- 1 Agradezco al profesor Ignacio Arellano del GRISO el haberme proporcionado fotocopias de esta tesis (...)
1Darlo todo y no dar nada —una comedia palaciega, abundante en canciones, que trata el tema del triángulo amoroso entre Alejandro Magno, la bella Campaspe y el pintor Apeles— es una de las comedias menos estudiadas de Calderón. Sus problemas textuales sólo han sido abordados, de forma harto insatisfactoria1, por John Jacques Portera en su tesis doctoral. El estudio de su historia textual tiene un interés filológico más allá de la fijación del texto más fiable, ya que arroja luz sobre diversos aspectos más generales de la transmisión textual de las comedias de Calderón en el siglo xvii. Contribuye a explicar la génesis de la espuria Quinta parte de las Comedias de don Pedro Calderón de la Barca de 1677; despeja las dudas sobre la relación entre las dos ediciones de esta Quinta parte, fechadas ambas en 1677; y ofrece uno de los pocos ejemplos que quedan de una transmisión textual temprana por medio de una «suelta de lujo». Finalmente, puede contribuir a un mejor conocimiento de los medios y métodos de Juan de Vera Tassis en la edición póstuma de las comedias de Calderón.
2No se ha conservado el manuscrito original de Darlo todo y no dar nada, ni otros manuscritos tempranos. La edición más antigua que se ha conservado es la que figura en la Octava parte de Comedias nuevas escogidas de los mejores ingenios de España (Madrid, Andrés García de la Iglesia, 1657), que ofrece un texto tan corrupto como es habitual en este tipo de publicaciones. De este texto, al que me referiré en adelante como Escogidas, derivan al menos otros dos de manera directa. Uno, muy raro, fue publicado en 1668 en Viena con ocasión de una representación concreta en celebración del cumpleaños de la Reina Mariana de Austria. La edición incluye la loa y los entremeses correspondientes, y el conjunto lleva como título Triunfos del diciembre, por lo que me referiré a esta edición como Triunfos. El otro figura en las dos ediciones de la Quinta parte de Comedias de D. Pedro Calderón, ambas de 1677 e impresas —supuestamente— en Barcelona por Antonio La Cavallería y —con seguridad— en Madrid por Antonio de Zafra. Me referiré a estas ediciones como B («Barcelona») y M (Madrid), respectivamente.
3 No puede haber duda alguna de que el texto que de Darlo todo y no dar nada ofrece la Quinta parte en sus dos ediciones deriva del que recoge Escogidas, ya que es una copia a plana y renglón (es decir, que sigue no sólo el texto, sino también la composición de las páginas). Copias de este tipo no son infrecuentes en el mundo editorial del siglo xvii, ya que hacían mucho más fácil la compleja tarea de planificación de las planchas de impresión. De hecho, la segunda edición de la Quinta parte es, a su vez, una copia a plana y renglón de la primera. No es probable que mediara algún otro eslabón textual entre Escogidas y la Quinta parte, ya que las erratas de ésta respecto a aquélla no son muy numerosas.
- 2 Se refirió a ella en el prólogo a sus Autos sacramentales, alegóricos y historiales de 1677 como «u (...)
- 3 Wilson, 1955.
- 4 La relación entre ambos textos no deja de ser curiosa. En la Quinta parte, fueron interpolados unos (...)
4 La procedencia del texto de Darlo todo y no dar nada arroja cierta luz sobre la génesis de la Quinta parte, que fue desautorizada por Calderón2. Lo esperable es tal vez que los textos de las comedias incluidas en ella hubiesen sido proporcionados por individuos pertenecientes al mundo del teatro —actores, apuntadores, o quien fuere—, como tantas veces pasaba en las ediciones «hurtadas», y como bien puede haber sucedido en la preparación de Escogidas. Sin embargo, podemos estar seguros de que, al menos para Darlo todo y no dar nada, los responsables de la Quinta parte acudieron a un texto ya impreso. Cabe preguntarse si hicieron lo mismo para conseguir los textos de las otras comedias reunidas en su libro. De varias de éstas —La estatua de Prometeo, El jardín de Falerina y El Tuzaní de la Alpujarra (Amar después de la muerte)— no se ha conservado ninguna versión anterior, por lo que es imposible saber su origen, pero sí sabemos que acudieron a una lujosa edición suelta para Fieras afemina amor3, y he podido comprobar que Amado y aborrecido fue copiado, lo mismo que Darlo todo y no dar nada, de Comedias nuevas escogidas de 1657, en su mayor parte a plana y renglón4. Así que el texto de al menos tres comedias incluidas en la Quinta parte proceden de otras fuentes impresas.
