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Reseñas

Emiliano Álvarez, La poesía, señor hidalgo… funciones de la poesía en el «Quijote». México, Universidad de Guanajuato/Grañén Porrúa, 2019. 320 pp.

Sara Santa-Aguilar
p. 239-242
Referencia(s):

Emiliano Álvarez, La poesía, señor hidalgo… funciones de la poesía en el «Quijote». México, Universidad de Guanajuato/Grañén Porrúa. 320 pp. (ISBN 978-607-8341-91-7)

Texto completo

1El volumen La poesía, señor hidalgo… funciones de la poesía en el Quijote, de Emiliano Álvarez, es una valiosa contribución que se suma a la cada vez más robusta tendencia crítica que, desde los años 90, ha venido rebatiendo tanto la dicotomía ‘Cervantes, mal poeta’/‘Cervantes, excelente narrador’, como la lectura de la poesía inserta como la desesperada peripecia de un poeta frustrado a quien no le quedó otro remedio que intercalar gratuitamente sus poemas en su prosa.

2Álvarez parte sentando las bases de una necesaria poética de los estudios literarios: la poética de la lectura atenta del texto. En su «Nota previa», el crítico enfrenta la pregunta por la originalidad en un área con una tradición crítica de más de 400 años, como es el caso de los estudios cervantinos. Navegando contra la corriente de una tendencia académica que, como parte de una desaforada búsqueda de ‘innovación’, exige cada vez con más vehemencia anteponer marcos teóricos a la lectura, «vengan o no vengan al pelo de su intento», la hermenéutica de Álvarez reivindica el texto. Pero no se trata de una mirada miope que, en el solipsismo del comentario de texto, cierre reaccionariamente las puertas a otras aproximaciones. Por el contrario, en la propuesta —y, sobre todo, en la práctica—de Álvarez, la mirada al texto es la puerta de entrada que garantiza la posibilidad de diálogo con los modelos filosóficos y con la tradición crítica.

3Partiendo de esta lectura atenta es como se pueden poner en relación con verdadero rigor los textos literarios con los modelos teóricos, reconociendo lo que kantianamente serían sus límites, posibilidades y extensión, lo cual se traduce, en la práctica, en no terminar simplificando el texto para intentar hacer que encaje en el último molde de moda o en la teoría científica menos afín haciendo gala de la fácil originalidad del disparate. En últimas, el planteamiento de Álvarez desemboca en una fructífera invitación a la comprensión y análisis de la irreductible complejidad del texto literario, que conduce a un sano y enriquecedor eclecticismo crítico y filosófico, a la posibilidad de discernir y ser capaz de señalar hasta dónde va la pertinencia de un enfoque y cuándo es necesario dejarlo y adoptar elementos de otro. Lo mismo ocurre en la relación con la Biblioteca de Babel que es hoy el cervantismo. También en este caso, la mirada al texto es, en la propuesta de Álvarez, la piedra angular que permite aportar y establecer un debate con esa tradición valorando críticamente sus aciertos y sus desaciertos sin entrar al juego servil de la erudita repetición de tópicos críticos o de las ideas más ‘actualizadas’.

4Pero Álvarez no solo navega en contra de la corriente los vicios académicos. Se enfrenta a Caribdis, pero también a Escila, y va lanza en ristre contra lo que denomina las «lecturas impresionistas» (p. 11), las arbitrarias lecturas subjetivistas no informadas, un lastre con el que sin duda ha cargado la obra de Cervantes convirtiéndose en bandera de los más variopintos sentimientos y creencias personales, y dando ocasión incluso para convocar a más de un esotérico imaginativo y a no pocos arqueólogos de la tumba de Cide Hamete y geógrafos del real y verdadero reino de Micomicón.

5Sentadas las bases de esta importante poética, Álvarez pasa a aplicarla al estudio de la poesía inserta en el Quijote. Llama la atención, en primer lugar, la construcción literaria de su libro. Todos los títulos, tanto el del volumen como los de los capítulos, son citas del Quijote quijotescamente recontextualizadas para referirlas cuidadosamente al elemento de la poesía inserta que el crítico enfoca en su análisis. Pero más allá de este guiño intertextual tan cervantino, es de destacar que en la obra de Álvarez la belleza literaria y el rigor crítico caminan acompasados. Su búsqueda literaria no conduce a la expresión sonoramente seductora e imprecisa de algunas lecturas impresionistas-subjetivistas. Podría decirse que, si sus juegos intertextuales son quijotescos, su belleza es la belleza barroca de la precisión de las imágenes.

