Me tienen berraco con tanta juepuerca preguntadera
Que que color tiene mi bandera que si yo soy godo o soy liberal
Me tienen berraco con tanta juepuerca averiguadera
Que si soy eleno que pelo si quiera apoyo a las AUC o soy de las FARC
[Campesino embejucao, Oscar Humberto Gómez]
Desde hace tiempo todo está cambiado
yo no me explico
yo no se por que
llegan las botas de diferentes bandos
Y estamos entre la espada y la pared
[Campesino desplazado. Los explosivos del Sur]
1Este trabajo nace bajo una epifanía en la escucha. Fue una comparación sencilla entre dos canciones, lo que inició cuestionamientos sobre la relación música-cultura-conflicto en Colombia. Campesino embejucao y Campesino desplazado no tienen coincidencias entre sí por su autor, género musical o año de creación. El punto de inflexión de ambas canciones es el apoyo forzado a grupos armados, una temática transversal en el surgimiento y preservación de la violencia en el país. ¿ Existen otras creaciones musicales que den cuenta de situaciones recurrentes durante el conflicto armado ? ¿ Cuáles discursos políticos se reproducen a través de la música no académica ? ¿ Qué narran las canciones populares sobre los cambios en la historia de la guerra en Colombia ?
- 1 Según el artículo 3 de la Ley de Víctimas y restitución de tierras, se considera víctima a “aquella (...)
2El conflicto armado hace parte de un proceso histórico aún inconcluso. Por años, el estado Colombiano manejó los enfrentamientos con grupos armados y carteles de droga como una situación bélica aislada de la población civil ; no es sino hasta el 2012, con la implementación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, que se reconoce la figura de Víctima1. Esta ley reglamenta además el deber estatal de propiciar garantías y condiciones necesarias para avanzar en ejercicios de reconstrucción de memoria como aporte a la realización del derecho a la verdad. (Ministerio del interior, 2012 : 9-13)
3Previo al reconocimiento del conflicto armado a nivel gubernamental, ya existían procesos de memoria en curso. El afán de esclarecer hechos, sobrellevar consecuencias emocionales o rehacer la vida cotidiana impulsó a víctimas y organizaciones sociales a la reflexión y la denuncia de situaciones violentas. Del mismo modo, centros de pensamiento e instituciones académicas gestaron investigaciones y análisis sobre la historia del país de cara a una guerra con raíces profundas. No obstante, buena parte de la población civil formó criterio del conflicto a través de la experiencia personal y la información suministrada por medios de comunicación polarizados. En 2015, con la negociación del acuerdo de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Común FARC y el Estado Colombiano se exige el inicio de un proceso de verdad entre bandos negociadores, víctimas y sociedad civil. Así, la firma del acuerdo no marca el fin del conflicto, es un periodo de estabilización social de largo aliento que promueve el encuentro de diferentes perspectivas históricas que difícilmente lograrán un relato único. En palabras de Daniel Pécaut « […] en gran medida nos estamos refiriendo a una ‘historia del presente’, dado que todavía persiste la violencia política en el país. ¿ Si todavía siguen vivos los debates en torno a la significación, por ejemplo,de las guerras de independencia,cómo pensar que pudiera haber consensos totales sobre procesos históricos en curso ? » (2015 : 5)
- 2 Algunas de las canciones más reconocidas sobre el conflicto bipartidista son Cámbulos y gualandayes(...)
4Algunos ensayos ubican la historia del conflicto desde 1948, época conocida como « la violencia bipartidista ». Otras pesquisas sitúan un nuevo periodo histórico de guerra en la década de los 70, debido a la aparición de grupos armados motivados por el narcotráfico, cambios en las estrategias militares y de control geográfico y social (CHCV, 2015 : 10-22). Las primeras referencias acerca de un conflicto nacional en expresiones musicales no académicas, creadas y difundidas de manera no comercial, aluden a la época bipartidista desde el año de 1946. Las canciones analizadas describen situaciones violentas, de sectarismo y discriminación entre adeptos de los partidos antagónicos : Liberales y Conservadores2. Para dimensionar el contexto en el que nacieron dichas creaciones, comenzaremos por decir que la construcción estatal de la década de los 40 no contaba con mecanismos suficientes para extender servicios estatales ni planes de gobierno por todo el territorio nacional. En consecuencia, la pertenencia a un partido político no pasaba por un proceso crítico sobre una administración pública. En cambio, estaba ligada a la tradición familiar heredada y fue así como se naturalizaron comportamientos cada vez más excluyentes, con miras a la reconversión política y/o eliminación física de la población opositora (Rodríguez, 2013 : 3-9), tales como la gestación de grupos extremistas, métodos básicos de tortura y reclutamiento forzado, prácticas sociales que hoy hacen parte de los debates históricos acerca de los conocimientos adquiridos y heredados en la guerra.
