Benito Arias Montano, Sermones castellanos. Estudio, edición y notas por Valentín Núñez Rivera, Huelva, Universidad de Huelva, 2008, 171 p.
Benito Arias Montano, Sermones castellanos. Estudio, edición y notas por Valentín Núñez Rivera, Huelva, Universidad de Huelva, 171 p. (ISBN 978-84-96826-52-6; Bibliotheca Montaniana, 18.)
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1 La joven Universidad de Huelva se ha lucido y sigue luciéndose con el exitoso desarrollo de una colección rotulada Bibliotheca Montaniana (dirigen Luis Gómez Canseco y Fernando Navarro Antolín), que procura ser el cauce para el conocimiento y estudio de la obra y figura de Benito Arias Montano. El objetivo de esta colección es editar y traducir los escritos del egregio humanista, pero también acoger monografías y ensayos sobre esta figura tan esencial de la cultura española y europea.
2 La obra aquí reseñada es el número 18 de la colección (pero ya se anuncian otros dos volúmenes) y totaliza 171 páginas. La primera mitad (pp. 1-85) es un muy logrado estudio que presenta la obra concinatoria en castellano de Arias Montano, con sus características y el entorno cultural en el que fue elaborada. La segunda parte (pp. 87-171) consiste en la edición de los cuatro sermones castellanos de Arias Montano, hasta ahora nunca editados, y que han llegado hasta nosotros en una copia autógrafa de fray José de Sigüenza, conservada en el monasterio de El Escorial.
3El estudio introductorio arranca de una certera estrategia que consiste en poner en relación la obra concinatoria de Arias Montano con el resto de su producción, tanto latina como castellana, obra de la que Valentín Núñez tiene perfecto conocimiento. Interesan aquí principalmente los Rhetoricorum libri quattuor (1569), el Dictatum Christianum (1575) y también el De arcano sermone (1571), pero de manera general se pueden observar numerosas concomitancias entre estos cuatro sermones y todas las obras originales de Arias Montano. Se subraya acertadamente que «el eje sobre el que gravitan todos los conceptos consiste en el lenguaje arcano, piedra angular de la hermenéutica montiana». Se insiste también en la idea de que «estos cuatro sermones permiten llegar a comprender mejor aspectos de la profusa y compleja ideología de Arias Montano. Porque contienen en pequeño muchas de sus ideas y preocupaciones». A pesar de ocupar un espacio bastante breve en comparación con todo lo que escribió el humanista, estos cuatros sermones castellanos cobran indudable importancia en el conjunto de su obra.
4Apoyándose en precisos datos biográficos, tanto de Arias Montano como de fray José de Sigüenza, y aprovechando una amplia bibliografía, Valentín Núñez llega a situar entre 1585 y 1592 la confección y acaso la predicación de estos sermones. Para el estudio de la transmisión textual sigue el mismo hilo conductor y se aplican los mismos criterios. Cabe preguntarse si el P. Sigüenza hizo una mera copia de un autógrafo montiano o si intervino más o menos para dar una forma escrita definitiva a piezas oratorias no totalmente fijadas. Para proponer una respuesta, V. Núñez se adentra con adecuada prudencia en un acercamiento minucioso al texto de los sermones, tanto en la forma como en la doctrina. Cuatro láminas, que son un primor, reproducen sendos folios del manuscrito Ç.III.13 de El Escorial.
5El tercer apartado, dedicado al estudio de la doctrina y de la ideología de Arias Montano, empieza por un resumen sintético y un análisis global de los cuatro sermones, para centrarse sucesivamente en los dos sermones de Santos (San Pedro y Santo Tomás) y luego en los dos del temporal (Sexagésima y I° de Adviento). Se desarrolla en doce nutridas páginas un análisis que cala muy hondo. Los subtítulos que pone V. Núñez («San Pedro y Santo Tomás. Del hombre virtuoso al pecado colectivo» o «Palabra y justicia de Dios, “Brazos y semilla”» son indicios de su exigencia en la demostración de que «uno de los hechos más destacables en torno a los cuatro sermones consiste en presentar una serie de correspondencias y paralelismos, y a veces de contraposiciones, que permiten estructurarlos en un todo bastante coherente». El estudio se apoya en una extensa bibliografía. No sólo hay frecuentes referencias a otras obras de Arias Montano, sino también comparaciones con sermones de otros predicadores magnos del siglo xvi, com fray Luis de Granada o fray Alonso de Cabrera. Y los numerosos estudios críticos utilizados (incluso los más recientes) vienen a afianzar la pertinencia del estudio aquí desarrollado.