6Así, empieza su libro como si de un cuento borgiano se tratase. Con agilidad narrativa, ubica al desconcertado lector en la sala treinta de la National Gallery británica, siguiendo la mirada de un anónimo espectador que, evadiendo a los turistas que se aglomeran frente a la Venus de Velásquez, se desplaza hacia el autorretrato de Murillo que cuelga justo en frente. Esta mirada, en la que Álvarez sume al lector, detalla cómo la mano del retrato se posa en un marco de piedra que es también parte de la pintura, debajo del cual aparece el texto en el que se explica la razón de la composición del autorretrato. La digresión literaria no podía ser más pertinente. Todo este ensayo narrativo conduce a una reflexión teórica sobre la naturaleza de los marcos, su condición de límite entre representación y realidad, y desemboca en el análisis de los trampantojos que Cervantes —como Murillo— hace en el Prólogo y en los poemas preliminares del Quijote de 1605, tema al que Álvarez le dedica la primera parte de su volumen.

7En esta primera parte, el autor lleva a cabo un completo y minucioso análisis de los poemas preliminares. Heredero de Pierre Ullman y de Adrienne L. Martín, enfatiza que, ya desde este plano, no estaremos ante la poesía de Cervantes, sino ante la creación de una voz poética diferente para cada emisor ficcional. Pero más allá de las herencias y filiaciones críticas, Álvarez logra hacer una propuesta novedosa en su aproximación a este tema. A partir de esa lectura atenta que reivindicaba, nota que Cervantes empieza a darle al lector datos contradictorios, a ponerlo tras pistas falsas en estos preliminares. El estudioso intenta entonces reconstruir al ‘lector modelo’ para el que escribe Cervantes, aquel que, a diferencia del lector moderno, expuesto desde la infancia a la imagen del don Quijote, no tiene datos sobre el personaje y empieza a forjarse una idea de la naturaleza de sus aventuras en estos paratextos. Poema a poema, además de ir haciendo un cuidadoso análisis literario, Álvarez va recogiendo las contradicciones («Alcanzó a fuerza de bra- / A Dulcinea del Tobo-», dice Urganda la Desconocida, mientras que Oriana en su soneto habla de una Dulcinea que, a diferencia de ella, logra escapar de su amante, y en el de Orlando se da a entender que la dama ofende a Don Quijote, es uno de los varios ejemplos que señala el crítico). A partir del estudio de esta característica, Álvarez propone la interpretación de los paratextos como un «campo de entrenamiento» (p. 35) en el que Cervantes forma al lector ideal de su obra, el lector agudo y atento que debe desconfiar del narrador. La lucidez de esta interpretación resalta teniendo en cuenta lo que es el desarrollo de la propuesta novelesca que introducen estos paratextos: es la novela moderna en la que el lector tendrá que pactar un juego en el que Cide Hamete, sus traductores y un Cervantes ficcionalizado serán los dudosos garantes de la autenticidad de un rompecabezas con fichas faltantes y fichas contrahechas.

8Pero la lectura de Álvarez no se queda en la lupa del análisis poema a poema. El otro elemento que rastrea son las resonancias que tendrán algunos de los datos aportados en los preliminares en el desarrollo de la novela. Así, pasa a individuar un segundo rasgo de ese ‘lector modelo’ que se empieza a formar en las estrategias poético-narrativas cervantinas: es el «desocupado lector» que relee y en las relecturas se da cuenta de elementos que en una primera lectura son imperceptibles. Desde esta misma óptica analiza los epilogales, y, además de leerlos en la línea de Márquez Villanueva como cierre estructural de la Primera Parte, Álvarez subraya los elementos allí contenidos que resonarán en la Segunda. Nuevamente, resalta la pertinencia de la interpretación para estudiar una obra que es, ante todo, una catedral de ecos intertextuales.

9En la segunda parte de su libro, Álvarez pasa a dedicarse a la poesía inserta en el ‘mundo’ de don Quijote. En esta parte no va por el camino del exhaustivo examen poema a poema, sino que individua cuatro núcleos en los que se condensa la poesía en la obra, y que serán su objeto de análisis: 1) los capítulos XI-XIV de la Primera Parte, donde se reúnen el canto del zagal Antonio, la «Canción desesperada» de Grisóstomo y epitafio de Ambrosio; 2) los capítulos XXIII-XXX de la Primera Parte, que contienen las composiciones de Cardenio y el poema que escribe don Quijote en Sierra Morena; 3) los capítulos XII-XVIII de la Segunda Parte, donde se recogen el soneto de Sansón Carrasco y los poemas de Don Lorenzo y 4) los capítulos XXXIV-XXXV, donde se desarrolla el montaje teatral del mago Merlín y su comitiva, organizado por los duques.

