Origen, conformación y fin de un sistema agroecológico: los solares sustentables de la Mixteca Alta de México
Résumés
L’objectif de cet article est d’analyser l’origine, le développement et le déclin du système agroécologique et alimentaire de la Mixteca Alta depuis la fin de la période préhispanique jusqu’à l’introduction du capitalisme, dans le contexte de la Grande accélération qui s’est manifestée indirectement dans cette région au milieu du xxe siècle, avec l’ouverture de routes et l’émigration de la population locale vers les villes et les centres industriels, ce qui a entraîné la quasi-disparition des “solares” (jardins potagers) durables et l’essor de pratiques alimentaires étrangères aux régimes locaux.
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L’article a été soumis pour évaluation le 30/03/22 et a été accepté pour publication le 03/09/22.
Texte intégral
Introducción
- 1 Trischler, Helmuth, “El antropoceno, ¿un concepto geológico o cultural, o ambos?”, Desacatos, n° 5 (...)
1Desde hace más de una centuria, varios científicos han alertado sobre las graves crisis climática y ambiental que se manifiestan en catástrofes naturales en distintas latitudes del planeta. En parte, estos fenómenos han sido explicados como consecuencia de los cambios en la forma de vida humana; desde la sedentarización, innovación tecnológica y expansión agrícola, pasando por la colonización de América, el inicio de la industrialización a fines del siglo xviii y la gran aceleración de mediados del siglo xx, hasta la producción de monocultivos y uso extensivo de agua dulce para riego, combustibles fósiles, aluminio, plásticos, cemento, fertilizantes químicos, plaguicidas, metales pesados, energía nuclear, turismo y contaminación, que no sólo han aumentado la temperatura global y elevado el nivel del mar, sino también generaron la desertificación de enormes extensiones y la extinción de especies animales y vegetales1.
- 2 Svampa, Maristella, “El antropoceno como diagnóstico y paradigma. Lecturas globales desde el sur”, (...)
- 3 Crutzen, Paul y Eugene, Stoermen, “The anthropocene”, Global Change Newsletter, 2000, n° 41, p. 17 (...)
- 4 MacNeill, John, Peter, Engelke, The Greant Acceleration and environmental history of the anthropoc (...)
- 5 Moore, Jason, “El auge de la economía-mundo capitalista: las fronteras mercantiles en auge y decad (...)
2La propuesta del antropoceno como una nueva etapa geológica determinada por las actividades humanas ha llevado a un debate científico más allá de las ciencias naturales, incluyendo interpretaciones de la historia, la política, el derecho y la antropología. Por ejemplo, hay antropólogos que ponen en tela de juicio dicho concepto por considerar que es un término que no se puede generalizar a toda la especie humana, más bien señalan que fue el hombre occidental y un sistema económico los responsables de estos cambios, por tanto, proponen otros conceptos como occidentaloceno o capitaloceno2. En otras palabras, el antropoceno no sólo se define como un concepto geológico sino también como un concepto cultural. Igualmente, se discute el inicio de esta periodización, para unos, los antecedentes se encuentran en la revolución neolítica. En cambio, para el químico Paul Crutzen, el antropoceno tiene su origen en la revolución industrial a fines del siglo xviii3. Otra corriente que ha ganado peso es la de la gran aceleración a mediados del siglo xx4. Al mismo tiempo, se han elaborado investigaciones que perciben otros factores vinculados a esta propuesta geológica, como la colonización de América, la modernidad y el capitalismo. Desde esta última perspectiva, Jason Moore, propone enmarcar el análisis del antropoceno en la larga duración, relacionando la asociación del régimen ecológico con el desarrollo del capitalismo temprano entre 1450 y 1750, y lo cual desde su opinión, marcó rasgos posteriores en el sistema de producción, extracción y apropiación de los recursos conforme el capitalismo se fue adueñando de espacios hasta agotar las fuentes regionales, para luego expandirse a otras fronteras5.
- 6 Svampa, Maristella, “El antropoceno como diagnóstico y paradigma. Lecturas globales desde el Sur”, (...)
3En las ciencias sociales, los estudios del antropoceno se han encauzado desde la historia de la ciencia, historia de la tecnología y la historia ambiental. El presente artículo intenta conectar la idea del antropoceno con la historia ambiental y los cambios de alimentación en una región periférica de México, para corroborar en la larga duración la validez de estas propuestas de periodización, que han impactado el sistema agroecológico y alimentario de las comunidades indígenas de la Mixteca oaxaqueña. De acuerdo con Maristella Svampa, durante las últimas décadas, se han dado mutaciones a gran escala en el modelo alimentario mundial, promovidas por las políticas de Estado y por grandes empresas agroalimentarias, que con sus monocultivos generan enfermedades humanas, contaminación y desaparición de la biodiversidad6.
4Esta investigación de corte etnohistórico, se nutre no sólo de archivos locales, informes y crónicas coloniales, sino también se complementa con etnografía y observación participante. Del mismo modo incluye una bibliografía a la luz de los enfoques teóricos de la agroecología y el antropoceno para dilucidar el surgimiento de un sistema alimentario y su decadencia a partir de la gran aceleración en el siglo xx. En suma, se trata de incluir a las comunidades indígenas en la historia ambiental de México y América latina.
Alimentación, medio ambiente y cultura
- 7 Véase Bertran, Miriam, Cambio alimentario e identidad de los indígenas mexicanos, México, UNAM, 20 (...)
- 8 De Garine, Igor, “Antropología de la alimentación y pluridisciplinariedad”, América Indígena, XLVI (...)
- 9 Kroeber, Alfred, Antropología General, México, FCE, 1945, p. 11; Bertran, Miriam, Cambio alimentar (...)
- 10 Mintz, Sidney, Dulzura y poder. El lugar del azúcar en la historia moderna, México, Siglo xxi Edit (...)
5La alimentación de los humanos y su relación con el medio geográfico en que habitaron por miles de años ha sido un tema que ha atraído la atención de sociólogos, antropólogos, historiadores y otros científicos sociales. Existen posturas que señalan que cada grupo humano adaptó en su comida las plantas y animales propios de su ecosistema que les proporcionaron los nutrientes para subsistir, y que revelan una relación exitosa entre la alimentación y medio ambiente7. No obstante, hay estudios que demuestran que dos grupos humanos que viven en el mismo hábitat pueden tener diferencias en sus modos de alimentarse8. En cambio, otros consideran que para analizar los sistemas alimenticios hay que incluir los elementos simbólicos y culturales. Según Kroeber, la alimentación de un grupo humano no sólo depende de los recursos naturales propios de la zona en que habitan sino también del desarrollo de la tecnología, su cosmogonía e influencias culturales9. Por senderos similares, el historiador Sidney Mintz abordó el estudio de la alimentación desde la cultura para entender sus significados y cambios a partir de la expansión colonial occidental, y del impacto de la modernización sobre la producción, procesamiento y consumo de alimentos10.
6Desde esta óptica, aquí se considera, tanto los elementos del medio geográfico como los aspectos culturales que han influido en los cambios alimentarios del grupo chocholteco de la Mixteca oaxaqueña. El propósito es analizar el origen y conformación del sistema agroecológico y alimentario desde fines de la época prehispánica hasta la introducción del sistema capitalista, y la gran aceleración que se manifestó a mediados del siglo xx, y segundo, esclarecer los factores socioeconómicos que han llevado casi a la extinción de los solares sustentables de la Mixteca durante los últimos 50 años.
- 11 Flannery, Kent y Joice, Marcus, The cloud people: Divergen Evolution of the Zapotecs and Mixtec Ci (...)
- 12 Smith, Earle, Modern vegetation and ancient plant remainsof the Nochixtlan Valley Oaxaca, Nashvill (...)
- 13 Katz, Esther, “Prácticas agrícolas en la Mixteca Alta”, en Rojas, Teresa (Coord.), Agricultura ind (...)
7Si bien existen estudios arqueológicos que muestran la antigüedad de las plantas y animales en la alimentación de los pueblos zapotecos y mixtecos, estos se realizaron en la Cañada, el Valle de Oaxaca y Tehuacán Puebla11. No obstante, considero que la domesticación de plantas y los sistemas alimentarios fueron muy similares en la Mixteca Alta, quizá con excepción de productos de clima más templado y cálido, pero que probablemente ya eran intercambiados en los mercados al momento de la conquista12. Entre los estudios de corte histórico y antropológico destaca la investigación de Esther Katz que revela las prácticas agrícolas y el consumo de plantas y animales en el municipio de Santiago Nuyoo, enclavado en la “ladera tropical”, de la Mixteca Alta (entre los 1.500 y 2.000 metros), es decir, se trata de una zona con clima húmedo y bosques espesos donde predomina el cultivo del café. En otro artículo, la misma Katz y Vargas analizan los cambios del sistema alimentario de los mixtecos, desde la introducción de plantas y animales europeos, destacando que existe una continuidad en el uso de productos comestibles y la vigencia de sistemas de cultivo prehispánico13. Sin embargo, su estudio no se puede generalizar para otras partes de la Mixteca de clima frío.