Oficiales chulavitas
De uniformes limosneros
Entre más criaturas maten
Mueren con más desespero
Porque nosotros cobramos
La sangre’e los compañeros
Aunque nos cueste la vida
Años y mucho dinero
La muerte de Julio Zea
Les va a costar un realero
[Canción Popular. Entrada a Orocué]
- 3 Los proyectos folkloristas se ligan desde un comienzo a proyectos nacionalistas. En el folklore, en (...)
- 4 Por ejemplo, el maestro Daniel Zamudio (1978), una de las figuras rectoras de la educación musical (...)
5Para la época ya se habían adelantado algunos estudios académicos acerca de músicas compuestas por indígenas, campesinos y comunidades afrodescendientes. Aunque los documentos son de carácter folklorista3 y contienen valoraciones racistas de la música popular4, no obstante, coinciden en atribuir la esencia de la nacionalidad, advierten sobre los riesgos de su « perdida » por la modernización y recomiendan su estudio y conservación (Blasco, 2000 : 36-49). Durante la presente investigación se pudo encontrar que las referencias al conflicto armado hechas en músicas campesinas de la fecha naturalizan, además de la intolerancia a ideologías contrarias, la relación de explotación laboral entre los dueños de la tierra y sus trabajadores y la apología al trabajo duro, a la familia y a los dogmas de la iglesia católica :
Ayer me echaron del pueblo porque me negué a jirmar
La sentencia que el alcalde a yo me hubo de implantar
Porque tuve con mi mano al patrón que castigar
Cuando quiso a mi jamilia, quiso a mi jamilia llegármela a irrespetar.
Porque uno es probe y carece
De jincas como el patrón
Tan creyendo que por eso
También nos jalta el honor
Ayer me echaron de pueblo
Mañana yo he de golver
Porque allí dejé mi rancho
Mis hijos y mi mujer
Mi Diosito que es tan gueno
Me tendrá que perdonar
Todo lo que hice y lo que haga
Lo que hice y lo que haga
En dejensa de mi hogar.
[José A Morales. Ayer me echaron del pueblo]
6Cabe aclarar que detrás de las pugnas bipartidistas existían fuertes tensiones entre campesinos colonos y latifundistas por el control de tierra. La intervención de gamonales y párrocos transformó el conflicto socio-económico en fuertes rivalidades políticas partidistas entre veredas, corregimientos y municipios. Las diligencias de resolución de conflictos referentes a la posesión de tierras se cargaron de una atmósfera partidista, puesto que el campesino necesitaba de un padrino político para lograr la legalización de las tierras o la disputa de linderos. La situación se tradujo en una pugna política por el control electoral en las zonas rurales (Palacios, 1995 : 48-51).
- 5 Un recuento de las prácticas musicales creadas en Colombia hecha por la revista Semana muestra que (...)
7Colombia posee brechas históricas en sus regiones. La poca integración del mercado interno hasta 1945 preservó formas de vida endógenas en zonas parcialmente autónomas. Aún con la presencia de fenómenos comunes en todo el país, tales como la violencia bipartidista, el modelo de producción latifundista y la centralización de instituciones estatales en la ciudad capital, cada región desarrolló múltiples formas de organización social, basadas en su contexto cercano, de manera que la conformación de prácticas culturales no fue homogenea. Por el contrario, el sincretismo cultural ocurrido tras la época de la colonia, sumado a la presencia de pueblos indígenas y afrodescendientes, propició un ambiente adecuado para la preservación de diversos referentes identitarios, entre ellos musicales.5 La transferencia de estos saberes a través de la oralidad, supuso un contacto directo entre generaciones de sabedores y aprendices. Así pues, el proceso de aprendizaje y ejecución musical fue truncado por fenómenos que impidieron el encuentro de sus participantes, tales como el miedo, la inseguridad del espacio público y el desplazamiento forzado.
