“Lo que a mí me llamó la atención,
lo que me hizo ingresar fue la finalidad del TGP
que consiste en unir el arte al vivir del pueblo.
Además, un artista no debe estar produciendo solo;
- 1 Celia Calderón en Tibol, Raquel, Veinte años de vida del Taller de Gráfica Popular, CDMX: Artes de (...)
yo lo hice y comprendí que estaba mal.”1
Celia Calderón
1[Una versión preliminar del presente texto fue presentada en el conversatorio virtual Celia Calderón. 100 años organizado por el Museo Nacional de la Estampa que fue transmitido por Facebook live el 31 de marzo de 2021. Mi agradecimiento más profundo al MUNAE por la invitación y por organizar dicho evento; a Karen Cordero, Ana María Torres, y Luis-Martín Lozano, por sus recomendaciones y contactos; a Ana Victoria Jiménez y Mónica Mayer por brindarme muy valiosas fotografías de sus archivos; y a Andrés Blaisten, María Luisa Novelo, Rosa María Vargas, Rodrigo Pimentel, Julio Chico, por compartir sus valiosas y sentidas memorias sobre la artista.]
- 2 Luis Martín Lozano, correo electrónico personal del día 4 de marzo de 2021.
- 3 La mayor parte de los discípulos de Celia Calderón que he podido entrevistas fueron alumnos de la a (...)
2Durante su vida Celia Calderón (1921-1969) (fig.1) fue reconocida por su trabajo artístico y docente, y muy especialmente por su participación como grabadora en el Taller de Gráfica Popular. Sin embargo, tras su prematura y trágica muerte, “su trabajo se condenó al ostracismo”2 y actualmente resulta muy difícil de recuperar. También el rescate de las memorias de Calderón como docente resulta una tarea compleja, porque tal y como señala Julio Chico, uno de sus discípulos y asistente, frecuentemente, en todos aquellos que la conocieron, se encuentran bloqueadas por el dolor.3
Fig. 1 Celia Calderón, Autorretrato, 1946, aguatinta (INBAL/Museo Nacional de Arte
Adjudicación INBA 1999)
3Titulé al presente texto “Celia Calderón: unir el arte al vivir de las mujeres,” pues partí de la frase citada en el epígrafe, que da cuenta de la empatía propia de la artista con el pueblo y con el trabajo colectivo, pero la adapté a la que considero la temática más original y significativa de su producción: la representación de la sororidad femenina, ejemplificada paradigmáticamente en su obra titulada Autorretrato con mujeres (fig. 2).
Fig. 2 Celia Calderón, Autorretrato con mujeres, óleo sobre tela, s/f
4Se trata en efecto de un tema actual, con el que Calderón señaló de forma potente y expresiva, que las mujeres no solo nos relacionamos con otras mujeres como madres o como hijas, tal y como indica la iconografía tradicional del arte mexicano de la primera mitad del siglo XX, sino que también podemos ser amigas, colegas y cómplices las unas de las otras. Uniendo su arte al vivir de las mujeres Calderón, representó la posibilidad que tenemos las mujeres al unirnos con otras mujeres, para así resistir muchas de las opresiones que comúnmente nos son impuestas de diversas formas, comenzando por la de la normalización del mandato patriarcal de la soledad.
5Para apreciar dicho aporte iconográfico fundamental y dada la escasez de estudios académicos sobre la artista, el texto comienza con la descripción de las pocas publicaciones existentes, y continua con un recuento biográfico sobre su carrera profesional y docente. En la segunda parte se contextualiza su producción artística en relación con la de otras grabadoras del Taller de Gráfica Popular, y muy especialmente, con el feminismo de la década de 1950, principalmente en relación con la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas. Finalmente, en la tercera parte del trabajo, se reseñan algunas de las temáticas principales que caracterizaron a la obra de Calderón, muchas de ellas compartidas con sus colegas del Taller, para finalizar con su aporte iconográfico principal, mismo que consistió en enfatizar el profundo y significativo sentido de la solidaridad y de la amistad entre mujeres, temas originales en la iconografía del arte mexicano, que la artista logró expresar partiendo de su propia experiencia como mujer y como artista.