- 14 Granados, Diódoro, Georgina López y Miguel Hernández, Valle de Tehuacán y cañada de Cuicatlán. His (...)
- 15 De La Peña, Moisés, Problemas sociales y económicos de la Mixteca, México, Memoria del INI, 1950; (...)
8En el Valle de Tehuacán y la Cañada de Cuicatlán, donde predomina el clima semi cálido seco, pero con un amplio sistema de riego que permitió la domesticación de plantas y la formación de huertos familiares, que fueron importantes en la producción de plantas comestibles, medicinales y ornamentales a lo largo de todo el año, existe un sistema agroforestal que permitió al campesino satisfacer sus necesidades primarias y mantener una estabilidad ecológica14. También existen estudios que han dado cuenta de la alimentación de los mixtecos desde mediados del siglo xx hasta principios del XXI15.
- 16 Altiere, Miguel y Víctor Toledo, “La Revolución agroecológica en Latinoamérica. Rescatar la natura (...)
9Siguiendo las ideas de Altieri y Toledo, la agroecología no sólo es una ciencia sino un conjunto de prácticas, un sistema productivo que combina el cultivo de plantas con la ganadería y aprovecha el reciclaje de nutrientes y energías para mejorar la materia orgánica del suelo y obtener buenas cosechas conservando la diversidad de recursos genéticos. Se trata de un sistema integral que mezcla policultivos, rotaciones, silvicultura, semillas nativas, ganado local, control natural de plagas, uso de abonos y composta, lo que mejora la actividad biológica y la capacidad de retención de agua en un sistema sustentable que tiene una racionalidad ecológica arraigada en la agricultura tradicional indígena16. Los solares o huertos se constituyeron en un sistema agroecológico, donde participaban casi todos los miembros de la familia para obtener alimentos, plantas medicinales y satisfacer gran parte de sus necesidades.
10También utilizamos el concepto de solar, que es sinónimo de huerto familiar o jardines de traspatio. El solar se constituye en una reserva de alimentos al lado de la casa habitación donde se practican actividades agroecológicas y sociales. Es una unidad de producción doméstica de autoconsumo, pero cuando hay excedentes se intercambian en forma de trueque o se venden en el mercado.
Situación ambiental
de la Mixteca Alta
- 17 Véase Mapa 1.
11La Mixteca Alta está conformada por los ex distritos de Nochixtlán, Tlaxiaco, Teposcolula y Coixtlahuaca, y aunque casi comparten el mismo espacio con su flora y fauna, algunas partes de Nochixtlán y Tlaxiaco cuentan con un clima templado, zonas húmedas y bosques de coníferas. Por estas razones, elegimos como espacio de análisis la parte árida que ocupan los municipios chocholtecos, en el ex distrito de Coixtlahuaca y Teposcolula17, lo que permitirá evaluar su alimentación y relación con el medio ambiente a partir de cuestiones étnicas y culturales.
- 18 En la Cuenca del río Tepelmeme tienen injerencia política siete municipios; Jicotlán, Teopan, Tlac (...)
12Los pueblos analizados se ubican en la subcuenca del río Tepelmeme y el río de Coixtlahuaca18, ambos pertenecen a la Cuenca del alto Papaloapan y se encuentran enclavados entre cañones, lomas calizas y pendientes erosionadas que van de los 1.800 a 2.200 metros de altitud, rodeados de montañas pronunciadas que alcanzan elevaciones de 2.800 metros. La geología es variada, entre las rocas más frecuentes afloran areniscas, calizas, andesitas y caliche.
- 19 Cruz, Roberto y Jerzy Rzedodowsky, Vegetación de la cuenca del río Tepelmeme, Alta Mixteca, Oaxaca (...)
El clima es en general semiárido pasando a un poco más húmedo en sus porciones montañosas. Se estima que la precipitación media anual de los diferentes sitios de la cuenca varía de los 450 a 800 mm. Las lluvias son por lo general torrenciales y se concentran de abril a octubre. La temperatura media anual en las partes baja y media es de alrededor de 16 grados centígrado y probablemente disminuye en las zonas altas. Sus escasos cambios estacionales contrastan con las fuertes oscilaciones diurnas que ocasionan heladas en la parte fría y seca del año. Los vientos son intensos19.
- 20 Cruz, Roberto y Jerzy Rzedodowsky, Vegetación de la cuenca del río Tepelmeme, op. cit., p. 25-37.; (...)
13La erosión en gran parte del territorio, se ha explicado por la constitución de suelos, fuertes vientos y lluvias torrenciales, además de una sobrepoblación en la época prehispánica, y una sociedad novohispana que intensificó la deforestación con el uso del carbón, leña y vigas para construcción. También se ha culpado de la degradación de los suelos al ganado menor, que arribó desde el siglo xvi con un pastoreo extensivo y depredador20.
- 21 De La Peña, Moisés, Problemas sociales y económicos de la Mixteca”, op. cit., p. 19.
- 22 Winter, Marcus, “Los Altos de Oaxaca”, op. cit., p. 77.
14La pobreza de las tierras y calamidades cíclicas ponen en peligro las cosechas de maíz, trigo, frijol y disminuyen la producción de árboles frutales y hortalizas. Según Moisés de la Peña, en una década en la Mixteca había dos años de buenas lluvias, tres regulares y cinco malos por sequía, heladas tempranas, granizo y exceso de lluvias21. Sin embargo, pese a estas tempestades, desde la época prehispánica, los mixtecos practicaron una agricultura intensiva aprovechando las condiciones del terreno y utilizaron las avenidas de barrancas para crear un sistema de cultivo conocido como “Lama bordo” o “jollas”. En estas pendientes construyeron muros de piedras que detenían la tierra arrastrada por el deslave provocado por las fuertes lluvias y formaron pequeñas parcelas de cultivo, donde cada año se depositaba más capa fértil y se retenía la humedad para lograr una producción eficiente22. Al mismo tiempo, complementaron su dieta alimenticia con la recolección de semillas, frutos, insectos, raíces y caza de animales silvestres. Los cactus, nopales y magueyes domesticados se sembraron en los solares para retener la erosión y conservar la humedad. Con su producción, aminoraron las hambrunas de la población.
15A diferencia de zonas tropicales donde las lluvias son abundantes, o de climas secos, pero con manantiales y sistema de riego como el Valle de Tehuacán, los huertos o solares de la Mixteca Alta se caracterizan por depender de la temporada de lluvias para sobrevivir. La mayoría de ellos solo contaban con magueyes, nopales y órganos, plantas muy resistentes a temporadas de sequías, calor o frío extremo. Con la llegada de plantas y animales europeos, estos solares se enriquecieron con el abono y se diversificaron con la siembra de nuevas plantas, lo que generó un nuevo sistema alimenticio y agroecológico, que floreció durante casi cinco siglos y adquirió sus rasgos particulares.
La alimentación mesoamericana
- 23 Rojas, Teresa, “La agricultura en la época prehispánica”, en Rojas, Teresa (coord.), La Agricultur (...)
- 24 Véase la excelente compilación de Long, Janet, Conquista y comida, consecuencia del encuentro de d (...)
- 25 De La Peña, Moisés, Problemas sociales y económicos de las Mixtecas. op. cit.; Sigüenza, Salvador, (...)
16La alimentación mesoamericana tiene su base en el maíz, frijol, calabaza y chile. Sin embargo, es necesario distinguir la alimentación indígena por lo menos en tres grandes momentos. Primero en la época prehispánica, o si se quiere desde la revolución neolítica, donde además se cultivaron amaranto, chía, quelite, tomate, jitomate, aguacate, nopal y otros. El consumo de carne de animales silvestres y domésticos como guajolote y perro, estaba reservado para la élite y los actos ceremoniales23. El segundo, que se conformó con la colonización de América y la llegada de productos europeos como el trigo, ganado mayor y menor, cerdos, gallinas y gran variedad de especies vegetales que paulatinamente se mezclaron con la alimentación indígena24. Y tercero, las nuevas dietas que se impusieron a la población indígena a partir de las políticas culturales de integración nacional, la migración y la introducción de productos industriales desde mediados del siglo xx25. En este contexto, cabe incluir la gran aceleración, que se manifestó después de la segunda guerra mundial, y que en países como México, llevó a la industrialización, construcción de carreteras, presas hidroeléctricas y la producción de monocultivos, lo que generó la migración de la población rural a las ciudades y los centros industriales, alterando las formas de alimentación y cambiando los utensilios cotidianos y artesanales por productos manufacturados.
La colonización: formación de un sistema agroecológico y alimentario
- 26 Por ejemplo, la cabecera de Coixtlahuaca y sus pueblos sujetos, caciques y macehuales recibieron e (...)
- 27 Véase, Romero, María de los Ángeles, Economía y vida de los españoles en la Mixteca alta, 1519-172 (...)
