Editorial [Grandes obras]
- Cet article est une traduction de :
- Éditorial [Grands travaux] [fr]
- Autre(s) traduction(s) de cet article :
- Editorial [Big works] [en]
Texte intégral
1Si bien bastante pronto historiadores y arqueólogos se interesaron en la parte más espectacular de las «grandes obras», esto es, en los acueductos antiguos, las vías de comunicación, las murallas fortificadas de todas las épocas, los campos de megalitos, sin olvidar los imponentes edificios públicos o cultuales —desde los anfiteatros romanos hasta las catedrales cristianas — hubo que esperar mucho tiempo para que, más allá del monumento mismo y de su estudio académico, surgiese un interés por los trabajos previos a la implantación y la organización misma de la obra de construcción, de una manera que no fuese a través de la iconografía medieval o del estudio de los archivos para los períodos más recientes. Los trabajos de preparación del terreno para hacerlo apto para la edificación —drenajes, estabilización de los suelos, construcción de muros de contención, excavaciones— así como los medios puestos a disposición para poder asegurar la eficacidad de la obra —flujo de materiales, talleres especializados, refugios tanto para los materiales como para los hombres, etc. — son testimonios de la vida misma de la obra, de su diseño y del saber hacer de los hombres que allí desarrollaron sus oficios.
2En estos campos se han efectuado observaciones esporádicas. Desde los años 1980, los trabajos acerca del complejo antiguo fortificado de Jublains (departamento de Mayenne), mostraron la organización de los equipos dedicados a la construcción de la muralla gracias al estudio minucioso de los mechinales. Las experimentaciones sobre la instalación de los megalitos en Bougon (departamento de Deux-Sèvres), permitieron hacerse una idea precisa de las acciones necesarias, así como del número de personas requeridas para dicha operación. Los estudios de las elevaciones o los cimientos de los monumentos revelan algunas veces los errores, las enmiendas e incluso las modificaciones efectuadas por arquitectos y albañiles. Tal es el caso, por ejemplo, de las marcas evidenciadas en el proyecto de Claude-Nicolas Ledoux para la prisión de Aix-en-Provence, el cual fue abandonado poco después de su inicio debido a la Revolución, y retomado después, sobre planos modificados.
3Con el desarrollo de la arqueología preventiva, que a menudo lleva a abandonar los grandes edificios y realizaciones para dedicarse a la exploración del entorno y del subsuelo, es indudable que cada vez se observan y se encuentran más vestigios relacionados con la preparación y el desarrollo de las grandes obras de construcción. Es lo que ha sucedido durante los trabajos de diagnóstico del canal «Sena-Norte-Europa», los cuales han aportado informaciones acerca de este tema. En la zona de Marquion (departamento de Pas-de-Calais), se han descubierto fosas de extracción de gres rellenas de desechos de tallado de adoquines, los cuales eran elaborados por los campesinos durante la temporada sin cosechas para cumplir con la política de mejoramiento de las vías en esas planicies y mesetas húmedas. Los adoquines entraron en la historia deportiva gracias a la carrera ciclística París-Roubaix, bajo el sobrenombre de «infierno del norte».
4Sin embargo, no es aún posible cantar victoria. Esos vestigios son, las más de las veces, tenues, a menudo, ambiguos, e incluso ocurre que haya que abandonarlos por la incapacidad que aún subsiste de poder interpretarlos correctamente, de comprenderlos. No obstante, no se deben despreciar, pues son también testigos valiosos del ingenio y del saber hacer de nuestros ancestros. Y por si eso fuera poco, a menudo permiten establecer una diferencia entre lo que quisieron transmitirnos las obras doctrinales —en el primer rango de las cuales se encuentra evidentemente De Architectura de Vitrubio o De re aedificatoria de Alberti — y la realidad concreta y cotidiana de los constructores.
En Moulay (Mayenne), capital del territorio de los Aulerques Diablintes en el siglo I a.C., las autoridades políticas desarrollaron una vasta ciudad fortificada.

Este oppidum ocupaba probablemente una superficie de 135 hectáreas. El trazado de la ciudad seguía un esquema urbanístico planificado, con una retícula ortogonal general y una organización en barrios específicos. Aquí, una vista aérea de una zona residencial organizada en urbanizaciones (con casas estandarizadas y sus dependencias) y jardines agrupados: ¿huertos, frutales ?
Gilles Leroux, Inrap.
Table des illustrations
![]() |
|
---|---|
Titre | En Moulay (Mayenne), capital del territorio de los Aulerques Diablintes en el siglo I a.C., las autoridades políticas desarrollaron una vasta ciudad fortificada. |
Légende | Este oppidum ocupaba probablemente una superficie de 135 hectáreas. El trazado de la ciudad seguía un esquema urbanístico planificado, con una retícula ortogonal general y una organización en barrios específicos. Aquí, una vista aérea de una zona residencial organizada en urbanizaciones (con casas estandarizadas y sus dependencias) y jardines agrupados: ¿huertos, frutales ? |
Crédits | Gilles Leroux, Inrap. |
URL | http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/archeopages/docannexe/image/16929/img-1.jpg |
Fichier | image/jpeg, 2,5M |
Pour citer cet article
Référence électronique
Jean-Paul Jacob, « Editorial [Grandes obras] », Archéopages [En ligne], 33 | 2011 [2012], mis en ligne le 02 avril 2024, consulté le 25 mars 2025. URL : http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/archeopages/16929 ; DOI : https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/archeopages.16929
Haut de pageDroits d’auteur
Le texte seul est utilisable sous licence CC BY-NC-ND 4.0. Les autres éléments (illustrations, fichiers annexes importés) sont « Tous droits réservés », sauf mention contraire.
Haut de page