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Mélanges

Estructura regional del capitalismo argentino contemporáneo. Análisis de una centralidad compuesta

Ignacio Tomás Trucco et Valentina Locher
p. 127-146

Résumés

L’analyse de la structure régionale dans les pays périphériques a suivi un modèle de référence dual, en réplicant le schème centre-périphérie. Dans cet article on propose une adaptation de ce modèle pour le cas argentin, caractérisé comme un espace national de centralité composée. Celle-ci est définie par une interaction conflictuelle, asymétrique et fonctionnelle entre trois sous-systèmes : la Capitale Fédérale, la conurbation de la Province de Buenos Aires et l’intérieur pampéen.

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Texte intégral

Introducción

  • 1 El ILPES-Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social es la entidad de la CEPAL- C (...)

1La aproximación a la estructura regional del capitalismo argentino ha adoptado diferentes caminos desde perspectivas teóricas alternativas. Ciertas contribuciones han abordado esta problemática utilizando las herramientas y conceptos del estructuralismo latinoamericano basados en la distinción centro-periferia. Entre ellas se destacan las investigaciones de Rofman y Romero (1974), así como las desarrolladas entre fines de la década de 1960 y comienzos de la de 1980, en ámbitos como el ILPES-CEPAL1. Sus perspectivas tienen un interés particular al menos por dos razones: el esquema elaborado tiene por finalidad de captar la especificidad del desarrollo capitalista en América Latina y busca criterios de distinción cualitativa de los sistemas económicos, mostrando a su vez las interacciones estructurales, tanto funcionales, como conflictivas, y asimétricas, entre ellos. El traslado de este modelo a las estructuras regionales internas de los países latinoamericanos tuvo resonancias inmediatas ya que suponía un desafío tanto conceptual como de profundización y complejización en la caracterización de los espacios nacionales latinoamericanos. Sin embargo, este camino de investigación regional fue debilitándose desde comienzos de la década de 1980, junto con el propio pensamiento estructuralista en su formulación original (Pinto, 1983), desplazado por el avance del neo-estructuralismo, en donde se dejaron de lado dimensiones centrales en la construcción del esquema centro-périphérie (Fernández y Ormaechea, 2021).

2Este artículo tiene por objetivo general realizar una recuperación del esquema centro periferia aplicado al estudio de la estructura regional del capitalismo argentino, pero no de un modo lineal y acrítico. Al contrario, se evalúa la capacidad dicho esquema para captar adecuadamente la estructura regional del capitalismo argentino y se propone una actualización para mejorar su interpretación en el presente. En la formulación original, los investigadores que siguieron esta corriente trasladaron al interior de los espacios nacionales latinoamericanos la estructura dicotómica utilizada para analizar las relaciones económicas internacionales: un centro periférico, ligado a los centros internacionales, explota a una periferia de la periferia que deja, en suma, al espacio nacional en una dualidad propia del subdesarrollo.

3El trabajo intenta mostrar que esta hipótesis de referencia no resulta completamente realista al menos para el caso argentino. En efecto, la estructura regional de dicho espacio nacional particular parece describirse mejor por la dinámica producida por un conjunto de territorios centrales (es decir que tienen recursos, población y capacidad económica e institucional) que conforman, lo que aquí se denomina, una centralidad compuesta. Allí se producen relaciones de interdependencia funcional, pero también conflictivas e inestables, que se trasladan al desempeño macroeconómico agregado, limitando la capacidad del capitalismo argentino para retener excedentes u orientarlos al proceso de acumulación de capital en el espacio nacional. Esta particular forma de centralidad se compondría por tres subsistemas específicos: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), el Conurbano de la Provincia de Buenos Aires (CPBA) y el Interior Pampeano (IP).

4El artículo se organiza de la siguiente forma: en un primer apartado se revisan las interpretaciones que han primado sobre la estructura regional argentina. A continuación, se realiza una breve descripción de la estructura urbana y demográfica de los tres subsistemas de la centralidad compuesta (punto 2.1) y se hace una breve explicación de la especialización productiva (punto 2.2). y de los niveles de ingreso per cápita en cada subsistema, respectivamente (punto 2.3). En el tercer apartado se analiza la puja entre los tres subsistemas por la producción y la apropiación de los excedentes exportables generados. Finalmente, se concluye observando que, si bien el enfoque centro periferia conserva capacidad heurística, lo hace como una lógica general que puede adquirir formas alternativas, organizadas en diferentes escalas e integradas al desarrollo de trayectorias nacionales específicas.

La relación centro-periferia y la estructura regional del capitalismo argentino

5La recuperación y actualización del pensamiento estructuralista ha recibido interés recientemente (Fernández y Brondino, 2019; Kulfas, 2023; Peinado, 2011; Sztulwark, 2020; Amsden, 2004; Fernández y Ormaechea, 2019; Sztulwark, 2021). Sin embargo, en el plano regional, las contribuciones han sido menos frecuentes y han tendido a hacer una revisión de las contribuciones realizadas en el pasado (Franco, 2013; Franco, 2015).

