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I. Identidades

Identidad y transgresión en “Alienación” de Julio Ramón Ribeyro

Gladys Córdova Ruiz
p. 19-32

Résumés

Cet article aborde le sujet de l’identité et la transgression dans le récit « Alienación » de Julio Ramón Ribeyro. À travers une analyse pluridisciplinaire, nous étudions les circonstances dans lesquelles se situent les actes de transgression ainsi que leur impact sur les personnages ; tout cela en évoquant une problématique identitaire qui met en avant le rôle joué par la société.

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Texte intégral

1Julio Ramón Ribeyro (1929-1994), junto a otros escritores peruanos, forma parte de la llamada “Generación del 50”. Ésta, influenciada por el contexto histórico-social de la época, opta por abordar temas que reflejan los cambios de modernización de una sociedad limeña que se acrecienta debido a los movimientos migratorios que se producen desde las provincias hacia la capital.

  • 1 Percy Taira. Conferencia de Julio Ramon Ribeyro sobre la literatura (1984).

2En aquella época, manifiesta Ribeyro, Lima carecía de una representación literaria acorde con el contexto en el que él vivía. Pensó, entonces, que era necesario reflejar literariamente una ciudad que empezaba a sufrir una transformación en su estructura urbana y social. De este modo, escribe un conjunto de cuentos donde, a manera de mosaico, se pueda apreciar esta sociedad. Estos relatos son creados durante diversas etapas de su vida, muchos de ellos mientras se encuentra en el extranjero, en ciudades como París y Madrid1.

  • 2 Presencia Cultural. Julio Ramón Ribeyro, entrevista – Presencia Cultural con Ernesto Hermoza.
  • 3 Ricardo González Vigil, éd. El cuento peruano 1975-1979, p. 174.

3La obra de Ribeyro, como lo señala Alonso Cueto, “representa el universo de los marginados, de los solitarios”2 ; pero también, como lo menciona González Vigil, se distingue por sus matices temáticos como “la costa y la sierra (en escasa medida la selva) ; la clase baja y la clase media”3. Además de los cuentos, Ribeyro escribe algunas novelas, piezas de teatro, ensayos y memorias, aunque su preferencia se inclina por los relatos cortos, los cuales son, en consecuencia, mucho más numerosos.

  • 4 Percy Taira, op.cit.

4El relato de nuestro análisis se publica en el tomo III de La palabra del mudo, un libro que sale a la luz en 1977 y que reúne la obra cuentística de nuestro autor. Aunque en esta colección no existe un cuento con este título, el nombre corresponde a muchos de ellos, ya que nos da a conocer la historia de aquellos que no tienen la oportunidad de expresarse : los olvidados, los marginados4.

5Muchos de los que se han interesado por el estudio de estas narraciones breves han advertido que el tema del fracaso, la decepción y la frustración son muy frecuentes. En efecto, en “Alienación”, por ejemplo, el personaje principal es caracterizado por Ribeyro como un zambo que anhela parecerse cada vez más a un gringo para lograr el reconocimiento social ; sin embargo, sus esfuerzos, aunque muchas veces radicales, son completamente en vano.

  • 5 Julio Ortega, “Los cuentos de Ribeyro.” p. 128.
  • 6 Ibid.

6Por su parte, Julio Ortega advierte que en varios de estos cuentos “se introducen, con una escritura neutral, la extrañeza y la ironía”5, mientras que en otros se asume “la precariedad de la aventura humana en el espacio de la fábula y la parábola a partir de historias que ilustran estados de vulnerabilidad”6. “Alienación” correspondería a estas dos interpretaciones puesto que el narrador deja sobreentendido una especie de moraleja que nos induce a pensar en lo irónico de la vida.

7En este artículo abordaremos el tema de la identidad y la transgresión desde un enfoque multidisciplinario. De esta manera, trataremos de comprender en qué circunstancias se producen los actos de transgresión en el relato y qué efectos tienen sobre los personajes. Para ello, primero intentaremos establecer un perfil social a partir de las caracterizaciones de los personajes y luego, analizaremos las transgresiones en el contexto sociocultural que las enmarca.

