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Resumos

This article studies the novel Sangre en el ojo (2012) (Blood in the Eye), by Chilean writer Lina Meruane. First, it argues about the distinction between resistance literature and resistance writing. As an example of the latter, the novel by Meruane presents a variety of narrative strategies or writing devices that contribute to create an ethics and aesthetics of resistance. The relevance of the body and in particular of the eyesight is highlighted. The novel allows us to think the possibility of a different gaze and visualization of reality ; one that breaks from the view/gaze imposed by the system/hegemony.

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Texto integral

Levanto la voz y
Elevo un canto
De llagas incendiadas
En papel

Erika Almenara

1Escritura de resistencia. La expresión evoca, sin dudas, reacciones encontradas, positivas y negativas, y pareciera remitir a un tiempo pasado donde las luchas eran diferentes y los futuros posibles también. En efecto, hace unas décadas mucho se habló de una “literatura de resistencia”, aquella que, como explicaba Barbara Harlow, había emergido como parte de las luchas organizadas de liberación nacional por todo el Tercer Mundo. Los nombres de Roque Dalton, Chinua Achebe, Julio Cortázar, Pablo Neruda o Ghassan Kanafani, entre muchos otros (y casi siempre referido solo a parte de su obra) se comenzaron a asociar con un tipo de literatura que hablaba directamente de la realidad. Una literatura que no escondía su intencionalidad política, sino al contrario : proclamaba a los cuatro vientos su posición y llamaba a tomar acción en y desde la literatura. El poema “Historia de una poética” de Dalton, sirve como ejemplo y recordatorio. Los últimos versos dicen así :

De ahí que el pueta agarrara vara de una vez
y se metiera a la guerrilla urbana
(ERP : Sección de Propaganda y Agitación de la Dirección Nacional)
para quien ahora pinta en los muros
cuestiones como estas :
“viva la guerrilla”
“lucha armada hoy—socialismo mañana”
“ERP”
Y si alguien dice que esta historia es
esquemática y sectaria
y que el poema que la cuenta es una babosada ya que falla
“precisamente en la magnificación de las motivaciones”
que vaya y coma mierda
porque la historia y el poema
no son mas que la purita verdá.

  • 1  El Testimonio puede pensarse como una revisión y superación (un paso más allá) de esta idea de “li (...)
  • 2  Esta puede constituir una diferencia fundamental respecto a textos que, además, buscan una explíci (...)

2Esta literatura de resistencia fue, valga el juego de palabras, virulentamente resistida tanto por sectores políticamente conservadores como por un sector de la crítica más progresista que veía en ello un retorno, indeseado, a una estética social realista de décadas anteriores. Estos últimos preferían no mezclar las buenas intenciones con la, por ellos así considerada, literatura panfletaria.1 No es aquí el lugar para resucitar dicha controversia. Lo que me interesa es referirla para diferenciar la noción de literatura de resistencia de la de escritura de resistencia, tentativa que desarrollo inicialmente en las páginas que siguen. En ella también existe un ataque y una confrontación, mas no se despliega de un modo tan explícito o transparente ; existe una mayor opacidad no necesariamente del lenguaje mismo, pero sí de la articulación de la crítica implícita.2 Evidentemente, estas divisiones y clasificaciones deben ser consideradas solo como acercamientos metodológicos, pues no es posible trazar líneas que separen con claridad un modo textual de otro (lo mismo es válido para la distinción entre literatura y escritura de resistencia). Entonces, escritura de resistencia. Escritura entendida como lo planteara Barthes en El grado cero de la escritura :

Langue et style sont des forces aveugles ; l’écriture est un acte de solidarité historique. Langue et style sont des objets ; l’écriture est une fonction : elle est le rapport entre la création et la société, elle est le langage littéraire transformé par sa destination sociale, elle est la forme saisie dans son intention humaine et liée ainsi aux grandes crises de l’Histoire.