6A fin de alcanzar una adecuada comprensión de las contribuciones estructuralistas en lo relativo al problema de la estructura regional, conviene recordar la influencia del regionalismo estadounidense, de tipo institucionalista y pragmático, proyectado como lectura de referencia desde las Naciones Unidas particularmente en la década de 1970. Friedmann y Weaver (1981) resumieron las distintas etapas y giros dados por esta tradición entre la década de 1920 y la de 1970, de donde puede extraerse un conjunto de ideas sintéticas que han tenido influencia en las contribuciones estructuralistas. En primer lugar, aceptaron la idea de que la estructura espacial se corresponde con una realidad sistémica, en la que es posible distinguir diferentes nodalidades y relaciones. En segundo lugar, los autores integraron, bajo el prisma del “desarrollo desigual” de Lewis (Ibid., p. 140), la preocupación del regionalismo estadounidense en torno al crecimiento de los grandes aglomerados metropolitanos y al desarrollo de la vida industrial en las megaciudades. Ellos interpretaron la noción de desarrollo desigual como una tendencia propia de la planificación capitalista a la formación de regiones que generan excedentes y regiones reciben esos excedentes, produciendo de este modo una fractura socio-territorial, polarizando el sistema urbano en la dualidad megalópolis-espacio vacío. En tercer lugar, los autores recuperaron la idea de que los sistemas productivos y urbanos, no se reducen a elementos físicos, sino a un sistema de relaciones sociales de carácter cultural, simbólico, institucional, en línea con la composición pragmático-institucionalista de base. Vuelven, de este modo, a una revalorización de los sistemas urbanos en los que la vida se desenvuelve entre un continuo que integra la gran metrópoli con el espacio rural compuesto por ciudades intermedias y pequeñas.

7Para fines de la década de 1970, la influencia del modelo funcionalista de Friedmann era notable entre las caracterizaciones de la estructura regional en América Latina (como puede verse en el Congreso del ILPES realizado en 1979 en Bogotáver Boisier et al., 1981). Sin embargo, este modelo fue recibido por los autores influenciados por el pensamiento estructuralista, integrando el esquema centro-periferia de Prebisch, e hilvanado por una conceptualización decisional de la estructura regional.

8En términos generales, podría esbozarse una formulación transversal en la que la mayor parte de los investigadores referenciados pueden ser ubicados. Para éstos, existe una relación funcional entre la estructura regional y la condición periférica, en la medida en que un centro en la periferia absorbe los recursos de la periferia en la periferia. El centro periférico se relaciona, e incluso se mimetiza, con las clases sociales dominantes en los espacios centrales a nivel internacional. Los espacios centrales en la periferia son interpretados como metrópolis exportadoras de recursos ubicados en la periferia de la periferia. El resultado de esta estructura será la formación de una dualidad o heterogeneidad prototípica del subdesarrollo: un espacio rural empobrecido, sin propiedad, ni control de sus actividades y del producto realizado; y un área metropolitana superpoblada en cuyo centro se asientan las clases que controlan los recursos exportados, con un horizonte socioeconómico que apunta a los centros económicos internacionales. Esta es una presentación esquemática y simplificada de una lectura realizada a partir de múltiples contribuciones. A continuación, se repasan algunos de los principales aportes.

9Quijano, en uno de los primeros trabajos acerca de la cuestión regional en el seno del ILPES, definió las relaciones de dependencia de un modo tan preciso como general: “se trata de acciones unilaterales que sociedades de mayor poder ejercen contra otras de menor poder” (Quijano, 1976). Luego, él destacó la importancia de las relaciones de dependencia interna como un factor endógeno de explicación de la condición periférica. Los centros de poder de la periferia mantendrían un vínculo originario con la metrópoli de los países centrales, lo que supondría un control interno de los aparatos burocráticos, políticos, culturales, educativos y mediáticos, de la propiedad de los medios de producción y del conocimiento.

10Este argumento es el que inspira, en lo esencial, el trabajo de Rofman y Romero (1974), quienes en los primeros capítulos conceptualizan esta relación denominando sistemas decisionales y estructura de poder, a estas instancias que median entre el sistema internacional y la estructura regional (para una exposición resumida, ver la ponencia de Rofman en las actas y memorias del XXXIX Congreso Internacional de Americanistas celebrado en Lima en 1970). La estructura de poder refiere a las relaciones entre clases dominantes en el centro y en la periferia, definida por una coincidencia o identificación de objetivos, frente a la cual las clases subalternas constituyen la base proveedora de recursos y trabajo. El sistema decisional se define como los mecanismos institucionales que canalizan el ejercicio de estas relaciones de poder, los cuales son amplios y variados en su formato y contenido. La estructura regional remite a la idea de que estas estructuras de poder y sistemas decisionales no se producen en el éter, sino en la formación de relaciones de dependencia y dominación descendentes en la formación de subsistemas anidados (Rofman, 1972).

