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Comptes-rendus
Sciences sociales

Miguel Lisbona Guillén, Allí donde lleguen las olas del mar… / Pasado y presente de los chinos en Chiapas

Mexico, UNAM, 2014
Rubén Torres Martínez
Référence(s) :

Miguel Lisbona Guillén, Allí donde lleguen las olas del mar… / Pasado y presente de los chinos Chiapas, México, UNAM, 2014.

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Palabras claves:

migración, migración china

Géographique :

Mexico, Chiapas
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Texte intégral

1Allí donde lleguen las olas del mar… Pasado y presente de los chinos en Chiapas, aborda desde una óptica nueva el fenómeno de la migración asiática, específicamente la china, en el estado mexicano de Chiapas. Hablamos de una óptica innovadora en tanto que la obra puede ser leída desde varias perspectivas. Puede servir como texto introductorio al fenómeno de la migración en México ; como estudio de caso de Chiapas ; igualmente puede ser leído como un tratado sobre el Estado mexicano y sus políticas migratorias desde el siglo XIX hasta la actualidad, y a partir de ejemplos empíricos mostrar la evolución de las mismas ; puede ser leído como un texto de sociología ya que permite observar cómo se construye, evoluciona y consolida el tejido social de una comunidad “extranjera” en un territorio nuevo, a ello se puede agregar las historias de vida que tan nítidamente muestra el autor ; pero finalmente se trata de un texto de claro corte antropológico, ya que nos habla no sólo de la migración, sino de las culturas, de los usos y costumbres de las comunidades, tanto locales, chiapanecas, como de las externas, chinas.

2Ya desde la introducción, y mucho se agradece, el autor tiene el cuidado de irnos clarificando y mostrando los conceptos que utilizará a lo largo de su obra, así por ejemplo nos dice a pie de página “Se entiende por migración el desplazamiento de personas de su tierra natal a otra, ya sea de forma temporal o definitiva” (p. 14). Definición clara y concisa de un concepto clave en la obra. A ello hay que agregar imágenes y documentos originales (cartas, periódicos, caricaturas de época, censos, etc.) que se van presentando a lo largo del libro para clarificar aún más el propósito del autor : la integración de la comunidad china a la zona del Soconusco chiapaneco. Bien que muchas de las políticas implementadas por el Estado mexicano iban encaminadas más bien hacia una asimilación de dicha población, es al final la integración lo que termina imponiéndose y el autor lo demuestra a lo largo de su estudio.

3Siendo la zona del Soconusco la que interesa a Miguel Lisbona Guillén, uno podría pensar que su trabajo se limita a la zona costera y limítrofe de Chiapas, pero si bien es esté territorio donde se realiza el principal trabajo de campo y análisis, nuestro antropólogo no duda en ir hacia el “interior” del estado. Llama fuertemente la atención los desplazamientos que debió realizar el autor en una suerte de “seguimiento/repetición” del viaje emprendido por los chinos una vez que tocaban territorio mexicano. A partir der este viaje en “aller-retour”, observamos las tesis racialistas que no racistas que hoy en día reivindican algunos de los descendientes de esas migraciones. Es de destacar cómo algunos de los testigos entrevistados por Lisbona Guillén guardan con recelo ese discurso del “mestizaje” que durante mucho tiempo ha vendido el Estado mexicano, pero esto no entendido a partir de la sangre sino del linaje, del apellido. El autor demuestra que dicho linaje es lo que más adelante permite una nueva conexión, a partir de los años 80, con el país de origen para los descendientes, muchas veces en un lógica de mantener viva una cultura que parecía tender a perderse. Algo por lo demás normal si, como demuestra el autor, esas primeras olas migratorias tendieron más hacia la asimilación antes que la integración para evitar la discriminación. “La condición de inmigrante no implica un bagaje cultural cerrado, por muchas diferencias que existan entre el país de origen y el de acogida” (p. 49). La importancia de esta idea que avanza Lisbona Guillén se ve reflejada en el sincretismo religioso y cultural que la población descendiente china termina por adoptar.

4Algo a resaltar es la observación que nuestro antropólogo realiza sobre la transmisión de la cultura gastronómica mediante los descendientes varones, masculinos y no como podría pensarse mediante las mujeres. Lisbona Guillén argumenta :

“La elaboración gastronómica por parte de los varones, por lo tanto, no es un simple distintivo cultural sino que cumple una función de portación de linaje, así como una posible solución laboral en caso de requerirse” (p. 56).

