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Latinismos, palabras patrimoniales y soluciones perifrásticas en la práctica traductora de finales del siglo xv: el caso de Alfonso de Palencia

Susanna Allés Torrent
p. 215

Résumés

Cet article analyse l’emploi des latinismes, des mots patrimoniaux et des solutions périphrastiques dans le domaine de la traduction du latin au castillan au cours du xve siècle, en offrant des exemples concrets à partir de la pratique traductrice d’Alfonso de Palencia. Une des caractéristiques de cette époque est la pénétration des latinismes, par le biais de l’italien ou en provenance directe du latin, et les traductions en sont une voie d’entrée privilégiée. Cependant, les traducteurs castillans s’efforcent également d’adapter le concept latin à la réalité castillane, en offrant une quantité considérable de mots patrimoniaux et de recours expressifs qui sont préférés aux termes savants. Enfin, un autre mécanisme fréquent est celui des solutions périphrastiques, dont on devrait chercher les causes dans le désir d’éviter les latinismes ou devant l’absence du mot castillan équivalent.

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Notes de l’auteur

Trabajo realizado en el marco del proyecto de investigación «Informatización del Glossarium Mediae Latinitatis Cataloniae (7)» (FFI2012-38077-C02-00), subproyecto «Ampliación y desarrollo de la base de datos Corpus Documentale Latinum Cataloniae (CODOLCAT)» (FFI2012-38077-C02-01), sufragado por el Ministerio Español de Economía y Competitividad

Texte intégral

1El siglo xv hispánico presenta múltiples aspectos interesantes en el marco de la historia de la traducción, no solo por la gran cantidad y variedad de autores traducidos, sino también por los métodos utilizados; así, un campo sumamente rico para la gramática histórica y a su vez cargado de connotaciones culturales es la adopción, en mayor o menor medida, de estructuras y conceptos latinizantes en perjuicio de aquellas patrimoniales o castellanizantes. Es de sobra sabido que este período, que algunos han llamado «período clasicizante español» (Russell 1978: 211) o «período de clasicismo vernáculo» (Morrás 1994: 37), tiende a sobrevalorar el uso de latinismos tanto en la sintaxis y en el estilo, como en la construcción de neologismos y en algunos aspectos morfológicos.

  • 1 Las biografías que hemos utilizado para nuestro análisis se hallan en una única edición: Plutarco (...)

2El objetivo de este artículo es analizar en qué medida los textos traducidos del latín al castellano implican una mayor o menor inclinación por los cultismos y otras tendencias latinizantes como mecanismo lingüístico de traducción a finales del siglo xv. Concretamente, el análisis que aquí presento se ha centrado en la figura de Alfonso de Palencia, quien fuera cronista de Enrique IV y posteriormente de los Reyes Católicos, y su traducción del latín al castellano de algunas biografías escritas por humanistas italianos1. Ello, claro está, debe valorarse en el conjunto de los traductores de la misma época, o al menos algo anteriores o algo posteriores, como Juan de Mena, Alfonso de Cartagena, Alfonso de Madrigal «el Tostado», entre algunos otros.

  • 2 Algunos son los trabajos relativos al estilo latinizante de las traducciones de esta época, véase (...)

3En un primer momento, abordaré los latinismos y tendencias latinizantes más destacadas; a continuación, trataré algunos casos significativos en que, evitando el latinismo, el autor opta por el uso de palabras patrimoniales o casticismos y por tendencias «castellanizantes»; finalmente, dedicaré una sección a las soluciones perifrásticas, en un sentido algo amplio, a modo de triple recurso traductológico. Limitaré mis observaciones a los niveles léxico-semánticos y a algunas cuestiones morfológicas, mientras que dejaré a un lado, y para otra ocasión, los niveles sintácticos y retórico-estilísticos2. Obviamente, para ello, me he apoyado en las obras lexicográficas tanto coetáneas al momento estudiado (como el Universal vocabulario del mismo Palencia o los diccionarios de Antonio de Nebrija), como a los consuetudinarios instrumentos lexicográficos y de lingüística diacrónica actuales.

4A modo de justificación preliminar, recodaré que la lengua literaria castellana de esta época tiene a sus espaldas una fase de creación y de desarrollo, y ha superado ya la inestabilidad tanto de las formas gráficas como de las expresiones léxicas, aunque no completamente. Ello implica que, aun habiendo sido ya establecidas ciertas reglas y patrones, determinados autores se inclinen por la innovación lingüística, introduciendo nuevos préstamos. Justamente, una de las características de esta época es la penetración de cultismos, ya sea directamente del latín o, como sugería Arce (1982: 50), por vía italiana. En este ámbito, las traducciones representan una vía directa o una motivación indirecta en la introducción de cultismos que tienen como objetivo el de enriquecer el acervo léxico castellano. Pero no es esta una tendencia uniforme y generalizada, pues, los autores castellanos, en especial modo al traducir, ponen también un esmero particular en adaptar el concepto latino a la realidad castellana, dando lugar a casos sumamente interesantes y elocuentes; esto se refleja en una cantidad considerable de palabras patrimoniales y recursos expresivos castizos que son preferidos a los términos cultos. Asimismo, otro mecanismo frecuente es el uso de las soluciones perifrásticas, un fenómeno en consonancia con la tendencia a la amplificatio uerborum de las lenguas románicas, cuyas causas quizás deban buscarse en el afán por evitar latinismos o ante la ausencia de la palabra castellana equivalente.

5Veamos pues las tendencias y usos lingüísticos que he podido constatar en algunas de las traducciones del latín al castellano durante esta época.

I. Los latinismos

  • 3 Véase también sobre los cultismos, para un estudio general, la monografía Clavería Nadal (1991); (...)