11Rofman destaca un aspecto adicional relativo a la morfología de la dependencia interna, en este caso observando el papel de los centros, tanto administrativos como portuarios, que producen un “sistema muy poco integrado, estructurado de espaldas a la región y con muy reducido éxito en lograr internarse hacia las áreas mediterráneas” (1972, p. 148). Este rasgo de larga duración expone con claridad la forma de esta caracterización prototípica de organización espacial de la periferia: la “superurbanización” (Quijano, 1967, p. 5) en oposición a un espacio vaciado del cual se extraen recursos. Se traza allí una relación de dominio, predominantemente despótico y tradicional, y que tiene una morfología equivalente a la relación centro-periferia a nivel internacional. Estas relaciones se expresan funcionalmente con el mismo patrón de especialización que el que caracterizará a las relaciones internacionales. En este sentido, el sistema:

en su representación típico-ideal, expresaría una serie de corrientes confluyendo desde todas las periferias al centro. Cada flujo estaría compuesto por una gama poco diversificada de productos primarios con un grado variable de elaboración. Recíprocamente, las exportaciones del centro expresarían un “ abanico” de flujos orientados hacia todas las áreas que hayan asumido el carácter de periferia y compuestos por una diversificada gama de productos industriales para consumo final (Di Filippo y Bravo, 1976, p. 7).

12Sin embargo, esta caracterización estilizada requirió importantes matizaciones. En primer lugar, los propios autores reconocieron la existencia de casos que no se ajustan a este patrón de estructuración territorial, en particular, cuando se observa la formación de un capitalismo agrario (o agroindustrial) basado en la mediana propiedad de la tierra, la urbanización y la formación de una clase media en el seno del espacio rural. Esto había sido señalado en el marco de las contribuciones a la sociología del desarrollo realizadas en la CEPAL (1963) bajo la autoría de José Medina Echavarría. En el Congreso Internacional de Americanistas citado anteriormente, se presentó un trabajo que polemizó directamente con las tesis dualistas. Cortés Conde y López de Nisvovich (1972) expresaron una hipótesis que no puede ser pasada por alto ante el problema que aquí se analiza:

Nuestra hipótesis, en consecuencia, es que a diferencia del período anterior en que las formaciones urbanas fueron predominantemente costeras en el de la expansión agrícola (comprendemos en ella a la ganadería refinada) el rasgo fundamental es el del fuerte desarrollo urbano en las áreas agrícolas no costeras.
Esto contradice la difundida hipótesis de que la paradoja en la Argentina consiste en que siendo un país básicamente agrario tiene características urbanas predominantemente portuarias. Nuestra afirmación no desconoce el desarrollo urbano en la zona costera, que fue importante, ni el de Buenos Aires y Rosario aún más sobresaliente. Sin embargo, desde un punto de vista relativo el área que registra en el período en estudio, 1870-1914, un desarrollo urbano más impresionante es el área no costera. El rasgo fundamental del desarrollo urbano, es entonces a nuestro juicio, el de la formación de un numeroso enjambre de centros poblados en las áreas rurales que se ocupan de la función, distribución, comercialización y transporte de la producción agrícola así como de la provisión de insumos a las empresas agrarias y de bienes y servicios a la población ocupada en las mismas (Cortés Conde y López de Nisvovich, 1972, p. 101-102).

13Di Filippo (1980) introduce también matizaciones similares observando cuatro tendencias:

  • el fortalecimiento de ciudades relacionadas con la actividad exportadora en zonas de reciente ocupación (expansión de la segunda mitad del siglo xix),
  • el desarrollo de actividades industriales a partir de los conocimientos y rasgos culturales de la población de dichas zonas,
  • la integración física de dichas zonas a partir de la infraestructura del transporte, y
  • la capacidad para retener parte del excedente exportador.

14El autor ubicó estas tendencias en el rasgo general de concentración y dominio del centro sobre la periferia. Aun así, lo hizo incorporando diferentes procesos de diferenciación social y territorial, con múltiples tensiones y complementariedades entre las regiones: por ejemplo, la tensión entre los sistemas orientados por el mercado interno o por la exportación, por la producción o por el consumo de bienes finales, por la dependencia tecnológica o por la tensión entre espacios industriales en torno a una metrópoli financiero-logístico-administrativa. Es posible extraer de aquí dos conceptos iniciales relevantes para el análisis contemporáneo de la estructura regional del capitalismo argentino. A modo de primer concepto, en dicha estructura persisten espacios que mantienen cierta autonomía, tanto en su composición y estructuración interna, como en su funcionamiento. Son regiones que funcionan como subsistemas con rasgos o patrones socioeconómicos cualitativamente diferenciados. A modo de segundo concepto, la dualidad centro-periferia, si se la considera como una realidad fáctica inmediata, puede ocultar las diferencias cualitativas mencionadas y las interacciones específicas que las regiones mantienen entre sí. Por el contrario, la relación centro-periferia puede ser considerada como una estructura que regula interacciones regionales contradictorias y asimétricas, pero también en algún punto complementarias y funcionales. Las relaciones regionales internas no pueden basarse con exclusividad en relaciones de poder o dominación, sino que es preciso también comprender las dependencias mutuas y los procesos de convergencia institucional que se materializan en la composición de espacios nacionales. Allí, la dinámica de las regiones supone un factor clave para comprender el proceso de subdesarrollo y periferización en el sistema internacional, así como también atributos estructurales de su dinámica socio-demográfica y macroeconómica.