- 5 Cotarelo, 1924, p. 336, n.; Moll, 1973; y Cruickshank, 1973.
- 6 «These corrections are more ambitious than are usually made by a compositor» (1973, p. 209).
5No sin razón, las dos ediciones de la Quinta parte, B y M, han sido miradas con recelo por los estudiosos, sobre todo B, cuyo frontispicio es sospechoso. Carece de la habitual mención del librero en cuya casa se vendía el libro; tiene una anomalía ortográfica en el nombre del impresor; y luce el mismo grabado que se usó en la primera edición del Quijote, 72 años antes, procedente de un taco que parece haber sido propiedad del impresor Mateo de Espinosa o del librero Juan de Calatayud y Montenegro, ambos de Madrid. Todo lo cual pone en entredicho el origen «barcelonés» del libro, y con ello también los otros datos que figuran. Emilio Cotarelo estaba convencido de que la edición de «Madrid» era anterior a la de «Barcelona» («Sobre esta de Madrid se hizo, como siempre, el plagio de Barcelona»), dando implícitamente por falsas en ésta las fechas indicadas en las aprobaciones y la suma de la tasa. En tiempos más recientes, la tendencia general ha sido dar por buenas estas fechas —que dan la anterioridad a la edición de «Barcelona»— pero por falso el lugar de impresión, atribuyéndola a un impresor madrileño o, según Don Cruickshank, a dos impresores madrileños trabajando juntos, siendo uno de ellos Melchor Sánchez5. No obstante, Cruickshank señaló al final de su estudio sobre la Quinta parte algunas variantes de M que, aunque pueden ser explicadas como correcciones realizadas sobre el texto de B, le resultaban mucho más ambiciosas de las que suele hacer un cajista6, arrojando así nuevas dudas sobre la anterioridad de B a M.
6Puedo confirmar que M tiene, frente a B, decenas de variantes textuales bastante convincentes, por lo que queda cierto grado de incertidumbre. ¿Se trata realmente en M de enmiendas realizadas sobre el texto de B, no exentas de sentido común pero sí de autoridad? O, al contrario, ¿es B, en realidad, una reedición de M, con más erratas, en cuyo caso las fechas que aparecen en los paratextos son falsas, como sospechaba Cotarelo en su día? La cuestión es relevante, ya que a veces son aceptables tanto la lectura de M como la de B, por lo que es importante establecer cuál de las dos variantes debe ser considerada en estos casos una mera errata carente de autoridad textual.
7Es ésta una cuestión que puede zanjar definitivamente el escrutinio del texto de Darlo todo y no dar nada, ya que es de prever que el texto de la primera edición de la Quinta parte estará más cerca de Escogidas que el de la segunda, mientras que las erratas que introduce aquélla tenderán a repetirse en ésta.
8El cotejo minucioso de los textos genera argumentos en ambos sentidos, pero todos los que podrían esgrimirse para sostener, en contradicción con la hipótesis vigente, que Escogidas deriva en M, y M degenera en B, admiten también una explicación como enmiendas realizadas en M sobre el texto de B. Un buen ejemplo es el siguiente fragmento, en el que Diógenes el Cínico, al ver a un soldado usar la mano para beber de una fuente, comprende que para beber no le hace falta su cantarilla de barro, y la rompe. El texto de Escogidas le atribuye estas palabras:
Con la mano al labio sirve
el cristal. Al fin es cierto,
que no ay loco de quien algo
no pueda aprender el cuerdo.
Pues si la naturaleza
me dio mas noble instrumento
que el deste barro, de quien
seruirme pueda, no quiero
ofenderla mas, pues basta
el agravio que la he hecho
en no saberlo hasta agora. (f. 2rb-2va)
9En B, los últimos tres versos rezan (las cursivas son mías):
ofenderla mas, pues basta
el agravio que la ha he hecho
en saberlo hasta aora. (f. 180ra)
10M está más cerca de Escogidas:
ofenderla mas, pues basta
el agravio que la he hecho
en no saberlo hasta aora. (f. 180ra)
11Es perfectamente posible que la mayor cercanía de M a Escogidas en estos versos se deba simplemente a una corrección de las pruebas M, enmendando dos erratas heredadas de B. La primera de estas enmiendas («la he» por «la ha he») corrige una errata obvia, y tal vez llama la atención del corrector a la otra errata, un poco menos evidente. El sentido del pasaje indica claramente que falta un «no» en el verso «en saberlo hasta aora», cuya hipometría da además una pista de que algo está mal en B. Algo similar se puede afirmar de las otras variantes que sólo comparten M y Escogidas: todas admiten una explicación como enmiendas sobre B, y ninguna de estas enmiendas excede en perspicacia al ejemplo citado, que marca más o menos el límite al que llegaba la perspicacia de los correctores de M.
