Felipe B. Pedraza Jiménez, Lope de Vega, genio y figura. Granada, Universidad de Granada, 2008. 323 p.
Felipe B. Pedraza Jiménez, Lope de Vega, genio y figura. Granada, Universidad de Granada, 323 p. (ISBN: 978-84-338-4807-9; Biblioteca de bolsillo, «Divulgativa», 58.)
Texto completo
1El presente libro es una colección de artículos sobre Lope de Vega que su justamente célebre autor, Felipe Pedraza Jiménez, ha ido publicando a lo largo de los años. Los lectores ya conocerán la mayoría de estos ensayos, pues «Imágenes sucesivas de Lope», «Las primeras ediciones de las Rimas», «Las Rimas sacras y su trasfondo», «El desengaño barroco en las Rimas de Tomé de Burguillos» y «La gatomaquia, parodia del teatro de Lope» son auténticos clásicos, los trabajos más influyentes y perceptivos sobre los textos y temas que tocan. Lope de Vega, genio y figura reúne estos artículos y otros de igual calidad para facilitarle su consulta al interesado en Lope de Vega o en el Siglo de Oro. Además de reunirlos y ordenarlos, Pedraza Jiménez ha corregido los textos y les ha añadido notas actualizando la bibliografía, algo de sumo interés para el especialista. Una última ventaja de esta colección es que permite apreciar el desarrollo del pensamiento de Pedraza desde finales de los años 70, y observar qué mueve sus intereses como historiador de la literatura.
2La temprana dedicación de Pedraza a las Rimas de Tomé de Burguillos —en su tesina de licenciatura— y a la complicada edición de las Rimas —en su tesis doctoral— no sólo determinó el interés del autor en la lírica de Lope, sino que también le inclinó a estudiar las cambiantes facetas del Fénix, determinadas tanto por la estrategia de presentación de Lope como por los intereses de los sucesivos críticos. El artículo que abre Lope de Vega, genio y figura, «Imágenes sucesivas de Lope» (1997-2001), estudia el tema de la recepción de la biografía y figura de Lope, algo que ha preocupado a Pedraza a lo largo de toda su carrera y que es uno de los Leitmotiven del libro. El autor traza la historia crítica de la figura del Fénix comenzando con lo que denomina la «etapa hagiográfica», dominada por piadosos biógrafos que, siguiendo a Pérez de Montalbán y a los demás colaboradores de la Fama póstuma, hacían de Lope un personaje ejemplar y dechado de virtudes. Esta visión sólo comenzó a ponerse en duda a finales del siglo xviii y comienzos del xix, cuando autores como Lord Holland, Claude Fauriel y von Schack se acercaron a Lope desde un punto de vista más crítico, y por primera vez comenzaron a usar testimonios literarios, como La Dorotea, como fuente de información biográfica. Tras esta etapa de transición, el positivismo del siglo xix dejó paso a la etapa que Pedraza denomina de «la erudición despiadada», marcada por el descubrimiento de la correspondencia del Fénix, que empleó La Barrera para escribir su biografía, que retrataba la escandalosa vida amorosa de Lope y que nos mostraba la faceta más servil del escritor, en relación con su protector, el duque de Sessa. La biografía levantó una enorme polémica, pues la Biblioteca Nacional se negó a publicarla y sólo pudo aparecer impresa casi 30 años más tarde y después de la muerte del biógrafo. Esta violenta reacción muestra lo reacia que era la sociedad a cambiar la imagen modélica de Lope, pero dejó paso a un rechazo puritano que hizo del Fénix —en oposición a Cervantes, mucho menos documentado y por tanto más susceptible a la «hagiografía»— el paradigma de todo lo negativo de nuestro Siglo de Oro. Se trata de una visión exagerada que todavía perdura en críticos castristas contemporáneos como Márquez Villanueva. Pedraza muestra cómo esta etapa comenzó a superarse con la publicación de grandes estudios literarios y biográficos —el de Rennert, Castro y Lázaro Carreter, el de Tomillo y Pérez Pastor o el de Vossler, tan admirado por Pedraza— que abrieron la puerta a la comprensión total de Lope. La Guerra Civil y sus secuelas supusieron un paréntesis en este avance, pues polarizaron la visión de Lope como poeta popular y revolucionario o poeta nacionalista y defensor de la fe, según la ideología del crítico de turno. Como coletazo de este modo de entender a Lope cabe entender la imagen del Fénix como propagandista político que dejó la aplicación del materialismo histórico a la historia literaria, con estudios tan útiles como los de Noël Salomon o Maravall. Pedraza matiza las contribuciones de estos estudios del mismo modo que corrige las exageraciones de críticos como Rico-Avello, que leen las fórmulas del epistolario de Lope al de Sessa como muestras de servilismo degradador o incluso síntomas de una patología o de homosexualidad. En este sentido, Pedraza lleva a cabo una de las más útiles reflexiones