Caracterización socio-demográfica y macroeconómica de los subsistemas de la centralidad compuesta argentina

Estructuras urbana y demográfica de los tres subsistemas centrales

15Según el Censo nacional de población de 2022, los tres subsistemas centrales estudiados acumulan el 64,4% de la población total del país (ver Tabla 1). Mientras la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) es una localidad territorialmente delimitada con una alta densidad poblacional y con una población estable, el Conurbano de la Provincia de Buenos Aires (CPBA) constituye una extensa mancha urbana que mantiene una relación simbiótica y de alta movilidad con la CABA. El CPBA está en expansión demográfica continua, tanto por crecimiento vegetativo como por migraciones interna y externa. Este espacio contrasta con el Interior Pampeano (IP) caracterizado por un “enjambre” de ciudades pequeñas, medianas y grandes que se extiende por toda la región caracterizada por los suelos de mayor productividad agrícola del país. En términos de población, este subsistema mantiene un crecimiento estable, basado en un saldo natural positivo, sin saldos migratorios significativos. Los Mapas 1 y 2 muestran la localización y extensión de los tres subsistemas estudiados. En el caso del IP se utiliza la superficie de la extensión del bioma pampeano en Argentina, la cual se considera una adecuada representación de dicho subsistema.

Tabla 1 Argentina - Distribución poblacional en 2022
en los tres subsistemas de la centralidad compuesta

Subsistema de la centralidad compuesta Población (habitantes)

Participación

(%) al total de la población de Argentina

CABA - Ciudad Autónoma de Buenos Aires 3.120.612 6,8%
CPBA - Conurbano de la Provincia de Buenos Aires 10.865.182 23,6%
IP - Interior Pampeano 15.665.803 34,0%
Resto de Argentina 16.393.106 35,6%

Fuente: Elaboración propia en base a INDEC. CENSO 2022.

16Se puede observar esta estructura urbana en el Mapa 1; responde a una formación histórica que se explica, entre otras cosas, por la traza del ferrocarril, en el marco de la incorporación de estas tierras productivas al comercio mundial en la segunda mitad del siglo xix y comienzos del siglo xx.

Mapa 1 y 2
Mapa 1 : Extensión argentina del Bioma Pampeano
Mapa 2 : 24 partidos del Conurbano de la Provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Mapa 1 y 2 Mapa 1 : Extensión argentina del Bioma PampeanoMapa 2 : 24 partidos del Conurbano de la Provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Fuente: Elaboración propia en base a
1) Instituto Geográfico Nacional https://www.ign.gob.ar/​ 2) Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria https://geo.inta.gob.ar/​ 3) Mapbimas https://plataforma.pampa.mapbiomas.org/​

17En términos cuantitativos, según el Censo 2010 las localidades de menos de 100 mil habitantes representan el 46,6% del total de localidades de la Argentina y allí habita el 19,9% de la población del país. La estructura de tamaño de dichas localidades se puede observar en la Tabla 2 en donde aproximadamente la mitad de las personas habita en localidades de menos de 20 mil habitantes.

Tabla 2 Distribución de la población del Interior pampeano argentino en 2010 según tamaño en localidades de menos de 100 mil habitantes para el Interior pampeano

Menos de 5000 hab. De 5000 a 20.000 hab. De 20.000 a 50.000 hab. De 50.000 – 100.000 hab. Total
Población 2.656.538 4.075.407 3.680.283 3.764.055 7.285.806
% Ubicado en el Interior Pampeano 45,9% 54,2% 49,8% 53,8% 19,3%
Distribución dentro del Interior Pampeano Córdoba 30,5% 32,6% 20,1% 10,1% 24,6%
Entre Ríos 9,9% 11,0% 11,3% 7,6% 8,8%
Provincia de Buenos Aires (excepto CPBA) 28,5% 31,5% 46,8% 63,4% 42,8%
Santa Fe 31,1% 24,9% 21,8% 19,0% 23,9%

Fuente: Elaboración propia en base a CENSO 2010. Se utilizan los datos de 2010 ya que aún no se encuentran disponibles esta información para el Censo 2022.

Especialización productiva de los tres subsistemas de la centralidad compuesta

18Los tres subsistemas no sólo se distinguen por la estructura urbana, sino también por la especialización productiva que puede verse en la distribución de puestos de trabajo formales por rama de actividad. Tres tendencias relevantes pueden ser extraidas de los datos incorporados en la Tabla 3. La primera tendencia es el un peso destacado del IP en la actividad agropecuaria primaria y en la actividad industrial de producción de alimentos concentrando el 41,7% y el 42,2% de los puestos de trabajo formales del país, respectivamente. La segunda tendencia es la compleja interacción en la CABA y el CPBA, la cual se caracteriza por una masiva movilidad desde el segundo, como lugar de habitación, hacia el primero, como lugar de trabajo. Si se toma como referencia la proporción de población que representa la CABA (6,8%) y el total de empleos registrados en el país (6.481.050), se estimar que el impacto cuantitativo de esta interacción equivaldría a 440.711 empleos en CABA. Sin embargo, los datos muestran que la ciudad cuenta con 1 millón 598 mil de empleos, es decir 1 millón 157 mil puestos de trabajo excedentes que son cubiertos en su mayoría por personas que habitan en el CPBA. Estos empleos se concentran en la industria manufacturera, el comercio, el transporte y las comunicaciones y los servicios inmobiliarios. La tercera tendencia es, en el caso del CPBA, una participación relevante de puestos de trabajo en la industria manufacturera: 27% del total de la rama a nivel nacional. Sumados CABA y CPBA en industria manufacturera, alcanzan 42,7% del total de la rama a nivel nacional, participación equivalente en el total de puestos de trabajo.