Contextualización identitaria

8Gracias a los referentes espacio-temporales presentes en el relato, podemos inferir que los hechos narrados transcurren desde fines de los años 40 hasta principios de los años 50 en una sociedad limeña que se caracteriza no solo por encontrarse en un proceso de modernización, sino también por su relación con un pasado colonial cuyos modelos sociales superan los límites de su época

9A pesar del tiempo transcurrido desde la colonización, los mecanismos de dominación social de aquel periodo, así como los juicios de valor sobre las personas en base a sus atributos físicos quedan vigentes en la sociedad peruana muchas décadas después de su independencia. En consecuencia, el poder político y económico continúan perteneciendo a una clase alta blanca, mientras que los indios, los negros y sus descendientes se ven condenados a la discriminación y a la marginación social.

  • 7 Julio Ramón Ribeyro, “Alienación”, La palabra del mudo II, p. 101.
  • 8 Aunque en su origen la palabra “gringo” fue creada para designar al estadounidense en general, su s (...)

10En “Alienación”, este referente histórico-cultural es tomado en cuenta para establecer el perfil de los personajes al igual que el desarrollo de la trama. El narrador, desde el inicio del relato, deja en claro el contexto en el que suceden los hechos haciendo alusión a las dificultades que se le impondrían al personaje negro si quisiera “triunfar en una sociedad colonial”7. Este preámbulo será propicio para desarrollar la idea de que, en Lima, a pesar de encontrarse en pleno siglo XX, aún se conservan los estereotipos y prejuicios relacionados con el tema racial. En ese sentido, los personajes se encuentran construidos discursivamente a partir de la noción de raza y condición social. Teniendo en cuenta esta característica, distinguimos tres grupos : el de condición modesta, conformado por zambos o negros ; el de la clase media emergente, constituido por mestizos e inmigrantes chinos o japoneses y el de la clase media alta, integrado por blancos peruanos y extranjeros gringos8.

  • 9 Aunque el primer equipo de fútbol de Alianza Lima estuvo conformado solo por jugadores blancos, est (...)
  • 10 Nótese el uso despectivo de la palabra “retaco” para referirse a la baja estatura del personaje.
  • 11 Op. cit., p. 103.
  • 12 Ibid., p. 101.

11En el primer grupo tenemos a Roberto López, el personaje principal, quien es identificado por ser zambo y parecerse a un jugador de Alianza Lima9. Además, se le describe como “un ser retaco10, oscuro, bembudo y de pelo ensortijado”11. Para el narrador, estas características condicionan el rol social del personaje, de modo que se vería condenado a convertirse para siempre “en un portero de banco o en un chofer de colectivo”12. A todo ello se suma su condición social que lo define como un muchacho de callejón que estudia en un colegio fiscal y es hijo de una lavandera. Esta última, carente de nombre propio, es caracterizada también por ser negra y pertenecer a una clase social modesta. José María Cabanillas es otro de los personajes al que incluimos en este grupo por tratarse igualmente de un muchacho zambo, hijo de un sastre de un distrito popular.

  • 13 El nombre Cahuide estaría aludiendo a la cultura Inca, mientras que Morales, a la cultura española.
  • 14 Las pulperías eran establecimientos situados por lo general en las esquinas de las calles. En éstos (...)

12El segundo grupo, al que hemos denominado el de clase media emergente, se encuentra constituido por Cahuide Morales y el chino Manuel. El primero, no solo es identificado explícitamente como un mestizo, sino también lleva un nombre en el que se reconocen dos referentes culturales13 que nos remiten una vez más a la herencia colonial. Asimismo, podríamos decir que en él se reúnen simbólicamente otros referentes que conjugan la cultura europea con la autóctona, como el hecho de que le gusten los chicharrones y los valses criollos. Este personaje representa, además, al mestizo emprendedor, aquel que con muchos años de esfuerzo y por mérito propio ha logrado forjar un patrimonio. A pesar de vivir en Lima, no ha olvidado sus orígenes ni la persona que ha sido siempre, de ahí que se le caracteriza como un regionalista y un hombre intolerante con aquellos que no se asumen tal como son. En cuanto al chino Manuel, se trata del dueño de la pulpería14 en la que los muchachos tomaban unas cervezas de vez en cuando. Éste representa a los inmigrantes chinos y japoneses que llegaron al Perú y que, con la voluntad de salir adelante, establecieron sus propios negocios, como en este caso.

  • 15 Ibid., p. 101.
  • 16 Véase Diccionario de americanismos, p. 256.
  • 17 Según el relato, el blanco norteamericano goza de un estatus superior en comparación con el blanco (...)
  • 18 El apodo, que resalta las particularidades físicas del sujeto, tiene, en este caso, un uso familiar (...)
  • 19 En el relato, lo español es desestimado frente a las otras culturas extranjeras. Para el narrador y (...)
  • 20 Ibid., p. 103.