del libro —pensamientos semejantes reaparecen en el fascinante «Lope, Lerma y su duque»— al precisar la ambigua relación de Lope con la nobleza, que dependía de la peculiar situación económica del escritor: aunque el Fénix suspiró en ocasiones por un cargo fijo bajo un gran señor como Sessa, no se sometió totalmente a esa disciplina porque disponía de los ingresos que le proporcionaban sus comedias, que le otorgaban bastante independencia. Se trata de un punto de vista apasionante, que esperamos Pedraza desarrolle en una monografía futura, en la que aproveche al máximo el epistolario y la obra poética y prosística de Lope. Tras comentar tan profundamente éste y otros acercamientos a Lope, Pedraza repasa las ideas de Rozas y su Lope de senectute, un poeta cercado de sombríos nubarrones y que busca consolarse en el desengaño. Aquí el autor peca de humilde, pues celebra las contribuciones de Rozas sin aportar su propio «El desengaño barroco en las Rimas de Tomé de Burguillos», que es anterior a los artículos de Rozas pero que anticipa la mayor parte de las ideas de ellos y que debió de influir en Rozas. Pese a esta matización, «Imágenes sucesivas de Lope» es un artículo utilísimo. Pedraza pone de relieve la cambiante imagen del Fénix y explica y comenta la contribución de los críticos a esas facetas, actualizando con eficacia estas reflexiones con referencia a los estudios más actuales —sólo se echa de menos el impresionante trabajo de García Santo-Tomás, La creación del Fénix, de 2000.
3Los otros artículos de la colección participan de este acercamiento típico de Pedraza, que combina la atención crítica a ideas anteriores con la matización de esas ideas en base a las circunstancias de la carrera de Lope y al modo en que el propio escritor alteraba su propia imagen ante su público. «Las primeras ediciones de las Rimas de Lope de Vega, y sus circunstancias» (1995), nacido de la labor de editor de Pedraza, es un trabajo modélico, basado en un exhaustivo trabajo de ecdótica y en reflexiones sobre el contexto del autor. Relaciona, por ejemplo, las publicaciones lopescas de fin de siglo (Arcadia, La Dragontea, Isidro, Fiestas de Denia) con el cierre de los teatros y el deseo de Lope por crearse un nuevo público cultivado. Además, detalla el modo en que el Fénix, al que muchos críticos tienen por autor acomodaticio al servicio del sistema, se saltó los requisitos burocráticos de la época para publicar los anejos a La hermosura de Angélica y primera parte de las Rimas. Por su parte, «Lope, Lerma y su duque» (2005-2007), anteriormente comentado, vuelve al contexto del Fénix para detallar las relaciones de Lope con el Duque y con la nobleza, basándose en el Epistolario y en una serie de comedias del Fénix, cuyas circunstancias de redacción y representación detalla eruditamente Pedraza. «Las Rimas sacras y su trasfondo» (1999-2000) aplica un método semejante a la gran colección de lírica sacra de Lope, en el que es, en nuestra opinión, el mejor estudio jamás escrito sobre el libro. Pedraza matiza con un gran trabajo de comparación estilística y de ecdótica la opinión general de la crítica, que supone que las Rimas sacras son producto repentino de una crisis espiritual del autor. Pedraza demuestra que, al contrario, la producción sacra acompaña al Fénix durante toda su carrera, desde el comienzo (Los cinco misterios dolorosos) hasta el final (Rimas de Tomé de Burguillos). Además, al comparar las Rimas sacras con obras casi contemporáneas de Quevedo, el Heráclito cristiano y el Poema a Cristo resucitado, prueba que en ese periodo del reinado de Felipe III la piedad se había convertido en un valor social. De este modo, las Rimas sacras no tienen por qué proceder solamente de una crisis espiritual de Lope, sino que también responden a las necesidades de su carrera, que quería aprovechar el cursus honorum de la Iglesia. Pedraza explica esta dualidad de las Rimas sacras —producto tanto de crisis personal como de necesidad social— con una eficaz analogía: Lope sabía que el mejor poeta es un fingidor sincero, al modo del método Stanislavski. Esta perspectiva nos permite escaparnos de preguntas tendenciosas sobre si mentía o no Lope al mostrar su arrepentimiento y dedicación religiosas. Además, entre otro sinnúmero de valiosas contribuciones, cabe destacar de este artículo las reflexiones entorno al género del «cancionero lopesco», término acuñado por Pedraza para explicar el modo en que Lope adapta en sus grandes colecciones líricas el modelo petrarquista. Se trata de ideas que Pedraza ha obtenido de su cuidadoso análisis de las Rimas, y que aplicará posteriormente —en «“Que ya no he menester a la fortuna”», también incluido en Lope, genio y figura— a otros poemarios del Fénix.