Tabla 3 Argentina: distribución de los puestos de trabajo según rama de actividad.
Promedio 2015-2022

Sistemas de la centralidad compuesta
Ramas de actividad CPBA CABA Diferencia en % poblacionala IP Total nacional
Agropecuario 7.124 8.807 -14.713 144.794 347.029
Pesca 94 441 -412 3.598 12.579
Minas y canteras 1.425 8.779 2.913 8.416 86.546
Industria manufacturera 330.270 188.936 106.561 445.404 1.215.439
Alimentos (integra anterior) 60.550 35.935 9.770 163.833 386.058
Electricidad, gas y agua 5.000 15.114 10.159 29.334 73.107
Construcción 64.585 88.621 59.398 134.060 431.176
Comercio 214.035 225.272 146.617 408.314 1.160.553
Hotelería y restaurantes 43.747 86.155 67.471 76.414 275.675
Transporte y comunicaciones 118.030 163.689 125.384 162.849 565.199
Intermediación financiera 16.870 74.194 63.500 38.126 157.788
Servicios inmobiliarios 130.585 400.438 338.190 227.727 918.473
Enseñanza 132.057 94.927 61.201 163.218 497.631
Servicios sociales y de salud 50.972 115.766 92.866 102.126 337.889
Servicios sociales y personales 64.068 125.741 98.498 125.327 401.967
Total 1.178.862 1.596.877 1.157.634 2.069.706 6.481.050
a. La columna registra la diferencia entre la cantidad de puestos de trabajo en cada rama imputados a la CABA (tercera columna de la tabla) y la cantidad de puestos de trabajo obtenida de multiplicar la totalidad de los puestos de trabajo de la rama en toda la Argentina por la participación de la población de la CABA en la población total. En el caso de ser positivo la CABA está sobre representada en la rama y en caso de ser negativo está subrepresentada, en la cantidad de puestos de trabajos obtenida.

Fuente: elaboración propia en base a OEDE, https://www.argentina.gob.ar/​trabajo/​estadisticas/​empleo-y-dinamica-empresarial/​estadisticas-e-indicadores

Niveles de ingreso per cápita en los tres subsistemas

19La dinámica de la actividad y las relaciones entre los subsistemas de la centralidad compuesta en Argentina puede analizarse considerando el valor distribuido entre masa salarial y excedente bruto de explotación, y la estructura territorial que caracteriza a estas dimensiones. En la Tabla 4 se resumen los principales resultados obtenidos de las estimaciones realizadas por CEPAL sobre la distribución sectorial y territorial del valor agregado en las jurisdicciones provinciales argentinas.

20En primer lugar, puede destacarse que el IP tiene la capacidad para apropiarse de una masa significativa de Valor agregado (Masa salarial + Excedente bruto de explotación), superando a los otros dos sistemas. Sin embargo, lo hace sobre la base de un salario promedio formal más bajo, lo que supone la formación de un excedente bruto de explotación mayor que en los subsistemas de la CABA y el CPBA. No obstante, si este excedente se analiza con relación a la cantidad de habitantes, la diferencia respecto a los otros subsistemas se reduce significativamente y se distribuye en un espacio ampliamente más extenso. Lo anterior contrasta con la realidad de la CABA que no sólo logra apropiarse de una parte relevante del Valor Agregado, superando al CPBA, sino que además logra hacerlo con menos población que el resto de los subsistemas (lo que supone nivel de excedente por habitante elevado) y con una remuneración promedio mayor. Esto es posible en la medida en que más de un millón de personas se movilizan cada día desde el CPBA para trabajar en la CABA, lo que permite la formación de excedentes adicionales que se radican en este núcleo poblacional de elevada densidad.

21Incluso, la elevada densidad de población funciona como una causalidad acumulativa pues moviliza la radicación de infraestructuras necesarias para su funcionamiento que intensifican la acumulación de excedente por habitante. Como resultado de lo anterior el excedente por habitante en la CABA alcanza un valor 2,29 veces por encima del IP y 3,25 veces por encima del valor del CPBA, a pesar de ser el espacio con menor valor agregado por puesto de trabajo.

22En el caso del CPBA se combinan bajas remuneraciones con muy bajos niveles de excedentes por habitante. De este modo el territorio bonaerense se ubica como un proveedor tanto de mano de obra a la CABA como de bienes industriales para el consumo, con una limitada capacidad de acumulación. El espacio bonaerense depende, en lo que refiere a la reproducción de la fuerza de trabajo (por exceso) como de la acumulación de capital (por defecto) de su interacción con el resto de los subsistemas de la centralidad compuesta.

