distinta por oblaciones [fol. 13 v, fot. 38]. que he descartado, reponiendo la lección original.

201 v. 760: tras este verso, el autor escribe y tacha este otro: «encierra dentro en sí» (fol. 13 v, fot. 38).

202 vv. 759-764: a esta estrofa le falta un cuarto verso (762), portador de la rima del segundo —énto— (fol. 14r, fot. 39), cuya ausencia he sustituido por una línea de puntos, contabilizándolo en el cómputo versal.

203 v. 764+: en esta acotación encima del término José —Josep— se escribe esposo, y cuando aparece el término San José se escribe en el ms. San Josephe (fol. 14r, fot. 39). // A esta acotación siguen dos versos escritos y tachados por el autor, atribuidos a María: «Querido José entremos, / que aquí está el gran sacerdot

204 v. 766 Simeón: anciano sacerdote del Templo de Jerusalén, que recibe a Jesús cuando sus padres lo llevan para presentarlo al Señor (Lc, 2, 25-35). Como señala el Evangelio, era una persona «justa y piadosa que esperaba que Dios consolase a Israel» (vers. 25), a quien «el Espíritu Santo le había revelado que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor» (vers. 26). Cuando recibió a Jesús en brazos de María, lo tomó en los suyos y alabó a Dios con su famoso Cántico —denominado por la Iglesia Nunc dimittis— (vers. 29-32), correspondiente en nuestro auto a los vv. 777-782 A continuación, tras bendecir a María y José, que «estaban admirados de lo que se decía de Él [«Jesús]», se dirigió a María formulándole su profecía sobre la misión y muerte de Jesús (vers. 34-35), vv. 783-791, que ella acepta a pesar del terrible dolor que le causará (vv. 791-794) // El sintagma gran sacerdote está tachado por el autor y sustituido por el sasacerdote (fol. 14r, fot. 39), lección que he respetado, sin reproducir la duplicación de sílabas al comienzo del término por evidente descuido.

205 vv. 767-770: al Levita, la ofrenda de las dos tórtolas le parece muy parca. Como indican los comentarios bíblicos (Lc 2. 24) la tórtola era la ofrenda de los pobres. En el v. 776 insiste en la parquedad de la ofrenda realizada por José.

206 v. 770 que he gastado: que gastado en el ms. con la e embebida (fol. 14r, fot. 39).

207 v. 779: antes de este verso el autor escribe y tacha este otro en el que parece leerse «sea con vuestra pala», el cual deja inacabado (fol. 14r, fot. 39).

208 v. 780: tras este verso el autor escribe y tacha estos dos: «y la gloria y deseo / de tu pueblo Israel […] (fol. 14r, fot. 39).

209 vv. 783-785: Luz…, gloria de Israel…, sol de oriente: versos metafóricos, cuyo referente real es Jesús.

210 vv. 789-791: Simeón invita a la Sagrada Familia a entrar en el Templo para la ceremonia de la presentación de Jesús, bajo la alegoría de la inmolación del cordero —recordemos que Cristo es el Cordero inocente inmolado por excelencia, el Cordero que, con su muerte, nos da la verdadera libertad y la vida definitiva—. // Sobre la expresión su sangre (v. 791) el autor escribe y tacha su primer san (fol 14v, fot. 40).

211 vv. 791-794: María, a pesar del terrible dolor que le ocasionará la muerte de Cristo, manifiesta su aceptación.

212 v. 794+: acotación que da entrada a la conocida y popular escena neotestamentaria navideña de la llegada de los Reyes Magos desde Oriente a Belén para adorar y ofrecer sus presentes al niño recién nacido (Mt 2. 1-12). // por palenque. Es decir, por la rampa inclinada de madera que desde el suelo del patio de comedias (lugar del público) llegaba por la parte superior hasta el tablado (lugar de los actores) [Ver Ruano-Allen, 1994, pp. 492-500].

