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Des terres et des peuples

La banca y el crédito durante la dictadura de Fulgencio Batista

Silvia Beatriz Castillo
Translated by Sorbonne UniversitéAAS-CEFIS-CLACSO
p. 192-203

Abstract

Lorsque Fulgencio Batista accède au pouvoir à Cuba par un coup d’État en 1952, son prédécesseur venait de jeter les bases d’un système bancaire moderne, par la création d’entités centralisatrices et financières. L’analyse des opérations de ces institutions montre autant le rôle exercé par les capitaux des États-Unis sur les décisions prises dans ce secteur d’activité que la politique hésitante de la dictature.

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Full text

1Cuando Fulgencio Batista accede al poder en Cuba por medio de un golpe de Estado en 1952, su predecesor acababa de sentar las bases de un sistema bancario moderno, con la creación de entidades centralizadoras y financieras. El análisis de las operaciones de estas instituciones deja ver tanto el peso que ejerció el capital norteamericano en las decisiones de ese sector de actividad, como la vacilante política económica de la dictadura.

  • 1 Cepero Bonilla, Raúl, “La banca nacional es una necesidad inaplazable (Tiempo de Cuba, 14 de noviem (...)

2Durante el gobierno de Carlos Prío Socarrás (1948-1952) fueron creados varios organismos económicos para canalizar la relativa prosperidad que vivía Cuba1. En 1948, fue fundado el Banco Nacional de Cuba al que le sucedieron otros organismos crediticios capaces de intervenir en los asuntos financieros del país. Todas esas nuevas entidades tenían por misión declarada ser claves a la hora de aportar una ayuda sustancial a la burguesía industrialista cubana.

  • 2 Ibarra Cuesta, Jorge, Cuba: 1898-1958. Estructura y procesos sociales, p. 29.
  • 3 Bohan, Merwin, “Inversiones en Cuba”, p. 60.
  • 4 Ibarra Cuesta, Jorge, op. cit., p. 85.

3La banca se siguió desarrollando durante la dictadura de Fulgencio Batista, en los años 50, pero no desempeñó un papel decisivo en el financiamiento de equipos industriales, ya que la mayoría de sus operaciones se realizaron a corto plazo (entre 90 y 270 días)2. Para colmo, los depósitos bancarios proporcionaron un refugio seguro para los capitales cubanos, que temían que las inversiones en la economía del país fueran demasiado inciertas. Las sucursales cubanas de empresas estadounidenses poseían la mayor parte de dichos depósitos, ya que concentraban una cuarta parte del total3. Como consecuencia de la crisis del azúcar de 1953, los cubanos depositaron en Estados Unidos 84,3 millones de dólares en 1954, mientras que en el año anterior estos depósitos no habían superado los 19,4 millones4.

4La principal tarea del Banco Nacional consistía en expandir el crédito para incrementar la producción diversificada y multiplicar los mercados para el azúcar cubano. Pero cabe notar que, en los hechos, no contribuyó al desarrollo económico de Cuba. A título de ejemplo: financió la constitución de la reserva de la zafra de 1952 y de la siguiente para evitar la caída vertiginosa de los precios. De no haberlo hecho, los productores se habrían visto obligados a adoptar una política más agresiva de búsqueda de nuevos mercados donde colocar sus excedentes sobre una base de precios más flexible. Es decir, que alentó actitudes conservadoras en vez de promover las innovadoras.

  • 5 Cepero Bonilla, Raúl, “El flamante plan de obras (Prensa Libre, 8 de junio de 1954)”, p. 275.

5En 1954, la dictadura puso en práctica el Plan de Desarrollo Económico y Social5 para diversificar la economía y contrarrestar los efectos de la caída del comercio del azúcar, movilizando los fondos de capital acumulados durante los años de la posguerra y propulsando una dinámica a través de la emisión y circulación de bonos, lo que creó un capital ficticio. Fue uno de los principales instrumentos de la dictadura que implementó recetas keynesianas para generar ingresos domésticos. Ese plan, llamado por el gobierno “plan de gastos compensatorios” y por sus detractores “plan de gastos alegres”, debía ser financiado por el sector bancario privado, el Banco Nacional y otros organismos de crédito. Una de sus consecuencias negativas para la economía fue la reducción de reservas y el aumento de la deuda del Estado.