6Seis años después de su partida, en 1975, María Eugenia Suárez de Tamborrell, hizo la curaduría de una exposición individual de Calderón en el Polyforum Cultural Siqueiros, con 62 obras entre las cuales había grabados, dibujos y pinturas, todas pertenecientes a la colección de Alberto Rovira, la última pareja de la artista. Tristemente, dicha colección, con el paso del tiempo parece haberse ido desmembrando sin dejar huella y hasta la fecha no he podido rastrear si existió un catálogo o si se conservan fotografías de la exposición.
- 4 Actualmente la mayor parte de las obras de Calderón se encuentran en el Museo Nacional de la Estamp (...)
7Posteriormente, si bien algunas de las obras de Calderón se encuentran custodiadas en colecciones de arte mexicano muy destacadas, principalmente en el Museo Nacional de la Estampa y en la colección Andrés Blaisten4 y ocasionalmente son exhibidas en distintas exposiciones colectivas, la obra de la artista no ha sido objeto ni de nuevas exposiciones individuales, ni tampoco de estudios especializados con excepción de algunos pocos textos breves.
- 5 Se trata de Raquel Tibol, “Celia Calderón,” Diario de la tarde, agosto 14, 1959 y “Celia Calderón ( (...)
- 6 Adès, Dawn, y Alison McClean, Revolution on Paper, Mexican Prints 1910-1960, con el apoyo de Laura (...)
- 7 Raquel Tibol “Celia Calderón,” en Ser y ver: mujeres en las artes visuales, México: Plaza y Janés, (...)
- 8 Isabel Palomar Duclaud, “Exterminio y La Madre España,” en Imagen y sus laberintos, Ana María Torre (...)
8En orden cronológico y de contenido merece especial mención el artículo de la destacada crítica Raquel Tibol, que basado en textos periodísticos anteriores de la misma autora,5 fue publicado en su antología sobre artistas mujeres en las artes visuales en el 2002, y ofrece importantes pistas para continuar la investigación sobre Calderón. Hay que destacar también el texto de Dawn Adès y Alison McClean del 2009, en el que las autoras reunieron algunos datos biográficos significativos de la vida de Calderón;6 y, más recientemente, en el 2019, se publicó un capítulo en el que su autora, Isabel Palomar Duclaud, basándose en su trabajo de titulación anterior, analizó dos obras de Calderón. 78El presente texto parte de la información contenida en las tres publicaciones aquí mencionadas, y, muy especialmente, en material inédito de primera mano consistente en entrevistas realizadas a algunos de los discípulos de la artista, y en el análisis de algunas de las obras de Calderón desde una perspectiva de género, que hasta la fecha no habían sido estudiadas con la profundidad que merecen.
- 9 Dawn Adès and Alison McClean, 'Revolution ...” op. cit.
- 10 La mayor parte de la información biográfica de la artista fue tomada del texto de Raquel Tibol “Cel (...)
9Calderón nació en 1921, junto con el movimiento muralista, y aunque se conoce poco sobre los primeros años de la artista, sabemos que entre 1942 y 1944, es decir, en plena Guerra Mundial (1939-1945) la joven estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) donde tomó clases con destacados maestros tales como Julio Castellanos (1905-1947) con quien más adelante mantuvo además una relación amorosa, que quedó truncada por la muerte del maestro, ocurrida prematuramente en 1947.10
- 11 Francisco Díaz de León, “Una escuela en mi recuerdo,” Anales de la Escuela Nacional de Artes Gráfic (...)