6La traducciones, pues, son un canal principal de la penetración de cultismos, especialmente –y por obvias razones– aquellas procedentes de textos latinos a lenguas romances; y ello, como indica Rafael Cano en su Historia de la lengua española, «no es hecho ajeno a otros períodos de la Edad Media, pero en este y especialmente en el siglo xv acaba por convertirse en una característica propia» (Cano 2005: 535)3.

7Pero el influjo del latín no se refleja solo –como es sabido- en el campo léxico, sino también a nivel sintáctico y morfológico. Especialmente a propósito del primer caso, el que concierne a la sintaxis (véase nota 3), se ha recordado numerosas veces el famoso juicio de Nebrija al definir la cacosyntheton o «dura composición de palabras»:

Cacosínteton es cuando hacemos dura composición, como Juan de Mena: «A la moderna volviendo me rueda», porque la buena orden es «volviéndome a la rueda moderna»; en esto erró mucho don Enrique de Villena, no solo en la interpretación de Virgilio, donde mucho usó de esta figura, mas aun en otros lugares donde no tuvo tal necesidad, como en algunas cartas mensajeras, diciendo: «Una vuestra recibí letra», porque, aunque el griego y latín sufra tal composición, el castellano no la puede sufrir, no más que lo que dijo en el segundo de la Eneida: «Pues levántate, caro padre, y sobre míos cabalga hombros», y llámase cacosínteton, que quiere decir mala composición. (Nebrija 1492: 219)

8Nebrija no hacía más que resaltar lo que es obvio para cualquier hablante, pues: «Entre algunas partes de la oración hay cierta orden casi natural y muy conforme a la razón» (Nebrija 1492: 205). Pero esta tendencia más frecuente a principios del cuatrocientos, justamente en autores como Mena o Villena, se vio suavizada especialmente a partir de los años cincuenta, quizás –y digo solo quizás– influida por las nuevas ideas traductoras de Leonardo Bruni. Así las cosas, autores como Alfonso de Cartagena rechazan ya la dislocación extrema de los elementos de la frase o de las propias proposiciones, y abogan por seguir, en cambio, el fluir de la lengua materna (Cartagena 2003: 46).

9En general, el método de autores como Alfonso de Palencia, Cartagena o el Tostado, se basa en una traducción que, salvo fuerza mayor, sigue el texto latino intentando reflejar grosso modo las estructuras sintácticas, aunque recurriendo a giros y construcciones más naturales en castellano. Esta característica los aleja tanto de las prácticas traductoras medievales ya mencionadas como de las versiones libres. Lejos de la amplificatio no menos que de la abbreviato, pues, en su método prima siempre la esencia y la estructura del texto original, aunque evitando construcciones fuertemente latinizantes: prolexis excesivas, hipérbaton, posición a la latina de los adjetivos o construcciones algo violentas para la lengua castellana (Cano 2005: 536; Quilis 1987: 219). Una práctica, en definitiva, que deja a un lado el método verbum ad verbum, para equilibrar fidelidad a la lengua latina y eficacia en la lengua de llegada; aunque ello supusiese recorrer a alteraciones sintácticas, tales como simplificaciones sintácticas, desdoblamientos verbales o fusiones verbales, amplificaciones o añadidos a modo de breves glosas. Al mismo tiempo que moderaba –aunque no eliminaba– el uso a veces forzado de ablativos absolutos y oraciones de infinitivo.

10Vayamos ahora al foco de interés en el ámbito semántico: el léxico. La cantidad de latinismos en las traducciones latinas es en general abundante, especialmente en aquellas procedentes de obras de autores clásicos o de tradición clásica, aunque –como he dicho– el deseo sea siempre el de optar por una lengua que suene ante todo natural al oído de un hablante castellano, tal y como apuntaba años más tarde el ya citado Nebrija. En el caso de Alfonso de Palencia y el corpus analizado, se confirma el alto uso de latinismos; si una palabra debe ser traducida, Palencia intenta en línea general mantener la palabra romance más cercana formalmente al étimo latino. En la siguiente lista pueden apreciarse un serie de latinismos mantenidos por el traductor, donde el asterisco indica un uso precedente:

  • 4 J. J. Bustos Tovar recoge el término «interpretar» y «interpretator», pero no «intérprete» (Busto (...)

abismo; affinidad; aliança; alteración; altercación; ambición; bélico; calumnia*; çervizes; colligir; compelido; conción; concitar, controversia*; contumaçia; convalecer; decrecer; defuncto*; deliberación; deprimir; detractor; diferir; dignidad*; dilaçión; diligençia; discordia*; discrepançia; emulación; estudio*; excelencia; excelente; exhortar; expelir; experimentado; fabricar; facundia; héroe; honestar; humanidad*; ímpeto; impetrar*; importuno; increpar, incurrir; incursión; indignar; infamia; infancia*; inferior; ingenio*; inhumanidad; inhumano; innovar; innumerable, inquirir; insignia; instar; instruyr; intelectivo; intérprete4; introduzir; intricado; inventar; inventor; investigación; invincible; invisible; inxerir; liberalidad; lustro; monumento* (como ‘sepulcro’); neglicencia*; observancia; obstinatión; oprimir; pertinacia; perturbar*; plebe; pompa; preferir; progenie; prole; prolixidad*; puericia; recusar redemir*; redundar; resumir; revocar*; sapiente; sapiença*; seno; sexo; soluto; suasión; temperançia; triunfar; urbano; vehemencia; verisímile; vicio*; vigiliancia; vituperar; ydóneo; zelo.

11Algunos de estos sustantivos –aquellos marcados con asterisco– deben ser tomados con cautela, en función del contexto y del significado, pues Bustos Tovar (1974) los recoge ya en su glosario de cultismos; sin embargo, de la praxis palentina debemos suponer que algunos eran sentidos todavía como cultismos al no corresponder a una traducción sistemática. Así, por ejemplo, «calumnia» es traducido con mayor frecuencia por «achaque» y, especialmente, por «accusación»; «controuersia», además de corresponder a su homógrafo castellano, es traducido en múltiples ocasiones como «pleito» y «debate»; «sapientia» tiene su correspondiente más divulgado en «sabidoría», y no en «sapiença», calcado de su étimo; o «uitium», en fin, es traducido, además de «vicio», por «tacha».