  • 6 Cirules, Enrique, Mafia y mafiosos en La Habana, p. 182.
  • 7 Ibid., p. 186.
  • 8 Collazo Pérez, Enrique, Cuba: Banca y crédito. 1950-1958, p. 51.
  • 9 Cepero Bonilla, Raúl, “Banco de mentirijillas (Prensa Libre, 8 julio de 1955)”.
  • 10 Ese importe se desglosaba así: 2,5 millones en obligaciones de BANDES, 9 millones en obligaciones y (...)
  • 11 Ibid.

6Para acompañar ese nuevo programa, en enero de 1955 se creó el BANDES (Banco de Desarrollo Económico y Social)6. Su ley de creación precisaba que su objetivo fundamental era “facilitar las operaciones en el corto, mediano y largo plazo, para llevar a cabo una política de desarrollo económico y social, de diversificación de la producción”7. Se trataba de emitir bonos del Estado, hasta por 350 millones de pesos, y movilizar en proyectos de desarrollo social e industrial todos los recursos de la Nación. Batista utilizó este banco para otorgar préstamos por miles de millones, incluso en beneficio de empresas norteamericanas, obteniendo en el proceso jugosos márgenes para él y sus acólitos. A pesar de las intenciones planteadas, buena parte del capital de BANDES apoyaba inversiones no productivas. Por otra parte, dado que a los bonos del gobierno les costaba encontrar compradores, BANDES obligó al sector de la banca privada, las compañías de seguros, los fondos de pensiones de los trabajadores y los bancos de capitalización a invertir una parte de sus activos en sus propios títulos8. La Caja de Retiros Laborales del Personal Azucarero tuvo que aportar más de 59 millones de pesos. En 1957, el Banco Nacional obligó a los bancos comerciales a adquirir bonos BANDES o de lo contrario dejarían de recibir cuentas de ahorro y depósito de varios organismos estatales. Todos los métodos, incluido el chantaje, servían para captar ahorros y ponerlos al servicio de los intereses de la dictadura. Desde su primer préstamo de cinco millones de pesos destinado a la instalación de una planta de bagazo en beneficio de la empresa Técnica Cubana S.A., era obvio que el nuevo banco cumplía el papel de “caja” obedeciendo las órdenes del ejecutivo. En esta operación, BANDES aportó la mitad de la inversión inicial y exigió que la Caja de Retiros Laborales del Personal Azucarero aportara la otra mitad9. Técnica Cubana S.A. se había acercado previamente a BANFAIC (Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba), que no había aceptado su solicitud. BANDES terminó financiando, en total, para esta empresa, 11,5 millones de pesos10. Las ramas de actividad que recibieron ayudas del BANDES fueron la minería (51 millones de pesos), la industria papelera (27 millones), la industria textil (más de 17 millones) y la obra pública y la construcción de hoteles y casinos (más de 523 millones)11.

7El BANFAIC había sido creado en 1950, durante el gobierno de Prío Socarrás, y su misión consistía en apoyar proyectos en los ámbitos agrícola e industrial. Su tarea no se limitaba a otorgar crédito, sino a regular y coordinar la producción en beneficio de los propietarios. Su rama industrial ayudó a financiar el transporte aéreo, refinerías de petróleo, productos de cobre y acero, derivados de la caña de azúcar, materiales de construcción, papel, vidrio y fertilizantes. Más allá de sus competencias, financió la empresa estatal Autobuses Modernos para sacarla de la quiebra. También fue el BANFAIC el que financió la compra por parte de una empresa mixta de Ferrocarriles Occidentales de Cuba (antes Unidos). Su sección agrícola seguía una política muy restrictiva. Otorgó préstamos de un alcance bastante limitado, tanto en términos de los importes otorgados como de los plazos de amortización requeridos (270 días como máximo) y de las condiciones de concesión. Además, sus tipos de interés fueron superiores a los de otras entidades financieras. Sin embargo, fomentó la producción del arroz y del café. Además, alrededor de una docena de asociaciones de crédito rural, que agrupaban a unos doce mil pequeños agricultores, recibieron su ayuda financiera. A pesar del apoyo recibido mediante los créditos de este banco, la financiación del cultivo del arroz fue víctima de las contradicciones del ejecutivo, ya que, en la realidad, este producto estaba en competencia con las importaciones que el mismo equipo de gobierno favoreció bajo la presión de los productores de Estados Unidos a través de exenciones aduaneras. En cuanto al café, con el pretexto de proteger a sus productores, el BANFAIC, a menudo jugó la carta de los especuladores. El banco compró el producto a un precio inferior al fijado oficialmente, favoreciendo así las operaciones privadas de los mayoristas.