12 Algunas de las variantes que, a diferencia de la citada, son compartidas por B y Escogidas pero no por M, serían más difíciles de explicar como enmiendas (de B sobre el texto de M, en este caso). En una escena de la jornada segunda, Diógenes le invita a Alejandro Magno a sentarse con él con las siguientes palabras, según M:
sentaos, que yo en esta peña
procurarè acomodaros. (f. 188rb)
13Escogidas y B coinciden en una versión distinta, sin que ninguna consideración métrica o de rima obligue a ello:
sentaos, que yo en esta peña
procurarè acomodarme. (f. 188rb)
14En 182ra de la Quinta parte, Alejandro, quejándose del retrato que le ha hecho Timantes, exclama según M:
Infame exemplo
de este retrato à que nadie
diga à su Rey sus defectos
15La frase puede ser leída como una exclamación, ya que la omisión del signo correspondiente no era nada raro en los textos de la época; o como un imperativo («Infame ejemplo dé...»); pero resulta más coherente la variante de B, que coincide con Escogidas en dar «da» en vez de «de».
Infame exemplo
da este retrato, a que nadie
diga a su Rey sus defectos
16Estos ejemplos, y otros que se podrían añadir, admiten tal vez diversas explicaciones, o al menos una sombra de duda; pero hay dos variantes que pueden servir para zanjar la cuestión, demostrando de una vez por todas que M desciende de B y no al revés. Una es una simple errata de Escogidas, repetida en B pero no en M: un soldado se refiere a los personajes Estatira y Siroés como «Estatira y Siroés es» (Escogidas, 12ra; B 189va); en M, sus palabras son enmendadas —difícilmente cabe otra explicación— como «Estatira y Siroés». Todavía más concluyente es el caso siguiente. En un momento de la tercera jornada, Campaspe interrumpe a Estatira del siguiente modo, según Escogidas:
Estat.
Pues ya me visteis
y si no tratais de iros.
Camp.
No señora hagas empeño
por mi, que de mi delito
la razon me pondrà en saluo. (Escogidas, f. 25rb)
17Un editor moderno introduciría puntos suspensivos después de «iros», pero por lo demás el texto resulta plenamente aceptable. Salvo unas mínimas diferencias de puntuación y ortografía (saluo / salvo) y una errata en el tercer verso, B da el mismo texto:
Estat.
Pues yà me visteis
y si no tratais de iros.
Camp.
No señora, no hagas empeño
por mi, que de mi delito
la razon me pondrà en salvo. (f. 202vb)
18La errata del tercer verso no figura en M, que en este sentido está más cerca de Escogidas; pero ello carece de relevancia al lado del hecho de que el segundo verso aparece en M sustituido por otro, acaso para evitar el incómodo hiato entre «de» e «iros», o simplemente porque no se entendió cómo había de leerse el verso; el resultado fue este (la cursiva es mía):
Estat.
Pues yà me visteis:
y assi, disponed el iros.
Camp.
No señora, no hagas empeño
por mi, que de mi delito
la razon me pondrà en salvo. (f. 202vb)
19Ni por errata azarosa ni por capricho acertado resulta imaginable que el hipotético editor de B, trabajando sobre M, pudiera haber sustituido «y assi disponed el iros» —verso plenamente aceptable en el contexto— por «y si no tratais de iros», restaurando sin proponérselo la lectura exacta de Escogidas. Es sencillamente inconcebible. El hecho constituye lo que considero una prueba textual irrebatible de la relación entre las dos ediciones de la Quinta parte. Confirma los muchos indicios que ya se habían acumulado, estableciendo la anterioridad de B, y explicando la ligera superioridad textual M como resultado de una tímida labor de enmienda en el taller de su impresor Antonio de Zafra.
- 7 Reichenberger, 1979, I, p. 203.