4 La reflexión sobre el último Lope, centrada en la actitud de desengaño y en la liberación por el humor, nace del clásico «El desengaño barroco en las Rimas de Tomé de Burguillos», arriba comentado. Además, se extiende a «“Que ya no he menester a la fortuna”», que analiza los últimos poemarios del Fénix, y al revelador «La gatomaquia, parodia del teatro de Lope». Por último, Lope, genio y figura incluye una serie de artículos en los que Pedraza ejercita sus habilidades como filólogo clásico. Así, en «Hacia una edición de La Vega del Parnaso» revela las circunstancias editoriales de La Vega del Parnaso y su relación con la carrera literaria del autor. En «Algunos mecanismos y razones de la rescritura en Lope de Vega» analiza cómo Lope, impulsado por la imperiosa necesidad de escribir mucho para ganarse la vida, se vio impulsado a manejar un repertorio de fórmulas —estilísticas y temáticas— que Pedraza compara con las de los poetas épicos primitivos. Por último, en «Poemas de Lope en el ms. 4117 de la BNE» y en «Poemas de Lope de Vega en el ms. 3794 de la BNE» Pedraza presenta y analiza sus importantes descubrimientos lopescos en ciertos manuscritos de la Biblioteca Nacional.
5 En suma, Lope, genio y figura es una colección impresionante que debemos comparar, y favorablemente, con volúmenes clásicos sobre el Fénix como los de Entrambasaguas, Montesinos o Rozas. Ello se debe a la calidad y utilidad individual de los artículos, que son sólidos en su base científica, resultan placenteros de leer por su estilo, y se encuentran preñados de ideas innovadoras y profundas. Además, pese a ser una colección de artículos nacidos en diversos momentos y circunstancias, Lope, genio y figura no resulta fragmentario y se puede leer como una monografía, gracias a los esfuerzos de Pedraza por ordenar temáticamente los artículos-capítulos, y gracias a la unidad de metodología e intereses que presentan. Sólo en algunos de los artículos más antiguos, señaladamente en el por otra parte pionero «El desengaño barroco en las Rimas de Tomé de Burguillos» se encuentran algunas ideas un tanto datadas. Por ejemplo, las nociones entorno al Barroco resultan un tanto generales y muestran demasiado su deuda a Hauser; además, igualmente generalizador resulta el contraste de los efectos de las doctrinas calvinistas en el norte de Europa con los de la mentalidad católica en España. Solamente estos detalles, hijos de su tiempo —estamos hablando de un artículo que un joven hispanista escribió en 1977—, destacan de la excelencia general y de la habitual perspectiva crítica que Pedraza muestra ante las ideas preconcebidas, que es precisamente una de las constantes de Lope, genio y figura. Pese a este pequeño lunar, Lope, genio y figura se presenta como un clásico moderno, una joya, una colección indispensable para los lopistas en particular y para los interesados en el Siglo de Oro en general.
Para citar este artículo
Referencia en papel
Antonio Sánchez Jiménez, «Felipe B. Pedraza Jiménez, Lope de Vega, genio y figura. Granada, Universidad de Granada, 2008. 323 p.», Criticón, 103-104 | 2008, 358-361.
Referencia electrónica
Antonio Sánchez Jiménez, «Felipe B. Pedraza Jiménez, Lope de Vega, genio y figura. Granada, Universidad de Granada, 2008. 323 p.», Criticón [En línea], 103-104 | 2008, Publicado el 20 enero 2020, consultado el 05 diciembre 2024. URL: http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/criticon/12364; DOI: https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/criticon.12364
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