- 6 Algunos grupos políticos armados son : la « Policía Chulavita », los « Pájaros », los « Contrachusm (...)
8Tras el asesinato de caudillo liberal y candidato presidencial Jorge Eliecer Gaitán en 1948, se propició una ola de violencia nacional. Las revueltas de la población civil se vieron acompañadas por un uso indiscriminado de la fuerza militar y del autoritarismo conservador. Así mismo, la polarización radical entre partidos facilitó la creación de nuevas organizaciones armadas6 como parte de la disputa por el poder político. La guerra de los dos partidos tradicionales entre 1946 y 1957, costó al país entre 200.000 y 300.000 muertos y causó la migración forzosa de más de 3 millones de personas, equivalente casi a una quinta parte de la población total, que para ese entonces alcanzaba los 11 millones de habitantes (Gasparini,1997 : 2).
Fue el día nueve de abril
Que el mundo estalló en violencia
Porque una gente asesina
Pagada con la indulgencia
Mató al poder de mi pueblo
Que iba pa’la presidencia
Don Jorge Eliécer Gaitán
Un hombre de gran potencia
[…]Tú te fuiste Jorge Eliécer
Pero tu palabra inquieta
Ya está sembrada en la mente
De gente de tus querencias
Y te vamos a vengar
Pa’ que haya otra independencia
Que si nos quitan las manos
Nos queda la inteligencia.
[Joropo a Gaitan. Recopilado por la gobernación del Casanare]
9Aprile-Gniset sustenta que el fenómeno migratorio no solo impactó a ciudades grandes como Bogotá, Medellín y Cali, sino a todo el sistema urbano nacional (1992 : 71). Las altas tasas de urbanización se registraron en ciudades que no pasaban de 20 mil habitantes e incluso en aquellas que no alcanzaban las 5 mil personas. La situación de violencia política fue aprovechada por negociantes y políticos locales, apoyados en los grupos paramilitares, para efectuar mediante amenazas y asesinatos el despojo de fincas y la manipulación del negocio de cosechas de café, del ganado y del mercado del trabajo (Palacios, 1995 : 40-42). Simultáneamente, el crecimiento industrial en ciudades intermedias de Antioquia, Valle del Cauca, Boyacá y la costa Caribe requería mano de obra trabajadora para la empresa textil, la del caucho y la siderúrgica.
- 7 La colonización popular urbana exige trabajos colectivos para adecuar las laderas y explanar pendie (...)
10Bogotá y las demás ciudades capitales a nivel departamental se expandieron de manera desorganizada. Los planes de ordenamiento territorial no contemplaron la migración constante hacia los cascos urbanos. Así, el nacimiento de barrios populares no tuvo una disposición específica más allá de la establecida por sus habitantes7. Estos espacios de residencia y trabajo recibieron poblaciones diversa, con usanzas acordes a su lugar de origen que, ante la necesidad de convivencia y adaptación al espacio urbano, conformaron nuevas prácticas culturales. En lo que respecta a la música popular, ya se venían presentando cambios en la circulación de música nacional e internacional, aunque también continuaba la difusión local de cantos y poesías creadas por grupos armados.
11Los momentos de tensión política y social en el país aumentaron la brecha entre campo y ciudad. Mientras que la industrialización y las obras civiles fueron posibles en los centros urbanos, la ruralidad continuó sin avances significativos, en parte gracias al conflicto y a la dinámica de regiones endógenas, pero también por la presión política ejercida por grandes terratenientes en el afán de controlar bastas extensiones de tierra. Son pocos los puntos de comparación que se pueden trazar en ambos entornos. Uno de ellos es la presencia de medios de comunicación comerciales que permitieron la interacción de narrativas locales y foráneas. La radio, el cine y la televisión además de cumplir su función « informativa » fueron constantes canales de intercambio de productos culturales que recibieron diferentes mediaciones según sus públicos. Tal es el caso del tango, la ranchera y el rock. Cada uno de estos géneros guarda una brecha temporal entre sí al igual que tiene una apropiación territorial particular.