13Forman parte del tercer grupo unos muchachos a los que el narrador califica como “blanquiñosos”15. Este adjetivo utilizado en el Perú de modo despectivo16 se emplea en el relato para diferenciar a los blancos peruanos de los blancos extranjeros17 ; en particular, para diferenciarse del norteamericano llamado también gringo. Aunque estos jóvenes peruanos son todos blancos y pertenecen al mismo grupo de amigos o conocidos, los matices del color de la piel quedan implícitos en el nombre propio que los identifica, lo que implica al mismo tiempo un determinado estatus socioeconómico. Tenemos así a Peluca Rodríguez y al chancho Gómez, identificados por sus apodos18 y sus apellidos de origen español19 comúnmente llevados entre los habitantes peruanos. En el relato el estatus socioeconómico de ambos jóvenes parece ser menos elevado que el de los otros muchachos del grupo, puesto que para llamar la atención de Queca solo optan, respectivamente, por lanzarse de la rama más alta de un árbol y romperle la nariz a un heladero. En cambio, Lucas de Tramontana, Armando Wolff y Chalo Sander, quienes llevan apellidos de origen extranjero, parecen poseer más dinero por tratar de impresionar a Queca con una moto de ocho faros y el estreno de ternos de lanilla en el caso de Lucas y Armando, respectivamente, y estudiar en un colegio norteamericano en lo que se refiere a Sander. Este último, además, es descrito como “el chico de la banda que tenía el pelo más claro [y] el cutis sonrosado”20, lo que lo hace más atractivo ante los ojos de la chica deseada.

  • 21 Ibid., p. 102.
  • 22 Ibid.

14Queca, por su parte, es el único personaje femenino de este grupo que describe el narrador. Como los otros personajes, su identidad está relacionada con sus características físicas y socioeconómicas. A través de su descripción se expresan los cánones de belleza que se manejan en dicha sociedad, así como la importancia que se le da a la apariencia física. De este modo, vemos que Queca es admirada por “su tez capulí, sus ojos verdes, su melena castaña, […] sus invencibles piernas, siempre descubiertas y doradas”21. Su belleza no solo es advertida por los chicos que frecuentan el parque, sino también reconocida públicamente, ya que “llevaba dos años siendo elegida reina en las representaciones de fin de curso”22. Su encanto, su atractivo y esplendor son sublimados a tal punto de considerarla una diosa, hecho que la dispensa de pertenecer a una clase media que le permite acceder a una educación privada, aunque no bilingüe ; tener una casa en un barrio miraflorino, aunque de un solo piso y ser hija de un simple empleado que va a trabajar en autobús.

  • 23 Ibid., p. 104.
  • 24 Ibid.

15Por último, Billy Mulligan es el personaje que representa un referente social. No solo tiene más dinero que los otros muchachos, puesto que “venía a ver a Queca en su carro y no en el de su papá”23, sino que se le describe como el muchacho de origen anglosajón, de piel tan blanca que era difícil de broncear : “era pecoso, pelirrojo, […] el sol en lugar de dorarlo lo despellejaba”24. En medio de una sociedad influenciada por las jerarquías, basadas en el color de la piel, de la época colonial, las características físicas que lo diferencian llamativamente del resto terminan transformándolo en un ideal. De esta manera, incluso Chalo Sander, el muchacho más blanco del grupo, queda desestimado ante la presencia de Mulligan, pasando por una copia del original. Otros personajes extranjeros, aunque mencionados brevemente, pero no por ello menos importantes, son el padre de Mulligan, funcionario de los Estados Unidos en la embajada, los turistas que frecuentan el Bowling de Miraflores, los residentes de corta o larga estadía y el profesor de inglés míster Brown.

Actos de transgresión y su repercusión en los personajes

  • 25 Bertrand Westphal, La Géocritique. Réel, fiction, espace, empl. 1350, 1366.
  • 26 Real Academia Española, Diccionario de la lengua española.

16En sus orígenes, la palabra transgredir tenía un sentido espacial. Se incurría en una transgresión cuando se cruzaba una frontera o se pasaba de un razonamiento a otro. Se transgredía también si se sobrepasaba una dimensión. Asimismo, la transgresión podía ser una infracción, pero esta acepción era menos utilizada. Con el tiempo, el significado de transgresión se precisó como el acto de violar más bien un límite moral25. Esta definición corresponde a lo que hoy encontramos en el diccionario de la lengua española donde transgredir es “quebrantar, violar un precepto, ley o estatuto”26. En todo caso, no hay transgresión si no se sobrepasan los límites de lo previamente establecido, sea esto físico o moral, de modo consciente o inconsciente.

