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Comptes rendus

Anne-Aurore Inquimbert, Un officier français dans la guerre d’Espagne. Carrière et écrits d’Henri Morel (1919-1944)

Pedro Barruso Barés
p. 299-302
Référence(s) :

Anne-Aurore Inquimbert, Un officier français dans la guerre d’Espagne. Carrière et écrits d’Henri Morel (1919-1944), Rennes, Presses Universitaires de Rennes-Service Historique de la Défense, 2009, 304 p.

Texte intégral

1Sin lugar a dudas 2014 ha sido un año pleno de celebraciones desde el punto de vista histórico. Al centenario de la Primera Guerra Mundial podemos unir el 75 aniversario del final de la Guerra Civil española, el 70 aniversario de la liberación del campo de Auschwitch en el mes de enero, del desembarco aliado en Normandia en junio o la liberación de París en agosto. Pero en 2014 también se ha cumplido el 70 aniversario del fallecimiento del protagonista de este libro, el teniente coronel Henri Morel, en el campo de concentración nazi de Neuengamme el 13 de septiembre de 1944; curiosamente, el día que tradicionalmente las autoridades franquistas celebraban la liberación de San Sebastián, primera ciudad de España en la que Morel tuvo contacto con la Guerra Civil.

2La figura de Henri Morel quizá no sea demasiado conocida por la historiografía española pese a que su figura ha sido citada en diversas obras -incluso en algunas de ficción- relacionadas con la Guerra Civil. Por ese motivo, y antes de entrar a comentar la obra de Anne-Aurore Inquimbert, que tiene su origen en la tesis doctoral de la autora presentada en la Universidad de Paris IV en 2008, debemos hacer una serie de consideraciones sobre la personalidad de Morel y el destacado papel jugado a lo largo de la Guerra Civil española, hecho central de su carrera y que a la vez nos sirve para tratar de entender a un sector destacado de la sociedad francesa de entreguerras como era el ejército.

3Henri Morel nació en Lyon el 31 de julio de 1889 en el seno de una familia acomodada. En 1909 logró el acceso a la Escuela Normal Superior, en la sección de Letras, por lo que se trasladó a París junto con su madre ya que su padre había fallecido. Al comenzar la Primera Guerra mundial, Morel se encontraba cumpliendo el servicio militar y fue adscrito a un regimiento de infantería resultando herido al principio del conflicto. En julio de 1916 Morel solicitó el paso al ejército -era oficial en la reserva pese a que participó en numerosas acciones militares-, tomando parte en la batalla de Verdun. En 1918, en el transcurso de la última ofensiva de las tropas alemanas, fue capturado e internado en Alemania hasta enero de 1919. Tras ser liberado de su cautiverio fue profesor de historia militar en la academia militar de Saint-Cyr. En 1924-1925 realizó una estancia en España, tras la cual ingresó en la Escuela Superior de Guerra. En ella establecería amistades que tendrían relevancia en su carrera, como fue el caso del futuro general Lattre de Tassigny o el coronel Ungría, que con el tiempo se convirtió en el jefe del servicio secreto franquista y al que Morel facilitó la salida del Madrid republicano en 1936. Tras su paso por la Escuela de Guerra se integró en el 2éme Bureau, donde formó parte de la «Sección Mediterráneo» entre 1933 y 1936. A finales de 1935, por discrepancias con la dirección del servicio de información militar abandonó el mismo y solicitó una agregaduría militar en el extranjero. Esta no le sería concedida hasta marzo de 1936 y tuvo como destino Madrid, si bien no se haría efectiva hasta el 18 de julio, cuando el anterior agregado militar, coronel Jouart, cumplió la edad de retiro por su grado. Es en ese momento cuando Morel comenzó su actividad en España y sus informes remitidos a París iban a ofrecer una información muy valorada por el Gobierno francés, a la vez que nos ofrecen una interesante y diferente visión del conflicto.

4Es indudable que desde la visión de un lector español el aspecto más relevante de la obra son los informes que hemos mencionado, pero no por ello dejan de tener interés otros aspectos de la obra de Anne-Aurore Inquimbert. Me parece de especial relevancia el retrato que la autora traza de Morel, a quien describe como «un representante de una cierta élite francesa, romántica, erudita y burguesa», de la que decidió separarse al ingresar en el ejército pero de la que mantuvo sus valores a lo largo de toda su vida. La obra nos presenta una interesante aproximación a la mentalidad de los militares franceses en el período de entreguerras, que resulta del máximo interés para comprender los posicionamientos políticos del ejército francés, en ocasiones no coincidentes con los del Gobierno francés.