12Con todo, valdrá la pena señalar que «afinidad», «aliança» y «concitar» no aparecen en el dme, ni se recogen en el dcech; «altercación» es documentado por primera vez en el dcech en Sánchez de Arévalo (Suma, 1454); mientras que «bélico» es usado ya hacia 1440 por Mena y Santillana; «compelido», está documentado en Enrique de Villena, Pero Díaz de Toledo y Diego de Valera (dcech); para «deprimir», el corde ofrece cuatro ocurrencias entre 1400 y 1495, dos de las cuales pertenecen al Universal Vocabulario de Palencia, una vez en Juan de Mena (Homero romançado, 1442) y otra a un anónimo; «impetrar» es un latinismo usado por A. de Cartagena, el Conde de Haros, Nebrija, entre otros; «innovar» es un latinismo usado solo, según el corde, por Fray Hernando de Talavera (1487). En cambio, palabras como «héroe», «intérprete», «preferir», «sexo» tienen justamente como primera documentación el Universal Vocabulario de Palencia (dcech); de ahí, pues, la relevancia del estudio lexicográfico de sus traducciones como indicadores de innovación y tendencias lingüísticas.

13Al elenco, ciertamente, cabría añadir una serie de cultismos que Palencia decide mantener en su traducción por designar categorías del mundo antiguo. Así, por ejemplo, encontramos una serie de palabras de origen griego («astrólogo», «basílica», «economía», «eunuco», «geómetra», «gymnasio», «héroe», ya mencionado, «nympha», «peripatético», «rhetor», «theatro», «tyrano», «tyranía», «zelo»); otras procedentes del léxico militar o de cargos políticos romanos que son respetados con especial cuidado («censor», «centuria», «colega», «colonia», «colono», «cónsul», «dictador», «edicto», «edil», «edilidad», «foro», «lictor», «patricio», «plebe», «pompa», «pretor», «pretorio», «pretura», «purpurado», «questor», «quirite», «segur», «toga», «tribo», «tribunal», «tribunicio», «tribuno», «tributo», «triunfal», «triunfo», «vigilia»); además de otras relativas al ámbito prosódico y métrico, como «cláusula», «dáctilo», «grammática», «iambo», «tríbaco», «trocheo». En algunas ocasiones, Palencia trata de títulos de obras, como «dos libros De la economía» (VA) o «la Disciplina de Cyro o infancia que se nombra pedia» (VP); o citas de una autoridad, como en el caso de san Agustín, donde mantiene «ánima … intelectiva» (VP), de Aristóteles, al hablar de su «lógica» (VA), o de Epicuro y los «áthomos» (VP). Los casos de nombres propios (Fabio Máximo o Carlomagno) se explican por sí mismos.

14Esta tendencia se confirma también en el tratamiento de determinados sintagmas y en algunas estructuras verbales, donde la voluntad de fidelidad impone, a veces, traducciones algo latinizantes. En muchos de estos casos, Palencia hubiera podido optar por alguna expresión algo más natural al hablante castellano y en cambio fuerza el traslado dándole un claro tono latinizante:

redimeret quandam dignitatem > redemir alguna mejor dignidad (VA); anuli digitos honestabant > honestavan sus dedos los anillos (VA); apud Amyntam > çerca de Amynta (‘en casa de’) (VA); continuatio diligentiaque doctrinae > continuaçión y diligençia de doctrina (VA); continuato studio > estudio continuado (VA); fidem non faciunt > no fazen fe (VA); incredibilem suauitatem et copiam > increyble suavidad y copia (VA); regem creauere > criar otro rey; resumere uires > resumir fuerças (VC); solutae orationes copia ornatusque > solutas oraçiones y la copia y ornato (VA); menti occurrint > occurriendo a la memoria (VH)

15En conjunto, se trata de un número considerable de latinismos relativos tanto a vocablos como a expresiones, que evidencian una voluntad de enriquecer el acervo castellano. En aquellos casos en que puede conservar el étimo latino, Palencia no duda en hacerlo e intenta recabar del latín los elementos léxicos adaptándolos a la forma romance. No es, de todos modos, un uso abusivo y queda muy lejos de la tendencia erudita y latinizante de la primera mitad del siglo xv que mencionábamos anteriormente.

16No quisiera pasar por alto –aunque solo de manera sumaria en esta sede– una serie de aspectos morfológicos que ayudan en gran medida a caracterizar la lengua del siglo xv siempre en relación con los paradigmas del latín, lengua que servía de modelo, especialmente en los círculos más ilustrados. En este sentido son especialmente interesantes el uso de sustantivos abstractos, por lo general siempre mantenidos, y sobre todo el comportamiento de los adjetivos, caracterizado todavía por el rechazo del prefijo «in-», la adopción del sufijo «-al», y la reticencia de las formas sintéticas de los grados del adjetivo. Veamos con más detalle estas tendencias.

a. El sustantivo

17Palencia acoge, por lo general, los sustantivos abstractos, como puede observarse a continuación en esta escueta lista:

absencia, abstinençia, adversidad, agudez, ambición, astucia, benignidad, benivolencia, bienquerencia, brevedad, claridad, cobdicia, confiança, conjuraçción, consolación, contención, continencia, contrariedad, controversia, contumaçia, çercanía, delectación, delgadez, desidia, determinación, envejecimiento, facultad, familiaridad, ferocidad, flaqueza, gradescimiento, gravedad, imitación, incursión, indignación, ligereza, longura, mansedumbre, observancia, pequeñez, pérdida, ponimiento, poquedad, potencia, principalidad, razonamiento, redondez, rompimiento, servilidad, similitud, solicitud, sotileza, suplicación, tardança, terneza, transpassamiento, vencimiento.