12El auge del tango en los departamentos de Antioquia, Caldas, Quindío y Risaralda se dio tras la capacidad económica de las bonanzas cafeteras de los años 30, que hicieron posible la importación de bienes a dichas regiones, entre ellos los reproductores de vinilos. Otrora en los años 40, las zonas mineras y esmeralderas de Antioquia, Boyacá y Santander habían adquirido un gusto por las producciones mexicanas a través de las películas y telenovelas con excelente receptividad hasta los 80. Finalmente, el rock tuvo acogida en las juventudes de Cali, Bogotá y Barranquilla por medio de la radio y las películas desde mediados de los 50. Además de contar con los canales adecuados de difusión, estas melodías internacionales se mimetizaron con la estética de los territorios colombianos al narrar situaciones presentes en la cotidianidad, por ejemplo, el caótico arrabal lleno de migrantes trabajadores , o bien el macho mexicano que desafiaba toda ley por el honor y el amor de las damas o enfin la energía y rebeldía de una generación incrédula frente al estilo de vida de sus padres.
- 8 Ver Jesús Martín-Barbero, « De la telenovela al vallenato. Memoria popular e imaginario de masa en (...)
13Ahora bien, el consumo de música desde un plano netamente local tuvo apertura a partir de la música pregrabada. La expansión de los medios de comunicación como la radio y la televisión hacia el consumo masivo fortaleció la cadena de valor del sector musical, incrementando su número de actores : músicos, cadenas radiales, casas disqueras, canales de televisión, por mencionar algunos. Estos intermediarios filtraban los contenidos a difundir. Las primeras grabaciones discográficas privilegiaron la música del centro andino (bambucos, pasillos y danzas) y con ella la propuesta mediática de un país blanco, andino, conservador y religioso. No obstante, la música bailable costeña ganó cierto reconocimiento comercial a partir de los años 40, lo que permitió difundir géneros antes desprestigiados al pertenecer a clases populares de trabajadores mestizos, poblaciones periféricas y segregadas. Así pues, de la mano del disco y de la radio, se empezó a consolidar el ya iniciado proceso de desterritorialización de ritmos locales con alcance regional o nacional, en otras palabras, un proceso de ampliación de las fronteras de consumo de estilos musicales locales con repercusiones en la constitución de referentes identitarios de tipo regional o nacional (Romero, 2012 : 5)8. El reconocimiento a la multiculturalidad del país hecho por los medios de comunicación y la industria musical no tuvo muchas propuestas frente al conflicto armado. En cambio, las temáticas dominantes eran sobre situaciones jocosas, de burla, con el uso de estereotipos para referirse a los habitantes de las regiones del país. Otra narrativa recurrente es aquella que justifica la participación constante de fiestas y celebraciones, ya sea como recompensa al trabajo realizado, o como una manera de socializar y hacer la vida más llevadera.
- 9 El gobierno del General Pinilla hace parte de los golpes de estado ocurridos en el cono sur entre 1 (...)
- 10 Ver : Villanueva Martínez, Orlando, 1959- Canciones de la guerra : la insurrección llanera cantada (...)
14El levantamiento popular que derrocó al general Gustavo Rojas Pinilla9 fue precedido por la alternancia de partidos en el puesto presidencial, así como por la repartición de cargos políticos entre los partidos liberal y conservador (ideologías que hasta el momento habían estado en constante pugna). Esta medida de gobierno conocida como el Frente Nacional se mantuvo vigente por dieciséis años (1958-1974). El acuerdo político fue predecesor de la primera amnistía hecha entre el gobierno Colombiano y grupos de resistencia comunista que también debilitó enfrentamientos de carácter bipartidista. Sin embargo, los escenarios de participación democrática fuera del pensamiento liberal o conservador continuaron siendo casi nulos. Entre tanto, aquellos grupos que no optaron por la amnistía, al igual que otras organizaciones campesinas por la exigencia armada de derechos se fortalecieron en el departamento de Santander, Tolima, Caldas y los Llanos Orientales. El abuso de poder de los partidos predominantes sumado a la carencia de representación política, facilitó la proliferación de situaciones de impunidad, al igual que excusó la toma de acciones de justicia propia por parte de ciudadanos de a pie. Bajo la consigna de conservar una supuesta paz en el plano político, se abrió un período de exterminio contra aquellas personas que se opusieran a tal « orden ». Entre ellos se encontraban campesinos que recibieron el apodo de « bandoleros », al provenir de pueblos víctimas de la violencia, y conformar grupos sin ideología cuyo objetivo era asaltar fincas de grandes hacendados para luego repartir el botín entre sus coterráneos. Mientras que los documentos policiales retratan tal figura como un enemigo despreciable por su potencial peligro para la seguridad, las músicas de campesinos y grupos combatientes (especialmente en las zonas de Santander, Norte de Santander, Casanare y Meta) hablan del bandolero como de un hombre generalmente pobre, aguerrido, ágil , una etiqueta para aquellas personas que retan a la autoridad - sea ésta estatal o insurgente- para llevar cierta tranquilidad y apoyo a su comunidad.10
Señores voy a contarles lo que en Bogotá pasó
La noche del 9 de junio Efraín González murió
Él era un hombre formal querido por mucha gente
Pero se volvió un travieso que a las tropas enfrentó
Lo enterraron en Yopal donde entierran a los guapos
En medio del Regimiento y lo cuidan más de cuatro.