17Desde 1521 llegaron los primeros españoles a la Mixteca trayendo consigo sus cereales, hortalizas y especias. Asimismo, acarrearon sus herramientas y animales domésticos; cerdos, gallinas, gatos y perros; animales de tiro y carga como vacas, caballos, asnos, mulas, y ganado menor. La respuesta de los nativos fue exitosa, dos décadas después ya estaban sembrando trigo en sus sementeras, cultivando seda y cuidando cabras y ovejas26. En este proceso, adquirieron otros hábitos alimenticios, usaron la lana para sus vestuarios y utilizaron la tecnología agrícola del viejo mundo27.
- 28 Crosby, Alfred, “La fusión de dos comidas”, en Long, Jhon (coord.), Conquista y comida, op. cit., (...)
- 29 Rojas, Teresa, “Nuevos animales, nuevos usos del paisaje agrario: los pueblos indígenas de México” (...)
18El arribo de animales y plantas fue una auténtica revolución ecológica y provocó cambios profundos en la producción y el paisaje28. Según Teresa Rojas, esta revolución no sólo fue biológica y ecológica sino también cultural, pues cambió la alimentación, la ropa y las costumbres de la población, y aunque se trató de una imposición española, fue manejado y manipulado por la sociedad indígena bajo estrategias de resistencia y adaptación29. Una vez que los mixtecos fueron congregados en pueblos con su traza urbana, establecieron sus casas y solares, donde cultivaron sus plantas ancestrales, pero también incluyeron plantas europeas y asiáticas, que dieron nuevos sabores a la gastronomía novohispana y mexicana. En el mediano plazo empezaron a consumir la carne del ganado menor, gallinas y la manteca de los cerdos, que mejoraron la dieta alimenticia de los nativos. Pero este fenómeno de integración de ambas comidas y sabores se hizo de manera selectiva. En el siglo xvi, primero se integraron como condimentos o como artículos suntuarios para las élites indígenas y posteriormente llegaron a la población común a través de fiestas y rituales del santoral católico.
19La presencia d’animales mesoamericanos y europeos en el solar llevó a la creación d’un nuevo sistema agroecológico. Al lado de las nopaleras, magueyes, mezquites, huizaches, capulines y zapote blanco se sembraron duraznos, peras, manzanas, membrillos, granadas, además de plantas medicinales que coexistieron con las hierbas locales como el cempasúchil y epazote. También llegaron las especias y verduras como el cilandro, el perejil, el rábano, la cebolla y el ajo que crecieron al lado de los chiles, tomates, calabazas y quelites, pero ahora fertilizados con el abono de los animales del corral, lo que aumentó la producción. Por si fuera poco, el excremento seco de las vacas y asnos se utilizó para conservar el fuego y para hacer adobes de construcción.
20Al lado de la casa, se construyó el corral del ganado, gallinero y troje, luego se sembraron filas de magueyes y nopales, también se hicieron cercos de órganos para fijar los límites con otros sitios, pero sobre todo para proteger las hortalizas y árboles frutales del daño del ganado, así como de los vientos y heladas. Los nopales y magueyes se nutrieron con los desechos de hierbas, excrementos y ceniza, conforme crecieron fueron útiles para evitar la erosión, mantener la humedad, y se constituyeron en un reservorio biológico donde arribaron las parvadas de pájaros, insectos, conejos y otros roedores, que a veces fueron utilizados como fuente alimenticia. Muy cerca de estos solares, en las parcelas “de común repartimiento”, al lado del maíz, los nativos empezaron a cuidar sus rebaños y a cultivar trigo, cebada y otras plantas, a tal grado que hoy es imposible entender la cultura mixteca sin la presencia del trigo y del ganado menor, pues desde fines del siglo xvi marcaron la economía regional.
El maguey: la planta de los dioses
- 30 Ruvalcaba, Jesús, El maguey manso. Historia y presente de Epazoyuca Hgo., México, Universidad Autó (...)
21El maguey fue importante por su producción de aguamiel y pulque, y es una de las plantas más maravillosas de América, pues tiene múltiples usos. De las variantes de este agave se obtenían muchos productos: ixtle, pulque, aguamiel y mezcal, por si fuera poco, también tenía uso medicinal, textil, constructivo y alimenticio. Las pencas servían para extraer la fibra con la cual se elaboraban tilmas, huipiles, calzado, cuerdas, jabones, ayates, redes, bolsas, canastas, agujas, escobas, cepillos o como combustible y para techos de las casas30. Muchas fuentes coloniales dan cuenta de la importancia que tenían los magueyes en la vida social y económica de las zonas áridas.
- 31 Acuña, René (ed.), Relaciones Geográficas del siglo xvi: Antequera, México, UNAM, 1984, p. 368.
Deste árbol (maguey) tienen muchos aprovechamientos, como es sacar del aguamiel, y hacer miel negra cociéndola y pulque, que es el vino que ellos usan, y curan con el zumo de las pencas muchas maneras de heridas y llagas: y hacen mantas del, y sogas, jáquimas y agujas, así para coser como para enclavar algunas cosas. […] Ansí mismo, hay en este dicho pueblo y en muchas otras partes, otro árbol que llaman Hunitza, que en mexicano se dice nopale, y en castellano tunal, de donde cogen grana y tunas coloradas y blancas y amarillas de otro género y comen las pencas cocidas31.
- 32 Ruvalcaba, Jesús, El maguey manso, Historia y presente de Epazoyuca Hgo, op. cit., p. 66-67.
22Desde el periodo prehispánico hasta mediados del siglo xx, el maguey fue de enorme valor, pues se aprovechaba en su totalidad. Sus flores se ocupaban como forraje y alimento, en tiempos de hambruna se mezclaba con la masa de maíz para aumentar la cantidad de tortillas. Asimismo, el quiote se ha utilizado como material de construcción, para cercar el corral, las casas y como poste o viga de los techos. En cambio, las hojas o “pencas” tenían muchas utilidades, se usaban como recipientes, para medicina, extraer fibras, jabón, forraje y como tejas; además, asadas servían para dar sabor a las barbacoas de carneros y cabras, lo mismo que para elaborar mixiotes de pollo, res y cerdo. Hasta antes del invento de plástico, en muchas zonas del país, de las hojas machacadas se obtenía ixtle, una fibra que servía para hacer cuerdas, bolsas y artículos cotidianos, también se usaba para curar y desinfectar heridas, lavar ropa, y ya seco, se ocupaba como combustible. Incluso hasta la ceniza de las pencas era utilizada como abrasivos para limpiar metales, trastes sucios y como fertilizante32. Las pencas y raíces fueron utilizadas para fabricar escobetas y escobas, además fueron un resguardo de gusanos de maguey (blanco y rojo), que aparecían en tiempos de lluvias y eran muy nutritivos y deliciosos.
- 33 Archivo Histórico Judicial Oaxaca (en adelante AHJO), Teposcolula, Civil, Leg. 28, Exp. 2, año 173 (...)
- 34 Leal, Felipe y Mario Huacuja, Economía y sistemas de haciendas en México. La Hacienda pulquera en (...)
- 35 AHJO, Teposcolula, Civil, Leg. 30, Exp. 08, “La provincia de Teposcolula y Yanhuitlán deben a Su M (...)
23Las casas y solares que contaban con más magueyes fueron los más valuados y en ocasiones espacios de disputas por compraventas, deudas y herencias33. Sin duda, su producto más valioso para la economía era el aguamiel y el pulque, que se convirtió en la principal bebida alcohólica desde el periodo colonial hasta principios del siglo xx, primero en manos indígenas y luego en poder de las haciendas pulqueras españolas34. A pesar de la competencia y desplazamiento de la producción pulquera que sufrieron los pueblos, muchas cajas de comunidad y pequeños productores que tenían sus magueyes en sus solares continuaron elaborando el pulque de manera artesanal que vendían en minas, mesones y ciudades35. El aguamiel se ocupó como diurético o refrescante por su alto contenido de calorías, también para la elaboración de atoles, jarabes, miel y vinagre. En cambio, el pulque aportaba nutrientes y minerales para largas jornadas de trabajo, también se ocupaba de saborizante en comidas y como levadura para hacer pan.
Nopales y tunas
- 36 Sánchez Silva, Carlos y Miguel Suárez, “Evolución de la producción y el comercio mundial de la gra (...)
24Otra de las plantas importantes del solar fue el nopal con sus distintas variedades, y no sólo sirvió para la dieta alimenticia, sino para la producción de grana cochinilla que se exportó al mercado internacional y que generó ingresos en las cajas de comunidad y a las familias productoras. Pero al mismo tiempo, tuvo efectos sobre la agricultura tradicional, ya que, ante la demanda europea en el contexto de la industrialización inglesa, muchos pueblos de Oaxaca cambiaron sus cultivos para producir grana e insertarse en la dinámica comercial36.
- 37 Trabajo etnográfico, en los pueblos de Coixtlahuaca, entre 2000 y 2015.