Tabla 4 –Valor agregado, masa salarial y excedente bruto de explotación según subsistema. Ratios varias

Indicador Subsistemas centrales
CPBA CABA IP
Valor agregado promedio 2015-2021 (en millones de pesos a precios de 2004) 93.576 108.473 178.815
Número de puestos de trabajo promedio 2015-2021 1.178.862 1.596.877 2.069.706
Remuneración promedio Enero Julio de 2022 (en pesos a precios de 2004) 1.963 2.459 1.775
Excedente bruto de explotación promedio 2015-2021 (en millones de pesos a precios de 2004) 65.809 61.360 134.721
Excedente por habitante (población 2022) (en pesos a precios de 2004) 6.057 19.663 8.600
Valor agregado por puesto de trabajo (en pesos a precios de 2004) 79.379 67.928 86.396

Estimaciones propias en base a: CEPAL, para valor agregado https://www.cepal.org/​es/​publicaciones/​47900-desagregacion-provincial-valor-agregado-bruto-la-argentina-base-2004, OEDE para remuneraciones y puestos de trabajo https://www.argentina.gob.ar/​trabajo/​estadisticas/​empleo-y-dinamica-empresarial/​estadisticas-e-indicadores, e INDEC-CENSO 2022 para datos poblacionales.

23En esta sección se realizó una aproximación a las interdependencias entre los subsistemas del espacio central compuesto de la Argentina a partir del valor agregado producido y retenido en cada territorio. En el caso de la fuerza de trabajo la interdependencia se observa de un modo más directo, particularmente en el vínculo CPBA-CABA, que supone desplazamiento y fijación de excedentes en la ciudad portuaria. Sin embargo, las tensiones sobre el excedente se trasladan al IP bajo mecanismos que no se perciben fácilmente cuando se los trata en moneda nacional. Esto es así, pues la materialización de estos en moneda fuerte implica pasar por los mecanismos de regulación del comercio exterior y el mercado divisas. Es preciso, por lo tanto, analizar el peso de los subsistemas en la apropiación de excedentes considerando la producción y el destino final de los excedentes exportables.

Relación entre la producción y el destino del valor del excedente exportable

24La actividad y el funcionamiento de estos subsistemas que componen a la centralidad del espacio nacional argentino generan y usan divisas internacionales. Algunos rasgos particulares pueden ser detallados. En primer lugar, se puede observar cuáles son los sectores de actividad generadores de divisas, es decir, que realizan ventas considerables al exterior y cuáles son los sectores consumidores de divisas, pues para realizar la producción requieren de compras significativas de insumos y bienes importados. Como puede verse en la Tabla 5, cerca del 58% de las divisas que ingresaron al país por exportaciones en 2021, corresponden a los complejos oleaginoso, cerealero y bovino, radicados en el IP. En cambio, los bienes no finales (de capital, insumos y partes y piezas) representan el 84,9% de las importaciones.

Tabla 5 Origen sectorial y regional de las exportaciones y destino sectorial de las importaciones en 2021

2021
Participación del valor de las exportaciones de los complejos oleaginoso, cerealero y bovino sobre el total de exportaciones argentinas. 57,9%
Origen de las exportaciones desde los tres subsistemas centrles
CABA- Ciudad Autónoma de Buenos Aires 0,4%
Provincia de Buenos Aires no Agroindustrial 17,3%
IP - Interior pampeano 58,9%
Importaciones: bienes de capital, insumos y partes y piezas sobre las importaciones totales 84,9%

Fuente: Elaboración propia en base a INDEC, 2021.

Nota: sebido a que no se cuenta con información sobre el origen de las exportaciones para un nivel geográfico inferior al provincial, en la estimación del origen de las exportaciones se realiza el supuesto de que la mayoría de las exportaciones industriales de la Provincia de Buenos Aires se producen en el CPBA. De este modo, el porcentaje de exportaciones no agroindustriales de dicha provincia sirve como un indicador proxy de la participación del CPBA. Asimismo, para la participación del IP se agregaron el total de exportaciones (mayoritariamente agroindustriales) de las Provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos y el total de exportaciones agroindustriales de la Provincia de Buenos Aires.

25En segundo lugar, una vez identificados los subsistemas proveedores y demandantes de divisas, resulta importante destacar los mecanismos que operan drenando de divisas, característicos de una economía nacional periférica. Un mecanismo se refiere al pago de intereses y dividendos de las inversiones extranjeras, otro a la formación de activos externos en la modalidad más elemental, en billetes y monedas extranjeros, que pierden sistemáticamente su valor, superados en mucho por la rentabilidad de las IDE-Inversiones Directas Extranjeras en Argentina. En este punto conviene hacer una aclaración: la compra de divisa extranjera, especialmente dólar americano en la forma de billetes y monedas, como una forma de ahorro/inversión para ser atesorada sin generar rentabilidad, resulta un rasgo característico y bastante específico del capitalismo argentino. Esta forma de acumulación, aunque ocurre regularmente, tiende a agudizarse en los momentos de inestabilidad económica, reforzando y acelerando las crisis cambiarias. En el Gráfico 1, se pueden ver estas cuentas como porcentaje de las exportaciones, a lo que se suman también las importaciones en la misma ratio. En tiempos de normalidad, un promedio del 10% de las exportaciones se fugan mes a mes a la compra de billetes y monedas extranjeros, mientras que un 15% se destinan al pago de los servicios financieros y de dividendos. Esto supone una merma permanente que limita las posibilidades de expansión de la actividad interna. Pero, en tiempos de crisis cambiaria, como la ocurrida entre 2018-2020, estas variables se multiplican llegando a representar la compra de billetes y monedas el 60% de las exportaciones y un 24% el paso a los servicios financieros y dividendos.