  • 3  Sin dudas, mucho más podría discutirse sobre el concepto de escritura que maneja Barthes. En este (...)

3Así, la escritura deviene el vehículo para dar a conocer la historia (y la historia del presente debiéramos añadir) ; en su función conecta creación y sociedad forjando de ese modo la posibilidad de una instancia solidaria. Escritura que, por lo tanto, reconoce en sí misma la presencia del otro sin negarle su radical e inefable diferencia3.

4Resistencia, en tanto, también es un término sumamente discutido y polisémico. Tomando otro modo de acercamiento, podemos notar que en Google se hallan un poco menos de 400 millones de aciertos al escribir la palabra resistance y alrededor de 82 si la buscada es resistencia. Esto da clara cuenta de su proliferación. En lo que nos concierne aquí, no obstante, son tres las acepciones que nos interesan. En efecto, de las nueve que posee la palabra según la RAE, notemos las siguientes :

  • la tercera, “conjunto de personas que clandestinamente de ordinario, se oponen con violencia a los invasores de un territorio o a una dictadura ;”

  • la cuarta, “En el psicoanálisis, la oposición del paciente a reconocer sus impulsos o motivaciones inconscientes ;” y

  • la octava : “Causa que se opone a la acción de una fuerza.”

  • 4  En el sentido que le da Jameson en Valences of Dialectic (15-16), donde marca la diferencia entre (...)

5Mi intento, que parte de estas definiciones, es pensar la posibilidad de la escritura como resistencia hoy, en la multiplicidad de sus sentidos relacionados. Escritura que se opone con violencia a una invasión territorial (física, económica o cultural) ; escritura que nos obliga a detenernos, a parar el trayecto, a hallar qué es lo que se encuentra oculto tras una aparente opacidad y negación, tras los impulsos y las motivaciones ; escritura que es causa que se opone y choca con la acción de una fuerza. Claro está que aquello contra lo que se resiste, a lo que se resiste, lo resistido (que puede adquirir diferentes denominaciones, dependiendo del posicionamiento teórico crítico que se adopte : sistema, hegemonía, capitalismo, neoliberalismo, inconsciente capitalista, estado de excepción, mercado, leyes del mercado, entre otras) resulta sumamente complejo y difícil de determinar. Puesto que ‘aquello’, esa fuerza y su acción, no es unívoca ni sencilla ; más aún, al entrar en obligatoria relación ambos lados, aquello que resiste y aquello ante lo que se resiste, como resulta fácilmente imaginable, surgen un par de alternativas : un lado gana y se destruye el otro ; los lados siguen con sus existencias inmutables ; o bien, entran en contacto y se modifican mutuamente en una relación que podemos llamar una dialéctica local4.

  • 5  Como señala Francisco Shilling : “todo acto de resistencia conlleva de por sí un riesgo, un abismo (...)
  • 6  Es posible crear una red de textos en el presente ; asimismo es también factible trazar líneas que (...)

6Es desde este sucinto y provisorio marco conceptual que propongo la lectura específica realizada a continuación, como inicio (posibilidad y ejemplo) para la elaboración de una escritura de resistencia. Idealmente se trata del comienzo de un proyecto que incluye diversos tipos de escrituras : literarias, plásticas, fílmicas, entre otras, que establecen una constelación, redes interconectadas de escrituras de resistencia (en este sentido, de modo ideal, la noción de rizoma puede ser útil). Digamos, aún a falta de señalar lo obvio, que una escritura nunca es o puede ser del todo escritura de resistencia, puesto que también incluye su anverso, su lado hegemónico, su fascismo, su mercado, su resistencia a su devenir escritura.5 Finalmente, esta constelación de escrituras de resistencia se expande tanto diacrónica como sincrónicamente. Su elaboración, como señalado, es el desafío que queda abierto6.

  • 7  Véase mi artículo “La literatura de Lina Meruane. Literatura, incertidumbre, resistencia.” Fronter (...)