6El cuarto apartado estudia el officium del predicador según Arias Montano. Si es cierto que nunca escribió una retórica sagrada, en sentido estricto, no es menos verdad que muchos pasajes de su obra retórica por excelencia, los Rhetoricorum libri quattuor, se refieren al estatuto del predicador y al modus prædicandi y V. Núñez hace de ellos numerosas citaciones, que da en castellano en el cuerpo de su estudio pero con el texto latino a pie de página. Arias Montano queda así perfectamente situado en el panorama de los predicadores y retóricos del siglo xvi.
7Los tres apartados siguientes (25 páginas), precisamente, se dedican a estudiar cómo Arias Montano pone en obra las tres operaciones intrísecas de la retórica: inventio («Invención y fuentes: entre lo sagrado y lo profano» —o sea los autores clásicos), dispositio («Organización retórica de los sermones») y elocutio («Elocución y simbolismo. El lenguaje arcano»). Sin entrar en los detalles, se puede subrayar que Valentín Núñez hace gala de las mismas excelencias ya señaladas anteriormente: dominio del tema, rigor en el análisis, uso adecuado de una amplia bibliografía de fuentes y obras críticas. Además, interesantísimas láminas reproducen grabados acompañados por epigramas latinos de Arias Montano.
8 El último apartado («Biblismo y filología») cierra el círculo y vuelve al centro medular de la obra del gran humanista y biblista que fue Arias Montano.
9 Finalmente, se exponen en detalle los criterios que han prevalecido en la edición de los cuatro sermones y que siguen, en su mayor parte, la tradición de la crítica textual en cuanto a textos del Siglo de Oro, y particularmente en sermones, para proponer un texto «con toda la perfección posible».
10 La segunda mitad del libro, como dijimos, la ocupa la edición crítica y anotada de los cuatro sermones. Como queda dicho, el texto de Arias Montano ha llegado hasta nosotros por una copia manuscrita autógrafa del P. Sigüenza y se plantean varios problemas, ya que los sermones adolecen de bastantes imprecisiones. Digamos —vaya por delante— que la edición es un modelo de escrupulosidad y de honradez. Para restituir las omisiones de fonemas o partículas, palabras (muchas veces verbos), V. Núñez acude las más veces a la divinatio, señalando, eso sí, todas las intervenciones en nota, para que quede constancia de la manipulación realizada. Asimismo, el aparato positivo explicita o corrige los errores textuales, particularmente en los textos bíblicos, proponiendo, al lado de la transcripción montiana, el texto de la Vulgata. Todo ello en el nivel inferior de las páginas, debajo de las notas propiamente dichas, filológicas o explicativas, muy numerosas y que no pasan por alto ninguna dificultad de comprensión. Con atento respeto, V. Núñez proporciona a su lector los tesoros de erudición y de cultura que maneja con la más sencilla naturalidad. Los textos latinos vienen siempre acompañados por su traducción (menos cuando el propio Arias Montano lo hace en el cuerpo de sus sermones). Numerosas citas del De arcano sermone o a veces de los Rhetoricorum libri quattuor explicitan correspondientes pasajes de los sermones. Al final de la edición, un copioso índice de citas bíblicas (tanto de los pasajes citados por Arias Montano como de los aludidos pero no citados) será de gran utilidad para los futuros investigadores. Como ya se ha subrayado, la bibliografía utilizada y recopilada en las últimas páginas es amplísima. Decir que no es exhaustiva —lo que nunca llega a cumplirse— sería demostrar una detestable mala fe.
11 En resumen, este libro, pequeño por el tamaño y el número de páginas, es inmenso por los méritos y los servicios que podrá rendir a ulteriores investigadores interesados por el campo de la oratoria sagrada del Siglo de Oro que, afortunadamente, son cada vez más numerosos.
Para citar este artículo
Referencia en papel
Francis Cerdan, «Benito Arias Montano, Sermones castellanos. Estudio, edición y notas por Valentín Núñez Rivera, Huelva, Universidad de Huelva, 2008, 171 p.», Criticón, 103-104 | 2008, 343-345.
Referencia electrónica
Francis Cerdan, «Benito Arias Montano, Sermones castellanos. Estudio, edición y notas por Valentín Núñez Rivera, Huelva, Universidad de Huelva, 2008, 171 p.», Criticón [En línea], 103-104 | 2008, Publicado el 20 enero 2020, consultado el 05 diciembre 2024. URL: http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/criticon/12321; DOI: https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/criticon.12321
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