10Tras ganar un primer premio de dibujo, la Universidad Nacional Autónoma de México la becó para continuar su formación en la Escuela de Artes del Libro. De acuerdo con el programa de estudios en dicha escuela se estudiaba dibujo del natural, grabado, y teoría de las distintas especialidades que allí se dictaban (a saber: grabado, encuadernación y tipografía), además de historia del libro, historia del arte y un idioma extranjero.11 Con Francisco Díaz de León (1897-1975) Calderón tomó clases de grabado, medio en el que con el tiempo habría de destacarse muy especialmente.
11Con otros compañeros, la artista fundó la Sociedad para el Impulso de las Artes Plásticas y en 1947 se le invitó a unirse a la Sociedad Mexicana de Grabadores (SMG), organización que contribuyó enormemente a la valorización del grabado en el arte mexicano pues contó con la participación de importantes figuras tales como Pedro Castelar, Óscar Frías, Mariano Paredes, Feliciano Peña, Julio Prieto y Ángel Zamarripa, y entre las mujeres Angelina Beloff, Lola Cueto, Ángeles Garduño, y Susana Neve. Calderón a partir de 1949 también fue miembro fundador del Salón de la Plástica Mexicana, destacada instancia del arte nacional, que en 1955 habría de otorgarle el Premio de Invierno.
12Algunos años antes, en 1950, Calderón había obtenido una beca para estudiar en la Slade School of Fine Art de Londres, financiada por el INBAL y el Instituto Británico. Cabe destacar que en aquel entonces eran maestros de dicha escuela personalidades de la talla de Lucian Freud y Keith Vaughan en pintura; John Buckland Wright y Anthony Gross en grabado; así como Rudolph Wittkower y Sir Ernst Gombrich en historia del arte. En ese tiempo Calderón perfeccionó su técnica de grabado en metal. Realizó su primera exposición individual en 1951 y en 1952 viajó por Francia e Italia.
13En dicho año de 1952 Calderón ingresó al TGP (fig. 3). A partir de 1953, año en el que las mujeres mexicanas obtuvieron por fin el derecho al voto, Calderón se ocupó de las exposiciones del Taller, comisión que desempeñó hasta 1959. Posteriormente, entre 1963 y 1965 la artista estuvo a cargo de la dirección del colectivo.
Fig. 3 Celia Calderón y Pablo O´Higgins (foto cortesía Rodrigo Pimentel)
14Recordaba Calderón, que como señalamos más arriba, antes de ser miembro del TGP había pertenecido a la Sociedad de Grabadores Mexicanos, por lo logró conocer los dos tipos de instituciones dedicadas a la gráfica que existían en México de forma muy cercana y al respecto comentaba que:
- 12 Celia Calderón en Tibol, Raquel, Veinte años … op. cit., p. 10.
15En la Sociedad es el grabado por el grabado; hay una absoluta y desesperante indiferencia por su función, mientras que en el TGP lo inmediato es la función, lo cual es determinante. Recordemos que en la lucha candente hasta los ingleses produjeron obra con mensaje, los bombardeos lograron conmover a Henry Moore; los soviéticos hicieron cosas fantásticas sobre la toma de Leningrado. Pero creo que nosotros aprendimos a ligarnos no sólo a las cosas grandes sino a las pequeñas cosas cotidianas. Cuesta más trabajo ligarse al pueblo en la lucha diaria, se necesita mayor penetración para ligarse a la vida circundante, para saber de dónde cogerse.12
- 13 Luis Martín Lozano en correo electrónico del día 4 de marzo de 2021.
16El compromiso artístico-político del TGP marcó fuertemente a la artista, cuya militancia en la izquierda mexicana, según recordaba su colega Raúl Anguiano (1915-2016), fue notable a lo largo de toda su vida.13 En el Taller Calderón aprendió mucho, no solo de las grandes personalidades que allí conoció, sino de la importancia del trabajo colectivo y sobre todo, del trabajo ligado con las causas populares de forma profunda y verdadera. Por su propia condición de artista mujer, tal y como veremos más adelante, Calderón se identificó particularmente con las mujeres, tema que representó ampliamente a lo largo de toda su vida.