25En los solares de las familias pudientes se cultivaron nopal de distintas variedades. Dichas frutas no sólo eran consumidas por humanos, sino también por pájaros, zorras y otros animales que arribaban a este espacio vegetal. Aparte del nopal de grana, las otras variedades cultivadas en el solar se usaban para preparar diferentes platillos según la temporada; nopal tierno entre abril y agosto, para preparar diversos guisados; caldo de nopalitos, nopalitos con huevo, fritos con cebolla y orégano, nopalitos en salsa, nopal con habas y en moles, etc. En cambio, en invierno, se consumía el nopal gordo, con lo cual se preparan caldos, ensaladas y sopas37.
- 38 Existen varias especies de nopal comestible en las zonas áridas de México; nopal verdura (opuntia (...)
26Las hojas del nopal servían para forraje. En tiempos de sequías, se podaban y se quemaban las espinas de las pencas, para después cortar en pedazos y darlo solo o combinado con paja, zacate y hierbas secas a las vacas, cabras y ovejas. Se sabe que en la época colonial, la baba del nopal se mezclaba con cal para adherir las construcciones de casas y conventos. Por sus propiedades hipoglucemiantes, actualmente se utiliza como medicina en varias enfermedades como la diabetes38. Y tiene múltiples usos en la alimentación y la industria.
- 39 AHJO, Teposcolula, Civil, Leg. 34, Exp. 18, “Antonio Cisneros casado con Juana María, indios de Sa (...)
- 40 AHJO, Civil, Teposcolula, Leg. 35, Exp. 01.30, “Don Felix Morales vecino de la ciudad de Oaxaca, p (...)
- 41 AHJO, Civil, Coixtlahuaca, Caja 1, 1884, “Mateo Baltasar y Compañía de Tehuacán, otorga poder a Ma (...)
27Cabe señalar que las sociedades indígenas siempre estuvieron estratificadas, había enormes solares en los conventos y en las casas de los caciques y principales con su sala, cocina, patio, gallineros, corrales para el ganado, caballerizas, huertos de hortalizas y árboles frutales, nopales, magueyes, plantas medicinales y de ornato39. En cambio, había solares de menores dimensiones, donde solo existía una choza de palma y unos cuantos nopales y magueyes. El tamaño del solar y el número de magueyes y nopales reflejan el status de la familia. En el período colonial y el siglo xix, los solares que contaban con numerosos magueyes y nopales tenían un valor más alto, baste unos ejemplos; en 1760 se registraron dos ventas de sitios solares en el pueblo de Teposcolula, mientras don Félix Morales vendió a Miguel Ramírez un solar con 1.370 magueyes por el precio de 293 pesos, al margen del río, Juan Solano “indio natural de Teposcolula vendió un pedazo de tierra de 6 yuntas de sembradura” a Diego Ortiz, por el precio de 40 pesos40. Los precios podían bajar si se trataba de embargos: en 1884, en el pueblo de Ihuitlán Plumas, por una deuda de 103 pesos, se le embargaron sus bienes al comerciante Benigno Espinosa; una casa habitación, donde tenía una tienda, un sitio solar con dos jacales y 300 magueyes de pulque, tres terrenos con una superficie de seis hectáreas, un armazón de madera y el mostrador de la tienda41.
- 42 Bertran, Miriam, Cambio alimentario e identidad de los indígenas mexicanos, op. cit., p. 73-80.
- 43 Goody, Jack, Cocina, cuisine y clase. Estudio de Sociología comparada, Barcelona, Gedisa, 1995.
28La alimentación local se fue enriqueciendo con las plantas y animales europeos y esa comida mestiza fue generando una nueva identidad. Según Bertrán, la comida diaria y la comida de fiesta llevaron a una cultura culinaria que fortaleció la identidad de cada grupo42. Desde la perspectiva sociológica, Jack Goody quien abordó la relación entre la comida y estratificación social, descubrió que la diferenciación entre las cocinas está vinculada a las jerarquías políticas y sociales. Las élites desarrollan cocinas distintas a las de la gente común43. Para fines del siglo xvii el solar mixteco estaba conformado por plantas y animales de origen mesoamericano, europeo y asiático, formando un sistema agroecológico, sustentable y orgánico.
Trigo y ganado menor
- 44 Crosby, Alfred, “La fusión de dos comidas”, op. cit., p. 134.
- 45 Pastor, Rodolfo, Campesinos y reformas, op. cit., p. 132 y 140; Silva, Jorge “Agricultura indígena (...)
29Entre los productos europeos que se adaptaron en esta región fría y árida destaca el ganado menor; chivos y ovejas, lo mismo que los cereales como el trigo y la cebada. Así, contrario a lo que plantea Crosby, quien apuntó que tuvieron que pasar más de dos siglos para que los habitantes de ambos mundos adaptaran otros cultivos y animales junto con sus técnicas agrícolas y ganaderas para preparar sus alimentos44, en la Mixteca Alta la incorporación del trigo se realizó muy rápido. Desde 1535, Teposcolula y otros pueblos ya estaban tributando trigo. El trigo era resistente al frío, no requería mucha cantidad de agua para crecer, tampoco era necesaria tanta mano de obra y pronto se aclimató en los valles de la Mixteca. Para la década de 1570 el convento de Yanhuitlán tenía varias parcelas sembradas de trigo y contaba con su propio molino para obtener harinas. En 1580, “la abundancia de las cosechas de trigo ya no obligaba a nadie a tributarlo y se convirtió en un reglón principal del diezmo mixteco”45. Muchos habitantes de la Mixteca ya estaban consumiendo productos europeos, como se percibe en la relación geográfica de Tejupan:
- 46 Acuña, René (ed.), Relaciones Geográficas del siglo xvi, op. cit., p. 221.
Los mantenimientos que antiguamente comían generalmente eran tortillas secas y ají, y sabandijas: ratones, lagartijas y culebras. Los principales, en sus fiestas, comían gallinas de la tierra, venados y carne humana, y perros […]. Y ahora, comen generalmente, los macehuales, tortillas y chile y otros muchos géneros de hierbas, y los principales comen gallinas, venado, vaca, carnero y otras cosas, y pan de castilla46.
- 47 AHJO, Sección Teposcolula, serie Protocolos, Leg. 02, Exp. 13, año 1668, “Antonio Santa Cruz, caci (...)
- 48 AGEO (Archivo General del Estado de Oaxaca) Fondo Gobernación, Sección del gobierno de los distrit (...)
30El trigo, primero se expandió por el Valle de México, Puebla y el Bajío, y desde la década de 1540 los pueblos mixtecos también ya estaban cultivando trigo. El Valle de Nochixtlán, Yanhuitlán, Tamazulapan, Tejupan y la subcuenca del río Coixtlahuaca se convirtieron en productores de trigo47. Los molinos se multiplicaron en manos de españoles, caciques y pueblos, por ejemplo, en la segunda mitad del siglo xix existían nueve molinos en el pueblo de Tamazulapan, donde se trituraba el trigo y se obtenía harina que probablemente se comercializaba hacia Huajuapan, Tehuacán y la Costa oaxaqueña. Por si fuera poco, en 1868 el municipio de Tamazulapan sustentaba sus ingresos en el arrendamiento anual de 303 pesos de un molino de trigo y 329 pesos por el impuesto del mercado48.
31En algunos pueblos, el trigo se convirtió en el principal alimento de la población indígena, pues las mujeres elaboraron tortillas, atoles y dulces de trigo con piloncillo. Pronto se extendió el consumo de pan de trigo, no solo en fiestas y rituales como el día de muertos, utilizando el pulque como levadura, tradición que todavía subsiste en muchos lugares de la Mixteca.
- 49 Katz, Esther, “La influencia del contacto en la comida campesina mixteca”, op. cit., p. 342-346.
- 50 Esparza, Manuel (Ed.), Relaciones Geográficas de Oaxaca, 1777-1778, México, Instituto Oaxaqueño de (...)
32En el trascurso de los siglos xvii y xviii, tanto la nobleza como los macehuales incluyeron en su dieta otros productos europeos y asiáticos como azúcar, arroz, nuez, betabel, coco, granada china, etc49. En 1777, junto a las parcelas de maíz crecía el trigo largo y pelón, frijol y grana. Y en los huertos y solares había “priscos, duraznos, melocotones, cerezas, albaricoques, que por otro nombre le dicen chabacanos, aguacates, chicos prietos, algunos palos de nogal de castilla y entre las muchas nopaleras que hay de grana, hay otros muy crecidos que dan unas tunas coloradas muy dulces y algunas moradas”50.
- 51 Adame, Miguel, “Elementos generales del sistema alimentario en el México colonial”, en Adame, Migu (...)
33La carne de cerdo y la manteca fueron otros de los ingredientes que vinieron a cambiar la dieta alimenticia de las clases populares. Se volvió costumbre freír los frijoles con manteca, elaborar los tamales, comer chicharrón y usar esta grasa en las garnachas, gorditas y tlayudas elaboradas de maíz, además de otros guisos y salsas51. Lo mismo que las gallinas, pavos y ganado menor, los cerdos fueron utilizados como un sistema de ahorro familiar que se intercambiaba en los mercados regionales para obtener ingresos, pagar el tributo, adquirir herramientas y comida en caso de hambrunas o fiestas.