18Pocas son las veces en que decide substituir el término por un sustantivo concreto, como en «largitione» > «dádivas» (VA). De hecho, la presencia de los abstractos puede proceder de adverbios, adjetivos o verbos latinos: «laeta atque hilari fronte» > «fruente llena de alegría y de plazer» (VS); «nimis asperasentencia» > «sentencia … demasiada en aspereza» (VS).

19Aunque no faltan casos de traducción de abstractos a través de expansiones en formas verbales o construcciones adjetivales, justificables seguramente por la naturaleza sintética del latín frente a la tendencia analítica de las lenguas romances. He aquí algunos ejemplos:

defensionem primo aggressus est > y primero emprendió de se defender (VA); ante obitum > ante que muriesse (VA); Aristotilis obitu ueneni suspitio > la sospecha que Aristóteles muriesse enpoçoñado (VA); in historicum celebratione > en el honor que los históricos conceden (VP); de filioli eruditione consultanti > tomava consejo … cómo enseñaría a un su fijuelo (VP); eloquio Platoni quidem impar > en razonar con todo no egual a Platón (VP); opem et auxilium ferret > quisiese favorecer y ayduar (VC); in reditu suo > en volviendo (VH)
 
rei indignitate > por el negocio tan indigno (VC); summa uigebat asperitas hyemis > la yvernada era súmamente áspera (VH); potentia atque opibus longe primos > más principales y más poderosos y ricos (VH); Caeperat primum laetitia omnium animos > Los ánimos de todos primero fueron muy alegres (VS).

b. El adjetivo

20En el caso de los adjetivos observamos dos claras tendencias ya evidenciadas por muchos historiadores de la lengua, es decir, la reticencia al uso del prefijo privativo en «in y al uso de las formas analíticas del grado del adjetivo.

21b.1. Adjetivos con prefijo privativo «iny adjetivos con sufijo «-al»

22Los autores sienten como un cultismo el recurso a adjetivos con el prefijo privativo «in-», que en su mayoría convierten en formas analíticas, recurriendo a variadas soluciones. Este era todavía un fenómeno habitual durante el siglo xv; por ejemplo, Alfonso de Cartagena, en la traducción del Pro Marcelo, solo conserva las formas «increíble», «injusto», «inmortal», mientras que todas las demás son resueltas de manera diferente. Así, por norma general, entre las soluciones más frecuentes podemos detectar los siguientes mecanismos (Cartagena 2003: 40-41; Bruni 2004: 60-61, 75):

el uso de la lítote, es decir, a través de la negación del adjetivo en grado positivo, como por ejemplo: «immaturi» > «no maduros» (VA); «imparem» > «no egual» (VA); «non infimus» > «no abatido» (VP); «peritum et imperitum» > «el enseñado y el no enseñado» (VP).
 
el recurso al sintagma precedido de la preposición «sin»: «incognitum» > «sin aver d’él conoscimiento» (VA); «inultum» > «sin pena» (VP); «inconsulto collega» > «sin lo consultar con su compañero» (VH); «integram» > «sin violación» (VS).
 
el cambio del prefijo «in-» por el más usual «des-», mucho más afincado en castellano: «inhonestam» > «desonesta» (VP); «immodestias» > «destemprados» (VP); «incompositos» > «desordenados» (VH); «incaute» > «desacordadamente» (VH); «ingratam» > «desagradable» (VP).
 
el uso de otras soluciones perifrásticas, al no poder subsanar la falta de su correspondiente en castellano: «nihil inexplicabilius cogitari potest» > «ninguna otra podría menos aclararse» (VA); «incorrupta» > «que no se corrompan» (VP); «incontinenti» > «ombre salido de seso» (VP); «uirumillesum» > «aqueste varón libre de todo peligro y daño» (VP); «intempestiuius» > «más fuera de tiempo» (VH); «incautos» > «los que d’esto no temieran» (VH); «imprudentes atque inopinantes» > «que d’esto estavan descuydados» (VH); «impigre» > «con ardideza» (VS)

  • 5 Me refiero a casos como «non ignarus» > «sabidor d’esto» (VP); «iniquo animo» > «mal ánimo» (VC); (...)

23En otras ocasiones opta por su pura y simple eliminación, ya sea transformando la eventual forma de lítote positiva, ya sea buscando soluciones léxicas alternativas5. Con todo, cabe recordar que el léxico castellano había aclimatado ya algunos vocablos con el privativo «in-», que ya no pueden considerarse propiamente latinismos. Tal es el caso de «inmortales», «invisible», «increýble», «indigna», «innumerables», «inçierta»; aunque en algunos otros la carga de cultismo se notaba todavía («inútiles», «importuno», «incomunicable», «incompuesta», «inhumanidad», «invincible», «incomparable»).

24En fin, habituales son ya, en cambio, los adjetivos con el sufijo -al, de clara matriz latinizante, pero frecuentes en la prosa culta y la poesía del xv; en la mayoría de los casos recogidos en nuestro corpus se trata de formas que conservan el étimo latino presente en el original, como en los siguientes ejemplos: «capital»; «corporales»; «divinal»; «eternal»; «humanal»; «inmortal»; «judicial»; «leal»; «mortal»; «natural»; «naval»; «principal»; «raçional»; «real»; «triumphal»; «universal».

25b.2. Los grados del adjetivo

  • 6 En el Universal Vocabulario aparece: «Posteri. después nasçidos que han de ser menores» (f.374v); (...)