7La escritura de Lina Meruane es una de las propuestas más sugerentes y provocadoras de los últimos años en América Latina.7 Me interesa profundizar en uno de los sentidos de dicha provocación y cómo ella es desplegada en la última novela de la autora. Esto es, pensar en dicha novela sus estrategias de resistencia escriturales y los modos en que estas estrategias se articulan y desplazan.

  • 8  Lina Meruane nación en Santiago de Chile en1970 y actualmente ejerce como profesora de literatura (...)

8Sangre en el ojo, publicada en el 2012, es la cuarta o quinta novela de Lina Meruane.8 El argumento es bastante simple : la protagonista y narradora vive con su novio en Nueva York. Durante una fiesta sufre un nuevo derrame en sus ojos, pero esta vez es más fuerte y queda parcial y momentáneamente ciega. Dado que debe esperar a ver cómo se desarrolla el coágulo, antes de someterse a una posible operación, decide viajar a Chile. Allí se reencuentra con su familia, quienes han insistido para que ella se trate su afección con un médico chileno. La protagonista se niega rotundamente : la sola idea de un médico en Chile trae de regreso una serie de memorias que prefiere olvidar. Este rechazo ya nos alerta de la estrecha conexión que existe entre el proceso de escritura y la enfermedad y cómo ambos son traumáticos (se fundan en traumas) y ambos se relacionan con la noción de abandono. La narradora refiere cómo ella fue abandonada por su hermano, cómo luego sus padres abandonaron al hermano y cómo ella, al fin, los abandonó a todos.

  • 9  En Siam Mapped, Thongchai Winichakul define un geo-cuerpo como algo que : “describes the operation (...)

9Este sentimiento es el que permeará toda la novela : Sangre en el ojo es también una reflexión sobre el sentido de pertenencia o no a una tierra y también a una persona, a un cuerpo y a una geografía. Esta última deviene lo que Winichakul denomina geo-cuerpo9 y que podemos entender como la marca que en la tierra (real y simbólica) deja el paso de alguien. Un trayecto, en otras palabras, de la geografía a la Zoé (la vida) en el cual es necesario que se abandone (y ser abandonada) para que surja algo nuevo. He aquí una de las marcas en la escritura que se reitera en el texto : la necesidad del sacrificio, camino obligatorio para lograr un cambio. En efecto, dado que la familia es desplazada de su lugar tradicional – en una maniobra que es parte de un resistir a una normativa social – es el novio, Ignacio, quien pasa a ocupar ese lugar sacrificial que la familia ya no puede tener. Y es un pacto, por lo menos desde el punto de vista oficial, fuera de la ley. La protagonista pareciera vivir en un intersticio entre legalidades, como entre geografías y deseos.

  • 10  El nombre del doctor, Lekz, quien se encuentra igualmente ‘ciego’ ante la enfermedad de su pacient (...)
  • 11  Algunos se remiten al Evangelio de Lucas –“la lámpara del cuerpo es el ojo”- para la expresión. Co (...)

10La protagonista regresa a Nueva York y dado que no hay mejora visible, el doctor10 decide operarla. La operación le devuelve solo un tenue color amarillo como visión. Pareciera que ya no hay nada que se pueda hacer. O más bien : Queda solo una alternativa, un trasplante de ojos. Pero el doctor se apresura en descartar esta opción. No hay bancos de ojos, argumenta, nadie dona ojos muertos (vienen a la memoria todas las ideas de los ojos como espejo del alma ; ¿ quién podría donar su alma ?).11 El final, entonces, es brutal : “no se preocupe doctor,” le susurra la narradora, “yo le voy a traer un ojo fresco” (171). Ahí termina el texto : el corte final, que nos abre a nuevos cortes : el ojo fresco que ofrece Lucina, Lina, Luz, Luzbel, -alternativas del nombre de la narradora-, es el de Ignacio, a quien en la culminación de su rol de sacrificio, el día anterior le ha dicho “sólo te pido uno de tus ojos”, “si no puedes comprometerte a darme lo que te pido, mañana no regreses” (160). Pero Ignacio ha regresado, está en la sala de espera. Y la lectora queda en suspenso ante la posibilidad del ojo que se sacrifica : suspensión de la decisión que debe tomar entonces ella, decidir qué hacer con su propia vista/vida.