- 14 Tibol, Raquel, “Celia Calderón,” op.cit., pp. 132-133.
- 15 Ibid.
- 16 Helga Prignitz-Poda, El Taller de Gráfica Popular, CDMX: Instituto Nacional de Bellas Artes, 1992, (...)
17En 1957, todavía durante su estancia en el TGP, Calderón recibió una invitación del gobierno soviético para viajar a China y para estudiar en el Centro de Artistas de Pekín, donde también exhibió su trabajo. Para la historiadora del arte Raquel Tibol es a partir de este viaje que Calderón logró “una flexibilidad y un énfasis más propios, más personales”14 (fig. 4) que le permitieron que “todos los meandros de su sensibilidad encontraran un cauce.”15 En 1959 el Taller propuso publicar un álbum con estos trabajos de Calderón, pero lamentablemente dicho proyecto no se concretó.16
Fig. 4 Celia Calderón, Niñas chinas, 1958, óleo/masonite, (Permiso para reproducción y foto: cortesía Colección Andrés Blaisten, México)
- 17 Justino Fernández, Arte moderno y contemporáneo de México, tomo II, CDMX: IIE, UNAM, 2001, p.109.
18Con razón señalaba el historiador del arte Justino Fernández, en 1962, en su texto ahora clásico, El hombre: estética del arte moderno y contemporáneo, el tercer tomo de su historia del arte mexicano, que las excelentes obras de Calderón “acusan las buenas disciplinas en que se ha formado, las influencias que ha recibido y su personal sentido del color y de las formas” a lo que agregaba que “por todo ello ha venido a ocupar un lugar distinguido.”17
19En 1946, Calderón, con tan solo 25 años comenzó a impartir clases en la ENAP, principalmente de grabado en metal y, también, de pintura y dibujo, convirtiéndose en la primera maestra mujer en la Academia de San Carlos. También fue profesora en las escuelas dependientes del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
- 18 Andrés Blaisten en entrevista telefónica del 1 de marzo de 2021.
- 19 Rodrigo Pimentel en entrevista telefónica del 6 de marzo de 2021.
- 20 María Luisa Novelo en entrevista telefónica con del 4 de marzo de 2021.
- 21 Julio Chico en correo electrónico del 9 de marzo de 2021.
- 22 María Rosa Vargas, entrevista telefónica del 16 de marzo de 2021.
- 23 Se trata de una técnica renacentista, especialmente de la escuela veneciana, en la que se usa blanc (...)
- 24 Andrés Blaisten en entrevista telefónica del 1 de marzo de 2021.
- 25 María Luisa Novelo en entrevista telefónica con del 4 de marzo de 2021.
20Todas y todos los estudiantes de Calderón que he tenido el honor y el placer de entrevistar, Andrés Blaisten,18 Rodrigo Pimentel,19 María Luisa Novelo,20 Julio Chico,21 y María Rosa Vargas,22 coinciden en señalar la calidad extraordinaria de Calderón como maestra, el alto nivel de exigencia y lo riguroso de sus enseñanzas, principalmente en cuanto al conocimiento profundo de las técnicas artísticas tradicionales, como por ejemplo la utilización de veladuras y el impasto de temple al pútrido23 que recuerda Blaisten que la maestra enseñaba con todos sus detalles y que también usaba en sus propias obras.24 Novelo recuerda las visitas a la Biblioteca en donde había grabados de Rembrandt y de Piranesi y muchas otras obras de primer nivel que complementaban las clases de la mejor manera posible.25
- 26 María Rosa Vargas en entrevista telefónica del 16 de marzo de 2016.