26Palencia recurre por norma general a las formas analíticas para reflejar todos los grados del adjetivo, tanto del comparativo como del superlativo. En el primer caso, para la superioridad usa la fórmula tradicional «más + adjetivo en grado positivo», del tipo «factus doctor» > «fecho ya más enseñado» (VP); «attentiores» > «más attentas» (VP); «turpiores» > «más feas» (VP); evitando –salvo pocas excepciones, como «maius» > «mayor» (VC)– la forma sintética latina: «posteriores» > «los que después suçedieron» (VP); «senior» > «el más viejo» (VP) 6, aunque a veces recurre a soluciones adverbiales que permiten matizar la cantidad: «naso paulo eminentiore» > «de nariz algund tanto alta» (VC).

  • 7 Esta tendencia se confirma más visiblemente en una primera época: Cartagena, en el Pro Marcelo, n (...)
  • 8 Mayoritarios son, pues, los casos del tipo «certissima» > «muy çierta» (VA); «amarissimis» «muy (...)

27Muy en particular, en el caso del superlativo –estudiado con atención por Margherita Morreale–, la forma sintética era sentida como un latinismo forzado7, y Palencia se adapta al uso castellano sin excepciones recurriendo siempre a la forma «muy + adjetivo en grado positivo»8. Y lo mismo cabe decir de los superlativos orgánicos que presentan la mayoría de las veces una solución analítica:

optimi > muy buenos (VA); praecipuo > muy prinçipal (VP); maximus > muy grande (VP, 49.2) (VC); eximius > muy excelente (VP); superior > muy ventajoso (VC); quanta maxima celeritate potest > con la mayor presteza que pudo ser (VC)

28En este grupo son solo excepción, por razones obvias, los nombre propios del tipo «Fabio Máximo», presente en la Vita Hannibalis; pero, en línea general, su aversión está todavía tan arraigada que, en algunos casos, decide incluso optar por la supresión de la forma superlativa en cuestión:

curiosissimus fuit > fue curioso (VA); fortunatam et amplissimam patriam > patria bienaventurada y poderosa (VP); multis ac maximis priuilegiis > con muy grandes privilegios (VC); clarissimum > tan notable y mentado (VC); locupletissimo regno > reyno tan rico y tan bastado (VC)

II. Los casticismos

  • 9 He aquí un pequeño muestrario extraído de cada una de las biografías analizadas: «summa «soberan (...)

29Palencia no es, en efecto, ni mucho menos, un partidario de la transliteración lingüística ni del calco estructural de la lengua latina; antes bien, se esfuerza por adaptar el concepto latino a la realidad castellana y ello se refleja en una multitud de palabras patrimoniales y recursos expresivos castizos usados en detrimento del étimo latino9.

30Este tipo de adaptaciones que privilegian el término más popularmente divulgado se aplica incluso a conceptos astronómicos o filosóficos, como por ejemplo:

«Lucifer» > «luzero» (VP); «logycae siue physicae siue ethicae» > «la lógica, o a lo natural o a las costumbres» (VA).

31Hay casos más llamativos en los que Palencia ha evitado claramente el latinismo por ser todavía demasiado inusual, tales como

«futurus-a-um» «avenidero»; «celeber, celebris» > «honrado»; «maximus-a-um» > «soberano»; «optimus-a-um» > «virtuoso»; «proximus-a-us» > «çercano»; «intimus-a-um» > «entrañable»; y otros como: «habitatores» > «moradores») y «habito, habitare, habitaui, habitatus» > «morar», «infantia-ae» > «niñez», «amarus-a-um» > «lastimero» o «uenenum-i» > «ponçoña».

32Asimismo, en la traducción de algunos sintagmas Palencia intenta trasladarlos utilizando adaptaciones con expresiones aclimatadas en romance:

amarissimis sane verbis > con muy lastimeras palabras (VA); parua minutaque > pequeñas menuderías (VA); humanum genus > el humanal linaje (VA); doctissimorum hominum > de hombres muy enseñados (VA); stulti atque insipidi > de loco o de desabrido (VA); corporis uitia > tachas del cuerpo (VA); pro arbitrio > segund su alvedrío (VA); doctos uiros > enseñados varones (VA); scaturit uerbis > salen bullendo las palabras (VA); Platoni mens erat > Platón tenía gana (VP); quieto esse animo poterat > pudo sosegar su ánimo (VP); omni ratione subducta > considerándolo todo por razón y echada cuenta (VH)

33Este recurso le sirve incluso para evitar cultismos no excesivamente marcados, como «docto». De todas formas, en casos así se detecta una actitud oscilante y, de hecho, en una misma pareja de palabras puede adoptar opciones diferentes, ora acogiendo el latinismo, ora rechazándolo y decidiéndose por un casticismo:

fragilia atque incerta > flacas e inçiertas (VA); persapiens et cautum > muy sabio y cauteloso (VA); contrarietas aut dissentio > contrariedad o differençia (VA); uaria et incerta > variable y no çierta (VA)

34Causa de esta fluctuación es sin duda el estado de la lengua, todavía sin fronteras claramente marcadas, sobre todo en la formación de los sustantivos abstractos, como demuestran estos ejemplos:

abondante / abondoso; agudez / agudeza; amicicia / amistad; bienquerencia / bienquerer; cabeça / cabeçera / cabeçal; crueza / crueldad; cura / cuydado; curar / cuydar; delectable / deteytable; deleyte / delectación; divino / divinal; fin / final; fuego / incendio / quema; humano / humanal; judicial / judiciario; lidiador / lidiante; magnificado / magnífico; miedo / pavor; magnificado / magnífico; mandado / mandamiento; modio / moyo; oyente / oydor; olvidança / olvido; ornamento / ornato; perdimiento /péridida; sabidor / sapiente, sabidoría / sapiença; tormenta / tempestad; tristeza / tristor, servilidad / servidumbre; uso /usança; semejança /similitud; successor / sucediente; vencimiento /victoria.