- 8 Quiero aprovechar la oportunidad de agradecer a la señora Sommer-Mathis su amable intervención. Las (...)
20Deriva asimismo de Escogidas el texto publicado en ocasión de una representación en Viena en 1667 ó 1668. Se trata de una edición muy rara, de cierto interés bibliográfico, por lo que conviene detenernos primero en algunos de sus aspectos físicos. Señalemos primero que no se han localizado ejemplares en las dos instituciones donde los ubica el Manual bibliográfico calderoniano de Kurt y Roswitha Reichenberger7: la Hispanic Society de Nueva York y la Biblioteca Nacional de Austria. Felizmente, la profesora Andrea Sommer-Mathis de la Österreichische Akademie der Wissenschaften me ha indicado la existencia de lo que acaso es el único ejemplar conservado, que se encuentra en Eslovenia, en la SemeniÒka KnjiÂnica Ljubljana (signatura AE 3915), y del que me ha proporcionado fotocopias8.
21 Se trata —por lo que se puede deducir sin haber examinado el original— de una edición muy suntuosa, sin otra paginación o foliación que las signaturas a pie de página. Limito su descripción bibliográfica al frontispicio:
TRIVNFOS ı DEL DICIEMBRE, ı En la Felicidad de numerarse entre los suyos, ı EL DIA DE AÑOS ı DE LA SERENISSIMA ı REYNA DE ESPAÑA, ı DOÑA ı [inicial ornamental:] MARIANA ı DE AUSTRIA, ı Celebrados ı DE LOS AUGUSTISSIMOS ı EMPERADOR, Y EMPERATRIZ ı DE ROMANOS ı [inicial ornamental:] LEOPOLDO, ı Y ı [inicial ornamental:] MARGARITA, ı En una Comedia Eſpañola, con que los festejan. ı En Viena, en la Emprenta de Mateo Cosmerovio Impresor ı de Corte, Año de 1668.
4º A-Dd4 Ee-Ee3 111 pp. sin num. Sin titulillos.
22Contiene, sucesivamente:
- un Argumento de la comedia de Darlo todo, y no dar nada (folios A2r-A4v)
- las nóminas de personajes de la loa, de la comedia y de los entremeses, respectivamente (Interlocutores del prologo; Interlocutores de la comedia; Interlocutores de los entremeses: Br-Bv)
- una loa circunstancial, de autoría desconocida y escasa calidad literaria, en la que los dioses romanos celebran las letras del nombre de Mariana (Loa en música, o prólogo de la Comedia, Entremeses, y Bailetes, de que se compone la Fiesta: B2r-C2r)
- la primera jornada —llamada «acto»— de la comedia (Comedia famosa, Darlo todo, y no dar nada, Acto I: C3r-Kr)
- un entremés de Tirso de Molina (Los alcaldes Entremés famoso. Primera parte: K2r-L4r)
- el «acto» segundo (Acto II: Mr-T2v)
- otro entremés de Tirso (Los alcaldes Entremés famoso. Segunda parte. T3r-V4r)
- el «acto» tercero (Acto III: Xr-Ee3r)
23Aunque contiene, como se ve, no sólo el texto de la comedia, sino el de todas las obras que conformaron la «fiesta», cabe definir esta edición como una «suelta», para distinguirla de las colecciones de comedias adocenadas. Pero hay que precisar que, en un aspecto importante, es radicalmente diferente de lo que solemos entender por una «suelta»: lejos de pretender sacar la comedia al mercado en el formato más económico posible, el impresor se esmeró en producir un librito muy bello, con un tipo grande, el texto a una sola columna, y sobre todo, una ornamentación espléndida. Habrá que definirlo como una «suelta lujosa» o, suponiendo que fuera impreso para ser repartido entre los asistentes a la fiesta, como una «suelta palaciega». En la misma categoría podría entrar la suelta de Fieras afemina amor estudiada por Wilson9, y cabe preguntarse si no se imprimieron de modo similar los textos de otras representaciones palaciegas.