17En “Alienación”, las transgresiones se producen en su mayoría por parte de los personajes subalternos. Aunque todas aportan una tensión a la trama, podemos decir que la primera y aquellas relacionadas con la identidad de Roberto López y de José María Cabanillas son las más significativas.

  • 27 Op. cit., p. 102.

18La plaza Bolognesi es el escenario de la primera transgresión del relato. Este lugar, frecuentado por el grupo de “blanquiñosos” de los que forma parte el narrador, representa, en un inicio, para Roberto López, un espacio de satisfacción donde el saludo del Otro pareciera otorgarle existencia y hasta cierto valor : “Iba […] a ser saludado por algún blanquito que lo había visto crecer en esas calles y sabía que era hijo de la lavandera”27. Sin embargo, su presencia no le garantiza una integración social, incluso a pesar de compartir con los otros chicos la misma admiración por Queca. Lejos de participar en los juegos, Roberto aparece únicamente como un espectador, casi invisible, confundido con el paisaje de la plaza. La toma de consciencia de los límites que pudiera imponerle la sociedad es nula o casi nula, lo que lo lleva a efectuar una transgresión involuntaria.

19La presencia de Queca como objeto deseado es el motivo de esta transgresión. Aparecen, entonces, de forma simbólica, los primeros obstáculos que el personaje debe afrontar para conseguir acercarse a la muchacha idealizada y poder al fin interactuar con ella :

  • 28 Ibid.

¡Era la ocasión que esperaba desde hacía tanto tiempo ! De un salto aterrizó en el césped, gateó entre los macizos de flores, saltó el seto de granadilla, metió los pies en una acequia y atrapó la pelota que estaba a punto de terminar en las ruedas de un auto.28

  • 29 Según Bertrand Westphal, una transgresión puede ser el resultado de una transición mal negociada o (...)
  • 30 Ibid., p. 103.
  • 31 Ibid.

20Sin embargo, el encuentro de estos dos personajes genera una tensión en la que la buena voluntad de Roberto es interpretada por Queca como una agresión29. En efecto, al irrumpir en un espacio cuyos códigos sociales le son ajenos, Roberto provoca la reacción despavorida de Queca que lo rechaza en el acto, imponiéndole una frase lapidaria : “Yo no juego con zambos”30, al mismo tiempo que la descripción del narrador hace que las características físicas del muchacho se asocien a una imagen negativa capaz de causar pavor : “Queca […] pareció cambiar de lente, observar algo que nunca había mirado, un ser retaco, oscuro, bembudo y de pelo ensortijado, […] y entonces se apartó aterrorizada”31. Así Roberto toma consciencia de su identidad a partir de la mirada del Otro. De pronto sus limitaciones le son claras, lo que lo motiva a querer ser una persona diferente.

  • 32 Ibid., p. 101.
  • 33 Ibid.

21Desde ese momento, las transgresiones de Roberto son producto de una cuidadosa y esmerada planificación. Su mirada pierde inocencia y se vuelve inquisidora. Advierte que las preferencias de Queca se inclinan por los muchachos de tez cada vez más clara y luego de que ésta elige al estadounidense Billy Mulligan como su prometido, llega a la conclusión de que antes de ser “un blanquito de acá”32, más valía ser “un gringo de allá”33. Como consecuencia de dicho razonamiento, Roberto hace todo lo posible para descubrir las características que identifican a los gringos, asistiendo a aquellos lugares donde los espera encontrar. Sin embargo, una vez más, la presencia del muchacho de condición subalterna en los espacios frecuentados por una clase adinerada es tomada como un acto ilógico, discordante, contradictorio a las normas sociales implícitamente establecidas ; en otras palabras, como una transgresión espacial, incluso ante la ausencia de una penalidad.

22Provisto de la información necesaria y de un guardarropa de estilo norteamericano, Roberto cambia su apariencia de manera radical. Este hecho perturbador y desestabilizador de los convencionalismos sociales le trae una serie de problemas difíciles de remediar. Su entorno más cercano es el primero en sufrir las consecuencias de su transformación. Allí se produce un proceso mutuo de exclusión en el que, por un lado, Roberto deja de interesarse por los hechos de su hasta entonces cotidianidad para otorgarle una atención exclusiva a la producción de su nueva apariencia y, por el otro, la gente del callejón deja de saludarlo al juzgar su actitud osada y ridícula por pretender ser, según ellos, alguien superior a su condición. En estas dos reacciones podemos advertir una manifestación de autodiscriminación, puesto que en ambos casos la supremacía del hombre blanco es evocada, ya sea poniéndolo como un referente al que se hace necesario y conveniente imitar o considerando este acto de imitación como una presunción.