35En algunos casos la alternancia responde a la elección del étimo clásico o el castizo (ej. miedo / pavor), pero en su mayoría corresponden al estado de la lengua. Son, en suma, opciones variadas que dependen a veces del contexto, de la voluntad didáctica del traductor, de cuestiones culturales o estilísticas, pero que, sobre todo, evidencian el anhelo de mantener un equilibrio evitando soluciones forzadas sin por ello empobrecer el léxico.

III. Soluciones perifrásticas

36Una tercera estrategia a la hora de traducir es el uso de sintagmas o soluciones perifrásticas, es decir, aquellos casos en que el traductor ha traducido un solo concepto a través de un sintagma o una solución perifrástica. Así, en este grupo, podemos incluir, por un lado, los ya conocidos binomios o ditologías, por el otro, los desarrollos perifrásticos de términos que no gozaban de un equivalente exacto en la lengua romance.

a. Desdoblamientos léxicos

  • 10 La clasificación de los tipos de desdoblamientos ha sido objeto de diversas propuestas, pero ning (...)

37Un procedimiento muy empleado en las traducciones romances lo constituye el desdoblamiento y la creación de ditologías o geminaciones, recurso habitual en el siglo xv que refleja, en el fondo, un cierto tipo de indecisión a la hora de traducir determinados términos latinos. Palencia, concretamente, lo utiliza de forma moderada y nunca automática. La casuística examinada revela algunas constantes significativas en las técnicas empleadas, que en esta ocasión solo enumeraré escuetamente pues merecerán un estudio ulterior. Ante todo, sobresale el recurso a construcciones binarias (copulativas o disyuntivas), motivado por el deseo de reflejar matices no reducibles a un solo término; otras veces, por la voluntad de incorporar de forma suave algún latinismo en ausencia de equivalentes satisfactorios, pero en todos estos casos la decisión del traductor depende inevitablemente del contexto10.

38Un primer grupo lo constituyen las ditologías, derivadas de la necesidad de acompañar latinismos por su correspondiente explicitación. Así lo hace Palencia cuando yuxtapone al término original un vocablo castellano de significado próximo, bien en forma de endíadis coordinada o disyuntiva (con valor explicativo) o de una breve perífrasis:

basilicam > la basílica o esglesia (VC); collega > collega o compañero (VH); concione > conçión o razonamiento público (VS); eunuco > eunuco o castrado (VC); figuram > figura o effigie (VC); fortitudine > en fortaleza y en robustidad de cuerpo (VC); lucum > luco o selva sagrada (VH); magno > Grande o Magno [consecuentemente traduce: magnitudine > grandeza] (VC); promontorium > promontorio o punta (VS); quirites > quirites o çibdadanos romanos (VS); satellite > satélite o ombre de la guarda (VC).

39Otro grupo numeroso lo constituyen los dobletes ocasionados por latinismos. La causa de estas ditologías es la presencia de un concepto desconocido en la cultura castellana, que exige una distinción semántica, merced a parejas sinonímicas. Ello se produce sobre todo cuando el vocablo latino debe ser desambiguado en el contexto o contiene matices que corresponden en castellano a palabras diferentes:

acie > alas o puntas (VH); acritas > agudeza y de ingenio (VA); colentes > honrando y adorando (VC); cornu > alas o puntas (VH); diuina ope > favor y ayuda divinal (VC); fortia facta > fazañas fuertes y notables (VC); in fines hostium > a las fronteras y términos de los enemigos (VC); insignem cladem > una grande y señalada pérdida (VC); obtrectatores > detractores o reprehensores (VS); opes > riquezas o favores (VC); opes > poderío y riquezas (VC); oram > costa o ribera (VH); sobolem > fijos y fijas (VC); stimulus > pungimiento o aguijón (VH); tueri > amparar y defender (VC); tumultus > ruydos o temores (VH); uenationibus > las monterías y caças (VC); uicus > barrio o pequeño pueblo (VH).

40En otros casos no podemos descartar que la elección de Palencia responda a razones retóricas o expresivas, ya sea para conferir a la lengua castellana mayor fuerza ya sea por preferir la forma más castiza, o por simple automatismo, como por ejemplo en «deuictam» > «soiugada o vençida» (VS); «ornatior … classem» > «flota … más aparejada o más adornada» (VS); «seuerissimo» > «muy severo o grave» (VS). En cualquier caso, son pocos los casos de dobletes redundantes propios del estilo medieval: «clarisimum» > «notable y mentado» (VC); «in locupletissimo regno» > «en un reyno tan rico y tan bastado» (VC).

41Abundantes son, en cambio, también los topónimos duplicados por su correspondiente nombre moderno, explicables fácilmente por la voluntad de aclaración del dato geográfico:

agrum Ticinum > campo de Ticino o de Pavía (VC); Bisantium > Bysancio o Constantinopoli (VC); Pannonias > Panonias o tierras de Ungría (VC); Istre > Istro o Danubio (VH); punicum imperium > imperio púnico o cartaginés (VH); Druentia > El río Druencia o Durença (VH)

42Aunque a veces son sustituidos sin más por su correspondiente moderno o más conocido, como en los casos de «Hetruria» > «Toscana» o «Gallia > «Francia» (VC); y así también sucede, en consecuencia, con sus habitantes: «Franci» > «franceses» (VC); si bien, en este último caso, mantiene, en la medida de lo posible, la denominación antigua: «Galliae Citeriori» > «la Galia de aquende de los Alpes» (VC).