24Podemos establecer con bastante exactitud cómo se compuso el texto de Triunfos. Se hizo, en grandes líneas, sobre Escogidas, no a plana y renglón —como en la Quinta parte—, pero sí con el cajista trabajando directamente desde un ejemplar del libro. Este hecho es fácil de comprobar a base de unas cuantas erratas compartidas que no pueden ser explicadas postulando otra vía de transmisión textual. Hay, por ejemplo, lugares del texto de Triunfos donde falta el espacio entre dos palabras, y casi siempre aparece el mismo desliz en Escogidas: «meholgare» (Escogidas, f. 17rb; Triunfos, f. Q4r) en vez de «me holgare»; «meha ofrecido» (Escogidas, f. 18ra; Triunfos, f. R3r) en vez de «me ha ofrecido». Triunfos sigue una errata evidente de Escogidas en H1r («Pue no», por «Que no» o «Pues no») y también en M1v («inconeniente» por «inconveniente»). En muchos lugares, el corrector de Triunfos mejoró la puntuación, pero hay lugares donde se adopta una puntuación absurda idéntica a la de Escogidas, como la coma en «Serà para mi de grande, / lisonja» (Triunfos, f. I4v; Escogidas, f. 9va). A menudo (aunque no siempre), Triunfos sigue sin necesidad alguna las formas abreviadas que en Escogidas sirven para que el verso quepa en el renglón:
No vengas à hazerles pruebas
De que quieren, ò que estiman,
Que no ay que estimē ni quierā (Triunfos, f. N3r; Escogidas, f. 11vb)
25Nótese que, en ambos textos, en el segundo verso se usan las formas completas («quieren», «estiman»), mientras en el tercero se abrevian: por falta de espacio en Escogidas, pero sin necesidad alguna en Triunfos.
26 Estos ejemplos dejan muy claro que el cajista de Triunfos siguió visualmente el texto impreso de Escogidas (que por lo tanto no le fue dictado). No obstante, modificó diversos aspectos del texto. Empleó la «u» y la «v» con un criterio más cercano al actual, por ejemplo, y empezó cada verso con mayúscula, apartándose de la norma vigente en España y creándose un problema de falta de tipos¸ que le obligó a emplear a menudo una minúscula o una versalita para la «Q» mayúscula (acaso su caja estaba pensada para textos en alemán, muy pobres en esta letra). Lo más interesante es que llevó a cabo enmiendas textuales, que son de tres tipos básicos: enmiendas de versos largos o cortos; enmiendas para dar sentido a pasajes considerados incomprensibles; y, en al menos una ocasión, añadidura de un verso para completar una estrofa defectuosa. Esto último sugiere que las enmiendas fueron realizadas por el cajista (aunque sin duda a instancia ajena), y no por el corrector, ya que añadir un verso sobre las pruebas hubiera significado que el texto ya no cabría en la página, por lo que ésta y todas las siguientes tendrían que ser compuestas de nuevo.
27Podemos concluir con cierta seguridad que el cajista que compuso Triunfos del diciembre trabajó con un ejemplar de Escogidas provisto de enmiendas manuales o de señales marginales que remitían a una lista de enmiendas. Debe de haber recibido asimismo una serie de instrucciones complementarias, no sólo para decisiones tipográficas como la de empezar cada verso con mayúscula, sino también, por ejemplo, para que insertara en sus respectivos lugares el resumen, la loa, los entremeses y las listas de personajes.
28Las enmiendas fueron realizadas con toda probabilidad por el propio «autor de comedias» u otra persona vinculada a la compañía de teatro que representó la obra. Es fácil de imaginar cómo, al topar con versos defectuosos o con pasajes que a los propios actores les resultaban incomprensibles, enmendaran el texto sobre la marcha. Quien lo hizo tenía sin duda un buen sentido de la medida del verso, porque en este ámbito, se le escaparon muy pocas. Suplió el verso que faltaba a una redondilla coja, pero no hizo lo mismo en los romances. En cuanto a las enmiendas motivadas por el sentido del texto, se trata a menudo de un tipo de erratas que, si bien son difíciles de percibir en una imprenta —durante la composición y corrección de Escogidas, por ejemplo—, son fáciles de detectar al ensayar la obra. Así, resulta comprensible que un cajista o corrector, trabajando verso por verso, no se percatara de incongruencia alguna en estos versos:
desde que vi su retrato,
de amor viuo, y de amor muero (Escogidas, f. 4ra)
29Sólo al proseguir la lectura, se percibe que «viuo» es un adjetivo, por lo que «muero» debe ser enmendado como «muerto», como se hizo en Triunfos:
Dese que vì su retrato,
De amor viuo, y de amor muerto
quedè a su vista (f. E4r)
30De entrada, las variantes que ofrece Triunfos frente a Escogidas carecen de autoridad en el mismo grado que las de la Quinta parte. Pero mientras éstas son, en el mejor de los casos, enmiendas pequeñas de erratas obvias, las de Triunfos son más ambiciosas y mejoran casi siempre el texto. Sería absurdo rechazarlas de antemano por no proceder del propio autor, ya que parece razonable partir de que se respeta más la «voluntad del autor» enmendando discretamente los versos y estrofas corruptos que dejándolos tal cual. Si no disponemos de un texto más fiable de la obra, habrá que tener muy en cuenta las enmiendas de Triunfos.