  • 34 Aunque los peruanos en general son herederos, en mayor o menor medida, de las diferentes culturas q (...)
  • 35 Op.cit., p. 107.

23 Dicha transgresión identitaria, claramente desaprobada por la familia y los vecinos cercanos de Roberto, es directamente penalizada en su centro de trabajo por Cahuide Morales, su patrón. Este personaje distinguido como un mestizo emprendedor representa, también, el ente regulador del buen funcionamiento social. Así, todas las características que le son atribuidas tienen el rol de legitimar su autoridad. Se trata de un personaje al que podemos calificar como “neutro” por ser un mestizo34 heredero de la cultura subalterna como de la hegemónica. Su éxito profesional no lo ubica dentro de la clase subalterna, pero tampoco se trata de un sujeto que disfruta de una situación cómoda debido a una tradición familiar, al contrario, todo se lo debe a su esfuerzo dedicado y a su habilidad para hacer dinero, lo que manifiesta que el logro social se encuentra más bien condicionado por la fortuna más que por el color de la piel : “Cholo o blanco era lo de menos, lo importante era la mosca, el agua, el molido, conocía miles de palabras para designar la plata”35. Pero, además, el contexto en el que se ejerce la autoridad hace que la desaprobación y la sanción establecidas por Cahuide Morales se perciban como justificadas, puesto que no se trata únicamente de trasgredir la propia identidad, sino de no cumplir con las normas laborales :

  • 36 Ibid., p. 107.

Cuando [Cahuide Morales] vio que su empleado se había teñido el pelo aguantó una arruga más en la frente, al notar que se empolvaba se tragó un carajo que estuvo a punto de indigestarlo, pero cuando vino a trabajar disfrazado de gringo le salió la mezcla de papá, de policía, de machote y de curaca que había en él y lo llevó del pescuezo a la trastienda : la pastelería Morales Hermanos era una firma seria, había que aceptar las normas de la casa, ya había pasado por alto lo del maquillaje, pero si no venía con mameluco como los demás repartidores lo iba a sacar de allí de una patada en el culo.36

24El hecho de que no se restituya el orden social debido a que Roberto se niega a dejar de lado sus ambiciones por ser Otro, no solo trae como consecuencia una sanción laboral, sino también una serie de reacciones negativas de parte del grupo de “blanquiñosos” que se cruzan con él. Así las cóleras y las burlas no se hacen esperar, como cuando Peluca Rodríguez no soporta verlo con los mismos jeans que él pensaba estrenar o las risas de escarnio ante un Roberto que esperaba que le digan que se parece a Alan Ladd. No obstante, los cambios continúan más allá del aspecto físico, pues el joven muchacho termina sustituyendo su nombre por el de Boby y se las arregla para dominar el inglés.

  • 37 Ibid., p. 109.
  • 38 Ibid.
  • 39 Cabe señalar que los personajes extranjeros que viven en Lima no comparten las reacciones negativas (...)

25José María Cabanillas, quien también tiene “la misma ciega admiración por los gringos”37, entra en escena para demostrarnos que, como Roberto, había muchos otros que estaban decididos a “estrangular al zambo”38 que los identificaba. No se sabe realmente cuál es el factor desencadenante que lleva a este muchacho a querer transgredir su identidad, pero su presencia da un alcance mayor a los hechos de transgresión, pues la reacción de rechazo se extiende en una población que se ve afectada por encontrar en estos jóvenes características ajenas a un estereotipo de identidad39 :

  • 40 Ibid.

Se les veía siempre culoncitos, embutidos en sus blue jeans desteñidos, yendo de aquí para allá y hablando entre ellos en inglés. […] la ciudad no los tragaba, desarreglaban todas las cosas, ni parientes ni conocidos los podían pasar.40

  • 41 A propósito de este tipo de transgresión, Bertrand Westphal manifiesta que “le regard transgressif (...)
  • 42 Op. cit., p. 111.