- 52 Sobre ganadería menor en la Mixteca, véase: Miranda, José, “Orígenes de la ganadería indígena en l (...)
34El consumo de carne de chivos y ovejas, fue pronto adaptado, lo mismo que la lana para hacer sarapes, jorongos y lanillas, porque dieron abrigo a los habitantes de este clima frío. Desde la segunda mitad del siglo xvi, los caciques y pueblos recibieron en merced muchas estancias de ganado menor y para principios del siguiente siglo, los hatos de cabras y ovejas proliferaban por los campos mixtecos. Al principio los pueblos contrataron maestros españoles para aprender el oficio del pastoreo, destete, crecimiento, trasquila de lana, obtención de carnes, secado de las pieles y carnes para consumo y venta. Pero pronto adquirieron experiencia como hábiles pastores, operarios y consumidores de los productos caprinos y ovinos52.
- 53 Esparza, Manuel y Huesca, Irene (ed.), Cuestionario de Don Antonio Bergoza y Jordán en su diócesis (...)
35Para fines del siglo de las luces se había consolidado no sólo el solar agroecológico, sino también existía otra cultura alimentaria. Casi todos los pueblos de la región mixteca combinaban en su dieta los productos mesoamericanos y españoles, como se percibe en un informe de 1803: “Los frutos de la tierra, y en que divierten su trabajo los naturales, son por lo común el trigo blanco y pelón, el amarillo que llaman largo; el maíz, el frijol, la grana, el ganado cabrío, el ovejuno, y el maguey. En la cabecera y en algunos pueblos se come la uva, el higo, la breva, la nuez de castilla, la pera, el durazno, el prisco, el melocotón, la granada, la chirimoya o anona que abunda. No faltan comestibles de cocina como la garbanza, el haba, la lenteja y toda la berza si se siembra”53.
- 54 Archivo Municipal de San Miguel Tequixtepec, Oaxaca, AMSMT, Presidencia, “Memoria que presentó el (...)
- 55 AMSMT, Presidencia, “Lista general de los vecinos que contribuyeron para la fiesta titular”, 1839.
- 56 Archivo Municipal de Santiago Teotongo Oaxaca, en adelante AMST, Tesorería, “Ingresos y egresos de (...)
36Los caciques fueron los primeros en consumir los nuevos productos, y con el tiempo pasaron al resto de la población a través de las comidas de fiestas patronales y cofradías. Por ejemplo, en 1827, en la fiesta titular de San Miguel Arcángel del pueblo de Tequixtepec, el gobierno local no sólo financió la misa, los “toritos de fuego” y la “maroma”, también organizó grandes fiestas y banquetes donde se consumían artículos locales y extranjeros. Entre los recaudos que se compraron para la comida figuran biscochos finos, azafrán, ajonjolí, clavo, pimienta, pasas, almendras, arroz, aceitunas, canela, vinagre, granadas, uvas, aguardiente y vino catalán54. Doce años después, los vecinos cooperaron para la fiesta titular con 170 gallinas, 480 huevos, 113 cargas de leña, 209 velas y 57 maquilas de maíz55. Todavía en la década de 1860, las fiestas eran suntuosas y se festejaban con música, danzas, maroma, cohetes, “castillos”, flores y comidas. En 1862, la autoridad municipal compró dos reses para la fiesta, pero aparte se consumieron gallinas, cerdos, borregos, guajolotes, pan de trigo, tortillas de maíz, huevos, arroz, moles, tamales, chocolate, “aguardiente catalán”, pulque, tepache y mezcal. Lo mismo sucedía en las fiestas patronales de otros pueblos como Concepción y Teotongo; éste último poseía terrenos de cultivo de trigo, maíz y frijol, además contaba con “80 magueyes de pulque situados en el solar de la casa de comunidad”56.
37Este sistema agroecológico se sostuvo con muy pocos cambios, a pesar de la producción de grana cochinilla durante el siglo xviii que vinculó a la Mixteca con el mercado europeo. Para el siglo decimonónico retornó a su sistema de producción tradicional hasta los años cuarenta del siglo xx, cuando después de la segunda guerra mundial, se inicia el proceso de la gran aceleración, que en esta región se manifestó con la construcción de carreteras, escuelas y programas de desarrollo. A partir de entonces, la población económicamente activa emigró a las ciudades y centros industriales, y con ello empezó el abandono paulatino de los solares sustentables y la dieta alimenticia empezó a transformarse.
El ocaso de los solares y
la Gran aceleración
en la segunda mitad del siglo xx
38El sistema agroecológico y alimentario mixteco conformado a lo largo de varios siglos, y que tuvo su base en la producción agropecuaria del campo y los solares sustentables, empezó a decaer desde mediados del siglo xx, por la conjunción de factores internos y externos.
- 57 Sigüenza, Salvador, “Escuelas, caminos y alimentos”, op. cit., p. 132-136.
39Una vez finalizada la revolución, los gobiernos posrevolucionarios buscaron integrar a México en la dinámica de las naciones modernas, estimulando el desarrollo social y la industrialización. Se promovió la creación de escuelas, centros de salud, fábricas, presas hidroeléctricas y carreteras con el fin de mejorar las condiciones sociales de la población rural. En este contexto, se efectuó el reparto agrario en aras de la justicia social y el mejoramiento de la producción ejidal. Al mismo tiempo, que se trataron de implantar otros servicios públicos como correo, teléfono y telégrafo, se emprendieron campañas de salud, vacunación e introducción de agua potable en muchos pueblos de Oaxaca y otros estados57.
- 58 Mendoza, Edgar, La Mixteca. Imágenes de una identidad, Oaxaca, México, CONACYT-INAH, Cartel Editor (...)
40Los programas de educación pretendían castellanizar a la población indígena y disminuir el analfabetismo. Se trató de cambiar las costumbres y hábitos alimenticios de los campesinos para llevarlos a la modernidad. Sin embargo, los intentos de la Secretaría de Educación Pública con sus misiones culturales y escuelas rurales, solo se vieron fortalecidos cuando se construyeron carreteras y llegaron productos manufacturados y alimentos más baratos. La gran aceleración de mediados del siglo xx trasformó a la sociedad rural mexicana a una predominantemente urbana. El desarrollo económico llevó a la construcción de carreteras, fábricas, enormes presas hidroeléctricas y el crecimiento de las ciudades. Este proceso se manifestó de manera indirecta en la Mixteca con la construcción de la carretera panamericana en la década de 1940, que atravesó el estado de Oaxaca, surgiendo nuevas brechas de terracería que propiciaron la integración de muchos pueblos al mercado regional y nacional; pero al mismo tiempo, se inició una migración sin precedentes a los centros urbanos, a las ciudades industriales, y a los Estados Unidos58.
- 59 Por ejemplo, en 1950, los 13 municipios del distrito de Coixtlahuaca contaban con 21.002 habitante (...)
41La migración de la población económicamente activa ha ocasionado cambios sociales y económicos, en algunos casos ha despoblado a comunidades y municipios59. Al mismo tiempo que migraron familias completas, se introdujeron productos manufacturados y alimentos procesados. Finalmente, con la llegada de recursos externos, vía las remesas de los migrantes y los subsidios gubernamentales, se agudizó el abandono de los campos de cultivo y la pérdida del sistema agroecológico. La mayoría de los solares plantados con órganos, nopales, árboles frutales y plantas medicinales están desapareciendo. En su lugar, los migrantes y vecinos construyen casas al estilo californiano con grandes portones y enormes ventanas. Asimismo, el solar ha dejado de tener la importancia vital que tuvo en el pasado, muchos cactus y nopales han sido talados y en su lugar se cultivan cipreses italianos y otras plantas ornamentales que pueden traer otras plagas y afectar a las especies nativas.
- 60 Bertrán, Miriam, Cambio alimentario e identidad de los indígenas mexicanos, op. cit., p. 88.
42Con la apertura de carreteras y la llegada de tiendas promovidas por el Estado como la Conasupo, pero principalmente por el arribo de comerciantes, se introdujeron otros productos alimenticios: sopa de pasta, enlatados, refrescos, cervezas, frituras y comida chatarra. Así de acuerdo con Bertrán, la forma de comer de los indígenas mexicanos se fue transformando como una forma de integrarse a la sociedad nacional. Pero muchos de estos cambios fueron provocados por la introducción de nuevos cultivos, nuevas tecnologías y semillas “mejoradas” que sustituyeron y desplazaron a los alimentos tradicionales60.