213 v. 789 nos ha a Belén: nos a Belén en el ms. (fol. 14r, fot. 40) con la a embebida.

214 v. 809 forro: ‘horro’, con f- inicial conservada, igual que en portugués. Horro: «adjetivo que se aplica a la persona que es ya libre y antes era esclava» (Aut., s. v.).

215 v. 811 Ya: Esta expresión con el adverbio Ya es muy común en las intervenciones de los negros bozales, como me comunica el Dr. D. Antonio Santos Morillo (e-mail del 18/01/2022) en respuesta a mi consulta sobre el habla de negros en esta pieza, dada su especialización sobre el tema. Sus interesantes comentarios y explicaciones me han sido de fundamental importancia para aclarar el sentido de algunos de estos versos. De aquí, la expresión de mi más sincero agradecimiento.

216 vv. 807-814: los versos de esta réplica en boca del Negro —y las siguientes—, presentan deformaciones idiomáticas con objeto de caracterizar al personaje no solo a través de su color, sino también de su habla, que movería a risa a los espectadores. Precisamente, Antonio Santos Morillo, en e-mail del 19/01/2022 (como respuesta a mi pregunta de si Gaspar de Mesa, según se desprende de su empleo en el Auto, sería un buen conocedor del habla de negros), me remite unas líneas que estimo sumamente importantes reproducir para entender y valorar la utilizada por nuestro autor en el mismo: «El espectador de finales del xvi o principios del xvii y, con más razón, un dramaturgo como Gaspar de Mesa, conocedor del teatro de su época, estaban familiarizados con la figura del negro y su hablar característico. De hecho, Mesa reproduce en las intervenciones de sus personajes africanos en esta obra rasgos de su habla, sobre todo fonéticos (cambios de timbre vocálico: samo, simplificación de diptongo: anque; neutralización de líquidas: neglo, escravo, conservación de f-: facer, consonante nasal intrusiva: soncorro, pérdida de -s: venimo, confusión de sibilantes: prasa, liquidación de d: veniro, yeísmo: diabriyo, epéntesis: curuneta, síncopa: nuesto, aféresis: pantado), pero también morfosintácticos (confusión de género: esa rey y número: lon reye nuestro plimo, pérdida de morfemas de plural: todo lo reye, elisión del artículo: si _ mancha viene a lavar, neutralización de la oposición ser/estar: ) y léxicos (lexías complejas tópicas: lo neglo gente samo, anque neglo, no tisnamo). De todos estos rasgos, el que más me ha llamado la atención es el lambdacismo. La neutralización de r y l puede dar lugar a dos soluciones: el rotacismo (la l se convierte en r: diabriyo, frauta, escravo, prasa) o el lambdacismo (la r se convierte en l: aleglá, cuble, nustlo / nuestlo, flanco, neglo, plesente, pala, plimo). En el texto de Mesa, predomina la segunda solución, rasgo que es significativo y que me sirve de argumento para apoyar una de las ideas que defiendo en mi tesis: el habla de negro literaria imita una realidad lingüística que, con el paso del tiempo, se convierte en tópico. Me explico: el lambdacismo solo empieza a aparecer en los textos literarios y musicales a partir de la segunda mitad del xvi (de hecho, el único autor que lo registra en los textos que estudio en mi tesis es Simón Aguado -1602-), fruto de la influencia sustrática de las lenguas bantúes, lenguas que se hablan en la zona que los portugueses (nuestros principales proveedores de esclavos africanos durante este periodo; de ahí los lusismos de los que me hablas) empezaron a explotar de manera preferente en esa segunda mitad del xvi». (Para una información más amplia sobre el habla de negros, véase Antonio Santos Morillo, 2020.)

217 v. 818 el oriente: metáfora por Jesús recién nacido. Recordemos que por este punto cardinal —Este— sale —o “nace”— el sol todos los días y que sol es una metáfora reiteradamente aplicada a Jesús recién nacido a lo largo del Auto.