26La decepción de no encontrar la aceptación ni la integración social lleva a Roberto y a José María a cruzar un nuevo límite, esta vez para dejar atrás el país que los había hecho sufrir tanto. Superando nuevamente los obstáculos que les impone la sociedad, viajan a los Estados Unidos con la esperanza de convertirse al fin en gringos y gozar de la libertad que les había quitado la antigua sociedad colonial, aquella que los encasillaba en viejos estereotipos coercitivos41. Sin embargo, la vida en este país extranjero no es como lo esperaban ; en lugar de formar parte de esta sociedad, simplemente son ignorados y ante las penurias que pasan, todo lo que en un principio los hacía sentirse gringos va perdiendo su valor. Habían salido de su país huyendo de todo lo que les recordaba quienes eran en realidad, pero, paradójicamente, al llegar a Nueva York, a pesar de sus esfuerzos, no pueden ocultar su verdadera identidad : “Pronto conocieron esa cosa blanca que caía del cielo, que los despintaba y que los hacía patinar como idiotas en veredas heladas y que era, por el color, una perfidia racista de la naturaleza”42.

  • 43 Ibid., p. 112.
  • 44 Ibid., p. 112.

27No obstante, el deseo incontrolable de ser un gringo los lleva a participar en la guerra de Corea, lo que termina con la vida de Roberto quien pierde la cabeza ante el primer ametrallamiento que lo alcanza, como si se tratara de un simbolismo que evoca una locura, un desatino, un despropósito por haber pretendido ser Otro : “Boby no sufrió, […] la primera ráfaga le voló el casco y su cabeza fue a caer en una acequia, con todo el pelo pintado revuelto hacia abajo”43. En cuanto a José María, la pérdida de su brazo es el precio que tiene que pagar para encontrar al fin el reconocimiento y la integración social que tanto había esperado. Su experiencia en la guerra y en consecuencia la adquisición de todos los beneficios prometidos, entre los cuales la nacionalidad norteamericana, le otorgan una especie de redención en la que ya no le es necesario aparentar ser blanco ni rubio ante la sociedad limeña : “estaba allí vivo, contando estas historias, bebiendo su cerveza helada, desempolvado ya y zambo como nunca, viviendo holgadamente de lo que le costó ser un mutilado”44.

28Por otro lado, vemos que además de Roberto y José María, otros personajes, como el chancho Gómez y Queca, viajan al extranjero ; pero a diferencia de los primeros, el hecho de ir más allá de las fronteras nacionales constituye una alternativa, por lo que no se considera una transgresión.

  • 45 En este caso, el narrador se vale de la violencia y la infidelidad para despertar en el lector una (...)

29 Por último, vemos al final del relato cómo el narrador, valiéndose de los mismos recursos utilizados en el caso de Roberto, motiva una vez más la compasión en el lector. Es decir, se sirve de las fatalidades y las transgresiones45, esta vez de Mulligan, para despertar el sentimiento solidario para con Queca, de quien se espera pueda también conseguir su libertad :

  • 46 Op. cit., p. 113.

Billy fue llegando cada vez más tarde, se aficionó a las máquinas tragamonedas y a las carreras de auto, sus pies le crecieron más y se llenaron de callos, le salió un lunar maligno en el pescuezo, los sábados se inflaba de bourbon en el Club Amigos de Kentucky, se enredó con una empleada de la fábrica, chocó dos veces el carro, su mirada se volvió fija y aguachenta y terminó por darle de puñetazos a su mujer, a la linda, inolvidable Queca, en las madrugadas de los domingos, mientras sonreía estúpidamente y la llamaba chola de mierda.46

Conclusión

  • 47 Ibid., p. 101.

30Para comprender la mayoría de transgresiones que se producen en este relato debemos tomar en cuenta el contexto sociocultural que las enmarca. En efecto, como hemos observado, las transgresiones se desencadenan unas tras otras a partir del momento en el que Roberto toma conciencia de la mirada del Otro, el cual corresponde a un grupo social influenciado por los prejuicios raciales de una época colonial. Perteneciente al grupo subalterno, este personaje, quien se encuentra en una etapa de aceptación de sí mismo y de integración social, toma los valores de la clase hegemónica como referencia para crearse una identidad ideal. Al no producirse un compromiso entre lo que la sociedad espera de él y lo que él espera lograr, termina por imponerles a todos un prototipo de gringo construido sobre la base de su propia identidad, lo que el narrador llama “un cruce contranatura”47. A lo largo de todo el relato vemos que lo que motiva finalmente todas las transgresiones del personaje principal y las de su amigo José María es la búsqueda de una integración social y del reconocimiento como individuos capaces de obtener un éxito social como cualquier otra persona. Es decir, tratan de emanciparse del prejuicio racial que pesa sobre ellos. Paradójicamente, este deseo de emancipación es, tal vez, un punto en común que los personajes subalternos comparten con Queca, ya que su suerte termina por caracterizarla, a su vez, como un personaje minimizado, sin importancia ante los ojos de su marido. Finalmente, señalamos que la ausencia de reacciones negativas en los personajes extranjeros que interactúan con Roberto y José María se debe a que no poseen la escala de valores heredada de un pasado colonial hispanoamericano. A diferencia de aquellos que se muestran incómodos y críticos con la presencia de los dos jóvenes, los extranjeros establecen un contacto comunicativo que despierta la simpatía y la admiración por los dos amigos, tal es caso de los clientes del club de Bowling y de míster Brown quien considera que Roberto y José María son un ejemplo de esfuerzo y de voluntad de superación.