5Y es justamente la dimensión gastronómica donde hasta el día de hoy se nota la imprenta china. No es casual que el Soconusco chiapaneco mantenga no sólo un número importante de restaurantes chinos sino y sobre todo la reputación de tener la cocina china mas autentica de México, quizás solo concurrida por la cocina china de Mexicali en el otro extremo del país. Esta cultura de la comida es lo que hace hoy en día visible la presencia de los que algún día llegaron como extranjeros migrantes a esta zona. Es a tal grado la adopción y adaptación de la comida china en el lugar que ésta terminó otorgando identidad a los lugareños.

6Fiestas, carnaval y dragones son la manera cómo los descendientes de segunda y sucesivas generaciones de chinos realizan el esfuerzo por recuperar una parte de la cultura de sus ancestros, aunque como lo demuestra bien el autor, se trata más de una lógica fetichista donde se disputa la identidad a partir de una construcción “material” que en poco refleja lo que los inmigrantes originales reivindicaban como “su” cultura : “La danza del dragón, convertida en pilar identitario de lo chino y también en elemento de disputa en la actualidad” (p. 82). Y es que como bien lo muestra Lisbona Guillén, la descendencia china en el Soconusco y otros lugares del país tendió a atomizarse en grupos de diversa índole que se disputan no sólo la identidad y el pasado sino los recursos públicos en juego. Sin profundizar en el tema el texto pone sobre la mesa el debate en torno a las políticas públicas culturales y a los grupos de presión. Es quizás esta disputa económica y simbólica a la vez lo que deriva en las “nuevas danzas”, “innovaciones” que el autor encontró a lo largo de su estudio.

7Para la segunda parte Lisbona Guillén nos indica que tres fuentes fueron las que guiaron su investigación : archivo, entrevistas de campo y bibliografía especializada. Es por ello que en esta sección nos presenta paralelamente datos oficiales y testimonios directos de los hijos y nietos de aquellos primeros inmigrantes. El autor describe claramente cómo en Soconusco los chinos encuentran las condiciones perfectas para asentarse y desarrollar la formación de un mercado aún muy incipiente pero que la comunidad china vislumbró desde su llegada. Migración y empuje económico marcan la pauta del Soconusco durante buena parte de la primera mitad del siglo XX.

8Sin embargo la postura del Estado mexicano es de ir y venir, de puertas que se abren y cierran o peor aún de claro rechazo y xenofobia. Lisbona Guillén encuentra las raíces de estas incoherencias en los albores del liberalismo decimonónico en todo el continente americano ya que la mayoría de Estados, al prohibir la mano de obra esclava, encontró en la mano de obra asiática y específicamente en la china, al sustituto ideal. La migración china a territorio americano igual se da por oleadas que a cuenta gotas, la migración grupal y la migración individual van de la mano. “Durante el siglo XIX llegaron a América más de 500,000 obreros chinos contratados”. (p.117). Al Soconusco llegaran los primeros chinos hacia el decenio de los años 70, provenientes de Panamá. Lisbona Guillén, recupera la idea de que fueron siete migrantes los que dieron origen a la futura colonia china en la región ; sin embargo dicha idea es cuestionada fuertemente por el autor ya que como él mismo señala no existe documentación que respalde las fuentes exclusivamente orales. Lo que si logra establecer es que la colonia china recibe a partir de esos instantes el arribo de otros inmigrantes, alcanzando su punto culminante entre 1920 y 1930. Es importante señalar que, contrariamente a lo que sucedió en el norte del país donde los chinos llegaron para trabajar en la construcción del ferrocarril, los que llegan al Soconusco encuentran ya establecida la línea férrea de la costa chiapaneca.

9La llegada de la Revolución Mexicana, tratada por cierto en otro texto por el mismo autor, obliga a un replanteamiento por parte del Estado mexicano sobre la comunidad china en el territorio nacional. Son quizás los peores momentos para dicha comunidad, ya que no sólo les es prohibida la entrada al país sino que se les persigue e incluso asesina con la complicidad de los gobiernos en turno. Lisbona Guillén muestra como la comunidad china sirve de chivo expiatorio ante eventos como la crisis económica de 1929 o bien la tardanza del reparto agrario. Aunque como el autor lo muestra más adelante, la relación de los distintos gobiernos mexicanos con la migración china es de vaivenes, en muchas ocasiones influida por lo que sucedía en otros lares del continente americano, notablemente el movimiento estadounidense anti-chino de 1875 que tiene un fuerte impacto sobre el resto del continente.