8El Fondo de Garantía de Depósitos fue creado por la dictadura en 1952 para garantizar las cuentas de depósito de los bancos cubanos. Su funcionamiento se basó en el modelo de The Federal Deposit Corporation de los Estados Unidos. Se trataba de atraer el ahorro nacional hacia las entidades bancarias cubanas para evitar la fuga de capitales, porque hasta entonces predominaba la tendencia a invertir fondos en sucursales locales de bancos norteamericanos o invertir en valores o en propiedades inmobiliarias en Estados Unidos.

  • 12 El 20 de marzo de 1953 se dictó el decreto-ley n°750, por el cual fue creado el seguro de hipoteca (...)
  • 13 Cepero Bonilla, Raúl, “La economía cubana en 1955 (Carteles, 18 de diciembre de 1955)”.
  • 14 Cepero Bonilla, Raúl, “El Banco de Comercio Exterior (Prensa Libre, 22 de abril de 1954)”, p. 268.

9En un período crucial para la economía cubana, el gobierno añadió varias instituciones de crédito: el Banco de Comercio Exterior (BANCEX), el Banco Nacional Financiero y el Banco de Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA)12. La creación del primero obedeció a la urgente necesidad de disponer de los excedentes de producción azucarera de 1952. Dado que los mercados tradicionales imponían sus restricciones, la misión del banco era buscar nuevas salidas para el azúcar cubano y fomentar otras exportaciones. Por ello, se comprometió a absorber el 55% del costo de las obras del túnel de La Habana y la construcción de la Vía Blanca, mediante la emisión de bonos que serían canjeados por compras de azúcar cubana por parte de la empresa Grands Travaux de Marseille, adjudicataria del contrato. El Banco Nacional aceptó que este azúcar se vendiera a los clientes habituales de Cuba, con el corolario de la caída de los precios internacionales y el perjuicio para las exportaciones cubanas13. Sin embargo, el banco pudo registrar algunos éxitos en su haber. Por ejemplo, unos años después, vendió azúcar a la China Popular. Como señalaba Raúl Cepero Bonilla en Prensa Libre en momentos en que se fundaba el BANCEX, “el intercambio con países de moneda blanda necesita de algo más que el financiamiento de la exportación. Requiere fundamentalmente de una gestión diplomática”14. Tampoco tuvo un papel dinamizador en las exportaciones de café, que se hicieron con moderación, dejando un amplio margen de maniobra a los especuladores.

  • 15 Collazo Pérez, Enrique, op. cit., p. 79.

10Por su parte, la Financiera Nacional fue dotada con un capital inicial de 4 millones de pesos, representado por 40 mil acciones, la mitad más una de las cuales habían sido suscritas por el Banco Nacional. El resto se había distribuido entre compañías de seguros y bancos. Su misión era financiar actividades productivas de interés público. En la práctica, la financiera apoyó proyectos muy alejados de estos objetivos como, por ejemplo, préstamos en beneficio de la Municipalidad de La Habana para obras públicas y financiación de monopolios como la Compañía Cubana de Electricidad y la Esso Standard Oil15. Por lo general, su trabajo consistió en mejorar la infraestructura urbana, como acueductos, alumbrado público y construcción de carreteras, así como en ayudar a empresas cuyo capital estaba radicado en Estados Unidos.

11El Banco de Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA), establecido gracias a los recursos del BANFAIC, tenía como primer objetivo estimular la construcción de viviendas. En ese sentido, desempeñó un papel protagónico en la expansión urbana del período vinculado al surgimiento de nuevas capas de la burguesía que se apoderaron del distrito del Vedado para construir suntuosas mansiones.