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Bibliographie

Asociación de academias de la lengua española. Diccionario de americanismos. Lima : Santillana Ediciones Generales, S. L., 2010.

González Vigil, Ricardo, ed. El cuento peruano 1975-1979. Lima : PETROPERU : Copé, 1983.

Mathews, Daniel. “Alianza Lima en la formación de una conciencia negra en el Perú.” “Escribir” la identidad : creación cultural y negritud en el Perú. Ed. Universidad Ricardo Palma. Lima : Editorial Universitaria, 2008. p. 141-157.

Ortega, Julio. “Los cuentos de Ribeyro.” Cuadernos Hispanoamericanos, núm. 417 (marzo 1985) : 128-145. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. 03 de marzo de 2016 <http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcm04n4>.

Presencia Cultural. Julio Ramón Ribeyro, entrevista – Presencia Cultural con Ernesto Hermoza [Archivo de video]. 2009. 06 de marzo de 2016 <https://www.youtube.com/watch ?v =dtLGN-mSyec>.

Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. 23.ª ed., 2014. 20 de diciembre 2016. <http://dle.rae.es/?id=aK1FmOQ>.

Ribeyro, Julio Ramón. “Alienación.” La palabra del mudo II. Ed. Jorge Coaguila. Lima : Editorial Planeta, 2015. p. 101-113.

Taira, Percy. Conferencia de Julio Ramon Ribeyro sobre la literatura (1984) [Mensaje en un blog] [Archivo de audio]. 2015. 15 de marzo de 2016 <https://booktuberperu.blogspot.com/2015/08/conferencia-de-julio-ramon-ribeyro-1984.html>.

Westphal, Bertrand. La Géocritique. Réel, fiction, espace. Éditions de Minuit, 2011. Format ePub préparé par ePagine.

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Notes

1 Percy Taira. Conferencia de Julio Ramon Ribeyro sobre la literatura (1984).

2 Presencia Cultural. Julio Ramón Ribeyro, entrevista – Presencia Cultural con Ernesto Hermoza.

3 Ricardo González Vigil, éd. El cuento peruano 1975-1979, p. 174.

4 Percy Taira, op.cit.

5 Julio Ortega, “Los cuentos de Ribeyro.” p. 128.

6 Ibid.

7 Julio Ramón Ribeyro, “Alienación”, La palabra del mudo II, p. 101.

8 Aunque en su origen la palabra “gringo” fue creada para designar al estadounidense en general, su significado evoluciona en los países latinoamericanos empleándose para nombrar al extranjero de rasgos caucásicos.

9 Aunque el primer equipo de fútbol de Alianza Lima estuvo conformado solo por jugadores blancos, este club deportivo pasa a ser mayoritariamente negro cuando se muda a La Victoria, un distrito limeño que acoge a la primera migración obrera que venía desde el sur chico [Mathews 148].

10 Nótese el uso despectivo de la palabra “retaco” para referirse a la baja estatura del personaje.

11 Op. cit., p. 103.

12 Ibid., p. 101.

13 El nombre Cahuide estaría aludiendo a la cultura Inca, mientras que Morales, a la cultura española.

14 Las pulperías eran establecimientos situados por lo general en las esquinas de las calles. En éstos se vendían todo tipo de mercaderías como: licores, productos comestibles, utensilios del hogar… Aunque sus propietarios fueron al inicio españoles y luego italianos, durante las primeras décadas de la república, los inmigrantes chinos y japoneses empezaron a dedicarse a este negocio. De ahí el apelativo de “el chino de la esquina” para referirse a estos comerciantes orientales sin tomarse en cuenta realmente sus orígenes culturales.