[Corrido Efraín Gonzales]
15En los cascos urbanos, la gestación de movimientos aparentemente apolíticos trae consigo al Nadaísmo, una corriente cultural creada en 1958 como rechazo a las tradiciones literarias, culturales y políticas del momento. Sus integrantes tenían en común el deseo de crear una conciencia colectiva tanto de carácter estético como social sobre los profundos cambios políticos y culturales de la época. Mientras el panorama gubernamental aparentaba cierto orden homogéneo tras el pacto del frente nacional, el Nadaísmo hizo parte de los movimientos de contracultura a nivel global ocurridos tras el triunfo de la revolución cubana, la guerra de Vietnam y la ruptura chino-soviética. Si bien este fenómeno tiene especial incidencia en la literatura, su relación con la música vincula al rock con letras que, al igual que los manifiestos y poemas, se valen de frases tortuosas, cambios en la sintaxis, la sorpresa y la irreverencia para expresar desarraigo hacia todas las manifestaciones de « lo correcto ».
La patria está en peligro
El decoro de la patria está en peligro
Yo no tengo patria
Yo no tengo nada
[…]
Napoleón
Era un enano con pistola
Los peluqueros
A la guillotina
Caos
Tumban estatuas del libertador
Los amotinados
Afeitan a los héroes
Mueran los peluqueros
Vivan las melenas
[Llegaron los peluqueros. Letra de Gonzalo Arango y música de Los Yetis]
16El movimiento Nadaísta cobra relevancia en las voces que narran el conflicto en Colombia puesto que su discurso incrédulo a movimientos políticos nacionales e internacionales, ubica las situaciones de violencia como resultado de juegos de poder donde participan, además de la clase política dirigente, la iglesia, la fuerza pública, la familia y cada institución de la sociedad que replica valores y antivalores de la misma. Otro aporte del Nadaísmo yace en su capacidad por narrar el conflicto desde la ciudad y sus miembros, jóvenes hijos de padres asalariados, con mayor relación con la ciudad que con el campo. Una población que nació dentro de un ambiente de guerra, prolongado pero cambiante.
17Otra corriente musical que toma fuerza desde los años 60 es la música protesta, la cual pretende el cambio de estructuras sociales a través de mensajes que promueven la movilización política. La canción protesta llegó a Colombia de la mano de artistas como los hermanos Ana y Jaime Valencia, Pablus Gallinazus (seudónimo de Gonzalo Navas Cadena), Eliana y Luis Gabriel. Los autores coinciden con el movimiento Nadaísta en la denuncia por la represión, la pobreza, la segregación racial y el abuso de autoridad . No obstante, en comparación con el movimiento Nadaísta, el lenguaje utilizado es más explícito, la experiencia personal pasa a segundo plano para resaltar personajes que rara vez entraban en la escena de lo público : « Los niños, las mujeres, el pueblo, los campesinos, los desempleados, los marginados » (Ramírez Sánchez, 2010 : 17-22). Una diferencia más entre los movimientos de contra cultura tiene que ver con su alcance : mientras que el Nadaísmo fue un fenómeno nacional, la canción protesta abanderó fenómenos ocurridos en toda Latinoamérica, como la extensa lista de dictaduras en el Cono Sur, el movimiento estudiantil, el discurso de la teología de la liberación y la revolución cubana.