12El estudio de la distribución según el destino económico de los préstamos otorgados por el banco oficial muestra que estos créditos se dispararon, multiplicándose por cien entre 1952 y 1958. Proporcionalmente, el número de los préstamos destinados a la industria aumentó más que el de los destinados a la agricultura (los primeros se multiplicaron por 126 mientras que los segundos, por 23). De 1952 a 1955, el banco oficial dedicó más fondos a la agricultura que a la industria. A partir de 1956 y hasta el fin del período considerado, la situación se invierte: la industria recibió en 1958 ocho veces más créditos que la agricultura (157 384 000 pesos para la primera contra 19 184 000 pesos para la segunda). La industria más favorecida por estos créditos fue el turismo, que en 1958 recibió un tercio de los préstamos destinados a este sector de actividad.

  • 16 Fuente: Ibid., cuadro n°17.

Repartición por sectores económicos de los préstamos concedidos por el Banco Oficial (en millones de pesos)16

Destino del préstamo

1952

1953

1954

1955

1956

1957

1958

I Préstamos a la industria

1 244

7 060

7 760

18 651

54 802

106 257

157 384

parte destinada al turismo

0

44

36

6 331

9 229

24 057

46 663

parte destinada a la industria textil

147

4 724

4 056

4 074

4 158

16 024

17 066

parte destinada a refinerías de petróleo

0

0

0

0

4 074

10 019

10 000

II Préstamos a la agricultura

2 831

10 411

17 271

22 299

16 716

16 289

19 184

III Préstamos a los servicios públicos

0

21 211

29 106

86 397

122 721

196 531

292 908

al transporte

0

21 211

13 471

50 334

54 031

70 455

93 609

a la electricidad

0

0

8 485

19 032

27 302

42 640

62 476

IV Préstamos a organismos oficiales

0

0

0

4 189

3 992

7 932

8 470

Total del crédito Banco Nacional

4 075

38 682

54 137

132 867

204 849

332 513

489 547

13Si comparamos los préstamos por sector económico, vemos que los servicios públicos fueron los más beneficiados por estos créditos oficiales, recibiendo el 60% del total al final del período. El transporte recibió cinco veces más créditos que la agricultura mientras que la generación de electricidad, tres veces. Los servicios públicos estaban en manos de empresas norteamericanas. Una vez más, vemos la brecha que separaba los enunciados de principio de la realidad de los hechos: a pesar de su discurso “industrialista”, el gobierno otorgó préstamos principalmente donde habían invertido los intereses extranjeros.

  • 17 Ibid., cuadro n°21.
  • 18 Ibid., p. 126.

14La banca privada acompañó el movimiento de expansión del sistema bancario cubano durante la década de 1950. Sus depósitos pasaron de 727,6 millones de pesos en 1952 a 1.090 millones de pesos en 1958. Al mismo tiempo, sus préstamos aumentaron en las mismas proporciones. El Estado había solicitado la colaboración de la banca comercial durante su plan de gastos compensatorios. De buen o mal grado, las entidades bancarias privadas compraron valores del Estado y de sus bancos oficiales. Así, mientras estas empresas crediticias habían prestado 37,6 millones de pesos al sector público en 1952, en 1958 esa cantidad se multiplicó por seis: 246,9 millones de pesos17. Pero este aporte a los proyectos del ejecutivo equivale a sólo un tercio de todos los créditos que otorgó la banca privada en 1958, porque, ese año, concedió al sector privado de la economía 589,5 millones de pesos. La evolución diacrónica de estos préstamos difiere porque, mientras que los créditos otorgados al sector estatal aumentaron un 37% entre el inicio y el final del período, los del sector privado aumentaron solo un 4% en el mismo período18, lo que demuestra la importancia creciente de la inversión estatal en el conjunto de la economía. A partir de 1955, estimulada por el régimen, la banca privada alcanzó el límite de su capacidad crediticia, conservando en caja y en reserva solo el mínimo exigido por la ley (25% de los préstamos otorgados).

15Los préstamos para el desarrollo de la industria azucarera disminuyeron durante el período, pasando de 175,5 millones de pesos en 1952 a 103,8 millones de pesos en 1957. En 1952 representaban el 39% del total de préstamos, mientras que en 1957 esta proporción era del 18,1%. En contrapartida de esta disminución del azúcar, los créditos dedicados al comercio y otras industrias aumentaron considerablemente. Los primeros pasaron de 129,3 a 186,9 millones de pesos y los segundos de 147,0 a 251,9 millones de pesos entre 1952 y 1958. Desde la década de 1940, el comercio era más favorecido que el azúcar en materia de créditos. Esto indicaba que la industria azucarera ya había adquirido los equipos esenciales y que los nuevos propietarios, ahora cubanos, estaban menos inclinados que sus antecesores a arriesgar inversiones. Sin embargo, esta caída en la participación recibida por la industria azucarera en la distribución del crédito debe ser puesta en perspectiva, pues el concepto de “otras industrias” abarcaba ocho industrias, lo que significa que ninguna de ellas absorbió por sí misma tanto crédito como la del azúcar.