11Sangre en el ojo nos obliga a buscar los sentidos de esta trama que vayan más allá de la posible metáfora o alegoría de la ceguera –¿ qué significa la ceguera ? Aquel que no ve con los ojos puede ver cosas más profundas, lo esencial es invisible a los ojos ; esas son algunas posibilidades sabidas, pero no las únicas y quizás no las más interesantes-. Podemos, también, pensar la ceguera, siguiendo a Naomi Schor, como un ejemplo privilegiado de una catacresis metafórica, esto es, la metaforización de un uso erróneo, de algo aún innombrable : el proceso de ceguera es una interrupción en un mecanismo y una lógica en la que habita la narradora. Esa interrupción se da como corte, herida, quiebre, adquiriendo un sentido político y bio-político, en tanto es el cuerpo-escritura el que está siendo sesgado de su capacidad de ver. No ver es devolverse a la escritura, hacerla de nuevo visible.

12Este quiebre se expresa no solo en lo que le sucede a Lucina : La interrupción a la vista de la protagonista se traslada metonímicamente a la reiterada interrupción e incorrectos finales de las oraciones en el texto ; oraciones que terminan en preposiciones, conjunciones adversativas o disyuntivas e ilativos. Así es la misma capacidad narrativa de la narradora la que se pone en entredicho, mas, de esa manera surge una posibilidad de escritura diferente (para quienes lo sospechen : no hay un recurso aquí a modos neo-vanguardistas ; la estrategia escritural empleada por Meruane es más directa y, quizás por lo mismo, más efectiva). Es una escritura que emplea una técnica del corte y de la suspensión (que remiten al corte del ojo y a la suspensión de la decisión –una decisión política- con la que se enfrentan los lectores al final). El tiempo y velocidad de la escritura se ven trastornados, sacados de quicio, desplegados de otra manera, constituyen una literal alternativa que constituye otro modo de articular, un verdadero aparato, de escritura de resistencia.

13Emerge, así, una razón divergente en y de la escritura, una suerte de razón anárquica y anómica (sin guía y sin ley) donde desde la escritura se nos fuerza a ver un des-orden, una alter-idad. Y, desde ahí, la escritura es también una reflexión sobre los cortes de la historia, sobre la historia que sucede : el des-orden de la escritura se opone a la fuerza de una acción impuesta por la exterioridad que el mismo texto incorpora. Exterioridad que podemos apreciar en varios niveles : aquella que es el lenguaje mismo, el des-orden que funciona dentro de un sistema y de una lógica que, a fin de cuentas, lo permite ; y la exterioridad, el afuera de la realidad y de la realidad de la historia y su memoria que ingresa subrepticiamente : el golpe de Estado en Chile, el derrumbe de las Torres gemelas en Nueva York, la desaparición de un antiguo cine en Santiago –todas imágenes que la narradora lanza en un desesperado intento por agarrarse de la historia.

  • 12  Meruane escribió su tesis de doctorado bajo la dirección de Silvia Molloy. La crítica Patricia Esp (...)

