1El desarrollo de la arqueología preventiva en Francia se llevó a cabo en dos grandes etapas. La primera fue su fundación en la década de los setenta. La Asociación de Excavaciones Arqueológicas Nacionales (AFAN, en su sigla en francés), predecesora del Inrap, se encargó hasta 2002 de los diagnósticos, evaluaciones y excavaciones en un marco legislativo incierto. Ese período estuvo marcado por cuestionamientos políticos sobre la utilidad de la disciplina y por luchas sociales (Talon y Bellan, 2009), así como por la proliferación de ideas sobre los métodos; en ese entonces se probaron numerosas técnicas, muchas de ellas utilizadas hasta hoy. En efecto, los principios metodológicos ampliamente difundidos hoy en día (grandes lineales, grandes superficies, excavaciones mecanizadas...) datan de esa época fundacional. Estos métodos y técnicas acompañaron y permitieron, ante todo, el desarrollo de problemáticas arqueológicas orientadas al estudio de los territorios, que siguen siendo objetivos pertinentes y cuya exploración dista de haber concluido.

2La creación del Inrap en 2002 se llevó a cabo sobre esas bases sólidas. La incorporación de nuevos arqueólogos, en el marco de un aumento acelerado del personal para acompañar el desarrollo de la actividad (de 1 672 agentes en 2002 se pasó a 2 323 en 2012, o 2 021 jornadas completas equivalentes), fue exitosa pese a ciertas dificultades.

3Cabe subrayar una importante novedad: la adopción de una política científica, un instrumento esencial para orientar las actividades del Instituto. Esta política, basada en la experiencia, la multidisciplinariedad y la colaboración, tiene una meta principal: estudiar el hombre y las sociedades en su propio entorno. Esta forma de proceder, desarrollada gracias al tamaño del Inrap y a su cobertura nacional, surge como una excepción en el panorama europeo de organizaciones de arqueología preventiva y convierte al Inrap en una entidad envidiada en otros países, como bien destacó Francesco Bandarin, subdirector general de cultura de la Unesco, en noviembre de 2011.

4Si el objetivo final es, desde luego, divulgar el conocimiento a través de publicaciones científicas o destinadas al público general, la política investigativa del Instituto no puede limitarse a ese aspecto; su vocación es centrarse en el proceso operacional y abarcar todas las etapas de la arqueología, desde las faenas arqueológicas hasta la producción de los informes finales. El buen desarrollo de las actividades en terreno —desde la preparación de la faena hasta la entrega del informe— es un factor importante a la hora de poner en práctica la política investigativa con miras a optimizar la exhumación de los testimonios del pasado.

5Las modalidades de detección y evaluación del potencial arqueológico, las condiciones y los medios de obtención y análisis de datos científicos y, por último, la contextualización y la divulgación de estos datos son aspectos fundamentales de esta política. Así, la organización técnica de las faenas, la investigación y la difusión de métodos y tecnologías adecuados (mecanización de las faenas, informatización del registro de datos en terreno, despliegue de sistemas de información geográfica, armonización de los informes) son logros que permiten responder a estas exigencias.

6La información científica resultante debe quedar ordenada y consolidada y ser accesible. La política documental adoptada en 2006 tenía por objeto difundir y poner los resultados de las investigaciones y los hallazgos a disposición del público con el fin de consolidar la vocación científica y cultural del Inrap. Esta meta se cumplió holgadamente con el lanzamiento de las secciones científicas del portal del Inrap y del catálogo Dolia, que ya permite consultar más de 400 informes completos.

7La política de investigación, definida en el marco de una estrecha colaboración con el consejo científico y avalada por el consejo de administración del Instituto, se basa en dos ejes claros: la prioridad dada a las publicaciones y a las asociaciones, y el apoyo a las actividades de investigación científica. Así, en los últimos años los investigadores del Inrap han publicado cientos de artículos, monografías y síntesis en revistas especializadas, en actas de coloquios y en publicaciones propias, como la nueva colección «Recherches archéologiques», coeditada con CNRS Éditions. Actualmente se está haciendo un balance de estas iniciativas, el que fortalecerá la posición del Inrap en el ámbito de la investigación científica.

8Las asociaciones y colaboraciones científicas también son un eje central de la política científica del Inrap. En efecto, las asociaciones con las grandes instituciones científicas y culturales (como el CNRS, el museo Quai Branly y la Cité de l’Architecture et du Patrimoine) y con los establecimientos de educación superior (universidades, École du Louvre…) contribuyen a posicionar al Inrap, sus investigaciones y las problemáticas de la arqueología preventiva en el panorama arqueológico nacional. Las administraciones territoriales, importantes protagonistas de la arqueología, también figuran entre sus socios más cercanos.

9Pero una política de investigación solo tiene sentido cuando plantea problemáticas pertinentes de acuerdo con el balance de los logros y de los conocimientos arqueológicos adquiridos a nivel regional y nacional. La programación científica elaborada desde 2006 por el Inrap y su consejo científico permite orientar los estudios e investigaciones desarrollados en el Instituto y en estrecha colaboración con sus socios (véase Augereau en el presente volumen).

10Esta edición especial de Archéopages, publicada para conmemorar el décimo aniversario del Instituto, tiene por objeto presentar de manera no exhaustiva (por razones de espacio) la evolución de la disciplina y los nuevos campos de investigación en los que participa activamente el Inrap.

11Estos campos abarcan sobre todo las problemáticas contemporáneas: el urbanismo y el estudio de monumentos, la evolución de los paisajes, el desarrollo sostenible o el desarrollo urbano. Así, al estudiar las sociedades del pasado, la arqueología participa activamente en los planteamientos del presente.