21Todos coinciden también en la memoria de la importancia que Calderón daba al talento y al compromiso demostrado en clase por sus estudiantes, lo dura que podía ser con quienes juzgaba que en la escuela de arte no estaban en el lugar correcto, o incluso lo exigente que era con su propia obra que a veces no firmaba o incluso rompía cuando no quedaba satisfecha. Todos están de acuerdo en reconocer lo importante que fue su figura para estimularlos a ellos y a sus compañeros en sus carreras profesionales. Señala Vargas que algunos de los discípulos de Calderón, que se autodenominaban “los refugiados,” continuaban asistiendo a su taller después de haber cursado la materia, para continuar recibiendo la inspiradora retroalimentación de Calderón y para contar con los materiales necesarios para seguir creando.26
- 27 María Rosa Vargas en entrevista telefónica del 16 de marzo de 2016.
- 28 Entrevistas telefónicas con María Luisa Novelo del 4 de marzo y con Rodrigo Pimentel del 6 de marzo (...)
22Con muchos de sus estudiantes Calderón mantuvo una relación muy cercana, que los llevó a compartir momentos significativos no solo en clase sino también en la vida cotidiana, en visitas a exposiciones, al Taller de Gráfica Popular, e incluso en viajes cortos a Guerrero que les permitieron conocer otras facetas afectivas de la artista, muy en especial su ternura y gran necesidad de cariño pese a su notable seriedad como maestra. Vargas también me contó, que en una oportunidad Calderón se encariñó con una niñita que conoció en un mercado y que estaba dispuesta incluso a llevarla consigo para garantizar que recibiera una buena educación.27 Calderón no tuvo hijos, pero tanto Novelo como Pimentel, dos de sus estudiantes más cercanos, comentaron que la quisieron como si se tratara de una segunda madre.28
- 29 La artista Mónica Mayer, una de las artistas feministas de más larga y reconocida trayectoria en Mé (...)
23Algunos años después de su muerte, otro de sus discípulos, Froylán Ruiz, junto con un socio, abrieron una galería que en su honor se llamó Celia Calderón. Resulta interesante señalar que en 1989, en dicha galería se organizó la exposición titulada Mujeres por la despenalización del aborto, en la que participaron algunas de las artistas más comprometidas con el feminismo.29 El hecho de que la galería fuera fundada y administrada por un discípulo de Calderón demuestra de forma muy clara y contundente su legado no solo en la parte formal y afectiva, sino también en la lucha a favor de los derechos de las mujeres.
24Durante la década de 1950 y principios de la de 1960 había ya varias mujeres que comenzaban a disfrutar de su calidad de miembro en el Taller, en orden de incorporación: Mariana Yampolsky (1945-1960), Elizabeth Catlett (1946-1966), Elena Huerta (1948-1967), Andrea Gómez (1949-1960), Fanny Rabel (1949-1961), Sarah Jiménez (1954-1967), María Luisa Martín (1955-1965), y Mercedes Quevedo (1958-1965). Calderón se incorporó al Taller en 1952 y permaneció como miembro hasta 1965.
- 30 María Rosa Vargas en entrevista telefónica del 16 de marzo de 2016.
25Un momento de auge para el desempeño femenino en el TGP, fue la primera parte de la década de 1960 cuando en 1963, Calderón fue elegida para la dirección del Taller y encabezó un comité directivo predominantemente femenino, pues la secretaría quedó ocupada por Elizabeth Catlett, que era una amiga muy cercana de Calderón,30 y la tesorería en manos de Mercedes Quevedo.
- 31 Humberto Musacchio, El Taller de Gráfica Popular, CDMX: Fondo de Cultura Económica, 2007, p. 38.