b. Las soluciones perifrásticas

43Un mecanismo muy frecuente en la traducción palentina –como he señalado– es el de la solución perifrástica, un fenómeno que se encuadra en el de la amplificatio uerborum de la misma lengua romance, pero que a su vez responde al deseo de ofrecer una lengua de llegada fluida y más natural. En los siguientes ejemplos, se pueden observar, de un lado, algunos sustantivos y adjetivos (incluyendo también participios pasados pasivos sentidos como adjetivos y por lo general resueltos en oración de relativo); del otro, los verbos y las perífrasis verbales, todos ellos traducidos de forma perifrástica:

indole > natural inclinaçión (VA) (VP); turba > compañía grande (VA); profugus > que estava fuydo (VA); dementis > ombre salido de seso (VP); impetus > arremetida ayrada (VP); mimographi > escritor de los actos de los momos (VP); indigenae > los naturales de aquella tierra (VP); ritus > costumbres cerimoniales (VP); posteriores > los que después suçedieron (VP); heroe peruetusto > héroe de linaje de los dioses muy antiguo (VP); rumor > espessa nueva (VP); pugiles > los que probaban fuerças (VP); athletarum spectacula > los que lidiaban (VP); mercenarii > guerreros soldados (VH); expugnatio > toma forçosa (VH); perfidiam > quebrantamiento de la fe (VH); uxorem > muger legítima (VH); indulgentiam > dulçe perdón (VS)
 
amauit > tovo tanto amor (VA); constat > han por cierto (VA); abhorrent > son ajenos (VA); absoluam > demos conclusión (VP); instigaretur > era apassionado (VP); conciliaret > poner en amistad (VP); uociferarentur > daban bozes (VC); iactaret > dizía con jactancia (VC); superauit > fue ventajoso (VH); adulari > dizen lisonjas (VH); suspicabatur > tenía sospecha (VS)

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  • 12 De hecho, «copia» aparece en múltiples ocasiones en nuestro corpus; «facilidad» se encuentra reco (...)

44Los casos reseñados apuntan al deseo –o a la necesidad– de clarificar conceptos en función del contexto. Ello afecta especialmente a determinados sustantivos latinos, cuyo simple calco habría resultado oscuro o, al menos, no lo suficientemente descriptivo: «indole», «turba», «profugus», «praeceptore», «impetus», «peruetusto», «salubritate», «lasciuiam»11, y con mayor razón, en «mimographi», «tonsuram», «uatibus», «indigenas», «ritus», «ludi pugilum». En otros casos, las perífrasis desarrollan, haciéndolo más explícito, el concepto evocado por el vocablo latino (aunque bien pudiera adoptarse su derivado etimológico castellano, como en «copiam», «facilitas», «posteriores»)12. En el caso de los verbos, en cambio, las perífrasis parecen responder más bien al deseo de precisar matices contextuales, cuando su ámbito semántico parece algo abierto o ambiguo (ej. «amauit» > «tovo tanto amor», «eminet > «tenía soberanía», «constat» > «han por çierto», «regnauit» > «posseyó el reyno»). Hallamos, en fin, formas latinas cuyo calco o bien no había sido aún adoptado por el castellano o era infrecuente: «uociferarentur» > «daban bozes», iactaret» > «dizía con jactançia», «superauit» > «fue ventajoso», «absoluam» > «demos conclusión», «instigaretur» > «era apassionado», «conciliaret» > «poner en amistad», aunque estos tres últimos («absolver», «instigar» y «conciliar») sean verbos ya atestiguados a partir de la segunda mitad del siglo xv.

Conclusiones

45El análisis minucioso de las traducciones y la práctica traductora ofrece datos interesantísimos para el estudio de la gramática histórica; así, la constatación del mayor o menor grado de conservación de los étimos latinos a través de sus resultados romances da lugar a la posibilidad de categorización de una serie de latinismos que enriquecen la lengua literaria: algunos como ya afincados; otros en proceso de consolidación; y otros, en fin, considerados como neologismos. Los latinismos parecen ser un termómetro de las tendencias lingüísticas, de la consolidación y de los neologismos de la lengua de esta época. En el caso de Palencia, concretamente, creo que es especialmente relevante el estudio de sus traducciones, pues en algunos casos constituyen el detonante innovador en el enriquecimiento del acervo lingüístico castellano; como hemos visto, algunos primeros usos son documentados justamente en sus obras ya sea gracias a sus obras lexicográficas, traducciones o obras originales.

46Paralelamente a la tendencia y al uso prolijo de latinismos, he querido señalar que la adopción de cultismos parece convivir equilibradamente con la predilección en muchos casos de las palabras patrimoniales y en la búsqueda de expresiones más acomodadas en la lengua vulgar. Un caso paradigmático – como he puesto de manifiesto – son las fluctuaciones entre el término culto y el patrimonial (del tipo «miedo»/«pavor»).

47En fin, las traducciones de términos latinos a través de soluciones perifrásticas parecen ser una tercera técnica que no siempre ha de achacarse a la naturaleza sintética o analítica que diferencian el latín de la lengua romance, sino a la voluntad de ofrecer una lengua que suene natural y, sobre todo, de clarificar el concepto al lector, aun a riesgo de ofrecer no ya una traducción del término sino más bien una definición.

48Se trata, en definitiva, de un primer intento de sistematización de tendencias lingüísticas sobre las que tendremos ocasión de volver y de confrontar más a fondo con otras prácticas traductoras de la época, pero que ofrecen ya un punto de partida para análisis ulteriores.

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Notes

1 Las biografías que hemos utilizado para nuestro análisis se hallan en una única edición: Plutarco, Vidas paralelas, trad. Alfonso de Palencia, Sevilla, Cuatro compañeros alemanes, 1491. Más concretamente, se trata de la Vita Aristotelis de Leonardo Bruni (VA), la Vita Platonis de Guarino Veronese (VP), la Vita Carlorimagni (VC) y las Vitae Hannibalis et Scipionis de Donato Acciaiuoli (VH) (VS) (entre paréntesis las siglas empleadas de ahora en adelante). En Allés Torrent (2012) ofrezco los textos y un estudio de conjunto sobre la labor como traductor de Alfonso de Palencia.

2 Algunos son los trabajos relativos al estilo latinizante de las traducciones de esta época, véase por ejemplo Lida de Malkiel (1950); Morreale (1955a); Morrás (1994).