Cuentan que tras la bala
se oyó una voz
Era Dios que gritaba :
¡ Revolución !
A revisar la sotana
mi general
que en la guerrilla cabe
un sacristán.
- 11 Camilo Torres Restrepo fue un sacerdote católico colombiano reconocido por ser pionero de la Teolog (...)
[Cruz de luz.Víctor Jara en homenaje a Camilo Torres11]
- 12 En orden de antigüedad, de 1960 hasta 1970 las guerrillas en funcionamiento tienen por nombre : Las (...)
18El Nadaísmo y la música protesta alimentaron el eje discursivo de las universidades, al reconocerlas como centros de pensamiento y debate para diversas poblaciones en ejercicio de su derecho a la educación, de manera que la adquisición de conocimientos académicos también suscitaba estar expuesta a espacios de persuasión inspirados por la revolución y el pensamiento crítico. Si bien el discurso de empoderamiento y cambio puede distanciarse de la toma de armas, la posibilidad de transformar la sociedad y las nuevas generaciones animó a algunos intelectuales a unirse a grupos guerrilleros, pues vieron en la revolución un campo de trabajo y de batalla afín a sus intereses12.
- 13 Las categorías de reclutamiento oficiales catalogan el tipo de soldado en : Soldado campesino, Sold (...)
- 14 Según las cifras que maneja el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, desde 1999 hasta febrero (...)
19Aunque la prestación de servicio militar remonta a comienzos del siglo XIX, durante la independencia de la corona española, no es sino hasta 1886 que se establece constitucionalmente la obligación de tomar las armas en defensa de las instituciones del estado. De manera que la inclusión a la militancia ya era común en los primeros años de movimientos guerrilleros y posteriormente en los inicios de bandas dedicadas al narcotráfico, dichos grupos armados han nutrido sus filas con un perfil similar de soldado raso : joven, con pocas probabilidades de acceso a la educación superior, de clase media y baja13. Un porcentaje importante de prestación del servicio militar se da bajo el consentimiento pleno de sus acreedores. Sin embargo, el reclutamiento forzado es común tanto para la fuerza militar pública como para los grupos insurgentes y criminales de Colombia14. En aquellas zonas donde el estado sólo muestra los dientes, la guerrilla ha sido un agente civilizador para los jóvenes que terminan el bachillerato y tienen dos caminos : el del ocio forzado y el vicio o el del ingreso a las filas guerrilleras. En ocasiones encuentran atractivas las organizaciones delictivas o paramilitares. En la guerrilla los muchachos encuentran una razón de vivir, así los ideales sean para ellos tan aéreos (Molano, 2017 : 2).
Soy soldado de la patria,según dice mi teniente
Y lo que pasa es que he vivido entre las vacas y del rifle al cagajón(abono) hay mucho trecho
Yo fui criado pa´enfrentar otros quehaceres muy distintos a trotar y sacar pecho
Soy soldado de la patria,según dice mi teniente
Y como no tuve con qué pa´la libreta aquí estoy de fusil y de uniforme esperando la hora de la baja
como el que espera el día y no la noche
Soy soldado de la patria,según dice mi teniente.
[Soldadito de la Patria. Jorge Veloza y los Carrangueros de Ráquira]
20Durante esta investigación se pudo apreciar que el servicio militar presenta posturas en contraste. Por un lado se tienen referencias de honor por la defensa a la patria, mediante de relatos heróicos que muestran al soldado en situaciones de peligro, todo esto mientras la familia espera su regreso triunfante. Por otro lado están las opiniones en desacuerdo ante el reclutamiento, hechas por quienes no ven el servicio militar como un aliciente en su vida sino muy por el contrario como « carne de cañón » para un conflicto del cual no se sienten parte.
No llores madre me dijo
Que me vas hacer llorar
Mi patria ha sido atacada
Y por ella voy a luchar
Le di un abrazo apretado
Dije adiós a mi soldado
Y me escondí a llorar
No quise manchar con llanto su traje de militar.