26El especialista Humberto Musacchio señala que durante este período se levantaron “las finanzas, se pagaron rentas atrasadas y la tienda del Taller estuvo bien surtida y activa. Como en los viejos tiempos, se volvieron a hacer carteles para organizaciones sociales, destacadamente la Unión Nacional de Mujeres (Mexicanas) a la que pertenecían varias de las mencionadas.”31
27Confirma una de las fundadoras de la UNMM, Delia Selene de Dios, que entonces lograban:
- 32 Ana Lau Jaiven, “La unión nacional de mujeres mexicanas entre el comunismo y el feminismo: una difí (...)
mucha audiencia ya que mujeres del Taller de la Gráfica Popular como Elvira Gazcón sic Elvira Gascón, Adela Gómez sic Andrea Gómez, incluso después Fanny Rabel, unas grandes mujeres artistas que alimentaban a la Unión para que hiciéramos el llamamiento al resto de las personas y trabajábamos con campesinas, con mujeres obreras con las gentes de zonas urbanas. (Entrevista, 2012).32
- 33 Helga Prignitz-Poda, El Taller de Gráfica Popular, op. cit., pp. 195-198.
- 34 Ibid.
28En este sentido, la biógrafa del Taller, Helga Prignitz-Poda señala que además de sanear la economía del TGP, y de consolidar la fama del Taller a través de numerosas exposiciones internacionales, en esta etapa las mujeres “abrieron un nuevo campo de actividades: el movimiento feminista.”33 Señala la especialista que, en 1963, Elizabeth Catlett y Elena Huerta viajaron a Cuba con la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas para asistir al Congreso de las Mujeres Americanas y que la misma Catlett, también en 1963, hizo el cartel para el Congreso Mundial de las Mujeres en Moscú. Prignitz-Poda destaca también que en 1964, la Unión Nacional de Mujeres de México, entonces recién fundada y pensada originalmente como la sección femenil del Partido Comunista Mexicano, agradeció al TGP por el cartel y telón que Mercedes Quevedo produjo para su congreso constitutivo,34 que era una ampliación de una obra anterior de la misma Quevedo y que se utilizó en más de una oportunidad (fig. 5).
Fig. 5 UNMMAC, 8 de marzo de 1964, Sindicato de Electricistas (Archivo Ana Victoria Jiménez, Biblioteca Francisco Xavier Clavigero, Universidad Iberoamericana Ciudad de México)
29Señala la especialista Ana Lau Jaiven que por aquel entonces,
- 35 Ana Lau Jaiven, “La unión nacional de mujeres ..,” op. cit. Ver también Jiménez Álvarez, Ana Victor (...)
La Unión, a pesar de declararse por los derechos de las mujeres, no ponía énfasis en su condición, su trabajo se enfocaba estrictamente en la defensa de los movimientos sociales y, en términos genéricos, no se preocupaba por los movimientos específicos de mujeres ni por sus problemáticas. Para ellas las conquistas femeninas eran producto de la lucha socialista de los pueblos.35
30Sin embargo, y a pesar de las serias tensiones que existían entre la izquierda y la lucha por los derechos de las mujeres, debidas principalmente a la muy asentada creencia de aquel entonces de que el feminismo era una confrontación absoluta con los hombres, que debilitaba las causas populares, no cabe duda que las artistas mujeres del TGP, a través de sus obras, manifestaron una clara conciencia de género que trasciende la militancia política concreta.
31En este sentido resulta interesante señalar, que su alumna y amiga cercana María Luisa Novelo, al especular sobre las razones de la elección de un aula de clase para que Calderón consumara su suicidio, indicó que además de las cuestiones de carácter práctico que deben haber existido (como por ejemplo el no generarle problemas a su pareja al hacerlo en su casa), mencionó también la posibilidad de que hubiera elegido el aula de San Carlos como un acto de protesta en contra del machismo característico de la escuela que siempre relegaba a las mujeres.
32Como todas las artistas mujeres del Taller, Calderón participó en la producción de hojas volantes, carteles, ediciones, portafolios, e ilustraciones para libros. En todos ellos se ajustó a las temáticas requeridas, pues y tal como ella misma dijo alguna vez,
- 36 Celia Calderón, en Tibol, Raquel, Veinte años de vida …, op. cit., p. 13.