3 Véase también sobre los cultismos, para un estudio general, la monografía Clavería Nadal (1991); así también, aunque restringido a los años 1140-1252, Bustos Tovar (1974), con un glosario de términos en p. 305-736, y su contribución posterior, dedicada a los latinismos del Primer Renacimiento (siglo XVI), Bustos Tovar (1982), especialmente el «Glosario de cultismos», en p. 29-38. Para el caso concreto de Alfonso de Cartagena, me remito a los trabajos de María Morrás, especialmente Morrás (1994).

4 J. J. Bustos Tovar recoge el término «interpretar» y «interpretator», pero no «intérprete» (Bustos Tovar 1974: 518).

5 Me refiero a casos como «non ignarus» > «sabidor d’esto» (VP); «iniquo animo» > «mal ánimo» (VC); «inmodicam dominandi licentiam» > «demasiada licencia del señorear» (VC); «ingentibus» > «muy grandes» (VC); «incommoda» > «trabajos» (VH); «minimam … mentionem» > «pequeñita mención» (VP).

6 En el Universal Vocabulario aparece: «Posteri. después nasçidos que han de ser menores» (f.374v); «Posterius. mas tarde en el segundo logar» (f.374v); «Seniores. por mayores: mas ançianos: e principales en autoridad: e que en el regimiento floreçen conseiando» (f. 446r).

7 Esta tendencia se confirma más visiblemente en una primera época: Cartagena, en el Pro Marcelo, no conserva ningún superlativo sintético (Cartagena 2003: 41); el traductor de la versión manuscrita del Isgogicon moralis tampoco conserva ninguna de las quince existentes en su texto (Bruni 2004: 59). Por el contrario, ya en los años noventa, se constata una creciente tendencia al uso de este tipo de superlativo, como sucede con el traductor de la versión impresa del Isagogicon (1496): «rem maximam» > «una cosa grandíssima», «gravissima» > «gravissimas», pero permanece todavía como un procedimiento menos usado (Bruni 2004: p. 74; este dato es confirmado por la otra editora, Jiménez San Cristóbal 2010: 452); véase, además, las observaciones a propósito de este tema en Mazzocchi/Pintacuda (2001: 462); y, como he señalado en Morreale (1955b).

8 Mayoritarios son, pues, los casos del tipo «certissima» > «muy çierta» (VA); «amarissimis» > «muy lastimeras» (VA); «praestantissimo» > «tan prinçipal» (VA); «occultissima» > «muy escondidas» (VA); «celeberimo» > «muy honrado» (VA).

9 He aquí un pequeño muestrario extraído de cada una de las biografías analizadas: «summa > «soberana (VA); «educatus eruditusque» > «criado y enseñado» (VA); «ridiculo» > «burlería» (VA); «arbitrio» > «alvedrío» (VA); «infantia» > «niñez» (VA); «societas» > «compañía» (VP); «calumniis» > «achaques» (VP); «optimus» > «virtuoso» (VP); «futuro» > «avenidero» (VH); «exilio» > «destierro» (VH); «adulatoribus» > «lisonjeros» (VH); «amphoras» > «cántaros» (VH); «proximus» > «çercano» (VH); «fugaces» > «presurosos» (VS); «imperium» > «señorío» (VS).

10 La clasificación de los tipos de desdoblamientos ha sido objeto de diversas propuestas, pero ninguna definitiva, posiblemente por el hecho que cada autor tiene motivaciones diferentes; véanse así, por ejemplo, los estudios de Alvar (2010: 33); Cátedra (1991: 73); Serés (1997: 195-231), donde establece tres tipos diferentes de desdoblamientos: explicativos, retóricos y culturales; así como los estudios preliminares de diversas ediciones de traducciones del siglo XV: Piccolomini (2003: 260); Cartagena (2003: 59); Bruni (2004: 56, 70); por su parte Jiménez San Cristóbal (2010: 454-458) diferencia entre ditología (cuando se utiliza el calco del término latín acompañado de un sinónimo patrimonial) y doblete (la traducción por una pareja de sinónimos castellanos de un único término latín).

11 En relación a «índole», el dcech señala: «APal. 210d al definir la palabra latina indoles la castellaniza en índole, pero ello no es prueba suficiente de que el vocablo se empleara ya en castellano; falta Nebr., Covarr., Oudin, Quijote, Góngora. Pero hay otros ejs. a fines del s. xvii y Aut. lo da como usual». Su traducción perifrástica confirmaría, pues, que se trataba de una palabra inusual. En el caso de «ímpetu», el dme, da como primer testimonio a Nebrija y su Vocabulario español latino (c.1495). «Salubridad», según el corde, aparece, de hecho, solo en dos autores, Rodrigo Sánchez de Arévalo (1454-1457) y Fray Hernando de Talavera (1477-1496); y así también, «lascivia», según el dcech, aparece por primera vez en el Quijote, 1605.

12 De hecho, «copia» aparece en múltiples ocasiones en nuestro corpus; «facilidad» se encuentra recogido en el Universal Vocabulario; y «posteriores», según el CORDE, aparece en algunos textos de la época (El Tostado, Alfonso de Toledo, Pero López de Ayala).

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Pour citer cet article

Référence papier

Susanna Allés Torrent, « Latinismos, palabras patrimoniales y soluciones perifrásticas en la práctica traductora de finales del siglo xv: el caso de Alfonso de Palencia »reCHERches, 14 | 2015, 215.

Référence électronique

Susanna Allés Torrent, « Latinismos, palabras patrimoniales y soluciones perifrásticas en la práctica traductora de finales del siglo xv: el caso de Alfonso de Palencia »reCHERches [En ligne], 14 | 2015, mis en ligne le 03 décembre 2021, consulté le 12 février 2025. URL : http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/cher/4940 ; DOI : https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/cher.4940

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Susanna Allés Torrent

Columbia University

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