10Antes de entrar al análisis del primer núcleo temático, en el capítulo titulado «‘Y quédesele enhorabuena la prosa’… los antecedentes pastoriles de la poesía en el Quijote», Álvarez hace un recorrido por la relación verso/prosa en la literatura pastoril, que centrará en La Diana de Montemayor (objeto de la crítica del cura recogida en el título del capítulo). En su aproximación a la poesía en la novela pastoril, el crítico destaca que, en este género, la aparición de poemas no suele tener una justificación narrativa y que, lejos de la creación de voces poéticas individuales, estamos ante poemas perfectamente intercambiables que comparten un mismo estilo: el del autor de la novela. Si bien este análisis es el preámbulo para el estudio de los episodios pastoriles de la Primera Parte del Quijote, su radio de alcance es mucho mayor, pues el contraste con esta falta de individualidad poética y de necesidad en la trama es el eje para entender la complejidad que le da Cervantes a su poesía inserta.

11Capítulo a capítulo, Álvarez se centra en estudiar las funciones que tiene la poesía en el Quijote. Sin embargo, su análisis no consiste en una disección de la riqueza —y belleza— del texto en la fría mesa de una pragmática. Álvarez va recorriendo con cuidado y ágil prosa su irreductible riqueza, señalando elementos que van más allá de lo que es a primera vista el estricto objeto de su estudio (destaca, por ejemplo, su análisis de la teatralidad del episodio de la aparición del mago Merlín en el palacio ducal en el capítulo «‘Y, finalmente, hasta los mesmos sabidores de la causa se espantaron’: Poesía dramática en el Quijote de 1615»). De este modo, su categorización llega como una conclusión, no como el árido marco de un análisis técnico. El acierto de dicho proceder se hace notar en que le permite aportar una tipología de funciones propia, que ha cortado a la medida del texto sin recurrir a una pragmática preexistente. Pero tampoco cae en la descripción de los innumerables usos particulares que tiene la poesía en las situaciones concretas en las que aparece, sino que, a partir de la comprensión del particular en su complejidad y multiplicidad, abstrae una tipología de siete funciones perfectamente delimitadas, que, por los motivos antes expuestos, se puede considerar la más solvente categorización que se ha propuesto hasta el momento para el estudio de la inserción de poemas en la prosa cervantina. Las categorías que propone Álvarez son: 1) función intertextual; 2) función diegética; 3) función caracterizadora; 4) función ambiental; 5) función dramática; 6) función polifónica y 7) función paródica, casillas que explica abordando en detalle su contenido formal, sus límites y sus intersecciones en las «Conclusiones», con argumentos y ejemplos que deriva del riguroso estudio que las precede y las sustenta.

12Otro elemento para comentar en el libro de Álvarez son sus apéndices. Si bien el primero —una transcripción de los poemas completos y fragmentos de la prosa analizados— es una elección muy didáctica para el tipo de libro, el segundo vuelve a entrar a hacer un aporte al cervantismo. Se trata de una minuciosa revisión de la tabla de formas métricas de Domínguez Caparrós. La importancia de este aporte reside en que la producción sobre estos temas, por ser de un orden más técnico, suele cristalizarse, sin que haya una tendencia bibliográfica que se encargue de su revisión, de detectar posibles —e inevitables— errores o descuidos. Álvarez entra, también en diálogo con Montero Reguera, al terreno de un conteo de la poesía de Cervantes inserta en el Quijote y a una refrescante revisión de las mencionadas tablas, a las que hace algunas enmiendas, una contribución aparentemente modesta, pero significativa.

13En definitiva, la obra de Álvarez es un libro que está llamado a convertirse en un referente obligado para los estudios de la poesía inserta cervantina. Reluce en él un autor que empuña su ‘yo’ y, desde allí, hace genuinos aportes, interpretaciones de largo alcance, sin perderse por los terrenos boscosos de la erudición inapropiada ni por la aridez del tecnicismo. Con estilo ameno y desenfadado, por momentos con rasgos dialogísticos, destaca en Álvarez su genuina preocupación —y pasión— por el texto, su voluntad de interpelarlo y, a la vez, dejarse interpelar por él. El texto y el crítico alzan sus voces y ese diálogo es lo que constituye el corazón de un volumen que, como contribución académica, cumple a cabalidad con el deber de docere dejando un importante legado, pero sin olvidar por ello la siempre abierta —y tan cervantina— posibilidad de delectare.

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Para citar este artículo

Referencia en papel

Sara Santa-Aguilar, «Emiliano Álvarez, La poesía, señor hidalgo… funciones de la poesía en el «Quijote». México, Universidad de Guanajuato/Grañén Porrúa, 2019. 320 pp. »Criticón, 143 | 2021, 239-242.

Referencia electrónica

Sara Santa-Aguilar, «Emiliano Álvarez, La poesía, señor hidalgo… funciones de la poesía en el «Quijote». México, Universidad de Guanajuato/Grañén Porrúa, 2019. 320 pp. »Criticón [En línea], 143 | 2021, Publicado el 26 noviembre 2021, consultado el 01 diciembre 2024. URL: http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/criticon/21080; DOI: https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/criticon.21080

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