Cuando el TGP se ligó a las luchas populares vinieron con nosotros los obreros en huelga, los campesinos que reclamaban sus tierras, entonces no sólo nos identificamos con sus problemas sino que aprendimos a verlos para representarlos.36
33Así, en un primer momento Calderón, quien participó en varias de las actividades colectivas del grupo, siguió las temáticas características del Taller, tales como la expropiación petrolera, la rebelión cristera, el orgullo nacional, los héroes nacionales, y la Revolución mexicana.
- 37 Isabel Palomar Duclaud, “Exterminio …,” op. cit., p. 130.
34En las décadas de 1950 y 1960, paralelamente al repertorio característico del Taller y a su reutilización para distintas funciones, y en gran parte a raíz del contexto histórico de la Guerra Fría que Calderón y sus contemporáneos vivieron por aquel entonces, muchos de los y las artistas realizaron obras en las que el tema principal fue la condena de la violencia, la defensa de la paz y el desarme nuclear. Un ejemplo dentro de la gráfica de Calderón es la obra titulada Contra el rearme, realizada en colaboración con Ángel Bracho incluida en el álbum del Taller Calaveras desvalorizadas… al trabajo fecundo y creador de 1954; o las obras tituladas Desolación y Exterminio, ambas realizadas hacia 1960, creadas muy probablemente en colaboración con otro de sus discípulos más cercanos, Roberto Hernández Malfavón, que muestran la amplitud del espectro expresivo del que nuestra artista era capaz. Se ha señalado que en Exterminio, la figura de Harry Truman y las nubes son evidencia de la responsabilidad de los Estados Unidos en la explosión de las bombas nucleares como referencia directa a Hiroshima y Nagasaki.37
35Incluso dentro de los trabajos colectivos del Taller, Calderón generalmente manifestó un marcado interés por los retratos de mujeres, tanto anónimas, como históricas. Así por ejemplo, cuando en 1955 Elizabeth Catlett invitó a sus compañeros del Taller a participar con ilustraciones para un artículo sobre la “Historia de los negros en Norteamérica” para la revista Freedom, ella optó por retratar a Ida B. Wells-Barnett (1862-1931), la periodista, educadora y líder temprana del movimiento de los derechos de los afroamericanos que dedicó su vida a combatir los prejuicios y la violencia y a luchar por la igualdad de los afroamericanos, y especialmente por la de las mujeres.
36Tomando en cuenta el contexto general de las organizaciones de mujeres de aquel entonces, principalmente el de la Unión, a la que acabamos de hacer referencia, las temáticas de las artistas mujeres del TGP solían coincidir con sus reivindicaciones en torno a la maternidad, la felicidad de la infancia, y la defensa de la juventud, manteniendo el patrón de domesticidad que supuestamente correspondía al ámbito femenino.
37En consonancia con estos intereses, Calderón realizó numerosas maternidades, las más tempranas con formas muy escultóricas, al estilo de su maestro Castellanos (fig. 6); mujeres indígenas, tal y como era característico del Taller, a veces enfatizando su pobreza y vulnerabilidad, así como su sacrificio y dolor al estar a cargo del cuidado de sus familias. En otras oportunidades enfatizó también la felicidad de las madres, llegando incluso en algunos casos, a través de los títulos y del tratamiento formal de sus obras a imbuirlas con la sacralidad propia de la iconografía cristiana; y hasta llegar a realizar verdaderos retratos psicológicos no solo de una madre en particular, sino del sentimiento de preocupación, realización personal, o problemáticas muy contemporáneas tales como la maternidad prematura de muchas mujeres o el rol de madres que deben cumplir muchas niñas frente a las duras condiciones de vida de sus propias madres.