Gráfico 1 Importaciones, servicios financieros y dividendos, y formación de activos externos en billetes y monedas en Argentina, en % de las exportaciones.
Promedios móviles de tres trimestres 2006-2023

Gráfico 1 – Importaciones, servicios financieros y dividendos, y formación de activos externos en billetes y monedas en Argentina, en % de las exportaciones. Promedios móviles de tres trimestres 2006-2023

Fuente: Elaboración propia en base a INDEC, 2023.

26Este patrón, reflejado en el balance de pagos, se encuentra relacionado con la estructura regional descripta previamente y con los mecanismos mediante los cuales los distintos grupos sociales que predominan en cada espacio pujan por el producto y la divisa internacional. En este sentido, teniendo en cuenta las fuentes y usos de la divisa extranjera, pueden distinguirse los grupos sociales que intervienen en su generación y los que las demandan, así como su localización en los subsistemas centrales. Así, en el primer caso, puede separarse a los grupos sociales que intervienen de forma directa (productores agropecuarios) e indirectamente (arrendatarios) en la generación del saldo exportable y que tienen ingresos altos con capacidad para captar parte de este y colocarlo en la forma de billetes y monedas. Este grupo está radicado predominantemente en el IP. En el segundo caso, se encuentran los grupos sociales vinculados al complejo industrial que utiliza las divisas para poder funcionar y que constituye la masa laboral activa formal en las grandes ciudades con elevado poder sindical. Estos grupos sociales se radican predominantemente en el sistema articulado de habitación y trabajo constituido entre la CABA y el CPBA, el cual concentra cerca de la mitad de las actividades industriales de la Argentina. El tercer caso refiere a los grupos de altos ingresos urbanos, en donde se incorporan los dueños de los medios de producción y los involucrados en servicios de alta calificación o con capacidad de apropiación de rentas, como los profesionales, administrativos, inmobiliarios y financieros, culturales y mediáticos, científicos y educativos, de la salud, etc., que normalmente habitan los espacios centrales de las grandes metrópolis o los barrios privados gentrificados. El principal centro concentrador de estos grupos sociales es la CABA, en donde se ubican las instituciones principales del Estado Federal argentina, y es la sede del gobierno corporativo de las principales empresas nacionales y extranjeras, definiendo allí un ingreso promedio elevado.

27El análisis precedente lleva a postular que la estructura social-regional de la centralidad compuesta del capitalismo argentino se desarrolla mediante una particular conflictividad entre dichos espacios centrales que repercute en la puja por la divisa. Esta inestabilidad se ve reforzada por la falta de mediaciones institucionales que regulen los intereses contradictorios entre éstos. Se limitan de este modo las posibilidades de coordinación de largo plazo que permitirían incrementar la productividad general de la economía argentina y reorientar los excedentes para evitar la reproducción de la estructura productiva vigente o la formación de activos externos en la forma de billetes y monedas. Esta dinámica genera el acrecentamiento de la brecha de productividad de la estructura productiva industrial argentina respecto de los centros globales y, con ello: 1) la dependencia tecnológica, 2) las necesidades de inversión y financiamiento y 3) el valor de los requerimientos importados para el funcionamiento de la actividad industrial, intensificando el ciclo.

28La inestabilidad se expresa en los mecanismos utilizados para procurar las transferencias entre grupos mediante la regulación estatal y la política pública. En este sentido, la política ha oscilado entre distintos esquemas, cada uno de ellos favorables y desfavorables a determinados grupos sociales y a su respectivos espacios o subsistemas. Uno de estos esquemas genera transferencias hacia el sector industrial mediante el abaratamiento de la divisa para la importación de insumos, piezas y bienes de capital, y el encarecimiento o el racionamiento de la divisa para el atesoramiento u otros consumos como el turismo internacional (esquema de tipos de cambio diferenciados vigente en la actualidad). Otros esquemas que generan transferencias a los exportadores se producen vía la unificación y liberalización del mercado de cambios y el encarecimiento de la divisa para los sectores industriales, los cuales ven perjudicadas sus posibilidades de acceder a insumos y bienes de capital importados. Y, finalmente, la modalidad predilecta para facilitar el acceso a la divisa para los sectores de altos ingresos ha sido el esquema del endeudamiento externo con apreciación cambiaria y luego de una devaluación compensada con retenciones. Este mecanismo desplaza los costos sobre el sector industrial encareciendo sus insumos, pero también sobre los exportadores que reciben un precio recortado por sus ventas, tal y como ocurrió con la última crisis de deuda entre 2018 y 2020. La sucesión de estos esquemas genera el espiral conflictivo y la inestabilidad intrínseca, que refuerzan los patrones de la economía dependiente descriptas por Rofman y Romero en 1974 y que, como tendencias generales, no han perdido vigencia.