31El único candidato serio para ofrecer ese texto más fiable es la Séptima parte de Comedias (1683) editada por Juan de Vera Tassis y Villarroel, que no hemos examinado aún y que llamaremos VT. El texto que ofrece comparte al menos 75 variantes textuales con Triunfos, pero ello no puede deberse a que Vera Tassis manejara la edición vienesa. VT coincide en las enmiendas más sencillas de ésta, e incluso en algunas que no lo son tanto; pero no en las más ambiciosas. Así, por un lado, en ambos textos, la bella Campaspe es una «montaraz belleza» (VT 351b; Triunfos M2r), frente a la evidente errata «montaña belleza» en otros testimonios tempranos; pero cuando se trata, por ejemplo, de un verso entero, necesario para completar lo que en Escogidas y la Quinta parte es una redondilla coja, VT se aparta de Triunfos. En Escogidas, el pasaje reza así:
no ignoro
que si a mi hermana, y a mi
prisioneras nos tratara
Real sangre nuestra, no assi
sus soldados se atreuieran
a profanar desleales
el respeto a estos vmbrales (Escogidas, f. 6vb)
32Triunfos completa la estofa coja así:
no ignoro
Que si à mi hermana, y à mi
Prisioneras nos tratara
Segun se deve à la clara
Real sangre nuestra, no assì
Sus soldados se atrevieran
A profanar desleales
El respeto à estos umbrales (Triunfos, f. G4v)
33En la edición de Vera Tassis, coinciden la rima y la idea que transmite el verso, pero no su formulación exacta:
no ignoro,
que si a mi hermana, y a mi
prisioneras nos tratàra
conforme à la ilustre, y clara
Real sangre nuestra, no assi
sus Soldados se atreuieran
a profanar desleales
el respeto à estos vmbrales (VT, p. 345a)
34Hay casos similares que llevan a la misma conclusión. También hay que señalar que VT da la misma nómina de personajes que Escogidas, mientras el principal de los designados como «soldados» es concretado en Triunfos como «un capitán». Si Vera Tassis hubiera trabajado sobre Triunfos, su texto coincidiría en estos detalles, por lo que tal hipótesis puede ser descartada.
35No deriva tampoco de M, ya que en el verso arriba citado que tan claramente distingue M de Escogidas y B, Vera Tassis coincide con éstos últimos («y si no tratais de iros», p. 378b). En algunos detalles, está más cerca de B que de Escogidas, pero se trata siempre de erratas tan obvias en Escogidas que cualquier editor medianamente atento las podría haber enmendado por su cuenta.
- 10 Wilson (1955) dio pruebas bastante convincentes de que Vera Tassis hizo su edición sobre el texto d (...)
- 11 Greer, 1986, pp. 190-191.
- 12 Coenen, 2006, pp. 252-256.
- 13 Baso esta hipótesis en el cotejo de la edición de Arellano (1981) con la de Cruickshank y Page (198 (...)
36Sabemos con bastante seguridad que Vera Tassis recurrió a B para el texto de algunas de las comedias que editó, como Fieras afemina amor10 y La estatua de Prometeo11, incluidas ambas en su Sexta parte de 1683; pero no fue siempre así. Hay razones para creer que hizo caso omiso de B para Amar después de la muerte, incluida en su Novena parte de 1691 y probablemente hecha sobre un texto hoy perdido12. Todo indica que, para su edición de No hay burlas con el amor —incluida en la Verdadera quinta parte de 1682—, empezó trabajando sobre B y descubrió tarde, ya bien entrada la jornada tercera, que existía un texto más completo en la Parte cuarenta y dos de comedias de diferentes autores (1650), del que empezó a incorporar versos a partir de ese punto13. Me consta que en su edición de Amado y aborrecido figuran tiradas de decenas de versos que no están en B, lo cual asimismo sugiere que tuviera acceso a un texto más fiable. Habrá que ver qué hizo en el caso de Darlo todo y no dar nada: trabajar sobre el texto que le ofrecía B (o Escogidas: tanto monta), realizando las enmiendas que consideraba oportunas; o trabajar sobre un texto mejor, hoy perdido, lo cual prestaría una autoridad superior a las variantes.