5Pero dejando a un lado estas cuestiones, por otra parte claves en la formación del personaje, nos vamos a centrar en la vertiente española de Morel y poner de manifiesto el papel clave desempeñado por el militar francés. Su llegada a España, concretamente a San Sebastián, se produjo el mismo 18 de julio de 1936. En la capital donostiarra fue testigo de los combates en la ciudad y desde la misma envió sus primeros informes a París. Desde el primer momento se aprecia la diferencia entre sus opiniones y las del embajador Jean Herbette. Para Morel la victoria de los sublevados supondría una amenaza para Francia, opinión que el embajador no compartía, e incluso contradecía, como se puede ver en la edición que, junto con Juan Carlos Jiménez de Aberásturi, llevamos a cabo en 2011 de los informes del embajador francés entre julio y octubre de 1936.

6Los escritos de Morel son determinantes para conocer el trasfondo de la Guerra Civil. Desde los primeros informes, donde narra el desprecio de Herbette por el peligro y ejerce de protector del mismo -Morel lo escribe en una carta al comandante Jean Armengaud, en la que señala que, frente a la indiferencia del embajador, él, «viejo militar, tengo una prudencia técnica»- por intercesión de la esposa del embajador, tenemos una detallada visión del conflicto. A partir de este momento, y sobre todo desde el 8 de agosto de 1936, cuando Morel consigue llegar a Madrid, los informes enviados a París son constantes y constituyen en sí mismos un corpus documental de primera magnitud. Las razones que, a mi entender, sustentan esta afirmación son varias.

7En primer lugar, Morel es un observador neutral que pone de manifiesto múltiples cuestiones técnicas: empleo de la aviación, la presencia militar soviética, los prolijos informes sobre la batalla de Guadalajara, la mediocridad de la actuación de los militares franquistas en la batalla de Teruel..., y que se complementan con otros análisis más políticos. En estos, por ejemplo, junto con la admiración por Negrín, podemos destacar, pese a que su ideología es diametralmente opuesta, su elogio del PCE, al que consideró «el elemento más sano y más fuerte de la España republicana».

8A todo lo anterior debemos añadir dos aspectos fundamentales. El primero es que Morel permaneció en España durante toda la Guerra Civil, a diferencia del embajador Elerbette, que fue cesado en octubre de 1937 y sustituido por Eirick Labonne. El segundo aspecto es que Morel siguió al Gobierno republicano en su periplo de Madrid a Valencia y, posteriormente, a Barcelona. Esto le permitió observar de primera mano las reformas militares llevadas a cabo por Negrín y Prieto, a quien consideraba un «hombre de gobierno sin partido». La descripción que hace de Indalecio Prieto no deja de ser sorprendente, y por ese motivo la reproducimos en su versión original en francés, y que considero que es ilustrativa de la profundidad a la que llegaban los informes de Morel. El agregado militar describe a Prieto de la siguiente manera: «Ces yeux durs, reptiliens, sous des paupières presque fermées, ce corps que l’obésité rend informe mais qu’on oublie, cette main molle et comme sans os, cette voix âpre, nette donnent une impression qui n’est pais plaisante, mais forte» (p. 186). Pero, a pesar de ello, percibía en el líder socialista una determinación sin límite. El juicio sobre Negrín es más elogioso. Morel consideraba que «dire que M. Negrín est intelligent, ce n ’est pas I ’essentiel. Ce qui domine chez ce professeur, c’est le tempérament. Il ne donne exactement une impression de puissance mais de vie surabondante. Il est très bien portant et très bien équilibré, très direct, très lucide, très simple... M. Negrín semble le seul auquel sa lucidité permet de se juger et de s’expliquer» (p. 186-187).