Conclusión

29Un breve repaso de la cuestión regional desde el punto de vista del estructuralismo latinoamericano, situándolo en el marco de renovados esfuerzos por recuperar y actualizar aquella corriente del pensamiento, permitió subrayar dos de sus aportes claves: el reconocimiento de que la estructura regional de un espacio periférico resulta, al menos, funcional en la arena de las relaciones internacionales; la descripción de la estructura regional periférica mediante la replicación del esquema centro-periferia pero, en este caso, al interior de los espacios nacionales periféricos.

30Esta perspectiva alimentó una caracterización estilizada de la estructura regional periférica en Argentina, basada en la existencia de un centro pampeano opuesto a un interior periférico. En torno al primero (centro) se desarrollarían los mecanismos decisionales y relaciones de poder para absorber los excedentes producidos en el segundo (interior periférico), convirtiéndose en una plataforma de apoyo para la valorización de aquellos en los circuitos internacionales. Sin embargo, se propuso mostrar que esta caracterización no refleja adecuadamente las relaciones que caracterizan la estructura regional del capitalismo periférico argentino, siendo necesario introducir matizaciones relevantes si se pretende conservar y actualizar las tesis estructuralistas. En este sentido, se puso en evidencia que los excedentes no provienen de una periferia que luego queda vaciada y empobrecida.

31Estos tienen su origen en el propio espacio pampeano y en torno a ellos se desarrollan tensiones territoriales que componen una centralidad compuesta, es decir, internamente diferenciada por subsistemas, en nombre de tres (CABA, CPBA e IP), que entran en articulación, interaccionando conflictiva y funcionalmente.

32En el trabajo se describió a cada centralidad compuesta mediante un conjunto de indicadores referidos a la estructura urbana y demográfica, la especialización productiva, la apropiación y distribución del valor agregado y la posición de cada sistema en la generación y uso de las divisas internacionales. Se pudo observar cómo estos territorios pujan por la apropiación y uso de los excedentes expresados en la divisa internacional, con complementariedades económicas débiles que decantan en mecanismos institucionales de apropiación inestables y conflictivos. Se explicitaron las modalidades prototípicas de transferencias de excedentes entre territorios y se mostró como ello se relaciona estrechamente con rasgos estilizados del capitalismo argentino, como ser la inestabilidad cambiaria y el atesoramiento de divisas en la forma de billetes y monedas.

33En síntesis, la estructura regional del capitalismo argentino sigue siendo un aspecto relevante para comprender su especificidad macroeconómica y su inserción periférica en el sistema económico internacional. Sin embargo, ello no se produce mediante la oposición entre un centro que absorbe recursos de una periferia que los produce, sino en la puja inestable entre tres grandes subsistemas que componen la centralidad del espacio económico argentino, en donde los excedentes tienen su origen y destino. Esta variación no implica una lisa y llana invalidación del enfoque estructuralista sino que, al contrario, permite ampliar el alcance de su hipótesis principal, mostrando que la relación centro periferia constituye un principio general que puede admitir formas diferentes a la hora de articular diferentes escalas territoriales, y espacios nacionales con características específicas.

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Notes

1 El ILPES-Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social es la entidad de la CEPAL- Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas, encargada de la investigación, cooperación técnica y formación en planificación, economía y gestión del sector público para los países de América Latina y el Caribe.

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Table des illustrations

Titre Mapa 1 y 2 Mapa 1 : Extensión argentina del Bioma PampeanoMapa 2 : 24 partidos del Conurbano de la Provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Crédits Fuente: Elaboración propia en base a 1) Instituto Geográfico Nacional https://www.ign.gob.ar/​ 2) Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria https://geo.inta.gob.ar/​ 3) Mapbimas https://plataforma.pampa.mapbiomas.org/​
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/caravelle/docannexe/image/15293/img-1.jpg
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Titre Gráfico 1 Importaciones, servicios financieros y dividendos, y formación de activos externos en billetes y monedas en Argentina, en % de las exportaciones. Promedios móviles de tres trimestres 2006-2023
Crédits Fuente: Elaboración propia en base a INDEC, 2023.
URL http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/caravelle/docannexe/image/15293/img-2.jpg
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Pour citer cet article

Référence papier

Ignacio Tomás Trucco et Valentina Locher, « Estructura regional del capitalismo argentino contemporáneo. Análisis de una centralidad compuesta »Caravelle, 122 | -1, 127-146.

Référence électronique

Ignacio Tomás Trucco et Valentina Locher, « Estructura regional del capitalismo argentino contemporáneo. Análisis de una centralidad compuesta »Caravelle [En ligne], 122 | 2024, mis en ligne le 29 août 2024, consulté le 22 mars 2025. URL : http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/caravelle/15293 ; DOI : https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/127gu

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Auteurs

Ignacio Tomás Trucco

IHUCSO – (CONICET)/UNL, Universidad Nacional del Litoral, Argentina

Valentina Locher

INES – (CONICET)/UNER, Universidad Nacional de Entre Ríos, Argentina

mvlocher@gmail.com

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Droits d’auteur

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