14Pero, ¿ qué hacer cuando es la misma historia la que se está cayendo a pedazos ? Pues no es gratuito que las referencias históricas nos recuerden destrucción : se crea así una relación especular con la construcción de la memoria de la narradora : la historia, su historia, la historia ‘de afuera’, deviene una literal acumulación de ruinas ; avanzar es mirar, a la Benjamin, dicha acumulación. En este sentido, como construcción de una memoria de la historia personal y colectiva, Meruane se acerca a un particular uso de lo que Zizek denomina realismo documental, pero en este caso no se trata de la imposibilidad de tolerar la ficción (y de ahí la necesidad de la inclusión del documento) sino que una de las principales estrategias de resistencia de la escritura empleada por Meruane radica en desplazar y borronear los límites entre la escritura de ficción y el documento de realidad. Esto se hace patente en el juego con el nombre de la narradora : del Lucina a la Lina de la autora real, y, aún más, en el hecho que la narradora y protagonista es una escritora que ha suspendido la escritura por su ceguera, pues “Lina Meruane resucitaría en cuanto la sangre quedara en el pasado y yo recuperara la vista” (151). La novela que ha estado escribiendo, que es la novela que leemos y que no puede más escribir Lina Meruane, por la ceguera (¿ pero entonces quién la está escribiendo ?), le responde Lina-Lucina a su directora de tesis, Silvina-Silvia,12 “ahora es esto.” “Escribir una memoria ciega,” (150) agrega.

15El fantasma de Borges aparece entonces y, con él, el espectro de la literatura y de la ficción : “Mi impulso siempre ha sido la ficción. No eran los hechos reales los que me movilizaban sino las palabras, y era mi mano la que empujaba las palabras, la que construía y luego rompía las frases para volver a componerlas,” (150) reflexiona, sabiendo, demasiado bien, que es solo desde hechos reales que la ficción emerge, y ese es un tanteo, una mediación se hubiera dicho hace algunos años, que se hace siempre a ciegas. Sí : la pregunta por la ficción está en el meollo del relato, en el centro estratégico de la escritura (un tópico que vemos en otras de las novelas de Meruane) : cuando antes de la operación la protagonista debe desnudarse, ella entra en un delirio heurístico, imaginando preguntas que le hacen las enfermeras : la pregunta central es “¿ Qué es la ficción ?” (128). Y para poder responderla, debemos ser capaces de contestar la última interrogante de la lista : ¿ y este ojo, de quién es ? La ficción es saber mirar ; la escritura que es la ficción es un tipo de mirada, de visión ; una mirada que ve diferente, que no ve lo que se ve, una mirada que descubre y desvela, que levanta velos y endereza entuertos.

16La pregunta por la ficción y por el por qué de la ficción y cómo desde ahí es factible la resistencia está implícita desde el título mismo de la novela : ¿ De quién es el ojo y su sangre de la sangre en el ojo ? ¿ Quién mira ? Tener sangre en el ojo, sabemos, es sentir deseos de venganza, resentir algo o a alguien. En ese sentido, aquí se resiente una aparente normalidad, una lógica impuesta, la de la visibilidad, la del ver, que debe ser quebrada ; el lenguaje sirve para cumplir esta labor de venganza : rompe y corrompe nuestras expectativas ; es la causa que se opone a la acción de una fuerza externa. Pero también, tener sangre en el ojo es “honra y valor para cumplir las obligaciones ;” en esta acepción, la escritura de Meruane busca cumplir, atrevidamente, su obligación. Y esa obligación es precisamente la articulación de una escritura de resistencia que provee una política antagónica y anárquica y una estética radicalizada por la no complacencia ante toda normativa. Hay un rechazo de toda ideología dominante : la sangre del ojo es también la sangre del mercado. No ver es el gesto ideológico que se impone y que la novela invierte invitándonos a ver, pero no necesariamente mostrándonos. Ahí está y queda el corte y la suspensión.

  • 13  Véase el comienzo de la quinta parte de la Ética de Spinoza, donde habla sobre la libertad humana. (...)