  • 19 Ibid., cuadro n°22.

Préstamos de la banca privada (en millones de pesos)19

Préstamos de la banca privada (en millones de pesos)19
  • 20 Ibid., cuadro n°25.

16La distribución de los créditos dedicados a la importación y al comercio interior muestra que, en 1952, se privilegiaba el sector de los automóviles y de los camiones, en 1953 y en 1954 los productos alimenticios, y a partir de 1955, los materiales de construcción20. Si la proporción de los préstamos destinados a la importación y el comercio de alimentos disminuyó comparado con el conjunto de los préstamos dedicados al sector comercial (que pasaron de representar el 30,7% del total del sector en 1953 a solo el 16,2% en 1958), el valor bruto no se modificó, siguió situándose alrededor de los 30 millones de pesos. Lo limitado de los créditos destinados a la importación de maquinaria agrícola y equipos industriales, que nunca superaron el 8% del total de préstamos ofrecidos al comercio, refleja la falta de dinamismo de las inversiones en estos sectores y la supremacía de la obra pública.

  • 21 Los doce bancos más importantes poseían alrededor del 90% del total de los depósitos. Ibid., cuadro (...)
  • 22 Pino-Santos, Oscar, El asalto a Cuba por la oligarquía financiera yanqui, p. 198.
  • 23 Llano, Eduardo del, El imperialismo: capitalismo monopolista, estudios sobre la economía política d (...)

17El sistema bancario cubano experimentó un proceso de concentración durante la década de 1950, que se manifestó en la disminución del número total de entidades bancarias (si a fines de 1951 había 51 bancos en Cuba con 224 sucursales, en 1958 solo quedaban 46 sedes que gestionaban 244 sucursales) y en la concentración de la mayoría de los depósitos en un puñado de bancos21. El capital norteamericano que había sido omnipresente en el sector azucarero cubano se retiraba de ese sector durante los años 50 ya que había comprobado la volatilidad de los precios. Entonces, se implicó directamente en el ámbito de la banca y el crédito22. En 1956, los doce principales centros bancarios según el tamaño de sus activos fueron las siguientes entidades: The Trust Co. de Cuba, The Royal Bank of Canada, The First National Bank of New York, The First National Bank of Boston, Banco Núñez, Banco Gelats, The Chase Manhattan Bank, The Bank of Nova Scotia, Banco Agrícola Industrial, Banco de los Colonos, Banco de Fomento Comercial e Industrial Bank23.

18Sobre la azarosa política económica de Batista, Raúl Cepero Bonilla hizo, en aquella época, síntesis notables publicadas en Prensa Libre. Por ejemplo, el 31 de marzo de 1956, afirmaba que: 

  • 24 Cepero Bonilla, Raúl, “Política económica sin defensores (Prensa Libre, 31 de marzo de 1956)”, p. 4 (...)

Los personeros de la política económica del régimen actúan independientemente. No hay coordinación, sino una pugna permanente. El Banco Nacional choca con el ICEA, y viceversa, y el Consejo Nacional de Economía, […], con todos los otros departamentos. En realidad, el régimen no tiene una política económica definida; es, en lo político, unipersonal, pero en lo económico responde a la voluntad contradictoria, y a veces antagónica, de dos o tres jefaturas rivales. Es un régimen que practica el intervencionismo estatal, pero sin planeamiento alguno. No organiza, sino desorganiza.24

  • 25 Collazo Pérez, Enrique, op. cit., p. 60.

19Si bien es cierto que las políticas fiscales y financieras vigentes durante la dictadura contribuyeron a la aplicación de la teoría keynesiana, eje de la lógica económica del gobierno, este último abandonó sus convicciones cuando entraban en conflicto con las demandas del capital norteamericano. Ciertas empresas cubanas fueron financiadas para la compra de materias primas, pero, repentina y paradójicamente, se les cortaba el crédito, dejándolas al borde de la quiebra, cuando los exportadores estadounidenses presionaban al gobierno cubano considerando que esa producción local competía con sus intereses25. Mientras unos intentaban industrializar y desarrollar determinados cultivos estratégicos (como el arroz), otros, los norteamericanos y su aliada, la burguesía comercial cubana, favorecían las importaciones. Los funcionarios estatales mostraron una total falta de coordinación.