37Me inclino a pensar lo último. Por supuesto, el hecho en sí de que el texto publicado por Vera Tassis es indiscutiblemente más satisfactorio que los otros testimonios conservados de la época no basta para justificar tal conclusión. En decenas de casos, los defectos métricos de Escogidas o de la Quinta parte ya alertan sobre la corrupción del texto, por lo que la mayor calidad de VT podría ser explicada satisfactoriamente como el resultado de una labor muy hábil de enmienda sobre cualquiera de estos textos viciados, corrigiendo versos amétricos, supliendo versos exigidos por la rima y aprovechando la oportunidad para dar sentido a pasajes ininteligibles. Es sabido que a Vera Tassis no le faltaba discernimiento para llevar a buen puerto tal empresa, y ya hemos visto que muchas de sus variantes también están en Triunfos, donde seguramente se trata de enmiendas realizadas sobre Escogidas.
38El hecho es que VT ofrece también una serie de variantes patentemente superiores que no están justificadas por defecto métrico alguno. Así, nada más empezar la obra, Alejandro Magno da la siguiente orden, según B:
Haga el exercito alto
en estos campos amenos,
a vista de arenas Griegas,
patria de ciencias, y ingenios. (f. 178va)
39Métricamente, no hay problema alguno, y el sentido parece claro, si leemos «arenas griegas» como sinécdoque por «Grecia». En Triunfos, el texto dice lo mismo. Pero el texto de Vera Tassis resulta decididamente más convincente:
Haga el Exercito alto
en estos campos amenos,
à vista de Atenas, Griega
patria de ciencias, y ingenios. (p. 333b)
40Efectivamente, ¿qué dramaturgo digno de tal nombre habría desaprovechado esta oportunidad para deslizar en su texto una indicación precisa del lugar de acción? Por lo demás, es fácil de imaginar cómo estos versos degeneraran en la versión de Escogidas y sus derivados.
41En otro momento de la obra, el gracioso Chichón acude a los gritos de Apeles diciéndose a sí mismo, según B:
Si no me engañan los ojos,
àzia aqui su voz he oìdo (f. 203rb)
42Tal vez la referencia al «engaño a los ojos», tan característicamente barroca, no choque mucho; tal vez el lector acepte fácilmente como mera sinestesia la expresión de una percepción auditiva —oír una voz— en términos oculares —el engaño a los ojos—; pero resulta mucho más congruente y convincente la variante de VT:
Si no me engañan los ecos,
àzia aquí la voz he oido (p. 380a)
43Son, en efecto, los ecos, no los ojos, los que desorientan. De nuevo, la lección de VT es más satisfactoria, y si es una enmienda, no deja de ser admirable, sobre todo teniendo en cuenta que pertenece a un proyecto de editar, no una comedia, sino más de cien comedias en menos de una década. Si bien tales variantes textuales no pueden ser consideradas pruebas concluyentes de que Vera Tassis tuvo a su disposición un testimonio diferente a los que hoy conservamos, despiertan, cuanto menos, esa sospecha. Ésta se ve fuertemente apoyada por la inclusión en su texto de una tirada de cuatro versos que no es exigida ni por la forma ni por el contenido, y que difícilmente puede ser explicada como una enmienda suya. Constituye una mera amplificatio del tema desarrollado en el discurso en cuestión, al que no añade nada sustancial. En B, leemos:
De quando acà fue el amor
prenda para enagenada?
de quando acà el alvedrio
de vn dueño a otro dueño passa?
Es joya la inclinacion?
Es la voluntad alhaja? (f. 206va)
44La versión de Vera Tassis reza:
De quando acà fue el amor
prenda para enagenada?
de quando acà el aluedrio
de vn dueño a otro dueño passa?
es inquilino el afecto,
para andar mudando casas,
vezino ayer de vna gloria,
y huésped oy de vna infamia?
Es joya la inclinacion?
es la voluntad alhaja? (p. 386a)
- 14 Hesse, 1941, pp. 286-299.
- 15 En un pasaje de Origen, pérdida y restauración de la Virgen del Sagrario, un personaje comenta que (...)