15 Ibid., p. 101.

16 Véase Diccionario de americanismos, p. 256.

17 Según el relato, el blanco norteamericano goza de un estatus superior en comparación con el blanco peruano. Esta es la conclusión a la que se llega cuando Queca elige a Billy Mulligan como marido: “¿De qué le valía [a Roberto] ser un blanquito más si había tantos blanquitos fanfarrones, desesperados, indolentes y vencidos? Había un estado superior, habitado por seres que planeaban sin macularse sobre la ciudad gris y a quienes se cedía sin peleas los mejores frutos de la tierra” [Ribeyro 105].

18 El apodo, que resalta las particularidades físicas del sujeto, tiene, en este caso, un uso familiar con el que se evidencia el trato característico entre los muchachos de barrio. Pareciera que su empleo en el relato es aprovechado por el narrador, quien es uno de los personajes, para establecer una afinidad con los muchachos que llevan un sobrenombre. Por otro lado, su uso podría interpretarse también como una intención de caracterizar a estos personajes como muchachos de espíritu más relajado y criollo en comparación con los que llevan un apellido extranjero.

19 En el relato, lo español es desestimado frente a las otras culturas extranjeras. Para el narrador y los otros muchachos que forman parte del grupo de los “blanquiñosos” el tener contacto con la cultura anglosajona o germánica es un criterio de valoración. Esto se infiere de la descripción que se hace de Queca.

20 Ibid., p. 103.

21 Ibid., p. 102.

22 Ibid.

23 Ibid., p. 104.

24 Ibid.

25 Bertrand Westphal, La Géocritique. Réel, fiction, espace, empl. 1350, 1366.

26 Real Academia Española, Diccionario de la lengua española.

27 Op. cit., p. 102.

28 Ibid.

29 Según Bertrand Westphal, una transgresión puede ser el resultado de una transición mal negociada o una tensión no controlada que se transforma en turbulencia. En este caso, la transgresión es percibida por los interactuantes como una agresión, trayendo como consecuencia el mal manejo de la interfaz espacio-temporal y una interactividad interrumpida [Westphal 1430].

30 Ibid., p. 103.

31 Ibid.

32 Ibid., p. 101.

33 Ibid.

34 Aunque los peruanos en general son herederos, en mayor o menor medida, de las diferentes culturas que llegaron y se instalaron en el Perú y, por lo tanto, existe una amplia gama de mestizaje, la palabra “mestizo” en este caso es símbolo de una época colonial en donde su significado estaba basado en los parámetros raciales de la época, es decir, se refería a una persona nacida de un blanco con una india o de un indio con una blanca. De esta manera, encontramos en el relato un conjunto de personajes en relación a un imaginario colectivo que refleja las huellas de una antigua sociedad colonial.

35 Op.cit., p. 107.

36 Ibid., p. 107.

37 Ibid., p. 109.

38 Ibid.

39 Cabe señalar que los personajes extranjeros que viven en Lima no comparten las reacciones negativas que inspiran Roberto y José María.

40 Ibid.

41 A propósito de este tipo de transgresión, Bertrand Westphal manifiesta que “le regard transgressif est constamment dirigé vers un horizon émancipateur à l’égard du code et du territoire qui sert de « domaine » à celui-ci” [Westphal 1521].

42 Op. cit., p. 111.

43 Ibid., p. 112.

44 Ibid., p. 112.

45 En este caso, el narrador se vale de la violencia y la infidelidad para despertar en el lector una mirada penalizadora sobre Mulligan.

46 Op. cit., p. 113.

47 Ibid., p. 101.

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Pour citer cet article

Référence papier

Gladys Córdova Ruiz, « Identidad y transgresión en “Alienación” de Julio Ramón Ribeyro »Babel, 37 | 2018, 19-32.

Référence électronique

Gladys Córdova Ruiz, « Identidad y transgresión en “Alienación” de Julio Ramón Ribeyro »Babel [En ligne], 37 | 2018, mis en ligne le 06 juin 2018, consulté le 19 janvier 2025. URL : http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/babel/5071 ; DOI : https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/babel.5071

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Auteur

Gladys Córdova Ruiz

Université de Toulon - Laboratoire Babel (E.A. 2649)

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Le texte seul est utilisable sous licence CC BY-NC-ND 4.0. Les autres éléments (illustrations, fichiers annexes importés) sont « Tous droits réservés », sauf mention contraire.

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