Fig. 6 Celia Calderón, Mamita linda, 1945, aguatinta (INBAL/Museo Nacional de Arte
Adjudicación INBA 1999)
38Sin embargo, a lo largo de nuestras vidas las mujeres cumplimos muchos otros roles, no solo como madres, y como defensoras de la infancia y de la juventud, sino también como compañeras, amigas y hermanas de otras mujeres en el sentido amplio del término. La hermandad entre mujeres, o sororidad, tal y como se la suele referir actualmente, al propiciar la confianza, el apoyo y el reconocimiento recíproco, ha resultado y resulta aún una experiencia fundamental de la vida. Para la reconocida antropóloga feminista Marcela Lagarde
- 38 Marcela Lagarde, “Pacto entre mujeres. Sororidad,” en El feminismo en mi vida. Hitos, claves y topí (...)
La sororidad es una dimensión ética, política y práctica del feminismo contemporáneo. Es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer.38
39La sororidad, reconocida actualmente como un camino de empoderamiento para las mujeres, gracias al cual las mujeres dejamos atrás la condición subalterna para ganar control sobre nuestras propias formas de vivir, es un gesto de resistencia que nos ha vinculado, movido y sostenido a las mujeres desde tiempos inmemoriales.
40En la obra de Calderón como conjunto, llama la atención que en lugar de enfatizar la condición de subordinación y marginación de las mujeres, en varias de sus obras destaca no solo el papel de las mujeres en áreas normalmente no reconocidas tales como la educación o la lectura, sino y principalmente representa la camaradería o la sororidad que se da entre las mujeres en el ámbito laboral; y en muchas otras situaciones como muy especialmente durante el nacimiento de un bebé (fig. 7), que nos suele unir a las mujeres inter-generacionalmente; así como a través del diálogo catártico que se da naturalmente en un momento íntimo de descanso y confidencias (fig. 8) cuando lloramos y reímos juntas; o en el así llamado momento del chisme, como por ejemplo en su dibujo titulado “comadreando” (fig. 9) término que se usa comúnmente para referir al supuesto gusto que tenemos las mujeres por hablar mucho, por murmurar y por contar chismes, pero que más allá de los prejuicios propios de dicha caracterización, en lo profundo hace referencia precisamente a la solidaridad, complicidad y compañerismo que nos es propio a las mujeres.
Fig. 7 Celia Calderón, La familia, 1948, 74 x 85 cm, óleo/madera, (Permiso para reproducción y foto: cortesía Colección Andrés Blaisten, México)
Fig. 8 Celia Calderón, Las tres gracias, 1958, óleo/tela, 100 x 80 cm
Fig. 9 Celia Calderón, Comadreando, 1948, 20.3 x 24.1 cm, grafito sobre papel
41Calderón, al concentrarse en la representación de las actividades desempeñadas cotidianamente por las mujeres, interpretadas desde su propia cercanía con el movimiento a favor de los derechos de las mujeres y desde su propia experiencia como mujer viviendo en una sociedad eminentemente patriarcal, evitó caer en la trampa de las rígidas definiciones de las identidades de género femenino. Así, en lugar de reiterar la soledad femenina, tal y como suele ocurrir en muchas obras de arte mexicanas del siglo XX, intentó por el contrario, desmontar el mito machista según el cual la amistad entre mujeres no existe.
42Calderón al identificarse con una alternativa significativa para caracterizar a lo femenino prestando atención a la amistad y la colectividad, al haber sido capaz de unir su arte al vivir no solo del pueblo en general, sino de las mujeres en particular, nos permite reconocernos en nuestras relaciones sororas entendidas como una forma diferente, más íntima, más pacífica, y más solidaria de ser un ser humano. Calderón dio forma plástica a la construcción de espacios íntimos y horizontales desde donde las mujeres nos situamos y habitamos el mundo con confianza y cariño.
43El destacar el papel de las mujeres como amigas, distingue la obra de Calderón de una manera extraordinariamente vanguardista, anticipándose así a la lucha a favor de los derechos de las mujeres, consideradas no exclusivamente desde la militancia política, sino y más bien, desde los afectos y la solidaridad, que también desarticulan en lo más profundo las relaciones de poder y competencia que actualmente nos enajenan a todos los seres humanos y especialmente a las mujeres.