218 v. 834 lo profetizado escrito: como indican ciertos comentarios bíblicos, «la adoración de los Magos da cumplimiento a los oráculos mesiánicos sobre el homenaje de las naciones al Dios de Israel […] Nm 24 17; Is 49 23; 60 5s; Sal 72 10-15» (Biblia de Jerusalén, 2009, pp. 1420-1421, n. 2 11).

219 v. 839 oblación: en el ms. oblaciones, con la terminación —es— tachada en corrección del propio autor, permitiéndole rimar con el término don en el verso que cierra la redondilla (fol. 15v, fot. 42).

220 v. 846 Mirra: «resina olorosa, que mana de cierta clase de terebintos (ésta es la mejor mirra; Éx 30, 23, Cant 1,13 5,13), o que se obtiene por medio de incisiones en las ramas. Mezclada con aceite de oliva, la mirra da un precioso aceite aromático, con el cual se perfuman el esposo (Cant 1,13 5,13) y la esposa (Cant 5,5 Est 2,12). Incluso objetos como vestidos (Sal 45,9) […]. La mirra es también un ingrediente del santo óleo de unción (Éx 30,22-23) y un regalo apreciado (Mt 2,11)», siendo este último nuestro caso. Como muestra esta cita y otras referencias que hemos obviado son numerosas las menciones a la mirra en la Biblia, con muy distintos usos (la cita en Diccionario de la Biblia, 1978, s. v. mirra).

221 v. 854 bailamo: antes de este término el autor escribe y tacha dan (fol. 15v, fot. 42).

222 v. 855 panderillo: antes de este término el autor escribe y tacha el (fol. 15v, fot. 42).

223 v. 856 chirimíngula: ‘chirimía’: «instrumento músico de madera, encañonado a modo de trompeta, derecho, sin vuelta alguna, largo de tres cuartas, con diez agujeros para el uso de los dedos, con los cuales se forma la armonía del sonido según sale el aire. En el extremo por donde se le introduce el aire con la boca, tiene una lengüeta de caña llamada pipa, para formar el sonido, y en la parte opuesta una boca muy ancha como de trompeta, por donde se despide el aire» (Aut.).

224 v. 858 curuneta: ‘corneta’.

225 vv. 859-872: versos enmarcados en sus márgenes entre dos líneas horizontales y dos líneas verticales (fols. 15v-16r, fots. 42-43). // venimo: en el ms. venimos con —s final tachada (fol. 15v, fot. 42).

226 v. 864 está: ‘es’. La forma está es muy característica del habla de negro, en la que se confunden los verbos copulativos estar y ser El verso se escribe, parece que por mano del autor, en el margen derecho de su correspondiente tachado: «porque trino y uno […]» (fol. 16r, fot. 43). Debajo del mismo, se escribe con tinta muy tenue porque rrey también esá, que he descartado por su sentido, más acertado y preciso en el verso elevado al texto, pues los tres Reyes adoran a Jesús por ser Dios, es decir, un ser al que hay que rendir culto de latría.

227 v. 865 estornudá: término con dislocación de acento pedido por la rima.

228 v. 866 dirá: sobre este término se escribe y se tacha «dira […]» (fol. 16r, fot. 43).

229 v. 867: tras este verso figuran dos escritos y tachados por el autor: «ya porque me lo medía / y a lo diabrilyo fuiré» (fol. 16r, fot. 43).

230 v. 870 figa: ‘higa’. Al igual que forro (v. 809), figa es otro lusismo (fol. 16r, fot. 43). En los vv. 868-870 el cantor negro —Otro— pretende decir: y al diablo [hacemos] huir, / porque, si ‘Jesús’ decimos, / damos una higa al ‘diablo’.// Dar la higa o hacer la higa: «la acción que se hace con la mano cerrado el puño, mostrando el dedo pulgar por entre el dedo índice y el de enmedio, con la cual se señalaba a las personas infames y torpes, o se hacía burla o desprecio de ellas» (Aut., s. v. higa).