43A mediados del siglo xx, Moisés De la Peña hizo un recorrido por tierras mixtecas. Desde su punto de vista, la producción de maíz, frijol, caña de azúcar, papa, chile y frutas era insuficiente. Sin embargo, reconoció que en las tierras frías, la producción de trigo era abundante, lo mismo que de frutas como el durazno, manzana, pitaya, capulín y tunas. Además, agregó la recolección de plantas y frutos silvestres según la temporada; verdolagas, quiotes tiernos de maguey, nopalitos, quelites, biznagas, sotol cocido con panela, camote silvestre, etc. Incluso, hizo un análisis estratificado de la sociedad mixteca, la producción y alimentación de las familias. De manera implícita, describe la producción de los solares y su importancia económica, pues señala que aquellos que poseían animales, ganado, gallinas, árboles frutales, nopales y magueyes, tenían mayores oportunidades de tener una mejor alimentación, así como para vender sus excedentes en los mercados regionales:
- 61 De la Peña, Moisés, Problemas sociales y económicos de las Mixtecas, op. cit., p. 130.
Son las gentes prósperas, que no viven en choza, sino en casa de cantera o adobe y cuentan con ese seguro contra el hambre, de un corral con varios cerdos y más de una docena de gallinas o una docena de chivas. (que no dan leche). Tal categoría de campesinos cuenta con su yunta de bueyes, que en estas zonas de propiedad atomizada, califica al dueño entre los ricos […]. En los pueblos de agricultura menos pobres, se come frijol con tortilla dos o tres veces al día mientras dura la cosecha […] Causa alegría encontrar en zonas citadas numerosos campesinos que consumen los huevos de sus gallinas en lugar de venderlos. […]. A partir de las primeras lluvias mejora algo la alimentación en la Mixteca Alta, gracias a la adición de hierbas, calabacitas y algunas frutas, pero a la vez hay una más dura limitación en el consumo de maíz y frijol, que es cuando alcanza sus más altos precios. Quienes han plantado nopales y pitayas o duraznos obtienen un magnífico alivio con los ingresos de esos frutales (Que todos podrían obtenerlo); pero es a partir de septiembre y octubre que mejora la situación, con los elotes y el maíz para hartarse de tortilla, y frecuentemente de frijol y calabaza maciza. Quienes siembran trigo, tienen además dos cortas temporadas de abundancia al cosecharlo, en marzo abril y en octubre noviembre, y quienes tienen magueyes en todo tiempo se ven favorecidos con la venta de pulque o hacen rendir el maíz con el rico atole de aguamiel de maguey. En el estiaje, periodo de hambre en que ya se vació la troje, se cuenta con la ayuda del nopalito tierno61.
44Varias fueron las instituciones que trataron de incidir en el mejoramiento de las comunidades indígenas de la región. Por ejemplo, desde 1947, la Comisión del Papaloapan construyó pistas de aterrizaje, presas y canales de riego en los municipios del Distrito de Coixtlahuaca. Del mismo modo, realizó campañas sanitarias y de vacunación; además, introdujo el servicio de agua potable, lavaderos, centros de salubridad, electrificación, caminos y hasta semillas “mejoradas”, fertilizantes y otras variedades de árboles frutales, hortalizas y viveros forestales.
45Estos proyectos estatales fueron afectando el paisaje y el sistema agroecológico que se constituyó desde la época prehispánica y colonial y que perduró con pocos cambios hasta mediados del siglo xx. Asimismo, la llegada de maquinaria, tractores y otras especies vegetales y productos comestibles ha provocado que ciertas plantas de origen prehispánico y europeas coloniales que se adaptaron al suelo y clima de la región, fueran sustituidas, perdiéndose la relación hombre/naturaleza que sustentaba el equilibrio ecológico y la soberanía alimentaria.
46Conforme los pueblos indígenas se fueron insertando en el mercado nacional como productores, mano de obra o como consumidores de productos industrializados, no sólo fueron cambiando los hábitos alimenticios sino también la ropa y los utensilios domésticos tradicionales; el fogón de leña fue sustituido por estufas de gas, trastes de barro por recipientes de peltre y los cántaros por cubetas de lata, los molcajetes por la licuadora, lazos de ixtle por mecates de plástico y el pulque disminuyó por el consumo de la cerveza y la Coca Cola. Por si fuera poco, la gran aceleración también generó la llegada de fertilizantes sintéticos y plaguicidas químicos que afectaron aún más los frágiles ecosistemas.
- 62 Bertrán, Miriam, Cambio alimentario e identidad de los indígenas mexicanos, op. cit., p. 94-95.
47La dieta de la población indígena y el sistema agroecológico que se formó desde la época colonial sufrieron cambios notables a mediados del siglo xx. Si en un principio las políticas de integración nacionalistas intentaron frenar la desnutrición por medio del consumo de otros ingredientes como leche, carne, huevos y pan, en el mediano y largo plazo las consecuencias de adaptar estos y otros alimentos como refrescos, frituras, embutidos y comida chatarra, ha llevado a problemas de salud como la diabetes, hipertensión, cáncer y obesidad en muchas comunidades indígenas62. No obstante, hay que matizar, pese a los cambios de las últimas décadas, en las zonas más marginadas de la Mixteca todavía prevalece vigente la base de los alimentos mesoamericanos; maíz, frijol, calabaza y chile. En cambio, en zonas donde se ha introducido la tecnología agrícola, alimentos procesados, semillas “mejoradas”, materiales de construcción industriales, plásticos y basura, los cambios son evidentes en el uso del suelo, la producción y la alimentación.
48Finalmente, el mérito de este estudio de larga duración es insertar a las comunidades indígenas en el debate latinoamericano a la luz de las periodizaciones del antropoceno y de los efectos provocados por la penetración del capitalismo en los sistemas tradicionales de alimentación de regiones periféricas.
Conclusión
49Actualmente, la Mixteca Alta está considerada como una de las zonas más erosionadas y ecológicamente más devastadas del país, lo que se explica porque la mayor parte del territorio es semidesértico y cuenta con pocas tierras fértiles y escasos sistemas de riego. Del mismo modo, se suele decir que gran parte de su población está incluida en los índices de extrema pobreza y marginación. Sin embargo, no todas las épocas fueron de deterioro ni de pobreza. Por el contrario, desde hace más de cinco mil años, aquí también se domesticaron plantas y animales y se transitó de la vida nómada a la vida sedentaria para alcanzar su plenitud en el posclásico mesoamericano. Antes de la conquista, en la región mixteca se desarrolló un sistema de agricultura eficiente, formas de escritura, astronomía y arquitectura, que se manifestaron en la alta calidad de la cerámica policromada de tipo suntuario, el arte plumario y una orfebrería de gran belleza que refleja el desarrollo de la metalurgia y la cultura. Y pese a los cambios social, político y económico que propició la invasión española, los pueblos mixtecos se adaptaron al sistema colonial, y se integraron al mercado regional e internacional a través de la venta de sus productos como la seda, grana cochinilla, harina de trigo, ganadería menor y elaboración de textiles y sombreros de palma. Un reflejo de aquella bonanza se percibe aun hoy en la riqueza arquitectónica y cultural de los grandes conventos como Coixtlahuaca, Yanhuitlán y Teposcolula, o incluso en otros templos más pequeños pero no menos suntuosos como Teotongo, Tequixtepec, Tamazulapan, Tejupan, Concepción Buenavista, Achiutla y Suchixtlahuaca, donde se hicieron grandes retablos, pinturas e imágenes de santos elaborados por los mejores artistas del mundo novohispano como Andrés de la Concha, Simón de Pereins, Manuel de Mendoza y otros pintores poblanos, todos financiados por los bienes de comunidad y las cofradías.
50Esta relativa autonomía sufrió cambios con el impacto indirecto de la gran aceleración capitalista, pero también a partir de las políticas de centralización y de integración nacionalista del siglo xx. Desde la década de 1940, la apertura de carreteras, la migración y penetración de productos alimenticios cambiaron paulatinamente el consumo “monótono” de la población indígena sustentada en la agricultura de subsistencia por una dieta determinada por el mercado. Y como consecuencia, han puesto en peligro de extinción el sistema agroecológico y alimentario que permitió la subsistencia de estos grupos durante cientos de años, a tal grado que muchos solares fueron abandonados ante la introducción de otras plantas y otros alimentos ajenos a las dietas campesinas locales.
51Como hemos visto, la producción agropecuaria de los solares aminoró las hambrunas en tiempos de sequías, heladas, granizo y plagas, al mismo tiempo complementaron la dieta alimenticia y fueron una forma de intercambio y venta del excedente, lo que permitió a las familias complementar su economía doméstica y mantener cierta soberanía alimentaria por muchas generaciones. Sin embargo, no todo fue color de rosa, pues en estas condiciones extremas, los campesinos tuvieron que remar contra corriente y frenar con múltiples estrategias simbólicas y de trabajo, el efecto de tempestades, plagas y enfermedades.