45¿Es una prueba decisiva de que Vera Tassis tuvo a su disposición un texto mejor que los que ofrecía la rama textual que va desde Escogidas a la Quinta parte? Los calderonistas más hostiles a Vera Tassis —y hay quien lo es mucho— considerarán que se trata de una intervención «arbitraria» más del salmantino. Sabemos, en efecto, que Vera Tassis sobrepasaba a veces los límites de lo que hoy consideraríamos enmiendas válidas; pero la verdad es que, a pesar del mucho trabajo realizado en las últimas décadas, seguimos sin tener una imagen del todo clara de cuáles eran sus límites a la hora de intervenir en los textos que editaba. Everett W. Hesse, en su tesis doctoral Vera Tassis’ Text of Calderón’s Plays, llenó muchas páginas con versos supuestamente añadidos caprichosamente por Vera en sus ediciones de las primeras cuatro Partes de las comedias de Calderón14. Sin embargo, casi todos ellos proceden de la Cuarta parte, en cuya primera edición (1672), que es la que consultó Hesse para su cotejo, no figuran, mientras sí figuran en la edición revisada de 1674, que es la que manejó Vera Tassis para su reedición de 1688. Es decir que casi todos los versos que Hesse creía añadidos por Vera Tassis son en realidad atribuibles a Calderón. En cuanto a los restantes ejemplos citados por Hesse, sólo hay uno que es indiscutiblemente una interpolación de Vera Tassis15, y ninguno es de índole meramente retórica.
- 16 Shergold y Varey, 1982, documentos 57 y 84.
46Así que la interpolación de una amplificatio como la citada, cuya función en el texto no es otra que la de desarrollar la metáfora del «inquilino», no parece cuadrar con las costumbres editoriales de Vera Tassis, por lo que resulta más plausible que ya figurara en el texto que manejó. Y hay otro indicio más de que trabajó sobre un texto distinto del publicado en Escogidas, B o M. Muchas de las comedias de Calderón que fueron representadas a los reyes en palacio llevan en las ediciones impresas una referencia a ese hecho en el encabezamiento del texto, como la que efectivamente figura en la Séptima parte de Vera Tassis, que da como título completo: La gran comedia Darlo todo, y no dar nada. Fiesta que se representò à sus Magestades en el Salon de su Real Palacio. Si Vera hubiese trabajado sobre Escogidas o la Quinta parte, en las que falta por completo una alusión de este tipo, no se entiende de dónde pudo haber sacado el dato de la representación ante sus majestades. La referencia no puede ser a unas representaciones en palacio que eran todavía recientes —las de 1681 y 168416—, ya que llevaban como título Apeles y Campaspe, por lo que cabe pensar que el texto que manejó era el del estreno en 1651 (también en celebración del cumpleaños de Mariana de Austria, por cierto).
- 17 Véase la edición crítica de Ángel Martínez Blasco (1995).
- 18 Véase el estudio textual y el aparato de variantes de su edición (2000).
47Sugerí antes que pueden haber existido más sueltas de lujo como Triunfos del diciembre o la suelta de Fieras afemina amor estudiada por Wilson. Tal vez el texto manejado por Vera Tassis fuera una de ellas, en cuyo caso habrían existido dos sueltas palaciegas distintas de la misma comedia, ambas impresas para celebrar el cumpleaños de la reina: una en 1651, y otra en 1668. Es una hipótesis seductora, puesto que podría explicar la transmisión textual de otras muchas comedias de Calderón que sólo en los tomos de Vera Tassis y sus derivados figuran como «fiesta que se representó a Sus Majestades». Un ejemplo muy claro es la comedia Las manos blancas no ofenden, que Vera Tassis tilda asimismo de «Fiesta que se representó a sus Majestades en el Salón de su Real Palacio» y que en su Octava parte incluye cientos de versos que no figuran en ningún testimonio que no derive del suyo17. La misma hipótesis cuadraría bien con el panorama textual de Basta callar —otra fiesta para sus majestades, según Vera Tassis—, tal como ha sido estudiado por Margaret Rich Greer18. También puede ser que, en vez de sueltas palaciegas, lo que tuvo Vera Tassis fueron los manuscritos de las propias compañías. Sea cierto lo uno o lo otro, la edición de estas comedias hoy conlleva cierto grado de especulación sobre el grado de fiabilidad del texto manejado por él, y sobre la medida en que intervino innecesariamente el «mayor amigo» de Calderón que decía ser Juan de Vera Tassis.