[Mi Soldado. Arelys Henao]
Por las medallas de tu país soldado mutilado
has sido condecorado
sin un brazo estas deformado
bendición te da la nación
Se sienten orgullosos de ti
que luchas por tu país estúpido servil
amor te quieren infundir
amor por un fusil listos para morir
[Soldado mutilado. La pestilencia]
21Una reflexión recurrente en las canciones alusivas al reclutamiento son las consecuencias de convertirse en soldado. Si un civil hace parte de un ejército, además de asumir riesgos físicos, tiende a articular vivencias propias al discurso de la institución que lo acoge. En otras palabras, incluso aceptando las similitudes entre soldados de un bando y otro, se reconoce que la guerra no enfrenta solamente a personas sino intereses de diversos tipos : personales, morales, ideológicos, económicos.
22A lo largo del texto hemos podido evidenciar que la historia del conflicto interno en Colombia tiene raíces en problemas estructurales reiterativos, con impacto directo en sectores específicos de la población civil. También se ha podido dilucidar la influencia heterogénea de fenómenos globales en movimientos sociales de orden nacional. En ambos casos nos hemos referido a la música popular como una expresión artística que surge en medio de una urdimbre de relaciones de poder donde existen posiciones dominantes y dominadas, de las cuales hacen parte creadores y escuchas. De esta manera, la creación, distribución y circulación de este material sonoro se enfrentó al rechazo de instituciones que mediaban dicho proceso, tales como la academia, los medios masivos de comunicación o el apoyo de grupos con influencia económica y política. Un factor determinante dentro de la pugna por expandir el alcance de un género de música popular yace en la resistencia por reproducir símbolos pertenecientes a sectores invisibilizados, más aún cuando vienen acompañados por mensajes de desprestigio, denuncia u oposición a los códigos de la cultura dominante. Ahora bien, puntualizando en las creaciones musicales frente al conflicto interno, podríamos adicionar otro elemento de presión : la diferencia de perspectivas históricas entre ciudadanos de a pie, situación que puede dar paso a la indiferencia por este tipo de expresiones musicales, pero que a su vez puede ser utilizada como herramienta para generar lasos de empatía y procesos de memoria entre actores que vivieron el mismo conflicto desde diferentes prespectivas de vida.
23En cuanto a la función representativa de la música, podemos apreciar que las canciones estudiadas cumplen un papel en la construcción de identidades a nivel socio-cultural, puesto que permiten dilucidar la forma en que se asume la vida cotidiana dentro de un grupo social determinado, no solo por su capacidad discursiva sino también por su nivel pragmático, por su puesta en escena, según los rituales de interacción que involucra y los vínculos que favorece en los distintos tiempos y espacios donde tiene lugar.
24Es necesario anotar que la preservación de las canciones a lo largo del tiempo también obedece a un filtro, el de aquellas personas que toman en cuenta dichas expresiones artísticas como parte de su juicio estético, de manera que el adjetivo de « popular » es una categoría cambiante conforme a los grupos sociales que le dan uso y cargan de sentido estas creaciones musicales.
- 15 Este concepto fue introducido por Johan Galtung en 1960 para representar la dinámica de la generaci (...)
25La siguiente conclusión nos sitúa en una premisa de los estudios de transformación de conflictos. No existe un relación unidireccional entre el impacto de la inequidad social y la guerra. Al contrario, la interdependencia de ambos factores perpetúa lo que Galtung llamaría el triángulo de la violencia (1969 :147-168)15. Así pues, además de las referencias directas a robos, enfentamientos armados, amenazas, se pueden evidenciar otros daños colaterales del conflicto interno en las alusiones musicales al revanchismo, al racismo y al uso de medios corruptos para alcanzar fines aparentemente meritorios.
26También podemos decir que las canciones estudiadas, y que corresponden al periodo entre 1945 y 1970, se valen de dos argumentos para legitimar la existencia y preservación de la guerra. En primer lugar tenemos la naturalización de una vida cotidiana en la que se dan una serie de abusos para la población que han ocurrido por un tiempo prolongado y a los cuales se responde « ejercerciendo justicia a manos propias » ya sea por medio de la toma de armas, la denuncia a través del arte y la academia, o mediante el aislamiento y la apatía frente a las vías de participación política. En segundo lugar, se puede evidenciar que el orden lógico de las canciones justifica el uso de la violencia a través de la estigmatización del bando contrario. De allí parten otro tipo de valoraciones que suponen que una vida vale más que otra. Para finalizar, cabe mencionar que solo hasta el final de este periodo histórico se han generado reflexiones políticas que abordan el conflicto armado como un problema de orden nacional por encima de intereses netamente ideológicos.