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Bibliography

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Llano, Eduardo del. El imperialismo: capitalismo monopolista, estudios sobre la economía política del imperialismo. La Habana: Escuelas de instrucción revolucionaria del Partido Comunista de Cuba, 1967, 3 volúmenes.

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Vigil Iduarte, Alejandro. “Esbozo histórico del seguro en Cuba. Ocupación y República”. Revista RIS 35(20) (2011): 13-47.

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Notes

1 Cepero Bonilla, Raúl, “La banca nacional es una necesidad inaplazable (Tiempo de Cuba, 14 de noviembre de 1948)”, p. 94.

2 Ibarra Cuesta, Jorge, Cuba: 1898-1958. Estructura y procesos sociales, p. 29.

3 Bohan, Merwin, “Inversiones en Cuba”, p. 60.

4 Ibarra Cuesta, Jorge, op. cit., p. 85.

5 Cepero Bonilla, Raúl, “El flamante plan de obras (Prensa Libre, 8 de junio de 1954)”, p. 275.

6 Cirules, Enrique, Mafia y mafiosos en La Habana, p. 182.

7 Ibid., p. 186.

8 Collazo Pérez, Enrique, Cuba: Banca y crédito. 1950-1958, p. 51.

9 Cepero Bonilla, Raúl, “Banco de mentirijillas (Prensa Libre, 8 julio de 1955)”.

10 Ese importe se desglosaba así: 2,5 millones en obligaciones de BANDES, 9 millones en obligaciones y 2,5 millones en forma de préstamo de la Caja de Retiros Laborales del personal de empresas azucareras. Collazo Pérez, Enrique, op. cit., cuadro n°7.

11 Ibid.

12 El 20 de marzo de 1953 se dictó el decreto-ley n°750, por el cual fue creado el seguro de hipoteca y la división de Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA), división del BANFAIC. En 1955, otro decreto-ley convertiría dicha división en ente autónomo. Vigil Iduarte, Alejandro, “Esbozo histórico del seguro en Cuba. Ocupación y República”, p. 42; Ceballos Pareja, Segundo, “El Plan de desarrollo económico y social de Cuba”, p. 34.

13 Cepero Bonilla, Raúl, “La economía cubana en 1955 (Carteles, 18 de diciembre de 1955)”.

14 Cepero Bonilla, Raúl, “El Banco de Comercio Exterior (Prensa Libre, 22 de abril de 1954)”, p. 268.

15 Collazo Pérez, Enrique, op. cit., p. 79.

16 Fuente: Ibid., cuadro n°17.

17 Ibid., cuadro n°21.

18 Ibid., p. 126.

19 Ibid., cuadro n°22.

20 Ibid., cuadro n°25.

21 Los doce bancos más importantes poseían alrededor del 90% del total de los depósitos. Ibid., cuadro n°27.

22 Pino-Santos, Oscar, El asalto a Cuba por la oligarquía financiera yanqui, p. 198.

23 Llano, Eduardo del, El imperialismo: capitalismo monopolista, estudios sobre la economía política del imperialismo, Vol. III, p. 184-186. Para una presentación exhaustiva de los bancos en Cuba, ver Jiménez Soler, Guillermo, Las empresas de Cuba 1958.

24 Cepero Bonilla, Raúl, “Política económica sin defensores (Prensa Libre, 31 de marzo de 1956)”, p. 408.

25 Collazo Pérez, Enrique, op. cit., p. 60.

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Title Préstamos de la banca privada (en millones de pesos)19
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References

Bibliographical reference

Silvia Beatriz Castillo, “La banca y el crédito durante la dictadura de Fulgencio Batista”Babel, 45 | -1, 192-203.

Electronic reference

Silvia Beatriz Castillo, “La banca y el crédito durante la dictadura de Fulgencio Batista”Babel [Online], 45 | 2022, Online since 05 September 2022, connection on 14 December 2024. URL: http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/babel/13364; DOI: https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/babel.13364

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