52En suma, a lo largo de varios siglos de recorrido por una zona de la Mixteca, se percibe indirectamente distintos momentos del inicio y desarrollo del antropoceno, que repercutieron en los cambios ambientales y alimentarios de las comunidades indígenas. Desde la revolución neolítica, donde las culturas mesoamericanas, pasaron de nómadas a sedentarias, iniciando la domesticación de plantas y animales, hasta la construcción de ciudades. La segunda etapa fue la colonización europea, marcando cambios profundos con la introducción del ganado, el arado y la minería que alteraron el paisaje. Sin embargo, la revolución industrial del siglo xviii no se percibió en esta región relativamente aislada, salvo por la producción de grana cochinilla que se exportó como tinte para el mercado europeo. Pese a todo, el sistema agroecológico donde se combinaron plantas y animales europeos y americanos, subsistió por lo menos hasta mediados del siglo xx, cuando se inició la gran aceleración capitalista y que en la Mixteca se exteriorizó con la construcción de vías de comunicación y la migración de cientos de familias a las ciudades, para integrarse de manera desigual al México moderno y finalmente a una economía global.
Notes
1 Trischler, Helmuth, “El antropoceno, ¿un concepto geológico o cultural, o ambos?”, Desacatos, n° 54, 2017, p. 40-57.
2 Svampa, Maristella, “El antropoceno como diagnóstico y paradigma. Lecturas globales desde el sur”, Estudios Utopía y Praxis Latinoamericana, vol. 24, n° 84, 2019, p. 42; Moore, Jason (ed.), ¿Anthropocene or Capitalocene?, Nature, History and the crisis of capitalism, Oakland, PM Press, 2016; Haraway, Donna, “Anthropocene, Capitalocene, Plantationocene: Making kin”, Environmental Humanities, n° 6, 2015, p. 159-165.
3 Crutzen, Paul y Eugene, Stoermen, “The anthropocene”, Global Change Newsletter, 2000, n° 41, p. 17 y 18.
4 MacNeill, John, Peter, Engelke, The Greant Acceleration and environmental history of the anthropocene since 1945, Cambridge, MA, Harvard University Press Cambridge, 2016.
5 Moore, Jason, “El auge de la economía-mundo capitalista: las fronteras mercantiles en auge y decadencia de la aproximación máxima”, Laberinto, 2013, n° 39, p. 21 y 30.
6 Svampa, Maristella, “El antropoceno como diagnóstico y paradigma. Lecturas globales desde el Sur”, op. cit., p. 36.
7 Véase Bertran, Miriam, Cambio alimentario e identidad de los indígenas mexicanos, México, UNAM, 2005, p. 16-19.
8 De Garine, Igor, “Antropología de la alimentación y pluridisciplinariedad”, América Indígena, XLVIII (3), 1988, p. 636-650.
9 Kroeber, Alfred, Antropología General, México, FCE, 1945, p. 11; Bertran, Miriam, Cambio alimentario e identidad de los indígenas mexicanos, op. cit., p. 11.
10 Mintz, Sidney, Dulzura y poder. El lugar del azúcar en la historia moderna, México, Siglo xxi Editores, 1996.
11 Flannery, Kent y Joice, Marcus, The cloud people: Divergen Evolution of the Zapotecs and Mixtec Civilizations, Nueva York, Academic Press, 1983, p. 323-339; Hunt, Eva, “Irrigation and the sociopolitical Organization of cuicatec cacicazgos”, en Richard, MacNeich (Ed.), Cronology and irrigation. The Prehistory of Tehuacan Valley, vol. 4, Austin University of Texas Press, 1972, p. 162-274; Winter, Marcus, “Los altos de Oaxaca”, en Rojas, Teresa y Sanders William (Coords.) Historia de la agricultura. Época prehispánica, Siglo xvi, tomo II, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1989, p. 77-124.
12 Smith, Earle, Modern vegetation and ancient plant remainsof the Nochixtlan Valley Oaxaca, Nashville, Vanderrbilt University Publication in Anthropology, n° 16, 1976.
13 Katz, Esther, “Prácticas agrícolas en la Mixteca Alta”, en Rojas, Teresa (Coord.), Agricultura indígena, pasado y presente, México, SEP-CIESAS, 1994, p. 239-274; Katz, Esther y Luis Vargas, “Cambio y continuidad en la alimentación de los mixtecos”, Annales de Antropología, vol. 27, n° 1, 1990, p. 15-51.
14 Granados, Diódoro, Georgina López y Miguel Hernández, Valle de Tehuacán y cañada de Cuicatlán. Historia, ecología y cultura, México, Universidad Autónoma de Chapingo, 2009, p. 154.
15 De La Peña, Moisés, Problemas sociales y económicos de la Mixteca, México, Memoria del INI, 1950; Kleiche, Mina y Roland Waast, “Los saberes autóctonos entre seguridad alimentaria y ambientalismo: nuevos desafíos para los proyectos de desarrollo rural en la Mixteca oaxaqueña (México)”, en Castro, Fabio, Bárbara Hogenboom y Michel Baud (coord.), Gobernanza ambiental en América latina, Buenos Aires, CLACSO, 2015, p. 105-133; Sigüenza, Salvador, “Escuelas, caminos y alimentos. Una mirada al desarrollo y la vida cotidiana en la Mixteca oaxaqueña, 1940-1970”, en Ortíz, Reina (comp.), Mitos y simbolismos en la cultura mixteca, México, Universidad Tecnológica de la Mixteca, 2016, p. 127-147.
16 Altiere, Miguel y Víctor Toledo, “La Revolución agroecológica en Latinoamérica. Rescatar la naturaleza, asegurar la soberanía alimentaria y empoderar al campesino”, The Journal of Peasant Studies, vol. 38, n° 3, 2011, p. 5; Toledo, Víctor, “The ecological rationality of peasant production”, en Altiere, Miguel y Susana Hecht (ed.), Agroecology and Small: Farm Development, Boca Raton, CRC Press, 1990, p. 53-60.
17 Véase Mapa 1.
18 En la Cuenca del río Tepelmeme tienen injerencia política siete municipios; Jicotlán, Teopan, Tlacotepec Plumas, Ihuitlán Plumas, Tlapiltepec, Concepción Buenavista y Tepelmeme de Morelos. Mientras en la cuenca del río Coixtlahuaca, ubicamos a cuatro municipios, Tequixtepec, Nativitas, Suchixtlahuaca y Coixtlahuaca. En cambio, los municipios de Tulancingo, Nopala, Teotongo, Tamazulapan y Tejupan del distrito de Teposcolula se encuentran en la cuenca del río Mixteco.
19 Cruz, Roberto y Jerzy Rzedodowsky, Vegetación de la cuenca del río Tepelmeme, Alta Mixteca, Oaxaca (México), México, Departamento de Botánica, Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, IPN, 1980, p. 19-20.
20 Cruz, Roberto y Jerzy Rzedodowsky, Vegetación de la cuenca del río Tepelmeme, op. cit., p. 25-37.; Kleiche, Mina y Roland Waast, “Los saberes autóctonos entre seguridad alimentaria y ambientalismo: nuevos desafíos para los proyectos de desarrollo rural en la Mixteca (México)”, op. cit., p. 112.
21 De La Peña, Moisés, Problemas sociales y económicos de la Mixteca”, op. cit., p. 19.
22 Winter, Marcus, “Los Altos de Oaxaca”, op. cit., p. 77.
23 Rojas, Teresa, “La agricultura en la época prehispánica”, en Rojas, Teresa (coord.), La Agricultura en tierras mexicanas desde sus orígenes hasta nuestros días, México, Grijalbo, CNCA, 1990, p. 403-418.
24 Véase la excelente compilación de Long, Janet, Conquista y comida, consecuencia del encuentro de dos mundos, México, UNAM, 2003; Adame, Miguel (coord.), Alimentación en México, ensayos de antropología e historia, México, Ediciones Navarra, 2012; Earle, Rebecca, The body of the conquistador. Food, race, and the colonial experience in Spanish America, 1492-1700, Cambridge/New York, University of Cambridge, 2012.
25 De La Peña, Moisés, Problemas sociales y económicos de las Mixtecas. op. cit.; Sigüenza, Salvador, “Escuelas, caminos y alimentos”, op. cit., p. 137-144; Adame, Miguel (coord.), Alimentación en México, op. cit.
26 Por ejemplo, la cabecera de Coixtlahuaca y sus pueblos sujetos, caciques y macehuales recibieron en merced numerosas estancias de ganado menor que fluctuaban entre 200 y 2.000 cabezas. Archivo General de la Nación, México, AGN, Mercedes, vol. 8, f. 137; vol. 14, f. 362; vol. 15, f. 209; vol. 11, f. 185; vol. 13, f. 243; vol. 5, f. 38; vol. 5, f. 115; vol. 23, f. 81; vol. 8, f. 137; vol. 18, f. 280; vol. 19, f. 146; vol. 31, f. 271; vol. 33, f. 42; Indios, vol. 4, f. 748.
27 Véase, Romero, María de los Ángeles, Economía y vida de los españoles en la Mixteca alta, 1519-1720, México INAH, Gobierno de Oaxaca, 1990; Pastor, Rodolfo, Campesinos y reformas. La Mixteca 1700-1856, México, El Colegio de México, 1987.
28 Crosby, Alfred, “La fusión de dos comidas”, en Long, Jhon (coord.), Conquista y comida, op. cit., p. 140; Melville, Elinor, Plaga de ovejas. Consecuencias ambientales de la conquista de México, México, FCE, 1999.