231 v. 879: en el margen derecho de este verso se escribe por la mano secundaria: «Joseph / bamos a Jerusalen» (fol. 16r, fot. 43), que me limito a indicar, sin elevar al texto. Es perfectamente posible que, con este verso que remata la redondilla anterior, el texto terminara aquí, eliminándose de la representación los vv. 880-888 para obedecer a la mano secundaria (la que escribe con letras puntiagudas) que hizo el enjaulado terminal.

232 vv. 880-888: versos enmarcados en una especie de rectángulo que no se cierra por el lado inferior (fol. 16r, fot. 43). Los versos enjaulados en esta especie de rectángulo abierto por debajo están tachados de arriba abajo con una muy tenue línea inclinada (fol. 16r, fot. 43). La probabilidad de que ese enmarque y esa tenue línea inclinada fueran fruto de la mano secundaria que interviene en el ms. —como acabamos de indicar— y el hecho de que se trate de versos de mano del autor, cuyo contenido y métrica son adecuados para su función, poner fin a la pieza, han determinado su elevación al texto editado.

233 881-883: versos donde es evidente el juego de palabras utilizado por el autor entre partiremos para Oriente, lugar por donde sale el sol, y el sol divino dejamos, metáfora por Jesús.

234 v. 887: que este: queste (fol. l6r, fot. 43), con la e embebida.

235 Soli Deo honor et gloria (= Solo a Dios honor y gloria). Doxología bíblica que figura con estos dos términos —honor y gloria— en la Primera Epístola de San Pablo a Timoteo 1.17-18. // En el margen derecho de esta línea y de la siguiente, Gaspar de Mesa estampa su firma y rúbrica (Lám. V, fol. 16r, fot. 43).

236 Set omnia sub correcione Eclesie (Sed omnia sub correctione Ecclesiae: ‘Pero todo bajo la corrección de la Iglesia’): protesta de fe del autor (véase Idalia García Aguilar, 2009).

237 Véase para ello, Reyes Peña, 2003, pp. 416-418, 2005, 2021a, 2021b, y en prensa.

238 El estudio de conjunto de las tres piezas contenidas en esta pequeña colección, en Reyes Peña, 2005. El estudio y edición de la primera de ellas, Representación del nascimiento del Hijo de Dios Humanado, en Reyes Peña, en prensa; y el estudio y edición de la tercera, Representación hecha en la Santa Iglesia de Sevilla por Pedro Ramos, notario en Reyes Peña, 2021b.

239 Su estudio y edición, en Reyes Peña, 2021a. Conviene advertir que Galeas escribe cinco piezas en loor del nacimiento de Cristo, si bien aquí nos hemos referido solo a tres, porque la primera y la quinta están compuestas en verso. En la segunda, tercera y cuarta el vehículo expresivo dominante es la prosa, aunque también se emplea el verso, pero en bastante menor medida. La tercera es con variantes la misma pieza que el Ms. B2603 presenta como segunda, Representación del nascimiento de Christo Jesú Salvador Nuestro.

240 Para el establecimiento de la fecha de composición del auto de Morinañy, debido a la falta de otros datos documentales, nos hemos servido del año de las dos censuras valencianas como data ad quem (h. 1587).

241 Morinañy, señala Valeria Marrella en el estudio que precede su edición: «la obra que aquí analizamos se caracteriza no solamente por el empleo de un amplio abanico de formas estróficas, espaciando desde las típicamente españolas como la quintilla o la redondilla hasta las de procedencia italiana como la estancia, [el soneto], la octava real y el terceto encadenado, incluyendo también formas no estróficas como el endecasílabo suelto, sino también por una tendencia a cambiar frecuentemente de metro [en 32 ocasiones] proporcionando a la obra un ritmo vivaz y variado» (Marrella, año académico 2018-2019, p. 47).