17Así, la suma de estas estrategias de escritura de resistencia conforman la política y estética de la novela, aspectos que crean un tejido indisoluble, pues no es entendible la una sin la otra. La ceguera funciona como catacresis metafórica que, desde una crisis personal (como sucede en la novela de Saramago Ensaio sobre a cegueira), nos muestra la crisis social existente y, al mismo tiempo, permite la emergencia de una política de desacuerdo, de revelación, de confrontación y de enfrentamiento cotidiano ; estética de quiebre, de ruptura, de suspensión (de la misma decisión política), de la resistencia y causa que se opone a la acción de una fuerza. Pues, si dos acciones contrarias se ejercen sobre el mismo sujeto, un cambio debe ocurrir, ya sea en una de ellas o en las dos.13 Y este es el momento en el que se halla la escritura de resistencia de Meruane, expectante ante la posibilidad del cambio, situada en aquel momento crítico que Gramsci describiera –, el interregno, cuando lo viejo aún no ha terminado de morir, ni lo nuevo de nacer. Una escritura que nos alerta de nuestra historia, del momento de crisis en que vivimos y que nos recuerda que una escritura de resistencia, como fuerza estética, ética y política, es una modo privilegiado que tenemos para, primero, ver el mundo de modo diferente y así, contribuir a su necesaria transformación.

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Bibliografia

Barthes, Roland. Le degré zéro de l’écriture. 1953.
http://www.ae-lib.org.ua/texts/barthes__le_degre_zero_de_lecriture__fr.htm

Dalton, Roque. “Historia de un poética.” Poemas clandestinos, 1980.
http://nadiesalvoelcrepusculo.blogspot.com/2010/06/historia-de-una-poetica-roque-dalton-el.html

Espinosa, Patricia. “Una ciega en Nueva York.” Las últimas noticias. Junio 15, 2012.
http://letras.s5.com/lme150612.html

Harlow, Barbara. Resistance Literature. New York : Methuen, 1987.

Horne, Luz. Literaturas reales. Rosario : Beatriz Viterbo, 2011.

Jameson, Fredric. Valences of the Dialectic. London : Verso, 2009.

Meruane, Lina. Sangre en el ojo. Buenos Aires : Eterna Cadencia, 2012.

Shilling, Francisco. “Kafka, Deleuze y la escritura como resistencia.”
http://diarioelmuro.com/?p=127

Shor, Naomi. “Blindness as Metaphor.” differences : A Journal of Feminist Cultural Studies, 11.2. (1999) : 76-105.

Spinoza, Benedictus de. Ethics. Nueva York : Free Press, 1970.

Winichakul, Thongchai. Siam Mapped : A History of the Geo-Body of a Nation. Honolulu : University of Hawaii Press, 1994.14

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Notas

1  El Testimonio puede pensarse como una revisión y superación (un paso más allá) de esta idea de “literatura de resistencia,” haciendo hincapié en el carácter de “resistencia” y desligándose de toda pretensión de ser (y hacer) “literatura.”

2  Esta puede constituir una diferencia fundamental respecto a textos que, además, buscan una explícita opacidad y dificultad en el lenguaje, a través de las cuales se está expresando también una crítica determinada.

3  Sin dudas, mucho más podría discutirse sobre el concepto de escritura que maneja Barthes. En este ensayo, partimos desde él, mas no pretendo coincidir en todo ; de hecho, la noción de escritura en Barthes debe pensarse necesariamente en relación a las de lenguaje y estilo, conceptos que no considero. Me interesa más la línea ética que Barthes adopta al pensar la idea de escritura, su ser “esencialmente la moralidad de la forma.”

4  En el sentido que le da Jameson en Valences of Dialectic (15-16), donde marca la diferencia entre la Dialéctica y una dialéctica.

5  Como señala Francisco Shilling : “todo acto de resistencia conlleva de por sí un riesgo, un abismo que bordear, una cuerda floja sin red de protección.”

6  Es posible crear una red de textos en el presente ; asimismo es también factible trazar líneas que buscan en el pasado emergencias de escrituras de resistencia. Pienso, por ejemplo en la escritura de María Luisa Bombal o la de Guamán Poma de Ayala.