9Esta cercanía con las autoridades republicanas está en el origen de otro de los aspectos destacados de la biografía de Morel y que Anne-Aurore Inquimbert recoge en su capítulo 8, «Au chevet de la République espagnole», que abarca desde enero de 1938 hasta el final de la Guerra Civil. Me parece especialmente remarcable la primera parte del mismo, en el que se analiza la consulta realizada por Léon Blum, en marzo de 1938, sobre la posible intervención militar en España a favor de la República. La entrevista de Morel con Blum y Daladier pone de manifiesto la importancia que el Gobierno francés concedía a los informes del agregado militar en un contexto internacional delicado, cuando las simpatías del Gobierno galo eran claramente favorables a los republicanos pero con un Estado Mayor del Ejército que se inclinaba más hacia los franquistas y con una situación interior complicada como había puesto de manifiesto la crisis de la «cagoule» de 1937. La respuesta de Morel fue clara y contundente: «M. le président du Conseil... un roi de France ferait la guerre».

10La segunda parte de este capítulo se ocupa de la última fase de la Guerra Civil y coincide con el final de la misión de Morel en España. El 6 de enero de 1939, a petición de Negrín, el agregado militar se trasladó a París para presentar una postrera demanda de material militar para la República al presidente del Consejo de Ministros, ya Edouard Daladier. El epílogo de la presencia de Morel fue presenciar el éxodo de civiles hacia Francia y posteriormente la retirada del ejército republicano.

11La misión diplomática de Morel terminó el 15 de febrero de 1939, fecha de su último informe. Entre este y el primero de su sucesor, el coronel Buot de L’Epine, el 29 de marzo, se habían producido importantes cambios en la política francesa con respecto a España. En primer lugar, se habían firmado los acuerdos Jordana-Bérard, por los que Francia reconoció al Gobierno franquista y el mariscal Petain había sido nombrado embajador en España.

12A partir de este momento la carrera militar de Morel tomó una nueva dirección. Tras su salida de España asumió el mando de un regimiento establecido en Túnez y participó en los combates contra los italianos cuando estos invadieron Francia en junio de 1940. Tras la derrota de Francia ante Alemania, Morel permaneció en el ejército de armisticio que pudo mantener Francia. En 1942 se alineó, junto con su amigo Lattre de Tassigny, en la tentativa de oponerse a la invasión alemana de la zona de Vichy, lo que derivó en su detención junto con otros militares dispuestos a enfrentarse a los nazis y dio paso a una complicada situación para Morel. El 9 de mayo de 1944 fue detenido por la Gestapo y el 16 de julio fue deportado al campo de Neuengamme, donde fallecería de neumonía en septiembre de ese mismo año.

13Se cierra de este modo una obra elaborada con una completa documentación, tanto procedente de archivos públicos como de los propios fondos de Morel. Esto permite a la autora analizar no solo la faceta oficial del agregado militar, sino también profundizar en la psicología del personaje, que no duda en expresar juicios que a veces contradecían los planteamientos que se le debían suponer por su formación y extracción social. Los informes de Morel fueron una información fidedigna y objetiva para el Gobierno francés y nos permiten poner de manifiesto las contradicciones y opiniones contrapuestas entre el ejército y el Gobierno. En resumen, se trata de una obra muy notable, excelentemente documentada, que saca a la luz un personaje no demasiado conocido por la historiografía y que señala el camino para ulteriores análisis de la Guerra Civil española desde una perspectiva internacional.

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Pour citer cet article

Référence papier

Pedro Barruso Barés, « Anne-Aurore Inquimbert, Un officier français dans la guerre d’Espagne. Carrière et écrits d’Henri Morel (1919-1944) »Bulletin d’Histoire Contemporaine de l’Espagne, 50 | 2016, 299-302.

Référence électronique

Pedro Barruso Barés, « Anne-Aurore Inquimbert, Un officier français dans la guerre d’Espagne. Carrière et écrits d’Henri Morel (1919-1944) »Bulletin d’Histoire Contemporaine de l’Espagne [En ligne], 50 | 2016, mis en ligne le 09 octobre 2018, consulté le 26 avril 2025. URL : http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/bhce/921 ; DOI : https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/bhce.921

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Auteur

Pedro Barruso Barés

IES Antonio Machado (Alcalá de Henares)

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Droits d’auteur

CC-BY-4.0

Le texte seul est utilisable sous licence CC BY 4.0. Les autres éléments (illustrations, fichiers annexes importés) sont « Tous droits réservés », sauf mention contraire.

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