29 Rojas, Teresa, “Nuevos animales, nuevos usos del paisaje agrario: los pueblos indígenas de México”, en Vázquez Marco (coord.), La etnobiología en México. Reflexiones y experiencias, México, SEP-Instituto Tecnológico de Oaxaca, 1999, p. 75-86.
30 Ruvalcaba, Jesús, El maguey manso. Historia y presente de Epazoyuca Hgo., México, Universidad Autónoma de Chapingo, 1983.
31 Acuña, René (ed.), Relaciones Geográficas del siglo xvi: Antequera, México, UNAM, 1984, p. 368.
32 Ruvalcaba, Jesús, El maguey manso, Historia y presente de Epazoyuca Hgo, op. cit., p. 66-67.
33 Archivo Histórico Judicial Oaxaca (en adelante AHJO), Teposcolula, Civil, Leg. 28, Exp. 2, año 1736, “Nicolasa Pérez, mujer viuda de San Pedro Tidaa, contra Nicolás Gerónimo, por despojo de una casa, un pedazo de terreno y 170 magueyes chicos”. AHJO, Teposcolula, Civil, Leg. 30, Exp. 20, año 1741, “Joseph Galindo y Josefa María, vecinos de la cabecera de Teposcolula, ante don Alonzo Agustín Parraga, alcalde mayor, pide que don Pedro de Osorio, albacea de Domingo de Zeliz, difunto, les pague su deuda de ocho cargas de trigo, dos yuntas de tierras, ochenta magueyes, ocho yuntas de bueyes con todos sus aperos”.
34 Leal, Felipe y Mario Huacuja, Economía y sistemas de haciendas en México. La Hacienda pulquera en el cambio de los siglos xviii, xix y xx, México, Editorial Era, 1984.
35 AHJO, Teposcolula, Civil, Leg. 30, Exp. 08, “La provincia de Teposcolula y Yanhuitlán deben a Su Majestad, 1.419 pesos de dos años de impuesto de pulque”, Año 1740.
36 Sánchez Silva, Carlos y Miguel Suárez, “Evolución de la producción y el comercio mundial de la grana cochinilla, siglo xvi-xix”, Revista de Indias, 2006, vol. 66, n° 237, p. 473-490; Escalona, Huemac, “Rojo profundo. Grana cochinilla y conflicto en la jurisdicción de Nejapa, Nueva España, siglo xviii”, tesis de doctorado en historia, Sevilla, España, Universidad Pablo de Olavide, 2015.
37 Trabajo etnográfico, en los pueblos de Coixtlahuaca, entre 2000 y 2015.
38 Existen varias especies de nopal comestible en las zonas áridas de México; nopal verdura (opuntia ssp.) nopal tapón (opuntia robusta), nopal rastrero (opuntia rastrera), nopal duraznillo (opuntia leucotricha) y el nopal chaveño (opuntia hiptiacantha). Véase, Nopal verdura, opuntia ssp. Cultivo alternativo para las zonas áridas y semiáridas de México, México, Instituto Nacional de Ecología, 1994.
39 AHJO, Teposcolula, Civil, Leg. 34, Exp. 18, “Antonio Cisneros casado con Juana María, indios de Santiago Nundichi, su padre le dio casa y solar para morada, poblándolo de nopales y frutales, su hermano Joseph Cisneros le usurpó 100 magueyes, pide justicia”, año 1758.
40 AHJO, Civil, Teposcolula, Leg. 35, Exp. 01.30, “Don Felix Morales vecino de la ciudad de Oaxaca, por poder que otorga a doña Juliana Ramírez”; AHJO. Civil, Teposcolula, Exp. 01.31 “Juan Solano, indio natural de Teposcolula vende a Diego Ortiz indio natural de Teposcolula un pedazo de tierra”, año 1760.
41 AHJO, Civil, Coixtlahuaca, Caja 1, 1884, “Mateo Baltasar y Compañía de Tehuacán, otorga poder a Matías Jiménez para que cobre una deuda”.
42 Bertran, Miriam, Cambio alimentario e identidad de los indígenas mexicanos, op. cit., p. 73-80.
43 Goody, Jack, Cocina, cuisine y clase. Estudio de Sociología comparada, Barcelona, Gedisa, 1995.
44 Crosby, Alfred, “La fusión de dos comidas”, op. cit., p. 134.
45 Pastor, Rodolfo, Campesinos y reformas, op. cit., p. 132 y 140; Silva, Jorge “Agricultura indígena en el valle de Nochixtlán en el siglo xvi”, en Rojas, Teresa (coord.), La agricultura indígena en la época prehispánica, op. cit., p. 190.
46 Acuña, René (ed.), Relaciones Geográficas del siglo xvi, op. cit., p. 221.
47 AHJO, Sección Teposcolula, serie Protocolos, Leg. 02, Exp. 13, año 1668, “Antonio Santa Cruz, cacique de Tamazulapan arrienda a Andrés Gómez, español, un molino y tierras por 4 años por 250 pesos cada año”; AHJO, Teposcolula, Protocolos, Leg. 03, Exp. 8.46, año 1708, “Fernando de Santiago Cacique y gobernador de Tamazulapan arrienda a Joseph Ruiz de Trino, un molino de pan moler, con casa, horno y tres tierras de regadío e instrumentos, por cinco años a 130 pesos cada año”.
48 AGEO (Archivo General del Estado de Oaxaca) Fondo Gobernación, Sección del gobierno de los distritos, año 1868, Leg. 14, Exp. 20.
49 Katz, Esther, “La influencia del contacto en la comida campesina mixteca”, op. cit., p. 342-346.
50 Esparza, Manuel (Ed.), Relaciones Geográficas de Oaxaca, 1777-1778, México, Instituto Oaxaqueño de las Culturas-CIESAS, 1994, p. 213 y 319.
51 Adame, Miguel, “Elementos generales del sistema alimentario en el México colonial”, en Adame, Miguel (coord.), Alimentación en México, op. cit., p. 125.
52 Sobre ganadería menor en la Mixteca, véase: Miranda, José, “Orígenes de la ganadería indígena en la Mixteca”, en Romero, María de los Ángeles (comp.), Lecturas históricas de Oaxaca. Época colonial, INAH, México, 1986, p. 231-241; Romero, María de los Ángeles, Economía y vida de los españoles, op.cit.; Mendoza, Edgar, “Chivos y matanzas: economía y cultura en las mixtecas, del siglo xvi al xxi”, en Ortíz, Reina (comp.), Mitos y simbolismos en la Cultura Mixteca, México, Universidad Tecnológica de la Mixteca, 2016, p. 149-174.
53 Esparza, Manuel y Huesca, Irene (ed.), Cuestionario de Don Antonio Bergoza y Jordán en su diócesis, 1806, Archivo General del Estado de Oaxaca, México, 1984, p. 145.
54 Archivo Municipal de San Miguel Tequixtepec, Oaxaca, AMSMT, Presidencia, “Memoria que presentó el alcalde José Miguel Cruz del dinero que contribuyeron los individuos ciudadanos”, 1827.
55 AMSMT, Presidencia, “Lista general de los vecinos que contribuyeron para la fiesta titular”, 1839.
56 Archivo Municipal de Santiago Teotongo Oaxaca, en adelante AMST, Tesorería, “Ingresos y egresos de 1845”.
57 Sigüenza, Salvador, “Escuelas, caminos y alimentos”, op. cit., p. 132-136.
58 Mendoza, Edgar, La Mixteca. Imágenes de una identidad, Oaxaca, México, CONACYT-INAH, Cartel Editores, 2011.
59 Por ejemplo, en 1950, los 13 municipios del distrito de Coixtlahuaca contaban con 21.002 habitantes, en 1980 la cifra descendió a 14.896, y en el año 2000 la población total fue de 11.347. Censos de población del INEGI.
60 Bertrán, Miriam, Cambio alimentario e identidad de los indígenas mexicanos, op. cit., p. 88.
61 De la Peña, Moisés, Problemas sociales y económicos de las Mixtecas, op. cit., p. 130.
62 Bertrán, Miriam, Cambio alimentario e identidad de los indígenas mexicanos, op. cit., p. 94-95.
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Titre | Mapa 1 – Municipios chocholtecos |
Crédits | Elaboración de Carlos Roberto Cruz Gómez. |
URL | http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/caravelle/docannexe/image/12847/img-1.jpg |
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Pour citer cet article
Référence papier
J. Edgar Mendoza García, « Origen, conformación y fin de un sistema agroecológico: los solares sustentables de la Mixteca Alta de México », Caravelle, 119 | -1, 15-36.
Référence électronique
J. Edgar Mendoza García, « Origen, conformación y fin de un sistema agroecológico: los solares sustentables de la Mixteca Alta de México », Caravelle [En ligne], 119 | 2022, mis en ligne le 01 janvier 2023, consulté le 10 février 2025. URL : http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/caravelle/12847 ; DOI : https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/caravelle.12847
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