10De igual manera el texto explora la manera como se fueron creando instituciones de los migrantes a partir de una elaborada red de conexiones y organizaciones que ayudaron a la región a superar esa etapa pre-capitalista de inicios del siglo XX. “Establecen innovaciones, como el pilón o la distribución a domicilio de pedidos”. (p. 131). Lo que deja claro Lisbona Guillén es que estos primeros migrantes establecieron una suerte de división del trabajo que les permitió prosperar rápidamente ; agricultura, comercio, importación-exportación de productos, distribución y servicios en general son los campos donde los chinos encontraron un mercado incipiente y deseoso de crecer. Sin embargo esto no fue casual y el autor señala cómo los migrantes también debieron darse a la tarea de aprender, enseñar y conocer oficios y profesiones distintas a las que tenían en su lugar de origen. Esto no sólo diversificó las artes y oficios de los inmigrantes mismos sino que colaboró para la creación y consolidación de redes y organizaciones de apoyo mutuo lo que deriva en capital social o como lo indica el autor “la creencia en que entre coterráneos existe una mayor confianza que entre otros posibles socios o trabajadores” (p. 146).

11El éxito económico y comercial de los migrantes chinos no es forzosamente visto como algo bueno por parte de algunos gobiernos mexicanos y por parte de la población mexicana, quienes ven en el chino a un ladrón no solo de empleos sino de la riqueza natural nacional e incluso de la belleza mexicana, es decir de las mujeres. Lisbona Guillén con base a una fuerte documentación de archivos muestra la manera en que los distintos gobiernos mexicanos, pero sobre todo sus ideólogos, pasan del positivismo al mestizaje de forma confusa e incluso absurda pero siempre dejando fuera a la llamada “raza amarilla” o bien considerándola “degeneradora” del mestizaje mexicano que tanto promovió el Estado postrevolucionario. Aunque las circunstancias propias del país y sobre todo de la zona estudiada, obligan rápidamente a dar una vuelca de tuerca. El chino comienza poco a poco a ser aceptado, y pareciese que para el decenio de los años 40 lo anti-chino no es más de actualidad en el discurso oficial.

12Chiapas se muestra un tanto como el reflejo del resto del país, con los discursos y arengas anti-chinas pero afortunadamente con pocas acciones, aunque Lisbona Guillén recupera y muestra el impacto que dejaron este tipo de comportamientos, cuando nos presenta el caso de Villa Comaltitlán conocida popularmente como “matachinos” debido a hechos que remontan a 1911-12 :

“Allá por los años 11-12, en el pueblo que se llamó Pueblo Nuevo, que ahora se llama Villa Comatitlán, ahí sí hubo la matanza de chinos… se les conocía como “los matachinos”… en Villa Comaltitlán no podían ver a un chino porque lo mataban” (p. 202).

13A pesar de este tipo de fenómenos Lisbona Guillén presenta con datos duros la extraña paradoja de que es durante el momento de mayor agresividad hacia la comunidad china cuando más florecieron y se consolidaron los negocios de los chinos en el Soconusco chiapaneco. Igualmente el autor reconoce que Chiapas fue un tanto excepcional ya que el gobierno local no aplicó muchas de las medidas antichinas que se dictaban desde el centro del país.

14Un último fenómeno social muy interesante en el cual se sumerge Lisbona Guillén es el de los matrimonios mixtos entre chinos y mexicanas. Forma de integración y asimilación al mismo tiempo, el matrimonio entre chinos y mexicanas, pocas veces es entre mexicanos y chinas, se da en un doble sentido, no sólo es asimilar el lugar de llegada mediante el matrimonio y todo lo que ello implica (reproducción de tradiciones, establecimiento definitivo, etc.), sino que también es la posibilidad de incorporar a nuevos integrantes a “su” comunidad. Eso explica en parte los viajes que tanto esposa como hijos realizan al lugar de origen del padre, para conservar y reproducir “su” cultura. La cocina, ya descrita por el autor, y la arquitectura del Soconusco son prueba fehaciente de ello. Es así como Lisbona Guillén llega a presentarnos la tercera generación, los nietos de los inmigrantes primarios :

“Es clave entender que los no nacidos en China acuden a lo chino más como un sentimiento y una tradición familiar que como un contenido cotidiano… Lo chino, en consecuencia, es el resultado de la versión chiapaneca de los chino, de por sí esto último “lo chino”, complejo de condensar si acaso es posible tal cosa” (p.244).

15De lectura fácil y ágil sin lugar a dudas Allí donde lleguen las olas del mar... Pasado y presente de los chinos en Chiapas ofrece no una sino varias lecturas novedosas en torno al fenómeno de la migración china en la zona del Soconusco chiapaneco donde la imprenta de esta migración es tan visible que hoy en día forma parte de su identidad.

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Pour citer cet article

Référence électronique

Rubén Torres Martínez, « Miguel Lisbona Guillén, Allí donde lleguen las olas del mar… / Pasado y presente de los chinos en Chiapas  »Amerika [En ligne], 12 | 2015, mis en ligne le 30 mai 2015, consulté le 01 décembre 2024. URL : http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/amerika/6114 ; DOI : https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/amerika.6114

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Auteur

Rubén Torres Martínez

Universidad Nacional Autónoma de México

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