242 Para la biografía y vida actoral de estos dos reconocidos y, al mismo tiempo, satirizados comediantes, véase Teresa Ferrer, dir., DICAT, 2008, s. v.

243 Véase DICAT, s. v. «Morales (Medrano), Juan de». Aunque en DICAT se aventura que el Auto «quizá se representara en Madrid para el Corpus de 1608», basándose —me imagino— en el hecho de que los autores de comedias encargados de representar los autos en el Corpus madrileño de 1608 fueron Juan de Morales Medrano y Alonso de Riquelme. No obstante, conviene recordar que los autos representados el día del Santísimo Sacramento de ese año habían sido encargados por la Villa a Lope de Vega, que se retrasaba en su entrega y que los 100 ducados de la joya se concedieron a Juan de Morales Medrano, por su auto El adulterio de la esposa, «probablemente La adúltera perdonada, de Lope», como anotan N. D. Shergold y J. E. Varey, de quienes tomamos estos datos (1955, pp. 215-216, docs. núms. 23 y 24), siendo su otro auto El caballero del Fénix. Los otros dos de los cuatro que por entonces se representaban en el Corpus madrileño, sobre dos medios carros cada uno, fueron: Los casamientos de Joseph y La niñez de Cristo, a cargo de Alonso de Riquelme (Pérez Pastor, 1901, pp. 106-108). Es decir, que ninguno de los autos representados en 1608 fue el nuestro. Ello no es óbice para que el Auto del Nacimiento de Gaspar de Mesa hubiese podido ser puesto en escena en ese contexto celebrativo. Sin embargo, las razones arriba expuestas inclinan a pensar en la probabilidad de su representación en un contexto navideño.

244 Para la reconstrucción virtual en 3D de corrales de comedias, véase la pág. web Lope de Vega y el teatro del Siglo de Oro, 2019, Sección IV y Zona LAB 4: «Patrimonio, investigación y difusión en la era digital», que da cabida a las nuevas tecnologías y digitalización de los contenidos teatrales. Sobre ellos, podemos proyectar la puesta en escena que Gaspar de Mesa incluyó en su Auto.

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Índice de ilustraciones

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Título Firmas autógrafas de Gaspar de Mesa en dos documentos notariales (1602 y 1607)
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Para citar este artículo

Referencia en papel

Mercedes de los Reyes Peña, «Auto del Nacimiento, de Gaspar de Mesa, autógrafo e inédito (1607)»Criticón, 144 | 2022, 135-204.

Referencia electrónica

Mercedes de los Reyes Peña, «Auto del Nacimiento, de Gaspar de Mesa, autógrafo e inédito (1607)»Criticón [En línea], 144 | 2022, Publicado el 20 abril 2022, consultado el 14 enero 2025. URL: http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/criticon/21438; DOI: https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/criticon.21438

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Autor

Mercedes de los Reyes Peña

La trayectoria investigadora de Mercedes de los Reyes Peña, Catedrática jubilada de Literatura Española de la Universidad de Sevilla, se centra prioritariamente en el estudio de las diferentes manifestaciones del teatro español de los siglos xvi y xvii, con incursiones en el teatro del siglo xviii y otras más esporádicas en del siglo xix. La consideración del teatro en su doble faceta de texto literario y espectacular ha determinado ediciones y estudios, en los que ha atendido a la crítica textual, análisis de obras, bibliografía sobre el teatro español del Quinientos, reconstrucción de lugares de representación, actores y compañías, carteles de teatro, papeles de actores, teatro cortesano, teatro en la calle, relación política-teatro, presencia del teatro áureo español fuera de nuestras fronteras (Portugal, Austria y América) y dramaturgos andaluces, que son los temas de más empuje entre los tratados, por los caminos que han abierto y su aceptación por la crítica.
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