7  Véase mi artículo “La literatura de Lina Meruane. Literatura, incertidumbre, resistencia.” Fronteras de las memoria. Eds. Bernardita Llanos y Ana Goetschel. Santiago : Cuarto Propio, 2012.

8  Lina Meruane nación en Santiago de Chile en1970 y actualmente ejerce como profesora de literatura creativa en la Universidad de Nueva York. Sangre en el ojo es su cuarta o quinta novela, dependiendo de cómo se considere Las Infantas, una colección de relatos de 1998 que algunos críticos han leído como novela. Las otras novelas son Póstuma (2000), Cercada (2000, novela breve) y Fruta Podrida (2007).

9  En Siam Mapped, Thongchai Winichakul define un geo-cuerpo como algo que : “describes the operations of the technology of territoriality which created nationhood spatially…[and] emphasizes the displacement of social knowledge which has in effect produced social institutions and practices that created nationhood” (16).

10  El nombre del doctor, Lekz, quien se encuentra igualmente ‘ciego’ ante la enfermedad de su paciente, es uno también de extranjero. Su posición es relevante en tanto refuerza la noción de exterioridad y de vacío (no hay nadie que pertenezca a algún lugar). Además, Lekz se suma a la serie de doctores extranjeros –o que al menos no son ‘del lugar’- que pueblan la literatura latinoamericana. Ejemplo al caso es el doctor Kronz de El viajero de Praga, de Javier Vásconez, tal vez un émulo del Díaz Grey de Onetti.  

11  Algunos se remiten al Evangelio de Lucas –“la lámpara del cuerpo es el ojo”- para la expresión. Como sea, el subtexto religioso está presente en la novela. Por cierto, solo Fausto puede ofrecer su alma ; se podría decir que Ignacio, el novio, metafóricamente, como se verá enseguida debe convertirse en un parcial Fausto para obtener lo que quiere.

12  Meruane escribió su tesis de doctorado bajo la dirección de Silvia Molloy. La crítica Patricia Espinosa realiza un fuerte ataque a la novela, en particular, a la borradura realidad-ficción empleado por Meruane : “Lo peor es el intento descarado por despertar compasión acudiendo a la estrategia de mezclar ficción y realidad al denominar al personaje con el mismo nombre de la autora : Lina Meruane, la cual adopta características de una masculinidad detestable,” y añade : “Si un libro quiere escapar de la banalidad, lo más absurdo que puede hacer es insertar una posible lectura académica. En este caso, la autora pone en boca de la profesora que dirige su tesis un par de grandiosas teorías sobre literatura que operan como un desesperado guiño al culto mundo universitario.” Espinosa, que participa del “culto mundo universitario,” parece no ver que precisamente el punto está en la transparencia –la brutalidad si se quiere- con la que Meruane emplea estas estrategias. No hay búsqueda de compasión, más bien al contrario : la novela se resiste a toda posible compasión : se trata de realismo, es cierto, pero, siguiendo a Luz Horne, de un realismo despiadado.

13  Véase el comienzo de la quinta parte de la Ética de Spinoza, donde habla sobre la libertad humana. De hecho, una lectura de la novela de Meruane apunta en esa dirección : ¿cuál es el sentido de la libertad humana ? ¿De qué manera la escritura constituye una apuesta, radicalizada, por la busca de dicha libertad ?

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Para citar este artigo

Referência eletrónica

Daniel Noemi Voionmaa, «Con Sangre en el ojo : para una escritura de resistencia»Amerika [Online], 7 | 2012, posto online no dia 10 dezembro 2012, consultado o 06 dezembro 2024. URL: http://0-journals-openedition-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/amerika/3389; DOI: https://0-doi-org.catalogue.libraries.london.ac.uk/10.4000/amerika.3389

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Autor

Daniel Noemi Voionmaa

Northeastern University
Profesor Asociado, Departamento de Lenguas, Literaturas y Culturas
d.noemivoionmaa@neu.edu

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